Yo lo que quiero es agradecer a todos los que siguen confiando
en este proyecto de comedia de dos cómicos jóvenes,
como nosotros, no entiendo la risa.
Por dentro. Si nos pelaras, verías que por dentro somos jóvenes.
Sí, pero para este momento, Berto... ¿Qué ha pasado?
Por eso hay esta música importante,
supraya lo importante.
Creo que debo sacar un objeto
que simboliza la evolución de este programa, el futuro.
Adelante, por favor, saca el objeto.
¿Pero va a sacar un objeto? No sé dónde lo tengo.
Ah, muy bien.
Es que la mesa es nueva.
¿Dónde está? No lo conozco.
Está un poco escondido, ¿eh? ¿Pero qué es?
Esperate, coño. Tú llena, llena el espacio.
Vale.
El objeto que buscamos en la mesa
lo guardó ayer a esto de las diez
y ahora no se sabe dónde está porque es gilipollas.
Yo, compañeros, me tenéis que hacer un cajón aquí, ¿eh?
Porque esto es como relar un coche por debajo.
Para esta nueva época, creo que debe volver la trompeta.
¡La trompeta!
Mira a la gente. Mira a la gente que ilusión les ha hecho.
¿Sabes que llevo guardando esta trompeta?
Tardé años en que te quitaras la trompeta y aquí está otra vez.
La puta trompeta, ¿no?
Lleva tres meses guardada en un cajón en mi casa
que mi hija me dijo, oi, la trompeta, digo, no lo toques.
¡Sinboliza! ¡Sinboliza al nadie! ¡Pero, papá, la trompeta es muy mala!
Lo de dinero que se va a dejar en psicólogos es esa niña.
Eso ya no es uno de tous los pinchos.