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Arxiu/ARXIU 2008/ENTREVISTES 2008/


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Time transcribed: 17d 11h 24m 11s

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Tres minuts i mig, un quart de dues, ja els ho dèiem,
que ens reservaven pel final com si es tractés d'una cirereta.
Una conversa al voltant d'una exposició que s'hi inaugura aquesta tarda,
s'ha presentat aquest migdia als mitjans de comunicació locals.
És una exposició de caràcter itinerant
i que ens enremet a un dels grans mites de la història moderna, el Titanic.
És una exposició que vol explicar la història,
recrear l'evolució de la recuperació dels objectes,
en definitiva, mostrar totes les cares que té aquest vaixell,
que a més, d'aquí no res, quatre anys,
s'acomplirà el centenari del seu enfonsament.
Tenim a l'altre costat del fil telefònic
el president de la Comissió Internacional de la Fundació Titanic,
Jesús Ferreiro, muy buenos días.
Hola, Yolanda, buenos días.
No sé si me agradece el hecho de que no le haya puesto la canción de la película.
Lo he hecho a propósito, no ponerla, eh?
No, pues fíjate tú...
¿Le hubiera gustado que la pusiera?
No, pero te explique...
Te explico por qué, porque casi todas las cosas de esta vida tienen su razonamiento.
Es que a mí me hubiese gustado porque, bueno,
primero de la amistad que me une con Jimmy Cameron,
porque estuve en el rodaje de la película
y la verdad es que ahí la oímos tantas veces que me trae muy buenos recuerdos.
Yo digo, no la pondré para que no me digan que ya empezamos con los tópicos,
esa ha sido la razón exclusivamente.
No, no, no, pero ya ves que era un razonamiento muy personal,
pero de todas formas es un tópico que yo te lo agradezco que no lo hayas puesto.
Es que yo recuerdo que, seguro que usted me podrá rectificar,
yo recuerdo que hace unos años, aquí en el puerto de Tarragona,
vimos una exposición sobre el Titanic, pero que no era tan extraordinaria ni tan grande como esta.
Claro, era una exposición en el 97.
Exacto, es que yo la recuerdo que la fui a visitar.
Era muy pequeñita, se cargaba en un camión trailer
y ahora estamos hablando de 14 camiones trailers.
O sea que la diferencia es notable.
Aquí hemos tenido un problema,
es una exposición que normalmente necesita sobre 3.000 metros cuadrados para su montaje
y que viene de Valencia, de la Ciudad de las Artes,
donde se han utilizado 3.500 metros cuadrados.
Y claro, aquí estamos hablando de 1.800 metros.
Y bueno, la hemos tenido que adaptar, hemos hecho un gran esfuerzo,
los técnicos han hecho un gran esfuerzo,
pero a mí me parece que ha quedado perfecta.
Es más, parece que hay el doble de cosas de las que hay,
porque están tan juntas todas y se ve tanto.
Y hoy me decían las autoridades y los medios de comunicación que han venido hoy
y dicen, es que parece mucho más grande de lo que es.
Sí, sí, parece bueno, porque yo creo que está muy bien montada.
Estamos hablando, Yolanda, de sin duda, sin ninguna duda,
una muestra que es espectacular, que es itinerante,
que este año cumplirá, si todo va normalmente,
el visitante número 28 millones.
Y que claro, estamos hablando de una exposición de carácter internacional,
que de aquí se va a Berlín, que luego vuelve a Sevilla,
que luego se va a Polonia.
Yo le decía, sí, diga, dime, dígame, Jesús.
Y que hemos querido venir aquí, porque todos me han preguntado,
todos, ¿por qué esta exposición Tarragona?
Y bueno, pues solo hay una lógica,
que nosotros queremos ser buena gente y gente agradecida.
Y como con aquella pequeñita exposición de hace tantos años
nos trataron tan bien aquí en Tarragona,
que hemos querido agradecer trayendo esta espectacular exposición aquí.
Y además, Yolanda, y además, con los precios más bajos
que jamás hemos cobrado una exposición para poder visitarla.
O sea que es una muestra de agradecimiento.
Yo sabía por qué le hacía referencia a esa antigua exposición
y cuando hablábamos de los tópicos y todo eso,
porque a mí particularmente, que no soy una experta,
ni mucho menos me reveló que está muy bien
que grandes embarcaciones, que aquel Titanic sea un icono,
un mito, una leyenda, llamémoslo como sea del siglo XX,
pero que a veces también la leyenda nos hace perder de vista la historia.
Y en aquella exposición yo vi un trabajo de memoria histórica importante,
más allá de lo que es la ficción, ¿no?
Claro, muy bien, muy bien.
Te felicito porque, figúrate tú,
yo el otro día estuve en Andrés dando una conferencia
y me preguntaban por nuestras exposiciones.
Y yo dije justo lo que acabas de decir.
Yo dije, es que nuestra empresa,
que es la segunda a nivel mundial del montaje de exposiciones,
la creación de exposiciones,
y yo dije, es que nosotros no sabemos montar exposiciones.
Nosotros lo que sabemos es contar historias.
Y nos apasiona la historia del Titanic
y los guionistas que han hecho el guión de la visita que tuviste
y esta que vas a ver ahora sin duda,
está hecha por historiadores
y está sacada de las únicas personas
que pueden contar aquella historia,
que es los que estuvieron allí.
Y entonces el guión de la exposición
está sacada de la versión de los supervivientes.
Mejor dicho, Yolanda,
está sacada de la mayoría de los supervivientes
porque algunos supervivientes no están de acuerdo con otros.
Entonces, ¿cuál eliges?
Pues sin duda lo que diga la mayoría.
Igual a veces no es la realidad,
pero es que no tienes otra forma de agarrarte a la historia.
Entonces, lo que hacemos nosotros es contar historias.
En esta y en todas nuestras exposiciones.
No montamos exposiciones, sino que contamos historias.
Y hacemos las exposiciones al revés que todo el mundo.
Fíjate, nosotros primero hacemos el guión
de la historia que queremos contar.
Y una vez hecho el guión,
elegimos qué es el material que nos hace falta
para contar esa historia.
No lo hacemos al revés.
O sea, como lo hace todo el mundo, no.
Nosotros primero, los historiadores.
Hagan ustedes el guión para contar la historia.
Una vez hecho el guión, ¿qué necesitamos para este guión?
Claro, hay que decir inmediatamente que nosotros hemos tenido mucha suerte
porque contamos con los objetos que se han recuperado,
con un montón de objetos.
Se han recuperado 7.223 objetos.
Y entonces, claro, contamos.
Hemos tenido la suerte de poder elegir los objetos y los documentos
que nos hacen falta para contar la historia.
Y la verdad es que ha quedado espectacular.
Yo, más que espectacular, Yolanda, diría que emocionante.
¿Y son objetos originales en buena parte?
¿O algunos de ellos?
No, no.
¿O todos?
No, no.
En buena parte no, todos.
¿Todos son originales?
Todos son originales, todos han estado a bordo del Titanic
y te digo cómo han llegado a manos de la Fundación.
Bueno, pues unos objetos han llegado directamente,
los han sacado de lo que se llama zona de restos,
de la zona del hundimiento.
Otros objetos fueron recuperados de los cadáveres que aparecieron
contando después de la tragedia,
que fueron entregados a los familiares y los familiares los han donado
a la Fundación.
Y otros objetos son los que se llevaron consigo,
los supervivientes que han sido donados,
que han sido dejados en herencia a los descendientes
y cuyos descendientes en general son hijos o son sobrinos o sobrinas,
los han donado a la Fundación.
¿Y qué objetos?
Yo recuerdo que en aquella visita que hice había,
a ver, que no me falla la memoria,
¿un juego de té podía ser?
Sí, había un juego de té original del Titanic,
algún plato de la vajilla,
la reproducción pequeñita de un camarote,
no sé si era de primera o segunda clase.
Sí, una reproducción pequeñita, sí, justo, muy bien.
Bueno, tiene buena memoria.
Aquí no, aquí ya entramos en una envergadura, ¿no?
Aquí entramos ya en muchas cubiertas,
en muchos platos,
en muchos camarotes,
en un pasillo.
Vaya, para quedarse a vivir, ¿eh?
Prácticamente en la exposición.
Hombre, lo único que nos falta es la cocina,
pero todo lo demás tenemos.
Muy bien.
Sí, sí, sí.
Yo es que he entrado en su página web también
y tiene muchísima información.
Eso es trampa.
Eso es...
Yo...
No, lo que le he dicho de la exposición es cierto, ¿eh?
Yo estaba pensando,
pero qué bien,
pero qué persona tan...
Ah, bueno, bueno, está bien.
Pero si quiere le puedo dar detalles de la exposición, ¿eh?
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, pero por ejemplo,
yo aquí veo un banco que entonces no estaba en la antigua.
Eso es justo, muy bien, muy bien.
Un banco que no estaba en aquella.
El camarote este es muchísimo más grande.
Más grande, eso es, eso es.
Es una suite.
Antes había un camarote y ahora hay una suite.
¿De lo que eran los pasajeros de tercera clase
también tenemos referencia
o solamente nos dedicamos a las clases poderosas?
No, no, no.
No, que va, que va.
Es más, yo diría...
Ahora que me lo preguntas,
yo creo que hay casi...
Si hay, habrá un poquito más de referencia
a la tercera clase.
Y hay referencia a los tripulantes
porque muchas veces, tú lo sabes bien, Yolanda,
hablamos mucho, naturalmente,
de los famosísimos y anideradísimos
pasajeros de primera clase.
Casi nunca se habla de los de segunda,
esa es la verdad.
De los de tercera también se habla
porque se dice,
hay pobres que no podían salir,
que con metal.
Pero nunca hablamos de los tripulantes.
Y aquí sí que hablamos de los tripulantes,
sobre todo de los más humildes,
de esos que iban en las calderas,
en las carboneras echando carbón,
trabajando con unas temperaturas
cercanas a los 50 grados
y cuyos miembros, por ejemplo,
los de la sala de calderas número uno,
los 68,
quisieron seguir paleando
hasta el último minuto
y murieron todos,
murieron absolutamente los 68
paleando carbón
simplemente para que el barco tuviese luz
porque nos imaginamos
aquella tragedia sin luz
a medianoche
para que el barco tuviese energía,
energía para las bombas de achique
y energía para los que los radiotelegrafistas
pudiesen continuar emitiendo el SOS.
Y claro, esos hombres,
solo pensando en eso,
se quedaron allí
y allí murieron.
Y a mí, si me preguntan,
oiga,
si me dejasen quedarse
con una de las piezas
que la asociación con cual se quedaría.
Yo, sin ninguna duda,
con un pedazo de carbón grande
de esa sala de calderas número uno,
simplemente como homenaje
a esos humildes carboneros
o fogoneros o caldereros
o como popularmente
les llamaban en el barco
la brigada negra.
Simplemente porque entregaron sus vidas
de los que casi nunca hablamos de ellos.
Y a mí me gusta hablar de esa gente.
No es solo una exposición
de objetos y espacios,
también es una exposición
a la que se les pone cara
nombre y apellidos
a parte de esa tripulación,
a esos pasajeros, ¿verdad?
Claro,
y además hay que decir
que la exposición
es obligatoria
visitarla con equipo de sonido,
en donde cada persona
va escuchando
a través de los auriculares
la historia
de cada pieza que está viendo
y de cada documento,
cómo se rescató,
a quién pertenecía,
que le pasó a ese pasajero
o a ese tripulante.
Y tú lo sabes, Yolanda,
hay algunas zonas de la exposición
donde es muy difícil
contener las lágrimas.
Es que cuesta.
Y yo que la he visitado
tantas veces,
cuando me pongo los auriculares,
a veces me cuesta mucho
el contener
que no se me vaya
más de una lágrima.
porque, hombre,
estás viendo
esos zapatitos
o ese anillo
o esa manta
o ese pedazo de carbón
o esa carta
y estás escuchando
cómo se hizo,
a quién pertenecía,
qué es lo que le pasó,
cómo murió
y estás viendo su imagen
y, hombre,
a mí me emociona mucho
el ver a hombres
como Castillos
que salen frotándose los ojos
y eso a mí por lo menos
me impresiona muchísimo eso.
Van a estar bastante tiempo
en Tarragona,
tengo entendido,
¿no, Jesús?
Vamos a estar
hasta después del verano
donde nos íbamos
para Berlín, sí.
Un poco, claro,
mirando la información,
en el 2012
se cumplen 100 años
del hundimiento del Titanic.
Esto yo me imagino
que hará que sea
una fecha
muy emblemática,
muy especial.
Sí, estamos ya
preparando los acontecimientos
y yo pido cada día,
cada día,
cada día por la mañana
pido que Milvina dé
a mi gran amiga
y admirada Milvina dé
que es la única superviviente
que queda con vida
que le haga cumplir
los 100 años
para poder celebrarlo
con ella.
Pues fíjate
que es la única persona
que queda con vida
de aquellas 2.503,
2.508.
¿Y qué edad tenía, pues,
cuando se hundió el barco?
Pues tenía cuatro semanas.
Era una pasajera
que fue en brazos
de su madre
y además fue
la pasajera
más fotografiada
de los supervivientes
porque todos los supervivientes
querían verla,
querían fotografiarse
con ella en brazos
y en la prensa
de aquella época
sale en todas
las primeras páginas
en tantos brazos
de su madre
como en brazos
de pasajeros
y de los tripulantes.
Sí, sí.
Pues ahora va a cumplir.
Mira,
nació el 2 de febrero,
o sea que tenía,
fíjate,
al 14 de abril
tenía
2 de febrero,
2 de marzo,
2 de abril,
8 semanas,
no,
11 semanas.
Sin duda,
si llega
a este centenario
pues será
todo un acontecimiento,
¿no?
Una superviviente
del Titanic
que esté presente.
será sin dudas,
ya lo es,
ya lo es
y además
pues yo,
lo que pasa es que está,
no,
no está mayor.
Está mayor,
¿no?
Jesús debe estar mayor,
no me diga que no.
Tampoco seas cruel,
pero,
pero,
pero figúrate,
Yolanda,
yo no diría que está mayor,
fíjate tú,
es una,
yo voy,
intento ir cada tres meses
a visitarla,
¿no?
Y,
hombre,
está mayor,
está con 96 años,
me parece que 96,
justo.
Con 96 años,
sí,
porque la última tarta
que era,
era 96,
sí,
y está,
pero es una persona,
primero,
que habla por los codos,
charlatana,
y que tiene mucho optimismo,
que quiere no llegar a los 100,
sino más,
pero tiene,
el único problema
es que se cayó hace un año y pico
y tiene la cadera fastidiada,
y,
pero yo estoy intentando,
le estoy haciendo,
como se dice,
dorando la píldora
para intentar traerla a Tarragona,
aunque los médicos dicen que no,
pero yo la tengo medio convencida,
lo que será sin duda un acontecimiento internacional.
¿Por tanto podría ser que mientras esté la exposición aquí
nos visitará?
No,
no,
te digo mientras está la exposición.
Exacto,
que viniera la única superviviente del Titanic.
Yo estoy intentando todo para que venga septiembre.
Pues otro aliciente más,
ella la exposición lo es,
esto suma.
Eso será un acontecimiento internacional,
sí,
sí.
Muy bien,
Jesús Ferreiro,
presidente de la Comisión Internacional de la Fundación Titánica,
a partir de esta tarde se abren las puertas,
y bueno,
será cuestión de retroceder en el tiempo
y dejarnos envolver por la historia mítica,
pero también en real,
del barco de los sueños,
como se le llamaba,
¿no?
Sin duda,
sin duda.
Y muchas veces me preguntan,
¿por qué se llamaba el barco de los sueños?
Pues,
bueno,
pues es fácil deducirlo por pura lógica,
porque sobre todo,
por el mayor número de personas,
eran los de tercera clase.
Los de tercera clase iban todos a lo que se llamaban,
tú eres muy joven,
pero lo que se llamaban antes a hacer las Américas,
¿no?
Iban los inmigrantes,
y era un sueño,
iban a vivir su sueño a las Américas.
Muchos lo lograron,
otros se dejaron la vida por el camino,
pero era un barco lleno de sueños,
lleno de sueños,
sobre todo de sueños humildes
para poder mejorar todas sus vidas.
Por eso era el barco de los sueños,
el buque de los sueños,
porque estaba cargado sobre todo de sueños.
Pues nada,
iremos a soñar.
Muchísimas gracias, Jesús.
Hasta pronto.
Un abrazo.
Gracias, Yolanda,
y te espero aquí, por favor.
Pues y tanto que iremos.
Adiós, buenos días.
Gracias, buenos días.