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Històries i més històries de Mariquita Pérez.
És el títol del llibre que ha publicat
i que ha presentat molt recentment Pilar Tortosa.
L'ha presentat recentment l'ha dita Silva Editorial
i es pot trobar, de moment, a dues llibreries de Tarragona,
a la llibreria Atxarà i a la llibreria La Capona.
Pilar Tortosa, molt bon dia.
Hola, bon dia.
Bienvenida. En l'Atxarà i en La Capona podem encontrar este libro.
Que a pesar de la portada, que vemos la imatge de la Mariquita Pérez
i tres posibles vestidos que podia llevar,
el pichi del uniforme de les alumnes de Jesús i María,
el vestido de fallera o de enfermera,
en definitiva, no és la història de la Mariquita Pérez.
Són històries explicades per la Mariquita Pérez.
Exactament.
¿Tú tenías una Mariquita Pérez?
Pues jo no la tuve.
De pequeña no teníem disponibilitades econòmiques,
però tenia una amiga del colegio que la tenia.
Y con ella jugábamos, claro, jugado.
Ahora de mayor, en el 98, que es cuando se volvió a fabricar,
entonces mi marido me la compró.
Y ara sí que la tengo, claro.
Yo he oído muchas veces que probablemente era la muñeca
más deseada de todas las niñas españolas,
de diferentes generaciones, de los 50,
que casi todas las niñas españolas,
que no tenían unas posibilidades económicas,
que era la gran mayoría,
siempre tenían alguna amiga, alguna conocida,
o donde trabajaba su madre o su padre había una niña rica
que tenía la Mariquita Pérez.
De una pepona que podía costar tres pesetas,
la Mariquita Pérez igual se iba a las 100.
Pues sí, igual.
¿Verdad?
Había esta gran diferencia de precio.
No tenía ese dato de cuánto valía,
pero creo que era carísima.
Aproximadamente, muy cara.
Sí.
Y es que no le faltaba adorno a la muchacha, ¿no?
Tenía de todo, la Mariquita Pérez.
Hombre, tenía un ajuario, una de complementos,
que era, claro, una cosa increíble.
Hombre, esta amiga tenía un armarito,
tenía una maletita,
o sea, es que si salía afuera se cargaba con la maletita
y con los modelitos, que era entretenidísimo, claro,
ir cambiándole cada semana a un modelito diferente.
Yo, Pilar, si te parece bien,
invitaría a los oyentes que si quieren llamarnos
y explicarnos algo de la Mariquita Pérez,
pues si han oído hablar, que seguro que sí,
si tienen referencia, si la han tenido,
si han conocido alguna Mariquita Pérez,
que nos llamen y compartan con nosotros esta conversación.
No, etcétera, 2440, etcétera, 60, etcétera.
¿Tu Mariquita Pérez es de cartón-piedra,
que le hicieron, o de vinilo?
No, no, de vinilio.
De vinilio no.
Es de cartón-piedra, sí, sí.
O sea, de las auténticas, de las buenas.
Y yo veo que tengo...
Ay, tengo aquí una fotografía que me has traído
de la tuya, que está vestidita de paseo.
Intuyo que esta chaqueta es roja,
aunque la fotografía es del periódico.
Es una chaqueta ocre, o sea,
una faldita a cuadros, ocre y marrón,
y la boina también a cuadros.
Y está fotografiada con otra Mariquita Pérez.
Luego vemos otra Mariquita Pérez.
Aquí dos falleras, Mariquitas Pérez falleras,
porque tú eres del país Valencia,
de Valencia, y está vendida de Valenciana.
Se vende a 300 euros.
La Mariquita Pérez sigue siendo cara,
más accesible.
Yo no sé cuántas niñas entonces y mujeres en la actualidad,
cuando en el 98 se volvió a hacer la Mariquita,
quisieron comprársela.
¿Tú tienes conocimiento de esto?
No tengo idea, pero bastantes personas que me encuentro por acá
y me dicen, oye, yo tengo la Mariquita.
O sea, no sé si la de ahora o la de antes que la conservan,
pero sí, sí.
Curiosamente, o sea, yo pensé que serían escasas
las que las conservaban.
Incluso yo tengo una amiga que la tenía,
pero no sé qué se debió de deshacer o se le rompió,
y me ha mandado un montón de vestidos de su Mariquita Pérez,
que tengo yo ahora un ropero que no veas de heredado.
Ah, sí, ¿qué tienes?
Explica, Pilar, ¿qué rapaz tienes de la Mariquita Pérez?
No sé, pues camisones, albornoces, batines,
yo qué sé, un montón de cosas increíbles.
Trajes de baño, o sea, como si fuera la playa de San Sebastián,
o sea, una cosa muy chocante.
Conforme a su categoría social,
que la Mariquita Pérez no era una cualquiera.
Yo recuerdo en el Museo del Juguete de Figueras
que vi algún ejemplar de Mariquita Pérez,
y lo que tú dices, con el armario, con la cama,
me parece que también vi, no sé si era como un poco de cocinita,
homenaje, porque es que no lo recuerdo bien,
pero sobre todo vi mucha ropa, muchos zapatos,
y el tema complementos era increíble.
El bolso, el no sé qué, el arito para jugar,
guantes, sombrero, las medias, pero unas medias delicadísimas.
En el Museo del Juguete de Figueras había algunos ejemplares.
Pilar, como decíamos, este libro no es la historia de la Mariquita Pérez.
Pues no, la verdad, porque en realidad la Mariquita Pérez
es el hilo conductor o el testigo que se va pasando
un personaje a otro.
En realidad lo interesante, claro, es los personajes
y lo que cuentan estos personajes en realidad.
Primero son tres niñas, o sea, la niña inicial,
que le compran la muñeca, que es una niña feliz.
Luego, pues cuando esta niña se hace mayor,
pues la dejan un altillo, la muñeca pasa ahí tiempo,
no se sabe cuánto, y al final la entrega a Caritas
una campaña de Navidad, y es ahí cuando empieza ya
la segunda parte, a recobrar otra vez
vivencias con las personas humanas.
Con las nuevas propietarias, ¿no?
Y entonces, claro, ya la entregan a una niña
que muere en un hospital de leucemia.
Luego, cuando esta niña muere,
la entregan a una niña maltratada, también del hospital.
Claro, son historias, o sea, que no son vivencias reales,
excepto la niña de la leucemia,
que sí que es un caso concreto, que se me quedó muy grava,
porque yo trabajaba en un hospital y es uno
de los primeros casos que atendí.
Los demás son toda ficción, pero entonces, claro,
es los personajes que van, o sea, pasándose la muñeca,
su vida.
Tú hasta la jubilación has trabajado de trabajadora social,
precisamente, y como dices, excepto este caso,
no son vivencias personales, pero sí que se inspiran mucho
en tu experiencia profesional y personal,
porque precisamente el tipo de trabajo que tú has desarrollado
es difícil desvincular lo de la vida personal, ¿no?
Pues sí, exactamente, claro, las experiencias dicen
de lo que siente el corazón habla la boca, pues es verdad,
o sea, quiero decir, son ficción,
pero a la vez también son un poco apoyadas en hechos reales,
o sea, en hechos muy posibles y muy cotidianos,
o sea, que podían haber acaecido.
¿Hay un libro anterior a este?
No, es que...
Un relato.
El anterior son las tres historias de las niñas que ahora con la segunda parte
se han recopilado los dos en una.
Exacto, ya era los dos en una.
O sea, que podía haber sido dos, pero se ha considerado mejor,
o sea, la editorial dijo, vamos a recopilarlo los dos en un libro.
Tenías ganas de explicar esas historias
y por qué coges y haces que un juguete,
que una muñeca en este caso,
cobre vida y sea la narradora.
A veces es un recurso literario
que pone distancia, ¿no?,
entre el autor y aquello que se quiere explicar.
Pues sí, es posible.
No sabía esto siempre de la primera persona,
la tercera persona, el omnisciente,
que siempre estás en duda de cómo acertarías mejor, ¿no?
Y entonces pensé, bueno, pues si van a ser historias,
en principio eran las tres primeras,
que lo que interesa es el recorrido
o las personas que han tenido la muñeca,
pues mejor que sea la muñeca la que lo explique,
o sea, como un poco exactamente, sí, cobrando distancia,
pero a la vez implicándose
o de los ojos ingenuos o de una muñeca
que le sorprende, o sea,
que va la vida un poco como, no sé,
abriendo los ojos y viendo cosas para ella increíbles,
como por ejemplo la vivencia del hospital.
Pues claro, es una cosa un poco
que los que no están muy familiarizados
les puede crear un shock o una experiencia,
o sea, un poco...
Por lo tanto, la intención clarísima
era explicar historias de sentimientos,
de personas, de situaciones,
y poner esta narradora de cartón-piedra
que ya de entrada solo mirarla,
pues implica una ternura,
implica una mirada al mundo diferente.
Exactamente.
En realidad, claro,
a veces puede que sean historias tristes,
pero en realidad la muñeca,
como podía ser la música o la literatura
o la gimnasia o la religión,
son agarraderos que las personas
que están padeciendo situaciones difíciles
se agarran.
Entonces, bueno, en este caso es la muñeca en parte,
o sea, no es toda la vida
o toda la solución de los problemas,
pero en realidad el mensaje último
que quisiera transmitir es esperanza.
O sea, quiero decir,
en cualquier situación
siempre hay algo a que agarrarse
y esperar, o sea,
esperar contra toda esperanza,
que es esta frase que decía Albert Camus
en La Peste,
que a mí me gusta mucho
y la repito porque considero
que es una frase que,
o sea, se presta mucho
a agarrarse a estas situaciones
de salvavidas
o de superar un poco las dificultades.
Pues sí, entre la mariquita Pérez
y la Barbie hubo la Nancy,
que no brilló tanto,
pero brilló para una generación también,
la generación que ahora puede tener
40, 45 años.
La Barbie, ¿tú crees que hubiera hecho
una mirada similar
a las historias de vida
que explica la mariquita Pérez?
¿O tú la ves como más frívola?
Yo la veo más frívola, o sea,
yo no quiero...
No, no, cada uno defiende lo suyo,
en absoluto,
que ya bastantes guerras hay.
Claro, no, hombre,
yo la Barbie la veo...
Pero venga, va, coloquialmente pilar.
Una modelo que las niñas,
claro, igual fomentan la anorexia
porque es una delgadita,
todas con sus modelitos,
o sea, un poco a mí,
la verdad es que la Barbie
ni la he tenido ni me gusta,
o sea, considero que la mariquita
es como más humana,
o sea, una niña gordita,
sus ronchitas en las piernas.
Como éramos las niñas antes,
en mi época, gordita, sin cintura,
toda la regentita,
pues no sé,
me creaba más,
o sea, me provocaba más ternura,
claro, una mariquita,
pero no se me hubiese ocurrido
nunca poner a la Barbie,
o sea, contando estas historias.
Tú, como muchas mujeres de este país
en aquella época,
tenías la sensación
de por qué a mí me traen una pepona
que no vale dos duros
y que es feísima,
que es que me da hasta miedo,
y a las otras le traen la mariquita Pérez,
que es tan bonita, ¿no?
Es un trauma que yo tenía.
Qué misterio, qué misterio.
Que yo decía,
pero bueno,
estos reyes,
¿cómo tienen tan mal gusto conmigo?
Me traen esta muñeca tan virriosa
y estas otras que les traen
estas muñecas tan maravillosas.
Yo no lo entendía,
pero en fin,
son cosas que se superan.
¿Cuándo empezaste a dedicarte?
Amante de la literatura como lectora lo eres,
porque además,
si me lo permites,
diremos que también es una de las integrantes
de uno de los clubs de lectura
de la biblioteca pública,
pero ya hace tiempo
que has tenido inquietud por escribir,
¿no, Pilar?
Uy, pues yo desde el colegio
ya hacía redacciones que me premiaban,
o sea, cosas luego,
sí, leer me ha gustado muchísimo,
he leído todo lo que he podido,
pero escribir, escribir,
pues empecé en el año 92 o así,
que empecé a frecuentar
círculos de lectores,
o sea, talleres literarios,
luego hicimos un máster
aquí en la Universidad de Rovira Vigili
con Margarita Ariseta y Monse Palau,
y entonces en ese curso,
pues empecé a hacer un libro
que se titulaba Monólogo de un loco.
Sí, bueno, este tuvo su cosa,
¿eh?
Sí.
Tuvo premio, ¿no?
Si no me equivoco,
¿algún reconocimiento?
No, solo me lo publicaron.
Te lo publicaron, sí.
Luego sí ya he ido concursando.
Por eso te digo que has tenido
algún que otro reconocimiento
de término literario.
Sí, sí, sí, bueno,
luego en Constantí también fue finalista
en concursos literarios,
luego en Aldeas Infantiles Sos,
que publicaron un concurso
que estoy ahí en un libro
con Antonio Gala,
con un montón de escritores,
sí, sí, me hizo mucha gracia.
Y luego, pues bueno,
cosas cortitas, o sea,
no sé,
participando en grupo,
pues con la Finestra también
publicamos una cosa en conjunto,
luego, pues,
con la librería Fuente Taja
de Madrid,
que le hice un curso
por correspondencia.
y entonces, bueno,
pues iba haciendo cursos
y iba
iba concursando,
o sea,
publicando cosas.
Pero así,
independiente y sola,
pues el monólogo
de un loco
y ahora está.
Y está las historias
y más historias
de Mariquita Pérez.
Lo encontramos en Tarragona,
fuera de Tarragona,
de momento no.
De momento no,
porque quisiera presentarla
en marzo,
a primeros de marzo
en Valencia,
aprovechando que también
son las fallas y eso.
Y además,
antes lo comentábamos,
lo de las Mariquitas Pérez,
estas falleras,
que nos has traído
algunos recortes
de periódico.
Hay unos trabajos
increíbles de vestidos.
Estas dos Mariquitas Pérez
ahí con toda la parafernalia
fallera.
Me parece que aquí
también la tienen
en una tienda
que hay en la calle
Gobernador González.
Me parece que está
también vestida de fallera.
También de fallera.
Me dijo el otro día
una amiga que dice
oye, mírala,
que está preciosa.
Digo, pues sí,
te tengo que pasar.
Así de los que has traído
que tenemos a la vista.
me gusta cómo va vestida
la tuya,
cómo la llevaste a la...
Esto fue en la presentación
del Museo de Arte Moderno.
¿La vestiste especialmente
para la ocasión?
No, es que solo tengo
dos vestidos.
Ahora como tu amiga
te ha dado tanta cosa...
Pero eso no me voy a poner
todo el día a jugar
a muñequitos.
Tienes otras cosas que hacer,
¿no?
El modelito de invierno
y el modelito de invierno.
Pues ya está,
ya tiene suficiente.
Pues aparte de este modelito
que llevaba en la presentación,
me llama muchísimo la atención
el uniforme de Jesús y María.
Es que con esa fue
cuando se compró la muñeca
con el uniforme vestida,
porque en Madrid,
yo eso sí que lo recuerdo,
de pequeña en el corte inglés
había un montón de muñecas
vestidas de uniforme.
¿Y tenían cada uno
de los uniformes
de los colegios?
Sí, sí, sí, sí.
De los colegios.
O sea, me llamó la atención.
Ahora no recuerdo
qué colegios eran.
Sí, sí, pero de los que
podrían ser pues como
más conocidos, ¿no?
Sí, sí, sí, más conocidos.
Y eso sí que me hizo gracia,
o sea, porque...
Pues nada, Pilar,
que es un libro
muy recomendable.
Muchísimo, sobre todo,
para encontrarse
con este personaje,
digamos,
de forma casual,
pero sobre todo
para encontrarse
con historias de personas,
con historias de sentimientos.
Sí, porque en realidad
ahí se puede identificar
un montón de personas.
O sea, desde niñas,
desde más mayores
y adultas,
tercera edad, o sea...
Yo no sé si seré
aguafiestas,
pero esta pobre muñeca
las pasa canutas,
porque puedo decir
alguno de los percances
que tiene,
hasta la atropella
una furgoneta.
Ahí se ve un poco
la rabia de que a ti
no te la trajeron
los reyes, ¿eh, Pilar?
Decir, mira, guapa,
luego te restauraré,
pero de momento
en que te atropella
una furgoneta.
Hay un poco de venganza aquí.
No, era de manera
de acabar
que a veces
no sabes cómo hacerlo
y luego ya, claro,
pues lo de la restauración
vino porque...
Te parecía muy cruel
dejarla ya destrozada,
¿no?
Pobrecita.
Muchas protestaban,
decían,
pero vaya final,
pues este final
no puede ser.
Y digo, bueno,
pues ahora la voy a resucitar.
En la segunda parte
la arreglo un poco.
después de esta experiencia,
si tienes que presentarla,
hace poco se ha presentado
aquí en Tarragona.
¿Estás ya pensando
en escribir alguna cosa más
o descansas de momento
y ya veremos qué sale?
Bueno, yo voy escribiendo
cosas cortas
y me voy presentando
a concurso,
lo que pasa es que
no me han premiado
demasiados,
pero bueno,
yo insisto.
Hombre,
tengo una novela
que empecé también
en el máster,
gorda,
pero que tengo
que arreglar tantas cosas
y ahora con estos dos años
un poco en ley seca
porque he estado cuidando
a mi marido
y cada vez que la cojo
para intentar arreglarlo
me hace tal pereza
que lo vuelvo a guardar
y lo vuelvo a meter
en la estantería
porque claro,
se necesita mucha tranquilidad,
mucho tiempo
y mucha relajación
para ponerte a escribir
cosas largas
porque lo mío
es más bien relato corto.
El relato corto,
narrativa breve.
Me encuentro más...
De todas formas,
dicen que siempre
los escritores
tienen alguna novela
en un cajón
y que en un momento
determinada subida
la sacan
y la ponen en danza.
Esa, claro,
ya no la sé
si va...
Porque la sitúo
en las Olimpiadas
del 92
en Barcelona.
Entonces, claro,
si va pasando
mucho tiempo
pues puede que
una recuerde
de mayor
como esta
que estamos leyendo ahora
del tigre
que cuenta sus memorias.
Entonces, claro,
no lo sé.
Imagínate.
La grabaré o no
porque esa, claro,
es un trabajo
el que es trabajo
de escribir
aparte de documentarte
y luego eso
de romper,
de volver a escribir
pues es un trabajo
que supone
o sea,
tiempo y tranquilidad.
Muchísima dedicación
sobre todo.
De momento
una lectura
bien buena
para estos días
que vienen
historias y más historias
de Mariquita Pérez
de Pilar Tortosa
que le agradecemos
muchísimo
que haya venido
a la radio.
Enhorabuena
y esperemos
que tu Mariquita Pérez
triunfe mucho aquí
y también en Valencia
que ya te están esperando
las Mariquitas Falleras.
Cuando vayas
la cambiarás de ropa.
Pues sí.
Una cosa más
de entretiempo, ¿no?
Le pediré una
de estas falleras
a ver si me la dejan
porque no voy a estar
viajando con la Mariquita.
Pilar,
muchas gracias a vosotros.
Muchas gracias a ti,
de verdad.
Enhorabuena.
Por vuestra atención.
Adiós,
muy buenos días.
Vale, buenos días.
Gracias.