Gràcies.
Muy buenas tardes y bienvenidos a este acto de entrega del Premio Ciudad de Alcalá, Ciudad Patrimonio Mundial.
Tiene la palabra doña Teresa Rada, secretaria del jurado, quien dará lectura.
Gracias.
Alcalde del excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Vocales, excelentísimo señor Santiago Fisas y Aisela, consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid,
en representación de la excelentísima señora doña Esperanza Avirre y Gil de Viedma, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Señor don Gustavo Severín Tijeras, segundo teniente de Alcalde del excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Señora doña Elisa Francisco de Ramírez, concejal de Cultura del excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Señor don Pablo González García, concejal del excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Señor don Francisco Calle Ropero, concejal del excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Señor don Juan Arzuaga, director del equipo de investigación de los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca.
Señor don Martín Almagro Gorbea, anticuario, miembro de la Real Academia de la Historia.
Señor don Álvaro Martínez Novillo, director del Instituto de Patrimonio Histórico Español.
Examinada la memoria elaborada por don Sebastián Rascón Márquez, jefe del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Alcalá de Henares,
de la Candidatura de la Ciudad y Ayuntamiento de Tarragona al Premio de Alcalá de Henares,
Ciudad Patrimonio Mundial 2004, y siendo conscientes del intenso y ejemplar esfuerzo que desde el año 1985 vienen realizando
para la recuperación integral del patrimonio histórico y arqueológico y su integración en el actual tejido urbano,
el jurado, por unanimidad de sus miembros presentes, acuerda conceder a la ciudad y al Ayuntamiento de Tarragona
el Premio Ciudad de Alcalá, Ciudad Patrimonio Mundial 2004.
A continuación tiene la palabra don Sebastián Rascón, director de la Escuela Taller de Arqueología,
que nos presentará a la entidad premiada.
Buenas tardes. Me toca a mí hacer una breve presentación de los méritos de la ciudad de Tarragona
para recibir este premio.
Debo decir que hay tres formas de acercarse a estos méritos tarragonenses que son, creo yo, bastante obvios.
El primero es un acercamiento formal, oficial.
El máximo exponente de este acercamiento formal es el otorgamiento el día 30 de noviembre de 2001
del título de Patrimonio Mundial a 13 de los Monumentos Romanos de Tarragona.
Esto siempre es importante, pero ciertamente es un destello de un brillo mucho más intenso
que está detrás de un trabajo mucho más amplio y realizado.
Hay un segundo acercamiento que es estrictamente visual
y que es evidente para cualquiera que haya estado en Tarragona,
la haya visitado hace 15 o 20 años y la visite otra vez hoy, mañana.
Y que es el espectacular cambio que la ciudad ha ofrecido,
donde unos edificios históricos, unos restos arqueológicos,
que estaban la mayor parte de las veces sumidos en un abandono también relativo,
pero ciertamente considerable, en zonas tremendamente degradadas desde todos los puntos de vista dentro de la ciudad
y comidos por la vegetación y por un crecimiento descontrolado,
pues son ahora espacios plenamente integrados en la ciudad y dotados además para un uso ciudadano.
Y en tercero lo que hay es un acercamiento general, que es el que yo voy a exponer ahora brevísimamente.
Tarragona se ha distinguido desde el año 85 hasta ahora por tres factores verdaderamente espectaculares.
En primer lugar, hay una valoración científica de la arqueología tarragonense.
Yo quiero dejar esto bien claro porque el aspecto científico,
que es el que visualmente menos se percibe en primer momento,
es el que desde luego nos permite tener la base sólida, intelectual,
para después poder hacer otras cosas más complejas.
En segundo lugar, la conservación y la musealización de los restos arqueológicos.
Se han conservado y gran parte de ellos se han musealizado,
se han dejado visitables y forman parte ya del tejido y del paisaje urbano.
Y en tercer lugar, hay gran cantidad de edificios posiblemente conocidos para gran parte de ustedes,
el anfiteatro, el foro, el circo,
que han pasado de ser prácticamente desconocidos o ser zonas muy degradadas a estar totalmente integrados.
Y en tercer lugar, y muy importante también,
la actividad social y económica en torno a la recuperación del patrimonio.
Una de las cosas que Tarragona ha hecho ha sido tener una actividad social,
una generación tremenda de actividad laboral incluso,
a través de mecanismos diversos, de escuelas-taller,
de pequeñas empresas dedicadas a la arqueología,
que poco a poco son las que han permitido hacer efectivo ese trabajo tan complejo
y al mismo tiempo han conseguido que una buena parte de la población viva efectivamente también de la arqueología tarragonense,
tanto en el aspecto de la restauración y de la conservación,
como de otros que se derivan, como es el turismo.
Tarragona tiene magníficos eventos como es Tarraco Viva,
que son auténticas representaciones de reconstrucción histórica,
que están al alcance de cualquiera que quiera ir a verlas
y que sirven para tener un desarrollo turístico armónico con el patrimonio de la ciudad.
Así es que estos son un poco los méritos
y simplemente queda felicitar desde luego a la ciudad de Tarragona,
muy sinceramente, no ya por el premio, que es importante,
sino sobre todo por una labor tan encomiable como la que han hecho.
Gracias.
Gracias.
Señor alcalde, señores y señores, dignísimas autoridades,
señor rector, compañeros de consistorio,
La verdad es que he tenido la suerte en mi vida de ser alcalde de mi ciudad durante 16 años
y, por tanto, la felicitación que yo voy a hacer a Alcalá de Henares
es una felicitación con el corazón,
porque es una de las cosas más importantes que me han sucedido,
que han sucedido en mi ciudad o que he tenido la suerte de vivir,
han sido el nombramiento como Patrimonio Mundial de Tarragona.
Por eso, el hecho de que una ciudad como la suya celebre el sexto aniversario
los ha de llenar de orgullo y de autoestima.
Es importante estar dentro de las listas,
estar dentro de las posibilidades que te da un nombramiento como el de Patrimonio Mundial.
Sé que para los ciudadanos y las ciudadanas,
muchas veces sabe a poco el hecho de que ser Patrimonio Mundial
no comporte soluciones inmediatas para todos y cada uno de los problemas.
Pero la verdad es que, como mínimo, te garantiza,
y garantiza, por tanto, a Alcalá de Henares y a Tarragona,
garantiza el hecho de que estás en el camino correcto,
en el trabajo correcto y en la dirección adecuada para conseguir los objetivos.
Nosotros hemos intentado transformar una ciudad
que efectivamente tenía un patrimonio arqueológico importante.
Hemos dado un salto cualitativo en la gente que visita nuestros monumentos.
El salto ha sido muy importante, las cifras son muy importantes.
Pero, de hecho, cuando alguien, como es el Ayuntamiento de Alcalá
y todos ustedes, la gente, forman la Junta que ha tenido a bien concedernos este honor,
pues bueno, te reconocen los méritos, te llena de orgullo, te llena de satisfacción.
De verdad, de todo corazón, en nombre de la ciudad de Tarragona
y en nombre de Mercé Martorell, la compañera teniente alcalde de Patrimonio,
y en el mío propio, muchísimas gracias a todos. Gracias.
A continuación, tiene la palabra don Javier Hernández,
director general de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Muchas gracias, alcalde. Buenas tardes, alcalde, alcalde de Tarragona.
En primer lugar, quisiera disculpar al consejero de Cultura y Deportes
de la Comunidad de Madrid, que no puede estar presente en este acto,
como hubiera sido su deseo, por múltiples motivos que le vinculan
a Cataluña y a Tarragona.
Pero los presupuestos de la Comunidad de Madrid para el año que viene,
2005, se están debatiendo esta tarde en el Pleno de la Asamblea.
En segundo lugar, quisiera darle enhorabuena al alcalde de Tarragona
y a la ciudad de Tarragona por el galardón, por el premio y el reconocimiento
que le ha otorgado la ciudad, el municipio de Alcalá de Henares.
Están presentes en este acto, por lo tanto, dos ciudades que son patrimonio
de la humanidad. España aglutina hoy en día el mayor número de ciudades
que son patrimonio de la humanidad y hoy están presentes en este acto
alcalde de Henares y la ciudad de Tarragona.
Tarragona, en su momento, supo apostar y hizo una de sus señas de identidad
el patrimonio histórico, el patrimonio arqueológico.
Y fruto a esa apuesta como seña de identidad ha sido que fuera nominada
como ciudad patrimonio de la humanidad.
Ya se ha dicho aquí, es muy difícil compatibilizar lo que es el desarrollo urbano
de una gran ciudad o de un municipio con lo que es la conservación
y preservación del patrimonio histórico.
Tarragona lo ha sabido hacer, Alcalá de Henares lo ha sabido hacer
en colaboración con distintas entidades.
Alcalá de Henares está poniendo en funcionamiento el consorcio
de Alcalá de Henares Patrimonio de la Humanidad,
donde estamos colaborando estrechamente tres instituciones
vinculadas al municipio de Alcalá de Henares,
como son la universidad, como es el ayuntamiento
y como es la Comunidad de Madrid.
En la Comunidad de Madrid estamos haciendo una apuesta inequívoca
en favor de la conservación y restauración del patrimonio histórico
de la Comunidad de Madrid, en que la presidenta de la Comunidad,
doña Esperanza Aguirre, ha manifestado en su programa de gobierno
tres líneas básicas de actuación.
Por un lado está la protección de ese patrimonio histórico,
por otro lado está la conservación y restauración del mismo
y por otro lado está la difusión del patrimonio.
Creemos que es fundamental difundir y dar a conocer, promocionar,
divulgar el patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid,
de los pueblos que componen la Comunidad de Madrid,
como ya lo han hecho otras comunidades y otras ciudades de España.
Y para dar cumplimiento a esta apuesta inequívoca
que se base en estos tres principios fundamentales,
existe también una apuesta inequívoca por parte de la presidenta
de poner en funcionamiento en la Comunidad de Madrid el 1% cultural
que está consagrado en nuestra ley de patrimonio histórico,
pero que hasta ahora no se había puesto en funcionamiento.
El año que viene imagino que se pondrá en vigor ese 1% cultural
y podremos coadyuvar todavía aún más, si cabe,
a esa conservación, a esa restauración y a esa preservación del patrimonio histórico.
No tengo más que añadir, nada más que dar muchas gracias
al Ayuntamiento y a la Universidad
por la colaboración que viene prestando con la Comunidad de Madrid
y reiterar mi felicitación al Ayuntamiento de Tarragona
y a la Ciudad de Tarragona por este premio galardón
tan brillantemente merecido.
Muchas gracias.
Muchas gracias, Javier.
A continuación tiene la palabra nuestro rector Virgilio Zapatera.
Excelentísimo, señores alcaldes de Alcalá, de Tarragona,
de Coslada, concejales, amigas y amigos todos.
Nada más que unas palabras para felicitar
a un viejo amigo que me acabo de encontrar
después de muchos años, el alcalde de Tarragona.
Es una satisfacción para mí que nos encontremos
y además que nos encontremos en una ocasión tan agradable
como es la entrega de un premio, el premio de Ciudad de Alcalá,
patrimonio de la humanidad,
a una ciudad hermana, una ciudad como Tarragona.
Decía el señor alcalde de Tarragona
que a veces los ciudadanos no se dan mucha cuenta
de lo que significa o la importancia que puede tener
la concesión del premio
o la distinción de patrimonio de la humanidad.
Yo creo que para cualquier ciudad
o para cualquier universidad,
nosotros tenemos la suerte de ser
la segunda universidad del mundo
que es patrimonio de la humanidad
y nos llena de orgullo.
Yo creo que para cualquiera de nosotros
ser patrimonio de la humanidad
significa por lo menos, en primer lugar,
una distinción.
O sea, una distinción por lo que se ha hecho.
Decía Don Quijote,
y tenemos que citar a Don Quijote,
en estas vísperas del cuarto centenario,
la primera edición,
le decía,
Sábetes, Sancho, amigo,
que nadie es más que otro
si no hace más que otro.
Y es evidente que hay instituciones
que hacen más que otras
y por eso es por lo que se las distingue.
Y en este sentido,
la denominación patrimonio de la humanidad
es una distinción.
Es decir, que hay algunas ciudades
que hacen más que otra
y por sus obras hay que juzgarlas,
no por lo que se dice,
sino por lo que hacen.
Es pues una distinción.
Y es también, yo creo,
que el título de patrimonio de la humanidad
es también un modelo,
es una referencia.
Toda distinción lo que nos viene a decir
cuando distinguimos a alguien
es sencillamente que es alguien
digna de admiración
o lo que es lo mismo, de emulación.
Es decir, que nos gustaría
que cada vez hubiera más ciudades
en nuestro país, en España,
en la Comunidad de Madrid, en Cataluña,
que hubiera cada vez más ciudades
que fueran patrimonio de la humanidad,
porque potencial lo tienen
y lo tenemos todas nuestras ciudades.
Y en este sentido,
Tarragona es ya un espejo,
lo mismo que Alcalá,
en el que se pueden mirar otras ciudades.
Y yo creo, por último,
que también esto es un compromiso.
Un compromiso porque la distinción
de patrimonio de la humanidad
no solamente es un premio
por lo que has hecho,
sino también es un compromiso
por lo que vas a hacer.
Ahí no se termina
toda nuestra gestión
y todos nuestros deberes
como titulares
de patrimonio de la humanidad,
sino que a partir de ahí
tenemos que asumir el compromiso
que estas ciudades
y estas instituciones
tenemos algo importante que hacer,
que es una especie de justicia
intergeneracional.
Y tenemos que entregar
a nuestros hijos
y entregar a nuestros nietos
y a los que no sucedan
un patrimonio mucho más rico
del que hemos recibido.
Y en este sentido,
señor alcalde Tarragona
puede estar orgulloso
porque le va a dejar
a sus sucesores
el día que,
que espero que sea
dentro de mucho tiempo,
el día que usted
deje la alcaldía,
le va a dejar a ustedes
una ciudad
mucho mejor seguramente
que la que ha recibido.
Y en ese sentido
ha contribuido
a mejorar su ciudad.
Y esto es lo que le quería decir,
nada más que darle las gracias,
decirle que este título
a nosotros nos ha servido de mucho.
Nos ha servido para animarnos,
nos ha servido primero
para saber que estábamos
en el buen camino
y nos ha servido también
para comprometernos
en mejorar cada día más
nuestra ciudad
o en mi caso como rector
nuestra universidad.
Enhorabuena, señor alcalde,
y me alegro de volverle a encontrar
después de muchos años.
Querido rector,
querido Javier,
director general de Patrimonio
de la Comunidad Autónoma de Madrid,
Gracias.
Gracias.