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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

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Pero, quiero disculparme, es que a mí el bafanculo siempre me ha sonado muy bien.
Claro, no sé, es lo que tiene, no? Vale, vale, vale.
Bueno, oye, llevamos una semana y media, sin coger ni una sola pregunta, ¿vale?
Podemos seguir así, la urna se va a llenar a rebosar, o no, o atender...
¿La te cazo del tico? Vale, usted.
Lo tengo la cabeza, lo sueño, lo sueño. A veces estoy en la cama, en mi cama y oigo...
Y digo, la te cazo del tico y aplaudo yo solo, ¿no?
Como ya te conté que mi mujer está trabajando fuera, ya...
Sí, sí, sí.
¿Cuándo vuelve?
Pronto.
Pronto.
Pronto.
Me flipa eso de los italianos, ¿eh? Que cuando cogen el teléfono dicen, pronto y tú, bueno.
Bueno, bueno, ya veremos.
La casa está semi vacía, no te diré vacía, porque estoy yo ocupo, yo ocupo bastante.
A veces bailo solo, me muevo, hago una danza para llenar más espacio y así compensar el vacío, ¿no?
Dice mi hija, ¿qué haces papá? Digo, char de menos a tu papá.
A través de la danza.
Sí, dice, no te oigo, no te oigo.
Digo, estoy, más o menos.
Pero cuando te emocionas, no puedes vocalizar bien.
Claro, claro.
Y... pero luego me hago fuerte.
Fuerza y pienso, Andréo, aguanta. Sé fuerte, Andréo.
Sé fuerte, Andréo.
Y... pero bueno, eso nos quita de que ves fotos en casa.
Claro, claro.
Colgadas, con imanes.
Notas su olor a lo mejor en cosas que ella tenía, ropa sucia.
No, que le ha quedado el olor fuerte.
No, no he llegado a ese punto todavía.
Bueno, pero que dices, la recuerdo y es... bueno, hay...
Hay una actividad de una casa, ¿no?
Es calcetina.
Te recuerda quién la habitó, ¿no?
Esos cinco armarios que tiene, ya solo tengo dos.
Ah, yo tengo uno solo.
Sí, pues mira.
Ya tengo más que tú.
Como te sientes miserable, ¿no?
Teniendo dos armarios.
Sí.
Bueno, a ver, dos armarios, dos cuerpos.
¿Eh?
Dos cuerpos.
Cómo dos cuerpos.
Sabes que los armarios son los de cuerpos.
Ah, no, no lo sabía.
Un armario de dos cuerpos.
Ah, vale.
Me gusta mucho.
Y ya tiene un armario de cinco cuerpos.
Bueno, sí, sí.
Ya pensó que es un...
Siento de caedro.
Sí, sí.
Ella me dijo, este baño que no usamos,
porque hicimos una reforma.
Sí, el baño que tenías ahí.
Sí.
Porque aquello era...
Dice, aquí lo hacemos todo.
Me gusta mucho el plural que hay de USA.
Dice, vamos a hacer una reforma.
Este baño lo tiramos y hacemos todo armarios.
Y yo, como me ilusioné, ¿no?
Digo, no sé por qué.
Porque como vengo de origen humilde,
yo armarios lo veo como prosperidad.
Claro.
Y dije, sí, sí, hagamos armarios.
Pero eran para ella.
Se hizo también unos zapateros.
Sí, son unos armarios zapateros
debajo de una ventana.
¿Pero qué es lo que estás de menos por lo que cuentas?
Te jodió la vida.
Sé que yo le dije,
Silvia, perdona que entre un poco
en tu proyecto de reforma,
pero hacen falta siete armarios zapateros.
¿Y Melda Marcos?
Sí.
Sí.
¿Qué estires?
Una sucursal de una zapatería.
Hombre, porque ya sabes que las tengo muchas cosas.
Pero hasta eso he hecho de menos.
¿Cómo verías empezar el programa?
No, sí, el problema ya ha empezado.
No, pero empezarlo bien.
Pues, chico, yo, si tú eres mi amigo,
yo te tengo que contar lo que me pasa.
Ya, ya pensás.
¿Aquí quieres que se lo cuente?
Sí, está.
¿Me acusistan?
Sí, he contado y asumido.
¿Pero qué puedo hacer?
Es que no te puedo ayudar.
Lo único que se me ocurre
es ir yo a tu casa a hacer yo de tu mujer.
A fingir que soy ella.
Hombre, no.
A ver, puedo aspirar a llegar
como está en esa foto, ¿eh?
No vas a notar ninguna diferencia.
Eso sí.
Déjame valorarlo.
Vale, valorarlo.
Sí, si mantiene mucho este régimen de trabajo
que la tiene alejada, pues te digo algo.
Pero que no tiene que ser 24 horas.
Yo puedo ir echar una horita y media ahí
haciendo de tu mujer.
Tú me das unas pautas de lo que quieras que te digas.
Es un guión, un guión.
Un guión, pequeño guión.
Una pequeña discusión, una discrepancia.
Sí.
Un cariño.
Y luego me vuelvo a casa.
Vale.
A hacer de mi papel en casa.
El padre de día, mujer de noche, ¿no?
Exacto.
Yo por un amigo lo que ha agafado.
Esa es una película de los años 70, ¿no?
Sí, de los años 80.
Cosquisa cristal, ¿eh?
Sí.