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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Bueno, Berto, hoy vamos a empezar con un falso inicio de la hostia, perdóname que te lo diga en estos términos.
Sí, cuéntame.
Estamos en Bilbao.
Sí, sí, me he dado cuenta.
Sí, y creo que la gente debería pronunciarse antes de empezar para que en casa lo sepan.
¡Hola, Bilbao!
¡Dios mío! ¡Dios mío!
Muchas gracias.
¡Muchísimas gracias!
¡Vale!
Como os gusta meter ruido.
Sí.
Voy a pedir irrinchi.
¿Vas a pedir un irrinchi?
Sí, voy a pedir un irrinchi.
¡Perfecto!
Sí.
Sí, sí.
¿Esto se puede pedir las veces que quiera o tenéis un cupo?
Bueno.
Igual tres irrinchis es furia ciega y todo el público se tira encima y te mata.
A mí me gustaría saber hacerlo porque, por ejemplo, me pillara el dedo en una puerta y en lugar de...
¡Oh, sí, ya puedo hacer un diriririririu!
Y para señalar el orgasmo.
Sí, hombre.
Un osgarmo irrinchi, eso tiene que ser...
¿Cómo lo lleváis aquí? ¿Tenéis fama de que...?
Vamos a trabajar, que para eso hemos venido, aunque muchos dudan de que lo nuestro sea un trabajo.
Esto es el Nadie Sabe Nada.
¡Venga, dale!
La cadena Ser y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y...
¡Ahora!
¡Muchas gracias!
¡Sí, sí, sí!
¡Ay, ay, ay!
¡No tengo más cosas!
Muy bien.
Me hubiera gustado ver la cara del policía cuando pasa la maleta con todo esto por el escáner, ¿sabes?
A mí no, a mí no. Yo lo quiero ver caras de policía, si puedo.
Que dice...
Oye, conocimos un...
Esto no lo puedes subir al avión, ¿eh?
Conocimos un...
Esto es arma arrojadiza, esto no te dejan subir.
¿El pollo?
No, todo, yo qué sé, un cerro.
¿Te acuerdas en el aeropuerto de Barcelona, que conocimos un guardia civil muy simpático?
Ah, sí, sí, catalán.
Sí, sí, sí.
Bueno, bueno, quiero decir, yo no había conocido nunca...
¡Eh, qué feo!
¡Talgo extraño, no sé qué!
Y el mismo...
Llega y digo, ¿qué hemos hecho?
Yo lo primero que me sale cuando viene una de estas personas, digo, ¿qué hemos hecho?
Claro, claro, claro.
Eso es atávico, ¿eh?
Ves a la policía y dices, hostia, a ver si habré hecho algo, incluso en el pasado.
Bueno, no, entonces, el tipo muy simpático.
¿Qué hacéis aquí?
Y digo, nada, nos ha puesto a ENA para...
para divertir a la gente, porque estábamos en mitad de la sala esperando a un compañero
y tal, y dice, el tío se viene arriba y dice, se señala la pistola y dice, ¿y queréis
que os la deje?
Hostia, sí, te lo juro.
Yo digo, pero bueno...
Yo dije, guárdate eso, por favor.
Hombre, por favor, pero esto qué es.
Dame, nada, es una broma.
Bueno, cuando la llevas siempre encima lo debes normalizar.
Claro, claro.
Ah, llevo esto, ah, esto, ah, es para matar, sí.
Ah, esas cosas.
Bueno, oye, hoy también para mí es un día importante, ya sabes que...
Bueno, mal me está decirlo, pero yo soy uno de los principales promotores de la euskera en España.
Eso me da mucha vergüenza.
Bueno...
Yo vengo avergonzado ya desde Barcelona.
Sí.
Porque hacerlo delante vuestro, no sé, me parece una temeridad.
Sí.
No, yo, que sepáis que ya he testeado a mis buenos amigos de Euskadi, hace ya mucho tiempo,
cuando empezó esta manía mía, por así decirlo.
Pero tú hiciste la mili aquí.
Sí, en Donosti, ¿eh?
Sí, sí, sí.
En Donosti hice, sí, ¿eh?
Y luego les dije, oye, ¿os está molestando, molestando?
Bueno, lo dije en vasco, ¿no?
¿Molestando os está que yo la broma?
Y me dije, nada, aquí pasamos de todo.
Entonces ya está, como estos dos te han dicho que no les molesta.
¿Cómo?
No solo me vine arriba, sino que hoy, hoy, hoy, hoy, hoy, creo que estoy en disposición de presentar mi nueva camiseta, que es Euskera Hablo.
Gracias, más tonto.
Gracias.
¡Guau, qué gusto me he quedado!
Muy bien.
Bueno, ahora ya, si orara os quiera, sería la hostia, ¿no? Pero bueno.
Bueno, ¿qué quieres hacer? ¿Cómo quieres plantear este espectáculo, compañero?
Yo tengo pensado hacer el programa como siempre.
Sí, ¿no?
¿Vamos a sacar preguntas?
Sí, sacamos. Estamos un poquito lejos tú y yo, ¿no?
Sí, estamos lejos, sí.
Ya, ya, ya, bueno.
No pasa nada. Si alguien quiere en algún momento colaborar, pues ya sabe que levante la mano o haga el grito este tribal que tenéis.
También te digo que por la disposición de esta sala, que es maravillosa.
¡Oh, hostia! Sí, sí, ¿eh?
Que tiene como una especie de... Es un panal de madera gigante.
Tiene como unas zonas ahí arriba que parece que se va a caer. Desde aquí parece que se va a caer, ¿eh?
Sí, sí.
Yo creo que está bien seguro.
No, hombre, no. Esto está subcutado.
No es de calatrava, quiero decir. Esto seguro que aguanta.
No sé, no sé, ¿eh?
Bueno, escúchame. Me permito matizar una cosa, que es que dada la disposición de esta sala, que es realmente muy loca en cuanto a alturas y tal, yo diría que lo que tú decías, ¿no?
Si la gente quiere decir algo. Bueno, vamos a ver. A medida que se va complicando la arquitectura, más interesante tiene que ser lo que quiera decir.
¿Me explico lo que te...
En absoluto.
No, hombre, claro. Si hay una persona en el último panal a 45 metros de altura, dice, tengo una cosa, y luego sube así, ¿cómo estáis?
Que se lo piense.
Hostia, piénsatelo. Yo no quiero coaccionar a nadie. Todo está bien. Me explico, ¿no?
Sí, está bien. Que la gente tenga sentido común, ¿no?
Un poquito, un poquito.
Pues ya no se lleva eso, ¿eh?
Ya, ya, ya.
Pues venga, vamos a darle algo.
Venga, vamos con la...
A ver, a ver.
Vamos a ver.
Joritz Lizarbe, desde Pasaya.
Mira.
¿Esto es aquí o qué?
Todo pilla un poco cerca.
Vale. No sé dónde está Pasaya.
Pasaya. Pasajes, joder.
Pasaya, pasajes.
Que no sé dónde está Pasaya.
Pues Mapa, no sé.
Mapa mira.
¿Dónde está?
Sí, Mapa mira, pero no...
Bueno, pues ya está.
No tengo tiempo ahora de contarte esto.
Vale, vale, vale.
Bueno, sí, está, sí.
Entiendo que es un sitio.
Vale.
Juan dice, cuando te depilas los kiwis, pero no las piernas, ¿hasta dónde hay que hacerlo
para que no parezcan un calvo con barba?
Muy bien.
Estamos descubriendo lo marranos que son la gente que nos sigue, que por algo será también
y tú has tenido mucho que ver en eso, ¿no? Durante históricamente...
Sí, tú en cambio...
Bueno, a ver, tú en todo el tema genitales y tal, lo trabajo mucho.
Tú eres como José Luis Moreno.
¿Yo?
Tú sacas al muñeco, el muñeco dice barbaridades y tú, ¡ay, madre mía! ¿Pero quién ha sacado
el muñeco?
¿Quién ha sacado el muñeco?
Ya está.
Ya ha sacado el muñeco.
Eso es así.
Y salía al programa de André, o decía unas barbaridades de la hostia, y el hombre,
por favor, Berzo, por favor, así con la americana, eso que hacía así con la americana,
por favor, por favor, por favor.
Y luego salía, muy bien, ¿eh?
Muy bien, chato, muy bien.
Sí, es verdad.
Doble vara de medir.
Sí, sí, sí, el falso pudor.
Pero me interesa mucho lo de la depilación de los testículos, ya que hemos hablado de
este tema.
Sí.
¿Cómo se hace?
¿Hay alguien aquí que tenga los testículos depilados?
¿Cuál es la técnica?
Me parece una pregunta muy personal, ¿no?
Bueno, oye, a alguien no le importa comunicarlo y explicarme cómo se hace.
Entiendo que debe ser una crema depilatoria, ¿no?
Porque si tiras, como eso tiene una elasticidad, por ejemplo, maquinilla se descarta, maquinilla
se descarta porque para tirar eso tienes que hacer como un sistema de pinzas, como un
lienzo, quieres que estira algo como un lienzo, como una pandereta.
Es como el ala de un murciélago, como el ala de un murciélago.
Supongo que es como sumergirlos en una crema depilatoria, ¿no?
Sí, claro.
Me interesa mucho.
Sí, bueno, si hay alguien que quiera comunicarlo, yo me parece que no va a haber nadie, pero...
Yo, por ejemplo, dejé de ir a gimnasios.
Sí.
Por varias razones.
Una era que el ejercicio físico me molesta.
Sí.
Me molesta realizarlo.
Sí, sí, sí.
Y la otra es que me quedaba mirando muy fijamente a los genitales depilados de los hombres.
Porque realmente, cuando depila...
¿Queréis que desarrolle este tema?
Sí, hombre, por favor.
Luego dice que soy yo el muñeco.
No, claro, la morfología. Se nota que eso está pensado para tener pelo.
O sea, se nota que el pelo sirve para camuflar una forma que realmente, al desproveerlo de esta capa, es muy poco agradecida.
Se ve todo el sistema de...
Sí, sí, sí, sí.
De anclajes.
De anclajes.
Sí, los remates.
Sí, claro, sí, sí, te entiendo.
Y es muy extraño, es muy extraño.
Ya, te entiendo, te entiendo.
Y no podías evitarlo, ¿no?
No podía evitarlo, yo me quedaba flasheado, una mirada.
Bueno, ¿qué? Te interesa mucho si quieres.
Sí.
Una vez en una sauna de un gimnasio, estaba yo haciendo después de la sesión, me daba el premio de ir a una sauna, entra un tío así, cachas, con un croissant, se pone a mi lado, me mira.
Yo me empiezo a tapar un poquito, bueno, yo qué sé, por pudor.
Y me dice, oye, ¿tú tienes entradas para tu programa?
Digo, yo me miro a mi propio cuerpo desnudo y digo, hombre, ahora mismo, como no las lleve...
¡Ah, qué fuerte!
Se crea una...
Una falsa complicidad.
Una falsa complicidad generada por el desnudo común de los dos.
Sí, sí, sí.
Y tal, y voy al final y dije, yo, tú y yo no somos amigos, pero es que estamos desnudos en el mismo sitio, pero pues por una cuestión de salud, ¿sabes?
De wellness, de wellness.
De wellness, sí.
Me gusta mucho el wellness.
Venga, otra consulta.
Venga, a ver.
Voy yo si quieres.
Dice, Javier Cañadas, de Baza, Granada.
Dice, os escribo para ver si me podéis ayudar.
La profesora de inglés de mi hijo le ha pedido hacer una receta en inglés y él ha querido hacer flan de huevo.
A la hora de traducir al baño María, ¿cómo sería?
The bathroom of Mariah.
The Mary Bath.
Y creo que se extralimita en el cierre poniendo supositorios de samanté para la flora intestinal.
Bueno.
Me parece ya sofisticar demasiado.
Oye, ¿qué ha pasado con los supositorios?
¿Eh?
¿Qué ha pasado con los supositorios?
Ya no hay, los han quitado.
Ya no hay.
Sí, sí.
Cuando yo era niño, como el agua, ¿eh?
Sí, sí, sí.
Bueno, como el agua.
Solo que te podían endiñar en supositorio, entraba por ahí.
Sí, sí, sí.
Pero de unos años para acá, ¿qué ha pasado con eso?
Y había casos en que el médico decía, insistía mucho, quítele usted el...
Sí, porque se han dado casos de desgarros anales por haberte metido todo el blister, que eso es como una cuchilla.
Sí, sí, sí.
Bueno, lo adaptaban a la forma de bala.
Era una bala.
Una bala en la recámara.
Sí, sí.
Yo tenía un amigo doctor que dijo un día, cuando vio el desaguisado, ¿pero qué ha pasado aquí?
Y le dice la señora...
Era una señora, dice, ah, no sé.
Y entonces ve el tema y dice, señora, quítele usted la funda, por favor.
Ah, ya veía yo que era raro esto.
Yo te he contado lo de mi familiar traumatólogo, que vino una señora que se había hecho un esguince en un pie.
No.
Y le enseñó el pie.
Tenía el...
No sé si era un esguince, era algo que se había hecho en el pie.
Sí.
Y entonces le dijo, enséñame el otro para comparar.
Y dijo, no, no vengo preparada.
Se había lavado un pie solo, la tía es que no se...
Oh...
Se había lavado el pie, solo uno.
Dijo, el otro, ¿para qué?
El otro ya, cuando me lo rompa, ya me lo lavo, ¿sabes?
Oh...
Te lo juro que...
Y no se lo enseñó.
Bueno, se lo enseñó, pero claro.
Oh...
Igual.
Oh, y no, no, salgamos de aquí.
Venga, otra cosa.
Oye, hay una carta lacrada que pone, anónima por vergüenza propia, aprendiendo a lacrar, hoy presente en la sala.
Hay una persona presente en la sala que ha enviado una carta lacrada.
Literario, es algo clásico, ¿no?
La lacra.
Vamos a ver, está abriendo...
Está abriendo la...
Pero bueno...
Es muy larga, es una turra, porque si es turra no estamos pa' turra, ¿sabes?
No, no, no, pero la primera frase te clava, ¿eh?
Me la siento.
Vamos a ver, espérate, que te pongo una música buena.
No, no, muy buena tiene que ser la música, ¿eh?
A ver, a ver.
Sí, sí, dime, dime.
Soy la anónima de las tetas bamboleantes.
Esa primera frase.
Madre mía.
Hoy presente en la sala.
Joder, ¿cómo tienen que bambolear para que entre toda esta gente la distingamos, no?
Claro, claro.
Soy consciente de que la última vez me dejé la parte más jugosa sin contar.
Ah, se supone que yo tengo que conocerla ya por este atributo.
No sé, habrá escrito antes.
A mí no me suena, ¿eh?
Me sonaría.
No, hay que decir...
Dice, por tanto, hoy os propongo un nuevo reto.
Venga.
Esta vez lo cuento en euskera y a ver si alguien se anima a traducirlo.
Ahí va.
¡Hostia!
Vale.
Venga.
Tengo que pronunciar...
Vale, vale, vale.
Lo voy a pronunciar en euskera.
Yo no sé, ¿eh?
Euskera.
Bueno.
A ver si lo entendéis.
¿Vale?
No has visto que he sacado una camiseta, ¿no?
Que pone...
No te has fijado, ¿no?
Chicano, te...
Pero es que yo voy a intentar...
Tú fijando no, ¿eh?
Pero que voy a intentar pronunciarlo bien.
Ah, vale, vale.
Euskera real.
Sí, ruía de euskera.
Ruía de euskera.
Ruía de euskera.
A ver.
Hostia, es muy complicado, ¿eh?
Porque tengo que entender la letra y...
O sea, tengo que entender cómo está escrito un idioma que no conozco.
Sí.
¿Habéis entendido algo de esto?
Alguien, alguien, igual.
Igual te está tomando el pelo, ¿no?
Sí.
Oye, la de las tetas, no se entiende la letra.
No es el euskera, es la letra.
Oye, la de las tetas, no se entiende la letra, lo siento.
Ya, pues hostia, nos quedamos ahí todos con...
Puedes bajar tú y tus pechos bamboleantes y leerlo.
Bueno, si ella se ve capaz o con ánimo...
¿Todo en euskera?
Todo en euskera.
A partir de aquí no se entiende.
Bueno, si hay alguien que se quiera prestar a traducir, estamos a tiempo de eso, ¿no?
Sí.
¿Creéis que vale la pena continuar con esto o os habéis aburrido ya?
Sí.
Pues alguien que lo quiera leer.
Sí, vale.
Bueno, que nos ayude, Oli, algún compañero.
Tenemos a nuestro compañero Oli.
¿Alguien lee euskera por aquí?
Mira, Oli, pásale esto, por favor, a ver si puede leerlo.
Vamos a ver.
A ver qué dice.
Vamos a ver.
También es extraño porque la persona que lo ha escrito está aquí ahora callada.
Claro.
No, nada, estoy hablando con el público, no te preocupes, todo lo tuyo.
A ver.
Moskortuta...
Yo tampoco entiendo bien las letras.
Yo ahora no te entiendo a ti.
Yo ahora no te entiendo a ti.
Entonces dice, me quedé dormida en tanga tal y como lo sabéis.
Ah, sí, es una chica que, sí.
Ah, sí, es que...
Antza denes, goizaldean, comunera ostean, oera vueltatu nahian galdu egin nintzen.
Sí, sí, sí.
De la que estaba yendo al baño...
Sí, y se encontró su suegru, ¿no?
Me perdí.
A su suegru se encontró.
Eta gura, eso enlogelan sartu, me metí en la cama de los padres, de mis padres.
Eta beraien oera sartu nintzen, oearen azpi atletik, lauankan, eta titiak, dilin bolaka.
Nire aitaren hitzetan, beraien erdian sartzen joan nintzen.
Me fui a meter justo entre los dos, mi padre, mi madre, totalmente desnuda, con las tetas, dilin talan.
Tiene una obsesión, esta chica tiene una obsesión con las tetas.
¿Cómo es, tetas en euskera?
¿Tetas en euskera, cómo es?
Titiak, titiak, bai, titiak, titiak, titiak, titiak, titiak, titiak, titiak, imagina deza que suen iregurasuen aurpegia, imaginaros la cara de mis padres.
Bueno, sus padres la vieron de pequeña, quiero decir, bueno, pero es igual, bueno, ya, vale, que sé.
Nikere, imagina tu, behar dut, ez baitut ezer gogoratzen.
Yo también me lo tengo que imaginar, porque la verdad que no me acuerdo de nada.
Ya, claro.
Baina, nire aita, anécdota hau, contatzen entzutean, oso divertigarria izansela, familian hurrengo urteita.
Bai.
Pero al contar esta historia aquí, luego en la familia, pues fue una anécdota muy divertida, que parece que la han estado comentando.
O sea, esta anécdota que hemos escuchado, ya la habíamos escuchado antes.
Ya, no sé dónde está la segunda parte.
En el programa sí, ¿no te acuerdas?
No, no me acuerdo.
Sí, hombre, sí, que tampoco nos causó mucha mella, ¿eh?
Ya, ya.
Estamos alargando algo que... Bueno, muchas gracias.
Muchas gracias, te lo puedes quedar de...
¿Te puedes quedar de recuerdo esto?
Sí.
Sí, para ti.
Y el micrófono no, ¿eh?
El micrófono no.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Bueno, ha tenido un cierto valor antropológico.
Sí.
Es aquella chica así del tanga, corriendo por la casa y tal.
Bueno, gracias, estés donde estés, por insistir en esta anécdota.
Muy bien.
Captain Fart, desde Malos Aires.
Buenas, soy piloto desde hace años y he observado que mis flatulencias en vuelo incrementan...
Todo va de lo mismo, ¿eh?
Sí, no, no, no, no.
Mis flatulencias en vuelo incrementan debido a la bajada de la presión atmosférica.
Al principio me los aguantaba o me salía al baño, pero me he dado cuenta de que no vuelen,
con lo cual los vuelos son ahora más relajados.
¿A qué es debido este fenómeno?
Yo qué sé, si eres tú el piloto.
Sí, sí, sí.
A mí me parece muy feo que el propio piloto les hable al comandante y se oiga...
No.
Van a notar unas flatulencias.
Pero es verdad, yo cuando bajo del avión, cuando bajo del avión me pego como una tórtola.
Sí, sí, sí.
Y en el avión también.
En el avión también.
Y lo de que no huele, ese es otro de los grandes enigmas de la humanidad, ¿eh?
Uno siempre cree que lo suyo no huele.
¿Sabes?
Sí, hombre, se ventila.
¡No, tranquilo, no huele!
No, claro, no huele porque tú ya tienes el código pillado.
Bueno, y además con el olor de la comida del avión, ya tiene como un matiz de flatulencia.
Sí.
¿Verdad que sí?
Sí.
Cuando empieza a emerger ese olor de los hornillos, esos que tiene la parte principal.
Sí.
¿Verdad que sí?
Claro.
Eso ya es más cara a toda la vida.
No puede ser bueno, no puede ser bueno.
Bueno, vámonos a Barcelona.
Dice Rodolfo El Golfo.
Últimamente estoy escuchando muchos podcasts de viajes y siempre te cuentan lo bien que fue todo.
¿Cómo harías un podcast de viajes que fuera un coñazo?
Que el sitio fuera un rollo.
En resumen, un viaje de mierda.
Samanté, viajero.
Venga, eso es sección, podcast de viajes.
Venga, va, va.
Malos viajes se llama.
Malos viajes.
Vamos allá, a ver.
Hola, bienvenido amigo viajero.
Estamos en la cadena SER con Malos viajes.
Solo nos interesan los despropósitos.
Los desfases horarios, las enfermedades contraídas en el lugar.
En fin, todo lo malo, ¿no?
Porque para lo bueno ya están los demás.
No sé por qué me río, porque el contenido no tiene ninguna gracia.
Estamos con Berto.
Berto ha tenido experiencias negativas.
¿No puedo ser un personaje?
Ah, sí, sí, hombre.
Estamos con Antonio, nombre ficticio.
Hola, ¿qué tal?
¿Qué tal, Antonio?
¿Cómo estás?
Muy bien, la verdad.
Cuéntanos, fue un viaje a Túnez, ¿no?
¿Te he entendido?
A Túnez, exactamente.
¿Qué pasó en Túnez?
Pues encerrado en el hotel, todo el viaje.
Una diarrea tremenda que ya contraí aquí, en nuestro país.
Ah, si ya te ibas mal, ¿no?
Sí, ya iba mal.
Atención, este es un tip para los próximos viajeros.
Aprovecha cuando estés mal para salir de viaje.
Exactamente.
Bebí agua de un charco, es algo que hago siempre.
Muy bien.
Bebo agua de un charco.
Muy bien.
Mezclo quizá tres o cuatro platos de tres cadenas de comida rápida.
Sí, muy bien.
Me hago una hamburguesa con un muslo del Kentucky, con una salsa de...
Bueno, lo que sea que pueda favorecer la diarrea.
Venga, y a funcionar, ¿no?
Y a funcionar.
Ya iba en el avión cagándome vivo y ya dije, bueno, esto pinta bien.
¿Te fijaste si el piloto se iba lanzando a flatulencias también?
Como antesala, ¿no?
No, en esta ocasión no.
Estaba muy ocupado yo en lo mío.
Estaba muy ocupado en poner lo que yo llamo puertas al campo.
Y llegué...
¿Qué viste de Túnez?
Nada, a la habitación del hotel.
La habitación del hotel, el baño de la habitación del hotel, básicamente.
Muy bien.
Siete días.
Muy bien.
Siete días allí.
Siete días.
Habiendo pagado el pack completo, tenía visita a los mayores monumentos de Túnez, que como
sabes son la...
Sí, sí, bueno.
Bueno.
Sí, sí, sí, sí.
La mezquita.
Sí, sí, sí.
El desierto.
El gran bazar y...
Noche en el desierto, noche estrellada.
Y el gran centro de injerto de pelo de...
Sí, sí.
Con pelo...
Tienen como un hangar.
Sí, con pelo de camello.
¿Eh?
Con pelo de camello.
Túnez especializado y te ponen unos pelos recios como...
Pero nada, nada, no vi nada.
Como un meñique, ¿eh?
No vi nada.
No viste nada.
No vi nada.
Tengo entendido que no te lo cubrió el seguro, ¿no?
No, no, no.
Es que ya no lo contrato.
Ya.
Ah, claro.
Muy bien.
Una de las gracias de este tipo de viajes es no contratar seguro.
Muy bien.
A ver si me pudiera morir por ahí y me tirar a una cuneta, al lado de una carretera.
Bueno, pues muy bien.
Oye, muchas gracias por tu participación en el podcast.
Gracias a ti y te voy informando de siguientes viajes.
Sí.
Hemos previsto ir ahora a California.
Sí, muy bien.
¿En qué condiciones?
¿Eh?
¿En qué condiciones?
A ver si pillo COVID, a ver si tengo suerte.
Ojalá.
Sí, sí.
Quería ir a Euro Disney, a ver si...
Ojalá.
He pedido que me dejen ponerme un traje de estos de felpa y ponerme un par de horas
allí al sol, a ver si...
Muy bien.
Si me da una rechucha y...
A ver si este juez es vivo, ¿no?
A ver, a ver, a ver.
Muy bien, Antonio.
Gracias por tu aportación.
Adiós.
Muchísimas gracias.
Adiós.
Hasta aquí, malos viajes.
Adiós.
Bueno.
Bueno.
Nadie sabe nada.
Casi una década de estupidez.
Nadie sabe nada.
En vídeo, en YouTube.
Samanté salpicando tus pupilas.
Bueno, aquí seguimos en Bilbao, en nuestra gira, que para mí es como un fin de curso,
aunque nadie del equipo está comprando este concepto porque son todos unos cabrones.
Pero para mí es fin de curso porque acaba como la temporada regular y estamos ya como...
Teníamos ganas de salir por ahí.
La verdad que sí.
Yo tenía ganas.
Sí, sí, yo también.
Oye, que estoy muy bien en casa, ¿eh?
Pero fuera también.
Te quejo un poco de acento, ¿eh?
Claro.
Que estoy muy bien en casa.
Claro, muy bien en casa.
Ya sabes yo que tengo empatía geográfica.
Qué vergüenza.
Sí, ¿eh?
Jordi desde Santa Pola dice, ¿son los bombones la joyería de la gastronomía?
Samanté relleno de praliné para vuestro estómago.
Hombre, sí, podría ser, ¿no?
Gastronomía.
Gastronomía, ¿sí?
¿Saco el gorro?
Venga, va, me pongo el gorro.
A ver.
Buenas tardes.
¿Qué tal?
¿Cómo estáis?
No, no, no, no, no.
Bueno, tengo la genja de que le gusta más la música que lo que yo digo.
Sí.
Y no es una genja de un agradable.
Bueno, ya que estoy aquí en Euskadi, bueno, mi tierra de cocineros.
Mi reconocimiento a la gastronomía vasca.
Esto, vamos, es que no hay ni por dónde empezar.
Bueno, por donde quiera, empiece.
Bueno.
¿Qué dice de los bombones?
¿Le interesa la pregunta o...?
Sí, sí, sí.
¿Son los bombones la joyería de la gastronomía?
No.
Vale.
Las joyerías de gastronomía son las huevas de caviar.
Sí, hombre, sí, venga.
¿Eh?
Anda, ya, esto es eso.
Tú, payaso, cuando yo apre de gastronomía, tú te caes la boquita.
No, no, no, no, es que a veces...
Bueno, yo he hecho en el Bulli un collar de huevas.
¿Ah, sí?
Sí.
¿Qué se ponía usted, pasaba el hilico usted por dentro de las huevas?
Uno a uno, un hilo comestible.
Ah.
Así, anillos, broches, todo.
Un joyería.
Qué bonito.
Te salía un joyero que también te lo podías comer.
¿A la persona?
Sí, sí, sí.
Incluso el camarero que te servía, también te lo podías comer.
Sí, sí, lo que he dicho yo.
Las manos eran falsas, las manos eran de chocolate, y entonces el camarero decía,
cómame la mano.
Un experimento que hicimos, luego la gente no lo recibió.
Bueno, no, como esperábamos, ¿no?
Vale.
¿Por qué?
Porque hay que hacer siempre innovar.
Sí, sí, sí.
¿Tú qué has innovado?
Yo nada, yo prácticamente nada.
¿Usted en qué está metido ahora?
Cuéntenos algo de sus próximos proyectos.
Sí.
Estoy metido en la comida invisible.
Ajá.
Bueno, no.
Sí.
Oiga, yo te siento en una mesa, todo preparado, perfecto, y te voy sirviendo platos que no están,
pero que estimulándote otros sentidos, y yo hago que tú tengas la experiencia de la degustación.
Muy bien.
¿Vale o no?
No, no, bien, bien.
Luego cuando yo le pague también le puedo hacer un pago invisible, le puedo pasar la tarjeta,
pero en realidad es la de la biblioteca, por ejemplo.
No me ha visto venir ahora, ¿eh?
No, claro, el recurso es fácil.
Pero yo te pongo un aroma de romero, de conejo.
Mucho aroma me tiene que poner a mí para que me sacie, ¿eh?
Así es más.
No, claro, a ti te tengo que meter tres conejos, ¿no?
Pero, y agua y tal, y tú te sales del restaurante diciendo, hostia, qué bueno estaba el arroz.
Y no te lo has comido.
Sí, sí, sí.
Qué flipante.
Es sostenible, porque no gastamos recursos.
Sostenible, sí.
Sostenible, ¿eh?
Sostenible, sostenible.
Imaginativo, creativo, emadeo.
Oye, pues muchas gracias por venir, como siempre.
Yo estoy por aquí.
Vale, ¿ahora qué? ¿Se marcha?
Hombre, yo me pongo a comer aquí por Osquadis y estoy una semana entera, ¿eh?
Madre mía.
Yo vuelvo rodando por Zaragoza, Lérida, hasta Barcelona.
Muy bien, pues muchas gracias, Ferran.
A ti, gracias a ti.
Venga, va, va.
Claro, claro.
Muchas gracias.
Te pones a comer aquí, madre de Dios.
Pregunta para Berto, pregunta Lupe B desde Instagram.
¿Por qué cuando nos referimos a la nariz lo hacemos en plural?
No me toquen las narices, me quedé a un palmo de narices.
¿Acaso es que tenemos más de una?
En tu caso, Berto, las tienes solapadas, chamanté, en todas vuestras tochas.
Mira, muy bien.
Es interesante esto, ¿eh?
Esto es el castellano antiguo, ¿no?
Las narices.
Las narices.
Las narices.
Sí, yo supongo que porque tienen dos agujeros.
Ah, mira, no lo había pensado nunca.
Claro.
Una nariz y la otra es otra nariz.
Llámame consecuente.
Sí, sí, sí.
Yo creo que tiene que venir por ahí.
Sí, sí, sí, muy bien.
Por eso los ojos, porque ojo uno, ojo dos.
Orejas.
Ojo, orejas.
Boca.
Sí, sí.
Boca.
Y contando hasta dos, ¿has conseguido lograr una carrera en la televisión?
Sí, claro.
Vamos, ¿qué no le hace falta más?
Dice…
No sabe más que el sistema binario, ¿no?
Yo funciono con el sistema binario, claro.
Ariadna y Alejandro…
Espera, nos indica que alguien…
Ah, cuidado.
¿Qué pasa, Oli?
Nos está haciendo una…
Hombre, aquí del público.
Adelante.
Adelante.
Hola, buenas.
Hola, buenas.
Buenas.
Me llamo Asier, soy de aquí de Bilbao y nada, os tengo aquí una cosilla para ver si…
¿Es de comer?
No, sí, se podría cocinar con ello, pero…
Ah.
Pero no.
Has dudado, ¿eh?
A ver, a ver, a ver.
Espérate.
El hombre se…
Voy a acercarme.
Hombre, tiene una guitarra.
Hostia, pero claro, comerte una guitarra no, ¿no?
Espérate, espérate.
Ven, ven un momento, ven un momento, hombre.
Ven.
Vamos a…
Vamos a leer.
Asier.
Hay un espectador que de repente hace así y saca una guitarra.
O sea…
Hostia, me parece de una clase impresionante, ¿eh?
Vamos a ver.
Vamos a ver, Asier.
No hables que…
Aunque seas vascos y micrófono no se te oye, ¿eh?
Bueno, Asier está subiendo al escenario.
¿Cómo estás?
Bienvenido.
Hola, ¿qué tal?
Muy bien.
Vamos a…
Vamos a…
Ya que has tenido el morro, al centro del escenario te vas a comer.
Muy bueno tiene que ser lo que vas a hacer, ¿eh?
Es una cancioncita que os he hecho nada de 30 segunditos.
Venga, vamos a ver.
Ah, muy bien.
Yo soy trípode y tu voz.
¿Eh?
Yo soy trípode y tu voz.
Ah.
Micro de voz.
Ay, se me ha olvidado la letra.
Se le ha olvidado la letra.
No, así es.
No tenía nada más que hacer hoy, ¿eh?
¿Que lo tengo?
Ah, tranquilo, ya está.
Vamos a ver.
Ya canto, tú toca.
Me da asco tu familia.
Vengo a presentarme a nadie sabe nada.
¡Ole!
Con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Canción descriptiva, de momento no aporta nada.
Un programa improvisado.
Camila Pena siempre me ha quitado.
Está metiendo ya poesía.
Bien, bien.
Virtuosismo.
Ya está.
Ya está, sí.
Bueno, muchas gracias, señor.
No, fuerte.
Muchas gracias.
Gracias.
Me he puesto como que…
Claro, claro.
Te ha puesto nervioso.
La canción…
¿Cuánto tiempo le has dedicado a esta composición?
La verdad es que llevo bastante, bastante tiempo con ella.
Esto no se ha acerotado.
No se ha acerotado.
No se ha acerotado.
Y a veces hay que hacer algo, toda una vida para hacer algo muy pequeño, ¿no?
No quería tampoco mucho protagonismo.
Pues lo vas a tener.
Hoy es vuestro día.
Pues lo vas a tener.
No te vas a mover de aquí un momento porque tengo una pregunta para la que te necesito.
Y ahora verás por qué.
No se nos quiera.
No se nos quiera.
Ariana y Alejandro de Santa Cruz de Tenerife.
Fíjate, el nadie como triangula desde Bilbao, Santa Cruz, Asier está aquí.
Estoy flipando.
Mi marido parece de un tránsito intestinal complicado.
Pues justo aquí estoy yo.
No, de momento esto no te afecta.
Tú vas bien, ¿eh?
Estás jodido hoy.
Si os digo la verdad, me cago por las patas abajo.
Sí.
Es más, por eso lo he cantado muy alto.
Ya, ya, ya.
Te recomiendo tú.
Pues eso es bueno, tío.
Bien, digamos que con oculución, tiene oculución.
Se ve que se cierra el diafragma y ahí no…
¿Estreñimiento?
No hay foto.
¿Sabéis que en inglés es constipated?
Si decís constipated, en inglés, vais estornudando y decís I'm constipated.
Es que estás restreñido.
Sí, cuidado con eso.
¿Sabéis esto, eh?
Es un fallo muy habitual.
El inglés hace…
Hostia, ¿para qué me cuenta esto, no?
Sí.
Bueno, la última vez que apareció…
I'm constipated.
La última vez…
Meten el dedo en el culo así.
Tú, dedo.
Sí.
La última…
La última vez que apareció Infinito de Córdoba.
Vete preparando.
¡Oh, yes!
Espérate, espérate.
Tú, ven.
Dice Ariadna, mi marido se rió tanto que con la fuerte risa liberó a Nemo.
Pues bien, lleva meses ocluidos, así que por favor…
Por favor, está por ahí Infinito para…
¿Eh?
¿Eh?
¿Dónde se me pide voy?
¿Dónde se me pide voy como un superhéroe?
Manito que dice que tu arte
¿Qué puedo ayudar a los que se merecen?
Hoy con guitarra live
Va ganando oposiciones
Has tenido que venir a Auskadi para que te toquen el flamenco
Si, nos tiene mucho
Oye un mensaje para ese hombre que nos va bien de vientre
Venga, venga, venga.
Vamos a atacar, que compás me estás dando, hermano.
Apre, pre, pre.
Apre, pre, pre.
¿Cómo?
Es que va la frase.
Ah, bueno.
Apre, pre, pre.
Está en mano.
Apre, pre, pre.
Parece que…
Pequeñito, pequeñito.
Me ahogo, me ahogo.
Apre, pre.
Apre, pre.
Apre, pre.
Apre, pre.
Apre, pre.
Apre, pre.
Tres, dos, uno.
¡Fuera!
Oye, pa' cagarse.
Yo no puedo parar.
Es tu día, eh.
No puede parar.
Mira, mira, hay que irse así.
Así él te propone irse.
Mira, mira, mira.
¿Estás cagado?
Ah.
¿Qué?
Que…
El problema está solucionado.
Sí.
Bueno, no sé.
Ha salido el uro.
Ha salido el uro.
Y la madrigue…
La madrigue bebe.
La madrigue bebe bebe.
La madrigue bebe bebe.
La madrigue bebe bebe.
La madrigue bebe bebe.
Sí.
Claro.
Venga, vámonos, vámonos.
Venga, vámonos.
Ahí está.
Gracias, Asier.
Gracias, Asier.
Maravilloso, Asier.
Gracias.
Gracias, Asier.
Toma, espera, que te regalo un pollo.
Me ha dicho…
Un pollo pa' ti.
Un premio de toda una carrera, Asier.
Asier.
Venga.
Vámonos.
Vámonos.
Sí.
A ver.
¿Qué pasa?
Me ha dicho…
Me ha dicho…
Me ha dicho…
Acierta Lambda, me llamo.
¿Cómo?
Acierta Lambda.
Acierta Lambda, sí.
Acordaros de este nombre porque esto va a pegar muy fuerte, ¿eh?
Sí, sí.
Cuando tú lo veas un día triunfando, yo vi a ese tío cantándole a infinito,
cantándole a infinito.
Bueno, venga, vámonos con Javier desde Mancera, de Arriba.
No sé ni dónde está, pero bueno…
Arriba.
Arriba, exacto.
Hola, soy Soma.
Mi psicóloga dice que tengo el síndrome del impostor.
Bueno, como muchos, ¿no?
El otro día me hablaron en alemán y yo hice como si entendiera todo.
Señalé con el dedo de una dirección cualquiera y les dije la única expresión que me sé.
Ich liebe dich.
Te quiero.
Ich liebe dich.
Ich liebe dich.
¿Cómo?
Ich liebe dich.
Ja.
Bueno, intenté aprenderme esta frase en cualquier idioma.
Mi amigo me preguntó…
Es alemán, ¿no?
Sí, sí.
Dice, mi amigo me preguntó que desde cuándo sabía hablarlo le contesté que tuve un
abuelo alemán.
¿Tengo remedio o lo damos por perdido?
No, totalmente por perdido.
Sí, totalmente.
Un liante, pero…
Él dice…
Firma a Javier, pero dice que se llama Soma, ¿eh?
Por alguna razón…
Bueno, pues…
Por alguna razón tiene un nombre como de museo, ¿no?
Soma es la droga que salía en la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley.
Soma.
Pareces tonto, pero siempre sorprendes, ¿eh?
Es un programa…
Es un programa de divulgación…
Ah, bueno, claro.
…literaria en Aldous.
Es que ahora hace un programa ahí para gafapastas, ¿sabes?
Y…
Si ha venido arriba el colega…
Bueno, no pasa nada.
Mira, con gafapasta la…
Sí, bueno.
María desde Huelva dice…
¿Cada cuánto tiempo hay que pintar la casa?
Tengo 24 años y desde que tengo 16, mi madre cada cuatro años me hace pintar.
No…
El problema es que a los dos años de haber pintado empieza la tortura psicológica de
que me toca pintar de nuevo.
Ayúdenme.
Saludos desde Huelva.
Hombre…
Su madre tiene un trastorno…
Yo me acuerdo que mi…
Esa madre no está bien…
Esa madre no está bien…
En mi casa…
Mi padre era muy dado a pintar la casa…
Sí…
Y yo creo que perdió metros cuadrados…
Claro…
Te lo juro…
Sí…
Sí, sí, sí, sí, ¿eh?
O sea, había un…
Había un dedo o dos de pintura…
Claro…
Y perdió metros.
Yo creo que perdimos metros.
Qué obsesión tenía.
Sí, sí, sí.
Oye…
Y lo de papel pintado…
Mi padre también cada X años…
Hay que cambiar el papel pintado…
Sí…
Y vengo unas flores ahí…
Que parecía que te habías metido un tripi…
Y…
Y venga a darle flores y flores…
Y luego a cabo de dos años…
Claro…
Eso se cansa…
Cansa…
A mis padres les dio una vez por el papel con fotos…
Ah, sí?
Papel pintado con fotos…
Entonces yo tenía…
¿Fotos de qué?
Pues en la habitación tenía toda una pared que era un Skyland de Nueva York…
Anda…
Una habitación muy pequeña que apenas cabían dos literas para mi hermano y para mí…
Sí…
Un breve espacio para transitar por ahí…
Y luego todo el Skyland de Nueva York que se te caía encima…
Un agobio…
Un agobio…
Una ansiedad estar allí…
Claro…
Se te caía la ciudad encima…
Y luego unas escaleras que hizo mi padre para conectar…
Te he contado, ¿no?
Que teníamos un piso alquilado y alquilamos el de arriba y mi padre lo agujereó…
Sí…
No él, eh…
O sea, contrató un agente…
Y entonces…
No paraba quieto tu padre, eh…
No paraba quieto…
Y entonces cegó la puerta del piso de arriba…
Ya…
O sea, la puerta de la escalera él la cegó…
Sí…
¿Cómo se ciega una puerta?
Pues se quita la puerta y se pone ladrillo…
Vale, gracias…
Vale…
Y entonces tú entrabas por la puerta de nuestra casa…
Sí…
Y entonces podías acceder al piso de arriba…
Y por la puerta en esa parte no…
O sea, por la escalera en esa parte no había puerta…
Ya…
Y un día mi madre le dijo…
Un día mi padre le dijo…
La señora de más arriba, que está muy mayor ya…
Dijo, si se muriera…
O sea, no, no…
No, en ningún momento…
No induciendo…
No, no, no…
No, ya, ya, ya…
Dijo, podríamos alquilar también el suyo…
Y entonces, como era el contiguo al superior…
Sí…
Ya…
Haría una puerta en una pared…
Y por ahí comunicaría…
Y cegaría la otra puerta…
Madre mía…
O sea, iría…
Su idea era ir cegando puertas…
Sí…
De todas las escaleras…
Vamos cegando puertas…
Y que…
Vamos cegando oídas…
Y que…
Y mi madre…
Yo creo que de las mejores frases que le he escuchado nunca…
Le dijo…
Juan, yo no quiero vivir en un hormiguero…
Muy bien…
Pues mira…
Qué bueno…
Oye…
La serendipia nadie sabe nadera…
Pa, pa, pa…
Dice Laura…
Pa, pa, pa, pa…
Atención lo que dice Laura de Arroyo Molinos…
La tenía en la mano, eh…
No me lo invento…
Vale…
Dice…
Cuando pisamos sin querer a una hormiga…
Me flipa esto del nadie…
Mira qué mierdas aquí…
Ha tenido que salir esto…
Dice…
Cuando pisamos una hormiga que va cargada con comida…
¿Lo considerará el resto de la comunidad de hormigas como accidente laboral?
Siempre lo pienso cuando saco a mi perra…
Y procuro saltarlas…
Gracias…
Os adoro…
O sea, va con la perra…
Vigilando…
Claro…
Que no pisar hormigas…
Si la perra a lo mejor me ha cuidado…
Porque eso es una inundación en un hormiguero…
No me viene nada por hormigas ahora, eh…
No…
Pero…
Es que no…
Son unos animales que no…
Bueno…
A mi me merece mucho respeto, eh…
Si…
Todo…
Todo…
Como todos los animales…
Que todos son hijos de Dios…
Si…
Pero…
Que no me viene nada por hormigas…
No tengo nada…
No tengo nada…
¿Cómo era?
Dios…
No dio el golpe en la mesa…
Que se escucha…
Es que no…
Quería cantar una canción…
Y no me acuerdo…
¿Qué canción?
La de Dios…
La de…
La de…
Esperate…
No miréis…
No miréis…
La de Dios dió nombre a los animales…
de Bob Dylan…
Dios dió nombre a los animales…
Bob Dylan tiene una canción en español…
En español…
Sí, sí, sí…
Que se llama Dios dio nombre a los animales…
Sí, sí, sí…
No hombre no…
Dios dio nombre a los animales…
Bueno es igual…
Hijos de Dios…
Sí…
Venga…
Isabel desde Alemania…
Mira, Alemania…
Guau…
Sí…
Como antes que hemos hablado de alemán…
Es mágico…
Sí…
Bueno, escúchame.
Bueno, me ha parecido tontico lo de antes.
Bueno, pero has dicho hormigas y salía una hormiga.
Vale, yo ya la he dicho Alemania.
Que no te sorprende nada. Llevemos tantos años que no te sorprende nada.
Bueno, tenemos que hablar.
Dice, hola, acabo de escuchar un programa donde habláis de las abuelas y me he acordado de la mía, claro.
Que hacía algo que me fascinaba.
Ella nunca aprendió a leer ni a escribir y tenía una lata llena de papelitos amarillos con números de teléfono.
Sin nombre, solo números.
Y sabía de quién era cada uno.
A mí me parecían todos iguales.
Ella buscaba y decía, este, y llamaba.
Uy, uy, por favor, hagamos un especial, abuelas.
Cortito, porque los dos tenemos buenas historias de abuelas.
Venga, especial abuelas que nunca lo hemos hecho.
Los tenemos aquí en Euskadi y ya no lo hacemos más, como somos nosotros.
Pero seguro que lo hemos contado todo esto.
Bueno, no, a ver, espérate.
Tienes una música de abuelas por ahí.
Joder, parece que la esté viendo.
¡Ay, la yaya! ¡Llega la yaya!
¡Mira la baja del cielo!
Las grandes madres.
Está muerta la mía.
Las grandes madres.
Baja del cielo o sale de la tierra.
Venga, una tú, una yo.
Una tú, una yo.
Venga, pim, pam.
Anécdota, anécdota.
Ta, ta, ta.
Abuela.
Pa, pa, pa.
Yo te tiro mi abuela, tú me tiras tu abuela.
Venga, a ver.
Bueno, la...
¿La mía empiezo yo?
Venga.
Venga, va.
Abuela negacionista de la llegada del hombre a la luna.
Mi abuela Paca sustuvo hasta su muerte que esos astronautas que vimos en las imágenes del año 69, esos eran muñecos.
Y le dijimos, pero abuela, ¿no se da cuenta usted que estamos en una era ya moderna ni era ni ero?
Esos son muñecos.
Muñecos.
Y a mí no me saca ahí de ahí.
Y se enfadaba, ¿eh?
Muy bien.
Y se enfadaba.
Y también yo nunca entendí porque tenía que enfadarse ante un avance de la tecnología.
Pero la mujer no quería cambiar su chip mental.
Y nunca se murió pensando que el hombre no había llegado a la luna.
Vale.
Venga, la tuya.
Mi abuela, le recetaron unas pastillas para los nervios y le dijeron que se tomara una cada ocho horas.
Y yo no sé si es que cogió el papel al revés y se tomó ocho cada hora.
Y a las...
No, no, no.
Que se podía haber quedado muñeca la abuela, ¿eh?
Pero a la hora, o sea, lo pillamos pronto, pero fue mi padre...
Va a verla a su casa que vivía sola.
Sí.
Y se la encontró en la cocina mirando fijamente el tambor de la lavadora.
¡Guau!
Y estaba mirando el tambor de la lavadora y le dijo, ¿qué ves?
Y dijo ella, los toros.
Bueno.
Porque vio como un ruedo.
Sí, vio como un ruedo, ¿eh?
Sí, sí.
Plano cenital, ¿no?
Sí, sí, sí.
Estaba como flotando sobre un ruedo, ¿no?
Sí.
El calcetín negro era el toro, ¿no?
¡Grrr!
Persiguiendo el calzoncillo.
¡Ey, qué gemido!
Bueno, yo te he contado...
Hostia.
¿Sabes la neta de un abuelo que le dijeron, venga en ayunas al hospital y le apuntaron
en un papel tan solo una o dos galletas y el abuelo entendió 102 galletas?
¡Oh, no!
¡No!
Y llegó llorando el hombre y dijo, solo he llegado hasta las sesenta y tanto, no podía.
¡Oh!
¡Oh, sí, sí, sí!
¡Cómo tendría la tripa!
¡Pobrecito mío!
En mi casa, Reus, años 80, se produce un terremoto.
En la zona, no en mi casa solo, ¿eh?
Porque eso ya sería inquina.
Si no, hubo un movimiento sísmico.
Mi abuela no estaba, había ido a bajar la basura.
Y cuando sube nos encontró a todos.
Mi padre, Picassiano, el sofá se había movido cuatro metros, otro aguantando el mueble,
que hostia...
Fue un taca-taca-taca-taca-taca.
El gran terremoto de Reus.
No, hombre, grande no, pero hostia...
El Big One.
Acojonaba.
Y dice mi abuela, ¿qué haces?
¡Ey!
Y le decimos, pues que había un terremoto.
¡Ay, que había un terremoto, tenía un terremoto!
No se lo creyó también, tampoco.
Pues todavía lo que no sé...
Yo no he notado nada, no he notado nada.
Le dice mi padre, ¿cómo va a notar si estaba usted tirando la basura en la calle?
Pues se hubiera movido las cosas, no se movió, no se lo creyó.
Mira, le cogió una rabia a mi padre.
Pues claro, ya llevaba 40 años con ella, soportando eso.
Y no pudo soportar que negara lo que podía haber sido una tragedia.
Era muy negacionista mi abuela.
Le robaba el tabaco a mi cuñado, me lo daba a mí.
Toma, pa' ti.
¿Ah, sí?
Sí.
Sí.
Yo digo, abuela, hombre, no, acá está...
Así no se entera.
Y mi cuñado diciendo, hostia, pero que me roba el tabaco a mí.
Y ella, así a puñadicos, ¿sabes?
Me los iba dando.
Muy fuerte, sí, muy panque.
Bueno, última de abuela o cerramos aquí.
No, lo que quieras, yo tengo muchas.
Venga, otra vas, va.
Una vez se hizo una quemadura en un brazo
y como tenía las cajas de las medicinas distribuidas por el color,
había puesto entre las pomadas cola de impacto,
marca el avión, que había una cola de impacto.
¿Cómo?
Y entonces se puso cola de impacto en la herida.
Hostia.
Y nos lo dijo un día, me dijo, llegó a casa y dijo,
me he quemado, ¿a qué no sabe lo que me puse en la herida?
Dijo, ¡pegamín!
¿Pegamín?
¡Pegamín!
Sí, sí.
¿Y pero luego qué pasó?
Tú que eras médico...
Aquello, una reacción empezó, bueno, esperamos,
esperamos, como escuela de impacto, esperamos que no hiciera hilillos a tocarla
y cuando ya cuajó bien, cuando fuera abuela, ya vamos.
Le pegamos las llaves ahí.
No, no, no, no, por cierto, no a tiempo, no pasa nada.
Bueno, hasta aquí lo especial abuelas.
Venga, más cosas.
Tengo más, ¿eh?
¿Eh?
No, no, no.
Ya, bueno, bueno.
Seguimos en Bilbao.
Mi abuela, Alberta.
Sí, Alberta, lo sé, lo sé.
Sí, sí.
Y sí que eran, tú has dicho públicamente que era una persona realmente...
Una persona...
Un poco mala.
Bueno, tenía un carácter.
Sí.
Se iba a veces a un parque infantil, se sentaba con un bastón que llevaba,
y entonces yo la vi, yo esto se lo vi hacer, ¿eh?
Sí.
Llamaba a los chiquillos, venían.
Decían, sagalico, sagalico, venirse, venirse, sagalico.
Entonces cuando llegaba y cuando los tenía a tiro, con el bastón, ¡boom!
Les intentaba dar.
¿Eh?
Los ríos se activaban.
Hombre, ¿eh?
Sí.
Como Kung Fu Panda, ¿no?
Y le preguntamos, ¿pero por qué lo hace?
Y dice, porque hacían mucho ruido.
Me molestaban.
¡Wow!
Qué expeditiva tu abuela, ¿no?
Sí, sí.
Dice Alejandro desde Acoruña, ahora mismo mi empresa,
ahora mismo, ¿eh?
Mientras va a este programa.
Hay un obrero arreglando aquí una movida
que tiene la misma voz que el hermano de Berto.
Ha cambiado la abogacía por la instalación eléctrica.
Saludos, carapollas.
Me ha sobrado esto final.
Me parece una falta de respeto.
A mí me ha sobrado al principio, mira.
Bueno, no, pues bueno.
La de mi hermano.
¿Qué tal, cómo estás?
Soy tu hermano.
Bueno, es que estoy haciendo...
¿Cómo hablaba yo?
Sí, ¿no?
Ahí quería llegar yo.
Es que tenemos un corte de voz, pero no se ve muy bien.
¿Qué tal, chato? ¿Cómo estás?
Es que no me hace gracia esto, porque es una persona que no se dedica a esto,
que nos hizo un favor un día de venir a invitar a un programa
para explicarnos desde el punto de vista de la abogacía
qué problemas legales podríamos tener si te quisiéramos extirpar los testículos
una vez muerto para hacerme un monedero.
Sí, yo colaboré con esto, colaboré con esto, sí.
Este señor que se aviene a esta estupidez y que tú...
Pero lo hice con mucho gusto y mucho agrado.
Pero tú hablas como un teleñeco.
Mi hermano no habla como un teleñeco.
Lo hice con mucho gusto.
Hombre, un poquito sí, ¿eh?
Bueno, estamos tocando temas que nos llevan a cuestiones de ética.
Estamos tocando temas que nos llevan a cuestiones de ética.
Bueno, ¿qué hago? ¿No lo hago más esto o qué?
No, sigue, si a ti te...
Es que yo estoy notando...
No, que no estás a gusto.
Y tú y tus amigos vascos disfrutáis.
Venga, no lo hago más.
Que sois todos muy graciosos.
Venga, hoy no lo hago más ya.
Hoy ya no.
Venga, va.
Bueno, y una vez mi abuela intentó suicidarse.
Esto ya os lo conté.
Vaya, hombre.
No, hombre, no tiene ninguna gracia esto.
Pero es que fue como las cosas que hacía mi abuela que era un poco guasa porque no...
Ya, ya.
No sabemos ni si lo hizo.
Llegó un día a casa y como siempre nos decía cosas como para violentarnos, dijo...
¡Me he intentado suicidar!
Porque mi abuela siempre hablaba así como expulsando mucha energía por la boca.
Como si fuera lo último que decía, ¿no?
¡Suicidar!
Y dije, pero qué...
Todos asustados.
Pero qué ha hecho, qué ha hecho.
Y dice, me tapé la boca así.
Me tapé la boca y la nariz.
Hasta que dije, ¡que me ahogo, coño!
Muy bien, ¿no?
Muy bien.
Con 97 años, ¿eh?
Pues estos son nuestros predecesores.
Esto explica un poco también nuestro carácter, ¿no?
Oye, hay una turra desde Mallorca.
Si quieres, la hago rapidita y vámonos.
Saturra.
Saturra.
Saturra.
Hola, Andreu y Berto, estaba contando los tuppers de mi cocina.
Es algo que le ha apetecido hacer.
Hostia, yo tengo...
Uy, te tengo que contar lo del bicho.
Espérate un momento, Gerard, que Berto tiene que decir algo.
Un momento, ¿eh?
Adelante.
No, luego te cuento lo del bicho.
Ah, vale.
Espérate.
Hola, Gerard, de nuevo.
Dice, no, que está contando tuppers, tuppers, tuppers, tuppers.
¿Tuppers?
Se entiende igual.
Tappers.
Cuando he visto que me quedaban pocos.
Soy cocinero de profesión.
Muy bueno no será si no sabéis de los tuppers que tiene, pero bueno.
Yo no sé los tuppers que tengo.
Bueno, y con el poco tiempo que tengo...
Y tengo más sin tapa que con tapa.
Ah, sí, sí, se pierde, ¿eh?
Sí, se pierde la tapa.
Se pierde la tapa.
¿Dónde irán las tapas de los tuppers?
Bueno, con los calcetines.
¿Dónde irán las tapas de los tuppers?
Ah, cocino a cantidad de...
Ahora me estoy animando, ahora que se acaba.
Mira, me he cansado de...
Me he cansado de esta pregunta.
Es que es muy larga.
Pues que tenemos un cajón de...
Nosotros teníamos en la cocina el cajón de los tuppers,
que es una cosa increíble, que abre si es como un puzzle loco,
diseñado por Escher, donde hay tuppers dentro de tuppers.
Que si cambias una posición ya no encaja.
No, no, no.
No encaja nada.
No, no, no, es fascinante.
Los pequeños dentro de los grandes.
Exacto.
Muy bien.
Y luego teníamos el otro cajón, que yo le llamaba el cajón de la felicidad,
el cajón de la maravilla.
Sí.
Que ahí es donde están las galletas, los chocolates...
¿Sabes?
El cajón ese al que vas cuando tienes un poquito de hambre por alguna razón.
Sí.
Sí, bueno.
Has estimulado quizá a otros órganos.
La gusa, ¿no?
Cuando tienes...
Porque a lo mejor ese día que dices, hoy me voy a cuidar y ceno poco, ceno solo un yogur.
Y luego a mitad de la película que estás viendo haces...
Estás hablando de mi día a día.
Te coges 30 galletas con chocolate, ¿sabes?
El tipo de dieta este que más o menos practicamos todos, que yo le llamo crimen y castigo.
Sí.
Sí.
Pues, ¿de qué te estaba contando?
Ah, pues ese cajón que de repente las bolsas aparecían con un agujero.
¿Qué dices?
Una bolsa de panecicos o tal.
Un agujero.
Ay.
Y dentro del panecico un agujero.
¿De qué misterio?
Es una sección de misterio, ¿no?
Un agujero.
Misterio.
Hostia, hay un bicho.
Hay bichos.
Venga a buscar, venga a sacarlo todo.
El misterio de los plásticos que se autoperforan, ¿no?
Cállate, que hay más.
¿Eh?
Es que viene más.
Vale.
Porque primero era un agujero que decías, bueno, pues parece, yo que sé, un bichito.
Pero de repente...
Una rata.
De repente.
Una rata.
Cállate.
Ah, bueno, bueno.
Me joder la narración, hostia.
Bueno, ya, perdón.
Estoy ilvanando aquí como el narrador que soy.
Perdón, perdón.
Y de repente, una bolsa con múltiples, como mordeduritas.
Pero gordo, gordo ya, muchos agujeros.
Entonces empezamos a especular qué puede ser.
Mapache.
La primera...
No, no.
Zarigüella.
Pero un cajón que no tiene acceso.
Ah.
Pero ellos buscan el recoveco, ¿verdad?
Claro.
Entonces, mi mujer se ha vuelto una experta en bichos.
Sí.
Entonces ella dice...
Bueno, claro, está casada contigo, ¿no?
Perdón, perdón.
No.
No, no, no ha estado bien aquello.
No me ha gustado.
Luego lo quitamos en edición.
Perdón.
No, después de mi hermano y mi mujer, que...
¿A quién más te apetece ofender, mi familia?
¿Cómo está tu hijo?
Ese que habla...
Hola.
¿Me lo encuentro por el...?
No, no.
Es una línea roja.
Es verdad.
Es una línea roja.
¿Vale?
Es una línea roja importante.
Volvamos al cajón.
Bueno, que entonces mi mujer dijo...
Esto rata no es, porque no hay cagadas.
Esta es una sección de cajones, ¿eh?
Bueno.
También me gusta poner un poquito de humor, ¿no?
En el misterio.
Ah, pero es que es sección de misterio.
Sí.
Ah, entonces tengo que...
Sí, claro.
Sí, claro.
Ah, no lo sabía.
Ah, no, profesor.
Sí.
Hombre.
Sí, profesor.
Doctor, profesor, lo que sea.
¿Qué tal, qué tal?
Lo que sea.
Esas cosas que pasan en las casas, ¿no?
Sí.
Misterios cotidianos, ¿no?
Que a veces no sabemos de dónde van y de dónde vienen.
Si no le importa, yo prefiero acabar de escuchar la narración de esta persona.
Ah, sí, sí, claro.
Planteamos el tema.
Sí, yo me gustaría acabar el tema.
Sí, planteamos el tema.
Sí, acabe, acabe.
Acabe, sí, acabe.
Bueno, pues que entonces mi mujer dijo...
Esto rata no es, porque la rata deja cacas.
Se ve que la rata mientras come se caga, o yo qué sé, pero deja.
Entonces no hemos sabido...
Seguimos sin saber quién es, porque de repente un día desapareció, ya no vino más.
Pero el cajón ese ha sido vaciado, ya no existe el cajón de la felicidad.
Y esto te va a gustar.
Mi mujer ideó un sistema en el cajón, que era poner cinta americana al revés.
O sea, como una clapa.
O sea, puso una galleta en medio.
¿Qué me dices?
Creo que no lo de vergüenza que lo cuente esto, pero...
Puso una galleta en mitad del cajón y alrededor como unas tiras de cinta americana al revés.
Oh.
Para, con la intención de que si llegue el bicho se quede pegado ahí en la cinta.
Madre mía.
¿Y hubo éxito en eso?
No, no, yo tengo eso.
Luego si quieres te enseño una foto.
Porque le hice una foto porque pone trampa del bicho o algo así.
O sea, le puso hasta un...
Para que nadie lo quitara.
Bueno, es flipante.
Y ahí sigue.
Tenemos una trampa ahí preparada, pero que no...
Bueno, a mí si me permite el opinar...
De momento no hay cuerpo del delito, doctor.
Esto nos lleva a movimientos misteriosos en las casas.
Bueno, no descartemos que sea un animal fallecido.
Que sea el espíritu de un animal.
Porque claro, nosotros muy alegremente hablamos de cuando una persona...
Hoy está peor de la voz, ¿no?
Hoy estoy francamente mágico.
I'm constipated.
Sí, sí.
Está constipated.
Por decirlo en inglés.
He hecho un viaje a Túnez.
Voy a intentar recoger todo lo que se ha hablado del programa para hacer un mágico fin de fiesta.
Sí, sí, sí.
Estaríamos hablando, perdón, doctor, de espíritus de animales.
Estaríamos hablando...
Nunca he explorado hasta ahora.
Estaríamos hablando si me dejara usted a acabar.
Sí, bueno, pero...
Los programas tienen presentadores.
Si no, cojo, me voy.
Ni una frase acabo, ¿eh?
O sea, sujeto, verbo, predicado.
A predicado no llego.
En mi puta vida he llegado a predicado.
Bueno, pues por eso...
Sujeto, verbo y ya le veo nervioso.
Ya le veo intentando surfar.
Pues por algo será, ¿no?
Hostia, ¿cuánto dura el programa?
¿Qué dura?
30 segundos su programa.
Es para TikTok.
Y da una franja más larga, porque es que aquí no se puede.
Es para TikTok.
Tiene que ser todo cortito y al fin.
Vale, pues fantasma de bichos, ya está.
Fantasma de bichos.
Córtelo y que le den likes.
Y se coge un saco de likes y lo mete por el culo.
Bueno, doctor.
Yo a usted no le he faltado, ¿no, doctor?
Voy a llevar tiempo viniendo.
Perdone, perdone la interrupción.
Dígame.
Nada, eso, que sea un fantasma.
Un bicho.
Pero no hay constancia.
Si no hay constancia.
No hay constancia de que el fantasma sea de persona,
¿por qué no puede haber de bicho?
Pues la misma constancia o dejar constancia hay.
Sí.
¿Entiende o no?
Hay gente que sostiene, sí, sí.
Hay gente que sostiene que su perro, que ha querido mucho,
todavía le oye ladrar.
Sí, sí.
Que lo sostenga.
Es gratis.
Es gratis.
Sostener cualquier mierda es gratis.
Ya, sí, sí, sí.
Y le comunico oficialmente que dejo el misterio.
Hombre.
Dejo el misterio.
No, hombre, no.
Hoy, hoy aquí es mi última colaboración.
Ostras, le vamos a echar mucho de menos.
Bueno, yo no.
Yo no, porque no me he sentido a gusto nunca.
Se ha cansado.
No me he sentido valorado, no me he sentido querido.
Se me ha feado mi forma de hablar.
Yo no he nacido para ir a programas de divulgación de lo heterodoxo
y que se rían de mí.
Porque hay gente aquí que es muy de reírse de cómo habla la otra gente.
De imitar a hermanos, de personas.
Hay gente aquí que...
Hola, soy el hermano de Berto.
Bueno.
Mira, te recomiendo, doctor, que le des una vuelta a esto.
Sí.
Porque te conviene, te conviene seguir aquí.
Aguantar un poco, pero luego te va bien tu carrera profesional.
¿Sabes?
A mí me están saliendo más casos.
Bueno, lo dejo aquí a ver cómo acaba este programa.
Bueno, me comunican que estamos a punto de acabar el programa,
este programa ya mítico desde el Palacio...
¿Cómo se llama esto?
Palacio...
Palacio Escaldún.
Palacio Escaldún.
Escaldún.
¿Eh?
Escalduna.
Escalduna.
Vale, lo que queráis.
Sí.
Es vuestro.
Yo como queráis.
Bueno.
Sí, sí, Palacio Escalduna.
Sí.
Muy bien.
Oye, qué bonito, ¿eh?
Muy bien.
Muy bien, de verdad, en serio.
Me comunican que tenemos que acabar.
Bueno, sí.
Así que si alguien tiene que decir algo, es el momento.
Es que nos vamos y no vamos a volver más.
Ya, pero la gente no puede porque dice, joder, a ver si voy a estropear esto.
No, pero...
No se preocupen, ya viene estropeado de casa.
Hay una persona aquí que sí puede.
Adelante.
La primera fila siempre invita, a ver.
Muy buenas.
Hola, buenas.
Soy Oscar Nieto, pariente de Nacho Nieto.
No es que...
Es que no tengo micro.
Te has quedado en mi micrófono.
No me preguntes porque no puedo hablar.
Sí.
Ahora resulta...
No, pues si quieres lo compartimos.
No, ya vengo yo, ya vengo.
¿Puedo compartir?
Qué imagen, ¿eh?
El propio, el invitado de público dándole el micrófono al locutor.
Oscar Nieto.
Esto no pasa en ninguna radio.
Sí, pariente de Nacho Nieto.
Pariente de Nacho Nieto, el mítico personaje.
Vale.
Aquí en Bilbao tenemos mucha fama de que todo a lo grande.
Ponte el micrófono.
Aquí.
Ahí, ahí, ahí.
Todo a lo grande.
Tenemos fama de muy a lo grande.
Joder, solo hay que ver esto, tío.
Vale.
Mi pregunta es, ¿la siguiente en San Mames?
¿El Nadie?
Aquí, aquí que no te gusta el fútbol, igual no sabes qué se llama.
Vale.
Es que ahora ya, al decir no te gusta el fútbol, ya he entendido que es un estadio.
Vale.
Está aquí al lado.
Está aquí al lado.
Sí, sí.
Trabajáis a lo grande, pero siempre en una espiral constante, ¿no?
O sea, lo grande no sirve.
Más grande.
A uno de aquí no le puedes decir, no hay huevos.
Claro.
Entonces, por eso.
Bueno, si hay que ir a San Mames, a la catedral, se va.
Pero vamos, como esta intimidad aquí.
Intimidad.
Como esta cosa relativamente recogida, nada.
Pero oye, si a ti te hace feliz, muy bien.
¿Qué tal estás tú?
¿Cómo te va la vida?
¿Cómo te va?
De la hostia.
Sí, ¿eh?
Qué bien, hombre.
Te has hecho unas rastas ahí en pelo, ¿eh?
No, son trenzas.
Ah, son trenzas.
Sí, sí.
¿Qué diferencia?
Sí, de las trenzas de la flaca.
Las trenzas de la flaca.
Sí.
No te entiendo nada lo que está diciendo.
No, es la que me los ha hecho.
Ah, vale.
La flaca.
Te queda muy bien, que lo sepas, ¿eh?
Gracias.
Gracias.
Desde atrás, madre mía.
Gracias, Óscar.
Sí, sí.
Muy bien.
Mucho gusto y bienvenidos.
Muchas gracias.
Gracias a vosotros.
Al final del programa, ¿eh?
Sí, bueno.
Vale, vale.
Gracias, Óscar.
Vamos a tener que marchar.
Vamos a tener que marchar, sí.
Tú dices, a lo mejor, se me ha hecho corto.
Bueno, piensa que es gratis también.
Eso es verdad, ¿eh?
Había gente que nos ha dicho, hostia, vaya cola, 1.800 personas.
Sí.
¿Cuántos quieren?
Pero es que no es gratis.
Sí.
Es decir, es un querer distinto.
Bueno.
Es todo el día que me haga esto 40 pavos, entonces vamos a ver cuánta gente nos quiere.
A ver, a ver San Mamés.
A mí me gustará ver ese San Mamés.
No, oye, bromas aparte.
No, muchas gracias a todos y a todas por venir.
A él no le...
¿Qué dice?
¿Qué grita que usted?
El rap de padre.
Ah, venga, claro.
Claro.
Venga, venga.
El rap de padre final.
Venga, vamos.
Y además...
¡Vámonos!
Vámonos aquí delante, amigos y compañeros.
Nada, es que quería usar este micro, pero no funciona.
¿Qué pasa?
Lleva un lío con los micros.
Lleva un lío con los micros.
Que es que Andreu ha dicho que le gustaría hacer rap de padre y hacerlo en euskera.
Sí.
Que me parece que es rap de padre.
Ya que domino, ya que domino bien, digo, voy a maquerme otro reto, ¿no?
Rap de padre.
Venga.
Rap, rap, rap, rap, rap, rap de padre.
Hostia.
Ha tocado una bocina muy cerca del micrófono.
Recordad en casa, eso no se hace.
Rap, rap de padre.
Venga.
Más actitud que profesionalidad.
El rap de padre consiste en eso.
Es un rap como darte un beso.
Ya, hasta aquí la rima.
Por mi parte.
Ahora llega Andreu que lo va a deconstruir.
Va a hacer rap de padre en euskera.
Adelante, Andreu.
Es tu momento.
Esto no es lo que era.
Rap, rap de padre.
Rap, rap de padre.
Rap, rap, rap, rap de padre.
Cuando feria acabes, yo empiezo.
Madre mía.
Adelante.
Retos me marco.
Sabiendo ya español hacerlo.
A mí mismo me digo, tírate al vasco.
Eso es decir, no sé si me explico.
Lo que quererte, quererte.
Calla.
Lo que quererte quiero.
Quiero, quiero, quiero, quiero quererte.
Quiero quererte.
Quiero quererte.
Un momento, un momento.
Quiero quererte.
Quiero quererte.
Vamos a ver.
Qué difícil, macho.
Vamos a ver.
¿Por qué me meto en esta mierda?
Si no eres capaz de rimar.
Ya, ya, ya.
En español normal.
Sí, sí, sí.
¿Cómo pretende rimar cambiando el orden de las palabras?
Ya, ya.
O sea, es que has estado a esto delictus.
Sí, sí, sí.
No, no, sí, sí.
Está bien que nos haga ilusión estar aquí, que queramos darlo todo por esta gente.
Sí, sí, sí.
Pero perder la vida y la vida.
Pero mira ellos, rap de padre, rap, como que quieren ver el accidente, ¿no?
Sí, claro.
No hay nada que guste más a un público.
Solo hay algo que guste más que ver a un artista triunfar y es verlo pegarse la hostia de su vida.
Es por eso, es esa atracción por el Tanatos, lo que guía a esta gente.
Oye, Tanatos, que muchísimas gracias.
Que bromas aparte, nos sentimos muy queridos aquí.
Lo digo personalmente.
Yo también lo digo personalmente.
No necesito que hable en nombre mío.
Yo personalmente también me siento muy querido.
No, pero luego la gente dice, es que son tontos, es que están aquí como pudieran estar en otro lado.
No, no, es verdad.
No, no, estamos aquí, que estamos en otro lado.
Estamos en otro lado, estamos aquí.
No nos hagáis a enfadar.
Muchas gracias, Euskadi.
Hasta pronto.
Hasta pronto, adiós.
Adiós.
Adiós.
Adiós.