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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

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Bueno, pues comenzamos el programa de hoy
con retomando el tema de...
Operación Monedero.
De la mejor operación monedero. Sí.
Que es el deseo de Andrés de cederme la...
Su bolsa testicular cuando, en el momento en que él fallezca,
para hacerme una humorera.
Que sea curtida.
Hemos hablado con un curtidor y el siguiente paso era
a ver la parte legal.
Que no queremos tener un problema y entonces,
como te dije, mi hermano,
aquí presenta José Antonio, que es mi abogado.
¿Es verdad o es una broma? Eres abogado de verdad.
¿Es una broma? ¿Eres tonto?
Como desde el cachón de otro hermano.
No puedo demostrarlo incluso. Vale, vale.
Entonces, ¿qué has encontrado?
La cuestión es que no queremos incurrir en ninguna ilegalidad.
Claro, efectivamente.
Y para eso estoy yo, para que no incurráis en ilegalidad alguna.
Lo primero es...
confirmaros que el tema es peleabudo.
Estamos tocando temas que nos llevan
a cuestiones de ética,
que nos llevan a también...
Ética, sí, ética. Sí, sí, sí.
La ética del derecho.
Estamos hablando de cuestiones que afectan a un cadáver,
con lo cual también tenemos problemas desde el punto de vista
de la legalidad y salida mortuoria.
Que a mí me es igual, porque si estás muerto,
como si se llevan las uñas para hacerse una pulsera, ¿me entiendes?
Pero es evidente. Ya hay una lección.
Ahí quería llegar yo, donde apuntas tú
con el tema de las uñas. Vale.
Estamos intentando evaluar si el material que tú quieres ofrecer...
Una parte de tu piel.
...se puede también entender como un desecho.
Un desecho para la ciencia.
Un desecho, será.
Llegado a lo legal, es muy crudo.
Sin conocer el material del que estamos hablando.
Sí, yo pegato la mochila imagina,
porque tenemos la misma edad tú y yo.
Si te quedan bien en el espejo por la mañana,
eso es lo que estás tocando.
Un poco la idea sería buscar el desquicio legal
que nos permitiera... Sí, sí, sí.
...considerar esta parte sacrosanta de tu cuerpo
como un despojo clínico.
Y se nos permitiera...
Te voy a girar. Perdón, perdón.
Un despojo clínico. Esto no lo habíamos visto.
Perdón, perdón por la expresión.
Pero un poco sería la idea. Vale, vale.
Considerar el material sobrante,
o material de desecho sin utilidad alguna,
el cual pudiéramos utilizar antes de que ese cadáver fuera encinerado.
De acuerdo, yo la vendría a otro tema.
Si esto encontrara un resquicio legal,
tendría que hacerlo un médico,
pasaríamos a otra fase de la operación monodero,
que es qué médico quiere hacerlo.
Efectivamente, efectivamente. Vale.
Nosotros estamos, como ya te he comentado al inicio,
nos lo hemos tomado muy en serio. Sí, sí.
Y es que hemos contactado con especialistas,
hemos contactado... Ya me han buscado algún médico.
Claro, estamos hablando con...
Porque mi hermano es tan profesional.
Tu hermano iba con una estigera para cortarme los huevos.
Mi hermano viene dejando todo en fin y quitado.
Vamos a hablar primero con el médico,
pero él nos trae al médico ya.
Espérate que me muera. Incluso la excepción le está.
Hemos compido antes de grabar
y a mí me estás sentando mal la comida.
Yo he llegado a este punto. Sí.
Voy a ponerlo encima de la mesa. ¿Qué?
Reciprocidad.
Yo...
Estamos hablando siempre. Yo no la pido.
Supuesto de que Andréu falleja antes por ley de vida.
Si sobreviniera la desgracia y por lo que fuera,
yo voy antes,
yo quiero...
Yo juego también. ¿Pero esto ayudará la trama legal?
No. No, pero es para...
A mí me están empezando a hacer cuesta arriba,
hablar tanto de tu cadáver, tu despojo...
No.
Y como amigo no puedo, sin no corresponder...
Sí, sí, sí.
Te estoy dentro. Vale, ¿tú qué me das?
Lo mismo, coño, lo mismo. Vale, vale.
¿Quieres que da alguna maraca? Vale, vale.
No, maraca, con...
Vale, vale. Muy bien.
¿Y a ti no te gustaría dolar tu estestículo?
No, no, es algo que no me preocupa.
Y tienes que empezar a pensar.
Creo que no tiene necesidad. No, no.
No, es recreativo.
Incluso una utilidad recreativa.
No la veo, no sé verla.
Vale, pues Antonio, muchas gracias.
Te te gracias. Me ha encantado verte, tío.
Bueno, estamos en contacto.
No nos lo pegábamos, en contacto con esto.
Rocosita, ¿esto lo cobras todo al final o vas por...?
No, yo me cobro ya por parte.
El trabajo hecho es que quiero cobrarlo.
Me dejas más tranquilo. No, si me va a costar dinero.
Andrés Ubuena Fuente y Berto Romero presentan Nadie Sábena.
¡Suscríbete a Nadie Sábena!
Muy amables, muy amables.
Bueno, ya estamos en el club de Nadie Sábena.
Después de este episodio 2,
sería operación monadero episodio 2, ¿no?
Sí, yo te tengo que decir que...
Me estoy empezando, se me está helando la sangre con el asunto.
Coño, pues dímelo a mí, que soy el afectado.
Que claro, esto como broma está muy bien,
pero al llevarlo a la realidad, a la realidad legal,
a ponerse en la situación,
ayer estuve en un restaurante con mi familia, con mi mujer,
con mis hijos, con mi hermano, mi cuñada...
¿Sacaste el tema? Bueno, claro, salió el tema.
¿Con tus hijos delante?
Yo no quería, pero mi mujer empezó a hombre, pero ¿cómo?
Y mi hermano sacó el tema de que yo había manifestado
mi voluntad de también hacerlo.
Ya. No veas cómo se puso mi mujer.
Claro. ¿Pero cómo tú también? Claro.
Pero ¿y qué se ha cogido ahora con eso?
Empezó a dar un montón de cosas, por supuesto.
Primero que me tenga que morir yo antes que ella.
Claro, claro. Un montón de movidas de este tipo.
Y claro, planteo, dice, hombre, pero en el momento...
Ya....que te da que venir aquí un señor.
Ya. Ah...
Al tema. Al tema, eso es muy seco.
Pero lo hacen con discreción.
Y luego hay otra cosa que te quería comentar.
No lo hacen delante de la familia. No.
No viene un chico con una motosierra, con un cúter.
A ver un momento, yo un palillo.
¿Qué es? No creo que se necesite una motosierra.
Para lo tuyo, tan gratis tampoco. Vale, vale.
Vale, no es una secuolla.
Ya, ya, ya. Pero...
No va a dejar un tocón. Ya.
Pero que...
A ver, cómo te lo digo.
Si tienes que dar tu cuerpo a la ciencia. Sí.
Esos cuerpos son esos que van a la Facultad de Medicina.
Sí, igual la ciencia no lo quiere.
Que también se dan casos. La ciencia dice, no, no, gracias.
Te analiza y un...
Me he hablado con el médico.
Yo no quiero que en la Facultad de Medicina estés tú.
¿Para hacer experimento?
Bueno, es que me tape en la cara.
A ver, que me quiten las gafas.
Bueno, operación bonadero, capítulo 2.
Muy pronto, el 3.
Dice Maricini desde Twitter.
¿Qué tal, Alberto y Andreo? Maricini, hay Maricini.
Mi abuela tiende a juntar dos refranes en uno por error.
El último que ha dicho es culo veo, culo que me veo.
Oh, qué feo.
Bueno, está... Qué feo.
Es como una práctica sexual muy sucia, ¿no?
Yo quería decir culo veo, culo quiero.
Creo que se equivocó con el...
En lo que veo, me veo.
Se está equivocando ya también explicando a su abuela.
¿Le veis alguna aplicación práctica?
Hombre, por supuesto, lúdica, diversión.
Abuela, abuela, eso se hace mucho en las casas.
¿Cómo se llama el actor que te gusta a ti?
Yo que se... Pancertraci, bien.
Eso se ha practicado mucho. Humillación cariñosa.
Humillación cariñosa, sí.
Eso lo hacía yo también en casa.
Yo tenía una tía que decía Hollywood.
Hollywood.
Bueno, era muy creativo.
Yo primero me petaba la cabeza.
Digo, ¿qué dices? ¿Cuándo me enseñaba? ¿A qué pones?
Claro, ¿verdad?
Es como Bullywood.
No me decía Hollywood, la H no se pronuncia.
Digo, ay, ay...
Si me va de lista.
¿Quieres que juntemos refrenestas?
Una sección de juntas refrenestas.
Que en la buena árbol se arrima, amanece más temprano.
Esto es fácil, ¿eh?
La idea era que lo completaras tú, pero como te he visto,
no veía nada en tus ojos.
No era la idea.
Yo la tenía así.
Mi idea era yo doy la mitad y tú la otra,
pero como te has quedado así como un conejito
ante los faros de un coche...
Yo tenía otra idea.
Cada uno se completa el suyo, pero me gustaba la tuya.
Que cada perro se la más sucipote.
Bueno, decirlo de otra manera.
Me gusta más tu idea.
¿En casa del herrero?
Esto es lo que has hecho tú.
Pero ahora ya lo sabes, capullo.
¿En casa del herrero?
Eh...
culo quiero.
Sobre todo con el culo, ¿eh?
Ahora empiezas tú.
No por mucho madrugar.
Buena sombra te cobijas.
Vale.
Fíjate que cambió un poco la persona.
Me estoy dando cuenta de que no sé muchos refranes.
Y busca, busca.
Vale, pero empieza.
Vale.
El tampoco.
Se está perdiendo el refranero.
¿Ojos que no ven?
Hostia, que te pegas.
Esto es un chiste.
No, esto es un chiste.
¿Ojos que no ven?
No hay por qué seguir con la sección.
Se han callado.
Sigamos.
Soliciano 32, desde Twitter.
Dice...
Os dijimos que está...
No, que no nos gustaba esta música.
No nos gusta.
Dije de una expectativa que no se cumple.
Dice la gente que está en la calle siempre va a algún sitio.
Y yo siempre tengo muchas ganas de preguntar a todo el mundo.
¿A dónde vas?
Me da mucha curiosidad a dónde se dirige la gente.
¿Vosotros no?
¿Cómo no voy a preguntar a la gente a dónde vas?
Oye, ¿quiere que lo preguntemos en la calle?
¿A dónde van, la gente?
Sí, estamos a pie de calle.
Bueno, si quieren contestar, ¿qué lo conteste?
Bueno, probémoslo.
Vamos a la calle.
Sí.
Vamos a hacer el ejercicio de preguntarle a la gente dónde va.
Insisto en que es algo muy agresivo.
De acuerdo, de acuerdo.
Sí, sí, sacamos una cámara.
Vamos a ver si hay gente.
Es David Marto, nuestro subdirector que ha llegado tarde.
¿Qué ha pasado, David?
Como estáis, cosas de la vida.
¿Has perdido la vez?
Venía de Madrid.
Yo siempre cojó la bella 7.
Sí.
Y vi uno barato a la 6 y media y digo, voy a pillarme esto.
Es un lince.
Claro, pero eso hace un mes.
Hoy ya me había olvidado.
Hoy he llegado a la 7 y el ave se había ido.
Tiene que coger un ave a las 8 y media.
Dicho el cálculo y valía siete veces más.
Entonces el ave barato que me había pillado
me ha costado siete veces más.
Y encima he llegado tarde.
Esa es la persona que nos soluciona los problemas.
Sí, la que tenemos todas las confianzas.
Gracias David. ¿Cómo va el problema?
Muy bien, sí.
Está en la recta final y una persona del público,
ha dicho que siempre le interesa saber dónde va la gente.
No pasa nada.
Que le gusta saber dónde va la gente.
Es que la cara que me han puesto ya...
Déjame la mi.
Dice que siempre le interesa saber dónde va la gente.
Yo voy para dentro.
Sí, David.
Nosotros no te interesa, porque ya suponemos.
Miren, aquí vienen unas personas.
Uy, no, pero son orientales, a lo mejor en este idioma.
¿Pueden...?
¿Can you talk?
No, porque son desconfiados.
Hola.
¿Habláis español?
No.
¿English?
Nothing important.
Just one question.
Where do you go?
To travel company.
Travel company.
Ok, thank you.
Muy bien, muy bien.
Good luck.
Ahora viene un jugador del Real Madrid.
¿Te puedo hacer una pregunta muy rápida?
¿Dónde vas a comprar una cosa?
Vale, ya está. Muchas gracias.
Hasta luego.
Ha visto que es jugador del equipo filial del Real Madrid.
Hacen pasen, sin problema.
Puedes hacer una pregunta muy breve y sencilla.
¿Dónde vais?
A un hostal, acá.
Perfecto, ya está. Muchas gracias.
Hasta luego.
¿Qué?
A un hostal, ¿eh?
¿Qué?
No, claro no.
¿Has visto lo contentos de la mañana?
¿Has visto lo contentos de la mañana?
Ha dicho, honesto.
Decidame si.
Ya está, bueno.
Satisfecho, venga.
Esto es el Nadie Sabenada.
Satisfaciendo dudas y deseos...
Claro.
Policorrut, desde Lugo a nuestra, ya la hemos leído.
Laya, desde el Papiol.
Hola, André Viverto. Terminad la frase.
No puedo salir de casa sin...
el móvil, ¿no?
Yo las llaves. Priorizo llaves a móvil, ¿eh?
Sí.
Yo priorizo poder mover a entrar.
Yo prefiero volver a entrar.
Oye, ¿sabes qué me pasó una vez?
Que me deje de en casa. Usted, este beidoto te va a gustar.
Mira qué tal.
Porque lleva algo...
Lleva algo de sin de los tiempos.
No, sin flauta, gracias.
Y...
¿Qué hace pensar?
Vive y tú te has que hacer pensar.
Si hago de casa, yo viví en Madrid en aquella época.
Digo, me voy al retiro, un retito.
Pim-pam, pim-pam, pim-pam.
Cuando vuelvo, palpo mi cuerpo.
Pensé, está bien para lo que tienes.
Pero luego ya, no solo eso, sino dije...
Hostia, no llevo llaves.
Vale, no pasa nada.
Pero el siguiente, palpeo, palpateo...
Palpe, palpe.
Me trajo otra...
Vale, no te decía.
No tenía móvil.
Ni móvil ni llaves. Ni llaves.
En la calle.
¿Qué haces?
Hostia.
No tengo en la memoria ni un solo teléfono.
Hostia, es verdad, claro.
Ya no memorizamos números.
Solo de nuestro despacho en Barcelona.
Ese te lo sabes. Ese me lo sabía.
Lo único que recuerdo es la casa de mis padres,
que están muertos ya los dos.
No lo he vuelto a probar. No hace falta.
Se lo habrán dado a alguien.
A lo mejor sí, a veces se corre el número.
Como se corre la voz, se corre el número.
No, en serio. Oye, tío,
que entre en una espiral muy rara
de desprotección...
¿Cómo te ando, no?
Sí, también de autoestima muy baja.
Hostia, tío, que eres una mierda de persona.
No tienes amigos.
¿Y dinero?
¿Yo vas dinero? No, no.
No hay documento de deporte. ¿Pero ni documentos?
Nada, nada, nada. Hostia.
Ya no hay cabinas.
No. Ya no sabía el número.
No hay monedas. No hay monedas.
Estabamos en Madrid. Toda nuestra familia es en Barcelona.
Solo el equipo de trabajo a las afueras de Madrid.
¿Qué haces?
Yo llorar. Allí en el retiro a llorar.
Yo estuve un ratito y ahora me echaría un cigarro.
Tampoco tenía tabaco.
Allí al lado de ese árbol, la gente pasaba,
pasa buena fuente, yo... Si tú supieras.
Si tú supieras.
Ya pongo mi cabeza a funcionar,
digo, tiene que haber una salida.
Además, la vergüenza de...
Podrías pedir a alguien, oye, déjame dinero,
pero es que pensarían que era una broma.
Había una opción, que era la más costosa,
que es irme corriendo, porque había vestido
como para hacer footing, y me corriendo hasta tres cantos,
pero está como a diez kilómetros de centro de Madrid.
No, no, claro. No podía llegar al trabajo así.
Tenías programa ese día.
Era la una, de la tarde.
¿Y tenías que estar en el plato?
Entré en un restaurante.
Sí. Entré en un restaurante, me armé de valor.
Me dirigía a la camarera.
No me pronunció, porque pensé que sí.
A lo mejor la fama suaviza la situación.
Claro.
Que quiere, me dijo, ¿qué quiere?
¿Quieres comer?
Y yo dije, quiero comer, pero no puedo pagar.
No, me dije, no.
Me deja su teléfono para llamar.
Superagresivo hoy en día esto.
Antiguamente era hombre, claro.
Dice, ¿cómo?
Digo, sí me dejó menos. Por favor, su teléfono.
Ya me empezó a mirar mal, pero no tiene usted teléfono.
Digo, no, si te lo estoy pidiendo.
No tiene usted teléfono, que es usted un paria, ¿no?
Entonces, sí. Bueno, vale.
Un venga.
Es más, me quito este problema de encima, que no le echo un cable.
¿Y entonces llamaste al único número?
Saca un teléfono fijo, garasiento,
de debajo de un cajón.
Es que no sé, porque nunca...
Tenemos esto, que no funciona del año 87, pero a ver...
Ya, la tía delante mirando y yo, gracias,
ella mirándome,
fue diciendo, a ver qué haces.
Este señor que acaba de viajar en el tiempo.
Vale.
Llamo a Barcelona.
Llamo aquí, a estas oficinas.
Sí.
A las más cerradas. Oh!
No me sabía ningún número más.
Y una cosa que me preocupé, me preocupaba.
No me sabía ni el de mi mujer.
A ver, yo, el de mi mujer me lo sé.
¿Te lo sabes? Sí.
Yo de tu mujer también, pero el de mi...
Ah, volvemos con esa broma histórica.
Ha sido un homenaje a una broma antigua.
Ha sido un homenaje, de verdad.
¿Quieres hacer una broma sobre mi nariz también?
No. Volvemos a 2007.
Un público histórico.
Y... Oye, no, no.
Son ancestros.
No, y digo, pan colgué y le dije,
buscando complicidad con la chica, digo,
no contestas.
Y ella me dijo, vayase, ¿no?
Llamé todo con miradas.
¿Te orinaste, encima?
Porque a veces, de los nervios en esas situaciones...
Puedes ser, sí, sí, con los caballos.
Si pierdes el control de los finteles.
Cuando el caballo pisa un territorio que no es el suyo, ¿no?
Saca, saca la manguera y...
La bosta, ¿no?
Y digo, no, no. Entonces, algo.
Y, mira, pasó algo muy curioso.
Y salgo a la calle, vuelvo a ser el paria de siempre,
hay en aquel árbol, pensando, ¿qué haré?
Porque ésta es la peor hora del mundo.
Si fuera de noche, me espero.
Yo vivía con un amigo, con nuestro productor.
Claro, te vas a tocar, pero te estaban esperando en el programa.
Todo un país te estaba esperando para que les hiciera reír.
Bueno, sí, una parte del país.
Sí, todo el país ha sido muy generoso.
Muy ambicioso, ¿no?
En eso que pasa... Una parte pequeña del país.
En eso que pasa,
un tío por la calle, y que no voy a dar el nombre,
porque luego se me calienta la boca aquí
y luego me lo tengo que comer.
Pero un tío conocido, ¿no? Una persona conocida.
Conocida que da un poquito de rabia.
¿Vale? Y tú sabes quién es.
Pero bueno, ya... Bueno, hay mucha gente que me da rabia.
Nos da rabia los dos. Bueno, más que rabia.
Dices, hombre, es una persona conocida que, si puedo, no la saludo.
¿Y crees que es mutua? ¿Crees que cuando tú le...
No, no, no, no.
Porque cuando alguien a ti te da rabia es al revés también.
No, no. Más que rabia produce un pelín de rechazo.
Sí.
Hay algo ahí de piel.
Yo respeto, pero no me voy a cenar con esa tracción.
¿Es generalizado que da rabia?
Sssssssss...
A una parte sí
y otra parte hace como que no.
Es que quiero que se quede. Sí, seguro que sí.
Vale. Conoce mucha gente.
Conoce muchísima gente. Muy bien.
Es la típica persona que... A ver, rabia no es la palabra.
Es como... Asquito.
No, asquito tampoco. No, no, no.
Tú lo ves por la calle y dices, me hago el sueco.
Que solo hacemos todos, ¿eh? Sí.
Pero ¿qué pasaba en ese momento?
Era mi única tabla de salvación.
¡Vaya lección, eh! Te dio la vida.
La vida me dio una lección. Sí, sí, sí.
Me dije, tú, tiquis, vinkis, que la gente te da cosita.
Es la única vía que tienes de contacto con el mundo.
¿Y el destino te pone a la persona más asquerosa, única?
Mmm...
Una mierda. No, no, joder, no, no, no.
Y viene, él le gusta mucho saludar a todo el mundo.
¿Sí? Sí.
Y entonces yo...
Me hago el contradizo.
No lo ubidizo, sino lo opuesto.
Vale, te acercas como... No quiero la cosa.
Que pasa, Andriu?
No lo estoy invitando, ¿eh? ¿Cómo estás?
Y yo... ¡Hombre!
¡Qué alegría verte! ¡Hombre! ¿Qué haces por aquí?
Se tira de la moto, bueno, estoy con una movida muy grande.
¿Se tira de la moto? Bueno, de la moto...
Es un decir.
De repente imagino que iba en moto y que se lanzó.
Y voló. No, no, no, es solícito, pero tanto, no.
Vale, vale. Y su moto se fue a la puta.
Van a hacer una película de mi vida, yo te digo eso.
¿Cómo? Dijo, van a hacer una película de mi vida.
¿Sí?
¿Qué va? Pero él lo dijo.
Porque vive en un mundo así.
Dices, estoy aquí con una gente porque van a hacer una película de mi vida.
Que cualquiera te dice eso y tú le preguntas, ¿ah, sí?
Y yo dije, me dejas tu teléfono.
¿Qué día le sorprendió?
¡Hombre! ¡Ah, sí, claro!
¿Pero a quién llamaste?
Pues... Si no tenía ningún número en la cabeza.
A mi madre.
¿En serio? Sí, me sabía de mi madre.
Mi madre.
¡Oh, hijo mío, creo que me llaman nunca!
Digo, no, ya, mamá.
Tú podrías llamar al programa en Madrid
a buscar en el... Le me di un problema a mi madre.
¡Ay, hijo mío, estoy preparando la comida!
¿Qué me estás contando? Digo, es que estoy...
No quería tampoco preocuparla. Claro, claro, claro.
Estoy aquí con un tío odioso vestido de deporte y sin dinero, mamá.
Yo creía que había sido a Madrid a ganarte la vida.
Una cosa, tío.
Pero duró como dos o tres horas.
Entonces recuperás... ¿Qué pasa?
Mi hermana ya es más joven, llamó a Madrid.
Entonces, Madrid, al cabo de un tiempo, vino un ángel.
Diste unas coordenadas, te llegaron a buscar.
Entonces recuperaste tu móvil, recuperaste tus llaves,
tu dinero, tu tabaco y volviste a ser el idiota de siempre.
Correcto. Que no necesita al mundo.
Pero sin aquellas gestiones, a lo mejor no hubiera llegado aquí.
¡Wow!
Tremendo último documento y acabamos el programa así.
Hemos empezado hablando de cómo aprovechar tus testículos
más ante tu hipotética de muerte.
Sí, sí, sí. Y hemos visto que esos testículos gordo son, ¿no?
Muy bien. Gracias, compañero.
Hasta la semana que viene.
Te he dejado tocadete, ¿no?
Sí, no sé cómo he reaccionado el programa de hoy.
¿Quieres abrazarme?
Me ayudaría. Venga, vamos a abrazarnos.
Hasta la semana que viene. Adiós.
A los subtítulos en español de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días.