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Hi ha una ciutat que des de l'inici de la Quaresma
ja sent la proximitat de la Setmana Santa.
Una ciutat en què els carrers s'impregnen d'un perfum molt característic,
l'or a flor de taronger.
Un olor que es barreja amb la de l'incens i el conglomerat de llums,
colors, però sobretot sentiments,
que afloren pels carrers i places de la ciutat que avui visitem.
Tot plegat enmig d'un silenci culpidor.
I el respecte cap a uns costums i tradicions
que aquells dies a Sevilla es viuen a flor de pell.
Joaquim de la Peña es el secretarii del Consejo General de Hermandades y Cofrarías.
de la ciutat de Sevilla.
La Setmana Santa és un conjunt de factores
on al rededor de la fe de milers d'hombres i cofrades,
al rededor de la fe en Jesucristo
i de la devoció a la Santísima Virgen,
pues se mueve todo un cúmulo,
todo un amalgama de sentimientos,
de cultura,
de fe,
de arte,
pero todo eso,
todo eso
se mueve siempre en base
a esa vivencia
de religiosidad,
esa vivencia cristiana,
de fe,
de amor
a los sagrados titulares
y también a un compromiso social importante
a lo largo de todo el año,
que es el que mantienen las propias hermandades.
Aquests són els cinc gradients
de la que és sens dubte
una de les més multitudinàries
manifestacions religioses
de l'estat espanyol.
Més de 62 germandats,
més de 120 passos i misteris
configuren l'amalgama que fa
que el que passa aquests dies a Sevilla
sigui francament difícil de descriure en paraules.
Tothom que ha visitat la Setmana Santa de Sevilla
i també de fet els que són els seus responsables
es recomanen abans de res
desfer-se de prejudicis,
obrir la ment i sobretot el cor
per estar a punt pel que pot passar a Sevilla.
Joaquim de la Penya.
Pues nos pasa igual que con el olor.
El sonido de la Setmana Santa de Sevilla
pues va desde el imperceptible crujir
de las maderas de un paso
pues hasta el repiqueteo
de un fanal, de un cristal
que guarda un codal, una vela en el paso
o hasta los atronadores,
atronadores sonidos de las cornetas
y de las músicas detrás de los pasos.
Y no hay un sonido que identifique
a la Setmana Santa de Sevilla.
Para uno ese sonido
puede estar incluso
en el silencio más absoluto
de la catedral en la madrugada
donde al paso de nuestro padre
es un nazareno del gran poder
pues solo se escucha el racheo
de las alpargatas
sobre los mármoles centenarios
de la catedral.
En cualquier lugar puede aparecer
también un sonido,
la saeta,
una saeta que nos ayuda
a reflexionar sobre los misterios
de la pasión,
una marcha especialmente bella,
especialmente vibrante,
especialmente dulce.
Todo eso son sonidos
que identifican
a la Setmana Santa de Sevilla.
Si tenen la gran sort
de poder despertar
un dels propers dies a Sevilla,
el primer que notaran
és la gran quantitat de gent
que hi ha pels carrers.
Una gran multitud,
l'olor a taronger,
altre cop...
I tot comença a agafar
una altra tonalitat.
La ciutat es transforma
com per art de màgia
i passa de ser una gran ciutat
atrafegada en hora punta
a convertir-se
en una gran zona
per a vianants.
La gent de Sevilla,
per cert,
es muda molt
i veuran persones
perfectament atratxades,
amb adhesius
i llaços a les solapes,
després d'haver anat
als temples
a contemplar els passos
que han de sortir
amb processó
a la tarda.
Una Setmana Santa
muy compleja,
de muchos siglos,
de amalgama,
donde han ido
conviviendo,
donde han ido
reposando
un pozo
desde el siglo XIV,
siglo XV,
y donde se entremezcla
el final
del Renacimiento
con el barroco,
con el neobarroco,
con la época
contemporánea
de resurgir
de nuestras hermandades,
pues digamos
que hay una serie
de elementos
muy definitorios.
El primero
de ellos,
yo te diría
que quizá
que unifica
además
a todas
las hermandades,
pues es la forma
de llevar los pasos,
con costaleros
debajo
de las parigüelas,
que son las estructuras
sobre las que se soporta
toda la belleza plástica
de los misterios
y de los pasos
de palio,
de los pasos
de vírgenes,
pues yo creo
que eso
es un carácter
muy definitorio
de la Semana Santa
de Sevilla,
el llevar los pasos
sobre la cerviz,
trabajando
sobre una trabajadera,
que es el palo
que cruza
y sobre el que
se asienta todo.
De seguida
veuran
un
natxerè
dirigint-se
a la seva
església
pel camí
més curt
i per iniciar
la seva
estació
de penitència.
Abans
i al llarg
de l'hora
d'esmorzar
ja hi ha
feta
cofraries
al carrer.
Comença
a moure's
la ciutat,
grups
de joves
amb l'entrepar
lligat
a la cintura
buscant
el primer
pas del dia,
homes,
dones,
nens,
ancians,
amb auriculars
per no perdre's
cap detall
del que succeeix
en altres punts
de la ciutat.
Tot això
en el camí
cap al Carapuscle
que donarà
lloc a una nit
que il·luminaran
les confereries
el so
d'una música
molt particular.
Dos por igual valiente.
Ese,
ciego.
es un gran
pesicor
que dono
el so
de la ciutat.
Jo crec que si alguna cosa identifica a la Semana Santa de Sevilla
es cómo engloba a toda la ciudad, a todos los estamentos.
No hay un estamento social o un grupo social que participe más o menos.
Aquí todo se une, todo se unifica, todo se fusiona.
Aquí no hay una participación más importante de sectores sociales, económicamente ricos.
No, no, no. Aquí todo el mundo participa, todo el mundo tiene las puertas abiertas.
Todo el mundo puede encontrar en la Semana Santa y en las hermandades un hueco donde desarrollar su fe,
donde vivir su fe, donde expresar ese sentimiento de religiosidad hacia las imágenes,
hacia Dios Nuestro Señor y hacia la Santísima Virgen.
Si van a Sevilla podran experimentar moltes sensacions.
Tothom que ja ha estat coincideix a dir que el temps s'atura.
Això, però, al començament.
L'últim dia, però, tindran la sensació d'haver viscut una eternitat.
Para muchos de nosotros desaparece, desaparece.
Uno queda envuelto en esa nube de emociones, de sentimientos, de vivencia, de religiosidad
y desaparece prácticamente.
Es como si la ciudad cerrara sus puertas o las abriera, que en este caso es lo mismo.
Y cuando uno se introduce en la propia ciudad, pues se olvida, se olvida de que existe el tiempo
y lo único que se dedica es a vivir plenamente el momento, el momento que se está desarrollando ante sus ojos.
Eso hay días especialmente claves para eso.
Pues el domingo de Ramos, el jueves santo, que se une prácticamente con la madrugada del viernes santo,
el propio viernes santo, pues el factor tiempo, el factor espacio, pues queda difuminado.
Desapareix el factor temps i en el seu lloc apareix una agradabilíssima olor a flor de taronger, novament.
Ya huele a Semana Santa, como Rosario de la Aurora, llega la primavera
y el azar anuncia una vez más que Cristo ha muerto y en Sevilla va a resucitar.
Capataz, llama a tu gente, id saliendo los hermanos concilios de penitente.
No huele a una sola cosa.
La Semana Santa de Sevilla, pues a pesar en este año que se nos ha venido tan pronto
en las fechas de celebración, en donde ese olor tópico y típico del azar,
pues prácticamente se nos está haciendo renuente aparecer, aunque algunas calles ya hayan aparecido,
pero no es solo el olor al azar, hay olor a muchos tipos de flores, es olor a incienso,
a un incienso que además cada hermandad le da su toque para que huela de una manera diferente.
Es el olor a la cera, es el olor ya viviendo la Semana Santa desde dentro,
pues quienes nos vestimos de nazareno, es el olor de las telas, de las túnicas,
que año tras año nos vienen, nos devuelven a la memoria toda una serie de vivencias.
Ya te digo, una amalgama de sentimientos, de olores, de vivencias, de religiosidad,
un crisol donde todo se funde, donde todo cabe, donde todo es absorbido,
pues por esta celebración, ¿no?, que parece que puede con todo y que además puede con cada uno de nosotros.
Si ja han decidit anar a Sevilla per Setmana Santa, han de saber algunes coses.
Per exemple, utilitzar el cotxe és pràcticament impossible.
L'accés al centre de la ciutat s'ha prohibit des de primeres hores de la tarda
i fins a les primeres hores de la matinada.
No cal dir dos que seria recomanable utilitzar altres sistemes de transport.
També els donarà una recomanació, ni els passi pel cap d'agafar un paraigua i sortir al carrer.
Els sevillans i sevillanes es sentirien ofesos i s'opendrien francament malament.
Ells viuen molt íntimament la seva setmana gran.
La Semana Santa no és un tot únic, no és una pel·ícula, no és...
Jo te diria que la Semana Santa, pues podríamos hacer el símil de un gran cuadro,
para que els oyents no... no podan entendre.
Si ens posem delante del entierro del conde Orgá,
pues habrá a quien aquello le motive por la belleza de la pincelada,
a quien le motive por el colorido, a quien le motive por la composición,
a quien le motive por el tema, pues con la Semana Santa pasa exactamente igual.
Tened en cuenta que son más de 62 hermandades en la calle,
más de 120 pasos o misterios reflejados.
Todo eso, además, en un ámbito urbano, en donde se entremelixlan sombras con luces,
la noche con el día, multitud de colores, imágenes de un nazareno,
imágenes de crucificados, imágenes de Cristo atado.
Y todo eso, pues, es como un prisma,
en donde se van dando, pues, multitud, multitud de posibilidades
para que cada uno, cada uno abra su corazón, abra su inteligencia
y con un espíritu libre y con un espíritu abierto, pues, se enfrenta a lo que va a vivir.
Y desde ese punto de vista encontrará cada uno su personal Semana Santa
y su momento más emotivo.
Com s'acostuma a dir sobre gustos, no hi ha res escrit.
Depèn de com, quan i el que vulgui menjar trobarà infinitat de llocs
on satisfer el seu apetit, segons les teves necessitats.
Però a Sevilla hi ha una llarga tradició de tafes.
També hi ha alguns productes propis d'aquesta època de l'any de la Semana Santa.
Joaquín de la Penya, secretari del Consell General de Germandats i Confraries.
La Semana Santa és un fenomeno, pues, yo diría que inabarcable.
Es decir, tú piensas que prácticamente todos los medios de comunicación
durante la cuaresma y a lo largo del año,
pues, tienen amplios espacios dedicados a la Semana Santa,
que no dejan de aparecer libros, que no dejan de aparecer estudios,
que no dejan de aparecer vivencias, poesía, literatura.
Nos dejamos, pues, un mundo inabarcable.
Yo diría que un mundo inabarcable y un mundo en el que cada vez que uno se acerca
a la Semana Santa, pues, encuentra algo nuevo, encuentra algún detalle.
Porque no estamos hablando de un mundo material,
estamos hablando del mundo de las creencias,
estamos hablando del mundo de la religión,
estamos hablando del mundo de la fe,
estamos hablando del mundo de Dios.
Y desde ese punto de vista, pues, siempre, siempre,
nos quedará algo nuevo por descubrir.
Coma la part gastronómica de la setmana, que ahora sí que la descubriré.
Bueno, no hay una comida especial de Semana Santa.
Sí hay tradiciones y unas recetas que, bueno,
que se degustan, además, prácticamente de forma exclusiva en Semana Santa.
Esas son las torrijas, ¿no?
Esos panes bañados en leche o vino y en huevos,
que luego se rebosan, y fritos en aceite,
que luego se rebosan con miel.
Están las torrijas, los pestiños,
esa gastronomía un poco derivada también del mundo musulmán, ¿no?
Y luego, pues, en cuanto a gastronomía propia,
hay durante el tiempo de cuaresma,
no solo en Semana Santa,
pues, hay una gastronomía muy amplia en torno al bacalao,
que era también una tradición, el pescado salado,
pues, el bacalao, pues, con tomate, con garbanzo, etcétera, etcétera.
Una Setmana Santa, la de Sevilla,
que té infinitat de moments molt especials,
com ens explica per acabar Joaquín de la Penya.
Amb ell acabarem aquest recorregut per aquesta ciutat,
en la seva Setmana Santa.
¿Cuál sería el momento que no se deben dejar de perder aquel que esté en Sevilla?
Bueno, no es que sea difícil,
es que es imposible,
es que es imposible de definir,
porque momentos especiales son muchos,
son muchos,
y además es posible que yo diga,
pues, ver el gran poder, o ver la macarena,
o ver cualquier imagen en cualquier sitio,
y que luego una persona que nos esté escuchando,
pues, diga,
bueno, pues, este señor dijo en tal sitio,
y a mí no me ha motivado especialmente,
y sin embargo,
he encontrado en otra esquina,
en un momento dado,
porque mi espíritu estaba más proclive,
porque se produjo un momento mágico de belleza,
o un momento especial de una estética deslumbrante,
o simplemente porque alguien me explicó o alguien me comentó
qué es lo que estaba pasando,
pues, ese momento ha sido el que me ha llegado,
y ese momento puede surgir en cualquier lugar,
en cualquier lugar.
Tan solo se requiere una condición,
venir a Sevilla,
vivir la Semana Santa
con el corazón muy abierto,
sin dejarse llevar por los tópicos,
con la mente muy abierta,
en completa libertad,
y dejarse impregnar como una esponja
por todo lo que está pasando delante de nuestros ojos,
delante de nuestra mente.
Seguro, seguro,
que cada uno de los oyentes que nos está escuchando,
si se predispone de esa manera a vivir la Semana Santa de Sevilla,
yo estoy seguro que va a encontrar no un momento,
sino va a encontrar muchos momentos inolvidables,
muchos momentos que le harán unas veces mirarse hacia adentro de sí mismo,
otras veces reflexionar,
otras veces disfrutar simplemente con la estética,
con la belleza,
con la explosión de todo,
de todo lo que se está mostrando a su entendimiento.
Baje en silencio el telón
de este renovado empeño
de revivir la pasión según Sevilla.
Que ensueño,
despertad de vuestro sueño
y acabe aquí mi pregón.
y acabe aquí mi pregón.