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Arxiu/ARXIU 2004/ENTREVISTES 2004/


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Ara passen ja set minuts i mig, en de dos quarts d'una.
Aquí seguim amb tots vostès des del matí de Tarragona Ràdio,
tot parlant de teatre.
Aquesta nit el Metropol obrirà les seves portes
a la representació de l'obra El Público de Federico García Lorca,
a càrrec de la companyia Atalaya.
La companyia, com vostès saben,
havia de representar aquesta obra el passat divendres
a causa de la tragèdia de Madrid dels atemptats a la capital de l'Estat,
com altres activitats de caràcter cultural
i l'UDI que es va decidir suspendre la representació que avui es farà.
Tenim a l'altre costat del fil telefònic el fundador,
el director de l'obra i de la companyia, Ricardo Iniesta.
Ricardo Iniesta, muy buenos días.
Hola, qué tal, buenos días.
¿Cómo estamos?
Muy contento, muy contento por lo que ha pasado en este país.
Muy triste por lo que pasó el 11 de marzo,
pero muy contento por lo que ha pasado el 14 de marzo.
No es la primera vez, ni mucho menos,
que la companyia Atalaya viene a Tarragona y con una obra de Lorca,
pero esta vez venís al teatro con probablemente
la que sea de las obras menos conocidas del poeta andaluz, ¿no?
Pues sí, porque es una obra que precisamente él llevaba bajo el brazo
cuando empezó la guerra.
Él estaba corrigiéndola hasta el final.
Fue la obra, digamos, póstuma suya,
aunque él empezó a escribirla en el 30.
Y él, se puede decir que no la llegó a terminar.
Estuvo ahí a punto de terminarla.
Luego, como en su día la leyó delante de sus amigos y familiares,
le dijeron, está loco,
Federico, esto es una cosa muy difícil y muy comprometida en lo que dice por dentro.
Y entonces la tuvo que, de alguna manera,
dijo que esto dentro de 30 o 40 años será un éxito.
No han pasado 30 o 40, sino que han tenido que pasar muchos más,
casi 70 años desde que la escribió,
para que, de alguna manera, se pueda ver.
Y es una obra que habla de muchas cuestiones actuales.
¿Le ha costado casi esos 70 años que se represente
por la complejidad de llevar la escena?
Sí, bueno, de hecho la representó hace casi 20,
Lluís Pascual, un montaje precioso que hizo.
Es la primera vez que se hacía.
Desde entonces no se ha vuelto a hacer en toda España.
Y sí, requiere, desde luego,
más que dificultad, digamos, para el espectador,
la dificultad es para todos los que estamos en el proceso de trabajo.
Pero luego, yo creo que para el espectador es un disfrute,
como se plantea, ¿no?
Es una obra siempre, todo lo que es, digamos,
más actual, más moderno,
se disfruta mejor que algo que está como anticuado, ¿no?
Lo que pasa que requiere un proceso muy complejo de producción, ¿no?
Son muchísimos personajes.
Y luego no cuenta una historia que sea fácil de principio a final,
sino que lanza una serie de preguntas,
una serie de imágenes,
una serie de sensaciones y de emociones al espectador
que lo van enganchando y penetrando dentro de él.
Pero para eso hay que, desde la escena,
trabajar durante muchos meses para llevarlo adelante.
Y hoy en día, lamentablemente,
el teatro que se suele hacer es un teatro
que se basa en ensayar durante un mes y se acabó, ¿no?
Nosotros hemos tenido que estar con este trabajo,
pues han sido más de seis meses de ensayos, ¿no?
Precisamente eso también es lo que criticaba Lorca, ¿no?
La manera y la utilización que se hacía de una expresión como el teatro
en determinados momentos, ¿no?
Un poco también el que ahora comentabas de la forma de hacer,
en algunos casos, no en todos,
de una representación teatral.
Esta obra, a pesar de que posee los símbolos lorquianos
quizás más conocidos,
¿poco tiene que ver con otras obras de Federico García Lorca
que vosotros también habéis podido poner en escena, ¿verdad?
Sí, nosotros hicimos así que pasen cinco años
que pertenece también al llamado Teatro Imposible
junto con el público y Comedia Sin Título
y sí, son muy diferentes de lo que...
Pero no tienen nada que ver con la Casa de Bernarda Alba,
la Zapatera Prodigiosa, nada de esto.
Ni con la Casa de Bernarda Alba, ni con Boda de Sangre.
Por eso.
Entonces son obras, digamos, más cargadas de tópicos,
obras que han envejecido mucho peor que hoy.
Se nos acaba de colar un so d'un teléfono
que no sabemos exactamente a qué correspon,
pero esperemos recuperar immediatament la comunicación
con Ricardo Iniesta, el director de la compañía Atalaya.
Me pienso que sí, que al poder tornar a tenir
a la altra costada del filtelefón
y que... Ricardo, hola, de nuevo.
Aquí estamos otra vez, porque...
O sea, te manda sonora y todo a la entrevista, ¿eh?
Gracias, gracias, gracias.
Qué bien, qué bien que os lo montáis la gente del teatro.
Gracias, gracias.
No, lo que pasa es que tiene sus problemas en los teléfonos
y yo creo que ahora mismo hay muchas personas
hablándose por teléfono
con todo lo que está pasando en estos últimos días en España
y yo creo que hay estos colapsos telefónicos.
De todas formas, tu voz nos llega perfectamente
y la calidad de sonido es muy buena.
Podemos seguir la conversación ahí donde la habíamos dejado.
Exactamente.
Te decía que sí que tiene muy poco que ver
con las obras más tópicas de Lorca,
La Casa de Bernarda Alba, Bodas de Sangre, Yerma,
que sí que tienen mucha calidad,
pero que son obras que ahora,
viéndolas desde la perspectiva del siglo XXI,
están un tanto viejas, ¿no?
Entonces, lo interesante del público
es que es una obra que yo creo que conforme pasen los años
tendrá mucha más vida, más frescura
y precisamente pues es una obra más abierta
y porque habla de cuestiones más profundas,
más universales y al mismo tiempo más actuales.
Y a Lorca la concebió como una obra más vanguardista,
no sé si por la influencia de su estancia en Nueva York, probablemente, ¿no?
Se alejó un poco de aquel ambiente tan andaluz, tan oscuro,
de estas obras que comentabas ahora.
Sí, efectivamente, sí.
En ese sentido, es más cercano a las vanguardias,
más cercano a lo que se estaba apostando,
el cine, ¿no?
En ese momento él estaba muy influido por el cine,
por el poeta en Nueva York, exactamente.
Una visión más universal, menos aldeana, ¿no?
Menos aldeana o menos cercana a lo que pueda ser
a la tierra suya cerrada de Granada, ¿no?
Entonces, en ese sentido, por eso yo creo que el público
tiene esa perspectiva, es como un caleidoscopio mágico, ¿no?
Lleno de coloridos y de magia y de musicalidad, ¿no?
Y hace que el espectador, allá donde se vea,
pues queda completamente atrapado, ¿no?
Comentabas que Lorca, a través del público,
lanza toda una serie de interrogantes sobre muchas cosas.
Coméntanos algunas de esas preguntas que lanza,
algunos de los temas que plantea.
Sí, sí, perdóname.
Uno de los temas fundamentales de la obra,
además tiene mucho que ver con lo que hemos vivido
en los últimos tiempos en este país,
que es la mentira, ¿no?
La mentira que nos han sometido durante un tiempo,
en los últimos meses, sobre todo en este país,
a todos los españoles, y al final se ha descubierto la verdad, ¿no?
Y ha amanecido un día que la verdad se ha descubierto
y los mentirosos ahora están con sus capas escondidos.
Lo mismo habla Lorca, ¿no?
De esta mentira, ¿no?
De la sociedad que esconde la verdad
y que hay que buscarla,
hay que luchar, el hombre, por buscar la verdad, ¿no?
La verdad en el amor, la verdad en el teatro,
la verdad en la vida, ¿no?
La verdad en el amor, por eso trata la homosexualidad
tanto masculina y femenina con fuerza.
Efectivamente, porque se plantea
que la gente tiene que estar escondida,
que vulgarmente se dice escondido en el armario, ¿no?
Pero tiene que estar escondida
porque hay mucha, en la sociedad,
mucha influencia para que uno tenga que,
no pueda mostrarse realmente como es, ¿no?
Las sociedades pacatas y...
Entonces, hay momentos históricos
como está pasando ahora mismo en España
en que uno, pues, puede decir la verdad
y se reconozca esa verdad, ¿no?
Entonces, eso es un poco lo que Lorca planteaba.
Lorca fue asesinado por ser un hombre de izquierda,
por ser un hombre también por su homosexualidad
y ahora mismo, pues, eso, de alguna manera,
es algo que hay que seguir peleando para poder...
Pero que no es como hace unos años
que uno podía perder la vida por eso a las cuestiones, ¿no?
Ahora mismo es diferente,
la homosexualidad ya está más aceptada
y aunque todavía haya que seguir adelante
y quizás es más importante
el fondo de la lucha
por contra la falsedad.
Eso es algo que sí que está a la orden del día, ¿no?
Eso sí que es algo que cuesta mucho
y también, pues, en el teatro, ¿no?
La lucha del verdadero teatro contra el teatro de la falsedad,
también el teatro del cartón-piedra,
el teatro burgués y cargado de ficción y de mentira, ¿no?
De ficción en el mal sentido del término, no en el bueno.
Entonces, contra eso se pronuncia Lorca
y en el público, de alguna manera,
es una especie de clamor contra esta idea, ¿no?
Hay textos realmente que ponen el vello de punta
por cómo están dichos también
porque, por encima de todo, en el teatro,
como buen arte que es el teatro,
no es solo lo que se cuenta, sino cómo se cuenta
y Lorca tiene unas palabras,
una forma de contar las cosas
que son realmente estremecedoras y emotivas.
A veces los escenarios añoran, ¿no?
La forma de decir el texto con esa contundencia
y con esa pasión que parece que a veces se pierde un poco, ¿no?
Que la echamos a faltar.
El teatro es una obra de arte
y el teatro es el arte de la emoción
y el arte de la comunicación
y no es el arte de reproducir la vida cotidiana tal como es.
Para eso existen otros elementos,
el propio cine o, ya no, digamos,
artes menores que ni siquiera son artes,
como la televisión, ¿no?
Yo creo que el teatro es un arte, un gran arte
y se necesita que el espíritu se eleve,
no se quede menoscabado y banalizado.
Entonces, por eso muchas veces se dice que teatral es algo
para bien o para mal.
Lo cierto es que tiene que tener un trasfondo,
una energía, una metáfora de lo que es la vida,
pero no puede ser aplicada tal como es la vida.
El teatro costumbrista, el teatro naturalista,
pues es un poco un lastre, ¿no?,
para el teatro muchas veces.
Yo no he visto la obra, pero por la información que tengo,
no solamente ese texto de Lorca, dicho como se tiene que decir,
sino que también introducís baile, incluso claqué.
Bueno, sí, hay muchos elementos...
Porque tiene su sentido del humor también la obra.
Sí, sí, no tiene ironía, tiene muchos momentos de ironía,
lo que pasa que es cierto que lo que prima es la emoción,
la emoción y la poesía, ¿no?,
lo onírico y la magia, digamos,
y a veces el misterio, incluso hasta el terror, ¿no?
No es una obra especialmente que, digamos,
que es cómica para nada,
porque sí por momentos hay personajes, digamos, grotescos,
personajes de burla, cargados de burla y de ironía,
que es lo bueno que tiene esta obra,
que tiene una galería de personajes muy ricos,
muy diferentes entre sí,
pero prima, digamos, la magia y la poesía, ¿no?
Ha tenido un gran éxito esta obra que se creó
para celebrar los 20 años de la compañía Atalaya,
quizás ha sido la apuesta más importante
que habéis hecho en los últimos años.
Pues sí, yo creo que en cuanto a números de actores,
desde luego son 11 actores,
es más que ninguna otra obra,
y luego en cuanto también a parafernalia, digamos,
de iluminación,
porque claro, hay un elemento muy importante
que es el colorido y la luminosidad en este texto, ¿no?
y esto hay que hacerlo a través de la iluminación del teatro, ¿no?
Y en ese sentido, pues sí, es la obra más compleja
en cuanto a medios técnicos que hemos llevado a cabo,
sin que se pierda para nada el trabajo del actor,
que en definitiva es lo principal del teatro.
La compañía Atalaya en Cataluña tiene un cartel importantísimo,
es una compañía muy reconocida y, como decíamos,
no es la primera vez que venís a Tarragona.
Pues no, ni espero que sea la última.
Vosotros tampoco, ni esperamos que sea la última.
No, la verdad que...
No, pero sois una compañía muy valorada en Cataluña.
Sí, no, es cierto que nos decían,
nos han dicho varias veces que somos la compañía no catalana,
que más actuamos en Cataluña.
Ha habido incluso años que hemos actuado más en Cataluña
que en Andalucía en algunas ocasiones, ¿no?
Y sí que con diferentes espectáculos,
pues hemos venido y repetido prácticamente,
ya no solamente en Tarragona y en Barcelona,
sino en Girona.
Esta persona se llamaba a Figueres y a Lot,
precisamente con el centenario de Dalí,
que tiene mucho que ver con su realismo, ¿no?
De Lorca.
A Lleida vamos también mucho.
Entonces, la verdad que sí,
que constantemente estamos recorriéndonos cada año
muchas ciudades de Cataluña.
Hay que pensar que Cataluña está en la vanguardia de Europa.
O sea, no hay nada más que ver incluso ahora mismo
lo que ha pasado en estas elecciones, ¿no?
O sea, quiere decir,
¿cuál es la filosofía del catalán
con respecto a lo que puede ser la meseta, ¿no?
La estepa castellana, ¿no?
Entonces, se puede decir que eso tiene que ver también
en el teatro y en la cultura.
Cataluña está en la vanguardia y culturalmente...
Nuestro teatro se entiende, yo creo, en todas partes
y en toda España y en muchísimas partes del extranjero.
Hemos actuado en los últimos años
en más de 200 ciudades de los cinco continentes,
pero no cabe duda que Cataluña se aprecia nuestro trabajo,
la búsqueda de un lenguaje nuevo
y creo que, aunque sea que, aunque sea feo que yo lo diga,
pero la búsqueda de un rigor y de una coherencia en la escena
y al mismo tiempo que la búsqueda de la magia, ¿no?
Y de la emoción en el espectador, ¿no?
Pues el público contemplará al público de Federico García Lorca
en este montaje de la compañía Atalaya,
Ricardo Iniesta, fundador y director de la compañía.
Gracias por atender nuestra llamada.
Hasta pronto.
Muy gracias a vosotros.
Muy buenos días.