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Arxiu/ARXIU 2006/ENTREVISTES 2006/


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El matí de Tarragona Ràdio.
Hi ha persones que treballen en el centre,
però les cadires del públic estaven buides.
Ara, en aquest saló, hi ha tota una sèrie d'inters
i també altres treballadors de la presó que comparteixen aquest espai.
I és que d'aquí uns moments el que farem serà el lliurament dels premis
del concurs literari que cada any per Sant Jordi convoca el centre.
Coneixerem els guanyadors, farem el repartiment de premis
i tindrem ocasió d'escoltar la lectura d'algunes de les obres guanyadores.
Però ara vull saludar novament el Raúl Riebenbauer.
Raúl, bon dia.
Hola, bon dia.
Abans ens hem saludat a la biblioteca.
Era un lloc normal que et trobés, no?, aquí a la presó, a la biblioteca.
Bueno, entre otras cosas, porque en la biblioteca,
en las dos ocasiones en las que he estado aquí en el centro de Tarragona,
es un espacio en el que he estado en contacto con los internos, con los presos.
Y es un lugar en el que justo ayer tuve un encuentro con entre 14 y 18 presos
que estuvieron compartiendo conmigo sus experiencias y sus inquietudes
sobre el libro y el trabajo que he hecho.
El libro que lo tenemos aquí encima de la mesa.
Por cierto, saludo a los internos que ahora nos acompañan.
Buenos días a todos y gracias por compartir este rato con nosotros.
El libro, bueno, no tiene importancia, pero mira qué libro he leído yo.
Yo he leído uno de los ejemplares que dejaste aquí en el centro.
Nelda me lo cedió amablemente.
Yo lo he cuidado, Nelda.
Luego te lo dejo porque ya me lo he leído.
El libro, además, tiene una dedicatoria tuya
que está fechada en el año 2005, en diciembre, si no me equivoco, el 14 de diciembre.
Dice a los internos del centro penitenciario de Tarragona
os deseo suerte en el camino que sepáis elegir.
Un enorme abrazo, Raúl.
Tú viniste al centro penitenciario la primera vez hace tres meses, me comentabas.
Bueno, por lo que veo hace más y he perdido la cuenta del tiempo.
Hace más, sí, sí. A mí no me cuadraban las fechas.
Y en esta misma sala en la que estamos ahora, pues pude compartir la historia triste que cuenta ese libro
con, creo recordar, 90 presos.
Y la historia esa triste que conté era una historia que en realidad a ellos les tocaba
porque había ocurrido realmente en el mismo espacio en el que ellos están
y a unos 50 metros de donde están caminando normalmente,
que fue una de las dos últimas ejecuciones agarrote vil de la dictadura en el año 1974.
Es el silencio de George. ¿Por qué el silencio de George?
Porque Heinz Czes ni era polaco ni se llamaba...
Heinz era alemán y se llamaba George.
Y tenía una familia.
Y era un mecánico.
Y resulta que esta persona vivía en la que entonces era la República Democrática Alemana
y había intentado huir y había estado en las cárceles precisamente por este motivo.
De repente descubrimos que ese personaje que había sido un poco la cuartada, entre comillas,
de la dictadura, no era tal personaje y que además tenía una familia y que está viva.
Todo esto, dicho de esta forma parece poca cosa, se explica en el libro.
Y se explica con un trabajo de investigación absolutamente titánico.
en el que yo tengo la sensación, y quien lo lea se dará cuenta,
de que no era solo un proyecto profesional, sino casi un proyecto personal,
porque aquí te has dejado la piel en este libro.
Raúl.
Esas 300, creo que tiene 300 o 304 páginas, ya ni recuerdo,
yo creo que son el equivalente a una terapia.
El haberme tendido en un diván, en lugar de haberme tendido en un diván de un psiquiatra,
pues ha escrito un libro.
Y sería interesante para todos aquellos oyentes que no recuerden esta historia,
él fue lo que Albert Boadella bautizó después como la torna, ¿no?
El complemento en la ejecución de Salvador Puchantik.
Y los dos fueron la venganza de la dictadura franquista por la muerte de Carrero Blanco.
El atentado de Carrero Blanco decidió el destino de Salvador Puchantik,
del que dentro de unos meses creo que se estrena, o dentro de muy poquito,
la película Salvador, y Georg, que en realidad no era ese apátrida polaco sin familia,
sino un alemán con madre, hermanos, mujer y tres hijos,
fue el complemento, la persona adecuada e idónea para justificar aquellas ejecuciones de una manera atroz.
Fue un 2 de marzo del año 74, minutos después de las 9 de la mañana,
que en este centro penitenciario ejecutaron a este ciudadano alemán.
Eso es.
¿Por qué? ¿Por qué se falsificó y se falseó tanto su identidad?
Digamos que el falseamiento de la identidad lo crea él mismo,
pero lo crea, desgraciadamente, no se lo podemos preguntar a él ahora,
porque es lo que ocurre con la pena de muerte.
Es decir, la pena de muerte es irreversible incluso aunque haya fallado.
Es decir, aunque la justicia haya decidido que alguien es culpable, puede haber fallado.
En este caso no le podemos preguntar a Georg.
Él construyó su identidad de una manera realmente simple,
con el nombre de su padre y el apellido de soltera de su madre.
¿Y por qué el silencio de Georg es el título de este trabajo?
Porque yo he tratado de entender por qué una persona mantiene hasta el final
el silencio sobre su verdadera identidad.
Yo creo que fue porque pretendía protegerse no solo a sí mismo, sino sobre todo a su familia,
de la persecución de lo que era entonces la policía política de la República Democrática Alemana,
que era una dictadura socialista muy dura, con una policía, era la Stasi,
que cada vez que él era detenido allí, pues su familia sufría muchísimo.
Yo creo que esa fue la razón de su silencio.
Pero hay una cosa muy importante que creo que los oyentes deben saber,
y es que todas las personas que participaron en el proceso judicial
que le llevó a la pena de muerte y a la condena y a la ejecución,
sabían que él se llamaba Georg Welsel.
Lo sabían.
Sabían que era alemán y sabían que tenía una familia.
Y eso jamás trascendió porque nunca interesó.
Es un libro de interés general.
Las personas que vivimos en Tarragona, a medida que lo vamos leyendo,
vamos identificando muchísimas personas reales, personas que han ostentado cargos,
personas que en su momento ayudaron y mucho a Georg,
que yo le digo Georg equivocadamente, de suerte me has rectificado, Raúl.
¿Alguien puede pensar que después de 30 años, un trabajo periodístico como este,
de investigación, que acaba siendo un libro,
dices, bueno, pues estamos en una democracia, no hay ningún problema,
es cuestión de ir haciendo el trabajo de hormiguita, ir buscando papeles, documentos, dosieres, expedientes.
¿Pero cuál fue tu sorpresa cuando realmente no podías consultar determinados papeles?
Así es. Cuando yo empecé este trabajo, lo empecé siendo realmente bastante más joven.
Es decir, que tenía las entradas que ahora ya empiezan a ser salidas, todavía no estaban por ahí.
Y en aquellos momentos yo era, creo que, muy cándido.
Y pensaba que simplemente escribiéndole a los militares,
que eran los que tenían depositados sus documentos judiciales,
porque le había sido procesado por la vía militar,
sería algo tan simple como eso.
Y me dirían, sí, sí, usted puede pasar y leer estos documentos.
Pero no, me costó un proceso judicial contra la Administración militar del Estado,
llegando hasta el Tribunal Supremo.
Es decir, y se produjo una sentencia que es la que me permitió acceder.
¿Qué significa eso?
No que los militares tenían en el año 95, 96, 97,
el mismo poder que podían tener en la época en la que ellos eran los que tenían el mando del país en la dictadura,
sino que sigue perviviendo, de alguna manera, ese silencio, ese punto final respecto de la dictadura franquista
y que hay una decisión política que yo creo que trasciende.
Es decir, que no es una decisión política de la derecha,
sino que es una decisión política de la derecha y de una parte de la izquierda que prefiere olvidar.
Y este libro, de alguna forma, es también un proceso de recuperación de la memoria
que me pertenece no solo a mí, sino que te pertenece a ti, que le pertenece a cualquiera de los ciudadanos.
Claro, ¿alguien puede creer que, yendo a un archivo histórico, a una hemeroteca,
se encontraban los datos que buscaba Raúl para el libro?
La sorpresa es grande cuando hay documentos que no puede consultar,
cuando intenta hablar con testigos directos,
personas que intervinieron en el proceso militar, en la sentencia,
y que son personas que todavía están en determinados cargos
y que intentan acceder a su despacho y le dicen que no está, él vuelve a usted mañana.
Claro, cuando empiezas a ver todo eso, no te desanimas, sino todo lo contrario.
Te crea una cierta rebeldía y dices, no, no, ahora sí que quiero llegar al final.
Soy muy tozudo.
Lo he dicho, creo que bastantes veces, soy hijo de una austríaca
y creo que haber heredado de ella esa tozudez germánica.
Y el no de la administración era para mí el intento de averiguar qué era lo que pasaba.
Y el libro y el proceso y el trabajo también es un proceso interior
en el que yo voy averiguando e investigando al mismo tiempo,
y así lo comparto con los lectores,
cuál es el caso o los casos de los que fue acusado este hombre
y trato de profundizar desde la inocencia a la culpabilidad
y luego también relativizar la culpabilidad, no en términos de justificación,
es decir, nunca puedo justificar, ni quiero, ni deseo, ni lo comparto, justificar un crimen,
pero sí que intento entender al ser humano que había al otro lado,
a ese ser humano que guardó el silencio de su identidad hasta las nueve de la mañana
y que desconcertó a todos el día de su ejecución por su frialdad
y por ir a la ejecución a garrote vil,
que por suerte ni siquiera muchos saben ya lo que es el garrote vil,
pero fue con esa sangre fría y con esa entereza que desconcertó,
era tal su entereza que desconcertó a todas las personas que estaban allí.
Fue una ejecución durísima como otra ejecución, pero aparte mal.
A ver, es que es como de mal hablar decirlo,
pero comentas que el verdugo hizo una chapuza
y es muy triste hablar en este tono, pero es que realmente fue así, ¿no?
Yo dudé, yo cuando conocí por distintos testigos,
a los que en este caso sí decidí sobre ellos respetar su intimidad,
porque pensé y sentí que lo que habían visto de una manera obligatoria
porque estaban trabajando ese día en la prisión
y tenían que verlo, asistirlo o asistir como testigos,
respeté su intimidad porque pensé que no era justo
que esas personas que estaban obligadas a asistir a aquel horror
además quedaran en la historia como partícipes de algo a lo que fueron forzados.
Yo prefiero que si alguien lee el libro, lea el espanto,
porque creo que es un espanto que dudé si escribirlo o no
porque atraviesa la frontera de lo que hoy cualquier programa de sensacionalismo
podría recrearse y yo prefiero que ese espanto, ese horror
que fue aquella ejecución, pues lo descubra el lector que quiera leerlo,
pero porque es un pedazo de un horror muy cercano en el tiempo,
es decir, hace solo 32 años se ejecutó a dos personas,
agarró Tevil en la modelo, a Salvador Puchantik en la modelo de Barcelona
y aquí a Georg Beltschel bajo la piel de una patrida de origen polaco sin familia.
Nosotros reincidimos en el interés que tiene el libro
recomendar a los oyentes que lo lean, por lo tanto muchos detalles tampoco explicaremos.
Hablabas que es un libro que escribe sobre el espanto
pero también escribe sobre buena gente, buenas personas
y en este sentido hay un personaje con el que también has tenido contacto
que fue el cura que le acompañó hasta el último momento,
una persona que además tiene una larga trayectoria en el acompañamiento de presos
no solo aquí sino en países de Latinoamérica, ¿verdad?
Fue un encuentro realmente emotivo, ¿no?
Además fue un encuentro que por una de lo que yo ya empecé a llamar causalidades
se produjo justo casi casi a la hora y el día en el que se celebraba el aniversario de la muerte
del que entonces yo pensaba que se llamaba Heinz Ches.
Es el padre Badell, él vive en Manresa, en la Casa de Ejercicios Espirituales de la Coba de San Ignasi
y es un hombre realmente comprometido con los presos,
un hombre que escribe y escribe en prensa en contra del endurecimiento de las penas a los presos,
un hombre que ha estado 15 años asistiendo a presos en Bolivia,
un hombre que ha asistido a tres condenados a muerte en esta historia
y un hombre que guarda en su recuerdo de una manera muy, muy, muy afectuosa
aquel extranjero que compartió con él sus últimas horas y al que él a día de hoy sigue guardando.
Un hombre que estuvo en la parroquia de Torreforta durante bastante tiempo
porque, claro, este libro lógicamente tiene unas vinculaciones con Tarragona
y muchos de los hombres que salen desde el punto de vista judicial, militar y social
son personas conocidas de aquí, de la ciudad de Tarragona.
Insisto, no vamos a explicar todo el contenido del libro
pero sí que de este libro han surgido relaciones importantes para tu vida
como relaciones con la familia de Salvador Puchantik, de gran amistad,
con una de las que fue presuntamente testigo del crimen que cometió el entonces Heinz Scherz
que actualmente es una realizadora holandesa con la que ahora te une una gran amistad.
Es decir, que ha sido una experiencia vital
que encima después has podido compartir en este centro porque tú has pasado muchas horas aquí
y has hablado con muchos internos de este centro sobre tu libro
pero también has debido hablar sobre otras cosas, ¿verdad?
Bueno, realmente he pasado menos horas de las horas que ellos están aquí.
Por supuesto.
Es decir, que es...
A mí me ha dicho alguien que a ti lo único que te falta aquí es quedarte a dormir una noche.
Yo...
Lo han dicho esta mañana.
Yo...
Y que hasta tienes ganas, no sé qué pensará la audiencia de aquí del auditor,
pero yo, hombre, por favor no digas que quieres quedarte una noche, ¿no?
Ayer lo hablaba con algunas de las personas del centro y pensaba que ya lo que me quedaba...
Bueno, lo que me quedaba no, porque imagino que la vida dentro de una prisión es muy dura
en el sentido de que de entrada como mínimo tú no tienes libertad
y esa sensación yo creo que todos los que estamos afuera creo que no somos capaces de percibirla.
Es decir, si yo me quedara a dormir una noche no dejaría de ser algo anecdótico,
porque yo me podría ir.
Últimamente con alguno de mis amigos bromeo, porque digo,
si en alguna de las próximas investigaciones yo acabo estando en una prisión,
por lo menos voy haciendo amigos allá donde voy
y por lo menos tendré buenos contactos cuando tenga que dormir en una de esas celdas.
Yo espero no cruzar esa frontera, que en el fondo es una frontera muy tenue
y la primera vez que les conté a los presos esta historia
también les decía que independientemente de lo que hubieran hecho o no hubieran hecho,
la frontera que nos separa a las personas que estamos afuera de los que están dentro
también a veces es muy tenue.
Es decir, que los presos no son personas que viven en otro planeta
que se llama carcelaria o algo así, sino que son seres humanos
que cometen sus errores, cuyas condiciones a veces les ha forzado a cometer esos errores,
que yo no justifico, pero que trato de entender.
Cuando esta reflexión sobre la privación de libertad es una reflexión importante
que a menudo olvidamos porque el no poder decidir qué vas a hacer en cada momento
es francamente difícil, complicado, como bien decías,
las personas que están aquí están por una serie de razones
y llama la atención también que lógicamente en esta tenue línea
que puede separar las personas que están dentro o de fuera,
a veces intentamos cubrirla con ciertos eufemismos,
no decimos cárcel, decimos centro penitenciario,
yo misma me he observado toda la mañana diciendo centro penitenciario,
no decimos presos, decimos internos.
Los eufemismos a veces nos salvan para no traspasar esta raya, ¿no, Raúl?
Como se dice, daños colaterales para referirse a la cantidad de muertos
que ha habido en un bombardeo de la aviación de Estados Unidos en Irak,
pero eso no dejan de ser eufemismos.
Pero yo entiendo que en un momento dado un sistema trate de crear esos eufemismos
para suavizar lo que es real, ¿no?
En cualquier caso, yo he escuchado muchísimas veces en la calle a la gente decir
pero bueno, si están en las cárceles, en cárceles modernas o en cárceles,
pues quizá muchísimo más.
Has oído aquello y no nos señaló, está mejor dentro que fuera,
¿cuántas veces no hemos oído eso?
Esto es lo que siempre me ha llamado la atención,
pero siempre he pensado, bueno, a ti que te quiten un día de movimiento y de libertad
y que te digan, no, no, tú te vas a quedar ahí,
creo que eso cambiaría el concepto de muchos de los que estamos afuera.
Me parece que vas a ser un poco maestro de ceremonia,
de una entrega de premios.
De todas maneras, me gustaría que nos hicieras algún comentario
sobre el taller que hiciste ayer con un grupo de internos o de presos.
Sobre tu libro, explícanos un poquito cómo fue y qué es lo que hicisteis exactamente
y qué impresiones sacaron los lectores de aquí del centro.
Bueno, no fue un taller literario, es decir, fue un taller con el punto de partida del libro,
es decir, había una serie de presos que habían leído el libro,
otros no lo habían leído, pero les interesaba.
Y para mí hubo una parte muy, muy interesante que fue ya cuando se saltan las barreras,
cuando ya no estamos los unos a la expectativa del otro,
ni yo respecto de ellos, ni ellos respecto de mí,
y empiezan a preguntar.
Y en esos momentos empiezan a salir las inquietudes.
Bueno, pues a mí me gustaría escribir, pero ¿para qué escribir?
Si no le va a interesar a nadie.
Yo creo que uno cuando escribe, cuando yo escribí este libro,
no lo escribí en ese momento sabiendo que tenía una editorial.
Es decir, en ese momento, en el momento de la escritura, no había una editorial.
Cuando uno escribe, obviamente escribe para que lo lea otro,
porque si no, bueno, pues lo escribes, coges un mechero,
quemas el manuscrito y ya está.
Pero yo creo que lo más interesante fue ya en la parte final,
cuando yo traté de transmitirles no una falsa esperanza,
sino una esperanza real.
Es decir, que cualquiera puede escribir un libro.
Otra cosa es, obviamente, que un mercado como el editorial,
con 70.000 títulos publicados al año,
con una vida media de un libro de dos semanas en una librería,
si se ha publicado, digamos que ese libro que pudieran escribir pudiera llegar.
Digamos que escribir sin aspiraciones editoriales.
Escribir.
Escribir, sencillamente.
Yo creo que escribir, podemos escribir todos.
Es decir, todos podemos transformar ideas y pensamientos en palabras.
De todas formas, tampoco todos tienen que escribir.
Aquí hay talleres de carpintería, hay talleres de cerámica,
hay talleres de muchísimas cosas
y uno se puede expresar a través de muchísimas cosas.
Por ejemplo, yo no solo, ahora he escrito este libro,
pero a mí me encanta trabajar la madera.
Es decir, que es algo que la madera me parece un elemento muy vivo,
pues maravilloso si alguien está en un taller.
La exposición que hemos visto abajo, ¿no?
Hay unas piezas maravillosas.
A quien le guste trabajar la cerámica o la encuadernación, ¿no?
Ayer recibí un regalo muy, muy, muy especial de los presos.
También lo recibí cuando vine la primera vez en diciembre.
En diciembre recibí una pieza de cerámica que para mí es muy especial.
Y ayer recibí una reencuadernación de mi libro, ¿no?
Que se ha gestado en el taller de encuadernación.
Yo creo que eso son salidas, por lo menos no son cartillas de seguridad
para cuando un preso salga de aquí y se tenga que enfrentar de nuevo a la vida real
y encontrar un trabajo.
Pero bueno, pueden ser posibilidades, ¿no?
Si son capaces de encuadernar cosas de una manera tan hermosa
como lo que me regalaron ayer a mí,
existe la posibilidad de encontrar una pequeña salida.
Y un gesto de generosidad que siempre es lo que se esconde detrás de un regalo a un amigo, ¿no?
Seguramente también va un poco por ahí.
Para mí fue muy emocionante.
Escriben, aquí en el centro Escriben, ha habido un concurso.
Yo le diría a Mise, si es tan amable de acercarse,
un año más se ha convocado el concurso literario
y de aquí a un momento sabremos quiénes son los ganadores
y podemos leer, escuchar cómo leen algunos de los textos.
De todas maneras, San Raúl, si luego da tiempo hablaremos más.
Esto es un trabajo ya acabado, ahora estás empezando otro.
No sé si se puede explicar algo.
Muy breve, para no aburrir.
Para crear una cierta expectación y poco más.
Ya está.
Ahora trabajo junto con un compañero que se llama Hugo Domènech,
que es periodista y es profesor de fotografía.
estamos en un trabajo ya desde hace dos años de investigación
sobre la muerte de un miliciano que es una fotografía de Robert Capa
que tomó en el año 36, en los comienzos de la Guerra Civil.
Y vuelve a ser otra mirada que me atrapa una fotografía.
A buscar la identidad.
Buscar una identidad y otra búsqueda en el pasado.
Eso es lo que ahora me tiene absorbido.
Bueno, bueno, cuando esté a punto ya nos lo dirás.
No sé si hem de fer alguna pausa, Missa, què et sembla?
Podem seguir endavant amb l'acta?
Jo diria que sí, perquè ara els protagonistes són realment
aquells que han pres part i han participat en el concurs literari.
En tot cas, Montse ens explicarà una miqueta,
primer que tot, en què consisteix,
es convoca cada any, amb quin objectiu,
entre totes una mica.
Ens ho expliqueu, no?
Sí, aquest és el sisena convocatòria dels Jocs Florals
aquí per Sant Jordi.
Llavors, normalment es convoquen amb tres modalitats,
que són narrativa, poesia i cartes d'amor.
Llavors, aquest any hi ha hagut bastanta presentació
de diferents obres.
I llavors hi ha un jurat que està composat per companys,
o sigui, educadors o psicòlegs,
diferent gent que es presta voluntària a fer de jurat
i llavors s'escollen les millors obres.
Alguna vegada queda algun dels Premis Deserts,
com ha passat aquesta vegada, però bueno.
Llavors, comencem directament.
Em penso que Alberto farà una introducció,
una presentació.
Alberto, el micròfon està a punt.
Quan vostè vulgui, l'acte és seu.
Buenos días a todos.
Moltes gràcies, Tarracona Radio,
per fer això en directe,
per donar-nos la oportunitat de que se nos oiga un poco més.
Moltes gràcies a Raúl.
No a Raúl Rienbauer, el escritor,
sinó a Raúl, la persona,
que ha estado aquí con nosaltres un par de dies,
o tres,
transmitint-nos sus sueños.
Perquè jo hoy quería parlar sobre todo de los sueños,
de los sueños que són necesarios.
nadie puede conseguir nada realmente importante
si antes no ha soñado con ello.
Yo creo en ello.
Raúl es un transmisor de sueños,
igual que Cezanne,
igual que Wissen,
igual que Mozart,
que este año celebramos distintos centenarios,
igual que muchos otros, ¿no?
pero hoy,
por celebrar o conmemorar nosotros los Juegos de Sant Jordi,
pues también quería hablar,
decirles,
que Sant Jordi
fue el primer transmisor de sueños.
Podría haber sido el primer transmisor de sueños,
¿no?, para todos.
Porque él soñó
que podía vencer a un dragón,
un dragón que se llamaba Miedo, ¿no?,
que todo sucedió aquí,
muy cerquita,
en la comarca de Montblanc, ¿no?,
pero que, bueno,
podía haber sucedido en el mundo entero,
en cualquier otro sitio, ¿no?
Allí, pues,
se instaló,
allí vivía un reino,
una comunidad pacífica,
feliz,
muy bien,
se instaló un dragón
que se llamaba Miedo, ¿no?,
y que podía destruir,
porque, claro,
los dragones que se llaman Miedo
pueden destruir
siempre que nosotros creamos
que nos pueden destruir, ¿no?
Y se instaló allí,
como todos los abusones,
pues, dijo,
no, voy a vivir aquí,
me tenéis que dar cada día
para comer dos borreguitos, ¿no?
Vale,
pero pasó el tiempo
y dijo,
pues, no me conformo con dos borreguitos,
porque, como era abusón, ¿no?,
es un dragón,
se llama Miedo,
dijo,
ahora me vais a tener que traer
unas doncellas, ¿no?,
y así hubiera seguido eternamente
si un soñador,
un don Sant Jordi,
no hubiera pasado por ahí
y dijo,
no,
estáis equivocados,
al dragón,
Miedo,
se lo puede vencer,
además,
yo os voy a demostrar
que se le puede vencer,
vosotros le podríais haber vencido,
pero yo os voy a decir cómo,
y fue y lo mató, ¿no?,
a lo mejor por amor,
tened en cuenta que Sant Jordi
en Cataluña se celebra
el Día del Amor, ¿no?,
qué hermoso, ¿no?,
fijaros,
qué cosa más hermosa, ¿no?,
regalarle una rosa roja
a la mujer,
a la novia,
a la compañera, ¿no?,
cómo se puede decirle
a tu novia
todo lo que la quieres,
¿no?,
todo lo que tú harías
por ella,
pues con una flor,
simplemente,
evoca muchos sueños,
¿no?,
con un libro,
¿no?,
las mujeres
regalan a sus maridos,
a sus compañeros,
libros,
¿no?,
¿dónde se puede encerrar
más un sueño
que en un libro,
¿no?,
¿dónde se puede transmitir?
Yo creo que,
de hecho,
en Montblanc,
aparte de inventar el amor
y mostrarnos
cómo se puede vencer
a los dragones
que se llaman miedo,
también inventaron el libro,
¿no?,
porque ellos querían
contárnoslo a todo el mundo.
San Jordi
era un trovador,
siguió por el mundo
diciendo a la gente
cómo matar a los dragones miedo,
¿no?,
pero la princesa
que se quedó allí
dijo,
ah,
pues esto lo tiene que saber
todo el mundo,
¿no?,
inventó el libro,
porque después Gutenberg
inventó la imprenta
y porque como éramos más,
ya el mundo había crecido,
pues todo el mundo
tendría derecho
a enterarse
de cómo hacerlo,
¿no?
Luego,
pues,
celebramos este año,
también querría decirlo,
el centenario
de la,
de la,
del aniversario
de Yvesen,
que fue un dramaturgo,
transmisor de sueños,
también de Cézanne,
que era pintor,
expresionista,
parece ser,
y también el 250,
aniversario de Mozart,
¿no?,
¿y qué tienen en común?
Pues que son geniales,
¿no?,
pero además,
es que son muy buenos
transmisiones de sueños,
si dais cuenta,
Yvesen era un dramaturgo,
hacía obras de teatro,
¿no?,
pero si tiene una particularidad,
que yo me gustaría destacar,
es que no acababa
sus obras de teatro,
muchas de ellas
no las acabó,
nos dejó a nosotros
que soñáramos
con ese final,
¿no?
César,
pues soñaba con cubos,
soñaba con espacios,
soñaba el cubismo,
yo creo,
pero no lo pintaba,
figura como expresionista,
¿no?,
o impresionista,
perdón,
mejor,
pero él ya soñaba
con otras cosas,
¿no?,
y nos hacía soñar a los demás,
y Mozart,
¿qué hay que decir de Mozart,
¿no?,
murió con 35 años,
¿qué hubiera podido hacer Mozart,
no?,
le acusaban
de que él,
él era muy técnico,
¿no?,
o sea,
técnicamente los puristas
que entienden de música,
de música de cámara,
de música clásica,
de estudios,
todo esto que entienden
los que entienden,
pues lo hacía perfecto,
pero era porque él
ya soñaba con toda la ópera,
¿no?,
cuando él escribía
las bodas de Fígaro,
ya las soñaba,
ya las tenía dentro,
había soñado muchas veces,
pero él quería,
las escribía
porque quería
que nosotros también
lo hicieramos,
¿no?,
y tantos maestros soñadores
que nos hacen soñar
a los demás,
¿no?,
yo tengo aquí un papel
que me quería,
lo tengo aquí
porque hace años
yo participé
en una obra de teatro,
de otro soñador,
de otro transmisor
de sueños,
que se llama
Calderón de la Barca,
hablaba como 30 años,
así,
y yo fui capaz
de aprendérmela entera,
¿no?,
y estudiándome
esto,
esto nada más,
intentando aprendérmelos
al final
de una de sus obras
de teatro,
pues no he podido
conseguirlo,
¿no?,
y he pensado,
ostras,
yo creía que las drogas
no me habían hecho mucho,
pero me han hecho mucho,
si yo no hubiera tomado drogas,
hubiera podido aprenderme
esto de memoria,
hoy,
creo que merece la pena
pensar en ello,
de todas formas,
Calderón decía,
la vida es sueño,
sueña el rey,
que es rey,
y vive con ese engaño,
mandando,
disponiendo,
y gobernando,
y ese aplauso
que recibe
prestado,
en el viento escribe,
y en cenizas
lo convierte
la muerte,
sueña el rico
en su riqueza,
que más cuidados
le ofrece,
sueña el pobre
que padece
su misterio,
su miseria
y su pobreza,
todos sueñan
lo que son,
aunque ninguno
lo entienda,
porque toda la vida
sueño,
y los sueños,
sueños son.
Un momento,
un momento,
un momento,
por favor,
recordad,
recordad que los sueños
nadie les puede encarcelar,
y ni siquiera lo intentan,
pero hoy,
hoy,
una serie de compañeros
nuestros
han tenido un sueño,
y han decidido
compartirlo con todos nosotros,
¿no?
A unos,
a los mejores,
sin duda,
les van a entregar
un premio simbólico,
¿no?
Representa,
pues,
a todos
que han tenido un sueño,
y han decidido
compartirlo con nosotros.
Yo os pido un aplauso,
de verdad,
no regalado
para todos ellos.
Gracias.
Gracias.
Moltes gracias, Alberto.
Doncs comencem,
Nelda,
Montse,
¿qué os parece?
El primer premio,
en quina categoria,
es Carta de amor?
Carta de amor
i el primer premio,
el Raúl,
abusaremos una mica més
de la seva presencia
i serà ell
qui fará la entrega,
por ello,
que leigirá el nom.
Esto es como...
De winnerís.
Lo de winnerís.
Este es el primer premio
de Carta de amor
para Juan Alfonso García.
Juan Alfonso García,
sisplau.
Juan,
¿quién te iba a decir
esta mañana
en el taller de informática
que ibas a ser el ganador, eh?
¿Has encontrado
la imagen que buscabas?
No, todavía no estoy en ello.
Uy, ahora ya con los nervios.
Bueno, yo creo
que vas a tener que leernos
la Carta de amor.
¿Te atreves?
¿Sí?
Pues venga, tú mismo.
Gracias.
Vamos allá.
Apreciada Edna,
te escribo la presente Carta
para contarte.
No sé qué me ha estado
sucediendo últimamente,
pero creo haberme dejado
llevar por unos sentimientos
inciertos hacia ti
y, a mi modo de interpretarlos,
no son justos.
En ocasiones,
pienso que las cosas
que me ocurren personalmente
son como si fueran pruebas,
obstáculos que no sé
dónde me van poniendo
y esos obstáculos
que, a pesar de ir
superando tropiezos,
nunca me beneficia ninguno.
Muy al contrario,
me afectan emocionalmente
y pienso que el peor
de todos los dolores
es el que padece corazón.
Edna,
los problemas de corazón
no tienen cura,
pero se tratan.
Y para ser del todo sincero,
mis sentimientos carecen
de una explicación lógica
e incomprensible.
Tener una ilusión
hacia algo o a alguien
y hacerte a la idea
de que no vas a poder
alcanzar nunca
por repetidos esfuerzos
que realices,
a mi criterio,
es frustrante.
Soy del todo consciente
de mis erróneos pensamientos,
pero, lamentándolo mucho,
son inevitables.
Todo lo que me está sucediendo
me genera una gran duda
de tu concepto hacia mí.
Y, si te soy sincero,
desearía tener el valor
y que llegase ese día
en el que pueda expresar
mis más profundos sentimientos
hacia la persona
que realmente anhelo.
Quizá ese día,
de una vez por todas,
pueda estar
de una dichosa espina
que llevo clavada.
Lo más curioso
es que no sé dónde
se encuentra esa espina
ni cómo puedo sacarla.
Edna,
no puedo escapar
del amor necesitado,
pero puedo vencerlo.
Todo lo que siento
no tiene palabras
para explicarlo
en un trozo de papel
y eso es lo que más me duele.
Al hablar se me escucha,
pero nadie me entiendo,
ignorando la realidad
de mi razón.
Estoy atrapado
en un mundo particular
donde el amor
es una forma
de estar instalado
en esta dimensión
llamada vida,
surrealista,
incomprensible,
abstracto,
de la cual me impide
ver las cosas
como realmente son.
Edna,
creo que el amor
lo inventaron los locos
y ese invento
me está afectando.
Quizá esté exagerando
y mi argumento
sea un tanto susceptible,
pero es lo que realmente siento
y lo transmito
de esta manera.
Dudo mucho
en tener valor
para decírtelo en persona.
Te reflejo esto
en este trozo de papel.
Necesito poder contarte
qué me está sucediendo.
Aunque me sea imposible,
no quiero herir
tus sentimientos.
Con estas palabras,
deseo que mi mensaje
llegue a la persona
que verdaderamente
llevo en mi pensamiento,
que entienda
que la vida
no es sino
la continua maravilla
de existir
y existir es ser amado.
Dicen los sabios
que la paciencia
es la más heroica
de todas las virtudes,
precisamente porque
carece de toda apariencia
de heroísmo
y en el amor
hay que saber perseverar.
Te ruego que me cuentes
tu verdad a todo esto,
tu concepto
a mis tristes sentimientos.
¿Qué debo hacer?
Estoy tan confuso,
equivocado quizá.
No, no lo sé.
Soy un baúl repleto de dudas.
Edna,
solo puedo decir
que espero en breve
una respuesta razonable
y lógica.
te pido disculpas
a tus posibles dudas,
que no serán pocas.
De verdad,
lo siento,
Edna.
Estar enamorado
es lo más parecido
a un mar o un barco.
Tú te sientes morir
y a los demás
le das mucha risa.
Me despido
y solo puedo decir
que echaré de menos
tu presencia.
Un simbólico abrazo
de alguien
que constantemente
piensa en ti.
gracias,
gracias,
Juan,
enhorabuena.
Aquesta era la categoria
de cartes de amor.
El Raúl ya ha fet
obsequi
d'aquest primer premi.
I ara anem
al segon,
Montse.
Sí,
el primer de poesia.
A veure,
al sobre,
el Raúl.
Vamos a ver,
el primer
premio de poesia
és para
Antoni García
y Rossell.
L'Antoni,
Antoni García.
Enhorabona,
Antoni.
Escrius poesia
habitualment?
A vegades.
Aquest cop
et vas animar
a participar
al concurs.
Ens agradaria
moltíssim
sentir-te
quan vulguis.
Molt bé.
això és un sonet
d'amor
i,
bueno,
em va sortir
de dins.
He sentit
una sensació
intensa
i encisadora.
Ja no plora,
em batega el cor
a tot hora
i se m'omple
d'una gran emoció.
Estimat John,
nova dolçor,
que d'altra banda
em porta a navegar.
De vell nou
torno a començar,
començar el viatge
d'un lloc d'amor.
espines i roses
per experimentar,
tot un combinat
de suggeriment
i passió.
Em fa llançar
l'àncora
enmig d'un immens mar,
un immens mar
d'aigües tranquil·les,
que sense por
m'embruixa
de sobte
i es posa a clamar
el meu destí.
Sento a prop
la seva remor.
Gràcies.
Continuem
amb el tercer premi,
tres primers premis
podríem dir
en una tercera categoria.
Hi ha més premis
que també farem
al lliurament.
En tot cas,
llegiríem
els treballs guanyadors.
En aquest cas,
aquesta és la modalitat
de narrativa.
El primer premi
de narrativa.
A veure,
per qui serà?
I el primer premi
és
per a Juan Alfonso
con ayer soñé
que soñaba
con una flor
que añoraba.
A veure...
Déu n'hi do, eh?
Jo que tu ja
m'hauria quedat aquí,
directament.
No calia
que baixessis.
Ens ho llegiràs?
Gràcies.
Intentant ser
un buen jardinero
en cierto lugar
donde toda posibilidad
es mínima
y carecen de sentido
tus valores,
sueños e ideales
en un lugar
donde tus valores
se interpretan
de manera no deseada,
donde los ideales
pueden llegar a ser subversivos,
donde tus sueños
se evaporan
en un mero recuerdo
en el olvido.
Un recuerdo maravilloso
y un olvido triste
y melancólico.
De entre todos los jardines,
el destino me asignó
el más deplorable,
descuidado y triste.
Un jardín
del que nadie se acordaba
ni nadie quería saber,
lleno de malas hierbas,
un jardín repleto
de flores incrédulas,
incultas,
faltas de cariño,
faltas de comprensión
y de amor.
Cada día lleno de esperanza,
esa esperanza añorada
que tanto anhelé.
Ocurrió algo inesperado,
algo fuera de lo común
en aquel triste
y solitario jardín.
Nunca sabré
si fue por error
o por el destino
que a cada uno
depara la vida.
Un destino que injustamente
se había burlado de mí.
Como de costumbre,
con mis artilugios
de jardinero,
aquel día para mí
fue un día maravilloso,
demasiado real
para ser cierto.
En aquel insólito lugar,
entre todas las malas hierbas,
encontré una preciosa flor.
Desafiante a la belleza,
llena de color,
de un arrogante aroma,
era una flor sensible
y amable,
a la misma vez
indispuesta
por su condición social.
Una mirada
que nunca llega a comprender
si era de complicidad
o quizá de comprensión.
mirada llena de vida
y a la misma vez
de tristeza,
con cierto sentimiento
de culpa.
Por más que intente
averiguar
qué clase de flor era,
más se distanciaba
su atención.
La flor no era una rosa
ni tampoco un jazmín
o quizá fuera una amapola.
Muy diferente
a todas las flores
que yo había conocido.
La flor me daba
buenos consejos,
me transmitía
confianza y respeto,
enseñaba a cómo caminar
entre las malas hierbas
de aquel jardín.
Aquella flor
era digna
de ser regada
con el agua más dulce
y pura como yo lo hacía.
Sus tallos,
hojas y feltí la arena
cada día me atreían más.
Las horas que pasaba
sin poder admirarla
se me hacían interminables
y cuando llegaba el momento
mis palabras hacia ella
se me convertían
en un eco.
Un eco en el abismo
de toda posibilidad.
En mis ratos de soledad
en aquel triste jardín
lloraba abrumada
por mi dolor.
Lágrimas sinceras
e incomprensibles.
Por ese dolor
no debía sentir vergüenza
de mis lágrimas.
Tenía miedo
de no poder evitar
que aquella flor
inconsciente
se convirtiera
en una flor arisca,
mala y llena de rencor.
Imploré a los dioses
que se fuera
aquella bonita flor.
No era digna
de estar en aquel jardín
lleno de tristeza
y de dolor.
De manera injusta
se me había clavado
una espina de su tallo
la cual me impedía
hacer mi vida.
Andaba solo
y perdido
entre la podredumbre
de aquel triste jardín.
Un dolor tan profundo
con nadie
no podía compartir
un dolor tan profundo
con nadie
llevando a cuestas
aquella espina clavada.
No podía desprenderme de ella.
Cuando la flor
me pedía hacer algo
lo hacía con deleite,
con ánimo,
con ilusión
y como no
intentaba ser perfecto
aunque fuera imposible.
Quizá ella ignoraba
estar hiriendo
los sentimientos de alguien.
Era imposible
explicarle
lo que me estaba ocurriendo,
lo que sentía
o sencillamente no debía.
No podía seguir
con aquella espina
que su tallo me clavó.
¿Por qué me haces esto,
bonita flor?
Solo soy un triste jardinero,
sencillo, humilde,
lleno de vida
e ilusiones.
Yo simplemente deseaba
conocerte,
disfrutar de tu presencia,
tus consejos,
de tu aroma,
de tu sencillez,
observar tus ojos
llenos de compresión
y de dolor contenido
que no compartes.
No es justo
que la espina de tu tallo
se haya tenido
que clavar en mí.
Habiendo millones de flores
en este mundo,
¿por qué tengo que extrañarte
justamente a ti?
Desearía una explicación
razonable,
bonita flor.
No te das cuenta
que este triste jardinero
sufre,
que está dolido,
que anhela tu presencia
cada día que pasa.
Te suplico,
bonita flor,
que me dejes
un pétalo como recuerdo
y un recuerdo triste
y a la misma vez alegre.
Guardaré ese pétalo
en lo más profundo
de mi ser.
Cuando te lleven del jardín,
acuérdate siempre
del triste jardinero
que aquí dejas,
en el olvidado
y triste jardín.
Para ser sincero,
ante tanto dolor
debo ser fuerte
y armarme de valor,
entusiasmo,
de ánimo,
ser uno mismo
y tener confianza
en un próspero futuro.
Un futuro incierto
lleno de peligro,
lleno de amor y desamor.
Se llevaron a la bonita flor.
Nunca sabré
si a ella le quedaría
algún vago recuerdo
del triste jardinero.
¿Qué sería de aquel
que cuidaba las flores
en el jardín del olvido?
Si llegas al jardín,
no pisas las amapolas.
La regaba un jardinero
que con sus lágrimas
las soñabas.
Aplausos.
Enhorabona.
Juan,
continuarás escribiendo,
¿no?
Sí.
O después de l'èxit
el año que viene.
No sé cuántas obras
presentarás,
seguramente.
Es una feina.
Muchísimas gracias.
Adiós.
Bé,
comentàvem que
llegiríem
els primers premis
de les diferents categories
però volem aprofitar
també que estem en directe
des de Tarragona Ràdio,
al matí de Tarragona Ràdio
per també fer el lliurement
de la resta de premis.
Com a mínim
fer el lliurement
no llegirem les obres
perquè no tenim temps material
però sí que voldríem
deixar constància
que s'han presentat
més treballs
i convidar en tot cas
els guardonats
que pugin
i recullin
el seu obsequi.
Obsequis que són llibres
fonamentalment,
no Montse?
Sí, sí, sí.
Com per toca
un concurs literari.
Naturalment.
Molt bé, doncs Raúl,
jo no sé si podràs continuar
amb el teu treball
d'investigació.
Jo et veig allò
fent de jurat
i coses d'aquestes.
Tens el futur assegurat.
Vamos con el segundo premio
de Carta de Amor.
Se titula
Carta de Amor
dirigida a Susana
y es de Evaristo.
Evaristo.
Enhorabona.
Ah, no.
No, no lo deies.
No.
El premio de Carta de Amor
Lluorem ara
el premio a l'Evaristo.
És un diploma
i el que dèiem
llibres
que és
el més adient
per un concurs literari.
Un aplaudiment.
Moltes gràcies.
Segon premi
i de poesia.
El segon.
El segundo premio de poesia
se titula
Un joven enamorado
y es de Marc.
Marc.
Enhorabona, Marc.
li fa lliurement
el Raúl
el premi
i un aplaudiment
pel Marc.
Gràcies
i enhorabona.
Segon premi
de narrativa.
S'han presentat
molts treballs,
no, Montse?
Nelda,
quants treballs
heu rebut?
Com 20.
No està gens malament,
eh?
Déu-n'hi-do.
Anem, doncs,
al segon premi
de narrativa.
Se titula
La droga
y lo escribió
Guillermo.
Guillermo.
Estàs al diploma
Jocs Florals
2006
Centre Penitenciari
de Tarragona
segon premi
i categoria
de narrativa.
Li fa lliurement
el Raúl.
Moltes gràcies
i enhorabona.
Gràcies.
Més premis.
A veure,
el tercer premi
de poesia
i el tercer premi
de cartes d'amor
l'hem declarat desert.
Això passa també
al planeta
i tot això, eh?
Molt bé.
I llavors aquí tenim
l'últim
que és el tercer premi
de narrativa.
Tercer premi
de narrativa
serà?
Es titula
Por qué,
por qué,
por qué
y no sabemos
cuál es su nombre.
és un pseudònim
però l'autor
ja ve.
I el títol
el que dèiem
Por qué,
por qué,
por qué.
tres vegades
és el títol
d'aquest tercer premi
de narrativa.
Moltes gràcies.
Enhorabona.
També el Raúl
li fa el lliurement
del premi.
Enhorabona.
Moltes gràcies.
Gràcies.
I bé,
ja pràcticament
hem de donar
per finalitzat
aquest acte
i pràcticament
aquesta edició
del matí
de Tarragona Ràdio.
El programa
començava
als estudis
de l'Avinguda Roma
a les 7 del matí
en punt.
A les 10 del matí
ens hem traslladat,
hem entrat aquí
al centre penitenciari
i hem intentat
conèixer
com és el dia a dia.
Bé,
doncs això és tot.
Ens separen 5 minuts
de la 1 del migdia.
Posem el punt i final
al matí
de Tarragona Ràdio
pel que fa
aquesta franja especial
de 3 hores
en directe
des del centre penitenciari.
El matí
de Tarragona Ràdio
continua ara
des dels estudis
de l'Avinguda Roma
amb una qüestió
d'absoluta actualitat
com és la vaga
dels metges
convocada
arreu de Catalunya
i en companyia
de Jordi Sorinyac.
Vostès
i nosaltres
ens retrobarem
demà
al punt
de les 7 del matí.
Adéu-siau.
take me upstairs
for a ride
She had to
leave me
right across
her shoulder
Cause I just
can't seem to
drink it
off my mind
He's a honky-talker
Give me
Give me
Give me
The honky-talkers
I laid a
divorce lay
in New York City
I had to
put up
some kind
of a fire
The lady
then she
covered me
in roses
She blew
my nose
And then
she
blew
my
mind
It's a
honky-talker
Give me
Give me
Give me
Give me
The honky-talkers
All right
The honky-talkers
It's the honky-talkers
Honky-talkers
Give me
Give me
Give me
The honky-talkers
Yeah
It's a
Honky-talkers
Honky-talkers
Give me
Give me
Give me
Give with
The honky-talkers
Fins demà!