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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

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Estamos en Ciudad de México.
Sí.
¿Qué tal? Este es un momento muy importante.
Fíjate que ya sabes que yo,
Arsén Mayor que tú, trabajo muy bien la épica.
Sí.
Y yo creo que, hombre, no me puedo abstraer
de lo importante que es que por primera vez el programa
salga de las fronteras españolas
y esté ya en Ciudad de México, luego Argentina o en fin.
Yo estoy muy contento de decir que tengo un jetlaco
y que me cago vivo, ¿eh? Bueno, ya.
No sé dónde estoy, no sé cómo estoy, no sé qué hora es.
Mira, estamos pasando por un sitio donde la gente está comiendo.
Sí.
La comida en la calle, street food, ¿eh?
Street food.
Pero ¿sabes qué pasa?
Que esto lo ve un poco tortura para nosotros.
¿Por qué?
Porque son las dos y pico, aquí lo más...
Lo que han trao ya ha sido las 8 de la mañana.
Ya.
En mi estómago.
Sí, sí, te entiendo.
Tengo hambre.
A mí se me ha advertido desde la vieja y corrupta Europa.
Claro.
Sí.
Desde la vieja y caduca, Europa.
Caduca, Europa, sí.
Se me ha advertido que no comiera en la calle
porque mi cuerpo débil
y ya, como...
Podrido por la historia.
Sí, sí.
Podría reaccionar malamente a lo que llaman aquí
la venganza de Moctezuma.
Mira, eso me da mucha rabia.
Que es una diarrea que te balda
y que te inhabilita durante seis, siete días.
Y carros de fuego, ¿no?
Pero te digo una cosa.
Eso, a mí...
Fuego en el cuerpo.
No me gusta, porque eso es un prejuicio de europeos.
No.
Pues no hay un refrán que dice...
No, no, no.
Donde fueres a lo que vieres.
A mí no me ha dicho.
Pues yo te digo otro.
Donde fueres, come lo que hicieres.
Pero a mí nadie me ha dicho que no coma
por una cuestión racista o europeo-centrista.
Ya lo sé.
Porque igual aquí hay una bacteria que mi cuerpo no está acostumbrado.
Una bacteria, una pinche, bacteria mexicana.
Yo te digo una cosa.
Aquí una bacteria no dura en cinco minutos.
¿Tú no has visto cómo está esto?
Esto está vivido, esto está trillado...
Porque te estoy hablando de mi cuerpo.
A mí no me interesa cómo sobreviva la bacteria aquí.
Lo que yo quiero es no cagarme encima.
Qué lástima ir con zapatillas,
porque hay un señor que está limpiando zapatos.
Hostia, sí.
Y vamos con zapatillas.
No hay...
A éstas igual se puede dar betul, ¿eh?
Sí, pero son rojas, ¿no?
Mis zapatillas, igual.
No necesitándolo.
Seguimos andando por la calle, la gente nos mira.
Un teléfono, un teléfono.
Sí, un teléfono de los clásicos.
Esto en España no queda.
Y está operativo, ¿eh?
Sí.
Y está operativo, teléfono amarillo.
La calle tiende todo.
Nos llevan años de ventaja.
Nos está mirando la gente por esta calle, cerca del teatro,
donde hemos decidido grabar los primeros minutos
para enseñar un poquito también...
Para enseñar la vida, para enseñar un poquito cómo respira.
Sí.
O respira esta ciudad.
Mira qué puestos de venta ambulante.
Venden cosas.
Más tacos, más tortas.
Buenos días. Hola, buenos días.
Qué aproveche. Madre mía.
Qué aproveche. Uy, ¿eso qué es?
Sí, bueno...
Es como cerdo, ¿no? Es cerdo.
Es cerdo, es cerdo.
Sí.
Es cerdo, bueno, ya sí es.
Ya... tampoco hay que intentar, digamos a...
Claro, ya ha venido advertido.
Estoy comiendo muy bien, también te lo tengo que decir.
Ahora, pica hasta el agua, pica.
Porque se gusta mucho el picante.
Me quería tomar una aspirina y me la tomé con miedo.
Yo seguro que la metió picante en la aspirina también.
No, hombre, no.
Es un poco estombrado, igual... Sí, es verdad que es cultural.
Ellos dicen la medicación, porque no me sabe a nada.
Es algo sociólogo.
Esto no me va a curar, porque si no pica no cura.
Aquí es que si no es picante, no es interesante.
He estado me lo inventado yo, pero cedo a la cultura mexicana.
Si no es picante, no es interesante.
Están para recibir ocurrencias tuyas.
Cuidado que estamos llegando al teatro con nuestros compañeros.
¡Hombre, hombre, hombre, hombre!
Ya sabe que está debilidad con los instrumentos musicales.
Muy bien, muy bien, muy buenas tardes.
Muy buenas tardes.
Me habla muy bien de usted, todo el equipo.
Dice que ya me han llevado unos días trabajando.
Y que es usted, la persona muy amable.
25 años aquí, pues debemos ser amables, ¿no?
Porque así es, como un buen mexicano.
25 años, ¿eh?
Perdonad que interrumpa esta conversación,
pero acabo de tener una epifanía.
Mira, caballero, mi padre,
que murió ahora unos 10 años ya,
durante 35 o 40 años de su vida,
llevó en la boca dos dientes metálicos
como los que llevo usted delante.
Sí.
No los había vuelto a ver desde entonces.
Sí, estos dientes eran desde los 40 años.
Sí. Como 40 años.
Espero que no le molestes lo que le voy a decir,
pero me lo tomo como una señal,
casi de hermanamiento con México,
porque la seguro que no lo había vuelto a ver.
Una mala te ha recordado, ¿cómo se llama, señor?
Genaro Hernández, sí. Genaro, te ha recordado.
Mi padre se llamaba Juan Romero Hernández.
Mira, por ahí va la cosa.
Esto sí. Sí, sí.
Como los de Star Wars. Exacto.
Oiga, en nuestro programa,
que vamos a hacer aquí en el teatro,
nos gustan muchos los instrumentos para niños,
de juguete, bueno, en fin.
Y yo he visto la acordeón y me gustaría comprarle la acordeón.
Otro instrumento de juguete, Andrés, uno, por favor.
Esto se lo vendo.
Esto toca un poquito, ¿eh?
Aquí hay dedito, Genaro.
Aquí hay dedito, Genaro, sí.
Mira, ¿cuánto vale? 900 pesos.
900 pesos. Es un buen precio, ¿no?
Venga, venga.
Cinco, 37...
Bueno, 620, no tiene suficiente.
No ha mandado más dinero. A ver.
Me faltan pesos, ¿eh? Me faltan pesos, equipo.
¿Faltan pesos? Sí.
Ahora el equipo le da más. Ahora arreglamos.
Este, qué honor.
Muchas gracias.
Ah, mira, yo es rojo.
Mi color es el rojo, Genaro.
¿Pero qué quieres comprar dos? No, uno.
Ahora le traigo lo que falta, ¿eh?
Estupendo. Gracias, Genaro.
Un placer. Gracias.
Y bendiciones para todos.
Muchísimas gracias.
Adiós.
Andrés Ubuenafuente y Berto Romero presentan Nadie Sabe Nadal.
Buenas tardes.
Buenas noches.
Buenas tardes.
Buenas noches.
Buenas tardes, bienvenidos.
Que viva el México, cabrones.
Ay, ay, ay, ay. Muchas gracias.
Muchísimas gracias.
Son ustedes maravillosos y maravillosas.
Al menos en este momento inicial.
¿Dónde habéis comprado esto?
Que suena como una metralleta.
No tiene que ser legal, no tiene que ser legal.
Les damos la bienvenida a todos los que nos están viendo y escuchando
en cualquier punto del mundo,
pero con ellos ya hemos hablado antes de empezar,
porque son como de la familia.
Con estos de aquí, claro.
Nuestro público presente, Cárnico.
Pero sería bueno recordar que estamos emitiendo este programa.
Vamos a hacer dos desde la Ciudad de México, desde el teatro.
Por favor, Dilo Tum.
Está bien que me estedas la palabra
cuando no recuerdas el nombre del teatro.
En México, claro.
Si te acordabas.
Sí, claro.
Así, claro, claro.
Hoy en México podíamos haber invitado a muchos,
pero el programa tiene un límite, no podíamos más.
Y hemos decidido que venga y demos una bienvenida
a Sofía Niño de Rivera.
Aquí está.
Por favor.
Les dí un aplauso.
Les dí un aplauso.
Mira, una silla para ti.
Vente aquí con nosotros.
Muy bien.
Digan la verdad de por qué me invitaron.
Me invitaron porque los españoles no pueden venir a México solos
después de lo que nos hicieron.
¡Oh!
La primera en la frente.
¿Te refieres a la conquista o a la comía?
A la varicela.
Me refiero a la varicela.
Me gustaría presentarles algo que no sé si han comido, ¿no?
Yo seguramente no.
Yo soy mayor, yo he comido muchas cosas, Sofía.
Creo que ustedes les llaman frutos secos.
Nosotros les llamamos más como cacahuates.
Hombre, eres un especialista en eso.
Tú eres especialista en frutos secos.
Ok, entonces quiero presentarte algunos mexicanos.
Hombre, por favor.
Esto es sección de Berto Secos, edición mexicana por el amor de Dios.
Entonces, creo que los agarra en curva
y no están los cacavatos y vamos a tener que comer cacavatos con COVID.
Aquí los tenemos.
En la bolsa de mercado.
Nos están preparando esto.
Aquí llegó la bolsa.
¿Cómo lo llamáis?
Cacahuates.
Todos son cacahuates.
Vamos a ver.
Esto es yo ni siquiera yo.
Yo no los he probado.
Desapritas, los cacán se llaman.
¿Los han probado ustedes?
Nos traes para probar algo que tú no has probado, ¿no?
Hot Nuts.
Tenemos muchos.
Son todos lo mismo, pero con diferentes químicos.
Es todo lo que cambia.
Lo importante del mexicano es que
tú ves esto como una bolsa normal.
Nosotros lo vemos como un recipiente.
No, no, no.
Echáis dentro de todo.
La bolsa es el recipiente.
Esto viene con cacahuates solitos,
pero los mexicanos no están completos.
Necesitan...
Necesito que destruya mi colono.
Exactamente. Y ¿para qué ponerlo en un plato si ya viene?
En un semi-plato.
Entonces, ahí va, lo voy a abrir.
¿Estáis diez años por delante de la gastronomía?
Eso dijo el otro día David Martos,
que trabaja con nosotros.
No sé exactamente cuál es su cargo.
Pero siempre viene, es muy simpático.
A mí me cae muy bien.
Creo que es un director, pero no me hagas caso.
A ver, primero lo vas a probar solo, sin salsa.
Pues te decía que llegó al hotel,
y descubrió que había un teléfono en el baño.
Sí.
A ver, en Europa también lo tenemos.
Pero no lo había visto nunca.
Nos envió un mensaje al grupo de WhatsApp.
Tiene un teléfono en el baño, nos llevan siglos de ventaja.
Voy a probar un hot-not.
La propia bolsa pone fuego.
Es una declaración de intenciones.
Recordemos que Berto es un renombrado,
especialista mundial, así lo ha dicho.
Repetí a sus ocasiones.
Déjame trabajar, por favor.
Estoy situando el punto.
Muy bien, buenos matices.
Funciona bien en el retronasal.
Picante manon tropo.
Tiene mi sello de aprobación, está muy bien.
Joder, no, no, no, tropo, tropo.
No, no, tropo, tropo, tropo.
Es que es tardío, es tardío.
Sí, sí, sí. Es campana.
Tengo entendido que hay aquí un chile que le daman campana.
Y ahora, Sofía...
Pica y repica, al salir también...
Sofía ha cogido un frágil de picante.
Está tirando el picante en la bolsa.
¡Dios mío!
Lo importante de esto es que lo más práctico de este recipiente
es que los cierras...
Los acudes...
Para que la Valentina llegue hasta el último.
¿Le amais Valentina el picante?
Es básicamente vinagre con cosas secretas que no sabemos,
pero puedes hasta lavar el baño con ese.
No, no me extraña.
Hay muchos que lavan su tinaco.
No, Valentina.
Esto está para barrenizar un suelo.
Te puede ir bien.
Me estoy recuperando de la anterior.
Esto es una técnica.
Empujas de abajo hasta que llegue el cacahuate hasta arriba.
Para no mancharte los deditos.
Para no mancharte los deditos y lo agarras.
Si es tu propia bolsa y no vas a compartir con la boca, si no así.
Berto está probándolo.
Está empezando a sudar un poquito más de lo normal.
¿Tú no lo vas a probar?
No, yo no lo voy a probar.
Alguien tiene que sobrevivir, no de los dos.
Pues muy bien, ¿verdad?
A la porba.
Qué demonios.
Bien, bien.
Bueno...
Bueno...
Lo de no poder enfocar bien con la vista también es...
...un efecto secundario habitual.
Va uno más que es otra marca.
Que es marca karate.
Vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver.
Vale, gracias.
Una brazo...
Hoy franadería una brazo de México.
Estoy igual, no sé si me conozcas.
Jofía...
Me gusta tu nombre.
Jofía, no noto el cambio de sabor entre este y la anterior.
Pero es porque ya te durmió la leyenda.
Solo noto la textura.
El picante...
Vale, muchísimas gracias.
¿Quieres Valentina?
Es de mala educación no ofrecer Valentina si alguien lo necesita.
No, en ese caso es de buena educación no ofrecerla.
Una cosita, Jofía, ¿tú crees de aquí...?
Vale, no, yo soy cocinero.
En un país donde la temperatura media ya es elevada...
¿En qué momento se decidió?
Perdona, porque además...
Además de ser ferrán...
Tengo las picantes, no.
¿En qué momento se decidió apostar por el picante para sudar más...?
Bueno, en fin...
¿Qué fue el maquillaje en las manos?
Claro, claro.
¿Tú sabes lo origen del picante?
Eh...
El picante empezó...
¿Quieres un cliné...?
Si me he comido dos.
Pero, mira, ahora lo que hace el mexicano es pan, bolillo...
o sal abajo de la lengua.
O eso solo yo.
Me dijo mi tía.
Leche, no.
Leche es lo que más de arreaterá después del chil.
Azúcar, azúcar.
Azúcar, si, leche, azúcar, si, cacao...
Que haga una pasta estómago.
Las obras de la noche anterior.
¿Cómo me puse todo en la boca?
Bueno, bueno, bueno.
¿Quieres que te esperemos?
No se escucho.
No digo nada ya.
Hay una servilleta, dijeron.
Alguien dijo alguna servilleta.
No es igual, estamos en familia.
Ay, se me olvida el tajín, pero bueno...
Más cosas.
Escúchame, Sofía.
Y eso que no te di la Valentina más picante.
Hay de varios tipos, ¿no?
Parece que nos patrocinan, lo voy a voltear.
¿Tú con todo esto no puedes pasar un control de devanas?
La verdad es que muy pocas veces con Valentina,
porque también ya tengo destrozado el estómago.
Ya.
Después de ser mexicana tantos años.
Me gusta ver sufrir a los extranjeros.
Pero tiene una cosa, aparte de la tontería de su dañeta,
yo entiendo la movida.
Tontería para ti que no has comido esas cosas.
Entiendo, da alegría.
Le da otro giro a todo, yo lo entiendo.
Te resetea, te resetea.
O sea, es como un...
¿Qué me estás ofreciendo? ¿Qué pasa?
Si quieres una servilleta, azúcar.
Azúcar, leche, sí. No me decís nada más, hombre.
Oye, hemos venido a trabajar. Déjame vivir.
Es que es peor tomar agua. ¿Con quién vais?
Con ellos o conmigo.
Yo intento, voy a contear.
Socia, ¿cómo te va? Bien, ¿no?
Bien, me va bien. ¿Quieres que te conteste lo del Chile?
Ah, sí, claro. Por supuesto.
El picante empezó por una broma.
Empezó en una broma y acabó en la cultura mexicana.
O sea, empezó así. La verdad, no tengo ni puta idea.
Pero me gustaba esa teoría.
Me gustaba esa teoría.
Que fuera fruto de un cómico o una cómica del pasado,
que dijo, está muy aburrida esta casa.
Voy a la cocina, ya verás.
O alguien quiso matar a alguien más y no salió.
Y la persona no se murió.
Oye, que muchas gracias por acompañarnos.
Lo queremos robarte más tiempo.
Ni queremos comer nada más.
Tú ya no puedes hablar, estás bien.
Es mi culpa que se arreglo yo.
Tengo el resto del programa por delante, ¿sabes?
Pero bueno, algo que pueda.
Muchísimas gracias por venir, Sofía.
No, un placer. Si quieres que vaya por leche.
No, no. No quiero que vayas a por nada más.
Quiero que tomes un Uber y te marches a tu domicilio.
Que descanses, no te preocupes.
Ya lo recogemos. Sofía, niño de Rivera.
Muchísimas gracias.
Y mejorado en pitriona. Gracias.
Un placer.
Gracias, Sofía. Adiós, papá.
Bien, retomamos la...
La segunda parte de este programa inicial,
en nuestro querido México,
que por fin ya podemos saborear, nunca mejor dicho.
Mira cómo se ha quedado la orejera del auricular.
De la auricular, parece aquellas esponjas
que habían correos para mojar los sellos.
Claro, claro.
Va a ser como la sábara santa de Turín, ¿no?
Lleva tu genoma, ¿no?
Ya me he acordado de mi padre.
A mi padre le gustaba mucho comer picante.
Sí.
Mi padre estaba...
Tenía el peinado de la princesa Leia,
porque estaba todo calvo, excepto por los lados.
Cuando se le dejó un poquito largo,
le abombaba así a los lados.
Empezaba a comer picante, le encantaba.
Empezaba a sudarse, le perlaba toda la cabeza,
le quedaba como la bola una discoteca.
Ya, ya, ya.
Oye, hemos tenido todas las preguntas,
donde vayamos del mundo, vamos a atraer nuestras preguntas,
que no son exactamente preguntas,
sino que son comentarios que mandáis a través de las redes,
muchos desde México también.
Bueno, sí, a mí me saldría del corazón
preguntarle al público aquí asistente
si tenían alguna pregunta.
Si quieres atendemos, sí, va sobre este tema o la buenas tardes.
Hola, ¿qué tal? ¿Cómo está usted?
Muy bien, gracias. Muy bien, ¿cómo se llama?
Yo Norma Aburto. ¿Cómo?
Norma Aburto.
Me encanta ese nombre.
Pues la verdad que muy bien, sí.
Norma Aburto, me gusta mucho eso.
Yo sí estoy muy angustiada, porque quisiera saber.
Sí.
Mía. Mía.
Mía.
Ya he tenido contacto con aquella mexicana.
Sí, el Mía VT a México.
Y he tenido a mí enfrente...
El ya clásico Mía VT a México.
Sí.
He tenido a mí enfrente, he estado platicando con él y se me ha olvidado.
¿Qué le ha parecido Mía Aburto?
Mía Aburto. Mía es un encanto.
No, Mía Aburto, no, esa no se llama Mía.
Mía es aquella que traemos nosotros.
Ella se llama Norma Aburto. Norma Aburto.
Norma Aburto. Yo soy Norma Aburto.
Norma Aburto. Norma.
Mía, Norma, mía, es que, joder,
¿qué le ha parecido usted como hombre mía?
Es un encanto. Es un encanto, ¿eh?
Bueno, es usted muy generosa. O sea, bueno, yo...
Es usted muy amable. Sí.
Claro, claro, claro. Es de lo peor que tenemos en Europa, ¿eh?
No es gamal. No es gamal.
Bueno, sí, después me di cuenta de algunos que están por acá,
pero están bastante jóvenes. Sí.
Ya tuve un encuentro con la española, digo con la mexicana.
Bueno, Norma, usted quiere saber demasiado.
Me podrían decir si va bien la cosa.
Y...
Estoy en disposición de avanzarles.
Podemos avanzar una cosa.
El equipo de producción se ha puesto en marcha
para preparar una cita a ciegas.
¿A ciegas? Sí.
¿En México? ¡Ay!
Qué nervios, ¿no?
Bueno, esto se va a producir.
Que sean ciegas, pero podrían pasar la dirección.
Bueno, es un decir, ¿eh?
Pero ¿qué quieres ver si se produce el cuito?
Eso es...
¿Pero eso es tebo ayer, Norma, o qué le pasa?
Queremos grabarla, dará mucho.
Bueno, se va a dar información.
Muchas gracias. Muchas gracias.
Eso de los temas que nos ha traído a México no es broma.
Y el otro, a lo mejor,
ese hit improvisado que salió en el programa una vez...
A mí me da un poco de vergüenza. Bueno, pero...
Te podemos ayudar, ¿no?
Te podemos ayudar.
¿Ya?
Es que es infalible.
Es que es infalible.
Mira, el público está pidiendo...
Muchas gracias por recordarme cómo me damos.
¿Qué necesitas, Berto, para esta bonita melodía?
Bueno, lo voy a cantar...
¿Quieres contar un poquito antes cómo es la canción?
Bueno, canción es mucho decir, ¿no?
Es una pregunta de una oyente mexicana que preguntó...
Sí.
¿Ustedes creen que se puedan pelear Bertín y Arevalo?
Dos celebrities españolas.
Por una foto o tontería publicada en redes sociales.
Sí.
Andrés me preguntó si podía cantarla...
Como una ranchera.
Tanco lo hizo y tuvo gran éxito.
Desde la humildad que nos caracteriza a los europeos.
¿Por qué no? Sí, sí, sí.
Y la sinvergüenza también. Y lo puedo volver a hacer.
Creo que el público te puede ayudar.
¿Cómo?
Bueno, lo sé, coreando, a lo mejor.
Bueno, la canción empieza así. Sí, a ver.
¡Yee-ha! Muy bien, muy bien.
¿Y ustedes creen que se puedan pelear?
Como Bertín y Arevalo. Por una foto o tontería publicada...
En redes sociales.
Y ustedes creen que se puedan pelear.
Venga, y ahora todos juntos.
No tiene más letra. No tiene más letra.
¿Se la saben? Sí, ¿no?
Venga, vamos para allá. 1, 2, 3.
Y ustedes creen que se puedan pelear.
Como Bertín y Arevalo. Por una foto o tontería.
Nada. En redes sociales.
¡Que vivo en México, cabrón!
Muchas gracias.
Volvemos la semana que viene.
Nadie sabe nada. Muchas gracias.
¡Muchas gracias, México! ¡Adiós!