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Si vols veure la vida amb esperança, escolta Porta a l'Esperança.
Tots els diumenges, a dos quarts de deu del matí, a Tarragona Ràdio.
Un programa de l'Església Protestant de Tarragona, situada al carrer Joana Jugant.
Porta a l'Esperança.
Obra la teva porta a l'Esperança.
Un programa de l'Esperança.
Santo eres tú, Dios de majestad, Dios de majestad.
Timo eres tú, Dios de majestad, Dios de majestad.
Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad.
Y mi vida se complace en vivir eternamente agradecido de tu amor y tu bondad.
Y mi vida se complace en rendir toda la gloria, Dios del universo y majestad.
Dios de majestad, Dios de majestad.
Santo eres tú, Dios de majestad, Dios de majestad.
Digno eres tú, Dios de majestad.
Digno eres tú, Dios de majestad, Dios de majestad.
Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad.
Y mi vida se complace en rendir toda la gloria, Dios del universo y majestad.
Dios de majestad, Dios de majestad.
Grita de majestad.
A ver, cuando es así contigo.
Eres Dios fuerte.
Eres nuestro Dios de majestad.
A su nombre.
Mi vida se complace en vivir eternamente agradecido de tu amor y tu bondad.
En mi vida sentó un placer, emprendí toda la gloria, Dios del universo y majestad.
En mi vida sentó un placer, viví eternamente agradecido de tu amor y tu voluntad.
En mi vida sentó un placer, emprendí toda la gloria, Dios del universo y majestad.
Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad, Dios de majestad.
Buenos días amigos oyentes, bienvenidos un domingo más a este programa nuestro, programa Puerta a la Esperanza.
Es un programa que como sabéis está realizado por la Iglesia Protestante de Tarragona de la calle Monasterio Poblet.
Esperamos que los próximos minutos que queremos compartir con todos vosotros sean unos minutos de interés y ya que con este propósito lo hemos estado preparando.
En esta mañana, como notaréis, no está Paquita entre nosotros, yo soy Vicente y quiero dar los buenos días al resto de mis compañeros.
Miguel, Miguel Alfaro, buenos días, Fernando Amat, buenos días y en control, como siempre, Nuria, buenos días.
Todo lo que quiero hacer es disfrutar tu presencia Jesús, vine corriendo porque te necesito.
Cerrar mis ojos, quedarme tranquilo.
Y esperar por tu presencia es algo inexplicable lo que pasa entre tú y yo.
Mi mente oye tu voz y comprendo tu voluntad, Señor.
Estar contigo, estar contigo, Cristo.
Todo lo que quiero hacer es disfrutar tu presencia Jesús, vine corriendo porque te necesito.
Es algo inexplicable lo que pasa entre tú y yo.
En esta mañana lo primero que queremos reseñar son la serie de noticias que llenan todos los medios de comunicación.
La ola de violencia que asola en este caso y en esta cuestión Orisa, en la India, es una violencia que ya nos reseña en una de las comunicaciones del 26 de agosto,
donde se confirmaba que al menos 18 personas han perdido la vida en las más de 90 incidencias que han tenido en este lugar contra los cristianos.
Supuestamente, un grupo de maoís, dice la noticia, asesinaron a un líder hindú y que junto a cuatro de sus seguidores también le dieron muerte.
Y esto ha causado una incitación al odio por parte de todos estos extremistas hindúes.
¿Qué ocurre? Pues que por medio de estas muertes y por medio de esta insensatez, han dado ellos muerte a nueve cristianos,
han cogido otros 26 más y están asesinando en los pueblos y están quemando casas en todas las ciudades.
Y también, pues, pastores de las iglesias protestantes de la zona están también quedándose sin hogares, están siendo incendiados.
También hay muchos golpeados, hay muchos incendiados.
El jefe de policía de Orisa, que es un tal Gopal Chandra, encima le quita importancia a toda esta ola de violencia y dice que, bueno, que son incidentes esporádicos.
En los lugares donde la vida humana, pues, no tiene valor, para ellos, pues, todos son incidentes esporádicos.
Y esta primera noticia, pues, la quería reseñar.
Bueno, yo también quería reseñar otra noticia que hace meses ya oímos hablar del famoso caso de Mariluz
y la iniciativa que inició su padre en cuanto a recogida de firmas para una modificación de la ley en cuanto al tratamiento de penas a los pederastas, ¿no?
Ya lleva, en este impro esfuerzo por conseguir las firmas, lleva conseguidas dos millones de firmas recogidas por este padre,
que se llama Juan José Cortés, para endurecer las penas de los pederastas, ¿no?
La noticia dice que la campaña pide, entre otras cosas, que los pederastas asesinos cumplan cadena perpetua.
La familia de Mariluz está dispuesta a seguir la lucha hasta conseguir esta reforma.
Los portavoces parlamentarios de PSOE y PP ratificaron su compromiso para abordar, a partir de otoño, una reforma penal en este tema, ¿no?
La familia, que es de fe protestante, la familia de Mariluz Cortés, la niña onubense asesinada el pasado enero por un pederasta en libertad,
a pesar de estar condenado en firme, ha conseguido ya los dos millones de firmas en la campaña que pide, entre otras cosas,
que los pederastas asesinos cumplan cadena perpetua.
Fuentes familiares han explicado que el objetivo parece que se ha cumplido con creces,
ya que inicialmente se tenía previsto llegar a las 500.000, que son las mínimas necesarias para pedir una reforma de ley
para las peticiones, según la familia que estaba dispuesta a seguir la lucha hasta conseguir esta reforma.
La campaña fue presentada el pasado mayo al propio presidente de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
y entonces eran 505.040 firmas las recogidas.
El pasado 23 de julio, Rodríguez Zapatero y el presidente del PP, Mariano Rajoy,
alcanzaron un acuerdo calificado por el padre de la niña, Juan José Cortés, como extraordinario
en materia de control de los pederastas en España.
Para Cortés se trata de una medida extraordinaria que va a solucionar muchos casos
y de la que se pueden beneficiar muchas personas, aunque entendió que hay que ampliarla
y el texto tiene que ser completo para que puedan acceder entidades que trabajan con los niños.
Se trata de un acuerdo para endurecer las penas frente a los delitos sexuales
y crear un registro de pederastas de forma que se endurezcan las penas de delitos sexuales en España.
Antes de la citada reunión, los portavoces parlamentarios de PSOE y PP ratificaron su compromiso
para abordar a partir de otoño una reforma del Código Penal que endurezca las penas a los pederastas
y habilitar un registro de las personas condenadas por abusar de menores.
Lo cierto es que estas son solo dos noticias, de las muchas que cada día tenemos en los medios de comunicación,
y que nos hace referencia a un tema que es el que vamos a tratar en esta mañana,
y es ¿Dios calla esto?
Esto es un tema, los silencios de Dios.
¿Hasta cuándo, oh Señor, clamaré y no oirás?
Dice Abacut en el capítulo 1 y versículo 2.
Y es que uno de los problemas más inquietantes en la experiencia cristiana
es el de la oración que Dios no contesta como deseamos o como estamos esperando.
A nuestro modo de ver y su única respuesta creemos que es el silencio.
Como consecuencia, la fe se ve asaltada por la duda y por el desaliento.
¿Acaso el oído de Dios se ha cerrado o su mano está paralizada?
Veamos cuando en apariencia Dios calla, cuando parece indegable que hay una pasividad moral.
¿Qué dices, Miguel, al respecto?
Bueno, pues hay un ejemplo muy claro en este aspecto y es, como todos han nombrado al principio,
hay un personaje muy característico, muy conocido dentro del mundo cristiano, que es el profeta Abacuc.
Abacuc se encontraba pues en su tiempo, como tal vez nos podamos encontrar nosotros en estos días que vivimos,
una perplejidad tremenda, y es que se encontraba con un hecho histórico del que no entendía.
Se encontraba con un pueblo, el suyo, que realmente necesitaba ser educado, ser retomado,
pero que estaba siendo sojuzgado por otro pueblo, por otro pueblo que era pues tremendamente malvado,
castigador, inhumano, como eran los caldeos, y no lo entiende.
Es decir, Abacuc se encuentra en una situación en la que no comprende cómo su pueblo puede estar siendo juzgado
por otro pueblo muchísimo peor, que había actuado de forma tremenda y que estaba siendo usado por Dios para este castigo.
Entiende perfectamente que Judá debe ser castigada a causa de sus pecados,
pero a manos de un poder que encarnaba lo más inhumano de la justicia y la crueldad.
A todo ello, estos caldeos, este pueblo, unían una soberbia intolerable,
haciendo de su fuerza su Dios, como dice el propio libro de Abacuc.
Y podíamos preguntarnos si acaso no era esto una provocación intolerante al soberano Señor de cielos y tierra.
Y para hacer más incomprensible todavía el curso de estos acontecimientos,
se destaca el hecho de que es Dios mismo quien los determina por expreso de signo suyo.
¿Cómo entender entonces que la gente disciplinario que había de castigar a Judá
fuera una nación horriblemente injusta, idólatra, brutal, infinitamente pecadora, más que el pueblo escogido?
Abacuc no le cabe en la cabeza la idea de que un Dios santo tenga parte activa en semejante anomalía.
De ahí su profunda desazón, su profunda perplejidad y su clamor ante un Dios que está callado.
También un problema semejante se le planteó a Jeremías.
Y es que esta preocupación en el curso de la historia contemporánea estamos viéndola a raíz
en todos los sitios y en todos los lugares y en todos los tiempos.
Pero sobre todo más contemporáneamente.
Fernando, ¿cuál es tu visión?
Bueno, el problema en otro contexto y con matices distintos sigue inquietando a muchos espíritus
que están como desconcertados por lo que aparentemente es una incongruencia inconcebible.
Un Dios santo que es justo, que es poderoso, que es bueno, que es Dios de amor,
parece que cae a inmóvil frente a graves males desencadenados por la perversidad humana.
Todavía producen un extremecimiento y se te ponen los pelos de punta y la piel de gallina
solamente con oír los nombres de Auschwitz, de Hiroshima, de Bosnia, de Ruanda.
Y qué decir de la indignación que nos invade cuando vemos la suerte del mundo
en manos de los poderosos, cegados por la ambición, carentes de escrúpulos, manipuladores
de una globalización que hace mucho más ricos a los dirigentes de empresas multinacionales
y deja una mayor pobreza a los más desfavorecidos, que son los millones.
¿Hasta cuándo? Podemos preguntarnos también nosotros.
¿Hasta cuándo Dios no quiere dejar a Habacuc en la tortura de su incomprensión
y finalmente rompe su silencio dando al profeta lecciones hondamente saludables?
En primer lugar, le dice que el sufrimiento de Judá, este sufrimiento que ha explicado Miguel,
tiene un carácter, como a él ha dicho, justamente retributivo.
Se lo merecía, ¿no? Había pecado, se había desviado de la creencia de su Dios
y por lo tanto era un castigo justamente retributivo, ¿no?
Pese a que los caldeos, que eran los ejecutores de este juicio, eran mucho más dignos del castigo
que el pueblo de Judá, ¿no?
Dios, en el ejercicio de su soberanía, va a usarlos como este instrumento, ¿no?
En segundo lugar, Dios hace saber a su siervo que el estado de cosas que le turba no va a durar siempre.
No es una condena perpetua, ¿no?
En su momento todo cambiará.
Este cambio todavía tardará, pero palabras de Dios, que él cree a ciencia cierta,
dice que aunque tarde, espéralo, porque sin duda vendrá y sin retraso, dice Habacuc en el capítulo 2, ¿no?
Y en tercer lugar, Habacuc ha de saber que lo que debe hacer no es especular inútilmente,
sino confiar y mantenerse fiel, pase lo que pase, dejándolo todo en las manos, en las manos de Dios,
que es el Dios en el que cree, en el Dios que él confía, en el Dios que le lleva la vida por delante, ¿no?
El justo, dice Habacuc, por su fe vivirá, y al final de todo resplandecerá con la gloria de Dios.
A su debido tiempo, los injustos tendrán su merecido, también dice Habacuc,
y el pueblo escogido será restaurado y bendecido por su Dios, ¿no?
El profeta, impresionado por estas tres enseñanzas de su Dios que ha recibido,
ora con una súplica preciosa que todo creyente debería hacer suya, ¿no?
La oración se convierte como una visión embelesadora que dice, bueno,
la majestad de Dios y de sus obras proclaman su magnificencia y su soberanía, dice Habacuc.
Habacuc tiene bastante, ya no le importa lo que pueda suceder, ni lo que de inexplicable pueda haber.
Ahora, como pediríamos a todos, descansa en Dios.
Y aún en las circunstancias más adversas puede decir, con todo, yo me alegraré en Yahvé.
Me alegraré en el Dios de mi salvación.
Yahvé, el Señor, es mi fortaleza.
Él me da pies como de ciervas y me hace caminar por las alturas, dice el capítulo 3 de Habacuc.
Lo mismo puede decir todo creyente que por encima de dudas y misterios confía plenamente en Dios.
Escuchando lo que nos dice Fernando acerca, evidentemente, de los creyentes,
Miguel, ¿tú crees posible que entonces los impíos interpreten erróneamente a Dios?
Pues porque Dios no destruye de modo inmediato y fulminante a los malvados,
pues muchos piensan o pueden llegar a pensar que Dios es indiferente a la conducta del hombre,
a la conducta del hombre, a la mujer, a la conducta humana.
Que Dios no hace nada, que Dios no dice nada.
Su palabra y sus actos pueden ser temibles, pero ¿quién temerá su silencio?
Si pecados graves quedan impunes, ¿por qué no seguir pecando?
Quienes así piensan no necesariamente son ateos declarados.
Pueden a su manera creer en Dios con una mezcla de impiedad y religiosidad,
pero su Dios es un Dios mudo.
¿Cómo reacciona ante la maldad de los hombres?
Calla.
Quizá está tan lejos en el cielo este Dios que no se entera de lo que acontece en la tierra.
Los más iniquos pueden delinquir con frecuencia impunemente y no pasa nada,
porque Dios calla y su silencio se prolonga.
Pero no siempre callará.
Llegará el momento del juicio cuando Dios dirá al impío,
estas cosas hacías y yo he callado.
Pensabas que de cierto sería yo como tú,
pero te redarguiré y te pondré delante de tus ojos, dice uno de los salmos.
En algunos casos el juicio de Dios es inmediato,
como nos recuerdan pues historias o hechos que podemos encontrar en la palabra de Dios,
pero generalmente el ajuste de cuentas se reserva para el juicio final,
por cuanto Dios ha establecido un día en el cual va a juzgar al mundo con justicia,
como nos dice Hechos.
En aquel día quienes se enmudecerán confusos y atemorizados serán los que ahora viven a su antojo
conculcando las leyes del soberano Dios.
Siguiendo el pensamiento que nos dice Miguel,
a veces nos sentimos perplejos cuando Dios aflige a su propio pueblo
y nos dice te quedarás quieto ante estas cosas, Señor,
callarás y nos aflijerás sobremanera.
En Isaías lo leemos 64, 12.
Fernando, ¿cómo consideras estas apreciaciones?
Bueno, esta patética invocación que acabas de leer,
que invoca de Isaías,
brota pues del corazón de un pueblo que está abrumado,
que está acongojado, se puede decir,
por el peso de una convicción de pecado profunda.
Ellos sabían que habían errado, que habían cometido ese error.
Ese pueblo que en su época fue escogido por Dios para gloriosos destinos
y que ha sido extraordinariamente favorecido,
amado, protegido, bendecido para ser bendición a los restantes pueblos de la tierra,
pero lejos de mantenerse a la altura de la vocación con que Dios los había llamado Israel,
Judá, ha provocado el enojo de Dios con sus pecados,
nos dice Isaías en el capítulo 64.
Lo que acarrea, por lo tanto, esa destrucción, esa ruina, esa deportación,
ese desastre total, ¿no?
Toda esta aflicción era merecida,
pero se prolongaría indefinidamente.
¿Acaso el pecado del pueblo era mayor que la misericordia de Dios?
Una oración ferviente sube a los cielos,
y es la que has leído, ¿no?
No te enojes sobremanera, Señor, no tengas perpetua memoria de la iniquidad.
¿Habrá respuesta favorable a esta súplica?
Durante un tiempo todo parece que sigue igual,
lo que promueve la duda y suscita el lamento,
según Isaías en el capítulo 64, ¿no?
Que anunciábamos antes.
Te quedarás quieto ante estas cosas, Señor,
callarás y nos afligirás sobremanera.
Una vez más, yo creo que la aparente inacción de Dios y su silencio
turban la fe, y es lógico,
inublan la esperanza de todo aquel pueblo, ¿no?
Tal es la experiencia de innumerables creyentes también hoy en día, ¿no?
Que se ven a veces inmersos en aguas de profunda tribulación,
de profundo pecado, de profunda prueba, ¿no?
Unas veces quizá porque, como en el caso de Israel,
la acción disciplinaria del Padre y de Dios así lo exige,
otras porque la fe tiene que ser probada, ¿no?
En algunos casos incluso a causa de nuestros errores y torpezas.
Pero en todos los casos se puede tener la certidumbre
de que el silencio y la aparente pasividad de Dios
no durarán indefinidamente.
Él puede permitir que pruebas de diverso tipo nos aflijan,
pero no más de lo que podamos soportar,
como dice Primera de Corintios en el capítulo 10.
En el momento oportuno intervendrá para convertir
la turbación en paz, el dolor en gozo,
la duda en plena certidumbre de fe.
Dice la palabra de Dios en Isaías 42,
desde el siglo he callado,
he guardado silencio, me he contenido,
pero ahora daré voces.
Miguel, ¿podemos afirmar que en ocasiones
los planes de Dios están velados?
Bueno, pues nuevamente la historia nos ilustra
este hecho o este comentario que tú haces.
Esta declaración de Dios es hecha en el contexto
de una relación o de la relación con su pueblo.
Un pueblo que en aquel momento de pronunciarse estas palabras
se encontraba cautivo en Babilonia desde hacía, pues,
desde siglos, desde hacía, pues, para ellos,
para ese pueblo, una eternidad.
Los años han pasado, las décadas han pasado,
han ido sucediéndose monótonamente año tras año,
y en el ánimo de esta gente,
en el ánimo de estos deportados,
ya no hay expectativas luminosas.
Solo hay un lugar para la nostalgia.
El futuro parece un futuro lóbrego,
sin motivo alguno para la ilusión.
Y en ese momento Dios calla.
Y en ese momento Dios no hace nada.
Pero a duras penas,
en el lenguaje que hemos visto,
este texto nos sugiere la idea
de lo que le había costado a Dios
permanecer o mantener esa actitud.
Me he contenido, me ha costado trabajo
permanecer en mutismo,
permanecer quieto, permanecer callado.
Su mutismo y su quietud
le exigía un verdadero esfuerzo.
Pugnaba por una misericordia infinita.
Y, finalmente, todo va a cambiar.
La historia nos lo cuenta.
Y todo va a cambiar de modo súbito,
como el alumbramiento, pues,
de una mujer embarazada.
Babilonia cae tras un periodo calamitoso.
Los judíos pueden volver a su tierra.
Y Dios está preparando para ellos,
para su pueblo, un nuevo éxodo.
Todo de acuerdo con un plan
de restaurar a su pueblo.
Y en el marco de una salvación
llevada a efecto por el siervo de Jehová.
Pero este plan de Dios
está velado a los ojos humanos.
Por eso el pueblo judío
sufre confuso y dolorido.
Entre tanto, dura el silencio divino
ajeno a la gran liberación que se aproxima.
Pero ha llegado el momento
y ahora sí.
Ahora Dios habla
y estas cosas les haré
y no los desampararé,
nos dice Isaias.
Dios, por lo que vemos,
siempre actúa así, ¿no?
Desde los acontecimientos históricos
más trascendentales
hasta los más insignificantes,
todo en su plan
está perfectamente engarzado
en esos designios sabios
y amorosos de Dios, ¿no?
Todo avanza
hacia una nueva era
en la que resplandecerán
su gloria,
su sabiduría
y su poder
en la realización
de ese plan de salvación
que nos ha expuesto
en su palabra, ¿no?
El creyente
que está instruido
por lo que Dios
ha revelado en su palabra
conoce esa verdad
y sabe
que su presente
y su futuro
está en las manos
de ese Padre Eterno, ¿no?
Pese a ello,
la experiencia personal
que podamos vivir,
esa experiencia subjetiva
o quizá
la oscuridad
de una situación
existencial penosa
extiende
o puede extender
un velo
sobre nuestra mente, ¿no?
Entonces, yo creo
que perplejo
y abatido
no se ve
nada más
que situaciones
y hechos
que comprometen
la perfección de Dios, ¿no?
Pero el soberano,
Señor,
a pesar de sus silencios
y su inmovilidad aparentes
cumplirá
sus propósitos
siempre sabios
y llenos de bondad
y por lo tanto
la derrota
se volverá
o se trocará
en victoria
la humillación
en ensalzamiento,
el sufrimiento
en gozo,
las tinieblas
en luz.
¿Por qué no alegrarnos
ya hoy
sea cual sea
nuestra circunstancia presente
aceptando anticipadamente
lo que Dios
determine
para nuestra vida?
¿Por qué no alabarle gozosos
con la visión
de la fe?
recordemos de nuevo
lo dicho
a Habacuc
aunque la visión
tarde en cumplirse
se cumplirá
en su tiempo
no faltará
aunque tarde
espérala
porque sin duda
y sin retraso
vendrá.
Bien amigos
hemos llegado
al final
de nuestro programa
estamos seguros
de que el Señor
nos ha dado
muchas
y muy buenas
respuestas
en cuanto
a su silencio
estar dispuesto
a que en tu vida
se dé ese proceso
de conversión
necesario
para poder
escuchar
las respuestas
de Dios
nosotros
así lo deseamos
os recordamos
nuestros horarios
de culto
jueves
el estudio bíblico
y oración
a las 8 de la tarde
el domingo
a las 11.30
el culto
de evangelización
y todos
absolutamente
todos
seréis
bienvenidos
queremos desearos
pues una feliz
semana
hasta el próximo
domingo
día 19
y por supuesto
que Dios
os bendiga
a todos
que te amo
que te amo
me asombra
como me amas
me asombra
como eres
me asombra
tu mirada
me asombra
tu amor
eres majestuoso
y maravilloso
me has enamorado
y todo lo que quiero hacer
acurrucarme
en tus brazos
de amor
y de paz
escuchar el latín
escuchar el latín
de tu corazón
mientras susurro
a tu oído
que te amo
que te amo
que te amo
que te amo
levante sus voces
a su Dios
expresale tu amor
expresale tu amor
que te amo
que te amo
te amo
te amo
te amo
te amo
acurrucarme
en tus brazos
de amor
y de paz
escuchar el latir
de tu corazón
mientras susurro
a tu oído
que te amo
te amo
te amo
te amo
te amo
te amo
a tu oído
te amo
te amo
te amo
Gràcies.