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Ernesto Cardenal, buenos días.
Buenos días.
Buenos días y bienvenido.
Muchas gracias.
Ángel Juárez también, buenos días.
Buenos días, buen día.
Ángel, supongo que es un honor, un privilegio incluso para vuestra entidad
tener al exministro de Cultura de Nicaragua, de la época sandinista, aquí en Tarragona, ¿no?
Sin duda alguna, es un personaje, bueno, no en Nicaragua, en todo el mundo, ¿no?
Por toda la historia que tiene en su vida ya, recorrida,
y por todo lo que puede dar todavía, que está dando y que sigue dando,
que es una persona muy polémica y una persona que además es consejera de muchas cosas
y con una clarividencia y una claridad a la hora de hacer análisis,
no solamente de su país, sino de otras cosas que están pasando en el mundo que da envidia.
¿Por qué Mediterránea le da este año este reconocimiento internacional a Ernesto Cardenal?
Pues por dos motivos.
Uno, porque es presidente de una fundación de la ONG, de la PDS,
que es las islas, son 36 islas, creo recordar, 37,
de que se llama el arcipiélago de Solentiname en Nicaragua
y que hace ya tres años que estamos haciendo pequeñas cosas,
que estamos colaborando en mi tren allí, en pequeños proyectos,
allí en Mancarrón y algunas islas.
y es precisamente, fue párroco de esas islas y es casi el alma de todas las islas
y está haciendo una labor conjuntamente con el equipo y con el que acompaña,
con Bosco, con Esperanza y con un equipo que tiene, la verdad que es fantástico,
la labor de revitalizar aquellas islas, dinamizarla y subir la calidad de vida, etc.
y que a la vez que se mantengan como tienen que estar,
pues siendo una biodiversidad envidiable también.
Y a la vez coincide que no es solo el presidente de la fundación
ni la labor que está haciendo por la naturaleza,
sino que además todo el recorrido de toda su vida entera que tiene Ernesto Cardenal,
todo lo que es que aquí estaríamos horas y horas hablando de toda su vivencia,
el autor de cantidad de hechos que han ocurrido.
Entonces, se reconoce las dos cosas.
Primero, la labor sobre el medio ambiente y lo que está en pos de la naturaleza
y de la ecología en Nicaragua y sobre todo en la isla de Solentíname
y segundo también por todo el recorrido en favor de la paz,
en favor de, vuelvo a decir, la naturaleza,
en favor de la igualdad y la solidaridad en el mundo.
O sea, las dos cosas.
Señor Ernesto Cardenal, ¿qué le parece este reconocimiento
que le hacen aquí en Tarragona, en España?
Bueno, yo estoy muy agradecido por estas palabras de Ángel Juárez
y también muy agradecido a Mediterránea y el que me hayan traído aquí
y se me haga este homenaje, que no es a mí a quien hay que hacerlo,
sino a la gente que ha trabajado conmigo durante muchos años.
Aquí junto conmigo está Bosco Centeno, que es el vicepresidente de la asociación
de la que a mí me toca ser presidente.
Y también él fue jefe militar de la zona en la Revolución Sandinista.
Él fue guerrillero de los que con las armas derrocaron la dictadura
de casi medio siglo de la familia Somoza.
Fue una dinastía de Somoza que fue derrocada por la Revolución
y Bosco fue de los que lograron el triunfo.
Y después el gobierno revolucionario lo nombró jefe de toda la zona.
Jefe militar, ex-colonel, ahora está retirado a la vida civil
y trabajando conmigo en Solentiname.
Entonces, el homenaje es a ellos, a todos,
Bosco que está aquí presente conmigo y su esposa,
que también es la que dirige la educación en esas islas de Solentiname.
Y también, pues, todos los demás.
Y los campesinos de Solentiname, que son también los que han hecho la labor
que le ha dado fama a la chipélago de Solentiname.
Una fama hasta un poco exagerada, casi exageración y casi mito
que se ha hecho de Solentiname.
Pero el lugar es muy bello.
Es una preciosidad también ecológica que hay que preservar.
Y también allí se ha producido mucho arte de los campesinos.
Pintura primitiva, artesanía, poesía, teología también de los campesinos,
de la liberación.
En fin, Ernesto Cardenal es una figura tan polifacética
que podríamos hablar con él horas y horas.
Lo haremos durante unos minutos desde diferentes perspectivas.
Seguramente la figura de Ernesto Cardenal,
la más conocida es su faceta como político,
como ministro de la Revolución Sandinista, ministro de Cultura.
Con la perspectiva del tiempo, señor Cardenal,
¿cómo analiza aquella revolución y lo que se consiguió
en aquella época, en aquellos años en su país?
Pues fue una revolución muy bella.
Yo diría que para nosotros ha sido la mejor del mundo.
Y aprovechando los éxitos y experiencias de anteriores revoluciones
y también aprendiendo de los errores de las otras revoluciones
para no cometerlos, fue una revolución bella
y el acontecimiento más importante de la historia de Nicaragua
y el acontecimiento cultural también más importante de Centroamérica.
Desgraciadamente esa revolución se frustró
y yo acabo de terminar un libro de memoria
que se llama La Revolución Perdida,
donde hablo de la pérdida de esta revolución.
Fue muy bella, pero ahora no hay revolución en Nicaragua,
sino todo lo contrario.
¿Contra revolución?
Pues no, al decir todo lo contrario,
entendiendo progreso, por revolución entendiendo progreso,
y ahora lo que hay es retroceso.
Al analfabetismo que hubo antes, en tiempos de los Somoza,
que fue erradicado por la revolución,
una de las primeras obras de la revolución fue la alfabetización del país
y después la reforma agraria y reforma educativa
y todas las reformas sociales del sistema de salud.
También la salud era gratis para toda la población.
Ricos y pobres, todos podían ir a los hospitales absolutamente gratis,
y las medicinas tan baratas que había gente que las compraba
para irlas a vender a Miami.
Y los costarricenses llegaban a Nicaragua
para abastecerse de combustible, de gasolina.
Era tan barato todo y como no teníamos una frontera para impedir eso,
pues se aprovechaban de la revolución de Nicaragua,
en otras partes también, en los países vecinos.
Todo eso fue muy bello.
Por la injerencia de Estados Unidos, de la administración Reagan,
y después del primer Bush,
ocho años de guerra y de bloqueo económico,
y de embargo económico,
hicieron que el pueblo ya se cansara
y prefirieran un cambio de gobierno
para no seguir teniendo tantos problemas,
sobre todo tantas muertes que causaba la guerra.
Pero la pérdida de unas elecciones,
que no es mayor cosa,
porque en una democracia se gana y se pierde,
y se pueden perder las elecciones,
puesto que son elecciones libres.
Ahí la revolución perdió las elecciones.
Lo malo fue que los principales líderes
perdieron la moral al perder las elecciones
y empezaron a robar antes de entregar el poder al siguiente gobierno.
Y esto fue lo que en Nicaragua se llamó la piñata,
que fue el enriquecimiento de los principales dirigentes de la revolución,
que dejaron de ser revolucionarios.
Por eso mi libro se llama La revolución perdida.
Fue sobre todo, no una pérdida de elecciones,
fue una pérdida de la moral.
De unido, ¿cómo ve a su país ahora?
Pues como estaba diciendo,
pues ahora hemos vuelto en gran medida a los tiempos de antes.
Hay un expresidente que ahora está preso,
con su casa por cárcel,
pero de todas maneras está preso
y condenado a 20 años por los robos que hizo,
los descomunales robos más grandes
que otros presidentes de América Latina
que tienen fama de haber robado mucho.
Este fue el expresidente alemán
y el expresidente Daniel Ortega,
el de la revolución sandinista,
se ha aliado con él.
Hasta ese punto se degradó la revolución de Nicaragua
que están aliados.
El expresidente alemán y el expresidente Ortega.
Muchos, los mejores de ese partido sandinista
que trompó sobre el trombocismo
y dio la libertad de Nicaragua,
hemos salido del partido,
de la burocracia del partido.
Un partido corrompido.
Aquí está Bosco Centeno,
que también perteneció a la revolución,
al partido.
También, como dije, fue jefe militar.
Y también, junto conmigo y con muchísimos otros,
ha salido también del partido,
no de la revolución,
ni de sus ideales y principios.
¿Esto ha provocado una gran frustración en el pueblo?
Todos estos casos de corrupción que comenta.
Exactamente.
¿Frustración en el pueblo?
Sí, exactamente.
¿Es imposible plantearse una nueva revolución en Nicaragua?
La juventud, pues no, se está planteando siempre
y hay un candidato que está compitiendo con Daniel Ortega
para las próximas elecciones presidenciales,
que falta poco para ella.
Fue alcalde de Managua hasta hace poco.
Fue una gran figura de la revolución,
muy íntegro, muy honesto, muy transparente
y también muy eficiente y con mucho carisma.
Daniel Ortega le ha bloqueado la candidatura.
De todas maneras, él está haciendo la lucha
y gran parte del pueblo sandinista lo está apoyando.
Aparte de su compromiso que sigue, en fin, como toda la vida,
el compromiso de Ernesto Cardenal con su pueblo, con su gente
y aparte de hablar de política, ¿a qué se dedica Ernesto Cardenal?
Pues mi compromiso es con Dios.
Yo soy poeta y también soy sacerdote
y eso me ha llevado a mí también a un compromiso con el pueblo,
no político, sino revolucionario, no compromiso político.
Yo no me considero político, pero sí revolucionario,
entendiendo por revolución una transformación del mundo
para un mundo mejor, que es lo mismo que decir el Evangelio,
que otro mundo mejor es posible, también otra iglesia mejor es posible.
Y en esto estamos.
Desde su perspectiva de sacerdote, ¿cómo ve la iglesia,
la jerarquía católica actual con el nuevo Papa?
Sobre todo por la elección desafortunada de quien era el inquisidor de la curia.
Ahora, pues, lo que podemos decir es otra iglesia,
lo que dice el obispo Casaldáliga, español del Brasil,
otra iglesia es posible.
¿Y es posible realmente?
Exactamente.
¿Se puede hacer una especie de revolución en la iglesia?
Es necesaria para volver al cristianismo,
porque la diferencia que hay entre el Vaticano y los apóstoles de Jesucristo es tan grande, ¿no?
Lo que fundó Jesucristo no es el Vaticano,
fue la iglesia de los pescadores, de los galileos, campesinos de Galilea,
y esa fue la piedra en la que él fundó su iglesia,
y no el esplendor renacentista y de corrupción también del Vaticano.
¿La llamada teología de la liberación sigue más viva que nunca?
Pues sí, el Papa anterior había dicho,
en un viaje a Nicaragua, en el avión a Italia,
a los periodistas les dijo que ya la teología de la liberación no era un peligro
porque ya el comunismo había muerto,
y el obispo Casaldáliga, catalán, a quien ya cité,
contestó del Brasil, mientras haya pobres habrá teología de la liberación.
Teología de la liberación podía llamarse también teología de la revolución,
la teología de los pobres, de la liberación de los pobres.
Evangelio quiere decir anuncio, buena nueva, de la liberación.
El pueblo, los pobres cada día parecen más alejados,
pues pueden estar más alejados del poder político, como en su país,
por lo que ha pasado en los últimos años,
y también más alejados del gran poder de la iglesia católica, ¿no?
Sí, en cuanto a pobres, no solo a mi país,
en el planeta pues el 80% son pobres,
y cada vez son más pobres,
mientras hay también unos pocos ricos, cada vez más pocos y cada vez más ricos.
En fin, otros aspectos.
Su dedicación al archipiélago de Solentiname.
¿Qué se está haciendo allí? ¿Qué se ha hecho y qué se está haciendo?
Bueno, yo primero estuve de bongetrapense,
tuve que salir de ahí por las zonas de salud,
y el que era mi mentor y maestro en el monasterio,
que era en Estados Unidos,
el norteamericano, escritor místico, Thomas Merton,
él me aconsejó que en vez de entrar a otro monasterio
donde me lo permitiera mi salud,
que mejor yo fundara una pequeña comunidad en mi país,
y escogí entonces una isla muy retirada,
de un lago muy grande,
el tercero del mundo,
que es el lago de Nicaragua.
Y allí entre los campesinos tuve esa pequeña comunidad
de la cual fue miembro el compañero que ha venido conmigo,
Bosco Centeno.
Y otros campesinos más,
y otros jóvenes también,
principalmente ellos eran jóvenes,
fueron los que después entraron a la Revolución de Nicaragua,
y triunfaron con la Revolución,
y ocuparon puestos importantes en la Revolución.
Continuamos nosotros haciendo labor allí con los campesinos
y principalmente cultural y social.
Tenemos una clínica para los problemas de salud,
se ha producido allí muy importante pintura,
artesanía también,
y como dije antes, poesía también,
y también incluso teología de la liberación.
Y continuamos también nosotros preservando la naturaleza de allí,
que es bella y que atrae a los turistas,
pero afortunadamente no es mucha afluencia de turismo que llega,
y es controlable ese turismo.
Tenemos dos hotelitos allí, campestres,
y lo que queremos es que se preserve eso,
no que haya un desarrollo mercantil.
Afortunadamente estamos muy lejos de todo,
con difícil transporte para llegar hasta allá,
entonces es un pequeño paraíso que estamos defendiendo.
Se dedica a eso, a defender ese paraíso,
y qué más piensa hacer en el futuro inmediato.
Bueno, ya escribir también, que es mi principal vocación,
he escrito las memorias, han sido tres tomos,
el último es sobre la revolución.
La revolución perdida.
Ese es el último, el tercero,
publicado aquí en Madrid en Editorial Trota.
Mi editor, Alejandro Sierra,
va a venir también aquí a Barcelona
para un acto que va a prepararme,
una lectura de poesía, el día 7.
¿Y seguirá escribiendo?
Siempre que escribí, sí,
a pesar de mi edad, que ya es avanzada,
hace poco cumplí los 80 años.
¿Cómo ve el futuro de su país?
Pues, alguna vez tendrá que volver a ver la revolución que ya hubo,
el pueblo en gran parte ha tenido esa experiencia y no la olvida.