Els serveis informatius de Ràdio Abrera
us ofereixen l'entrevista del dia.
Bona tarda, us parla Anabel Gómez.
Avui, com cada darrer dimecres de mes,
l'entrevista del dia la dediquem al Servei de Mediació Ciutadana
de l'Ajuntament d'Abrera.
I per això ens acompanya la mediadora municipal, la Jessica Haig.
Bona tarda.
Hola, bona tarda.
Bé, doncs, aquest mes de juliol parlarem de vacances en família
i de conflictes familiars que poden sorgir durant aquesta època.
En l'espai d'avui, vamos a mostrar un ejemplo de un conflicto familiar.
Ahora que es tiempo de vacaciones, de compartir más tiempo con nuestros seres queridos,
es posible que surjan roces, disputas y demás situaciones de conflicto
en las que puede que no sepamos actuar.
Para ello, hoy os traemos un ejemplo de un caso que llegó al Servicio de Mediación
y que puede mostrar o evidenciar que este tipo de conflictos,
cómo se puede actuar ante ellos y cómo se puede ayudar desde el Servicio de Mediación
del Ayuntamiento de Abrera.
¿Y quién es aquest cas que ens comentarás avui?
Bueno, se trata de dos hermanas que tienen a su cuidado a su madre que está enferma.
Llevan en esa situación bastante tiempo y empiezan a estar bastante cansadas.
Una de ellas tiene dos hijas pequeñas y le comenta a la hermana
que lo que podrían hacer es ingresar a la madre en una residencia
para que tenga los cuidados que necesita.
Por otro lado, la otra hermana, que está soltera y no tiene demasiados recursos,
no quiere hacerlo porque no puede asumir los gastos que esto comportaría
y porque ella, al disponer de más tiempo, no le supone tanto problema cuidar de la madre.
La situación entre las dos hermanas ha llegado a un límite
en el que prácticamente no se comunican, la relación se ha deteriorado mucho
y acuden al Servicio de Mediación derivadas por los servicios sociales.
Ambas partes tienen en común la preocupación por el bienestar de la madre.
Entre ellas tienen discrepancias a la hora de ver cómo lo está gestionando la otra
en cuanto al cuidado, pero el hecho de tener las dos en común ese mismo interés,
que es que la madre esté bien, produjo que se pudiera trabajar
y que lograsen alcanzar un acuerdo.
La cuestión radicaba en que una de ellas necesitaba poder acreditar ese cuidado
para poder recibir una ayuda económica al respecto.
No era un conflicto por dinero, porque una de estas hermanas necesitaba esta ayuda económica,
pero como la relación estaba tan mal entre ellas,
ni tan siquiera se había planteado comentárselo
porque tenía miedo a la reacción de la hermana.
Finalmente, el conflicto se solucionó, las hermanas decidieron
que la que vivía sola se encargase del cuidado de la madre
y que la otra le ayudase económicamente por hacerlo.
¿Y hay diferentes maneras de mediar un conflicto, ¿verdad?
Sí, muchas veces ante una situación de conflicto no sabemos qué hacer.
Nos encontramos con que cada persona tiene un estilo propio
a la hora de actuar ante los problemas
y este estilo varía también según la circunstancia en la que nos encontramos
y de la forma en la que el otro o la otra también lo haga.
Me gustaría apuntar que de manera sintética
podemos identificar varios estilos a la hora de actuar ante los conflictos.
Podemos hablar de un estilo competitivo cuando la persona se centra en el objetivo
que es ganar a toda costa y hacer valer su posición.
En este estilo es vital que las cosas se hagan como uno quiere,
aunque exista el riesgo de quedar mal o de romper a la relación.
Lo que cuenta es aferrarse a una idea y tratar de salirse con la suya,
especialmente cuando uno está convencido de que su posición es la más acertada
y la más conveniente para todos.
Luego tenemos el estilo complaciente.
Actuamos así cuando estamos más pendientes de los problemas
y de las preocupaciones de los demás que de nuestros propios intereses.
Y como resultado, pues nos acomodamos y cedemos.
¿Motivos por los que cedemos?
Pues generalmente cuando queremos conservar la relación entre las partes,
porque para nosotros es muy importante,
por deferencia, por el aprecio, por generosidad o incluso por obediencia,
pero sobre todo también muchas veces se da por intentar evitar un daño mayor,
porque la otra parte a lo mejor está en una situación intransigente.
También está el estilo evasivo,
que consiste cuando se actúa de una forma esquiva
que no se quiera afrontar el conflicto.
Actuamos de esta forma evasiva cuando consideramos
que no es el momento ni el lugar adecuado para tratar el conflicto.
Cuando esto sucede, lo vamos aplazando,
damos rodeos, ponemos cualquier pretexto para evitarlo.
También cuando nos sentimos en desventaja
o pensamos que no saldremos beneficiados
porque corremos el riesgo de terminar cediendo
y no queremos que eso ocurra.
Los asuntos incómodos y embarazosos
también son candidatos a ser aplazados.
También está el estilo colaborador.
En esta forma de manejar los conflictos
lo que se hace es que se procura dar una solución
que satisfaga a todas las partes implicadas.
Por supuesto, hay que trabajárselo.
La paz no llega por arte de magia,
sino escuchando de forma activa,
intercambiando información
para conocer cada punto de vista
y que todos tengan la oportunidad
de defender su razonamiento.
Es el estilo preferido
cuando ambas partes quieren conservar
un buen estado su relación.
Y también para los casos en los que hay tiempo de sobra
para poder encontrar una solución
en la que todo el mundo gane.
Y finalmente está el estilo comprometido,
que está a medio camino
entre el estilo complaciente
y el competitivo,
pero no es tan colaborador como el anterior.
El concepto podría ser
ni para ti ni para mí.
Lo utilizamos para llegar
a una solución intermedia
en la que todos han cedido un poco.
En principio,
no es la que hubieras deseado,
pero bueno,
es una solución aceptable
que te puede valer.
Es importante
que ante las situaciones de conflicto
como la que hoy os presentábamos,
que tienen lugar dentro de la familia
y con nuestros seres queridos,
adoptemos una actitud colaborativa
que nos permita mantener
y no dañar sobre todo a la relación.
Aunque esto,
como explicábamos,
no significa renunciar
a nuestros intereses
ni a lo que nosotros queremos.
Se dice
que la mediación
es un método
que permite
que todos ganen.
Es un ganar-ganar.
frente al yoga
no tu pierdes
que se utiliza
y que está generalizado
en nuestra cultura.
Doncs,
ja per finalitzar,
recordar aquelles persones
que vulguin posar-se
en contacte
amb el servei
de mediació ciutadana
o vulguin demanar
una mediació.
Com poden fer-ho?
Bé,
doncs,
si volen demanar
una mediació
poden adreçar-se
a l'Ajuntament,
a les dependències
de l'Ajuntament.
El servei de mediació
està obert
els dimecres
de 9 del matí
fins a les 2 de la tarda
i de 4 i mitja
fins a les 7.
també per telèfon,
el telèfon de l'Ajuntament
que és el 9-3-770-0325
o per correu electrònic
a l'adreça
mediació
arroba
ajuntamentabrera.cat.
Recordin
que també poden tenir
tota aquesta informació
consultant la pàgina web
de l'Ajuntament
ajuntamentabrera.cat
i que podeu tornar
a sentir
aquesta entrevista
a la secció
a la carta
de la nostra pàgina web
radiobrera.cat
i a la nostra aplicació
per a mòbils i tauletes.
Nosaltres avui
agraïm la seva atenció
a la mediadora municipal
Jessica Haidt.
Moltíssimes gràcies.
Moltes gràcies.