Viajar al pasado es una de las cosas, ya sé que es atávico...
¿Te gustaría?
Me encantaría.
¿Sí?
Sí.
Y digo yo, ¿para qué?
Bueno, pues...
¿A ver qué?
Pues para ver cómo era, que esto ya lo tengo muy visto.
Pero si lo...
Pero...
Mira...
¿No tendrás visto el pasado?
Más que el presente.
No, no, porque no lo he vivido.
Pero a ver, ¿qué quieres ver?
Uy, esto es filosofía un poquito, ¿eh?
No, no, esto no es nada.
Sí...
Esto no es nada.
Dime, ¿qué quieres ver?
Esto no es nada.
¿Qué quieres ver?
Ya no quieres hacer secciones, ¿no?
No, pero...
No, dímelo antes, dímelo antes.
Si se da, sí.
Mira.
¿Qué quieres ver?
El pasado.
Vale, el pasado.
¿Quiero vivir?
No, no, no, no, no, no.
Quiero vivir el pasado para reconocer el presente.
¿Y tú?
¿Y tú qué quieres?
Yo quería una respuesta concreta.
¿Qué quieres ver del pasado?
No es abstracto.
He leído tanto, lo he imaginado tanto, lo he visto en películas.
Vale, vale.
Quiero tocarlo.
Ahí está.
Quiero tocar la Roma, la Roma, Roma de verdad.
¿Tú crees que vas a ver mejor la Roma del pasado tú yendo que, como se ha visto en
Gladiator, por ejemplo?
¿Tú crees que...?
Hombre, sí, por supuesto.
¿Tú crees que vas a ver mejor el Coliseo tú desde una grada que, como te lo ha enseñado
Ridley Scott?
Yo creo que no, honestamente.
Bueno, no.
Vale, honestamente no, pero respirarlo.
O te vas a llevar un dron al pasado también.
No, hombre, no, que no me puedo llevar nada.
Pero yo, por ejemplo, quiero oír el día en que están a punto de matar a Julio César...
Una cosa, ¿el dron no es la evolución del palo selfie?
Sí, puede ser.
O sea, tú te haces la foto con el palo selfie y ahora el dron te permite alejarte más.
Sí.
Hasta que no se te conozca.
¿Y el tonto del palo selfie no es ahora el tonto del dron?
Puede ser, puede ser.
Oye, la Roma de César Augusto.
Sí.
Julio César.
¿A quién matan?
Julio César Augusto.
Julio César Augusto.
¿Este no era locutor de Radio Nacional?
Ah, no.
Julio César Iglesias.
Julio César Iglesias, era otro.
Y cuando lo van a matar todos los senadores, pues yo, cinco minutos antes...
Es Julio César.
Julio César.
Vale.
Voy cinco minutos antes y él va con su túnica, pum, pum, tan chulo.
Y le digo, no vayas tan chulo.
Yo con gafas y túnica allí.
Ahora tú no lo vas a entender.
No vayas tan chulo que te van a matar.
Vale.
Vale, pues...
Y él, déjame, déjame.
Coincidirás conmigo entonces que tú no quieres viajar al pasado para ver nada.
Tú quieres viajar al pasado para hacerte el chulo.
Para ir allí en plan, yo esto yo lo sé.
Sí.
¿No?
Para esto...
Sí.
Para hacerle spoilers a la gente del pasado.
Un poquito sí.
Pero para verlo, insisto, tú vas a ver mejor la muerte de Julio César en directo
que no vas a ver nada.
Porque se van a echar encima el tumulto a pincharle y tú no lo vas a ver bien.
Porque te van a tapar.
El que acuchilla con su propia espalda te tapa.
Coño, he visto así.
En cambio en la película...
Estás rompiendo el sueño de toda una vida de viajar en una máquina del tiempo y va
al tío y lo lleva a uso doméstico y coño, no me hace ilusión nada.
Claro, vete a ver a Jesucristo, ¿vale?
Ah, sí, hombre, claro.
No, voy a ver a Jesucristo, el pregón de la montaña.
Santa Cena.
El pregón de la montaña.
No, Santa Cena.
Llega el día del pregón de la montaña.
¿Nos ha ido aquí no Santa Cena?
Bueno, Santa Cena.
Antes de que vengan a detenerlo.
Yo te digo lo que va a pasar.
Yo le digo, Jesús, vamos.
No, primero no te van a dejar.
Vámonos ya, Jesús.
Primero no te van a dejar.
Pues que acabo de pedir el primero.
Vámonos ya.
Vámonos ya, que te van a pelar.
Vámonos ya.
Es que no va así.
Ah, no.
Primero, no te van a dejar entrar en el restaurante.
Vas a llegar al restaurante y van a decir, está lleno.
¿Ha hecho usted reserva?
No, yo es que venía a ver a Jesús.
No sé de quién me habla.
Tengo una mesa de 13, ¿no?
No, vas a entrar.
Tengo una mesa de 13 que me lo ocupa todo, ¿no?
Que entras.
Claro.
Una vez dentro.
No, yo le diré, yo voy solo, yo en la barra, le digo, yo en la barra como de pie.
Una vez entras, ¿no crees que vas a ir a hablar con Jesús?
Tienes 12 colegas allí como 12 torres que te van a reventar la cara antes de que te acerques.
No, me disfrazo de camarero.
¿Qué nombre?
De mesonero.
Escucha, pregón de la montaña, que me has cortado antes.
Sí.
Tú vas a pregón de la montaña, te vas a levantar a las 4 de la mañana para pillar sitio.
No, vas a llegar de los últimos, no vas a ver nada.
Ya.
Como en la vida de Brian, que está allí al final.
No le oigo, ¿qué dices?
No se oye nada.
Esa es la realidad.
Ya, ya.
Vas a viajar al pasado y vas a volver más enfadado que cuando vas de vacaciones.
Te dices, hostia, lo vi en la foto y luego llegué y estaba lleno de turistas.
Claro, claro.
Va a ser peor.
Pues muchas gracias, tío, me has ayudado mucho.
O sea, viajar al pasado no vale la pena.
Y al futuro ni hablemos ya, ¿no?
Ah, eso no lo sé, ¿eh?
Yo al futuro no puedo hablar.
¿Sabes qué te digo?
Al futuro no lo ha visto nadie.
Exacto.
Exacto.
Exacto.
Exacto.