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Arxiu/ARXIU 2004/ENTREVISTES 2004/


Transcribed podcasts: 1247
Time transcribed: 13d 21h 6m 0s

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Tres minuts serà un quart de dues.
Estem en la recta final del matí de Tarragona Ràdio.
I Déu-n'hi-do, eh? Quina recta final.
Com els comentàvem, ja des del temps de sumari,
amb la projecció de la pel·lícula Rojo Sangre,
aquesta tarda s'inicia aquest any del cinema
de la Universitat Rovira i Virgili.
Ens acompanya Pedro Nogales de l'Aula de Cinema de l'ORB.
Pedro, molt bon dia.
Hola, buenos dias.
Però el Pedro no ve sol.
L'he acompanyat i, mira, se m'omple la boca de dir-ho,
amb tota una estrella.
Molt nascit, molt bon dia.
Buenos dias.
Yo le di Polnaci perquè el seu nom autèntic,
aquel de Bateig, aquel de Bautizo, que se decía...
Yo no sé si se lo conocerà a mucha gente, a usted.
A mí?
Su nombre, su nombre de Bautizo.
Mi nombre real, mi nombre...
Pues no lo conocen, lo conocen menos que Polnaci, desde luego.
Pero bueno, sí, porque como yo firmo como director,
como Jacinto Molina y como guionista,
también firmo como Jacinto Molina,
porque claro, si yo firmara como Polnaci todo,
me tendría que preparar, ¿no?
Juan Palombo, yo me lo fui, yo me lo como.
Esto prefiero que se pien, ya no,
ya la gente está avisada y sabe que soy el mismo,
pero bueno.
A ver, lo de esta tarde es muy importante,
porque proyectar una película
y después tener la posibilidad
de aquello que hacemos un poco con los amigos
cuando vamos al cine,
poder hablar con uno de los protagonistas,
una persona que estaba tan vinculada
y que encima tiene un bagaje importantísimo
en el mundo del cine,
pues es algo importante,
y más que sea en el marco de una universidad,
¿no le parece?
Sí, bueno, yo debo decir que afortunadamente,
pues he sido, he estado invitado por muchas universidades,
incluso fuera de España, ¿no?
Y hablando a veces de temas que no eran solamente
el cine de terror,
pues he hablado de temas sociales,
la última charla que tuve fue el tema de la violencia,
¿no?
Pero ahora, pero naturalmente en el cine
me encuentro un pez en el agua
y la universidad es un marco espléndido, ¿no?
Yo espero que esta película,
que dice tantas cosas
y que hay que ver muy entre líneas
en gente tan preparada como los universitarios,
pues tenga su eco
y que puedan disfrutar con ella, ¿no?
Rojo Sangre, hablaremos de la película,
no es la última película que he hecho,
porque la última, de hecho,
se ha presentado ahora en Sitges.
Sí, se ha presentado y se llama Rottweiler,
es una película estupenda,
la he visto y me he quedado sorprendido
de lo bien que le ha quedado ahora ya en Yuzna,
yo creo que es su mejor película,
y es una nueva versión del perro,
de la novela de Vázquez Figueroa,
pero en lugar de ser un perro
normal como era en la novela de Vázquez Figueroa,
aunque el guión también es de él,
el perro aquí es un perro shibor,
es decir, es una especie de Robocop canino,
y es el que he convertido en un asesino
que manejo yo,
que manejo mi personaje,
que se llama Kufar.
Entonces la película es la historia
de la crueldad del ser humano
cuando persigue a otro ser humano,
esa es la historia de la película.
Bueno, no voy a contar más cosas.
No, hombre, no,
es pecado mortal, es pecado.
Pero bueno, está muy bien la película
y estoy muy satisfecho,
y sobre todo el perro que se llama Zeus,
con el que ya he trabajado,
porque en Rojo Sangre también sale,
solo que en Rojo Sangre hace un cameo,
pero aquí es el protagonista,
el coprotagonista,
pues es un estupendo actor.
Más de 150 películas ha participado.
No, no, 130 y una.
Es que he hecho de extra
en muchas películas de esas
de la historia del cine también.
Bueno, hice aquello,
fue un divertimento.
Bueno, pero eso también cuela en el currículo.
No lo necesita.
Sí, no, bueno.
Pero queda muy bien.
Yo era entonces estudiante de arquitectura
y me dedicaba al deporte intensamente,
era campeón de halterofilia,
era un deportista de élite
que competía en campeonatos del mundo,
de Europa, etcétera,
y no tenía demasiado tiempo para el cine.
Pero ocurrió que un verano,
me quedé en Madrid estudiando una asignatura
que me había quedado pendiente
y vi en el periódico
que querían gente para Rey de Reyes,
la película de Nicolás Ray,
y que fuera gente preparada
y que si había alguna frase en inglés
la pudiera decir, etcétera,
y que fueran fuertes,
más o menos musculosos, ¿no?
Entonces yo me presenté
y bueno, me pasé un verano espléndido.
A mí sabe que me da mucha envidia
porque yo he visto aquí
que también participó con Moexter
en 55 Días en Pequí.
Sí, bueno.
Y esa sí que me da una envidia de la verde.
Ahí vestido de chino.
De chino le toco.
Pero bueno, eran cosas de...
Eran locuras juveniles, ¿no?
Era muy divertido aquello.
Pero también debo decir
que aquellas primeras experiencias
en las que yo era tan joven
y empezaba a conocer
el mundo del cine por dentro,
porque además tuve suerte
cuando dirigí,
cuando, perdón,
cuando interví en Rey de Reyes,
me hice amigo
de las dos figuras máximas de la película.
Una cosa casual.
Y dejé de comer en el comedor
del personal de la película
para comer en la élite
con el director que era Nicolás Ray
y con el protagonista,
Jeffrey Hunter.
Fue una amistad curiosa
que además duró, ¿no?
Y luego también hice otra más
que dirigió Luis Lucia
donde yo,
en mi ignorancia supina del cine,
una noche que tenía mucho frío
y estaba ya harto de hacer de mongol,
hacía de un caudillo mongol
y lanzaba jabalinas y luchaba.
A mí se eran muy malos en esa película, ¿no?
Sí, sí.
Bueno, la película
era El príncipe encadenado.
¿A la del príncipe?
Creí que decía 55 días.
No, no, la situación pequeña era...
Que ahí todos los chinos eran malos en esa película.
Sí, eran muy malos.
Pues yo me cansé y me marché del rodaje
y lógicamente tenía récord.
Y yo cuando me llaman a mi casa
desesperados,
los que era ayudante de dirección,
pues, ¿estás vuelto loco?
¿Cómo puedes abandonar la película?
Pero tienes récord.
Digo, ¿y eso del récord qué es?
O sea, que ese...
Ese era mi conocimiento entonces
de lo que era el cine, ¿no?
Pues fue eso, un divertimento,
pero bueno, está ahí.
Y además, en Estados Unidos
que te diseccionan todo,
pues saben que luego hice una película
con Boris Karloff,
que eso poca gente lo sabía en España,
pero sí, allá como actor.
Le llamaban el Boris Karloff español, ¿verdad?
Sí, me han llamado el hombre de las mil caras,
el Boris Karloff español,
Lon Chani español,
me han llamado de muchas maneras.
Pero bueno, aquello fue una experiencia muy divertida
y me hizo...
Pero que lo que me refería es eso,
que los americanos,
como son tan...
Estudian todo con esa minuciosidad,
pues también figuran
55 días en Pekín,
Rey de Reyes
y El Príncipe Cadenado
como películas de mi filmografía.
Esto como extra luego...
Aunque fue brevísimo lo que yo hice ahí, ¿no?
Comentaba que estudiaba arquitectura,
pero he dicho que usted
se licenció en exactas.
Sí, sí, en Zaragoza.
Se dedicaba a la pterofilia.
Usted es un personaje también de película,
probablemente, ¿no?
Porque vamos,
en principio no hay una relación
o una consecuencia clara,
una cosa de la otra.
No, no la hay, no.
Desde luego,
las ciencias exactas con el cine
tienen poco a ver.
Muy poquito.
Y de no ser ya
en el terreno técnico, ¿no?
Sobre todo en producción,
que nunca salen los números, ¿no?
Sí, sí.
Y luego,
la halterofilia,
tampoco.
La halterofilia,
que era un buen levantador de pesas,
pues no me iba a poner
el levantador de pesas
en las películas, ¿no?
Hombre, venía bien
como cuando tenía películas de acción
y cuando he interpretado
a personajes tan extremados
como el Hombre Lobo,
pues evidentemente
me viene muy bien
haber sido estar fuerte
y estar ágil,
estar bien, ¿no?
Pero nada más.
Y luego, bueno,
hay otra actividad mía
que fue la pintura y el dibujo
porque yo tuve el honor,
digo que creo que es un honor,
de haber hecho las carpetas,
de haber dibujado las carpetas
de Elvis Presley,
de Virgil y de Franky Lane
para su lanzamiento en España.
Y además de eso
hice todos los clásicos de Eka
y hubo incluso una época
en que pensé
que lo mío era la pintura.
Pero luego, pues bueno,
me di cuenta de que no,
de que era el cine.
Pero claro,
eso fue bastante tarde,
o sea,
cuando ya me decidí
era tarde ya bastante.
Pedro nos va a perdonar
porque como lo tenemos
todo el año, ¿verdad?
Pedro,
estamos abusando
de esta falta de cortesía
que estamos teniendo con él
y aprovechando
todos los minutos
que tenemos con Paul Nachi.
Yo le tengo que confesar
que cuando tenía
una edad más impresionable,
había visto alguna
de sus películas,
lógicamente,
porque además
tenían un éxito tremendo.
Y cuando posteriormente
se le hacía alguna entrevista,
como podemos estar así,
yo decía,
no es posible.
¿Qué es ese bicho?
Porque no podía ser otra cosa
que me da tanto pánico,
tanto miedo,
sea una persona tan afable,
tan amable.
Esto le ha debido pasar mucho
a lo largo de su carrera.
La imagen que ha proyectado
sus personajes
y luego usted
en su trato cotidiano,
que es una persona,
pues ya lo estamos comprobando,
¿no?
Sí que es cierto.
Yo tengo varias anécdotas,
podría contar muchas,
pero voy a contar una.
Iba a entrar en un cine
que se estrenaba
en una película mía
y había un grupo
de chicas jovencitas
en una de las filas detrás
y cuando me vieron
se abrieron corriendo
y pegando a gritos.
¿Qué es él?
¿Qué es él?
Y digo,
pero bueno chicas,
que no lo voy a comer.
Que no hago nada más.
No, pero sí que es un...
Ahora,
también en muchas películas
he hecho personajes positivos
y buenos, ¿no?
Pues desde un periodista
buena gente,
desde que investiga
un caso de asesinato,
la famosa caso
de la transexual
que murió
de Lorena Capelli,
es algo del periodista
que interpreta
cómo ocurrió
todo aquel manejo
de los médicos,
de cómo estaba corrompido
todo aquello
en aquellos tiempos
y era un personaje
muy positivo
y luego hecho
hasta de padre afable
en Mi amigo el vagabundo
y hecho de,
en fin,
de director de periódico,
pero director de periódico bueno.
Es que empiezo a recordar
y hay muchísimos personajes
de hecho de agente,
de agente de la policía,
pero de inspector de policía
bueno y o sea,
y de muchos más personajes
que sería muy largo de explicar.
Pero la verdad es que sí,
que estos personajes
extremados de maldad
me han marcado un poquito.
Hombre,
no es por nada
pero son los que realmente
le han dado más popularidad.
Y además a mí
los malos
me parecen muy agradecidos siempre.
Tienen más matices los malos.
Los malos tienen mucha garra.
Los buenos una vez
han hecho su buena obra
ya se acaban ahí.
Sí,
y además
el malo siempre,
hombre,
cuando el malo
tiene lucimiento,
cuando es un personaje
que te puedes...
Un malo listo.
Sí,
no,
lucimiento me refiero
dentro de la película
cuando realmente
tienes oportunidad
de demostrar
lo que puedes hacer.
Yo ahora podría citar
cantidad de malos ilustres,
y luego hay actores
que lo han hecho todo
pero que pueden hacer lo mismo.
Un galán estupendo
que un malo súper perverso.
El caso de Al Pacino,
por ejemplo,
de Robert De Niro
o del mismo Gregory Peck
que de repente
hizo una película
en la Dura del Sol
donde hacía uno de los villanos
más inolvidables
de la historia del cine
y muchos más
que son larguísimas la lista.
Y yo creo que es un poco mi caso
en el sentido
de que yo puedo hacer
cualquier otro papel
que no sea precisamente
el del villano.
Tiene muchos registros.
Ahora,
por ejemplo,
incluso en la película
Rojo sangre,
como mucha gente me ha dicho
a cada la gente
por tener una empatia
con un asesino en serie
como es Pablo Tevenet
porque lo que le pasa
a este hombre
también es que para verlo.
Esa que se proyecta
esta tarde,
Rojo sangre.
Y es una película
muy actual.
Sí, sí, es muy actual.
Y estamos hablando
de un análisis
como muy cruzante
de estos personajillos famosos
que hay ahora
en los medios.
Se dice en algunos medios
que es una autobiografía
que precisamente
lo hemos estado hablando
y no es una autobiografía.
Cuando lees la sinopsis
lo primero que se te ocurre
es pensar que es autobiográfico.
Pues no es autobiográfico.
Lo que pasa es que sí que es cierto
que muchas de las experiencias
que expongo en la película
son experiencias
que yo he vivido,
que yo he visto,
las he visto
y he estado presente
en muchas de las cosas.
He visto la crueldad
con que a veces
se trata a cierta gente
cuando ya no son lo que eran,
si están, por ejemplo,
ya un poquillo
en el terreno descendente,
cómo se trata de cruel,
con que tal crueldad,
la arrogancia
de muchos directores jóvenes,
esto lo estoy viviendo a diario,
lo veo
y sí que hay algunos trozos
puntuales en la película
que son experiencias propias,
pero en general no.
En general son experiencias de otros
y de hecho esta película
se me ocurrió el argumento,
al margen ya del bombardeo
de los programas estos terribles,
el argumento se me ocurrió
cuando conocí a un actor
que por ética no puedo decir el nombre,
que me dijo
en el Círculo de Villas Artes de Madrid
que está pasándolo muy mal,
está muy mal
y ha sido un actor bastante conocido
y me dijo que él vendería
su alma al diablo
porque a toda esta gente
que le quita el trabajo
y que a él no le reconoce nada
cuando dice
actores que no son actores,
presentadores que no son presentadores,
periodistas que no son periodistas,
esto es un drama
y yo me lo he currado,
que he empezado desde el principio
en el teatro que está con
¿aquí me ves?
Me dijo yo vendría
y además todo esto
entonces aquí me dio la idea,
me digo hombre pues
mira entre lo que yo pienso
y lo que me dice este
ya tengo el argumento
y después salió el rojo sangre.
Por lo tanto es
un poquito llamar la atención
sobre esta situación.
Sí, sobre esta situación.
En un momento que la juventud
también está sobrevalorada
y más en esta profesión, ¿no?
Sí, sí, sí.
Yo pienso que hay una especie
de enorme boom
que además yo cuando muchas veces digo
bueno, pero toda esta gente
que son niños,
que son adolescentes
y que están ahora
de protagonistas en series y tal,
¿qué va a ocurrir
si cuando cumplan 40 años
ya no les llama nadie?
Porque esto puede ocurrir.
Pero igual con 30 ya no les llaman
porque habrá otros
con 17, 18 que ocupan su lugar, ¿no?
A ver qué hacen.
Sin una carrera,
sin un trabajo,
sin un estudio,
sin nada de nada.
Es para cuando los padres
se lo tengan que pensar.
Los padres se lo debían de pensar muy bien, ¿eh?
Y además no hay tanto trabajo
como para tanta gente.
Y de hecho muchos,
yo por ejemplo
a lo largo de mi trayectoria
que es ya muy larga,
yo en este momento
empezaría a citar nombres
de gente que ya no está.
No está ya en el cine.
Digo, ¿y qué habrá sido de ellos?
Y en su momento tuvieron...
Gente importante.
Porque esto es muy cruel,
esto es muy duro
y creo que Rojo Sangre
retrata bastante bien
la dureza de esta profesión, ¿no?
Y qué suerte
que la podemos ver
y después comentarla
con un público
en buena parte joven,
¿verdad, Pedro?
Y que esto también
pues era interesante
para seguir
la línea conductora
de la película.
Bueno, ahora por ejemplo
yo en Sitges
he tenido la suerte
de que estaba lleno
de gente joven.
Porque ahora es un festival
donde...
Ha estado muy bien este año, ¿no?
Este año ha estado perfecto.
Ha estado de fábula
y además yo he tenido
la enorme suerte
de que este año
me han dado
la máquina del tiempo
en la mejor edición
del festival, ¿no?
El festival que según
me han dicho los organizadores
pues ha subido
en un 32%,
que es una barbaridad.
Sí, sí, en las últimas ediciones
un festival que ha resultado.
Y han pasado 80.000 personas
por el festival.
Y ha habido unas personalidades
hasta John Sumacher,
se ha hecho la premier mundial
del Fantasma de la Ópera,
ha estado Weber,
ha estado John Landis,
en fin,
ha estado Guillermo del Toro.
¿Le gusta el cine oriental
este que se lleva ahora?
Bueno, yo no es que me guste,
es que hay que tener en cuenta
yo he trabajado seis años
en el cine japonés.
Entonces lo que ahora
es una moda,
usted hace tiempo que lo conoce.
Bueno, yo fui el que hizo
después de un tiempo
de estar en el cine japonés
alejado del cine fantástico.
Yo hice en Japón
con Shigeru Amachi
en concursión con Toshiro Mifune,
hice la primera película
fantaterrorífica
de la historia de Japón
después de una etapa pasada,
después de todas aquellas películas
como Ori Baba
y todas las tan famosas, ¿no?
Y entonces con un estilo
de cine completamente diferente
al que ellos habitualmente hacían.
Entonces hice
El carnaval de las bestias,
La bestia y la espada mágica,
fue una serie de películas
que marcaron su época en Japón
y que después,
cuando yo ya me marché de ese país,
después de seis años,
casi siete años
de trabajar con ellos,
me marché,
me di cuenta
de que empezó el boom.
¿Qué pasa ahora?
Que de repente voy a un festival
y me encuentro con un director japonés
que bueno,
que conmigo empieza,
pues claro,
dar unos...
porque me conoce
de la época aquella, ¿no?
Pero sí, sí que me gusta
el cine oriental
cuando es bueno, ¿no?
Porque también se cuelan cosas
que son muy flojitas.
Si algún amante del cine
muy joven
no sabía quién era Paul Natchie
después de escuchar
esta breve conversación,
yo creo que ya se hace una idea
de la dimensión del personaje
que inaugura este año del cine,
¿no, Pedro?
Y si no,
pues puede venir...
Esta tarde.
Yo la verdad es que me quedo
con ganas de continuar hablando,
pero van a venir
los de los servicios informativos,
nos van a echar
y yo seguiría,
en todo caso,
seguiremos,
haremos un intermedio
para comer,
luego iremos a la Facultad
de Ciencias Jurídicas
a las cinco y media,
veremos la película
y después pasaremos
al coloquio.
Le aseguro que ha estado
un placer,
aquí ha sido un placer
y un privilegio conversar
y hablar de cine,
sobre todo,
porque hablar de cine
también es un poco
hablar de la vida, ¿no?
Sí, es hablar de la vida
y hablar de la imaginación
y hablar de las fantasías
de los humanos
y pues muchas gracias.
Muchísimas gracias
y hasta siempre.
Gracias.