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Arxiu/ARXIU 2006/ENTREVISTES 2006/


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Time transcribed: 19d 14h 46m 14s

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Aquí seguim des del matí de Tarragona Ràdio.
3 minuts i mig seran 3 quarts de 12 del migdia.
Avui els volem presentar una associació
que s'ha creat recentment a la ciutat de Tarragona.
És l'Associació d'Obesitat Mòrbida,
una entitat que plega a un grup de persones
que estan relacionades directament amb aquesta malaltia.
Entre altres coses, hi ha molts punts que volen posar èmfasi
i reclamen que la Seguretat Social assumeixin més operacions
de reducció d'estómac, entre altres peticions.
Avui volem conèixer la seva problemàtica
tot parlant amb algunes de les integrants.
Maria Dolores Barrero, molt bon dia, benvinguda.
I esperem també que arribi aquí als estudis
Maria Teresa Marín, que és la presidenta.
Ve de camí, té un problema d'ambusos que hi ha sovint a la carretera.
Li acostaríem una miqueta més al micròfon,
Maria Dolores, si ets tan amable, gràcies.
I bé, quan arribin ja s'incorporaran a la nostra conversa.
Ara fa un momentet parlàvem amb Maria Dolores
i clar, jo ara els hi parlaré amb franquesa.
Jo l'observava i la Maria Dolores és una persona que jo,
és que, clar, dic, deu ser coneguda de l'entitat
o una persona que col·labora perquè ella no té l'aspecte
que en principi tots pressuposem a una persona que té obesitat mòrbida.
Però s'ha fet una fotografia de la cartera
i la veritat és que a mi em costa molt d'entendre
com pot viure una persona.
Amb quants quilos pesaves aquí?
Sí, 146.600.
¿Y cómo se vive con 146 kilos, Maria Dolores?
Pues mal.
Muy mal, ¿verdad?
Porque ni para searte, ni para salir, ni para nada.
¿Tú tienes hijos?
Dos.
Dos hijos.
¿En esta fotografía estás con tu hijo?
Con el mayor.
El mayor.
Este es el mayor.
Luego, después de la primera, porque yo estoy perada dos veces,
después de la primera operación, al año,
me pude quedar embarazada y tuve el segundo.
Y claro, tú me decías, es que claro, se te va un niño corriendo
y no puedes ir detrás de él.
No puedes, no puedes.
¿Cómo, en vida cotidiana, cómo se limitaba tu vida antes de operarte?
Pues es limitada, porque ni para limpiar el polvo de arriba de casa,
pues para subirte a una silla, ni para atarte las botas,
los cordones de la bota, para cacharte, para asearte.
Pensemos vida cotidiana de una mujer hoy día que trabaja, por ejemplo,
que también es otro tema difícil.
Te levantas, lo que decías, el aseo, vestirte,
subir al coche, ponerte el cinturón, por ejemplo.
Te cuesta.
Claro, hay coches que no te llega el...
Entrar en el coche.
O tienes que tirar el asiento para atrás para que te lleve el cinturón.
Entrar en el coche, salir del coche,
subir escaleras si no hay rampas ni ascensores.
Te cuesta, cuesta.
También.
¿Te puedes plantear ir a comer a un restaurante?
Pues no.
Primero porque cuando entras la gente te se gira mirándote.
Eso es lo primero, claro.
Y segundo, que según en qué sillas, pues yo miraba a ver si me cogía el culo o no.
Y entonces te tienes que plantear, no ir a ningún establecimiento público.
No ir a ningún sitio.
¿Vacaciones?
¿Coger un avión?
Pues mira, el último año es este.
Estuvimos en el Pirineo.
y queríamos subir a los lagos aquellos que hay en...
No me acuerdo.
Sí, el Par Nacional de Aguas Tortas.
Sí, sí.
Lagos San Mauricio.
Sí.
Y yo íbamos, mi cuñada, mi marido, y ellos se limitaron a no subir porque yo no podía subir.
Me faltaba el aire.
Ir a la playa, por supuesto.
No te mira la gente.
Ni pasándolo por la cabeza.
Nada.
En fin, y luego problemas de salud asociados.
Sí.
Yo, gracias a Dios, porque era joven y ni azúcar, ni colesterol, nada.
Pero llega unos años que lo hubiese tenido.
¿Cuándo empiezas a aumentar de peso, de una manera que se te descontrola?
Yo, dice mi madre, que desde los siete años a mí me viene de genético.
Me hicieron pruebas y nos viene por parte del abuelo materno.
¿Es una enfermedad?
Sí, es una enfermedad.
¿Alguien se cree que se puede conseguir este peso solo comiendo?
Es que yo no comía para estar así.
A mí me hicieron las pruebas antes de operarme porque yo desde los siete años, dice mi madre, que empecé a engordar.
Cuando me hice mujer, pues más.
Más todavía.
Desde los trece años estoy a dietas.
Aquí, buscas aquí, te dicen allí.
Hablas probado todas, ¿no?
Sí.
Te dicen aquí, allí, y no encuentras resultados.
Cuando los dejas, te engordas el doble, te engordas el doble de lo que has perdido y lo que pasa es que te desmoralizas porque no ves el resultado, que haces un sacrificio para nada.
Para nada.
Se incorpora, que ya hemos dicho que había un poquito de problema de tráfico, dejaremos que se siente, que se acomode, que respire.
Es María Teresa Marín, que es la presidenta.
Ahora, cuando se nos instale cómodamente, hablaremos con ella y la saludaremos.
María Teresa, muy buenos días.
Bienvenida.
Buenos días.
Siéntese tranquilamente, que sabemos que ha venido así con un poquito de prisa.
Estábamos comentando con María Dolores que yo cuando la he visto digo, pues no sé si esta señora es de la asociación porque, desde luego, como usted misma, no son personas obesas o que representen una obesidad mórbida, como la entendemos.
Estamos operadas.
Porque ustedes están operadas.
Lo cual hace que se valore más todavía que una vez resuelto el problema personal, monten la asociación.
Sí.
Hay que decirlo.
Pero es para ayudar a personas que lo necesitan o para dar información a personas que están indecisas, que no saben qué hacer, que creen que nada más se oye lo malo, que si hay mortandad, que se mueren y no.
Esto es lo primero que las personas que estamos fuera de este circuito es lo primero que hemos oído siempre.
Uy, no se operan las personas porque tienen un riesgo elevadísimo, riesgo de mortalidad además hablan.
Es que solo se oye lo malo, lo bueno no se oye.
Entonces, si nos operamos mil, por decir alguna cifra, y se muere uno, no dicen que 999 les ha ido bien y a uno le ha ido mal.
Solo se oye el mal.
Nos estaba comentando María Dolores que es a partir de la operación de reducción de estómago cuando realmente empieza a ver cómo el problema desaparece.
Desaparece.
Y dieta y sacrificio y toda una serie de cosas, ¿o no?
No.
Ahora no.
Ahora no.
Yo estuve dos meses a base de líquidos, ahora ha cambiado y ahora estás una semana.
Luego empiezas a triturados.
Es como un...
La cirugía ahora es también más avanzada.
Es como un estómago de un bebé.
Tienes que empezar y cada tres horas beber líquido o comer algo.
Usted se ha operado dos veces.
Dos veces.
Yo en la primera tuve un Latvan, que es una anilla, como si fuese un neumático, pero mi cuerpo la rechazó a los cuatro años.
Entonces me tuvieron que abrir y hacerme el bypass gástrico.
En su caso, María Teresa, ¿se ha operado una vez?
No, dos.
Dos veces también.
Caso similar el de María Dolores también.
Pero a mí yo no la rechacé.
Lo único que me estanqué, perdí 20 kilos, me estanqué y no perdía más.
¿Cuánto pesaba usted antes de operarse?
Yo pesaba 135 kilos.
Un poquito menos que María Dolores.
Sí.
¿Y usted recuerda cómo era su vida entonces?
Ella lo ha olvidado porque era como una pesadilla.
No, no la he olvidado.
Yo he vuelto a nacer.
Yo ahora soy una persona.
Yo antes iba por la calle, me iba mirando los escaparates y me daba pena y vergüenza de verme yo misma.
No me sentía a gusto conmigo misma.
Y hoy me siento una persona, como las demás.
¿Qué era lo peor?
¿La conciencia de que su salud podía padecer o la percepción que tenían los demás de usted?
¿Usted solamente veía una persona gorda, una mujer gorda?
No veía una persona.
No, yo veía mis limitaciones también.
Yo tenía muchas limitaciones.
No me podía subir a una escalera, no podía hacerme hasta ni la limpieza personal.
Nada.
Porque no te llegas a cortarte las uñas, a ponerte unas medias.
Son muchas limitaciones las que tenemos.
Ahora se habla un poquito más.
Parece que se conoce más la obesidad mórbida como una enfermedad realmente con consecuencias de salud,
consecuencias sociales y personales.
Pero hace unos cuantos años no había este poquito de conciencia que se empieza a tener ahora, ¿verdad?
Antes eran personas gordas que, mira, porque comen, porque...
Una gran incomprensión, ¿verdad?
Pero esto es una enfermedad.
Esto no es un...
A ver, estamos gordos.
Comemos.
Pero es que todo el mundo come.
Ustedes yo no les veo gordas.
No, porque ahora no comemos.
Ahora hacen lo que hacemos todas, ¿eh?
Quitarse de las cosillas.
Antes hacíamos...
Ahora comemos en un plato de postre.
Comen muy poquita cantidad.
Te cogen muy poca.
Pero bueno...
Tampoco podrían comer más aunque quisieran, ¿no?
No.
Precisamente por ese grado de estómago.
Ahora no.
Tienes que vomitar si comes más.
Una vez hecha la operación y la recuperación, que es larga, como decía, el estómago se tiene que adaptar,
hablemos de las limitaciones que tienen ustedes en cuanto a lo que es su dieta.
Ahora.
Ahora, en este momento.
Ahora limitación, ninguna.
De cantidad exclusivamente.
Sí, solo de cantidad.
¿Y qué tal lo llevan?
Yo, personalmente, muy bien.
Yo también.
Porque como...
De todo lo que me apetece, no la cantidad, sino la...
El tipo de comidas.
Antes yo comerme un pastel para mí era un pecado.
Hoy, pues si me como un cuarto de pastel, pues bueno, ya me he quedado por decir...
Y la ansiedad que provoca el hambre, ese tipo de cosas, ¿eh?
No tenemos ansiedad.
No lo tienen.
Ya comemos por comer, porque tenemos que comer, claro.
El entorno personal y familiar también notó mucho, ¿no?
Antes y después, porque debía haber un cambio de carácter, de actitud en su vida, un poquito
más animada, las ganas de vivir, de tirar para adelante, de salir, subir a un avión, como decíamos,
sentarse en un bar, en un restaurante, ¿no?
Antes es que ibas a una cafetería y te ponías en una silla y decías, no, me puedo sentar.
O en un taburete de una barra de una cafetería.
O en el autobús mismo, que es más normal que tengas que ir y tienes que ir buscando el
asiento grande, porque no cabes en el pequeño.
¿Ustedes se han sentido, antes de hacerse la operación, cuando realmente su enfermedad
se manifestaba con ese sobrepeso tan extraordinario, se han sentido ofendidas o dolidas por las miradas
de la gente o para algún tipo de comentario?
Sí, sí, sí.
El conjunto de la sociedad es un poquito cruel en esto, ¿no?
Yo tengo, yo, bueno, yo soy más mayor, ¿no?
Pero tengo mi hija que ella en los trabajos la han rechazado.
Ella también tiene este problema.
Sí.
Entonces, ella sí.
Ella la han hecho una entrevista, tiene estudios y la han hecho un, ha llevado el currículum
y sí, sí, rápidamente la han llamado.
Yo tengo entendido que su hija, que me parece que ahora viene, se incorporará enseguida,
es una persona con formación académica, con dos idiomas y que tiene dificultades para
encontrar trabajo precisamente por esto.
Ahora entra, es María Dolores, ahora enseguida se instalará también, buscando aparcamiento,
me imagino, que es un clásico.
De todas maneras, yo creo que el tiempo nos permitirá hablar también con María Dolores,
que es hija de María Teresa.
Buenos días, María Dolores.
Buenos días.
Ahora nos explicaba tu madre los problemas que tienes, aparte de los problemas que son
comunes del día a día, se añade, a pesar de tu juventud y tu formación, el problema
laboral.
Vas a una entrevista de trabajo y se ve que tu aspecto no cuadra con la idea que tienen
ellos de las trabajadoras que buscan, ¿o qué?
Pues no.
Bueno, para empezar, envías currículums, yo los envío normalmente sin foto, suelen pasar
normalmente la primera selección bien, o sea, te llaman para decir que, no para quedar
un día y una hora para convocar lo que es la entrevista personal, llegas allí, te hacen
la entrevista personal y te dicen que realmente no cumples el perfil, que no te adaptas a lo
que ellos están buscando y entonces tú empiezas a pensar, bueno, ¿esto qué es casualidad?
O entonces, ¿por qué coge mi currículum si tanto me alejo?
No entiendes el por qué.
Luego empiezas a darte cuenta cuando vas a una entrevista, a otra entrevista, y a otra,
y a otra, que realmente, pues que finalmente, pues que es el aspecto físico.
¿Tú no agradecerías que te lo dijeran abiertamente?
Decirle, oiga, mire, es que encontramos que es una gran profesional, pero su aspecto físico,
porque tiene usted un sobrepeso, no nos interesa.
Pues la verdad es que sí que me gustaría que me lo dijeran.
Que sean valientes, por lo menos, ¿no?
Sí, porque entonces, pues bueno, yo intentaría suplir eso con otro, con algo, con algo que
no hiciera, o buscaría trabajos que no estuvieran de cara al público, o buscaría algo
en el que realmente mi aspecto físico no...
Pero, aparte de que ahora hablaremos, yo me imagino que como tu madre y María Dolores,
pues aspiras a poderte hacer la operación...
No, yo ya la tengo hecha.
¿Ya la tienes hecha?
Me la hicieron el 1 de febrero.
Pues es muy pronto todavía, ¿no?
Para que se empiecen a notar los efectos, ¿o no?
Hombre, yo llevo 21 kilos ya perdidos.
¿21 kilos has perdido?
21.
Me la hicieron el 1 de febrero, me hicieron solo reducción de estómago, me quitaron el 80%
y ya se llevan bypass.
Bypass es, bueno, también te hacen un cruce de intestinos, entonces no absorbes ni vitaminas
ni proteínas ni grasas.
En mi caso, como era bastante joven y tenía tanto sobrepeso, decidió el doctor del Castillo,
que es el cirujano que aquí en la demarcación de Tarragona es el encargado de hacer este
tipo de operaciones, decidió que con una reducción de estómago en principio tendría
que tener bastante.
Me quitaron el 80% del estómago, pensando que si no pierdo el peso que es deseado, pues
en un futuro no muy lejano se me haría el bypass, que sería solo lo de los intestinos.
¿Tú cómo te encuentras ahora de la operación?
¿Bien?
Muy bien.
Pero hay una cosa que es una realidad, lo que has dicho, pero que tampoco tendría
que decir, no hombre, pues si yo supiera que es por esto, pues buscaría algo que no
tuviera que estar de cara al público.
Pues yo no sé por qué no puedes estar cara al público, la verdad.
Por el rechazo.
Por el rechazo, a ver.
No, no, que yo ya sé que es así, pero en principio no tendría que ser así.
Sí, tenemos nosotros.
Te hicieras tu bypass, te hicieras tus cosas, pero que tú pudieras hacer tu vida.
Tenemos una sociedad muy dura, son los cuerpos Danone, los cuerpos Coca-Cola Light.
Ahora mismo hay una actualidad con lo de las modelos.
Con las tallas 34 y 36, ¿no?
Con las tallas 34 y 36.
Yo realmente, mire, me casé en diciembre del 2005 y para encontrar un vestido de novia me las
vi y me las desee aquí en Tarragona.
Solo pude encontrarlo en un sitio donde me lo pude probar.
En todas las tiendas te decía, máximo la talla 44 te lo probarás por encima con agujas
y te harás la idea.
Cuando te lo traigamos hecho tu medida, pues entonces si te queda bien, bien.
Y si no te queda bien, pues mire, hija, es un día solo.
No te preocupes.
Y el vestir del día a día, ¿no puedes ponerte lo que te gusta?
No, pero gracias a Dios es una lástima.
Pero cada día sube más gente, más niños con sobrepeso, con obesidad.
Entonces, pues la sociedad también se está adaptando.
Hay ropas, hay tiendas, que sí que lo pagas carísimo, pero bueno.
Sí, sí, los precios son más altos.
Hay más tiendas antes, o sea, yo he tenido la suerte de que por mi juventud he podido
encontrar ropa más o menos de gente joven.
En cambio, por ejemplo, lo que es mi madre o gente de la edad de mi madre o un poco más
joven, pues han tenido que hacer la ropa a ellos porque no han encontrado sitio donde
poderse comprar ropa o donde vestirse.
Y te decían que tengo que atarme un saco.
¿Tú siempre has tenido sobrepeso?
Sí.
Prácticamente, si no, por un tema genético, ¿verdad?
Es que, a ver, una persona que está gorda no está gorda porque quiere.
Esto lo decíamos antes, ¿verdad, María?
Es decir, algún serenaliense cree que, bueno, mira, no se está así de comer más de la cuenta
ni mucho menos.
O sea, que hay un componente, es una enfermedad.
Yo, por ejemplo, ahora me he notado que yo antes, o sea, cojo unas anginas muy fuertes,
me he pinchado en la cortisona y pues a lo mejor podía coger 5 kilos.
Ahora, desde que me han operado, estuve ingresada, me pusieron de cortisona y no he engordado.
Tampoco adelgace, pero no he engordado.
O sea, problemas de corticoides, problemas de malas alimentaciones y eso lo acrecenta.
Pero son problemas de enfermedades, gente que se tiene que poner de la cortisona,
gente que tiene problemas en las tiroides, gente que por genética.
O sea, que prácticamente no es porque uno diga, mira, hoy decido comer mucho y me pongo obesa.
No.
O sea, son factores externos que hacen que cojas ese peso y que luego tengas una mala alimentación.
Sí, porque nosotras nos damos gordas del aire.
Porque nos gusta comer.
Pero nos gusta comer a todos, me parece.
Pero hay otros factores que hacen que esto sea crecente.
Y no es porque, o sea, el que fuma, fuma porque quiere.
El que está gordo, no está gordo.
No, porque es lo que dices, personas que podrían, que les gusta comer también, la buena mesa,
tienen un metabolismo, una constitución y un componente biológico que no ganan el peso que pueden ganar otras.
De eso no hay ninguna duda.
Solo nos quedan dos minutos.
Y la verdad es que la asociación ha surgido con ganas de tirar para adelante,
de ayudar a muchas personas, sobre todo vosotras que ya habéis superado el problema, seguís adelante.
Y uno de los puntos en los que ponéis mucha incidencia es en la posibilidad
de que la Seguridad Social asuma un porcentaje más alto de estas operaciones,
porque son muy caras, tengo entendido, si lo haces privadamente, ¿no?
Tres millones de pesetas.
Tres millones de pesetas de las de antes, claro.
Y hoy en día, ¿qué criterio se sigue el sistema sanitario público para decir
esta persona sí que entra o no entra?
Un 40% de masa corporal, más.
Entonces, estas personas entran en la Seguridad Social asuma.
Bueno, y aparte de eso, pasan por un riguroso examen psiquiátrico.
Miran que no tengas ninguna, porque personas con bulimia, eso, esa enfermedad,
realmente esa operación es una bomba de relojería.
Terminan todo, hablas con departamento de nutrición, departamento de cirugía,
departamento de psiquiatría, departamento de dietistas.
Entonces, se juntan y en conjunto deciden.
Sí, aquella persona es...
Correcto.
Yo espero que tengamos otra ocasión de hablar y poder compartir más información.
Cuando usted quiera.
Es un tema de salud pública, por lo tanto,
nos tiene a su disposición.
Vuestra opinión y vuestra experiencia es muy valiosa para muchísimas personas,
como decía Dolores, sobre todo jovencitos, que suben con este problema.
Es ACOM, la Asociación Catalana de Ubesidad Mórbida.
El teléfono es 692-874026,
l'horari de trucades de les 4 a les 8 del vespre.
Si no han pogut prendre nota, nosaltres tenim aquest telèfon
i estarem encantats per línia interna de facilitar-ho a qui ho necessiti.
Moltíssimes gràcies, Maria Teresa, Marín, Maria Dolores, Maria Dolores Barrero.
Molta sort, molta sort a tu, que ara estàs en ple procés.
Moltíssima sort.
Gràcies, són les 12 les notícies.
Gràcies.
Gràcies.