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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Time transcribed: 6d 14h 7m 47s

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Bueno, Berto, ¿qué tal cómo estás? Bien, ¿y tú?
Te doy la bienvenida.
Te damos todos la bienvenida a esta nueva edición de la vida.
Porque siempre me tratas como si fuera un colaborador.
Sí, sí.
En mi cabeza, sí.
Han sido muchos años de liderar programas.
Pero con este en concreto llevamos diez.
Ya, ya, ya, coliderando, ¿no? Que somos los dos...
¿Qué es que somos? Ya no sé.
Amigos. No, ya, pero en el programa.
Ah, eh, co-presentadores.
Y directores. Y directores también, sí, sí.
Y siempre, hombre, Berto, bienvenido. ¿Qué tal estás?
Pasa, hace tuyo el sitio, ya lo sé, es mío.
Escúchame una cosa, ¿por qué la amabilidad?
¡Eh, eh, eh!
Vaya, ¡ustras! Echale grano y que críe, ¿eh?
La amabilidad... Vaya, pollaco.
Sí, ¿por qué esconderlo? ¿Páquete?
¡Eh, eh, eh!
La amabilidad que tengo yo y con Génita, porque soy así.
Yo soy un tío amable, ¿eh?
Sí, pero es una amabilidad que te deriva hacia la posesión.
¿Puede ser? Hacia la dominación.
Tanto te quiero que te hago, ¿no? Sí.
Vale.
Te quiero mucho perrico, pero de pan poquico.
Que decían en casa.
Bueno, lo que te quería comentar a ti y a todos los presentes
y en everywhere.
Que...
Yo estoy un miagusto aquí, con vosotros.
¿Qué pasa?
Que le estás dando mucho carrete.
Le estoy poniendo nervioso, ¿qué será?
Bueno, esperate, que eres una ansiosa, coño.
Estoy un miagusto, este es un problema maravilloso, soñado.
Sí.
Pero yo he hecho de menos otras épocas.
Y no tengo que decir.
Porque si somos amigos y yo considero que el público
también es mi amigo.
Sí.
A uno, no, pero al general, sí.
No tengo secretas para mis amigos y yo siento nostalgia.
¿De qué?
De otras épocas.
Nostalgia.
Que me recuerdo.
Yo odio la nostalgia, ¿eh?
Bueno, pues te la vas a comer con patas.
Creo que la nostalgia es el pasaporte a la dictadura.
Escúchame una cosa.
La nostalgia es el barro, tú eres un cerdo,
figuradamente hablando,
y te vas a rebozar en ella.
Nos vamos a rebozar en la nostalgia.
¿Qué has preparado?
¡Loco, adorable, loco!
¡Oh!
Te estás empezando a gustar, cabrón.
Mira, no te doy un beso porque no puedo.
¿Por qué no quieres?
Porque no quiero.
Escúchame.
Nostalgia, buena, sana, de la nostalgia.
Sí.
De una época en la que yo iba a un plató cada día
hacia un programa de televisión diario.
¿Pero de qué tienes nostalgia?
La tele está muerta.
Espérate, no.
La tele está muerta.
Si estamos en la tele también, capullo.
Nostalgia de la fama, de la...
De los oropeles.
De los oropeles.
No.
No.
No.
De los amigos.
Ya puede ser bueno lo que has preparado.
¿Por qué?
Porque para mí el programa era la ocasión...
Es verdad que pagada, me la pagaba, no llegué gracias,
de contarme con mis amigos.
Tú eras uno de ellos.
Que allí si eres colaborador.
Porque venías cada 15 días con tu uobo gordo.
Tú lo que echas de menos es manejar ahí.
No, no, no.
Que todo el mundo sea colaborador.
Yo he hecho de menos llegar y pensar...
Uy, es mío, hoy veré a este, hoy veré al otro.
Y tal, no sé qué, pero os he hecho de menos.
Y he pensado...
¿Y esto que tienes que me ves cada día a mí?
Lo mejor esto.
Pues ahora te he hecho de más.
Lo mismo te echaba de menos, como que te he hecho de más.
No, no.
Y me he dicho, joder, Andrés, mueve tus hielos.
Mueve tu cúcú.
Mueve tu cúcú.
Me he hecho a mí mismo.
Mueve tu cúcú.
Esta mañana habla con producción y haz posible el milagro.
¿Y a quién has traído?
Y el milagro es que va a entrar por esa puerta a un amigo
al que tú también querés mucho, yo también, el público también.
Y no lo veo desde que acabó el puto programa.
Y eso no puede ser María Teresa.
Que pase nuestro amigo.
Adelante, por favor.
Venga, a ver.
Raúl Zima.
Raúl Zima.
Raúl.
Raúl Zima, amigo.
A ver, una silla para Raúl.
Una silla.
Raúl Zima.
¿Te ha gustado o no?
Hostia, me ha encantado.
Ya, Raúl.
Séntate aquí.
Séntate, Raúl.
¿Qué tal?
Cuidado que por atrás te puedes partir la crisper, conmigo.
A ver si una vez que nos vemos...
Hostia, me ha encantado.
Un bonito final, ¿verdad?
¿Cómo estás?
Muy bien, tío, pues es que vivo allí.
Qué casualidad, ¿no?
Sí, vivo yo y con este micrófono.
¿Qué tal? ¿Cómo estás?
La única compañía que tengo.
Qué alegría, vente. Muy bien.
Lo primero, observarte, ya sabes que entre amigos,
joder, estás igual, no estás igual, has echado carácter, ¿no?
Yo te veo bien, te veo bastante bien.
Te sientas muy bien en el corte de pelo.
Sí.
No te vengues conmigo, que...
No, no, que estés muy bien, de verdad.
Estás muy bien. Ahora y todo eso.
No, no, estás estupendo.
Está muy bien.
Vosotros también.
Tú muy joven, ¿no?
Sí, la verdad es que sí.
Me he operado.
Me he operado.
Más de lo que sé.
Vamos a empezar el programa y le planteamos,
porque lo que viene a continuación, más o menos,
tú sí lo sabías.
Adelante con este.
Quédate aquí, bro.
Sí, gracias.
Vamos.
Andréu Buenafuente y Berto Romero presentan Nadie Sabe Nadal.
Ay, está. Bien, ¿cantos querías?
¿Qué me pasa con el pito este?
¿Qué te pasa?
Que siempre lo toco al revés, ¿sabes?
Ya lo sé.
Porque te llaman los rossos, ¿no?
Me pide esto, la parte de tirar...
El émbolo.
Tengo como un flautin.
Sí.
Sí.
Siempre lo chupo por aquí.
Te tienes que ir al rosa, al rosa, a la boca.
No, no, no, no, no, no, no.
Hoy vamos a hacer un programa, el primer tramo,
luego liberaremos ya nuestro amigo,
porque encima que sea una sorpresa y no va a cobrar nada,
a ver si va a estar aquí todo el rato.
Esa era la sorpresa que sería preparada.
No, porque hay un tema que arrastramos desde hace un par de semanas
y creo que sería el momento de ponerlo en práctica.
Claro, claro, claro.
Se invitará nuestro amigo, que creo que le viene al pelo,
el concepto que vamos a trabajar.
Porque no es otro que lanzamiento de hueso de aceituna.
Sí, hace dos semanas.
Como veis, el nivel es muy alto.
Hace un par de semanas el aceituna metro.
¿Quién de los dos sería capaz de lanzar más lejos un hueso de aceituna?
Entonces, han preparado aquí en la calle un...
No sé qué han preparado.
Bueno, en realidad, nada.
Quiero decir, salimos nosotros y escupimos huesos.
Pero lo van a medir, ¿no?
Lo van a medir.
He pensado que ya que venía Raúl, podría ser invitado especial.
Hombre.
Para en calidad de artista invitado.
Sí, sí.
Tu has tirado huesos de aceituna, ¿no?
Lo que pasa es que en Albacete, aquí, veo que es un juego como arcade de rivalidad.
Sí.
En Albacete lo hacemos cooperativo.
O sea, yo tiro el hueso de aceituna a la boca de mi hermano,
que la coja el hueso.
Pensaba que uno te pelaba la aceituna
y te pasaba hueso chupado, no, más tampoco, ¿no?
Bueno, esa es otra cosa.
Vámonos a la calle, cáste de Barcelona.
Venga, vamos a salir.
Nos vayas, que venimos rápido.
Venga, vamos.
Vamos a lanzar huesos de aceituna.
Con Raúl Timas, ya está lloviendo.
No me jodas, que está lloviendo.
Oh, está lloviendo.
Bueno, pero...
¿Cómo se nos complica todo esto?
Pero hay que ser bien.
Hay que ver cómo llueve en Barcelona.
Más épico dice David Mardos o su director en la vocecita de los auriculares.
Como tienes que salir tú, cabrón.
¿Y un paraguas no...?
Sí.
¿No? ¿Un paraguas?
Venga, hombre.
Espera, espera.
Tengo dos.
Un paraguas.
Venga.
Si más teos no había, ¿no?
No, era este.
Venga, ya está.
Un paraguas, porque con el volumen que tiene ocupa uno solo.
Hay que ver cómo llove en Barcelona.
Hay cómo ha cambiado el clima.
Venga, vamos a salir.
Bueno, aquí estamos en la calle Caspé de Barcelona.
Sí.
Aquí tenemos un tramo de calle, en el que podemos...
Bueno, sí.
Es nuestra pista de práctica, del deporte, de los aceitunas.
Las compañeras de arte van a sacar el medidor.
De allí para acá, ¿no?
Ya, ya.
Venga, la gente está dentro.
Aquí os detenéis, yo haré de juez.
Vale, venga.
¿Tú haces de juez? Sí.
Vale, perfecto.
Muy bien.
Estamos preparados.
Aquí un compañero nos está en las aceitunas.
Sigue lloviendo.
Ingrata, participación.
Esto es como un partido de Copa del Rey, de fútbol.
De Copa, ¿sabes?
En noviembre lloviendo ingrato, ¿no? Ingrato.
Pero bueno, ahora que haces...
Vais a intentar pegar una cinta de plástico en el suelo mojado.
Buena suerte con ello.
De momento, sí.
Yo puedo ir ya pelándome la aceituna.
Jajaja.
Venga, pues cada uno coge una aceituna.
Vale.
Vale.
¿Algún orden de lanzamiento?
No, no.
El orden... Si decidís vosotros,
lanzáis, aguantaréis la cinta métrica y yo iré a medir.
Vale, dejamos al último a Raúl.
Sí.
¿Dónde guardáis el hueso mientras tragáis?
A ver vuestro compartimiento.
Te haces una reserva en la boca y siempre está ahí guardadico.
A la arancía. Venga, empiezo yo.
Venga, va una, dos y tres.
Andrés acaba de lanzar un primer hueso muy lejos.
No, no, no, no, donde ha caído.
Donde ha impactado el hueso.
¿Dónde vas?
Lo he perdido.
Qué tonto que es.
Escúchame una cosa, donde pega el hueso.
Sí, tira.
Venga, adelante.
Estamos en el primer campeonato de lanzamiento de aceitunas
para nadie sabe nada.
Pero ponte la cinta, ponte la cinta.
Andrés va a hacer un segundo instinto.
Tengo que tragar más de los.
El primero ha sido fallido, intento falluto.
¿Ade?
Ahí lo tenemos.
Vamos a medir. Mucho peor que…
Mucho peor.
Vamos a medir, vamos a medir.
Usted debería tirar otro.
No, no, no.
Joder.
Aquí lo que tendría que ver son tres vasos de Bermud,
porque la aceituna con Bermud entra mejor.
Estamos midiendo… Tira, tira, tira.
¿Cuánto ha medido?
Vamos a ver.
3 metros 70.
3,70. 3,70.
3,70 para mí.
Abo yo.
Vamos con el lanzamiento de Berto Romero.
Se prepara, está mascando la aceituna,
se conserva el hueso y lanza con su boquita piñón.
Atención.
Bueno, es la primera vez que lo hago.
Vamos a ver.
Vamos a medir.
Un lanzamiento de Berto Romero.
Tiene pinta de ser más largo.
¿Cuánto es?
4,10.
4,10.
4,10.
4,10 para Berto Romero.
Y ahora el artista invitado,
artista internacional del lanzamiento desde Albacete.
Quitaos de ahí.
Quitaos de ahí, desliza los cámaras.
Pidiéndole al equipo que se retire.
Que puedo sacar un ojo.
Impresionante.
A eso he venido.
Sin medir…
A eso he venido.
Podríamos decir…
A esto he venido.
Bueno, sin medir ya tenemos que ganar.
Podríamos decir que tenemos que ganar.
A esto he venido.
A demostrar que solo hay uno.
Marca un…
5,20.
5,20.
Sí, soy yo. Felicidades, rojo.
Felicidades.
Es la primera vez que he ganado algo en mi vida.
Ganador Raúl Cimas.
Lo puedo hacer.
Impresionante.
Una vez más.
Más emoción.
El poderío genético de Albacete.
Sí, señor.
Gente curtida.
Gente con tiempo libre.
Curtida con los encurtidos, ¿verdad?
Sí.
Bueno, señores y señores.
Muy bien.
El presente Raúl Cimas, ganador del primer concurso
del lanzamiento hueso del Ivan Alessane.
Raúl, nos han tentado verte. Cuídate mucho.
Lo mismo digo. Muchísimas gracias por invitarme.
Muchísimas suerte en esta nueva etapa.
Gracias.
Y la que habéis decidido prescindir de todos los demás.
Vale.
Raúl Cimas.
Nuestro amigo.
Raúl Cimas, el único.
Adiós, Gafu. Adiós.
Gracias, Raúl.
¡Suscríbete!
Hola, Berto y Andréu.
Y sin lugar de preguntas, esto está bien, ¿eh?
Mira, la gente os mandamos respuestas
y vosotros os inventáis las preguntas.
Hostia, está muy bien.
Por ejemplo, los calcetines del revés y un sapo.
Vale, yo tengo la pregunta.
Se mantén.
¿Cuál es el mejor vestuario y acompañante
para acudir a la boda de tu prima?
Muy bien.
Los calcetines del revés y un sapo, ¿vale?
Vamos a hacer una cosa, Oli.
Oli va a pasar el micrófono a quien quiera, a quien pueda.
¿Aquien quiere lanzar una respuesta?
Solo una respuesta. Es fácil.
No hay ni que preguntar, ¿eh?
A ver, ¿qué estáis ahí con una mano en cada huevo, eh?
Ah, hombre, va, nosotros para arriba.
Venga, aquí tenemos uno. Gracias.
Venga.
En la bañera y haciendo el pino.
Vale. Muy bien.
¿Cómo coger cobertura con el móvil cuando tienes poca?
Ay, es tu cuello, venga.
¡Otro!
¡Vas!
Llegos, espera, vamos a ver.
Muy bien.
Hoy damos la vuelta a nadie.
Primero la respuesta después de que salas yo.
Estoy llegando, estoy llegando.
Atención, sí.
Lo hacemos tres tardes cada mes.
Jugamos al parchís con tu abuela.
Muy bien.
¿Cuánto juegas al parchís con tu abuela?
Muy bien, muy bien.
¿Cuánto y suegra en el paintball?
¿Cuándo me viste y te enamoraste de mí por primera vez?
Estabas con tu suegra en el paintball.
¿Has jugado alguna vez al paintball?
No, tío, no. ¿Sabes que ahora ya no lo que se lleva es
en láser ball?
Láser tack.
Láser tack.
Bueno, ball, pinturas de esa pintura malucha que tiraban,
que se quedaban y como pegas cosas, eso ya no es.
Es que dolía, ¿eh?
Hombre, claro.
Hostia, dolía.
Yo fui una vez con un grupo de amigos.
Sí.
Y claro, a ti te viste de militar y tener una pistola,
aunque sea de pintura, y tú te vienes arriba.
Claro.
Y lo primero que se me ocurrió fue...
Entrabos como en un fragmento de bosque.
No te esperarías a bocajarro, ¿no?
No, si es que no había ningún enemigo,
nadie del equipo enemigo.
Pero antes de hacer nada se me ocurrió,
doy una botereta en el suelo, ruedo,
para colocarme en un parapeto.
Pero te estaba viendo gente o la hacía solo por ti?
Solo, solo.
Yo solo.
Entraste tanto en el papel.
Claro, si tú te ves de militar con una escopeta,
¿qué vas a hacer? ¿Normal?
No, una botereta, coño.
Claro, claro.
Porque te imaginas que...
Una amenaza, ¿no?
Claro que vuelan las vas.
Sí, sí.
Pues tuve que salir de la partida.
Me clavé, me hice una...
Me lesioné.
Nada más entraba el juego, ven a un tío que hace...
Se tira por el suelo, doy una vuelta y ya...
¡Ay, ay!
Y me fui, me quité el traje.
Fue como cuando fui a esquiar, ya te conté que fui a esquiar.
Sí, sí, sí.
¿Te acuerdas? No, no me acuerdo.
Solo he ido a esquiar una vez.
Me pongo los ejíes y como no sabía esquiar,
veo que se empieza a ir parante.
Sí, es lo que suele pasar en el esquí.
Pero no era en la... a pie de pista.
Ah, sí.
Hay un leve desnivel que iba a parar a un río de nieve deshelada.
De nieve deshecha.
Agua.
Agua.
Ah, sí, sí, agua.
Es que estaba pensando en río de nieve deshelada.
Agua.
¿Qué cojones es eso?
Que nuevo estado de la materia es, ¿no?
Solido, líquido, deshelado.
Deshelado, ¿no?
Como una gelatina, ¿no?
Entonces me ven a mí que estoy así y quieto hago...
¡Ay!
Y entro... Los propios ejíes...
Te pasas como escurriendo, ¿no?
Hacen... ¡Ajá, hombre!
Se meten en el río y me queda hasta la rodilla,
me queda y me he metido en un río de agua.
Como pescando la trucha, ¿no?
Y está como un frío, está como de esos salgos,
me lo quito todo y al bar.
Ese acabó la...
Ese acabó la nieve.
Ese acabó el timbal.
Las primeras veces, ¿no?
Ese acabó todo.
Lo llamaremos así.
No supero nunca el primer estadio.
Primeras veces fallidas, ¿no?
Está muy guay, esa sección también. Claro, claro.
Bueno, yo la primera vez que fui a esquiar, tío.
¿Has sido más a menudo?
Muy poco, muy poco.
Porque aunque parezca que soy tonto, que lo soy,
siempre me ha dado puro esquiar,
porque digo, es que como eres un torpe,
te vas a partir el fémul
y tú siempre has tenido programa y cosas de televisión.
¿Cómo voy a trabajar?
Ya. Lesionado, que me he caído en el esquín y todo.
¿Sabes lo que me da mucho miedo y no entiendo?
No puedo entender. El telesilla.
¡Pepip!
Hostia.
No. Pero como no hay un cinturón ni que sea.
Escúchame.
Que te baja una barra que te protege, hombre.
¿Qué barra? Sí.
No hay barra. Sí.
Hay muchos que no tienen barra,
que es aculo frío, acuerpo suelto.
No. Allí contra...
Pero hay algunos que te dan una cierta protección,
se cierra una cosa por delante, claca,
como una atracción de feria, que no da vuelta.
Pero eso será nuevo, yo los que recuerdo no había nada.
Era la silla que hace como un cuenquito,
tiene como un tirar para atrás,
que ya tu propio peso te echa para atrás,
pero yo no puedo evitar pensar,
si por lo que seas tornudo fuerte me voy a tomar.
No, y en tu caso, cuidado.
En tu caso, cuidado, porque tú es tornudar.
Eso es como un cañón de nieve, ¿eh?
Pero escúchame.
Ah, por la nariz.
Por la nariz.
Los más listos lo han pillado, ¿verdad?
Hostia, ¿de por qué lo dirá?
Hay algo peor que el telesilla,
que es el telearrastre.
Eso lo ha inventado un ser diabólico,
porque la primera vez que lo cojo, y la última, claro.
Yo iba con una novia que tenía, estaba haciéndome chulos.
Ah, ibas a buscar el calor en el frío, ¿eh?
Sí.
Ibas a hibernar, ¿eh?
Ibas a hibernar el...
El mochuelo.
Sí, sí, sí.
Bueno, como quieras llamarlo.
Yo no iba a hacer nada, porque...
Qué frío hace.
Aquí dentro, ¿no?
Ella dice, yo esquío, tú esquías, y yo...
Bueno, sí, a veces nunca había esquiao.
Y me ves, ahí subí en un frío,
me apretaban los descansos de las botas, esa del diablo.
Todo mal, todo mal.
Me dice, coges el telearrastre, y digo, madre...
Que es básicamente como un cable,
que tiene abajo como una...
Es un cable, luego una especie de barra,
donde acaba con un disco.
Sí.
Un disco de plástico que tú debes insertarte...
Pero te dicen...
Un falso sillín. Sí, un falso sillín.
Porque te dicen, no te apoyes, sobre todo no te apoyes.
Pero cómo... El cuerpo, si ve un sillín,
si ve algo que es sillín...
Sí.
El cuerpo no puede leer, que ahí no se pueda sentar.
A ver, tenéis un palo por aquí, o algo que me pueda hacer,
las veces.
¿Sí? ¿Va bien?
No, no se oye bien.
Vale, ahora sí. Si se abre, siempre va mejor.
Sí.
Bueno, no sé.
Yo estoy allí, ¿me ves bien aquí?
Sí.
Y me dice, y baja la barra esta.
Bueno, usaré esto, ¿vale?
Sí, el micro que uso yo, métetela ahí en el chula.
Sí, ese, ese mismo.
Pues va al tema, ¿eh?
Por la parte de la espuma, muy bien.
Va al tema, luego lo cambiamos.
Tienes que simular un telesilla con mi micro.
Eso es telesilla, sí.
Eso es telesilla...
Mira, te traen un paraguas, mira.
Y además, es de los de mango curvo.
¿Te ves ese eso por el culo?
Oye, pero...
Y verás que queda mucho más lucido todo.
Vale, vale.
Tú estás en la zona de telearrastre, ¿no?
Donde los diversos telearrastres
van pasando así.
Dame ya...
Dame, vale.
¡Ya te hago yo!
Vale, el telearrastre
Y me dice mi novia.
Exacto.
Es pasión, vale.
Vale.
Y me dice mi novia...
¿Vamos subiendo?
Yo... Sí, sí.
Era un poquito pija, tu novia, ¿no?
Un poquito sí.
¿Vamos subiendo?
Pero, no tanto.
¿Andreo?
¿Andreo?
¿Qué?
¿Andreo? ¿Vamos subiendo?
No tanto, ¿eh?
¿Vamos subiendo, Andreo?
No te metas con ella, coño.
Que era una chica muy maja, que...
Descubrí un montón de cosas con ella, ¿eh?
¿Eh? A ver.
Ella también descubrió.
Pues soy muy bajavio.
Bueno, es igual. Ya no está, sale de la escena.
¡Adiós!
¡Adiós!
Ven con el telarrastre, ven, ven.
Y yo digo, vale, vale, ya lo subo.
Primera vez que contacto en mi vida, poné ese artefacto.
Vale, tengo un paraguas en la mano que va a hacer los funciones.
Pasa el primero.
No lo veo claro, lo dejo pasar.
Pasa el segundo.
La gente mira, digo, lo dejo pasar.
Otro.
Pasa el tercero, digo, la tercera tía es que trincarlo.
Lo cojo. Sí.
Como me habían dicho, me lo pongo debajo.
Lo metes en la entrepierna.
Este no es el mejor objeto para esta...
Ya te he dicho.
Y me dicen,
yo me cojo con todas las fuertes...
Le agarras fuertemente al palo.
¿Cómo? Como si no hubiera un mañana.
Vale.
Aquí yo lo tenía yo.
Entonces, esto está hecho para que tú...
¿Andreo, bienso o qué? Sí.
¡Andreo!
Ya voy, ya voy.
¡Andreo!
¡Andreo, tí!
¡Andreo, tí!
Bienso o qué?
Que lo estoy pasando muy mal.
Y entonces, todo el mundo que está en el...
Es que no lo sabes, no lo sabes guiar.
No.
No lo sabes.
Todo el mundo que está aquí mirando la escena diciendo
si voy a matar,
yes,
mira, un gilipollas,
un gilipollas,
porque entonces yo me dicen,
pero suéltalo, y yo decía,
¿por qué me dicen que lo suelte si no tengo los huevos?
Pero qué pasa, que si lo agarras, se anula, se paran.
Claro.
Tienes que confiar en él.
Sí.
Pero yo, entre los nervios, la tensión del momento,
el glúteo que allí no pasaba un centavo,
¿me entiendes?
¡Yo aprete!
Me cogió aquí, toda mi energía estaba puesta aquí.
¿Te está dando gustico un poco?
No, no, no.
Es que te veo muy cómodo.
No, no, no, porque el vaquero, digamos, hace de tope.
Vale, vale.
Y hago tal presión que bloqueé el sistema.
Sí.
Te lo juro, me muero ahora mismo.
Porque así...
¡Uh!
¡Uh!
Los otros... ¡Ay, ay, ay!
Y los de delante, y después de ese sistema hace...
¡Scoing!
Y se clava y veo como 40 tibos.
Perdónad, perdónad, pero la imagen es maravillosa.
¿Qué ha pasado?
Está Andreo con un paraguas metido en los huevos
y haciendo como un baile para el antipatras.
¿Entiendes o no?
Sí.
Lo que tenías que hacer es que te lo insertas y te llevas.
Claro, claro, claro.
La primera vez, imposible.
Y todo... ¡Oh, el cable! Y se para todo, ahí tiene un alarma
que dice, hay un gilipollas en el sistema.
¡Uh!
¡Uh!
Abortamos el censo.
¡Uh, gilipollas sin tener rostro!
¡Uh!
Entonces se quedan...
¡Vas a las pistas!
Quedaron como 30, 40 personas.
¡Pero qué pasa!
Y todo el mundo, ¡hombre, dejate en el bar!
Digo, que no sé hacer esto.
Entonces, ¿qué pasó? ¿Te quedaste ahí?
Me fui al bar.
Vale. Andreo.
¿Qué?
Entonces, de follán ya hablamos, ¿no?
Sí.
Bueno, señores, muchas gracias a todos.
Dejamos el programa aquí hasta la semana que viene.
Y vamos a atentar a la mala suerte.
Atención.
Adiós. Acaba de abrir un paraguas...
Adiós.
Adiós.
¡Vamos a la mala suerte!