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PORTA A L'ESPERANÇA
No importa dónde esté, siempre una mano cerca está, no importa si hay oscuridad o no, a mi lado ella está.
Me da seguridad, me da su protección, cuidará de mí.
A mi alrededor su mano siempre está.
A mi alrededor su mano siempre está.
Por amor una herida se esculpió por mí.
Fue por mí que ya tanto tuvo que sufrir.
Esa palabra viva capaz de transformar corazones porque el mismo Dios es quien actúa a través de ella.
Queremos en estos momentos de reinicio agradecer vuestra fidelidad al programa a lo largo de todos estos años.
También nos queremos adelantar que en este nuevo periodo contaremos con más colaboradores, con nuevas ideas, ¿verdad Miguel?
Sí, supuestamente.
Al menos eso es lo que nos proponemos y yo creo que lo conseguiremos.
Siempre con el propósito, eso sí, de acercaros a Dios y de que podáis conocerlo como el Dios cercano que es.
Ese Dios que te da la oportunidad de llamarlo padre y que está dispuesto a entrar en tu vida si tú lo deseas.
Pero bueno, este primer programa seguimos siendo los mismos que ya nos habéis conocido a lo largo de estos años.
Miguel Alfaro, buenos días Miguel, buenos días a Fernando Amad.
Nuestra compañera Silvia hoy está con nosotros en el control.
También muy buenos días y bueno, pues seremos nosotros los que compartiremos esta media hora con todos vosotros.
Bienvenidos.
Un ateo se descubre, Dios vuelve y amenaza nuestras libertades.
Ahora después hablaremos de qué se trata esto.
En el cielo pude ver a la noche de tu sonrisa.
Me dijiste todo estará bien, yo te mostraré la salida.
Cuando siento tu amor, de cada vez que oigo tu voz, sé que yo puedo enfrentar el mañana otra vez.
Aunque mis amigos se aparten de mí, tú estás cerca.
Y aunque el viento sople yo, siento tu calor.
Y aunque el viento sople yo, siento tu calor, no te alejas.
Cuando siento tu amor, y cada vez que oigo tu voz, sé que yo podré enfrentar el mañana otra vez.
Yo te necesito, sin ti yo no puedo vivir.
Yo te necesito, sin ti yo no puedo vivir.
No puedo vivir, no puedo vivir, cuando siento tu amor.
Como decíamos hace un momentito, esta frase de un ateo se descubre, y que Dios vuelve y amenaza nuestras libertades.
No sé qué pensáis de esta afirmación que ya muchos ateos están divulgando y además publicándolo en medios periodísticos.
De que Dios vuelve y amenaza nuestra libertad.
¿Qué os sugiere estas frases?
Hombre, con esta afirmación tan categórica, el escritor Michael Onfray, en la Contra de la Vanguardia de hace un par de años, puede, pues, resume sus creencias religiosas, ¿no?
Es una frase directa y al mentón que se dice, ¿no? Que los que hacen daño.
Para ampliar un poco más esta opinión de este escritor, pues, bueno, en su opinión la fe, según él, es una neurosis de Dios a la que el hombre progresista debe combatir con la razón.
Parece haber olvidado el testimonio de muchos otros sabios y gente, pues, que tiene neuronas en la cabeza, como él, supongo, ¿no?
Como Blas Pascal, matemático, físico, filósofo eminente, que han compaginado ese saber científico con una fe cristiana sólida y profunda, ¿no?
Sin poder demostrarlo porque nadie puede hacerlo, afirman los llamados ateos, que fe y razón son enemigos por naturaleza.
Sus referencias a Freud no tienen en cuenta que las ideas del renombrado psiquiatra austríaco han sido a veces superadas y en gran parte ya rechazadas
por colegas, por psiquiatras, y las referencias a los textos bíblicos que aportan, aparecen, yo creo, sin el rigor exegetico que merecen,
basadas en apriorismos injustificados como el de atribuir la finalidad de estos textos a servir a intereses políticos del momento, coyunturales, vamos.
¿Queréis, tal vez, decir con esto que el ateísmo interpreta de forma arbitraria las realidades cristianas?
Pues en cierto modo sí, porque igualmente clara es la falta de objetividad del ateísmo cuando sugiere que Dios bendijo la esclavitud,
pues lo que realmente hizo Dios fue mitigar con sus leyes los rigores de ese estado concreto.
Esa lacra social no fue idea de Dios en ningún momento, sino fruto de la inhumanidad de los hombres.
Y para evitar una crueldad desmedida en el maltrato de los esclavos, Dios dictó normas que ponían de relieve la dignidad de todo ser humano,
incluido el esclavo, y el respeto debido a sus derechos naturales.
Y en la palabra de Dios encontramos referencias a este hecho.
Algo más, ¿en qué texto bíblico podemos preguntarnos se basan los ateos o basan los ateos su afirmación de que Dios nos obligó a odiar nuestro cuerpo impuro?
Como también afirma el periodista a que hacíamos referencia anteriormente.
El Dios de la Biblia no es un asceta, y si es verdad que condena el cuerpo como instrumento de injusticia,
también ve en él la posibilidad e incluso la necesidad de que se convierta en un instrumento de moralidad y justicia.
Si prescindimos del rigor hermenéutico a la Biblia, podemos hacerle decir lo que nos plazca, lo que nos parezca, por supuesto.
A sus textos nos hemos de acercar, a los textos de la palabra de Dios,
no con tergiversaciones exegéticas, sino con el deseo sincero de oír, a través de sus páginas, la voz de Dios.
¿Por qué el ateísmo recurre de manera insistente al concepto de la muerte de Dios y al triunfo del hombre y de sus libertades?
Hombre, acercan el asco a su sardina, ¿no?
Ellos piensan que si ellos no creen en la existencia de Dios, pues dicen categóricamente porque Dios ha muerto, ¿no?
Es una opinión, ¿no?
Yo creo que sin el menor recato recurren los ateos atópicos tan manidos como la muerte de Dios, ¿no?
Y a veces opinan de una forma hiriente, a veces, que Dios, dicen Dios no ha muerto porque nadie puede matar a Dios,
que como el unicornio y las sirenas no morirán nunca.
¿Por qué?
Porque no existen, ¿eh?
Esta es la frase a veces hiriente, ¿no?
Poco grácil, ¿no?
Para los que hemos depositado nuestra fe y nuestras vidas en las manos del Dios en el que creemos, ¿no?
Dios sí ha muerto, pero solo en la mente de quienes le rechazan y se rebelan contra su autoridad,
asumiendo el grito de un ateísmo milenario que ya en Salmos 2-3 nos lo dice, ¿no?
Dice, rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros su yugo.
Pero son millones también las personas para las que Dios es una realidad que da sentido pleno a su vida.
¿Por qué?
Porque viven ellos.
¿Cuáles son las luchas del ateo y sus objetivos?
Pues, pese a todo, pienso que el ateo militante lucha por estirpar, ante todo, la idea de Dios,
de toda mente humana para implantar, podríamos preguntarnos, ¿el qué?
¿Por qué? Bueno, pues, veamos un ejemplo.
El resultado del ateísmo comunista, por ejemplo, en la Unión Soviética del siglo pasado,
fue una represión aterradora de toda forma de disidencia.
Lo más destacado de su triunfo fue el Gulag, de tristísimo recuerdo para todos.
Algo parecido, pues, se ha visto en otros países, dominados por la ideología marxista,
porque los cristianos aún, en la actualidad, en nuestros días, los cristianos aún son perseguidos.
Es verdad que muchos de los ateos de nuestros días están en desacuerdo con los métodos soviéticos
de combatir directamente la idea de Dios, pero el laicismo que propugna está impregnado de intolerancia
y, en la práctica, recurren a armas condenables para triunfar sobre los creyentes.
Harto frecuente es el uso de términos tan despectivos como hirientes.
Un cristiano comprometido, consecuente con su profesión de fe, es un fanático, es un fundamentalista,
es un intolerable freno al progreso.
Bueno, pues, pienso que por tales razones hay que aislarlo, dicen,
y anular su influencia en la sociedad, ya que no es posible exterminarlo.
Se ha puesto de moda la idea de que la fe debe relegarse al ámbito de lo privado,
vedándole el acceso a toda forma de influir en la sociedad y orientar la cultura.
Bueno, ¿y si los ateos están equivocados?
Bueno, es una probabilidad, ¿no?
Si ellos dicen que nosotros estamos equivocados o que estamos confundidos
o que creemos en un personaje prácticamente de literatura
o en un personaje que no existe, como ellos dicen, que ha muerto y que está superado,
pues yo creo que también ellos se tendrían que plantear la idea de que pueden ellos estar equivocados, ¿no?
Y quizá, pues, no es este en estos momentos el programa adecuado para hacer una exposición apologética
de argumentos favorables a la creencia en el Dios cristiano.
Nos limitaremos, o me limitaré a decir, bueno, bueno, algunas consideraciones que no pueden ser desechadas, ¿no?
Nadie puede probar la existencia o la no existencia de Dios, ¿no?
Porque nadie puede escrutar todo lo que fuera de aquí, de este mundo, existe, ¿no?
Ni puede disponer de los instrumentos para detectar esa presencia, ¿no?
Porque era pueril el no que dijo Gagarin cuando, después de orbitar varias veces alrededor de la Tierra,
bajó y algún periodista le preguntó si había sentido en algún momento, pues, la presencia de Dios, ¿no?
Ese no, muy pueril, me parece a mí, el decirlo, ¿no?
Otros astronautas, viendo la belleza de nuestro planeta desde fuera, sí, dijeron que podría verse la mano de Dios en este precioso planeta Tierra, ¿no?
Podríamos confirmar, como en el Evangelio de Juan nos dice que Dios es espíritu y solo llegamos a conocerle a través de la revelación que en Cristo nos ha dejado el mismo,
como dice Juan 11, del 25 al 27.
Pues, con estas palabras a mí me viene a la mente, ¿cómo sería el cuadro tenebroso de un mundo sin Dios?
Bueno, pues, gracias a que mentes a lo mejor más lúcidas que nosotros y a lo mejor con más neuronas ya se lo han preguntado
y han contemplado este cuadro y contemplándolo, pues, se han estremecido.
Tal fue el caso de uno de nuestros grandes científicos, como fue Pascal,
quien en sus famosos pensamientos presenta al hombre como un enigma desconcertante.
En su opinión, el hombre es una contradicción en sí mismo.
Es como nada en medio de un universo infinito que no llega a conocer plenamente.
¿Cuántos reinos nos desconocen?
El silencio eterno de estos espacios infinitos me espanta, decía este científico.
Sin Dios, el hombre queda reducido a la miseria en todos los órdenes,
en el orden físico, en el orden mental y en el orden moral, por supuesto.
Es dominado por el amor propio, el orgullo, la ambición.
El yo se hace el centro de todo.
La naturaleza del hombre es toda naturaleza omne-animal, dice él, es decir, todo animal.
Y añade Pascal, a modo de conclusión, que al ver la ceguera y la miseria del hombre,
al contemplar el universo mudo y al hombre sin luz, abandonado a sí mismo y como extraviado
en este rincón del universo sin saber quién lo ha puesto ahí, qué ha venido a hacer,
qué será de él cuando muera, incapaz de todo conocimiento,
me sobrecoge un pavor comparable al de un hombre que hubiese sido llevado dormido a una isla desierta,
donde se despierta sin saber dónde está y sin ver manera de salir.
Ignorancia, confusión, temor, estos son los sentimientos que dominan.
Tal es, por lo general, la situación de quien excluye a Dios de su vida.
Más próximo a nosotros, Dostoyevsky, sin entrar en detalles apologéticos,
simplemente por razones morales, ve como imperativo el reconocimiento de la existencia de Dios,
pues si Dios no existe, todo nos está permitido.
Tenía razón entonces el poeta austríaco Nicolaus Lenau cuando decía
suprimida a Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana.
Entonces, ¿quién es el que realmente ha muerto?
Bueno, pues yo creo que después del fogonazo ateo del pensador Nietzsche,
que amenazaba al hombre con ser eliminado y sustituido por su superhombre,
ha habido otros filósofos existencialistas como Sartre y Camus,
que han escrito de modo extremecedor el horizonte de la vida del hombre sin Dios.
Y dicen que es el absurdo, que es la nada, que es el vacío.
Otro pensador, Karl Jasper, se vio impresionado por el tema del naufragio humano sin la presencia de Dios.
No menos impresionados nos sentimos nosotros cuando vemos que el progreso científico y tecnológico,
fuente de bienestar material, no va acompañado de un progreso moral, sino más bien de todo lo contrario.
Como un lúcido pensador cristiano ha señalado, el hombre moderno pensaba que, librándose de Dios,
se había liberado de todo lo que le reprimía y embarazaba.
Pero ha descubierto que al matar a Dios, se ha matado a sí mismo.
Efectivamente, incluso la historia, la historia misma ha demostrado que,
una vez eliminada la idea de Dios, el hombre carece de freno para controlar instintos brutales.
Hay un pastor evangélico rumano, Richard, pastor evangélico que ha sido cruelmente torturado en cárceles comunistas,
que dejó el siguiente testimonio.
Él dijo que la crueldad del ateísmo es difícil de creer cuando no se cree en el premio del bien y en el castigo del mal.
No hay limitación para el mal existente en las profundidades del alma humana.
Los torturadores comunistas a menudo decían, no hay Dios, no hay un más allá, ni un castigo del mal.
Podemos hacer lo que nos plazca.
Incluso se ha oído decir a algún ateo, doy gracias a Dios, en el que no creo,
porque he vivido hasta este momento en que puedo expresar todo el mal que hay en mi corazón.
Esto es muy duro, ¿no?
Entonces, ¿cuál es esa gran liberación?
Bueno, la gran liberación, por lo tanto, no es la propugnada por el mundo ateo, ¿no?
No hay normas, no hay ser superior, el hombre por encima de todo, la libertad absoluta.
Y cuando vemos que el hombre vive en una libertad absoluta, hay otros hombres que utilizan la libertad para su propio libertinaje, ¿no?
Y así hay épocas muy oscuras dentro de la historia humana en la que ese libertinaje se ha expresado, ¿no?
Se ha dibujado a base de grandes matanzas, grandes guerras, grandes injusticias.
Y las estamos viviendo hoy en día, ¿no?
Cuando no hay freno en la libertad humana, porque no hay nadie por encima de este Dios que se cree que es el hombre,
pues entonces se permite todo tipo, todo tipo de salvajadas, ¿no?
Yo creo que esta liberación no es la propugnada, por lo tanto, por este mundo ateo que dice que Dios ha muerto y que Dios no existe
y que somos nosotros los superhombres los que tenemos que tirar hacia adelante con todo, ¿eh?
Porque estamos solos en este universo, ¿no?
Yo creo que la liberación de Dios es por obra y gracia de la razón, que es la expuesta y ofrecida por Jesucristo.
Porque dice nuestro Señor, si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Esa libertad que tenemos en Cristo Jesús, como dice el capítulo 8 del Evangelio de Juan, ¿no?
¿Libres de qué? Podríamos explicar o podríamos pensar, ¿no?
Pues libres de una palabra tan odiada como estimada por otros, ¿no?
Porque nos pone el freno a ese libertinaje, como es la libertad del pecado, ¿no?
Que equivale a decir, podremos poner el equivalente de pecado, pues podríamos poner al lado ambición, orgullo, endioseamiento, odio, lujuria, insolaridad, intolerancia, injusticia.
Todas las palabras que queráis poner en esta comparación.
No, Jesús completó esta declaración al decir, todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado.
Si el Hijo de Dios os liberta, seréis verdaderamente libres, dice Juan en el capítulo 8.
Innumerables creyentes dan testimonio de los efectos de esta verdadera liberación.
Han pasado de las tinieblas, de la zona oscura, a la luz, de la muerte espiritual, a la vida,
de la vanidad, del vacío y el absurdo de una vida sin sentido, a la plenitud de la vida en Cristo.
En él culmina la revelación de Dios, el Dios que existe, que ama al mundo, incluidos los ateos, y lo salva.
Dios no está volviendo, como afirma el ateo, ni volverá.
Dios no se ha ido nunca.
Un ave no podrá volar sin dejarse caer, tampoco tú sin fe.
Podrás acceder al eterno Dios, no conseguirás acercarte a él sin fe.
Nunca le verás ni conocerás sin fe.
Busca de corazón y él vendrá a ti.
Yo también correré junto a ti la carrera de la fe.
Y pondré en Jesús mi mirada y corazón.
Con él no habrá temor en el dolor.
Nuestra victoria consiguió en la cruz.
En él confiaré.
Yeah, yeah.
Hay una multitud mirando hoy tu caminar.
Son los que con la fe lograron al fin llegar.
Que les al final Dios les ayudó y vencieron con poder.
Yeah, yeah.
Hambre y destrucción, miedo y dolor vencieron.
Pero aquel que les cuidó te cuidará a ti.
Debes permanecer en que él sufrió por ti.
Yo también correré junto a ti la carrera de la fe.
Y pondré en Jesús mi mirada y corazón.
Con él no habrá temor en el dolor.
Nuestra victoria consiguió en la cruz.
Busca de corazón y hallarás a Dios.
Busca de corazón y él vendrá a ti.
Pues bien amigos, este programa de hoy se acaba.
Tenemos que despedirnos.
Pero eso sí, dice la palabra de Dios.
Buscad a Dios mientras puedas ser hallado.
El que me busca, me halla.
Si oyereis oí mi voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Estos son versículos que encontramos en el Nuevo Testamento.
El Señor te está hablando hoy, sí, a ti amigo.
¿Tú estás dispuesto a escuchar lo que te quiere decir?
Recuerda lo que se ha dicho hace un momentito.
Fernando lo estaba diciendo, ¿no?
Dios no se ha ido nunca.
Él está a la puerta de tu corazón,
como también ha estado en un momento a la puerta de nuestro.
Le hemos dejado entrar y habitar con nosotros.
Pues él está a la puerta de tu corazón y está esperando que se la abras.
Ah, otra cosita que queríamos deciros.
Tenemos nueva dirección.
Queremos decirosla porque es muy importante.
Sabéis que sois bienvenidos siempre que queráis venir a estar con nosotros,
a escuchar la palabra de Dios, a compartir un rato con nosotros los jueves,
a las 8 de la tarde, que ya hemos empezado también el estudio bíblico y oración.
El domingo a las 11 de la mañana también nos esperamos hasta que reorganicemos todo.
Como ya sabéis, cambiará el horario, después será a las 11 y media.
Pero bueno, de momento, jueves a las 8 de la tarde y domingo a las 11 de la mañana.
Nuestra nueva dirección es la calle Monestir de Poblet, número 7, aquí en Tarragona.
Es una calle cercana a la avenida de Cataluña.
¿Podríamos dar alguna otra pista?
La referencia está, me parece, al lado de lo que era el Camp Murallas, por ejemplo.
Sanidad está por ahí detrás.
Sí, qué más referencias.
Una referencia económica, me parece que está la sede también de lo que son impuestos de Generalitat allí,
en una esquina, pues justo enfrente de esa esquina.
Por allí está la iglesia evangélica.
Que es un sitio oficial, pues ahí estamos.
Muy bien, pues allí seréis muy bienvenidos.
Y bueno, recordaros que el próximo domingo, día 21, a la misma hora, estaremos con todos vosotros.
Y ya os seguiremos informando de los nuevos cambios que harán.
En dar mi confianza eres fiel.
No tengo dudas, mi vida es tuya, como las estrellas del cielo.
Como un volcán en plena erupción, así mi alma tiembla.
Recordar, quiero gritar tan fuerte de emoción, pero no hay fuerzas para expresar, expresar.
Tu amor me transformó, de la oscuridad él me libró, su luz me liberó.
¿Qué haría yo sin ti, si el sentido de mi vida gira en torno a ti?
Como un volcán en plena erupción, así mi alma tiembla.
Recordar, quiero gritar tan fuerte de emoción, pero no hay fuerzas para expresar.
Como un volcán en plena erupción, así mi alma tiembla.
Recordar, quiero gritar tan fuerte de emoción, pero no hay fuerzas para expresar.