Me llega un SMS del banco, digo, hostia, un SMS del banco, y era un timón, pero no lo parecía, estaba muy bien hecho.
Llegó, entró en la misma carpeta que entran los SMS del mismo banco, y me dice, oiga, alerta, alarma, no sé qué decía, que le han soplado 20.000 pavos.
Hostia.
Sí, sí.
Y digo, y...
¿Le han soplado?
Es decir, el propio banco dice, me los han...
No.
No, escúchame, el propio banco reconoce que ha fallado, en esa lógica.
Hola, sí, el banco, que te alerto de que nos han robado, porque...
Pero no dijo robado, dijo, ha habido un movimiento, aquí alguien ha movido, en plan, no sé si ha sido usted, pero muy bien redactado, no así.
A ver si me llega un mensaje que dice, que han soplado pavos, ha habido un movimiento, quizá ha sido usted.
Le alerto de que es un movimiento, digamos, no usual.
Pues caí, caí de cuatro patas, tío, porque te envían un enlace, que no lo hagáis, si sirve esto para que alguien, de verdad, no lo hagáis, porque los bancos no lo hacen, o no deberían hacerlo.
Un enlace, entre aquí, y rápido, actúe rápido, y yo, como un tonto, entro rápido, se abre una página, rápido, rápido, y iba con mi mujer por la calle.
Pero lo hice en marcha. No sé, reaccioné rápido, como un viejo asustado.
Claro, claro, claro, claro.
Un señor mayor asustado, que es lo que soy.
Entonces, entre rápido.
Desgraciadamente, los ancianos son las víctimas.
Pues claro, claro que sí, claro que sí. Y yo estoy en el colectivo ya, y me dice, y mujer, ¿qué haces?
Digo, no, no, que han entrado...
No te dijo, ¿qué haces?
No, no, no, porque ella es joven.
Ella tiene un año y medio menos que yo, ¿eh?
Ya, ya, ya.
Unas altacunas.
Ya.
Y, ¿qué pasó? ¿Por dónde iba?
Ah, sí, entro rápido, y entonces pongo la contraseña, pero no llegué a dejar que se abriera la página,
porque en ese momento mi mujer dice, ¿qué haces, tonto? ¿Qué es un timo? ¡Para!
Y entonces lo borré.
O sea, hice... Eliminé la página.
Entonces esto, supongo que esto debió enviar una alerta, se enciende como una luz en el cubil de los ladrones.
Los delincuentes, sí, sí, sí, sí.
Los delincuentes se les enciende un piloto y hace...
¡Bec! ¡Bec!
¡Gilipollas detectado!
Y entonces llaman por teléfono, llamaron por teléfono.
Llamó por teléfono una persona y se hizo pasar por alguien que trabajaba en el banco,
pero la verdad te digo, muy bien, muy bien.
Muy bien hecho, ¿no?
Y entonces yo ahí ya recuperé mi... Me recuperé mi sitio y ya dije, bueno, ahora voy, la voy a...
La voy a atrapar, ¿vale?
Y entonces dice, no, mire, que hemos detectado que ha habido un movimiento.
Digo, sí, sí. Digo, ya. Digo, ya, ya, ya.
Dice, le ha llegado un SMS. Digo, sí, he estado a punto de entrar.
Y dice, ¿y por qué no ha acabado usted el proceso?
¿Por qué no acabo de cumplimentar el proceso por el SMS?
Digo, y entonces yo ahí... Aquí te voy a gustar.
Digo, bueno, porque como sé que hay mucha gente que está haciendo fraudes así telefónicos...
Y aquí dije, aquí te vas a cagar.
Dije, y sé que incluso llaman por teléfono.
¡Uh! Muy bien jugado.
Haciéndose pasar por teleoperadoras del banco.
Y entonces ella, muy bien, porque es que lo hacía muy bien.
Sí, no está entrenado, está entrenado.
No, no, no, no. Lo hacía muy bien.
Dice, sí, sí, es verdad, es verdad, claro.
Por eso le enviamos el SMS, para que entre.
Usted lo que tiene que hacer es entrar.
Una tensión.
A la hora de merendar, además.
Y entonces digo...
Digo, ¿juegas fuerte? Juego más fuerte.
Digo, claro.
¿Quién me dice a mí que usted no se está haciendo pasar por alguien del banco?
Silencio al otro lado de la línea.
Silencio. Aguanta silencio.
Yo aguanto silencio.
Mucho rato.
Y entonces colgó.