Falta un minut per arribar a un quart d'onze del matí.
Ara, al matí de Tarragona Ràdio,
volem parlar del sindicalisme per un acte de record,
per un acte d'homenatge, de commemoració,
que es fa justament avui al Camp de Tarragona.
Concretament serà aquest vespre a partir de les 7
al Casal Cultural de la Poble de Mafumet.
La Intercomarcal de Comissions Obreres de Tarragona
ha preparat justament un acte per avui per recordar,
per commemorar els 40 anys d'història d'aquest sindicat.
Avui, per aquest motiu, hem convidat el secretari general
de Comissions Obreres aquí a Tarragona, el senyor Jaume Prost.
Senyor Prost, bon dia.
Bon dia.
I també ens acompanya un dels sindicalistes fundadors
de Comissions Obreres aquí a Tarragona, el senyor Juan Aragón.
Senyor Aragón, també, bon dia.
Bon dia.
Senyor Prost, comencem parlant una miqueta de l'acte.
El fan avui, tot i que avui no sigui exactament el dia,
però és en aquesta època, va ser entre l'any passat
i aquest any en què des de Comissions Obreres,
a nivell de tot Catalunya, estan commemorant
i recordant el naixement del sindicat, no?
Era els anys 64-65.
Sí, va ser l'any 64, el 20 de novembre,
que més de 300 treballadors
que representaven a tots els sectors productius
es van aplegar a l'Església Sant Medí
i van crear el que són les Comissions Obreres.
Val a dir que no era la primera reunió ni molt menys,
sinó que abans hi ha hagut moltes reunions preparatòries
que també s'havien fet, curiosament, a una altra església,
la de Sant Miquel de Cornella,
i tot venia donat perquè la necessitat
de coordinar-se entre les diferents empreses
per millorar les condicions de treball
dels treballadors i treballadores.
Més tard va vindre la necessitat
d'estendre aquest moviment a tot Catalunya
i es va crear un nucli aquí a Tarragona,
després a Reus, a Tortosa i a Emposta,
però al nucli aquí a Tarragona tenim la sort
de poder tindre un dels que estava a la primera reunió
que es va fer a la plaça Els Carros,
en un pis a la plaça Els Carros,
i estava el Juan Aragón en aquella reunió.
Ara amb ell parlarem, però abans recordeu-me una mica l'acte,
suposo que l'acte d'avui pretén ser un homenatge
a aquells fundadors i una mica també de record
d'aquell moviment sindical en plena dictadura.
L'acte, a més, comptarà amb la presència del màxim responsable
de la Comissió Obrera Nacional de Catalunya.
Sí, l'acte té un doble homenatge,
primer als fundadors de Comissions Obreres
i l'altre a tota la gent que porta en aquests moments
més de 25 anys afiliada al sindicat.
Els agrairem la seva fidelitat i entrega moltes vegades
a l'ànima que han tingut amb el sindicat.
I entregarem una insígnia commemorativa també d'aquest acte.
Així està previst.
nosaltres estem molt contents i molt satisfets
d'aquesta idea que van tindre els fundadors,
que no n'eren conscients perquè en aquell moment
ells apostaven per un sindicat únic, democràtic i independent,
no pensaven en constituir-se un sindicat ni molt menys,
però sí que allò no va poder ser en el seu moment
la creació d'un sindicat únic per diferents motius.
nosaltres encara hi seguim pensant,
o sigui, creiem que és un dels nostres objectius
poder arribar algun dia en això,
i en aquests moments el que estem fent és treballar
per la unitat d'acció sindical,
mentre no tenim aquest sindicat únic que seria bo.
També dic que des del primer moment
les reivindicacions econòmiques
anaven lligades també a la demanda de llibertats.
La primera plataforma reivindicativa,
a més de les demandes econòmiques,
també comportava demanar llibertat sindical i democràcia en aquests moments.
O sigui, un caràcter que hem tingut sempre al nostre sindicat,
sempre que ha sigut lligar les reivindicacions amb el caràcter sociopolític.
Un dels fundadors Comdéllam és el senyor Juan Aragón.
El senyor Juan Aragón té 83 anys,
lléu a Tarragón en el 53,
procedente de Córdoba, no?
Sí, señor.
Venía por trabajo, evidentemente,
por necesidades econòmicas.
Sí, allí no teníamos trabajo
y tuvimos que marchar.
A mí me tocó venir venir para acá,
perquè tenia família.
i doncs ja me costó el treball
de encontrar un lloc de lloc,
però al fin l'encontré
i estive treballant allí tres anys.
A los tres anys,
emigrés a alguns companys,
i vaig anar a Bonostarracó.
I en Bonostarracó
estuve allí en el montatge
de una nave que hicieron
i el encargado, el mecánico,
me preguntó,
dice,
¿tú quieres quedarte en este puesto?
Digo,
hombre,
si es para mejorar,
pues el acepto.
Y entonces me explicó
que era malo para la salud.
El mismo,
dice,
tú mismo, eh.
Digo,
yo voy a probar.
Y efectivamente,
era cierto lo que era.
Total que entonces,
pues dejé el trabajo
y me fui a Aicua,
que tenía allí un cuñado.
Y estuve allí
una temporada bastante grande.
Pero en principio,
en la primera empresa
que yo estuve trabajando,
resulta,
como te había dicho,
que salimos nueve
enlaces sindicales.
Y entonces,
el primer paso que dimos
fue tomar contactos
con los delegados de Renfe.
Nos ayudaron mucho
a todos los niveles
que le preguntamos cosas.
Pero,
¿qué inquietudes
tenían en aquel momento?
¿Ustedes qué pedían
cuando querían ser
enlaces sindicales?
¿Mejorar sus condiciones?
Ahora,
ahora se lo digo,
sí.
Entonces,
había,
había un elemento
en la cuestión
por parte nuestra
que,
bueno,
el sindicato vertical
ya me conocía a mí,
¿no?
Sabía que era
buen trabajador,
pero de otra cosa más
no me podía,
no me podía decir.
Y entonces,
las inquietudes
que teníamos,
los que salimos elegidos,
eran mejorar
la situación
en el trabajo,
¿no?
La cuestión salarial,
la cuestión
de la seguridad
en el trabajo,
la cuestión de sanidad,
la higiene.
Y entonces,
el encargado
se la pasaba
una vez
y otra vez
y otra vez.
Recuerdo que una vez
era víspera de Navidad.
Faltaba una semana
para Navidad
y llega uno y dice,
oye, Aragón,
que te llame el encargado,
voy allí a la oficina.
Con que llego allí,
buenos días,
buenos días.
Dice,
mira,
dice,
resulta de que
no hemos acordado de ti
y te voy a hacer
un cheque,
o sea,
te voy a hacer un vale
en blanco.
Tú te llevas
lo que quieras
y vas al economato
del Renfe
y cargas
lo que te haga falta.
Claro,
yo pensé
para mí,
digo,
tú vas
por más caminos.
Digo,
bueno,
bueno,
yo le voy a hacer
una pregunta,
me llevaré
el recibo
que usted me haga
si me contesta
lo que yo quiero
que me conteste.
Digo,
lo mismo que ha hecho
conmigo,
ha hecho con todos
los compañeros de trabajo.
Dice,
hombre,
Aragón,
no me saca los colores.
Digo,
no,
no,
una pregunta.
Si lo ha hecho
lo mismo,
yo se la acepto.
Total,
que no la acepté
el recibo.
entonces ya fuimos
tomando cuerpo
la comisión
que creamos
de los delegados
porque,
claro,
había mucho
que no nos conocíamos
de pronto,
pero ya
nos íbamos
encontrando
en muchos sitios
y
entonces resulta
de que
el
sindicato
de que
hacía una asamblea,
una convocatoria
y a mí
no me convocaba.
Porque uno
de los enlaces
de Renfe
dice,
oye Aragón,
porque nosotros
pertenecíamos
al ramo
del transporte,
dice,
que no te he visto
la asamblea.
Digo,
hombre,
yo no me he enterado.
¿Cómo que no?
No,
no,
yo no recibí
ninguna convocatoria.
Dice,
mira,
el día 15
hay otra,
ya lo sabes,
te vas allí
y resulta
que el jefe
no me convocaba.
El jefe
no me convocaba.
Bueno,
y allí
yo ya con todo respeto,
¿no?
Y ya pues
me tenía que ir.
Y entonces
yo expuse allí
en la situación
que estábamos nosotros,
¿no?
Y a partir de ahí
íbamos conquistando
algunas mejoras,
pero nada,
había ciento y pico
de trabajadores
y era un problema
general.
Y resulta
de que
a todos los operarios,
a los jefes,
a todos los jefes
de Renfe
para Navidad
les daba
un paquete
de todo,
¿eh?
Y a nosotros
no nos daba nada.
Entonces
iban a repartirlos
y yo,
porque yo no me quedaba
nunca allí
a echar
más horas
de la jornada.
Y me llega
a donde yo estaba
el encargado,
dice,
Aragao,
hemos pensado en ti
para repartir
los paquetes
de Navidad
a los jefes
de Renfe.
digo,
bueno,
si tengo que ir yo,
pues yo iré.
Digo,
a lo mejor
me puedo equivocar,
¿eh?
Total que
íbamos cinco.
La oficina
de la empresa
la tenía
en la calle
La Unión,
cerca de la plaza
de los carros,
aunque
llegué yo allí
y una furgoneta
con cinco
y yo seis,
¿no?
Se aparcó la furgoneta,
llegué allí,
buen día,
buen día.
Digo,
bueno,
ya está la furgoneta
preparada,
cargamos las furgonetas,
me dio la documentación
para distribuir
los paquetes,
cojo a los compañeros
y digo,
vamos a ver,
digo,
a mí me ha dado
una idea,
si estamos de acuerdo,
digo,
¿por qué la empresa,
lo que nosotros
vamos a hacer ahora,
¿por qué la empresa
no lo tienen con nosotros?
¿Qué os parece
que este viaje
lo repartemos
a los trabajadores?
Uy,
tú estás loco.
En aquella época,
¿eh?
Es decir,
repartir los paquetes
de Navidad
a los trabajadores
y no a los encargados,
a los jefes.
Justamente,
¿eh?
Entonces,
pues,
no había manera,
porque estábamos
discutiendo allí
ya con la furgoneta
cargada,
digo,
mira,
no tengáis miedo,
hombre,
yo me responsabilizo
en todo,
para ustedes
no va a venir
nada malo,
yo me voy a responsabilizar
y con eso
tampoco quería.
Y digo,
bueno,
pues.
¿Y al final lo hicieron?
Sí.
Yo he llevado
todo el listado
de los compañeros
y lo repartimos.
Y había compañeros
que no querían
coger lo de miedo
que tenía,
¿eh?
Y entonces
llegamos a la plaza
de los carros
y digo,
ahora ustedes
os quedáis aquí
que yo voy a dar la cara,
¿eh?
Y sí,
pues,
resulta de que había
un jefe
de adienes
de depósitos
de máquinas
que
yo con todo
mi respeto
pero era una mala
persona,
¿eh?
Y luego
hizo una jugada
que me cambió
mi opinión.
Llego allí,
buen día,
hombre,
Aragón,
¿qué ha pasado
que me he instalado tanto?
Digo,
mire,
digo,
yo no sé
si me he equivocado,
digo,
yo estoy aquí
para que me
me diga
todo lo que queráis,
¿no?
pero yo,
nosotros
hemos repartido
los paquetes
a los trabajadores
porque en vista
que no hemos recibido
todavía nada,
yo creo que es importante
y el jefe
de depósito
estaba dejado
de caer en el mostrador
y dice,
¿cómo?
¿a ustedes no es?
¿la empresa todavía no?
Digo,
no sé yo,
¿no?
Dice,
pues mira,
muy bien hecho,
¿qué tal?
Yo me quedé
Es decir,
¿le dieron la razón a usted?
Sí,
sí,
me quedé
y dice,
¿y a todos
les habéis llevado?
Digo,
no,
que nos falta,
pues cargar otra vez
y a distribuirlo
y aquello fue
sonado,
llegó hasta Barcelona
aquella acción,
¿no?
Y a partir de ahí
pues íbamos haciendo
cositas.
Cositas,
poco a poco.
Sí,
poquito a poco.
¿Y se reunían a escondidas?
Sí,
bueno,
nosotros
nos reuníamos
allí enfrente
había una cantina
que teníamos muchas
amistades
con el jefe
que estaba allí
de allá.
¿En la Plaza de los Carros?
No,
no,
en el despósito de máquinas
y entonces
nos íbamos allí
a la hora
de tomar el bocadillo
y allí
nos poníamos de acuerdo
pero es que
no teníamos bastante
porque había
algunos compañeros
que querían
todo de una vez.
Digo,
mira compañero,
digo,
esto no podemos
ejecutarlo
porque son tantos
problemas
en los que tenemos
tenemos que ir
a poquito a poco.
Entonces,
una cantidad,
bueno,
aquello fue
sonado,
vinieron a saludarnos
y a partir
de esta acción
que hicimos
encontré
una cantidad
y se afiliaron
todos a comisiones.
Pero claro,
el sindicato
¿Cuántos?
El sindicato
todavía no estaba,
no estaba,
no existía,
no existía,
pero claro,
nuestra intención
era luchar
por un sindicato,
¿no?
Habíamos,
bueno,
plantilla
de
rences,
pues,
lo menos
diez,
que ya se,
en las acciones
que nosotros
íbamos haciendo
se,
se pusieron
con nosotros,
¿no?
Bueno,
y a partir
de ahí ya,
pues,
yo me tuve
que marchar,
me traje
la familia
y resulta
de que
con lo que
yo ganaba allí
no podía
sobrevivir,
¿no?
Y entonces
fue cuando me fui
a
Habano Tarraco.
En Habano Tarraco,
pues,
también,
pues,
yo conocí
allí a gente
y empezamos
a ver si podíamos
y también
se formó
una comisión
que se iban
reuniendo
y se iban
preparando.
Total,
que a raíz
de ahí,
pues,
yo,
y a muchos
compañeros,
pues,
íbamos tomando
con una cantidad
de personas
trabajadoras
que eran,
eso era
importantísimo
porque había
unos abusos
tremendos
y a partir
de ahí,
pues,
ya íbamos
reuniéndonos
con más gente
y hasta que ya
nos metimos
en,
en fin,
en todo el proceso
de la lucha
de la clandestinidad
en el sindicato.
¿Tenían mucho miedo
los trabajadores
en aquella época?
Bueno.
¿Costaba convencer
a los compañeros
para que se afiliasen?
Había de todo.
Había...
Los más valientes
y en filos,
que no querían saber nada,
¿no?
No se trata
de que fueran
más valientes,
se trata
de la situación
económica
que en aquello
momento había
y los trabajadores
y los trabajadores
decían,
si yo me meto aquí,
pues,
¿qué voy a comer,
no?
Entonces,
claro,
había que crear
esa conciencia
de lucha,
¿eh?
Que no estaba,
no estaba creada
y total
que allí
en,
en Abonos Terracos,
pues,
también
organizamos
una comisión
que se quedó allí
ya
para ir preparando
la lucha,
¿no?
Yo pedí la cuenta
y cuando el ingeniero,
que era una buena persona,
se enteró
que yo me iba,
fue y me llamó
y,
hombre,
Aragón,
¿por qué te vas?
Dice,
ya sé por lo que te vas.
Digo,
pues,
no sé,
sí,
sí,
sí,
tú quieres formar
aquí un sindicato
y a lo mejor te vas
porque yo te vaya
a despedir.
Digo,
no,
no,
no,
yo no,
no pienso nunca
en que me despidas.
Digo,
me voy
para la cuestión
económica
y,
además,
que estoy
para respirar
aire libre
mejor y tal y cual,
¿no?
Y entonces me fui a Nicua.
En Nicua
estaba un cuñado mío
que era delegado sindical,
¿eh?
Con una persona
que dio la vida
luchando,
¿eh?
José Arjona.
José Arjona.
Sí.
Resulta
de que
allí
las reuniones
que tenía
a nivel
del comité
de empresa,
bueno,
en aquella época
el que estaba colocado
en Nicua,
que ganaba,
se podía defender
la vida,
no lo llamaba
para que hiciera
una reunión.
Había ese temor
tan grande,
¿no?
pero allí
se formó
también
a través
del comité
de empresa,
había unos pocos
compañeros
bastante buenos
y allí
hubo un gran
movimiento.
Se hizo
mucho
mucho
acto
por
reivindicar
la libertad
de Cataluña,
la libertad
de los precios
políticos.
Se hizo
un trabajo
muy bien
y a través
de todo
pues ya
no es
para
somos
por toda
Cataluña.
En fin,
un trabajo
extraordinario,
¿no?
Históries
realmente
interesantes
que tindran
avui el reconeixement,
Jaume,
escoltant
històries
com aquesta
realment
a sindicalistes
com vosaltres,
l'actual direcció
i molts altres
afiliats
que porten
molts anys,
en fi,
venen ganes
també
de donar-los
aquest reconeixement
perquè s'ho mereixen
realment,
perquè era una època
completament diferent
a l'actual.
Sí,
pensa una cosa
que ho deia ell,
les condicions econòmiques,
em sembla que
el poder adquisitiu
de l'any 36
no es va recuperar
fins a principis
de l'any 50.
O sigui,
la gent estava
treballant per sota.
En el moment
de...
quan van sortir
totes les coses
no van passar
per cos,
realitat,
hi havia perquè
hi havia fam,
hi havia unes condicions
de treball molt dures
i
quan
hi havia la reivindicació,
el règim ho feia
tan malament
en determinats moments
que acabava
represaliant,
la represalia
el que donava
era moviments
de solidaritat
i torna a començar.
Hi havia moments
d'una certa pau
però hi havia moments
de molta lluita
en tot això.
Tenen importància
que l'any 44
es va muntar
el sindicat vertical
i
les primeres eleccions
sindicals
hi havia una clàusula
de confiança política
que tots
havien de ser
addictes al règim
i tal.
Posteriorment
aquesta clàusula
es va traient,
també va haver
un canvi generacional
i van començar
a entrar gent
diguéssim
més normal
que no estaven
tan identificats
i que
buscaven espais
on poder
representar,
on poder
resoldre problemes
i que
davant d'injustícies
també es movien
juntament amb d'altres
que no eren
enllaços ni molt menys,
però tot això
és el que va donar
diguéssim
la necessitat
de coordinar
es d'espones
també
va donar
com a resultat
que s'hagessin
de reunir
i crear
el que avui
són les comissions
obreres.
Dir que en la seva
fundació
hi havia comunistes,
hi havia socialistes,
hi havia gent de l'església
i tal,
vull dir,
també
en els moments
que estem parlant
hi havia estratègies
de l'església
per apropar-se
al món del treball,
del Partit Comunista
que deixa
la lluita armada
als anys 50
i es planteja
un treball
més apegat
a la realitat
del que passava aquí
i et volia dir
que en aquells moments
ningú tenia
la sensació
que anava a constituir
un sindicat
ni les comissions obreres,
sinó que
la feina
ha portat
el que som avui.
Juan Aragón,
supongo que está contento
de que hoy hagan
un acto de recuerdo
a los fundadores.
Reconoce,
yo estoy muy contento
que se haga
porque yo creo
que la clase trabajadora
se lo merece todo.
Entonces,
a nivel de
todo lo que he expuesto,
ya se creó,
digamos,
en Tarragona
se creó
una coordinadora.
Ya cuando nos reunimos,
nos hemos reunido
muchas veces
escondidos,
como tú habías dicho.
Pero mayormente,
claro,
el movimiento obrero
lo que iba buscando
era la participación
de todo el pueblo.
Aquí
no discriminábamos
a nadie
porque nosotros
llevábamos
una línea sindical
que la íbamos
a crearla
y la íbamos
a llevar a cabo.
Bueno,
pues resulta
de que
ya nos pusimos
coordinados
con Barcelona.
Aquí formamos
una comisión,
tres jóvenes
estudiantes,
otros cuatro o cinco
de distintos ramos
y entonces
cuando había
que ir a Barcelona
pues
se ponía
abierta
para que fuera
todo el que quiera
pero había
algunos compañeros
que
tenían un poco
de reparo.
A mí me tocaba
casi siempre
desde ahí.
Y entonces
allí
asistíamos
a la reunión
que se hacía
a nivel general
de todos
los responsables
que había.
y claro
las discusiones
que allí
se llevaban
luego nosotros
nos reuníamos
y donde
se podía
se aplicaba
donde no
se podía
hacer nada
y entonces
nos salieron
pues en muchos
sitios
por ejemplo
la iglesia
habíamos hecho
bastantes reuniones
a nivel general
en toda la iglesia
del Tarragonés
y Tarragona
hicimos
asambleas
y tuvimos
un acogido
muy bueno
resulta
de que
aquí
en la iglesia
que hay aquí
yendo para Juan XXIII
no sé si es
San Pablo
San Pablo
aquí
sí
pues
allí
fuimos
y estuve
hablando
con el párroco
de allí
que yo apenas
le conocía
el hombre
me estuvo saludando
y dice
uy
qué valor
tienen ustedes
de hacer una reunión
y si viene la policía
digo hombre
si viene
qué vamos a hacer
bueno pues
dice bueno
veniros cuando
cuando queráis
y fuimos
fuimos y hicimos una reunión
y nos juntamos
70
70 en aquella época
en una iglesia
en una iglesia
de todos los ramos
y salió
bastante bien
entonces
fuimos un par de ellos
nos despedimos
del párroco
y le dimos las gracias
dice nada
lo que se haga falta
aquí venais
a los
dos o tres meses
hicimos otra
y vino un responsable
de
de Barcelona
un tal
Sepriano García
un gran luchador
y se acordó
de que yo
fuera a la estación
a esperarles
y claro
los compañeros
sabían
que yo
me había ido
a
la estación
llego a la estación
y el compañero
Sepriano
venía con una pierna
escallolar
había dado un porrazo
con la moto
y se la vi en escallolar
y le digo
mira
vamos a coger un taxi
un taxi
ni hablar
nos vamos andando
y no quiso
que fuera
oye
nos venimos andando
antes de llegar
a la iglesia
había una esquina
estaba el cura
y yo
le dije
que pasará
y voy
en busca
dice
que la iglesia
está rodeada
de grises
nos acercaron
por allí
y claro
a mí me extrañó
que no le dio
tiempo de nada
de esperarme
allí
porque yo
si no fuera
Dios por el cura
yo me meto
en la boca del lobo
y entonces
pues tuvimos
que dejarlo
y yo me reuní
con
Sepriano García
nos fuimos
a un bar
y el hombre
pues no había
almorzado todavía
nada
nos sentamos allí
estuvimos allí
almorzando
y llegó
el dueño
a ver
los que queríamos
dice
aquí están ustedes
seguros
¿eh?
a mí aquello
me extrañó
seguramente
él sabría
el por qué
decía
aquello
o nos
conocería
nosotros
total que
estuvimos allí
casi una
horita
él me informó
de todo lo que había
y entonces
allá no
no
no
no
no
en fin
son
son
muchas
las
historias
y no
tenemos
tiempo
pero
algunas
de estas
anécdotes
yo creo que
refleja
muy bien
quién era
el momento
que vivía
en nuestro país
y en esta
misma ciudad
cuando gente
como el Juan
Aragón
comenzaban
a montar
y a
hacer crecer
y a hacer
nacer un sindicato
como Comisión Sobrera
Juan Aragón
muchas gracias
realmente por haber
venido esta mañana
unos minutos
a la rádio y
explicarnos
aquellas
historias del
sindicalismo
de la historia
de los trabajadores
de Tarragona
de los años 60
gracias y felicidades
por todo lo hecho
y gracias a Jaume Prost
como secretario general
de Comissions Obreras
a Tarragona
en un día en que
com dèiem
celebrem
aquest acte d'homenatge
moltes gràcies
jo en tot cas
vull aprofitar
també perquè
se ha referit
al Juan Aragón
per tots aquells
que ens van ajudar
en estas etapes dures
significando aquí
en la persona
de mossèn Asens
que era un dels
que ens va ajudar
o mossèn
Miquel Radorat
que es
cascó
i d'altres
i també
de la mateixa manera
que a Barcelona
tenien advocats
laboralistes
que ens recolzaven
aquí a Tarragona
dir que el primer local
de comissions
així més o menys legal
si es pot dir
d'aquesta manera
va ser un advocat
laboralista
que era el Javier Roig
que ens va deixar
al seu despatx
molt bé
doncs amb aquests
agraïments
taquem aquesta conversa
Juan Aragón
Jaume Prost
gràcies
i felicitats a tots
per aquests 40 anys
de Comissions Obreras
bon dia
no ets
mira