logo

Arxiu/ARXIU 2004/ENTREVISTES 2004/


Transcribed podcasts: 1247
Time transcribed: 13d 21h 6m 0s

Unknown channel type

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Y esta vez me quise meter a tocar los temas que no se pueden resolver,
que no tienen forma, como la rutina, tú la puedes aniquilar, no, no hay manera.
El trabajo, el trabajo que parece que es muy bien, hay trabajo, todo va bien, no, no, no.
El trabajo es la causa de todos los males del mundo, es un mal invento esto del trabajo.
Decías que era antinatural.
No es natural, no es natural. ¿Tú viste el espectáculo?
No, no lo vi. A ver si este miércoles nos acercamos.
Vale, vale. Y la muerte, esa estafa que nos han hecho con la muerte y con la forma de vivir ese momento.
Hay todo un yuyo, toda una historia, cuando la muerte es un acto absolutamente natural.
Pero al que nos hacen temerle, al que por temerle nos perdemos de vivir la vida como es.
Y entonces me puse a tocar esos temas.
Al tocar el tema de la muerte, dije, ¡ay, qué trascendente!
No, cuidado, cuidado. Es una cuestión de reírse, de reírnos de la muerte.
El otro día, en un bolo, no me acuerdo si era en Zamboy, donde fue, bueno, acercó un señor que tenía incluso dificultades para caminar, que venía con su hija.
Y dice, bueno, yo estoy enfermo y estoy terminal.
Y hace mucho que no salgo, pero como con usted me he reído tantas veces, he venido.
Y lo que puede llorar de risa en la parte de la muerte, usted no sabe cuánto me ha ayudado y cuánto agradezco que vine a ver esta función.
Me dice, no es tan fácil como usted lo dice, pero lo voy a tener en cuenta, lo voy a tener en cuenta.
Y yo, bueno, le cambié el tema, le hablé de cosas, pero era un señor que, a lo mejor ya no vive, ¿no?
Pero que, uno dice la muerte y crees que ya te estás, les voy a amargar la vida.
¡Qué va! Es muy divertido.
¿Se puede uno reír de todo?
Se debe uno reír de todo lo que pueda.
Y cuando te acostumbras a reírte de todas las contrariedades que te pasen, cuando tienes una contrariedad,
si puedes contar hasta 10 y si te hace falta hasta 60,
pero intentar solucionar el problema con una sonrisa, por más duro que sea,
es más fácil de superar ese problema.
Y cuando no tienes solución, ¿qué otra que reírte?
¿Qué otra que reírte?
Ninguna más.
En todo caso, con el panorama político, social, creo que también tocó algún tema de inmigración.
Bueno, da para reírnos.
Da para reírnos.
Da para reírnos.
Sí, da para reírnos.
Es decir, es otra risa, ¿eh?
Es otra risa.
Son de estos temas que no podemos solucionar como ciudadanos, pero que deberíamos,
porque son problemas que nos ocurren a los ciudadanos.
El problema es que los que elegimos para que nos gestionen y nos resuelvan, lo hacen mal.
Entonces, puedes reírte de cómo lo haces, de cómo lo hacen, porque hay una ministra que da risa,
hay un...
Más de una.
Sí, sí, sí, de cualquier...
Sí, no, pero esta está diseñada para el divertimento.
Y tenemos que reírnos, pero reírse sin pensar es muy malo.
Solo reírnos sirve.
Tenemos que pensar y recapacitar.
Y a partir de ahí, oye, saber elegir.
Estamos hablando también de calidades, del sentido del humor.
Supongo que tú desde siempre, no ahora con este espectáculo, sino toda la vida,
se reivindica la reflexión, también cierto elemento poético detrás.
Pero no te olvides que hoy cualquier persona que se llama humorista, que yo no me llamo así,
porque no sé qué es eso de humorista, se vende como humor reflexivo, humor serio...
Humor inteligente.
Humor inteligente.
Uy, uy, uy, uy.
Eso se dice mucho.
Antes de venderme como inteligente, me cortó la lengua porque se supone que una persona
que actúa en un escenario y que le cobra la entrada a la gente, si no va a hacer algo
inteligente ahí arriba, pues que no lo haga.
Y los que se dicen humor inteligente, pues qué vergüenza, qué vergüenza, porque mínimamente
tenés que exigir que sea inteligente lo que te dan.
Es una tomadura de pelo eso de la inteligencia.
Pero eso no quiere decir que el espectáculo sea intelectual, porque yo no lo soy, pero
yo qué sé, soltar un taco no es nada grave, entra dentro de la cultura.
Enseñar un pecho en la Super Bowl tampoco es grave.
Sí, sí, por eso, mira, yo cancelé mi gira a Los Ángeles porque a veces se enseña un pecho,
¿sabes?
Y entonces si no le quise quitar nada al espectáculo.
Pero vamos por ese camino, ¿eh?
Nuestra política en este país está encaminada hacia ese tipo de moral, hacia ese tipo de costumbre.
Y tan tranquilos, y estamos tan tranquilos, y el Prestige y tan tranquilos, y el GESCARTERA y tan tranquilos,
y la guerra, y tan tranquilos, y tan tranquilos, y a lo mejor va a volver a ganar el PP,
y por lo menos roguemos que no sea por mayoría absoluta, si tienen que ser así, ¿no?
En el caso que se vengan y que les digan oíd mortales, un poco que les marquen el camino.
Sí, pero míoíd mortales, cuidado, no está dicho desde arriba de un pedestal, mirando hacia abajo, no, no, no.
Está hecho mirando a los ojos y a la misma altura, a la misma altura, a la gente que está a la misma altura que yo.
Porque no hay gente más grande y gente más pequeña.
Y mientras todos no nos situemos a la misma altura, nunca sabremos quién es el más grande. Nunca.
Pero, es decir, yo no vengo a sentar cátedras, pero vengo a reflexionar y a divertirnos y a pensar
de cosas que supuestamente le ocurren a un ser tan extraño, raro, como esta señora que parece un tío que soy yo.
Y que no, que sin embargo, todo lo que le afecta, le afecta a cualquier persona de cualquier ciudad del mundo,
si le afecta. Y si no le afecta, a los que generalmente no les afecta ni no sienten nada,
pues ni sienten curiosidad por venir a verme, no.
Entonces ya tenemos la selección hecha de entrada.
Yo creo que sí, yo creo que sí, yo creo que sí.
Una de las cosas, tú decías, no sé qué es esto del humor inteligente,
lo que sí que dicen es que tu generosidad es enorme en el escenario,
pero el público está contigo, no es un monólogo, ni un soliloquio, ni nada, es un diálogo continuo.
Sí, sí. Esto es así, si me preguntaras cómo lo logro, no hay respuesta.
Yo sé hacer eso. Yo sé conectar y a partir de ahí desarrollar unas ideas con un texto que ni está memorizado.
Y por eso trabajo con unos técnicos que me son absolutamente fieles y me conocen y saben por dónde voy,
porque el sentido es el mismo, pero no hay una palabra determinada para que cambie una luz.
porque uno de los riesgos que quise correr siempre es hablar de determinados temas
y que tenemos unas pautas, cuando me voy para allí quiere decir que hay un cambio
y nos entendemos con los técnicos, pero como no está memorizado,
no se sabe si me lo estoy inventando ahí, se me está ocurriendo y eso me gusta,
me gusta que sea así, si lo haces muchos años inevitablemente,
pero por eso yo cada tanto lo voy cambiando, lo voy cambiando, lo voy cambiando, ¿no?
Y a veces parece que no sé por dónde estoy o que me metí en un berenjenal
y es que me metí en un berenjenal y no sé por dónde estoy,
pero no saben si eso no es así o debe ser así y eso me hace más cercano,
es decir, yo no vengo a recitar un texto valioso, porque ni es valioso el texto,
el texto es una porquería, es mío, es mío y como lo hago yo,
la actriz ahí no tiene memoria y lo hace como puede, ¿no?
Y no hay dirección, la dirección, yo eso en el espectáculo también lo cuento,
la dirección es lo peor, es lo peor, porque la dirigí solo
y si yo fuera un buen director me llamarían todas las compañías a dirigir,
pero la actriz que tengo, esta actriz es maravillosa, pasa de dirección, pasa de todo.
Es una diva auténtica.
A mí no me gusta decirle, yo siempre le digo, no, no, te falta mucho,
no llegarás a ninguna parte.
Y no se lo acabe de creer.
No, lo que pasa es que no se lo ha creído nunca,
porque yo le enseñé que el hecho de que te aplaudan mucho, mucho, mucho una noche
no tiene más valor que ese, vivir un momento en el que hay gente
que está reconociendo el trabajo que has hecho.
Cuando te vas de aquí y te vas a lo más importante que el espectáculo,
que es la vida, nadie te aplaude, ¿a quién aplauden por la calle?
A nadie.
Y quien vaya por ahí creído, pues, tiene otros caminos,
se puede ir a la isla de los Amazonas o a esos grandes hermanos,
además, y esa gente que se cree que es alguien porque no sé qué,
pues, tiene en su sitio, tiene en su sitio.