logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Me gustaría jugar contigo, al Ding Dong Pino, ahora.
Tenemos los medios,
ya que estamos emitiendo desde unos estudios en Barcelona,
en la Champions de Barcelona,
de los medios para salir un momentito.
No, yo no voy a tocar.
No, a mí eso no me gusta.
Pues dime, no soy capaz.
No, sí que soy capaz, pero va a encontrar de mi...
Pues ya toco yo. De mi ética y de mi moral.
Pues ya toco yo. Yo molestar a la gente no me gusta.
Es confino, es humorístico. Ni las bromas telefónicas, no me gusta.
Hostia. ¿Pero lo puedo hacer yo?
Sí, yo te acompañaré,
pero te voy a estar recordando todo el rato que eso está mal.
O menos, si eres un brazo. Es lo que voy a hacer.
Pues, pues, pero solo son las llamaditas y nos vamos, ¿vale?
Vale, vamos a hacerlo. Pero a mí no me parece bien.
Pero hay una ilusión que le hará mi hija,
porque esto lo sabe ella, digo, voy a jugar al Ding Dong Pino.
Está lloviendo, ¿no? Mejor, mejor.
Ahora venimos. No os vayáis, ¿eh? No os vayáis.
Creo que lo podréis ver por algún monitor.
A mi paraguas. Muchas gracias, Rosa.
Hostia, paraguas de tu hija, ¿no? Pues me gusta.
Madre mía, la que está cayendo. Está cayendo la del pulpo, ¿eh?
Venga. Vámonos.
Es el peor día.
Es el peor día.
Hostia, una ambulancia. ¿Qué habrá pasado?
Ya habría parado al Ding Dong Pino.
Ya habría parado un ambulante adelante.
Oye, oye, oye. No lo que no podemos jugar al Ding Dong Pino
en la puerta donde haya habido...
No, menú. Sí.
A ver, un momento. Sí, aquí mismo, ¿no?
Ven, yo creo que esta escalera está bien.
No enfoques, no enfoques, por favor, la...
Oye, lo tapas un poco, pero... Yo te digo, hay unos oficinas.
Consultores de gestión psicólogo y naturista.
Esto no está bien. Es que esto no está bien.
Vale, ¿sabes lo que es Ding Dong Pino, no?
Sí, pues, Ding Dong y Pino. Vale.
No, eh. No, no, a ver, propongo una novedad.
Toco cuatro.
No, pero... Me toco cuatro.
¿Pero por qué? Porque hay oficinas.
Pero que igual hay gente que está con problemas.
No, men, ¿qué va a estar el problema?
Está en su casa, tranquilamente, les va a molestar.
Pero es que el Ding Dong Pino tiene ese espíritu, ¿vale?
Vale.
¿Cuál quieres que toque?
Tú ninguno, ¿no? Yo no quiero.
Vale, mira, hago.
Cuarto primera, tercero primera. Primero segundo.
Segunda. ¡Vamos, corre!
¡Adiós!
Corre, corre.
Hoy que no se ha visto esta señora.
Hoy qué cara ha puesto.
Hoy qué cara ha puesto, hostia.
A ver, se ha apagado, claro.
Se ha apagado, se ha apagado, se ha apagado.
¡San Fadado!
¡San Fadado!
Tiene usted toda razón.
Se lo venía diciendo yo.
¿Cómo no se ha apagado? ¿Se tiene razón?
Se ha dicho que no quería hacerlo.
Emporronadle la cara a esa señora porque se ha apagado.
¡San Fadado!