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El fotoperiodista Santi Donaire presenta en Rivarranja de Turia este próximo viernes 17 de octubre a las 6 de la tarde y en la Sala del Molí su libro Punto Ciego, una obra que recoge varios años de trabajo en las exhumaciones de fosas comunes de la Guerra Civil y la dictadura en Paterna, uno de los lugares más castigados por la represión franquista. A través de sus imágenes Donaire pone rostro a una herida colectiva que sigue abierta.
Vamos a hablar con él sobre el proceso de creación del libro, sobre su compromiso con la memoria histórica y la importancia de no olvidar. Santi, buenos días. Hola, buenos días, ¿cómo estáis? Muchísimas gracias por atendernos y empezaremos un poco por el principio, si te parece, ¿cómo surge la idea de montar este punto ciego, este libro? Bueno, mira, pues en el 2016, por casualidades de la vida, yo llego a la que ha sido hasta ahora la última búsqueda de Federico García Lorca,
Y ese fue un poco mi enganche tanto personal como profesional, como periodista y como fotógrafo con el tema de la memoria, ¿no? Siempre cuento que el tema de Lorca para mí fue mi despertar, digamos, como persona joven y en ese momento tenía 29 años. Y fue un poco un despertar de darme cuenta de que había una gran historia en este país, una historia muy dolorosa y que ha marcado nuestra identidad, que al menos a mi generación no la habían contado, ¿no?
Y me di cuenta con Lorca, porque de repente vi el duro interés que había político y gubernamental en ese momento por buscar a Federico García Lorca y llegar a la conclusión de que si ni siquiera llamándote Federico García Lorca te buscaban, imagínate si te llamabas Antonio o María. A partir de ahí, en el 2017, parte del equipo de arqueólogos y de forense que participaron en la búsqueda de Lorca pertenecían a la Asociación Arqueoantro, que son de València,
y me llamaron porque iban a empezar a abrir ese lugar tan representativo, tan tenebroso, y creo que representativo tanto del dolor, pero también de la pelea de muchísimos familiares como es Paterna. A mí lo que me pareció y lo que me atrajo desde el primer momento, narrativamente hablando, es que creo que hacía avanzar un poquito el relato, porque el 100% de las víctimas de Paterna
son durante la dictadura. Es decir, que una vez terminado el conflicto bélico, a partir de 1939 hasta 1956. Y esa historia me parece que todavía no la habían contado menos, o que todavía en presentes no la han contado menos. La represión de la dictadura, una represión ya no en caliente, ya en frío, una pena de muerte contra...
contra opositores políticos y me parecía como un punto ciego tanto geográficamente paterna como un punto ciego dentro de nuestro relato histórico. ¿Cómo fue el proceso de trabajo ahí en las fosas? Bueno, yo al final a lo que me he dedicado junto con mi compañero Eloy Ariza ha sido ser...
la sombra de la gente que sabía interpretar la Tierra, de que sabía interpretar los restos humanos y esas imágenes del terror. Nosotros al final venimos allí por una iniciativa de las familias que llevan años no solo buscando, sino también peleándose con la administración para conseguir todos los permisos y dinero administrativo y burocrático. Y una vez que da la luz verde,
bueno, pues se empieza a retirar primero lo que son los memoriales que la familia instalaron en los años 80, 90, una vez el dictador fallecido, y se empieza a retirar los primeros metros de tierra. En Paterna funciona de una manera, la maquinaria de la muerte de la dictadura, por eso era esa maquinaria en frío, digamos, esa pena de muerte, funciona siempre igual, casi 100 fosas, todas una seguida detrás de otra, agujeros
Básicamente muy parecidos, entre dos por dos o tres por tres de diámetro, y en cada una se iban metiendo, digamos, sacas. Sacas eran grupos de personas que asesinaban en un día y probablemente venían siempre de la cárcel modelo de Valencia, pero podían coincidir, por ejemplo, que fuesen casi todos de un municipio, que fuesen de Ribarroja o que fuesen de
de torrent o de silla. Entonces se iban agrupando todo ese grupo de personas, todas esas acá, en las diferentes fosas. Lo que se ha hecho en los últimos ocho años ha sido ir abriendo fosa por fosa, una a una, porque cada una tiene un proyecto y tiene sobre todo un trabajo como muy meticuloso por parte de los antropólogos y de las forenses, de reconstruir un puzzle. Yo creo que uno de los grandes crímenes que tiene asociado las fosas comunes es destruir el individuo y convertirlo en una masa.
por borrar su memoria y su identidad, pero también físicamente por no saber quién es quién. Y el trabajo que viene a hacer este equipo forense de Arqueo Antro es todo lo contrario, es recomponer el puzzle para devolver de la masa al individuo. Santi, comentabas antes de alguna manera el título del libro, Ese punto ciego, supongo que de alguna manera lo que pretendes también es que deje de serlo, darle un poco de luz, dar visibilidad a toda esta cuestión.
Total, y fíjate que para mí, y vuelvo a repetir, que estas dos gafas que yo me pongo que es de joven y de periodista son vitales a la hora de cómo yo me acerco a esta historia. Para mí esto no es una historia de pasado, o no solo es una historia de pasado, obviamente yo quería contar unos crímenes que se cometieron en el pasado y por lo tanto hacer una denuncia y un homenaje, denuncia a los crímenes y homenaje a las personas que fueron asesinadas, pero para mí todo el rato es una herramienta narrativa, pedagógica,
para el presente y para el futuro, sobre todo muy enfocado ya no a mi generación, sobre todo a las nuevas generaciones, porque creo que definitivamente no podemos saber quiénes somos hoy sin saber de dónde venimos en el pasado, sin saber las heridas que nos atraviesan como familia, como barrio, como calle, pero también como sociedad en colectivo, ¿no? Y por lo tanto no podemos avanzar y
Creo que al final una democracia siempre va a ir coja y es muy difícil luchar, defender unos derechos sin saber, sin tener referente y sobre todo mirando al futuro sin saber qué es lo que pasa cuando se pierden los derechos. Yo cuando enseño el libro en colegios, en institutos, la gente joven, muy joven, no conecta quizás con el pasado.
Pero sí puede conectar con el futuro, con decirle que esta es la cara que tiene cuando un régimen totalitario se instala y perdemos nuestros derechos democráticos. Realmente lo que comentas también, la sociedad parece que queramos mirar hacia otro lado. Hay un absoluto muy alto desconocimiento de esta realidad.
Sí, yo, fíjate que el punto ciego tiene varias interpretaciones, pero una de ellas es precisamente cuando vamos conduciendo por un coche, sabemos que hay un ángulo ciego, un punto ciego de los retrovisores que no vemos o que no nos dejan ver. Y yo creo que ahí mi interpretación va un poco por ahí, ¿no? Creo que ha habido deliberadamente una construcción de un relato histórico que ha odiado la parte más dolorosa y la parte más significativa de esta historia, ¿no?
que al final se ha construido un relato de que sí, se vivió una dictadura, pero no se ha bajado al terreno que supuso una dictadura. Y ya no solo hablo de la violencia más explícita, como podría ser que te asesinaran en un pelotón de fusilamiento paterna, sino también toda esa violencia que nunca se ha contabilizado ni que se ha contado. La violencia que sufrieron, la violencia sexual que sufrieron las mujeres, la violencia del señalamiento, del exilio, del tener que dejar tu pueblo
del exilio interno dentro del país, de las zonas rurales, para irte a las zonas industriales, no solo para buscar el trabajo, sino también para buscar el anonimato y evitar la represión. Yo como andaluz, tantísima gente que tuvo que irse para Barcelona, para el Valle Vasco, o que tuvo que dejar el país, o el robo de tierras. Hay una cantidad de delitos, de crímenes que marcan nuestra identidad hoy,
que es realmente complicado saber quiénes somos hoy como país sin tener sobre la mesa qué es lo que sufrimos y lo que vivimos como sociedad en los últimos 80 años. Y hay una negación absoluta, pero creo que ha sido deliberado. Creo que cuando hablas con compañeros franceses y con compañeros alemanes, ellos no lo entienden o nosotros no entendemos a ellos.
y la gran diferencia es que aquí ganaron la guerra. Aquí, digamos, el fascismo ganó la guerra, en Francia o en Alemania ganó la guerra, digamos, la democracia, los aliados, y por lo tanto la gente que peleó contra la dictadura nazi, pues son héroes y tienen flores y llamas eternas en cada pueblo o en cada ciudad. Aquí fue la dictadura la que ganó y tenemos que estar, digamos, 50 años de democracia intentando destruir, digamos, ese relato de la dictadura, que no es una dictadura que trajo...
Bien para muy pocos y mal para la mayoría. En este trabajo de recuperación de la memoria histórica, ¿cuál es el papel que juega la fotografía? Bueno, pues un poco como te comentaba, primero en lo que tiene que ver con el pasado. La historia pasa muy despacio, pero hay un momento de la historia donde parece que el tiempo se acelera.
Y yo creo que la fosa común es uno de esos momentos, ¿no? Es uno de esos momentos donde de repente todo corre más rápido, ¿no? Lo que se ha fraguado durante 80 años de silencio, pues de repente la historia corre. Y yo creo que la fotografía ahí tiene un papel, o al menos yo así lo sentía,
como un papel de documentar un momento histórico, un momento donde la historia resurge, sale como si fuera una especie de volcán y vuelve a verse, a tener una cara visible y creo que hay que documentarla. Pero luego, por otro lado, la fotografía al final construye memoria también.
Y, como te decía antes, esa herramienta de presente y de futuro de decir, oye, esto nos va a servir para que las nuevas generaciones les podamos enseñar ya no lo que pasó en el pasado, sino, por ejemplo, lo que está pasando en Gaza. Las fosas comunes de Gaza hoy tendrán la cara, tendrán el aspecto de las fosas comunes nuestras de hace 80 años.
y sobre todo lo que te decía antes, esa herramienta de poder casi imaginar qué es lo que pasa cuando perdemos la libertad. ¿Qué deseas de alguna manera que sienta la persona que se pone ante tu libro, ante esas imágenes? ¿Con qué actitud crees que tenemos que acercarnos a esas fotos? Yo lo que haría una invitación tanto a las imágenes como en general, con el tema de memoria histórica, memoria democrática, como cada uno quiera llamarlo,
Sé que es difícil y fíjate que yo empatizo con la mayoría de las posturas porque entiendo que se ha construido mucho miedo en este país
y da mucho miedo acercarse de repente. Pero yo lo único que pido es que, como mínimo, nos acerquemos desde el punto de la humanidad. Es decir, yo siempre cuento lo mismo, que quizás desde los ejes ideológicos de izquierda, derecha, de bandos y de todo, es muy difícil acercarse a este papel o que te cuenten algo nuevo. Pero quizás desde la empatía humana, desde alguna de las historias que se cuentan en el libro, que son representativas de tantas otras historias de tantos pueblos,
Si tú ves a Rosa Coscollar o Amparo, que son de Meliana o que son de Oliva o que son de tantos pueblos del país valenciano o de cualquier lugar del país, cuando tú ves que al final lo único que están pretendiendo es que le robaron a sus padres y sobre todo le infligieron una herida en su familia y lo único que quieren es darle un digno descanso a sus padres, fuese quien fuese sus padres, y que descansen tranquilamente y que por lo tanto esta herida familiar que ha ido pasando de generación a generación,
también se cierre. Yo creo que si nos acercamos desde ahí, igual esto es más colectivo, igual esto es más rápido, igual lo entendemos más. Que alguien venga al cementerio y le diga a Rosa que no tiene derecho de buscar a su padre.
Al final, esto va de muchas cosas, pero sobre todo va de una cosa muy sencilla y muy humana. No creo que haya un ritual humano más universal como el de darle una despedida digna a nuestros muertos. Creo que en toda la civilización, en todos los momentos de la historia de este planeta, siempre ha habido un ritual. Y el negarle al ser humano la despedida es una cosa que genera una herida muy fuerte. Y si no, vayámonos a la pandemia, vayámonos al COVID.
Cuando se nos iba nuestra gente y no podíamos ir a despedirla al hospital, no podíamos despedirla a los velatorios, creo que al final la negación del duelo, del luto, es una violación de derechos humanos y creo que al final lo único que estamos intentando es que este país, ya no solo individualmente, sino que este país haga su luto, haga su duelo, cure su herida y por lo tanto pueda avanzar de una manera.
Un proceso sin duda necesario. Santi, ¿qué supone para ti presentar tu trabajo en Ribarroja, un municipio que es vecino de Paterna y en el que desde luego tenemos familiares de personas desaparecidas que seguramente estarán por ahí? Pues mira, y te lo digo muy sinceramente y sin ningún compromiso, para mí Ribarroja siempre ha sido un ejemplo primero de pelea y de defensa con la memoria democrática
y de segundo de grandes amigos, porque siempre que me he acercado a Rivarroja he encontrado no solo los brazos abiertos, sino gente que viene con los deberes de haber hecho, que es gente que ha peleado durante mucho tiempo en pasado presente. Y me consta que en el futuro, y la verdad que a mí me hace muchísima ilusión, porque creo que sin duda, y he estado ocho años trabajando en toda la provincia de València y recorriendo casi todos los municipios, y Rivarroja siempre ha sido para mí un ejemplo y un referente
Así que me hace muchísima ilusión, porque creo que este libro al final una de las cosas que hace es homenajear y devolver el esfuerzo que ha hecho tanta gente, porque a veces cuando no te lo cuentan no eres consciente del esfuerzo que ha hecho la gente. Yo lo que quiero es hacer una especie de homenaje para que tengas un familiar en Paterna o donde sea, o en Villar o en cualquier pueblo de la zona, al final la gente se sienta también homenajeada, representada y orgullosa de lo que han hecho.
Muy bien. Todo esto lo vamos a poder compartir contigo. Recordamos, este viernes, 17 de octubre, a las 6 de la tarde, en la Sala del Molí, invitamos a todas las personas que puedan estar escuchándonos ahora a asistir, a compartir contigo y con el resto de las personas presentes toda esta experiencia y toda esta necesidad que yo creo que existe en la sociedad y a la que debemos dar salida. Santi, muchísimas gracias por atendernos. Nos vemos el viernes. Venga, gracias a vosotros. Un abrazo y un enorme viernes.