logo

Arxiu/ARXIU 2007/ENTREVISTES 2007/


Transcribed podcasts: 1324
Time transcribed: 18d 23h 28m 8s

Unknown channel type

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Señor Araujo, muy buenos días.
Buen día, buenos días.
Gracias por atender nuestra llamada.
A mí la primera pregunta que me viene a la cabeza
es si la sociedad con esto del cambio climático
no tenemos un comportamiento un poco adolescente,
y me explico, en el sentido de decir
el futuro está muy lejos, ya llegará, ¿no?
Sí, sin duda.
Hay una cierta capacidad para comprender lo que sucede,
hay una aceptación, hay incluso ahora mismo
lo que podríamos llamar una generosa lluvia
por parte de los medios de comunicación,
es decir, que nadie puede esconderse
ante los datos que ha proporcionado la comunidad científica
y ha expandido el conjunto de los periodistas
de casi todos los países del mundo,
pero no hay una correcta transmisión
a lo que podríamos llamar verdadera toma de conciencia
de lo que está sucediendo.
Yo creo que se nos ha caído encima
la mejor demostración de que la irresponsabilidad
es uno de los grandes logros del momento,
es decir, que sea por el sistema educativo,
por los medios de comunicación,
por la cultura del consumo,
lo cierto es que se ha convertido en norma
el no considerar que uno tiene que formar parte
de todos los procesos,
y en este caso del de sanación de la propia atmósfera.
Nunca había habido tanta información en todo,
y menos en esto, porque además se está convirtiendo,
y no me gusta utilizar este término,
pero es así en fenómeno mediático,
si no estás en la lucha contra el cambio climático,
no eres nadie.
Si no eres un medio de comunicación
que dedica su espacio a este tema,
no eres nadie.
¿Qué hay de verdad de conciencia
por parte de aquellos que tienen que ocuparse de tomarla?
¿Y qué hay también precisamente de negocio?
Porque, oiga, lo fagocitan todo, ¿eh?
Sí, sí, ya están perfectamente colocados.
Por eso le digo,
pase usted lista de todos los que van por el mundo
dando conferencias,
y usted y yo sabe de qué estamos hablando.
Sí, por supuesto.
Y los oyentes, naturalmente.
Sí, y además caídos del chopo,
recientemente, cuando hace ya 40 años
sabíamos perfectamente con lo que teníamos que enfrentarnos.
Sin duda, sin duda,
la capacidad de este modelo de sociedad
en el que nos ha tocado vivir
por asimilarlo todo a una extraordinaria velocidad.
Y, por otro lado,
también no deja de ser una forma de control, ¿no?
En muy pocos años hemos pasado
de que el que se atrevía a poner una empresa de energías renovables
era considerado un perfecto idiota
y, además, un indocumentado
que se iba a dar en la gran torta
y ahora casi todos los sistemas de producción de energía limpia
están en manos de las mismas empresas
que son las que han manejado los combustibles fósiles
durante todos los tiempos.
Y lo mismo cabe decir en ciertos sectores
que podríamos llamar de la cultura
y, por supuesto, en la administración.
Claro, eso, fuera toda duda.
Esto que dice usted realmente es evidente
porque una de las industrias más potentes
y donde la mayoría de gente
se está apuntando haciendo grandes negocios
a nivel global es en el tema, por ejemplo,
de las placas solares.
Sí, sí.
Aquí hay un potencial económico tremendo, ¿no?
Sí, sí, sí.
Y, de hecho, bueno,
por una parte no cabe la menor duda
de que hay que potenciar,
pero multiplicándolo por 15, 20 veces,
cuanto antes mejor,
todo lo que es producción de energía
a partir de la extraordinaria forma de trabajar
que tiene el sol con todos los sistemas naturales.
y, por otro lado,
pues está bastante claro
que eso está totalmente ya controlado
por determinados sectores
y que probablemente, pues frente a la solución real
que hubiera supuesto una total descentralización,
es decir, el que casi todo el mundo pudiera tener
su propio sistema de producción de energía,
pues nos encontramos con masificación y concentración
que hasta tiene otras facturas
que pagar para no agredir al medioambiente
o realmente agrede al medioambiente
con el motivo de que va a arreglar el tema
del cambio climático.
Y con esto estoy diciendo
que las planificaciones territoriales
brillan por su ausencia
a la hora de situar los campos de molinos eólicos,
los huertos solares,
las centrales de ciclo combinado
y, por supuesto, las de biomasa.
De esto de los molinos, aquí sabemos mucho
en estas comarcas, señor Araujo.
Sí, ya, ya.
Uy, no veo...
Bueno, usted sí que lo sabe, todo lo que ha habido
y al final dices,
¿qué árboles más extraños han nacido en nuestras montañas?
Y dices, no, no, no.
Pero son totalmente necesarios, esto es lo importante.
No, no, sí, probablemente...
No, no, seguro que son necesarios,
pero hablaba usted de racionalización del territorio
y eso es lo que nos falta, ¿no?
Sí, sobre todo es que hay sitios y sitios.
Esto está fuera de toda duda.
Y probablemente, mientras intentamos hacer unas cosas bien,
pues por otro lado, al no contemplar el conjunto del territorio,
pues nos convertimos en los que mueven un problema
de un sitio a otro, no los que resuelven problemas.
Ya sabe usted el dicho aquel que no es más limpio
el que más limpia, sino el que menos ensucia.
Por supuesto, y esa es la clave del momento.
Esa es la clave absoluta del momento,
porque como bien sabéis, en Valencia la semana pasada
el panel intergovernmental del clima se reúne
y dice que las cosas están muy mal
y hace un gran llamamiento a los gobiernos
para que tomen medidas.
No, no, el gran llamamiento no es a los gobiernos.
Por supuesto también son mucho más capaces
de cosechar buenos resultados que cualquier individuo,
pero es el individuo también, es cada uno de nosotros.
Sí, pero fíjese, yo en esto,
y le voy a poner un ejemplo muy doméstico
que alguna vez lo hemos comentado aquí en el programa,
no puede ser que yo me vaya a comprar una docena de galletas
y tenga el paquete de galletas, la caja,
no, el paquete de galletas individual,
otro celofán que envuelve seis paquetes de galletas,
luego tengo una caja, otro celofán y la bolsa del supermercado.
Yo creo que con un solo envoltorio
tendría bastante yo para mis galletas.
Por supuesto, y esto se multiplica en todas las direcciones.
Yo puedo completarte con una cosa que siempre me sorprendió mucho,
cada vez que alguien estrena una camisa,
normalmente se desprende de entre 30 y 40 objetos
que envuelven a la camisa, que la sujetan, que la enlazan y tal.
Es bastante sorprendente porque podría venir la camisa perfectamente
sin, vamos, como mínimo la mitad de esos elementos.
Como mucho que nos den una percha y así la aprovechamos, pero...
No, no, pero nos pasa absolutamente con todo.
Y lógicamente, por enlazar, pues todo esto es cada pequeño objeto,
cada bolsa de plástico, cada envoltorio que solo se usa una vez.
Bueno, realmente vivimos una sociedad en la que casi el 80%
de lo que forma parte de nuestra vida cotidiana
se usa una sola vez y se tira.
Pues claro, eso, además del impacto que supone el control del residuo,
pues ha supuesto un enorme gasto de energía
que se disipa a mayor velocidad que la piedra del mechero.
Es realmente sorprendente la cantidad de cosas
que han costado muchísimo fabricar
y duran unos instantes en nuestro poder nada más.
Y seguramente nosotros, los países ricos, Occidente utiliza
los países en vías de desarrollo de alfombra, ¿no?,
para tirar debajo la porquería.
Pues también hay muchos casos, desgraciadamente.
Pero nos permitimos el lujo de juzgar, de decir,
es su bosque del Amazonas, ustedes no hagan esto,
no pongan aquello otro, después de que, bueno,
en definitiva nosotros hemos hecho lo que nos ha dado la gana,
si me permite la expresión, y ahora empezamos a lanzar
en determinados países determinados residuos
que a nosotros nos estorban.
Sí, de todas formas es anecdótico, es gravísimo,
entre otras cosas porque consolida esa arrogancia
y injusticia que caracteriza un poco al mundo hiperdesarrollado
y al mundo de la opulencia.
Pero lo que tenemos entre manos verdaderamente serio
es que hemos convertido a las dos almas del mundo,
que son el aire y el agua, en auténticos basureros.
El cambio climático solo es consecuencia de haber considerado
que se podía manchar la transparencia de la atmósfera
de forma constante, ilimitada, masiva,
y con el agua no sucede otro tanto.
De todo esto y más se habla en esta exposición, ¿no?
Sí, la lucidez de la luz, que hay que desde luego felicitarse
por el hecho de que ese cuarto tinglado,
o el tinglado número cuatro, es un excelente sitio.
La verdad es que luce muy bien ahí la lucidez de la luz.
Primero agradecer esta hospitalidad a Tarragona y a su puerto.
Luego a la obra social de Caja Madrid,
que nos permite a viejos divulgadores y defensores del entorno
proponerle a nuestra sociedad que contemple estas realidades
con un bagaje de información, elementos plásticos.
Esta exposición tiene extrañas esculturas,
tiene nada más y nada menos que cinco documentales,
en fin, tiene un material didáctico para los estudiantes que vayan a verla,
y todo ello es gracias a que también empresas como estas instituciones financieras,
en este caso la obra social de Caja Madrid, lo han permitido.
De hecho, son explicaciones desinteresadas, un poco al hilo de lo que hablábamos antes.
No nos la perderemos, hasta el 30 de diciembre se puede visitar.
El currículum de Joaquín Araujo, naturalista y escritor, es tremendo,
como además le acompaña una cierta modestia, yo no me extendré.
Pero ¿sabe un dato que me ha llamado la atención y que me ha gustado muchísimo?
A ver, a ver.
Tengo entendido que usted ha plantado 20.000 árboles en toda su vida.
Sí, sí, sí, de forma además individual.
Es que es increíble.
Sí, no, no, no es nada, esto no...
No, pero dice de forma individual, es que claro, no estoy diciendo
no, no, yo exploto una finca que tengo 20.000 árboles, es diferente el concepto.
No, no, no, además la mayoría de los árboles no los he implantado en mi finca, que la tengo.
Sí, ya lo sé ya.
Yo me dedico a la agricultura también y por supuesto,
pero yo diría que lo sorprendente no es que alguien plante 20.000 árboles,
lo sorprendente es que no supone ningún tipo de proeza ni erosidad.
Es una cosa absolutamente...
Digamos que es una rareza.
No, bueno, pues sí.
No, no, es una proeza, pero sí una rareza.
En tronco con muchísimas tradiciones antiguas, mucha gente ha hecho cosas parecidas,
a lo mejor el número puede variar de unos a otros,
pero plantadores de árboles afortunadamente hay muchos.
Ha habido mayor contundencia en los últimos siglos en hacer todo lo contrario,
en quitar árboles de en medio, pero sin duda es algo que es muy natural y muy espontáneo.
Y además es que, insisto en aquello de que la gente cuando se lo explica dice,
ah, pues claro, porque realmente ni es ningún esfuerzo descomunal desde el punto de vista físico,
yo llego a plantar 225 árboles en una mañana, claro.
Hombre, pero cavando la tierra y todo eso, porque digo yo planto dos y ya voy arreglada, ¿eh?
Haciendo el agujero uno mismo, es que si no, no tienes derecho a decir que lo has plantado,
porque se plantan muchos árboles, los agujeros los hacen las máquinas
y se plantan muchas especies así de forma muy tecnológica y demás, pero no, no.
Pero es que lo que yo insisto es que no pasa nada, de la misma forma que no pasa nada
por hacer un par de kilómetros a pie para hacer cualquier compra en una ciudad.
Yo el otro día, pues en Tarragona mismo comprobé que la mayor parte de las instancias
son absolutamente viables a pie y que no hace falta seguir destrozando la atmósfera
por un grado de suprema comodidad.
Es un poco, pues todo tiene que ver con la comodidad y en gran medida,
pues un poquito de esfuerzo ayuda mucho y además es sanísimo.
Pues Joaquín Araujo, si nos lo permite, nos mantendremos en contacto
y buscaremos otro ratito más largo para poder seguir hablando, ¿de acuerdo?
Faltaría más, será un placer.
Igualmente, muchísimas gracias, buenos días, adiós, adiós.