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Avui tenim la Leire Duarte i la Wendy Quintero. Elles són de Nicaragua i formen part també de Sant Just Solidari, amb aquest projecte que es va impulsar a Camuapa fa molt de temps des de Sant Just Solidari, que avui tenim el plaer de poder parlar amb elles perquè han visitat Espanya aquests dies i estan amb nosaltres. I ens fa molta il·lusió tenir-les aquí al programa d'alguna manera, Sant Justenques d'adopció, que estan amb nosaltres aquí a Ràdio d'Esvern. Leire, Wendy, buenos dias, com estais?
Hola, pues súper contentas. Primero porque volver a estar acá en Radio Desver, estar también en San Yus Desver es algo que nos alegra muchísimo. Un abrazo para la hermosa audiencia que tienes, querido.
Decíamos en la presentación que sois sanyustencas adoptadas, sois vecinas adoptadas de aquí del pueblo. Y esto es maravilloso también. Como nosotros podríamos serlo de allí, de Camoapa. Por supuesto, además tenemos más de 22 años de conocernos, de tener relación Camoapa-Nicaragua con Sanyustesver y con Sanyus Solidari, ¿verdad?
Empezamos hablando de esto, si te parece. ¿Tú recuerdas los inicios de Sancho Solidari en Camoapa, de cómo empezó todo?
Mira, es un poquito más antes de cuando yo ya llegué allí, a Camoapa, pero sí recuerdo de las primeras veces, yo, bueno, ahora tengo 48 años, pero en aquel tiempo imagínate tenía 19, 20, y sí me impactó muchísimo todo el hermoso trabajo que estaban realizando a partir de proyectos comunitarios
que incidían directamente en cambios profundos con las comunidades, sobre todo con las comunidades rurales. Uno de los proyectos insignia, yo recuerdo muchísimo, fue precisamente el que hacían con la casa para los niños y las niñas. De hecho, Leire, bueno, que es mi hija, ella estuvo ahí, tenía dos años y medio cuando...
Cuando estuvo en el CDI, que es el Centro de Desarrollo Infantil, Solidaridad, hermosísimo. Y bueno, también el de la universidad me impresionó un montón. Y muchísimos otros más que definitivamente trabajaron por muchísimo tiempo y que impactaron, como el de las becas, por ejemplo, que se hacía también con los chicos y las chicas.
que muchísimos de ellos lograron incluso llegar hasta la universidad por todo ese seguimiento que se les hacía. Y obviamente también todo el trabajo que hacían con Radio Camoapa, nosotros fuimos fundadores de Radio Camoapa, y bueno, tener esta hermandad y este enlace...
Nos hacía, precisamente, conectarnos, pero también tejer como este puente para unir estos dos pueblos hermanos que son, pues, Sánchez de Sber y Camoapa. Tú, como comunicadora, como periodista nicaragüense, nos has ido transmitiendo, comunicando durante todos estos años aquello que iba sucediendo allí en Camoapa y nos lo hacías llegar aquí a Radio de Sber, a Sánchez, a Sánchez Solidari...
y de repente hace unos años sucede lo que sucede, lo que todos conocemos, la situación política cambia y eso hace que todo cambie en Nicaragua. Para los oyentes que nos estén escuchando y que no estén tan al día de la situación, ¿nos podrías hacer una descripción de aquello que sucedió hace unos años? Claro, lamentablemente en mi país se violentan los derechos humanos desde...
Desde antes del 2018, pero digamos, el punto de quiebre fue precisamente en ese momento. Hubo protestas. En principio comenzaron por todo el tema de las reformas al Seguro Social. Las personas que ya estaban jubiladas marcharon, protestaron por las reformas.
Estas reformas y consultas que hizo en ese momento el régimen de Daniel Ortega y eso derivó en que muchos jóvenes apoyaran a las personas de la tercera edad y lo que pasó fue que las protestas aumentaron porque...
Ya después no solamente era por las reformas, sino también por la manera en que estaban llevando el país políticamente, administrativamente. Y lo que sucedió fue que la policía tiró a matar a los jóvenes y ya no era solamente lo de todo lo que estábamos viviendo como nación, sino era buscar justicia para las personas.
que habían sido asesinadas y esto llevó a que el país por varios meses estuviera sitiado tanto por la policía y como los mismos protestantes. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha contabilizado al menos 355 personas asesinadas
y bueno, hay muchísimas organizaciones que han llevado y han documentado todas estas violaciones a los derechos humanos y precisamente lo que se quiere es que haya justicia, de que se diga la verdad, porque hay todo, Daniel Ortega y Rosario Murillo lo que dicen es que era un intento de golpe de Estado, pero realmente no fue así.
Y lo que devino fue precisamente la represión contra las personas que no tenían armas, con las personas que lo único que querían era un cambio, que en Nicaragua la protesta era legal y de esa manera se marchó. ¿Y qué fue lo que pasó? El 30 de mayo, por ejemplo, el Día de las Madres allá en mi país, en Nicaragua, rafaguearon y mataron a muchísimos jóvenes.
que acompañaban a las madres de los primeros asesinados. Entonces lo que pasó fue que hubo mayor represión y esto vino después en que muchísimas personas tuvimos que salir del país y tuvimos que precisamente ser exiliados, exiliadas. Yo tengo por lo menos siete años de no poder estar de regreso en mi país, lamentablemente.
Es algo muy doloroso, pero seguimos acá y seguimos tratando de visibilizar lo que está sucediendo en Nicaragua, de mostrarle al mundo lo que ocurre, porque ahorita han cerrado más de 3.500 organizaciones de la sociedad civil, sacaron a muchísimas organizaciones cooperantes y donantes. Claro, eso lo tenemos que explicar también, el hecho de que entran
los policías, las Fuerzas Armadas, quien fuere a los espacios que ocupaban estas ONGs y los desvalijan a todos. Les roban impunemente todo, se han tomado todos los edificios, todos los proyectos.
De una manera mala, realmente. No hay libertad de expresión. Muchísimos medios de comunicación tuvieron que cerrar. Redacciones enteras tuvieron que salir. Se han cerrado muchísimos medios también, pero se han fundado otros fuera.
Y ahí es donde viene, digamos, el balance. Es decir, los nicaragüenses somos un pueblo que tratamos de salir adelante, de luchar, de no quedarnos ahí esperando, sino también buscando el cambio. Y de hecho eso es lo que estamos tratando de hacer, de reconcentrarnos, de reubicarnos. Lamentablemente lo último que ha pasado, porque esto es de hace siete años, pero no es algo que está lejos, es algo que continúa. Hay personas presas políticas ahorita y
El mecanismo de personas presas políticas en Nicaragua que contabiliza y lleva la documentación dio el último reporte y 77 personas consideradas presas políticas que fueron detenidas de manera arbitraria y que muchas de ellas ni siquiera han sido llevadas a un juez, por ejemplo.
Hay 33 personas que están en desaparición forzada que saben que la policía se los llevó, incluso gente vestida de civil, que se supone que son policías, se los llevaron incluso desde sus propias casas o desde sus trabajos y no se saben dónde están y están por eso en condición de desaparición forzada.
Por ello abogamos y pedimos la libertad. Ese es otro de los puntos que estamos haciendo y por eso es que a los foros, a las organizaciones, a quienes nos quieran escuchar, les contamos esto porque es lo único que tenemos ahorita, es alzar la voz, hacer incidencia y contar lo que está pasando en Nicaragua y pedir precisamente que esto acabe. Queremos regresar al país, queremos...
Reconstruir-lo y queremos que haya precisamente justicia, verdad y no repetición. Avui estem parlant amb Wendy Quintero i Leire Duarte. Elles dues són nicarauenques que ens han vingut avui a explicar la seva història. La història d'un país que s'ha vist sotmès en els últims anys en una situació que ningú desitjaria pels seus.
i realment una situació que des d'aquí hem seguit de prop, perquè com sabeu, Sant Just Solidari, l'ONG Sant Justenca, col·labora amb Camoapa i amb Nicaragua des de fa ja 22 anys, més de 22 anys, Déu-n'hi-do. Parlem ara amb la Leire. Leire, m'agradaria parlar contigo també del tema...
del hecho de que, claro, tú esto lo vives en una adolescencia, entiendo, ¿no? Eres adolescente cuando vives toda esta situación. ¿Tú cómo vives el momento que te coge tu madre y te dice, oye, que nos tenemos que ir de Nicaragua?
En mi caso ha sido distinto. Mi mamá tuvo que salir primero. Yo me quedé en Nicaragua y tuve la oportunidad de estudiar año y medio, casi dos años, en la Universidad Centroamericana UCA, que el gobierno la quitó o la robó, de los jesuitas. Ahorita tiene otro nombre.
Es un nombre que prefiero ni mencionarlo. Para mí va a seguir siendo siempre Buca. Ha sido un proceso que escaló súper rápido. Ver gente de mi edad, incluso más joven, en las protestas, increíble. Y además dentro del primer grupo de estudiantes asesinados iba un muchacho de mi edad 15 años en ese momento. 15, 16 años. Ajá.
Es súper injusto y la represión nunca terminó. Incluso aunque los estudiantes universitarios no estuvieran haciendo marchas, el gobierno emplea una táctica de meter en miedo a la población estudiantil.
Poner policías a las afueras de las universidades y en puntos específicos para ver quiénes entran, quiénes salen, cuál es el horario de los estudiantes. Y ya fue para 2021 que tuve que salir del país. Ya la situación era muy complicada. Insostenible, ¿no? Sí, claro.
Porque si bien es cierto, yo en lo personal me mantenía con un perfil bajo, trataba. Si salía en marchas, me tapaba completamente, pero era muy poco que saliera marchas. Entonces, ha sido una situación...
Y entonces tú te vas de Nicaragua, entiendo, pues para ir a Costa Rica con tu madre, que ya estaba allí. ¿Cómo llegas hasta Costa Rica? Porque claro, esto es una cosa que no hemos comentado, que también el trayecto debe ser de lo más complicado, ¿no? Sí, ya para 2021, por un par de cositas, yo no pude salir de forma legal, así que tuve que irme por vereda, básicamente...
por montañas y ríos hasta llegar a San José. Fue una trayectoria de casi un día completo, todo eso. Madre mía. Sí. Y, Wendy, en tu caso, ¿cómo saliste del país?
Yo salí de manera legal, pero me entiendo, porque si yo decía incluso que era periodista y eso, defensora de derechos humanos, hubiera ido presa. Yo salgo precisamente porque había una lista de personas de interés del gobierno que
Y nos andaban buscando, todos trabajábamos en ese momento para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENID. Varios de mis colegas ya habían salido tras veredas precisamente por la situación. Eran muchísimos más visibles que yo en ese momento. Yo ahora soy más visible, ¿verdad?
Y pude salir en ese momento, las fronteras no estaban tan regularizadas como ahora. Ahora incluso muchas personas, aunque no hubieran trabajado o asistido a marchas, no las están dejando entrar. Esto crea una situación de apatridia de facto. A otras personas las están expulsando, como ha ocurrido con las personas presas políticas, también...
y las están desnacionalizando, que es otro de los casos y de las arbitrariedades y violaciones que están cometiendo en contra de las personas. La solidaridad a mí me sostuvo muchísimo, la solidaridad de muchísimas personas que me ayudaron y que me acogieron. Yo pasé prácticamente dos años sin poder trabajar.
Aparte que estaba como reconstruyendo la vida, ¿verdad? Hasta que me logré reubicar nuevamente y contactar con mis colegas y ahora yo hago y sigo, gracias a Dios, ¿verdad? Lo que es todo el trabajo de Defensoría de Derechos Humanos.
Pero además también estoy trabajando con mujeres que también son exiliadas, migrantes nicaragüenses que están en Costa Rica y que están también reconstruyendo sus vidas. Muchas de ellas eran personas que simplemente lo que hicieron fue ayudarle a los jóvenes si estaban heridos o si necesitaban comida porque hubo un momento en que los chavalos y las chavalas estaban en unos tranques
impidiendo que entrara la policía a las universidades, a los barrios y eran atacados a balazos. Entonces muchos de estos jóvenes salieron también al exilio, a un exilio forzado y solo por el hecho de haberles dado un plato de comida o de haberlos resguardado por algunas horas o algunos días,
evitando que se los llevaran presos, muchas de estas personas ahora también son perseguidas. Entonces, se trata de un trabajo desde el exilio, porque no podemos hacerlo en Nicaragua, lamentablemente. Somos casi 800.000 personas las que hemos salido fuera del país. Estamos localizados en varios países. Una parte muy grande, más de 200.000 personas estamos en Costa Rica.
Y desde ahí tratamos de reconstruir y de ver y de avanzar y de seguir sanando, porque al final de eso se trata, de sanar y de tener la ilusión y la esperanza de que vamos a volver a nuestro país, porque eso es lo que queremos. Pues con este mensaje inspirador, con este mensaje de un objetivo claro, tenemos que ir cerrando la entrevista de hoy, pero me gustaría que también dierais un mensaje a la audiencia, ¿no?,
de aquello que vosotros habéis vivido, que vosotras habéis vivido en vuestras propias carnes y que también esta situación que hay en el mundo, que está todo como crispado, que hay como una tensión que yo creo que se palpa en el ambiente con estas guerras que hay expandidas en diversos puntos del globo y también con esta situación política que hay en muchas zonas de nuestro mundo.
Me gustaría que vosotros desde vuestra experiencia pudierais mandar un mensaje de esperanza a nuestra audiencia.
Bueno, en principio, aunque el mundo pareciera que está destruyéndose, creo que iniciativas como el proyecto Las Hijas del Maíz, que trabaja precisamente con mujeres, Las Hijas del Maíz, es un proyecto que tiene y que nace de la gran solidaridad que tiene Sanyu Solidari, que es la organización hermana que tenemos acá.
y que precisamente lo que hace es eso, incidir muchísimo en el trabajo que están haciendo estas mujeres nicaragüenses exiliadas en Costa Rica y que con sus hijos y sus hijas quieren o están reconstruyendo su vida, están emprendiendo y están mostrando que a través de la cultura, que a través de la amistad, que a través del trabajo,
Se pueden construir lazos de hermandad y se puede precisamente reconstruir y mostrar las cosas que podemos hacer juntos y juntas, porque creo yo que nos unen más cosas de las que nos separan. Y a nivel personal sí he de decir que me ha impactado muchísimo el poder ser parte de este proceso, agradecerle muchísimo a todas las personas que
en Sanyús de Esver, a las autoridades, tanto de Sanyús Solidari como también de la municipalidad, que precisamente con todas las gestiones que hacen, con las donaciones, logran precisamente incidir y cambiar y ayudar a todas estas mujeres, sus hijos y sus hijas. Es un impacto real y directo y que muchas veces me atrevería a decir que hasta están salvando las vidas de estas mujeres.
porque no es fácil de un día para otro dejar tu país, que no te dejen regresar, que no te dejen entrar, pero sobre todo que tenés la posibilidad de reiniciar. Y eso es, creo yo, lo más hermoso que puede haber porque el hogar se construye ahí donde está uno, donde está su familia. Y creo que es lo más hermoso que puede pasar. No sé, Leire.