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El matí de Tarragona Ràdio.
4 minuts, un quart de 12 del migdia.
És una activitat que es pot fer al llarg de tot l'any,
i més aquí a la Mediterrània,
que tenim una temperatura realment magnífica.
Però quan arriba l'estiu augmenta la demanda d'activitats subacuàtiques.
Avui ens acompanya el responsable del Club d'Ofí de Camp Clar,
una empresa que es dedica a fer batejos de submarinisme.
El seu responsable es diu Vicenç Vázquez.
Vicenç, buenos días.
Buenos días.
Gracias por estar con nosotros.
¿Es una empresa, es un club, es una asociación?
Es una asociación, es un club sin ánimo de lucro,
y nos dedicamos a las actividades subacuáticas,
a hacer bautizos, cursos de submarinismo, salidas,
tanto a nivel provincial de Tarragona como fuera al extranjero,
la Costa Brava, etcétera.
¿Y cuánto hace que estáis funcionando como asociación?
Pues como asociación hace unos cuatro años que estamos funcionando.
¿Y la cosa cómo fue? ¿Unos cuantos?
¿Que os gustaba esto de meter la cabeza en el agua?
Sí, bueno, decidimos de reunirnos un grupo de amigos
porque ya estábamos un poco cansados de ir siempre a los mismos puntos de inmersión.
Entonces decidimos de montar un club y, bueno, de esta manera,
pues organizar salidas de una manera amena y divertida
y poder, pues, decidir dónde queremos ir, ¿no?
Y las salidas, pues, se reúnen los socios y decidimos.
O sea, que no es decir, el club decide hacer una salida.
No, entre los socios todos votamos y decimos, pues vamos aquí o vamos allá, ¿no?
Y entonces es una forma divertida y organizada de hacer salidas.
¿Y cuántos sois ahora?
Sí, pues empezamos siendo ocho y ahora ya somos cincuenta y cinco.
¿Sois cincuenta y cinco en la asociación ya?
Sí, cincuenta y cinco socios, sí.
Pues está muy bien, ¿eh?
Sí, sí.
Pero no estamos hablando de una actividad, digamos, que se haga así como así.
No, no, sí, tiene mucha aprobación el club, ¿no?
Porque, bueno, después hacemos cursos muy personalizados,
con atención personalizada.
Si no puedes venir a clase porque tus horarios de trabajo no te lo permiten,
nos desplazamos a tu domicilio con todos los medios didáticos necesarios
para dar del curso.
O sea, que, bueno, pero la parte teórica, claro.
La parte teórica, claro.
La bañera, aquello de probar la inmersión, no lo hacemos, ¿no?
Eso no lo hacemos.
Bueno, hay gente que, unos señores que tienen, su chalet tiene piscina
y las prácticas de piscina las realizamos ahí en su chalet, ¿no?
Pues no está mal, ¿no?, para hacer las primeras inmersiones.
Las primeras inmersiones se hacen en la piscina para aprender bien a controlar el equipo.
Y después ya pasamos al mar, ¿no?
Entonces hay gente que tiene su chalet, tiene su piscina y hacemos las prácticas en la piscina
y después ya vamos al mar.
Y entonces siempre hacemos un radio de 50, 60 kilómetros a la redonda,
impartimos clases a domicilio, ¿no?
Entonces, de momento, yo que sepa, lo estamos haciendo nosotros solos, ¿no?
Y es un servicio más que ofrecemos a la gente.
Muy bien.
¿Y cuándo fue la primera vez que tú pensaste que tenías algo que ver bajo el mar?
A mí lo que hay aquí ya me gusta, pero quiero ver qué hay debajo.
Yo de siempre, de pequeñito, siempre era el típico niño que se ponía las gafas y el tubo
y, bueno, tu madre tenía que sacarte del agua a escopetazos, ¿no?
Porque estabas ahí horas y horas sin salir del agua, ¿no?
La cabeza ahí agachada constantemente.
Sí, cabeza agachada ahí, mirando los pececillos, mucha afición por el mar.
Y después, bueno, hace ahora ya unos 22, 23 años que me dedico a lo que es al buceo, ¿no?
Al buceo con botella, ¿no?
Dime una cosa, esto ya, entre tú y yo, aprovechando que estás...
¿Cómo se hace para que las gafas no se te llenen de baos, la gafa y el tubo y eso?
Porque es que yo no lo consigo, ¿eh?
Hay una técnica.
Yo digo de estas normalitas, de las que llevamos la gente...
Sí, bueno, hay muchos métodos, ¿no?
Hay quien utiliza pasta de dientes, que es un poco agresiva, pues le quita la grasa,
porque normalmente la máscara de buceo o gafa de buceo llevan como una especie de grasa
para proteger de que no se rayen cuando son nuevas.
Entonces hay quien utiliza el antibao, el líquido es antibao, pero eres un esclavo del antibao.
Con lo cual, el día que se te acaba o no te acuerdas de traértelo, pues ya se te empañan.
Otros utilizan pasta de dientes dos o tres veces y ya está.
Yo utilizo una técnica un tanto singular y me funciona muy bien.
Es con la punta de la llama de un mechero, por dentro quemo el cristal y le quemo toda la grasa.
Ah, y entonces no se te llenan de baos.
Exacto, lo hago durante dos o tres veces. Después la dejo que se enfríen, las lavo con un poco de firey
y esta operación la repito dos o tres veces y después ya no se te llenan más.
Joder, toda la vida aquello que vas buceando y te las tienes que salir y quitártelas, salir y quitártelas.
Simplemente lo que tienes que hacer un momento antes de sumergirte, antes de meterte al agua,
es escupir un poquito y con esa saliva refregarlo por el cristal y después aclararlas en el agua.
Pero sin pasarle el dedo, porque si no le quitas esa propiedad que tiene la saliva,
que tiene un poco una propiedad anti-vao la saliva.
Haces así, las aclaras y ya está. Y ya no se te vuelve a empañar más en la vida.
Oye, pues este consejo es magnífico para los que todavía no nos sumergimos con botellas,
que ya todo llegará, todo llegará.
Sí, lo que pasa es que...
De momento nosotros nos decantamos por esta práctica infantil que tenías tú.
Sí, ¿no? Lo que pasa es que tienes que hacerlo con cuidado de no quemar la silicona de la máscara.
Claro, claro.
Hay que hacerlo con un ocio de precaución, ¿no?
Con mucho cuidadito y una persona adulta, ¿eh?
Si hay algún niño que nos está escuchando, esto que lo haga el padre o la madre.
Exacto.
Que esto no es cosa de niños.
Hay que hacerlo con la punta de la llama del mechero, ¿eh?
Que ya verás cómo la grasa se va quemando.
Dejas que...
Qué buen consejo, Vicente.
Por cierto, ¿qué actitudes?
¿Cualquier persona puede hacer inmersión?
Sí, cualquier persona.
No se necesita ser un James Bond, ¿no?
Como antiguamente que veíamos a un sombranista y dice, igual a James Bond, ¿no?
No, cualquier persona normal y corriente puede hacerlo.
Simplemente, pues bueno, pues que tenga la atención bien.
Que el corazón esté bien.
La atención arterial al corazón es lo único, ¿no?
La atención arterial al corazón.
Y bueno, y que no tengas vértigos ni calastrofobia, este tipo de cosas.
Pero que pases una revisión médica normal y ya está.
Y con eso es suficiente.
¿Y a partir de qué edad?
¿Hay una edad legal y hay otra edad aconsejable para empezar las inmersiones?
Pues hace poco que la Generalitat ha sacado una edad de ocho años.
A partir de los ocho años ya se puede practicar.
¿Con botellas y todo?
Sí, con botellas.
Hasta hace poco, el año pasado era catorce años y de catorce han pasado ocho.
Pero claro, con una limitación de profundidad.
Son unos tres metros, dos, tres metros de profundidad por ocho años.
Y a medida que se va incrementando la edad, pues ya más profundidad.
Claro. A ver, una secuencia.
Yo mañana digo, oye, que yo quiero hacer submarinismo.
Sí.
¿Por dónde empezamos?
¿Por dónde empezaríamos, digamos, en mi instrucción para poder ya hacer mi primer bautismo?
Bueno, un bautismo no tiene nada que ver con un curso.
¿No es lo mismo? ¿Puedo hacer las dos cosas independientemente?
O sea, son totalmente compatibles las sociedades.
Tú puedes hacer un bautizo, que es tu primera experiencia subacuática.
Yo no sé nada y mañana digo, quiero sumergirme.
Entonces tú quieres tener esa experiencia de saber lo que es respirar bajo el agua
y tener esa sensación, experimentar esa sensación de gravedad bajo el agua.
Entonces tú llamas a un club, te ponen a un instructor, él te trae todo el equipo
y tú no te tienes que preocupar nada, nada más que disfrutar.
Y haces una inmersión tranquilamente y a partir de aquí tú decides
si más adelante quieres hacer un curso o no.
Pero en esta primera inmersión supongo que yo tengo que controlar un poco
lo que es la respiración, el oxígeno.
Esto me lo explicáis, ¿no?
Sí, por supuesto. Antes de ir al agua tenemos una horita de teórica,
te explicamos cómo hay que respirar por el regulador.
De hecho, respiras, haces un poco de práctica de respiración con el regulador fuera del agua.
Te ponen las gafas, te enseñamos cómo se ponen,
cómo tienes que vaciar un poco las gafas,
si te entra un poquito de agua, cómo tienes que vaciarlas.
Te enseñamos cómo tienes que compensar los oídos para que no te molesten.
En fin, hay una... Antes de ir al agua, primero hacemos un poco de teórica, ¿no?
Para que la gente se informe bien, ¿no?
Y poco a poco, de una forma progresiva, poquito a poco, se van adaptando.
Después, cuando nos metemos al agua, el agua por la cintura, la cabeza en el agua,
pero ellos saben que controlan en todo momento la situación porque tienen el agua por la cintura.
En algún momento pueden sacar la cabeza.
En algún momento pueden sacar la cabeza.
Entonces, ya cuando ya están tranquilos, pues ya los ponemos en superficie, boca abajo,
con la cabeza sumergida, nada, un palmo.
Y ellos están durante un minuto respirando, adaptándose a la respiración del regulador.
Y ya cuando ellos ya los ven que están tranquilos, después los sumergues a un metro
y pasito a pasito los llevas a 3 o 4 metros, que es lo máximo permitido para un bautismo.
Para un bautismo, 3 o 4.
Sí, 3 o 4 metros es lo máximo permitido.
Claro, porque a medida que hay más profundidad podemos tener problemas si no conocemos bien la técnica, claro.
Si no conocemos bien la técnica podemos tener problemas si bajamos a más profundidad.
Entonces, para pasar ya de los 3 metros, pues deberíamos hacer un curso que ahí te preparan debidamente.
¿Y qué es lo que más o menos agrada? No te digo que nos agasaron curso ni mucho menos,
pero más o menos qué es lo que, cuántas horas hay que dedicar, qué es lo que nos enseñáis.
Sí, pues de teórica aproximadamente son unas entre 6 o 8 horas de teórica.
Se te enseñan lo que es los equipos, la clase de equipos que hay, cómo utilizarlo,
la técnica de utilizar esos equipos, cómo quitarte la máscara bajo el agua, ponértela,
porque un compañero buceando te puede dar un aletazo y sacarte la gafa de la cara, ¿no?
¿Y qué ibas a hacer? ¿Te vas a ir para arriba corriendo? No.
Simplemente te la pones bajo el agua y te la vacías.
Y esto es un ejercicio muy sencillo.
Simplemente te llenan los pulmones de aire, inquilas la cabeza un poco para atrás y sacas el aire por la nariz.
Es decir, con el aire se queda arriba, empuja el agua y así de sencillo se vacía la máscara.
Y ya está.
O sea, que seguridad total. Cuando en un curso se da como Dios manda,
aprendes bien todos los conceptos básicos de un curso y puedes posicionar con seguridad.
O tienes un calambre, por ejemplo, cómo quitarte ese calambre.
O el compañero te ha dado un aletazo y te ha sacado el regulador.
No es que eso suele pasar, ¿no?
Eso lo hemos visto en las pelis de pánico, ¿eh?
Uy, el regulador, ¿qué me va a pasar ahora, no?
A veces puede pasar sin querer que el compañero se ha despistado y te ha dado un aletazo, ¿no?
No es lo normal, pero a veces pasa.
Pues, bueno, cómo recuperar ese regulador, ponértelo, ¿eh?
Bueno, una serie de ejercicios que hacen que cojas seguridad y controles el equipo.
Yo tengo entendido que es muy importante no bajar solo, siempre ir con alguien.
Sí, por supuesto.
Que a la medida de lo posible ir solitario en estas cosas no es conveniente.
Sí, por supuesto. En el buceo, la regla de oro en el buceo es que la unidad de buceo es el número dos.
El número dos es la unidad de buceo. Eso quiere decir que nunca debes bucear solo.
¿Y qué se ve abajo? ¿Qué hay?
Pues muchas cosas. Un mundo lleno de colores. De colores.
Ves peces, ves barcos hundidos. Como te he comentado hace un ratito, vamos a ir a Marsella en septiembre.
Vamos a ver portaaviones, submarinos de la Segunda Guerra Mundial.
Y ahí ves muchas cosas. Ves gorgonia, coral.
Si tenemos suerte podemos ver algún tiburón. Ojalá que se ven pocos, desgraciadamente.
Con esa caza masiva que hay de tiburones, pues de cada vez hay menos, ¿no?
Y sí, sí. Es un mundo lleno de colores. Ves los peces, cómo se te acercan. Esa sensación de ingravidez.
Parece que estás volando. Es algo mágico que te cautiva.
¿Se para el tiempo cuando estás abajo, verdad?
Sí, efectivamente. Se para el tiempo. Una inmersión normal se comprende entre 40 a 45 minutos.
Y muchas veces estás una hora, incluso más. Y bueno, y dices, ya tengo que salir a tierra.
Pues ya acabo de llegar, ¿no?
Y acabo de llegar porque el aire ya me está diciendo que ya tengo que volver, ¿no?
Y de estos 60 minutos se parece que estás solo 5, ¿no?
Se para el tiempo. Es algo mágico. A mí me cautivó.
En el primer momento que lo probé con un amigo, con la botella de regulador,
y esa sensación de ingravidez, de respirar bajo el agua, ya me cautivó, me embrujó.
Es que respiras normal, entre comillas. Por lo tanto, tú te puedes mover por allí como te moverías por tierra.
Exacto. Solamente respiras por la boca y se aprende a respirar bien.
Por eso, en un bautizo incluso, también enseñamos a respirar primero con el regulador.
Le ponemos la máscara de buceo y el regulador.
Y de esta manera se van adaptando a respirar.
Porque si no haces previamente esto y lo llevas directamente al agua, se podrían nerviosos
y no harían una pausa al espirar y al espirar.
Entonces hay que hacer esas pausas porque si no te hiperventilarías, ¿no?
Y entonces es una cosa que se tiene que uno ir adaptando poquito a poco.
La seguridad está bien porque no tienes ningún problema.
Tú tienes un chaleco hidrostático que te permite mantenerte con una flotabilidad neutra bajo el agua
y también a la vez te hace de salvavidas.
Lo hinchas y te mantiene con la cabeza fuera del agua.
Con lo cual, llevas un salvavidas.
Con lo cual, no hay muchos problemas.
Hombre, de hecho, es un tema estadístico.
Yo pocos casos, por no decir ninguno, he oído que haya habido algún problema.
En cuanto a otras prácticas deportivas que hay, el submarinismo, poquísimos casos.
Es uno de los deportes que menos hacientes hay.
Y cuando hay uno, algún accidente es porque alguien se ha metido en una cueva,
por dar un ejemplo, una cueva, sin tener los conocimientos necesarios ni el equipo apropiado para ello.
Entonces, claro, pues pasa lo que tiene que pasar.
Y después, claro, cuando pasan algo así, pues la gente también se espanta un poco.
¡Uy, qué peligroso es el submarinismo!
El submarinismo es todo lo peligroso que tú quieres que sea.
Es como conducir.
Conducir es peligroso.
Todo lo que tú quieras.
Si vas a 190 y con tres cubas libres, pues seguramente va a ser mucho más peligroso.
Es peligroso, claro.
Pero estadísticamente es uno de los deportes que menos riesgos hay.
¿Qué autonomía tienen las botellas en una salida de estas deportivas que hacéis vosotros?
Sí, bueno, depende de la profundidad que bajes, gastas más o gastas menos.
Entonces, nosotros tenemos un consumo aquí en la Tierra de 20 litros por minuto a una atmósfera,
que estamos sometidos aquí a una atmósfera.
Cada 10 metros que bajamos es una atmósfera.
Con lo cual, si estás a 10 metros, estás a una atmósfera más la atmósfera terrestre.
Estás a dos.
Con lo cual, son dos amófras multiplicado por 20.
Con lo cual, estás gastando 40 litros.
Claro, con todas las prevenciones del mundo, una de las tentaciones o de los retos del submarinista
es saber si puedo ir cada vez más abajo o no.
Sí.
Últimamente está un poco de moda esto de bajar.
Hay incluso buceadores técnicos.
Porque a veces abajo, abajo no hay nada.
Sí, que bajan.
Bueno, a veces son retos, son retos personales o retos también para hacer un poco de publicidad
por las marcas y bajan a 200, 300 metros de profundidad con una serie de botellas
que bajan con una mezcla de gases para que le permiten bajar a esa profundidad.
Bueno, son récords guines, récords que hacen, ¿no?
Como bajar en amnea, que te bajan a 100, 150 metros en amnea.
Son récords y, bueno.
Claro, en amnea, 150 metros, ¿cuánto rato puede estar esa persona sin respirar?
Sí, el récord en amnea me parece que está entre los 6 y 8 minutos.
Pues es tremendo, ¿eh?
Es tremendo.
Son deportistas de élite que solamente se dedican a cultivar su cuerpo en ese aspecto
y a entrenarse.
Es otra historia que nada tiene que ver con esta práctica que es turística, deportiva
y de todo, ¿no?
Exacto, es tranquilo, relajante.
Tú sabes que tienes tu botella, tienes ahí una autonomía de aire.
Cuando entras en reserva sabes que tienes tiempo suficiente para salir del agua.
Incluso es más, fíjate si es seguro que incluso enseñamos a los alumnos que si tienen
un problema, imagínate que te has quedado sin aire, cosa mal hecha, que no debes, pero
bueno, te quedas sin aire, pues tienes a tu compañero que tiene su regulador de emergencia.
Pero ahora te lo voy a poner todavía más grave.
Imagínate que el compañero tampoco lo encuentras, ¿no?
Que ya estamos poniendo la cosa difícil, que no se suele dar el caso.
Bueno, pues enseñamos a salir de forma airosa hacia la superficie sin que te pase nada.
Sí, sí, hombre, es que es lo que dices, seguridad, ¿por qué?
Porque todo está planeado de antemano.
Comentabas la salida esta a Marsella.
Yo me imagino que hay mapas, entre comillas, que trazan a estos itinerarios que son arqueológicos
aparte de marinos, ¿no?
Correcto, sí, sí, correcto.
Marcan el itinerario, entonces salimos con un centro de buceo que están especializados
en este tipo de inmersiones.
Y son inmersiones ya para gente experimentada, porque las inmersiones son entre 40 y 60 metros
de profundidad.
Y todo lo que pasa de 40 metros de profundidad deja ya de ser un buceo deportivo.
Claro, ya es otra cosa.
Con equipos más especiales.
Esta ruta que vais a hacer en Marsella, apasionante, porque hablabas de submarinos, de barcos
de la Segunda Guerra Mundial.
Sí, la hicimos hace tres años.
Sí, ya la has hecho entonces.
Sí, por eso volvemos.
¿Y qué es lo que se ve?
Pues bueno, en principio, de momento vemos una visibilidad algo increíble, de 40 metros
de visibilidad, por lo menos la vez que estuvimos.
Claro, cuando hace mala mar, si está sucia, está sucia en todos lados, eso está claro,
¿no?
Pero aquel puente que cogimos, una visibilidad tremenda.
Vimos, pues, morena, con gríos dentro del submarino.
¿Pudisteis entrar dentro?
Sí, entramos dentro con mucha precaución, entramos.
Y es más, es curioso porque el submarino, Rubí, se llama Rubí, tiene lo que es la parte
de la prueba, está despegada del fondo y cuando te acercas a él te da la sensación
de que va a despegar, ¿no?
De que va a despegar del fondo, ¿no?
Y es una sensación algo fantasmagórica, ¿no?
Jolín.
¿Qué otras rutas habéis hecho que así que te haya llamado la atención?
Porque habéis hecho muchísimas.
Sí, hemos hecho el Mar Rojo, hemos estado en Maldivas, hemos estado en Mallorca, Menorca
y, bueno, hacemos un poquito todo, la Costa Brava.
Maldivas es uno de los paraísos, de los submarinistas, dicen, ¿no?
Sí, ahí hay mucha fauna pelágica, ¿no?
O sea, de aguas libres, ¿no?
Mucha fauna grande, ¿no?
Que tienes que hacer, pues, un crucero, ¿no?
Para poder ver, pues, toda esa serie de fauna, como el tiburón-ballena, etcétera, ¿no?
Pero si no hace falta irse muy lejos, que aquí también tenemos sitios muy bonitos.
Es lo que te iba a decir.
Como la Costa Brava.
Sí, no, eso es uno de los puntos de...
Tenemos también por Murcia, Cabo Palos, que también es un sitio excelente para ir a bucear,
eso lo aconsejo a la gente.
Y, bueno, tienes Menorca, o sea que por nuestro país tenemos sitios muy bonitos.
¿Cómo tenemos la costa de Tarragona?
¿Está suciota?
Pues sí, desgraciadamente la costa de Tarragona está bastante sucia, porque, bueno,
el ser humano, pues, contribuye, pues, a ensuciarla mucho, ¿no?
Entonces es una pena que cuando estamos buceando, pues, vemos bolsas, compresas, bicicletas,
carritos de coches, sabemos un poco de todo, ¿no?
Yo, pues, muchas veces, vas buceando y voy recogiendo cosas, ¿no?
Porque me sabe mal, ¿no?
Entonces lo que quiero es, una vez al año, reunirnos todos y hacer una limpieza,
una limpieza al año de los fondos marinos. De hecho, hay clubes que ya se dedican a esto.
Ajá.
Dime una cosa, quien quiera apuntarse a hacer un bautizo de mar o decir,
mira, que me he animado, ¿dónde estáis físicamente? ¿Cómo se puede poner en contacto?
Estáis, a ver, sois más de unas 50 personas, pero todavía podrían caber más, ¿no?, en la asociación.
Sí, por supuesto, todo el mundo que quiera venir será bien recibido.
Entonces nosotros estamos ubicados en la granja, estamos ubicados frente al concesionario Toyota,
la autovía Tarragón-Arreos, en frente al concesionario Toyota,
hay un edificio que hay un estreno en vertical que pone Don Tresillo,
pues ahí estamos ubicados, ahí tenemos el aula, tenemos ahí el piso,
y tenemos una aula apropiada, pues, para dar las clases, sí, sí.
Club Dufín, se ven Dufín, se ven Delfines.
Muy pocos, pero a veces, vemos, también realizamos de vez en cuando una salida a Colombretas,
que está la provincia de Castellón, y una vez, pues, nos acompañaron Delfines, Delfines.
¿Medusas enormes también?
También hemos visto...
Porque las hay grandes, ¿eh?
Sí, sí, pero bueno, no mucho, por aquí no hemos visto muchas, pero de vez en cuando algunas, sí.
Lo que se ven más son estas pequeñitas, las pequeñitas, hay muchas,
en que este año yo no estoy viendo muchas.
No, aquí en Tarragona no, dicen que en Gerona sí, pero aquí no, ¿eh?, aquí no han llegado.
El año pasado había muchas más, este año no sé por qué, pero no hay tantas.
¿Sirenas no?
No, sirenas no existen, no.
Degraciadamente no, nos gustaría ver alguna sirena.
A ver, hay cosas que uno nunca sabe que se puede encontrar, ¿no?
Sí, sí, no.
No perdáis la esperanza, ¿eh?, que siempre se puede encontrar alguna sirena o algún sireno, algún tritón.
Siempre, sí, siempre puede haber la esperanza.
Vicente Vázquez, responsable del Club Dufín de Campcla, muchísimas gracias por acompañarnos.
De verdad que ha sido muy interesante y, bueno, que sigáis adelante y que cada vez sigáis más, ¿no?
Pues sí, eso esperamos. Muchas gracias a vosotros.
Ha sido un placer. Buenos días.
Buenos días.