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Arxiu/ARXIU 2008/JA TARDES 2008/


Transcribed podcasts: 393
Time transcribed: 5d 16h 27m 52s

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La setmana passada visitava a Tarragona l'Àngel Olaran per impartir una conferència.
Ell és un missioner basc que es va passar 20 anys a Tanzània
i després va ser cridat per realitzar la seva feina al nord d'Etiòpia.
Una biografia, sens dubte, a tenir en compte
i un personatge interessantíssim que vam poder escoltar
arran de la presentació d'un llibre de l'escriptora Maite Pérez Baez,
Ángeles de Bucro, és la localitat d'Etiòpia
on l'Àngel va estar fent la seva tasca.
Tenim el gran plaer als ja tardes avui de conversar amb ell.
Ángel Olaran, buenas tardes.
Buenas tardes, Nuria.
¿Qué tal, Ángel? Buenas tardes.
Buenas tardes, Josep.
Cuéntanos un poco qué hacéis exactamente en esta localidad de Etiòpia
porque yo creo que ya hace 15 años, ¿no?
Ya.
Pero al principio teníais 5 niños y niñas,
ahora creo que tenéis a vuestro cargo ya más de 1.000, ¿no?
1.300, sí.
1.300, pronto está dicho, ¿eh?
Ya, y todos los huesos, de padre y madre, ¿no?
Eso es casi como una catástrofe, eso.
Porque, ¿qué pasa con estos niños?
¿Qué pasaría si no estuvieran con vosotros?
Ah, pues, no sé, me imagino que más de 1 igual estaría, pues,
un hermano en un sitio, otro hermano en otro sitio, ¿no?
Y cantidad de ellos estarían en las calles, me imagino.
Tendrían que hacer de las calles sus casas y sus colegios, ¿no?
Y sería el cielo su techo.
Y las niñas, pues, más de una tendría que empezar a prostituirse ya con 13, 14, 15 años.
¿Esta es la realidad general de Etiòpia o son las excepciones?
Bueno, en Etiòpia no sé si se habla de 2 o 3 millones de huérfanos, ¿no?
Y yo me imagino que muchos de ellos, para este núcleo de niños, pues, eso sería la realidad, la triste realidad.
Y son huérfanos a consecuencia de las guerras, de la sida también, ¿no?
Yo creo que cuando nosotros preguntamos a los niños de qué habían muerto los padres,
porque son chiquitos, muchos no tenían un conocimiento videdigno, ¿no?
Pero muchos dicen que los padres habían muerto, que tenían problemas de respiración,
problemas de...
Del corazón.
De pulmones y tal, pues, nos imaginamos que era tuberculosis y la causa de tuberculosis en muchos de los casos es la sida, ¿no?
Y algunos casos por la guerra y hay maridos jóvenes que han muerto en la guerra
y luego, pues, han quedado las mujeres de estos hombres con tres o cuatro niños, sin ningún trabajo
y más de una, pues, ha tenido que prostituirse también para poder alimentar a los hijos, ¿no?
Y en el proceso, pues, han quedado afectadas por el sida y han muerto, ¿no?
Yo creo que el sida está muy presente en la muerte de los padres de estos niños.
Y muchos de ellos han muerto jóvenes, ¿no?
Antes de los 35, 40 años.
Ángel, tú trabajas en Etiopía, en el marco de una organización, suponemos, ¿no?
¿Quiénes sois?
Bueno, pues, yo soy un misionero católico y pertenezco a la Sociedad de los Padres Blancos,
que, bueno, el nombre es Misioneros de África, se nos llama Padres Blancos,
se nos llama Padres Blancos porque el hábito era blanco, ¿no?
Y estoy con este grupo trabajando en un grupo.
¿Qué haces? ¿Cómo es el día a día en este centro?
Y luego, ¿qué pasa cuando estos niños son adultos?
¿Intentáis que se reincorporen en su sociedad, en su ambiente, en sus poblados?
Bueno, a ver, empiezo por esta segunda parte, ¿no?
Nosotros empezamos con estos niños a unos 10 años.
Y, bueno, algunos eran pequeñitos, pero otros cuando quedaron huérfanos eran ya mayores,
15, 17 años, estaban escolarizados.
Pues unos 120 de ellos han acabado ya la universidad y están trabajando, ¿no?
Y hay otros que han acabado escuelas profesionales y también están trabajando.
Hasta ahora el trabajo se conseguía con bastante facilidad porque Tigray ha sido abandonado,
había estado abandonado como región por el gobierno central.
Y es en los últimos 15 años donde se ha empezado a organizar la región esa, ¿no?
Entonces no había cuadros, hacía falta maestros, hacía falta enfermeros.
En la cuestión de política tampoco había personal, ¿no?
Entonces, pues estos trabajos han sido otorgados a los jóvenes que han salido de la universidad, ¿no?
Y nuestros huérfanos están ocupando bastante de estos trabajos.
Ahora que ya hay mucho joven universitario o formado profesionalmente,
ya empieza a escasear el trabajo.
¿Y en qué aspectos de su educación incidís?
¿Cuál es vuestro trabajo concretamente con estos niños huérfanos?
Porque supongo que habrá una parte muy práctica de cara, pues, a la finalidad esta, como decías,
de volverlos a la sociedad, pero habrá también un componente psicológico,
psicológicamente deben ser niños marcados también, y ahí también tenéis que...
Pues no creas, es lo que me admiran, ¿no?
Tenemos con nosotros niños, cuando los conocimos, aún no eran huérfanos,
tenían una madre con sida, ¿no?
Jordanas Mejeret, Jordanas tendría dos, tres años cuando murió su madre, ¿no?
Y el hermano mayor tenía 13 años, de gasa,
y vivieron con, pues eso, con su madre durante toda su vida estos niños, ¿no?
Y la madre, pues, estando enferma, pues aún estaba en casa y, bueno, de la noche a la mañana murió, ¿no?
Entonces, íbamos por la noche a casa de estos niños y no nos veíamos que estuvieran tan psicológicamente tan afectados, ¿no?
Y ahora cuando los ves como reaccionan, como juegan, como riñen con los demás, como van a la escuela,
pues tampoco vemos que tengan un handicap psíquico, psicológico profundo, ¿no?
Da la impresión como si en Etiopía, por ejemplo, o en estos países,
la muerte estuviera más integrada con la vida que a lo mejor aquí en nuestra casa, ¿no?
La muerte no preocupa demasiado, ¿eh?
A mí, por ejemplo, la madre de estos niños, que era joven, no sé, tenía cuarenta y pocos años cuando murió,
su única preocupación eran los hijos, ¿no?
Era que yo me voy a morir, y dice, ¿qué van a hacer los hijos sin mí?
Y cuando la dijimos que, bueno, que no se preocupara de eso, se enfrenta a la muerte con una tranquilidad y una dignidad
que bien nos gustaría mucho de nosotros.
Y yo creo que no encaja decir que como no tiene nada, pues no tiene nada que agarrarse,
como no tiene nada material, ¿no?
Lo bueno de esa gente, bueno, de la gente allí, ¿no?
De las personas que, como tienen poco material a lo que agarrarse, se agarran a lo humano, ¿no?
Y eso es una bendición de relaciones, relaciones humanas entre vecinos, entre parientes, ¿no?
Y yo creo que a veces cuesta más separarse de una buena relación que de un buen coche, ¿no?
Y entonces, pues, bueno, también eso yo creo que para esta sociedad la muerte es parte integrante de la vida, ¿no?
Y uno está enfrentado a la muerte desde que nace, prácticamente, ¿no?
Y no, la muerte no es ese monstruo que tenemos aquí, ¿no?
Por esto estos niños cuando la madre, no es tanto que muriera, la madre desapareció del entorno de ellos, ¿no?
Entonces fueron acogidos por otra gente, por otras personas y de alguna forma, pues, no sufren ese shock psicológico que aquí se sufre, ¿no?
En estas ocasiones.
Y ir a casa de estos niños, pues, es bonito, es una fiesta, ¿no?
Y hay una alegría, una acogida, una sencillez, una naturalidad.
Son chiquitos ahora, el mayor tendrá ya 14, 15 años, ¿no?
16, 15 años.
Y cuando vas a esas casas, por pequeña que sea, Jordan, ¿no?
Ahora, pues, tendrá 5, 6 años también, ¿no?
Pero son ellos los que te acogen, te reciben, te ofrecen, los que te dan conversación.
Y son ellos, al final, los que te acompañan, ¿no?
Fuera de casa, como aquí haría, pues, pues, pues, un padre, una madre, ¿no?
Y cuando aquí vamos a casas de niños de la edad de nuestros críos allí, ¿no?
Si tienen un playstation, una televisión, pues, ni se fijan si viene una visita, ¿no?
Y ignoran las visitas.
Sin embargo, allí, pues, te sientes acogido y querido por ellos, ¿no?
Y es muy bonito.
Ángel, ¿qué significa Abba Maleku?
Melaku, ya.
Melaku.
Abba Melaku.
¿Qué significa?
Ah, bueno, Abba es padre, el tigriño es un idioma semita, también en la Biblia se habla del padre,
y Melaku es la traducción literal de ángel en tigriña.
U es el posesivo de la tercera persona del singular, entonces, en este caso, en Melaku, el ángel, sería un posesivo de Dios, ángel de Dios.
Lo digo porque te conocen así en Etiopía, en esta zona, ¿eh?
Bueno, pero, porque, no por mi trabajo, o mi personal, es por mi nombre.
La traducción literal de ángel es Melaku, sin más.
Y creo que hay otro ángel que ha hecho posible que hayas venido a Tarragona estos días.
Sí, también se llama Melaku.
Es que sí, es otro ángel este.
Bueno, y para mí este es arcángel, ¿no?
Pero vamos.
Cuéntanos un poco cómo ha ido esto, porque él creó, este otro ángel, él creó el colectivo, el colectivo de su pobre Ángel Olaran.
Estamos hablando de un hombre que es empresario, es un empresario de Bérida, ¿no?
Concretamente.
De Moya Rusa, ya.
De Moya Rusa.
Señor Pujol, Ángel Pujol.
Ángel Pujol.
Y que os ha ayudado mucho, ¿no?
Os ha ayudado mucho.
Sí, nos está ayudando mucho.
Y sobre todo, pues, siempre la parte material siempre cuenta, ¿no?
Pero también la parte humana, la parte de la amistad, la parte de la seguridad que un grupo de amigos, y en este caso, pues, él, pero como un amigo, ¿no?
Este aporte es muy importante.
Un aporte material sin este aporte humano, sin este calor humano, sin esta cercanía, sin esta amistad, pues, perdería mucho, yo creo, ¿no?
Entonces, es una complementariedad de los dos, el aporte económico y, sobre todo, el aporte humano.
Eso vale mucho, ¿no?
Y, bueno, pues, cuando hacen campañas o lo que sea, no solamente es una campaña dirigida hacia lo económico, ¿no?
Es también una campaña dirigida hacia la conciencia haciano, hacer ver la realidad de por qué existe la obra en el mundo, por qué los niños sufren, y ver la responsabilidad que aquí podemos tener en la muerte de estos 25.000 niños que mueren diariamente al día a consecuencia de la mala alimentación, ¿no?
Que es una especie de holocausto que el primer mundo exige al tercer mundo, ¿no?
Pues, un poco, concienciar de esta realidad, ¿no? Aparte de ayudar materialmente.
Claro, es lo que decías tú, por lo que hablas, parece que vosotros, sin menospreciar vuestro trabajo, que es muy importante, pero sois una gota en un océano.
Ah, una gota, sí, una gota pequeñita.
No se acaba aquí y seguramente hay muchas cosas de base de la sociedad en Etiopía que tendrían que arreglarse. ¿De quién depende? ¿Cómo lo hacemos, Ángel?
Bueno, un poco depende de allí, un poco depende de aquí también, ¿no? Hay cosas que a veces me chocan allí, ¿no? Estamos en una guerra, bueno, hay una tregua ahora con Eritrea, ¿no?
Y dado que hay esa guerra con Eritrea, pues vemos soldados etíopes fornidos con unas armas muy, muy, muy, muy caras, ¿no?
Y estos hombres están en cualquier rincón del país, por remoto que sea, por difícil que sea llegar, ¿no?
Y a veces se nos dice que es difícil hacer llegar la comida a esos sitios, ¿no?
Entonces, es difícil ver a una mujer con un plato de arroz para los hijos, pero es muy fácil ver a un hombre de estos de allí bien alimentado y con unas armas muy, muy, muy costosas, ¿no?
Estas armas vienen de aquí sin problemas. Sin embargo, de aquí se dice que hay problemas en hacer llegar el arroz a aquellos sitios, ¿no?
Y lo que más salvaría a nuestros niños de la muerte no es el arma de ese soldado que lo va a defender, sino que es el plato de arroz que se le niega, ¿no?
La salud de estos niños, la vida de estos niños no depende del arma del soldado, sino que depende del plato de arroz que no le llega a la madre, ¿no?
Y esto es catastrófico. Entonces, allí sí que hay algo de culpa, sí que la hay y no lo niego, ¿no?
Pero la culpa grande, grande, grande está en el primer mundo, ¿no? En la globalización.
Ahora, por ejemplo, Europa quiere entrar en una relación comercial especial con África.
Y lo que Europa está insistiendo, exigiendo, antes de empezar a dar otros pasos, que está obligando a África,
es a que liberalicen el comercio, a que liberalicen las finanzas, las patentes intelectuales, todos los servicios.
También quieren que se privatice el agua, que se privatice la luz.
Van a llegar a querer privatizar el aire que respiramos, ¿no?
O sea, quieren tener un gobierno sin políticos, o un gobierno controlado directamente,
aunque los políticos también están controlados por el dinero, ¿no?
Pero un dinero controlado, un gobierno controlado, o una nación, perdón, una nación sin gobierno, es lo que quieren, ¿no?
Una nación controlada por el comercio.
De todas maneras, Ángel, por lo que has dicho antes, el gobierno hoy en día en Etiopía parece que tampoco se ocupa mucho de los temas sociales.
Bueno, a ver, sí, sí, se ocupa de los temas sociales.
Es una pena que se ocupe tanto de la guerra para mí, ¿no?
Pero dicen que la integridad nacional es una prioridad, ¿no?
Y se podrían ocupar bastante más de los temas sociales, ¿no?
Pero esto nos ocurría, por ejemplo, en Tanzania, ¿no?
Decía el presidente Nyerere, cuando viene el ministro de Educación y me presenta el programa para un año,
dice, fenomenal, el ministro de Industria, fenomenal, el ministro de Obras Públicas, fenomenal,
pero el presupuesto adecuado al ministerio es el presupuesto de toda la nación,
entonces tienen que hacer muchos recortes, ¿no?
Y luego está el hecho de que si Etiopía produce café, en el primer mundo el café se está pagando 40 veces menos
de lo que se pagaba hace 15 años.
Cuando los productos que vienen del primer mundo al tercer mundo cuestan mucho más,
mucho más de lo que costaba allí 40 años, ¿no?
O sea, tenemos un desequilibrio comercial entre el primer mundo y el tercer mundo
que por mucho que quieran hacer allí los gobernantes,
y no digo que no lo puedan hacer más, ¿no?
A favor de su pueblo no lo pueden hacer.
Luego están las ventas de armas, que casi casi es una imposición muchas veces.
Luego están también los créditos, ¿no?
La ayuda del primer mundo al tercer mundo.
Decía Oliveres, es un economista creo que catalán, ¿no?
Que el tercer mundo es acreedor del primer mundo.
Que si África, o el primer mundo da uno al tercer mundo,
el tercer mundo devuelve siete al primer mundo, ¿no?
Sin quitar responsabilidad a los gobiernos locales, ¿no?
Pero mucho, mucho, yo no sé si se puede hablar de porcentaje,
pero es un porcentaje muy elevado a la responsabilidad de lo que ocurre allí.
Económicamente lo tenemos nosotros aquí.
Sin lugar a dudas es difícil de cambiar algunas cosas,
pero por lo menos vosotros veo que habéis construido un par de pozos
en búlcreo, ¿no?, de 12 metros de diámetro por 15 de profundidad.
Sí, y funciona, muy bien.
Es que sí.
Y funcionar, claro, que es lo importante.
¿Cómo? ¿Perdona, Nuria?
No, que me ha hecho gracia este comentario tuyo de y funcionan,
que es lo importante, claro.
Hombre, claro que funciona.
Qué guay.
Cuando llueve se llenan.
Este año, por ejemplo, hemos tenido una sequía muy grande.
Va a haber, pues, en nuestra región, ¿no?
Varios millones de personas van a sufrir las consecuencias de esta sequía.
Es que estoy viendo en vuestra página web, ángeloolarano.org,
las fotografías de este pozo, de cuando se construyó.
Fue un proyecto, el proyecto Bucro, ¿no?,
concretamente con la ayuda del colectivo, ¿no?, de eso por Ángelo Laran.
Y veo cómo están trabajando, y es impresionante.
Veo también que organizan viajes turísticos de 12 días para conocer Etiopía y también estar unos días en Bucro, ¿verdad?
Un par de noches pasan en Bucro, un par de días, sí.
Se pasa un poco por las rutas turísticas, la Libela, Bajardá, Axun, y luego vienen un par de días a Bucro.
Y yo creo que los dos días en Bucro es la guinda del pastel, ¿no?
Lo digo por eso, es una forma de colaborar con vosotros, es una forma, a través de este viaje,
o a través de comprar el libro Ángeles de Bucro, un libro que también se puede comprar desde internet,
en esta página web, ángeloolarano.org, hay un apartado para poder conocer tu experiencia en Etiopía,
y, en fin, también supongo que con alguna pinza de algo que pasó en Tanzania, ¿no?
Ya.
¿Cómo fue, por cierto, Ángel, cómo fue pasar de... bueno, creo que trabajaste cinco años de banquero, ¿no?
Bueno, sí.
Luego entraste este misionero y... ¿cómo fue este proceso?
El proceso de... bueno, pues, estando trabajando en el banco, pues, no sé, tú y yo...
Yo soy, pues, nacido en los años 38, donde por el hecho de nacer en el Estado español uno era casi obligado a ser católico, ¿no?
Y, bueno, yo crecí en un ambiente católico, y cuando tenía los 15 y 17 años, entonces, pues,
toda la cuestión de ONG, pues, pues, estaba en mantillas, ¿no?
Ni siquiera sabíamos que existía algo por el estilo, ¿no?
Y, sin embargo, existían las misiones, y gente que iba de seglares a las misiones,
y yo, bueno, pues, habían ido algunos amigos míos, y yo estaba también en el entorno de la iglesia, ¿no?
Y dije, bueno, pues, pues, igual me voy un par de años como seglar, ¿no?
Y luego en el proceso ese, cuando yo he tenido unos 18 años así, yo tuve una, para mí, una experiencia muy bonita de Dios,
que se dio, pues, pues, no sé si fue un segundo, o sea que, pero que de alguna forma no he necesitado que se repitiera, ¿no?
Que eso me inspira, me anima hasta ahora, ¿no?
Y murió mi padre, entonces, por una cosa y por otra, pues, fui pensando más, madurando un poco más la idea de ese servicio en Misiones Tercer Mundo, ¿no?
Y de ahí, poco a poco, pues, bueno, pues, creo que puede ser para más de cuatro años, igual puede ser para una vida,
si voy para una vida de seglar de sacerdote, y entonces, pues, pues, ahí empecé a dar primeros pasos,
y aquí estoy aún dando esos pasos, ¿no? Yo creo que ya me quedo.
Yo creo que ya me quedo, ¿sí? Cuando vienes aquí, ¿vienes con frecuencia a España, viajas?
Cada dos años.
Sí, ¿y cómo vas viendo las cosas cambiarte? ¿No te sientes un poco raro cuando vuelves aquí después de estar en directo contacto con ellos?
Bueno, yo creo que lo raro sois vosotros aquí, ¿no?
Sí, sí, sí, por eso te lo digo, sí, sí.
Porque, no sé, hay algo que los que han ido a Bucro, y hay muchos amigos que han pasado por Bucro,
igual, pues, no sé, unos 200 que hayan podido pasar por Bucro, ¿no?
Y todos han venido, como se dice, tocados o enganchados o piensan aquello.
Hay gente que ha pasado hace tres años y viene todos los días, piensan los niños,
y no es una frase hecha, ves que es algo que lo llevan dentro, ¿no?
Y dice, bueno, pues, lo bueno de todo esto es que lo que les engancha de los niños,
pues es el que no tiene nada, el que solo tiene una sonrisa, un par de zapatos que ya ni son zapatos,
y pues nada, ¿no?
La escasez de medio y la profundidad de relación humana, de cariño, de alegría que tienen esos niños, ¿no?
Y eso, después de años, aún lo llevan dentro, ¿no?
Entonces, los raros somos nosotros que venimos aquí y nos enganchamos en todo este proceso
del consumir y consumir más y cambiar coches y más coches.
Pues, ¿quiénes son los raros?
¿Sois vosotros aquí, de verdad?
Los normales somos nosotros allí, porque allí yo creo que tocas la condición humana en la cosa más pura, más limpia.
Allí es donde puedes pensar que si la humanidad tiene sentido, ¿no?
Porque la humanidad aquí no sé si tiene sentido, ¿no?
Ahora que está la crisis y nos ha cogido la crisis y parece que ya no somos personas,
y parece que se nos hunde el mundo, ¿no?
Y allí, pues, que no tienes nada material, pues, hay alegría, hay esperanza, hay proyectos, hay futuros, ¿no?
Sorprendente, por cierto, sí.
No sé si me expresó.
Sí, sí, sí, sí, sí.
Te iba a decir, Ángel, que me están, yo diría que enamorando incluso,
las sonrisas de los niños etíopios que estoy viendo en la página web.
¿Verdad que eso sí?
Es que sonríen, yo no sé, yo, es que lo que decías, aquí somos raros,
yo no he visto estas sonrisas por aquí, de esta forma tan nídida, con tanta alegría, no tanta...
Y es una alegría natural, no es fingida.
Ángel, una pregunta, no sé si estaréis al caso o si os toca de cerca,
pero ahora me has hecho pensar, vosotros que tratáis con niños, que tenéis este centro de acogida,
cada vez aquí es más frecuente que parejas se interesen por la adopción internacional,
y parece que África es uno de los destinos.
¿Cómo veis el tema desde ahí?
Bueno, a ver, hoy he estado precisamente con dos, creo que son amigos,
un padre y una madre de distintas familias que han adoptado niños etíopes,
y están encantados, y son una belleza de niños y tal, ¿no?
Bueno, nosotros, yo creo que son opciones que hay en la vida, ¿no?
No creo que una opción sea la única y la verdadera, ¿no?
Yo creo que depende de la alternativa que pueden tener los niños allí, ¿no?
Nuestros niños, pues se les ha ofrecido la alternativa de crecer allí,
de tener un hogar, de que viven en familia ellos, ¿no?
Y si son pequeñitos se les pone una mujer que pueda hacer el papel de madre y tal, ¿no?
Entonces tenemos oportunidad de ayudarles a crecer en el entorno en el que viven,
ni siquiera en un orfelinato, ¿no?
Que vivan en las casas que tenían con sus padres, ¿no?
Y a nosotros nos parece que es una postura muy de acorde con la situación de allí,
con la condición de allí, ¿no?
Pero hay niños que, por una circunstancia X, no tienen estas posibilidades, ¿no?
Depende de la alternativa.
Si la alternativa para un niño es crecer en la calle o en una institución
donde no va a tener cariño, acogida, yo qué sé,
pues me parece que la adopción es una salida buena, ¿no?
Por respeto a ese niño, hombre, está todo el proceso,
eso de que lo sacas de su cultura, bueno, pero también los niños tienen capacidad de adaptarse, ¿no?
El problema estará cuando estos niños lleguen a tener 14, 15 años,
¿cómo van a asimilar?
Entonces, porque ahora, pues, tiene que ser una gozada para estos niños vivir aquí, ¿no?
Pero cuando tengan 14, 15, 20 años, ¿cómo van a poder asimilar esto?
Pues, ojalá lo puedan asimilar bien, ¿no?
Tanto los padres como los niños, ¿no?
Y, de hecho, hay algunos padres que ya insisten en explicarle a los niños,
no solamente por el color, sino las raíces, ¿no?
Tu país es Etiopía y cuando pueden, pues también los llevan allí
para que no nazcan, no crezcan al margen del pueblo que les vio nacer,
del pueblo que son, ¿no?
Pues yo creo que es una alternativa honrada, buena para los niños.
Déjanos contar, Ángel, que aquellos que a través de esta entrevista se hayan interesado,
por ejemplo, a hacer este viaje a Bucro, ¿no?
A Etiopía y a Bucro, pueden contactar con vosotros, bueno, con el colectivo de su por Ángel Olarán.
Sí, eso es, con el colectivo.
Y hay una página web que, vamos, quien tenga internet, ángelolarán.org,
www.ángelolarán.org.
También hay un teléfono de contacto que es el 973-60-1097.
973-60-1097.
Es el 973-60-1097.
Aquí podéis colaborar con estos proyectos, como ahora estos dos que comentaban,
de hacer estos dos pous en esta misma localidad, a Bucro,
o también comprar, adquirir aquest llibre, Ángeles de Bucro,
de l'escriptor i periodista Maite Pérez, que es va presentar la setmana passada a Tarragona
y que refleteix molt bé tot el que explicaba l'Àngel,
ara tota aquesta vida dedicada a ajudar els altres,
especialment a aquests nens atiops que entran si poden a la pàgina web
perquè és que les rialles d'aquests infants,
les sonrises que m'estan captivant, Ángel.
Gracias.
Ai, que Pep se viene.
Josep se vendrà contigo a Bucro, creo, eh?
Ai, que bonito.
Yo creo que sí.
Oye, pero ¿me haréis cavar mucho en el pozo o no?
¿me haréis cavar mucho?
Eh, no, no, no.
Podrás nadar ahora.
Ahora ya hay agua.
Está lleno.
Muy bien.
Pero podemos abrir otros pozos, o sea, que bien.
Prepárate.
Si hay que picar, picamos.
Sé lo que haga falta.
Sí, sí, seguro.
Y si no, con árboles, sí.
Trabajo tendrás.
¿En qué idioma habláis en Etiopía, Ángel?
Tigriña.
Tigriña.
Como idioma comercial es el inglés, pero idioma local es el Tigriña, que es como el catalán de aquí, el Tigriña allí, y el idioma nacional es Amarico.
¿Y cómo se diría adiós, hasta pronto, en Tigriña?
Bueno, lo malo es que el adiós del Tigriña lo han copiado del italiano, que es chao, ¿no?
Pero gracias y ángel ley.
Y a charro al dión sería otra cosa, ¿no?
Ángel.
Ya.
Abba Melaku.
Perfecto.
Dale un abrazo, un fuerte abrazo al otro ángel, Ángel Pujol, de parte nuestra de Tarragona Radio, y también a la familia con la que sabemos que estáis aquí en Tarragona, que se han acogido.
También un fuerte abrazo para todos ellos.
Gracias, Josep.
Hasta pronto.
Hasta pronto.
Hasta pronto.
Hasta pronto.
Hasta pronto.