logo

Entrevistes de la Justa

Cada dia, en el Programa La Justa tractem els temes d'actualitat del Municipi en format entrevista. Cada dia, en el Programa La Justa tractem els temes d'actualitat del Municipi en format entrevista.

Transcribed podcasts: 2097
Time transcribed: 32d 9h 28m 52s

Unknown channel type

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Ens apropem a dates com el 1 de novembre,
1 i 2 de novembre,
també el 2, depèn de quins punts del planeta,
també se celebra, sonra, podríem dir,
la memòria dels morts d'aquelles persones
que ja no hi són aquí entre nosaltres.
I avui, precisament, la Lila Lorenzo,
educadora i també dinamitzadora del somriure,
que ben segur ja us comença a sonar
perquè passa assiduament per qui parla justa,
ens en vol parlar, precisament,
d'aquesta pèrdua de les persones estimades
per enfocar aquests dies que venen ara,
aproximament, sobretot al 1 de novembre.
Així que la saludem, Lila, buenos días.
Hola, buenos días, ¿qué tal estáis?
Buenos días, Lila.
Doncs mira, siempre que te escuchamos,
ja no sale la sonrisa, así que muy bien.
Bueno, aquí a tope a vivirla, ¿eh?
Que no hay otra.
Exacto, exacto.
Yo entraba un poco comentando este tema
de la pérdida de personas queridas,
para recordar un poco este día
que vendrá la semana que viene,
entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre,
sobre todo el 1 de noviembre, ¿no?
Se celebra aquí, hay mucha gente
que acude a los cementerios
para quizás honrar un poco
la memoria de esas personas
que ya no están con nosotros
y creo que un poco era por este camino
por el que querías hablar hoy.
Sí, sí, es un tema que me apasiona.
Además, lo he investigado muchísimo.
¿Sí?
Y, bueno, pues la vida también me ha puesto
en ese tipo de situación,
de perder a seres muy próximos y queridos
en poco tiempo.
O sea, yo en el tiempo de la pandemia
perdí tres personas queridísimas,
muy cercanas a mí.
Y dije, pues venga, este es el momento.
Lila, no te escapas, aquí vamos.
La muerte, está claro que es un hecho
tan enorme, ¿verdad?
Que no es posible pasarlo por alto, ¿eh?
Aunque nosotros intentamos no pensar en ella
a lo largo de la vida.
No porque no valga la pena pensar en ella,
sino porque la idea misma a veces nos aterra, ¿no?
Nos da muchísimo miedo.
Sí, sí.
Y, bueno, pues es que no hay otra.
Yo digo, pues es que lo único cierto
es que nos va a pasar.
Sí, bueno.
Todos los demás lo sabemos.
Sí, pero puede ser un poco aterrador pensarlo, ¿no?
Aterredor o puede dar un poco de respeto, ¿no?
Pensar en el momento en que nos tenga que pasar
individualmente a cada uno.
Claro, sí, sí.
Es algo que le tememos, ¿no?
No todo el mundo, ni a la misma intensidad.
Pero sobre todo cuando a través de esas situaciones
de seres cercanos que se van,
te ponen a prueba y dices,
¡ay, madre mía!
A mí me invita a vivir más, ¿no?
Decir, bueno, pues venga.
Sí.
Mientras me llegue la muerte,
que espero, deseo y declaro
que me pille bailando y gozando,
y no allí en medio muerta.
Prefiero que me pille gozando, ¿no?
Que no metida en un, no sé.
Cada uno como...
Yo creo que es bueno hablar de la muerte
y prepararnos para morir.
Sí, pero ¿de qué manera se puede preparar uno
para pensar en el día en que se vaya?
Que tampoco no lo sabemos.
La vida da muchas vueltas, ¿no?
Y no lo sabemos.
Es muy incierta, pero fíjate que...
Yo no sé tú, yo estaba embarazada
y preparamos el parto.
Madre mía, ¿cómo lo preparamos?
Y más hoy en día, ¿no?
Que tenemos de todo.
Que si el cursito, que si...
¿Cómo nacerá?
Que si lo quiero natural,
que si lo quiero en un hospital,
que si quiero que me pongan epidural,
que si no, que...
Bueno, todo tipo de programas, ¿verdad?
Y de atención.
Entonces, yo estoy preparándome cada día
para morir, cada día.
Sí, de verdad.
Porque fíjate, fíjate,
fíjate que atravesamos momentos durante el día
que son como una muerte.
Y uno de ellos...
Uy, a ver, ¿cómo?
A ver, explícame esto.
Pero es también mi experiencia, ¿no?
Que la muerte no es más que abandonar el cuerpo, ¿verdad?
Punto.
¿Sí?
Y esto lo hacemos cuando soñamos.
O sea, dejamos el cuerpo durante la noche
y yo pienso, pues debe ser lo mismo la muerte.
Y me da una tranquilidad pensar eso.
Claro, pero nuestro subconsciente
sigue estando despierto en ese momento.
Es decir, no desconectamos del todo, ¿no?
Bueno, bueno, es que cuando tú sueñas
no estás en tu cuerpo, estás por ahí.
Que sí, hasta te lo crees.
Sí, sí, sí.
Te levantas y dices, ¡ay, qué pesadilla!
Pues mira, yo tengo esta forma de vivirlo.
¿Sí?
Y espero inspirar a la gente
porque tenemos mucho miedo a la muerte
y también a la vida.
Pues si es que hay que vivirla,
ya no llegará la muerte, ¿no?
¿Para qué preocuparnos?
Lo que sí, lo que sí que nos puede ayudar
es la meditación.
Y a mí la meditación es lo que más me ha dado apoyo
porque yo era, bueno, a terror le tenía la muerte.
Digo, no sé cuándo llegue y qué me pasará
y dónde iré y qué haré, ¿verdad?
Pues gracias a esas experiencias
que he atravesado con mis familiares,
pues me doy cuenta que a mí la meditación
me ha ayudado a perder ese miedo
y tenemos esta capacidad a nuestro alcance.
O sea, es simplemente descansar y relajarte, punto.
¿Y cómo te ayuda la meditación en este aspecto,
a conectar con aspectos como la muerte?
Pues me ayuda porque la meditación
entras en espacios en los que la mente ya no está,
en muchos momentos ya no está,
y tú conectas con esa relajación,
con esa paz y esa tranquilidad de desaparecer.
Seguro que a ti te ha pasado, Mireia,
que desapareces durante el día en muchos momentos.
Desapareces, me refiero,
que yo qué sé, estás con una amiga hablando
y dices, ¡ay, qué intensidad, qué bien estoy,
qué gusto!
Y estás tan relajada o tan...
en una sensación tan agradable,
pues que yo pienso que es algo así.
Digo yo, ¿eh?
Aquí, mi científica de mi mundo interior
y de mis experiencias,
yo quiero dar mucha tranquilidad,
que no debemos tenerle miedo a la muerte,
sino más bien vivir la vida,
vivirla, vivirla a tope,
que me parece que tenemos la obligación,
¿no?, de sacar el máximo provecho del tiempo,
que pasemos con este cuerpo,
este como esté,
y disfrutar y vivirla con totalidad,
la vida.
Ya llegará la muerte, ya llegará.
Y de hecho, cuando llega,
madre mía,
sobre todo, pues, ¿no?,
nos ponemos muy tristes
cuando un ser querido se va.
Claro, y tan, y tan, y tan, y tan.
Al final es una despedida, ¿no?,
es decir adiós a alguien,
porque no lo vamos a tener de la misma forma.
Puede seguir con nosotros
de otras muchas maneras, ¿no?
Sí, eso dicen.
Yo me lo creo.
Yo me lo creo porque tenía experiencias de estas,
de decir, guau, pues está por aquí.
Y me da mucha tranquilidad
saber que nos volvemos a encontrar
y que esto no acaba aquí, ¿no?
Me da mucha tranquilidad.
Y yo siento que sí que es normal
llorar una pérdida de un ser querido,
¿verdad?, porque es natural,
pero deberíamos recordar
que el dolor se debe a nuestra sensación de pérdida
y no tiene nada que ver con el estado
de esa persona que se ha ido, ¿no?,
que se ha ido al otro lado.
Seguro que esa persona está en otro espacio
y que deberíamos tener más empatía
hacia los que se van,
de honrarlos,
de, no sé,
de enviarles amor,
enviarles sentimientos de bienestar
para que allí donde estén,
pues que estén bien.
Y yo creo que es un buen momento,
el 31, el 1 de noviembre,
así lo vivo yo, ¿no?,
poner la velita,
tener las fotos de mis seres queridos
y, bueno, honrarles,
hacer algún homenaje especial,
comer en su nombre, brindar.
¿Estos rituales ayudan?
¿Crees que de alguna forma,
por ejemplo,
ahora me viene a la cabeza México, ¿no?,
que es uno de los países del mundo
donde más se celebra,
más tradición tiene, ¿no?,
más rituales también celebran
y creo que es de las culturas
que más cerca están
de conectar realmente con la muerte
en cuanto a, pues un poco lo que comentas, ¿no?,
conectar, pues, de una forma sana, ¿no?
Sí, sí, sí, sí.
Sí que conozco la tradición mexicana
y también la he practicado.
No obstante, está bien, ¿no?,
es bonita
y yo le añado la meditación
y le añado, pues, ese espacio
en el que puedo serenarme,
calmarme
y desde ese espacio
desde mi corazón vacío
y lleno de energía,
pues, dedicarle algo especial.
Quizás, yo no sé,
cada ser humano tiene un talento,
pues, si eres bueno cantando,
pues, le cantas una canción
o si eres bueno dibujando,
pues, yo le hago un dibujito
o si eres cristiano
o le quieres hacer una oración.
Algo muy...
Yo diría que más que un ritual
que parece como así muy sagrado.
Le haría un homenaje a mi manera,
¿sabes?
Guay, a ella le encantaban
los espaguetis con salmón.
Pues, hoy, espaguetis con salmón
y va por ti.
Te tengo mi corazón.
Seguro que nos volveremos a encontrar.
Espero.
Y si no, pues, bueno.
Tener esta actitud
a mí me ayuda.
No te digo que sea la verdadera.
Yo te digo la que yo practico
y la que me ayuda a estar en paz.
Y, bueno,
practicar también el perdón,
¿no?
Porque muy a menudo
se han ido de repente
y no hemos tenido tiempo
de acompañarles
o de, sobre todo,
en la pandemia.
No sé si les ha pasado
como a mí, ¿no?
Que te dicen
se ha ido
y no lo puedes ni ver.
Y te dicen,
bueno, levanta la caja
que quiero ver si es él, ¿no?
Claro, claro.
Ha sido muy, muy duro,
muy desafiante
y creo que
pues tenemos que practicar
el perdón, ¿no?
Para no sentirnos tan culpables
o heridos
o enfadados
o aún implicados, ¿no?
Con ese ser.
Decir, bueno, pues,
gracias por todo
lo que aprendí contigo.
A mí, ¿sabes qué pasa?
Que como se fueron de repente,
me ayudó a hacerles
cartitas a cada uno.
También puede ayudar, ¿no?
Sí, dicen que también escribir
es muy terapéutico también, ¿no?
Para uno mismo
y también pues para dirigir
unas palabras a esa persona, ¿no?
Aunque no esté.
Qué lindo, es tan bonito
y tan especial, ¿no?
Le dedicas un escrito,
le das las gracias,
también le pides perdón
por si lo has ofendido
o aquello que se quedó ahí, ¿no?
Que no tuviste tiempo
de completar con esa persona.
Pues no sé,
pues me dolió
aquello que me hiciste
y lo escribes, ¿no?
Y luego algo bonito,
algo...
Guau, cuántos momentos
buenos pasamos
o gracias por...
Si es un papá o una mamá,
yo acostumbro decir
gracias por la vida
que me llegó
a través de ti.
Bueno,
hay tantas formas
de recibir a alguien
si no has tenido
la oportunidad
de completar
con esa persona.
Claro.
Para ir terminando,
Lila,
hay una película
que creo que representa
mucho todo esto
del mundo de Disney
y Pixar
que es Coco.
No sé si la has visto,
¿te suena la película?
Sí, ¿no?
Me encanta.
Hay más,
hay más de una.
Mira,
esta es una
que es muy bonita,
de hecho,
no sé si es muy apropiada
para niños pequeños,
es más bien,
¿no?,
para adultos.
Luego hay otra
más reciente
que se llama Soul,
Soul,
Alma,
que también es de Pixar.
Del saxofonista,
¿no?,
del personaje que...
¿La ha visto?
Sí, sí,
también la he visto.
Muy buena.
Y luego hay otra
que nos hace también
romper los esquemas
de cómo vivimos
los adultos,
la muerte,
es nuestro último
verano en Escocia.
Vale.
Excelente.
Esta creo que no la he visto,
¿no?,
pero me la apunto.
Excelente.
Te la recomiendo.
Es una película
que a mí,
bueno,
no voy a hacer spoiler.
Bueno,
no tienes que ver,
es una peli
que cómo tratan
la muerte...
La apuntamos,
la apuntamos.
Sí, sí,
es muy recomendable.
La apuntamos.
Luego mi página web
tengo más,
las podéis mirar
en lalegríadevivir.com.
Eso es.
Hay una opción
que pone películas recomendables
y ahí hay de todo tipo
y sobre todo
las de la muerte.
Perfecto, Lila.
Pues mira,
hablando de esta película
de Coco,
vamos a escuchar
una canción
que es de la banda sonora,
se llama Recuérdame,
es muy bonito, ¿no?
Remember Me.
Es muy bonita.
Y nos vamos
con esta canción,
así que Lila,
de nuevo muchas gracias
por estar aquí con nosotros
y acercarnos la muerte
de una forma
un poco más dulce.
Sí.
Que tengas un buen puente
también
y un feliz día
también de los difuntos
para honrar a esas personas
que no estaban
y hasta próximamente
que nos veamos aquí
en el programa también.
Qué bien,
muchísimas gracias
y muchas bendiciones
sobre todo
para los que lo pasan
tan mal
con este tema.
Yo les envío
un abrazo de corazón.
Eso es,
un abrazo Lila
y hasta pronto.
Hasta pronto,
gracias.
Adiós.
Adiós.
Recuérdame
hoy me tengo que ir
mi amor
recuérdame
no llores
por favor
y no llores
y ya está