La abuela de una amiga típico de la época que tenían 500 hijos
y al cabo del sexto hijo con un nombre normal...
Ya no sabían....decidieron ir al Santoral.
Entonces, a partir del sexto hijo, dijeron, bueno,
vamos a coger dos nombres de cada día, ¿no?
Y la abuela de mi amiga se llamaba Obdulia Aphrodisia.
Oh, amigo.
Hombre Aphrodisia, cuidaba, ¿eh?
Y tenía una hermana que se llamaba Veda Callo.
Veda Callo.
Oh, como muy romana. Sí, no.
Tiene algo romano, ¿no? Veda Callo y sus quince esclavos.
Oh, no, no, no, no.
Atención, entra Veda Callo.
Ha llegado la tita bella.
Veda, Veda. Veda, ¿cómo?
Veda. Veda. Veda Callo.
Tita Peda.
Hola, hijos, ¿cómo estáis?
Y llega todo gapa porosa, ¿no?
Con unos esclavos tirando pétalos. Sí.
Soy Veda Callo.
¿Qué se os ofrece, Veda?
¿Qué empiecen los juegos?
Y entonces todo el mundo disfrazaba ayer de gladiadores,
porque la hija se llama papella.
¿Ah?
Para cuando quiere la orgía.
¡Oh!
Lo tenemos todo preparado.
¿Tenéis uva para tirarme la cien verticales?
Tenemos uva para enterrarla en ella.
¡No!
Hemos agotado toda la plantación de uva de la galia.
¿Por qué me gritas, esclavo?
Por la época.
¡Ah!
Porque estás lejos, ¿no?
Porque en Roma hablábamos así.
Los esclavos siempre estáis lejos.
Voy a ver.
¿Quién le ha dicho que soy esclavo?
Yo.
Si soy el pretor.
No, pretor.
A pretor el que te voy a dar, yo.
Ah, chistes sexuales.
Madre mía, no le faltan detalles.
Porque Peda Callo...
No, Peda.
Peda, Peda.
Porque Peda Callo es ligera de cascos.
¿Cómo le corresponde a una dama?
Está liberada.
Está liberada.
Está liberada.
Es una esclava como Peda, ¿sabes?
Entra en las casas y estoy aquí.
La Peda Callo...
Peda.
Que te pedo, te pedo lo que quieras.
Bueno, quiero pollo.
Ahora quiero pollo.
No hay, en Roma no hay pollo aún.
Tenemos unos, pero son muy pequeños.
Quiero jabalí.
Son como gorriones.
Quiero jabalí.
Habla con la obola de Berto, que come jabalís.
Quiero comida así.
Quiero jabalí, jabalís, muy de romanos.
Quiero jabalí ensartado.
Por dentro.
Mocaculo.
Y dando vueltas sobre un fuego.
De acuerdo.
Y tirándoles su propio líquido.
Me llamaremos jabalí a last.
Exacto.
Y yo me tiraré en un sofá o triquinium.
Madre mía, qué tontería llevo usted.
Hombre, siento contar.
Yo no hago nada todo el día.
Sólo mierdas así. Agofrendas.
Adióses.
Y a la sexta hora, que en Roma ya sabes,
la sexta hora es sagrada.
La sexta hora.
Adormir.
Luego, más adelante, cogeréis el hombro.
Lo llamaréis si está.
Aficionados.
Pétaca yo.
Soy pétaca yo.
Andrés, ¿qué es peda?
Es que me gusta más pétaca.
Bueno, hasta la próxima pétaca yo.
¿Dónde vas?
No, se va usted.
Como dices, hasta la próxima.
¿Qué has quedado?
Como decimos, en Roma.
Anda, tomá por culo.
En Francia, a tuya, en Francia.
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