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Arxiu/ARXIU 2009/ENTREVISTES 2009/


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Mariano Rubio, buenos días.
Buenos días.
70 años de trayectoria, el museo es grande, pero ponerlo todo aquí...
Pero ha sido muy complejo el asunto porque efectivamente son muchos años
y además ha sido un tiempo muy cambiante en el arte, en todo.
La manera de tratar el arte y la manera de presentarlo y de moverlo,
como dijéramos, pues ha cambiado enormemente y el mercado, dijéramos,
que se mueve, que influye mucho también en los estilos, pues es muy barrio en este momento
y además la gente se ha dado cuenta de que el arte tiene un precio.
Parece una pregunta muy tonta, pero es que yo no sé exactamente quién pone el precio al arte.
Pues yo te lo voy a decir, mira, el artista es incapaz de poner precio al arte, eso de entrada.
El artista se plantea un problema de creación, tiene un espacio libre, lo tiene que llenar.
En ese proceso hay momentos de mucha tensión propia, de creatividad,
hay momentos en que lo pasas muy mal, hay otros momentos que te acercas casi al misticismo
y no estás para nada y sale sin querer la obra sola.
Ahora, cuando se ha acabado el cuadro, el único que no puede poner precio al cuadro es el artista.
El artista ya ha cumplido.
Y entonces ya su cabeza sin querer está en otro cuadro, en el siguiente.
¿Te parece que vayamos andando y vamos conversando?
Yo a veces he oído decir a algunos artistas, Mariano, que una de las cosas que les dan miedo,
no sé si la palabra es correcta, es repetirse a ellos mismos.
Bueno, autocopiarse.
Autocopiarse. Y yo en tu caso no lo veo.
Pero es por el mercado.
No, es que yo...
Ha sido una obsesión también para ti el no me quiero repetir.
No, yo lo que más exijo en el ser humano es que lo dejen libre.
Y que haga lo que le apetece hacer, sobre todo al artista, ¿no?
Bueno, al artista ya los científicos y a la gente que está metida en este mundo
que no existe y que tú lo vas descubriendo, ¿no?
Y entonces yo siempre he dicho que yo no tengo estilos.
Tengo oficio para representar todo y después cada idea que tengo,
porque cada cuadro es una idea, un mensaje que lanzas, ¿no?
Pues exige una técnica especial.
Y aquí en este momento una técnica o unismo entre cometas, ¿no?
Y aquí pues hay de todo, pero a mí no me importa.
O sea, lo curioso del caso es que ven un cuadro mío
y es cambiante en el proceso, igual que le ocurre a Picasso, por ejemplo.
Vamos a ir situándonos en alguno de tus cuadros.
O oye, o...
O sea, si dominas el oficio.
Entonces hay un acorde perfecto entre la técnica que estás utilizando y el tema.
Buena parte de tu obra, que está absolutamente vinculada a tu biografía personal,
Calatayud, Tarragona...
Bueno, yo tengo cuatro puntos de referencia que son estupendos.
Sobre todo Toledo.
Toledo se te presenta de una vez.
Y además está enmarcado por un río o en una pasada, ¿no?
Pero es que Tarragona exactamente igual.
Estás enfrente del Monte Oliva y lo ves de una vez.
Calatayud exactamente igual.
Si has pasado por allí, por Calatayud, ya ves el castillo y tal.
Yo una vez, Medinaceli, ni te cuento.
Y esos son paisajes que los tengo tan memorizados que yo ya no me acerco a ellos.
O sea, aquí hemos empezado por una sala, Toledo, vamos avanzando un poquito.
Para una, Calatayud.
Sí, aquí precisamente se dan...
Calatayud, Toledo.
Toledo.
Bueno, hay dos versiones de Toledo para que vean que hay dos maneras de hablar tú con los pinceles, ¿no?
Esta es una manera muy expresionista, muy actual, dijéramos, y esta también, porque en realidad esto se acerca un poco a cómo hacían los frescos románicos,
pero no deja de ser muy actual la factura, ¿no? Este cuadro se ve que es del siglo XX, claro.
¿Todas las obras que hay aquí en el Museo de Arte Moderno, Mariano, son de tu propia colección?
Aquí en esta sala es todo un poco anterior.
Esta es una obra muy conocida.
Esta es una obra, sí, ya conocida, y que acabará en algún museo. Ha estado en Lausanne, en el Museo Olímpico, ¿no?
Sin querer va a acabar en un sitio que tenga que ver con él.
¿Por qué dice sin querer?
Sin querer.
A ver, esta obra es la de la soledad del atleta y echa en el 92, año olímpico en Cataluña, en España.
Año olímpico, y estuvo en la exposición olímpica, sí.
Y este también, este es una cosa curiosa, este es un grabado en el cual está la parte del pabellón olímpico, ¿no?
Y estos que están ahí masacrados, es que hubo veintitantos muertos en aquella Olimpiada, que los palestinos mataron.
Un atentado.
Un atentado. Este es, por ejemplo, ¿no?
Se ven los brazos y las piernas cercenadas.
No tiene nada que ver, no. Este es precisamente un cuadro sobre Tarragona.
Con su química correspondiente.
Sí.
Que yo una vez estaba en la playa de la laboral y me vi una cantidad de cosas raras, de animales muertos de basuras, etcétera, etcétera.
Y me volví hacia Tarragona y vi a la izquierda la petroquímica y a la derecha a Tarragona.
¿Acostumbras a trabajar por series?
Depende.
Depende.
Sí, hay momentos en que sin querer es basereado, ¿no?
Pero de pronto, ¡paf!
Cambia así.
Y yo cambio radical.
Y aquí, precisamente, se me ocurrió poner esto.
De lenda es Tarraoco.
O sea, Tarragona va a ser destruida.
Lo peor del caso fue que, al cabo de pocos años, vimos a Tarragona con una bola de fuego inmensa.
¿Qué temas, qué cosas has tratado tú ahora? Hay mucho paisaje, ¿verdad?
Sí y no. Quiero decir que los paisajes míos son estados de ánimo, ¿no? Son paisajes...
Son paisajes interiores, más que...
Sí, son paisajes interiores. O sea, yo elaboro todo lo que tengo que hacer. Lo elaboro interiormente y entonces son distintos al paisaje copia de la naturaleza, ¿no?
Que, por cierto, es muy bonito también. Pero, sin querer, tú pones tu manera de ver la naturaleza. Y esto ya lo verás en todos los paisajes, ¿no?
Aquí, por ejemplo, es un salto total. Porque resulta que estas son las acuarelas que yo hago en pequeño formato para después hacer las calidades en gran formato.
Por ejemplo, esto. Esto es la madre de donde saco yo las calidades.
Un primer paso, porque las texturas te interesan muchísimo. Es fundamental.
Es que son muy interesantes.
Claro.
Son muy interesantes. Este ha sido, precisamente, una de las cosas importantes que ha creado el arte actual. El conseguir la textura, ¿no?
Buscas materiales muy diferentes. ¿Te gusta investigar o trabajas sobre aquello que dominas?
Soy un investigador nato. ¿Por qué? Porque he escrito libros sobre ello. O sea, yo sobre grabado, por ejemplo, escribí un libro que ha quedado como el libro del grabado del siglo XX, ¿no?
Y me tuve que aprender todo. O sea, estampé camisetas para saber lo que era la serigrafía. Nunca hablo yo de algo que no haya probado. Y yo siempre estoy probando.
Tengo que conocer Photoshop y todo eso. Y tengo que hablar de ello. Y entonces me meto hasta aquí.
¿Pero esto solo por la inquietud artística o también por la faceta de docente, de dar lo mejor de ti a tus alumnos?
Soy las dos cosas.
No se puede desligar una de la otra.
Aprender cuesta, pero enseñar no todo el mundo sabe hacerlo.
Sesenta y tantos años he dedicado a la enseñanza. De todas clases.
Desde... Me dieron... El primer grupo fue un jardín de infancia de aquellos tiempos de la guerra, con 58 niños y una estufa que calentábamos con periódicos.
Cuando había periódicos, si no, sabañones y todo este jaleo. Así me estrené.
La enseñanza siempre me ha gustado y la he cogido como un factor que además es estupendo.
Cuando te gusta enseñar, gozas enseñando.
¿Y aprendes de los alumnos?
Mira, yo lo que siempre digo es... Tengo 83 años y todavía aprendo.
Y además, todos los alumnos que han pasado por mi menos se acuerdan de mí. Se lo han pasado muy bien, han aprendido.
Entre docencia y arte, es que no sé con cuál me quedaría. Gracias a Dios he podido disfrutar de los dos.
Hablando de texturas, es que cada vez se ve más en las obras ese interés.
Este es genial.
Este es el de la izquierda. Vamos a decir el nombre para los oyentes porque cuando venga...
No.
¿Sensalimita al Aspai?
No, mira. Esto ha sido un apuerto.
Esto es de ahora.
Sí, sí, ahora mismo. Este es el último que he hecho. Pero ya verás, es que está por hacer.
Quiero decir, tú tienes el espacio X, lo eliges. Está... Estaba... Bueno, era un...
Como está el... Él toca, yo también puedo tocar.
Sí, sí, sí.
Como está aquí el artista, puedo tocar.
Estoy tranquila.
Y entonces, haces unas preparaciones por ahí solamente con materia, que es cola con...
con aeropólvora de mármol.
Inicias ahí algo que no sabes qué.
Y de pronto te quedas y bueno, ahora esto hay que acabarlo.
Y en aquel momento fue cuando tenía que inaugurar.
Y digo, bueno, pues este se queda ahí como...
El próximo paso va a ser poner aquí una letra, un dibujo o lo que sea.
Ahora es un valor abstracto.
Está inacabado, pues.
Está inacabado.
Inacabado totalmente.
No tiene la firma porque está sin terminar.
Es curioso.
Lo he dejado precisamente porque hice de cuya...
Aquí dice, en un rincón de su estudio, está...
Esa ironía del sabio que humilde regresa para volver a empezar el camino de la gloria,
la indolente, la esquiva, anteriormente su oscura vida escrita con números o solo letras
porque basta un signo para señalar su presencia.
El pintor grava del mundo...
No le falta el signo.
Ah, el pintor grava del mundo lo que vio con mirada distinta.
¿Los artistas ven el mundo diferente, de verdad?
O esto se dice por...
No, ni tanto ni qué decir.
Nosotros enseñamos al resto a ver lo que rodea de una manera diferente.
O sea, haciendo descubrimientos, diciendo...
El mundo no es como lo vemos.
Ay...
Vosotros los artistas, lógicamente, hacéis vuestra obra, muchas motivaciones,
pero al final lo que importa es que nosotros venimos a una sala...
¿Cómo tenemos que mirar la obra del artista?
¿Dejarnos llevar solo por la estética?
¿Tenemos siempre que buscar algo más?
A veces no hay nada más que la estética, ¿no?
No, aquí, por suerte o por desgracia, las dos cosas van juntas.
Tú verás que los cuadros míos siempre tienen una intención, un mensaje.
Pero, por favor, lo primero que tiene que ser un cuadro mío es algo que tú, por ejemplo,
me lo robarías y te lo llevas a casa muy a gusto porque
te gustaría tenerlo.
Es el mejor alargo.
Que nadie toque nada, pero es el mejor alargo que te podían hacer.
Y que sí tiene.
Y, además, el público sabe catalogar muy bien las cosas, sabe lo que es bueno y lo que es malo.
Mariano, yo, a ver, son el contemplar el arte, el disfrutar del arte,
sin convencionalismos, es una experiencia absolutamente íntima y personal.
Y yo me imagino que alguna...
A mí me ha pasado alguna vez plantarte delante de una obra
y sentir hasta una emoción física, hasta ponérsele los ojillos tontos.
Y dices, pero ¿cómo es posible?
¿Quién ha hecho esto? No lo conozco de nada, no sé nada.
¿Has sido capaz de hacer algo que me despierta unas emociones?
Pues esto es lo más maravilloso que se puede decir de una obra de arte.
El proceso creativo y...
Es diferente.
...y técnico es diferente, pero tienen...
Son todos, tienen las mismas raíces, ya lo verás.
Los circuitos electrónicos impresos, esto lo tienes dentro de un televisor antiguo,
ahora ya son otra historia.
Es que iban con lámparas.
Sí, antes iban con lámparas y entonces los circuitos electrónicos.
Esto es un tamaño, una cosa así.
Yo lo amplío y lo pongo en lucha, entre comillas, con la naturaleza que es un tronco de árbol.
Y entonces fíjate que la técnica...
Pero el tronco de árbol, además que lo haces desde la perspectiva de la anilla,
que implica antigüedad...
Total, claro, se ve el tiempo.
Claro.
O sea, ahí la dimensión tiempo, que a mí me interesa muchísimo.
Tiempo y espacio, que es lo que es la exposición, ¿no?
Claro, claro.
Bueno, y este, precisamente, la técnica parece que es agobiante a la naturaleza,
no lo es como si fueran unas tenazas que están agobiando.
Esto también es exactamente igual.
Quiero decir que lo que parece aquí totalmente abstracto, no.
Es de un realismo igual que un paisaje con barcas.
Exactamente igual, exactamente igual.
Y aquí, exactamente igual.
Aquí, en este, ¿qué es el...?
Tengo una fortaleza.
Exacto, es una fortaleza abajo.
Lo que es una ciudad o lo que es un hábitat humano, ¿no?
Y entonces, esto lo llamé el año 2000, porque viene la parte esta técnica y parece que agobia a esta parte, dijéramos, humanística.
Siempre me ha gustado la figura humana.
O sea, yo estoy preocupado por el humano, por el ser humano, ¿no?
Eso es muy renacentista.
Sí, pero sí, bueno, es humanismo.
Aunque juegas con el barroco a veces también, ¿eh?
Vaya, me parece a mí.
No, no, de todo, de todo.
Y además todo es válido y todo es maravilloso.
¿Escáner para un niño?
Mira, escáner para un niño es el miedo ancestral.
A mí esta me sobrecoge, ¿eh?
Sí, y a mí, por eso le dice, cuando te hacen un escáner, te meten y te rodea algo que tú no puedes tocar, desconoces y no te puedes mover.
Ahí están las flechas, los diagramas, tal, y entonces el niño que entra, y nosotros también porque somos niños en el fondo, gritamos mamá sin querer porque es que la soledad es tremenda.
Cuando están haciendo una operación de este tipo, vamos, escanear, por ejemplo, silencio, es la soledad absoluta y entonces te entra un pánico feroz.
Y eso es lo que quise reflejar y lo conseguí.
Y este es premio, claro, internacional de dibujo.
Y esto es dibujo solamente.
Sí, es lo que decíamos, decir grabador, ceramista, no, no, soy artista y utilizo todas las técnicas.
Yo sé que este también es medalla de grabado y entre grabado y esto, pues hay un parentesco enorme, ¿no?
Sí.
Y yo me encontré con que las cosas no utilizaban el color aquí en España, entonces me fui con una beca marca a investigar el color en París y ahora es el salto, ¿lo ves?
Este está hecho con una tinta normal y corriente, negro, marrón y este ya pues tiene colorido.
Mariano, has viajado mucho, has estado estudiando, ahora hablabas de la beca esta de París, porque en Tarragona llevas más de 40 años de tu vida.
Por alguna razón en particular, por las circunstancias, por un deseo expreso.
Por una sencilla razón, porque hasta ahora es una ciudad acogedora y tiene las posibilidades de poder salir a muchos sitios que están cerca.
Quiero decir que si yo vivo en Cáceres me cuesta salir a Europa, pero de Tarragona no.
Sin embargo yo soy cerca de Cáceres y de París. Tarragona es un punto, ha sido siempre clave.
Aquí tienes tres mostraciones de un humano. Yo dije, este humano es tremendo lo que va a venir, pero desconocido.
Pero son figuras masculinas en mayor parte.
Bueno, las hay femeninas.
Pero menos.
No, es que ocurre lo siguiente. Lo masculino queda más concreto, dice Lagos, para ciertos mensajes.
Por ejemplo, hacer sufrir a la figura femenina, como estoy haciendo sufrir a esta representación andrógina.
Que faltan brazos y piernas, yo te lo agradezco.
No, y además queda muy simbolizado y yo la verdad es que prefiero tratar el cuerpo humano, digo perdón, el cuerpo masculino que no que el femenino.
Le tengo al femenino, lo quiero y le tengo un respeto enorme.
Esta es tu mano, en el cuadro del mandato del agua.
Lo impresionante de esto es que tiene seis o siete colores y todos salían a la vez de la prensa en una sola vez.
Porque antes hacían un color, una prensa por color y tenías que hacer un tiraje y después otro tiraje y otro tiraje uno encima de otro.
Y yo, con mis técnicas, lo que hago es coger planchas diferentes, entintarlas diferentes y después pasar todas a la vez.
Y entonces salen todos los colores de una pasada.
Y esto es un alarde, dijéramos, técnico que ya está en el mercado porque yo lo he explicado en los libros y he dicho hacer esto que merece la pena.
Fíjate estas calidades, o sea, y además, si puedo, remato la faena con un lenguaje que es el más bonito, el más bello, el más poético, el más...
Todo lo que tú quieras, que es la geometría.
La geometría es el esquema de la realidad.
Entonces, esto sí que puede ser real y tal, pero esta parte geometral le da un carácter casi místico, ¿no?
Eso que has dicho de la geometría, claro, yo lo veía, pero hasta ahora que no lo has dicho no me había fijado.
Independientemente de los colores, de las texturas, siempre subyacen las figuras geométricas, ya sea con una línea muy fina, un trazado apenas perceptible, pero siempre está ahí.
Sinceramente creo que la geometría...
Es por un tema de equilibrio.
La geometría, sí, es de equilibrio. Y lo que tú decías, aquí hay barroco y renacimiento y tal, sí, pero hay geometría. Y eso une todo, ¿no?
Tenemos una obra de gran formato.
Sí, yo, lo curioso del caso es que cualquier obra de esta yo la puedo pasar a este formato.
Claro. No, no, y una obra de estas, con esta delicadeza que decías, hay un formato...
Te gusta, ¿no?
Sí, muchísimo.
Aquí me ocurrió un caso, que siempre lo cuento, que esta la expuse por primera vez en Blanquerna, en Madrid, que es la sala de la Generalitat, en Serrano.
No, era, porque ahora está en la calle Alcalá.
Y los que hacían el catering eran universitarios. Estaban allí sirviendo unos cócteles y unos whisky y tal.
Y de pronto uno de ellos se me acerca y dice, señor Rubio, yo en este paisaje he estado hace mes y medio.
Y digo, oye, ¿tú aún has abusado del whisky?
Deja el catering.
Y dice, no, señor Rubio, que esto es muy sereno. Esto lo he visto yo en Petra.
Dije, ¿en Petra?
Dice, mire, lo de fuera de Petra, pues son los templos, las iglesias, palacios, etc.
Pero cuando entras dentro y te encuentras en la oscuridad y vuelves otra vez para salir, ves esto.
Y tengo ahora tres cuadros, lo que pasa es que no me he dado tiempo de acabarlos en este mismo formato.
Los tengo en este formato los tres, ¿no? Pero en este formato, claro, cuesta.
¿Trabajas simultáneamente en varias obras?
Sí, sí. Hoy, precisamente, he estado soñando con lo que voy a hacer.
Y ahora vas a ver...
¿Es un sueño que te inspira una obra o has soñado...?
Sí, sí, sí, me inspira, me inspira.
Aquí hay bastante de onírico en esta sala, ¿eh? Que estamos entrando ahora.
Mira, esto es jugar con el macrocosmos, con el cosmos.
Bueno, vamos a dejarlo en paz.
Pero, precisamente, lo que he soñado esta noche ha sido hacer lo mismo con el microcosmos.
Ten en cuenta que tú decías, nosotros en realidad vemos lo que nos rodea.
Tienes toda la razón del mundo.
Pero solamente es un fenómeno óptico, como todo.
Pero hay otras realidades que nos vienen ahora, que son las realidades cósmicas.
Esas fotos impresionantes que te vienen de las galaxias, etcétera, etcétera.
Que tienen un valor de color, de forma, de variante.
Estaban ahí, pero no las podíamos ver.
Ahí está.
Y ahora tenemos una visión, no un embudo estrecho, sino amplísimo.
Pero es que, si tú ves por un telescopio, o digo por un microscopio,
una preparación de la gripe A, pues resulta que es hermosa.
No, no, los colores y el movimiento.
Y tiene una calidad estética increíble.
Ahí estoy metido yo.
Me voy a volver loco, ya lo sé.
¿Y cómo lo estás haciendo esto?
Yo hago el pincel.
Yo, en ese cuadro, por ejemplo, esa galasa que hay allá arriba,
me creo que soy Dios.
Me voy a explicar.
Porque cojo el pincel y pongo las estrellas donde me apetece, ¿no?
Y estoy creando el cosmos.
Es curioso, ¿no?
Bueno, pero antes de llegar al cosmos...
Bueno, vamos a ir a otras...
Vamos a ir.
Bueno, esto es lo que yo te decía de la técnica y la naturaleza, ¿no?
Es lo mismo.
Nos acercamos un poquito.
Y aquí son nuevas formas en las cuales estoy jugando con las calidades.
Esto es pintura y esto es precisamente lo que deja una plancha ahí.
No es la huella de una plancha detrás.
cuando se ha estampado ya el grabado.
Y entonces, donde está la plancha, hay una parte que, claro, no lo arranca el papel.
Y entonces yo estampo otra vez y saco esto.
O sea, que yo aprovecho todas las posibilidades que pueda haber.
Claro, y perdona que lo diga así, pero yo te veo en tu taller con todas tus cosas, que tienes una cosa que utilizas de una obra y dices, esto lo dejo aquí, que ya veremos qué hago con ello.
Te veo un poco así, trabajando, aprovechándolo todo.
Y dilo claramente, cuando estés en mi taller, que vendrás pronto, verás un caos que no hay quien me entienda, ¿no?
Y un orden súper estricto, las dos cosas a la vez.
Volvemos a las texturas. A mí, sabes que soy una gran admiradora de tu obra, pero las obras con estas texturas, con estos relieves, la verdad es que me gustan muchísimo.
Y a mí. Estos son solamente calidades por cualidades.
Este, por ejemplo, es una maravilla, sí.
Bueno, pues aquí hay estampación, cojo un periódico, por ejemplo, le pongo color en el periódico, lo corto y después lo pongo encima del periódico, paso la mano, se queda esto estampado y después sigo manipulando.
Tal como lo explicas, parece que lo puede hacer cualquiera, pero luego ves el cuadro así.
Este es el clásico meteorito.
El meteorito, aquí ya estamos en el tema del cosmos.
Yo personalmente creo que nosotros, nuestra vida es en realidad la vida de un meteorito, o sea que pasamos, hacemos una curva de inicio, de potencia y de muerte.
Y esa es nuestra vida, pero además es una vida...
Bueno, yo creo que ese plural, y perdona Mariano, habría que utilizarlo relativamente.
Pasamos y... Los artistas pasáis de una manera diferente a la que pasamos los demás, porque a vosotros os queda la obra.
A los demás, bueno, la familia igual se acuerda de nosotros, pero poco más.
Lo que ocurre es que nosotros tenemos una cosa bien clara, y es que el factor tiempo, ese que decimos que transcurre, no existe.
O sea, en realidad, a nivel cósmico el tiempo no existe.
Nosotros lo utilizamos el factor tiempo porque sabemos que nos vamos a morir, nada más que por eso.
Que más vale no menearlo, ¿sabes? Porque si no dejaría de pintar y de todo.
Ese de considerarte tan poquita cosa todavía aumenta más cuando tratas temas como este del cosmos que nos ocupa ahora, ¿no?
Bueno, este me costó una enfermedad. O sea que cuando lo acabé, este lo acabé el domingo por la noche.
Es un acorde bastante fuerte y te explicaré.
Pero primero, ahí tienes estas dos cosas que solamente son trabajos, ya ves, siempre con las calidades estas de planchas y de todo esto.
Y aquí está todavía el grafismo, dijéramos, humano, y aquí ya está el grafismo.
Volvamos a los títulos. Estos que, si a primera vista pueden parecer similares, que no lo son.
Uno es el nuevo lenguaje y el otro se titula Contensión.
¿Me indica algo?
Opina lo que quieres.
No, no. Tú tienes derecho a discurrir sobre el cuadro. Y es lo que me gusta. O sea, tu diálogo con el cuadro.
Y después me dices, estoy seguro que ves más cosas que yo. Porque yo entro en un momento de creación.
Yo veo, mira, sí, y en plan un poco improvisado, pero yo veo, quizá influida por lo que me has dicho antes,
la tensión que se crea siempre buscando ese equilibrio.
Sí, sí, sí.
Y veo yo ahora el cosmos este y la verdad es que me está...
Aquí yo se me ocurrió hacer un cuadro que está en Alemania, un poco más grande que esto.
que dije, voy a hacer la Torre de Babel. Pero la Torre de Babel, no la Torre de Babel, aquellas que hicieron.
La bíblica, vamos.
Porque si no hubiera sido, pues, una pirámide de trapezoidal, ¿no? Un figurat que le llamaban, ¿no?
No, aquí yo lo hice por las épocas, o sea, aquí tienes la prehistoria. Por aquí entra...
Pero es un poco la historia de la humanidad, ¿verdad? A través de su arquitectura, además.
La teoría de Darwin empieza aquí y empieza a ser humanizada.
Empiezas desde las partículas cósmicas, precisamente.
Claro, si somos cosmos, si somos polvo de cosmos, todo.
Y entonces entras aquí y empieza la historia y la apetencia del ser humano de ir hacia arriba siempre.
El culto al árbol, el culto a la piedra de pie, el culto a la montaña y el culto también a la pirámide, ¿no?
Y entonces, en esta pirámide se me ocurrió hacer todas las arquitecturas, dijéramos, históricas, occidentales y orientales,
hasta... y acabe nada menos que las...
Pero es que en la base pones un dolmen y acabas con las torres gemelas.
Claro, con las torres gemelas.
Pero es que esto está pintado como 10 o 12 años antes de que las bombardearan.
Y efectivamente yo lo considero allá un final que es peligroso,
porque, claro, la pirámide no da más de sí y aquí exactamente igual con cosas.
No me digas lo que es todo eso porque no lo sé.
Sí, muy optimista no es el mensaje porque lo quemas todo, ¿eh?
No, ocurre lo siguiente.
En este cuarto periodo, dijéramos, la humanidad se puede auto-inmolar.
O sea, por primera vez en la historia de la humanidad
puede organizar una catástrofe de categoría
que vamos de un planeta pequeño a un agujero negro y nos quedamos tan tranquilos.
Claro, sobre esa pirámide que está basada en todo lo que ha sido la evolución y el progreso humano,
has puesto la misma pirámide encima pero absolutamente incendiada.
Es solamente fuego.
Se está consumiendo en sí misma.
Pero además no hace falta...
Antes teníamos miedo a los extraterrestres y a otros extraterrestres.
No necesitamos ayuda.
No, en absoluto.
No, es ahora un vacilo loco.
Lo sueltas y se carga la humanidad.
Y no hablemos de ya una situación atómica, ¿no?
El microcosmos, ¿dónde lo veremos?
En las series del microcosmos.
Déjame, por favor, recuperarme.
Vale.
Porque después de haber pintado esto, ¿sabes dónde acabé?
Bueno, ya me imagino.
No sé, pero aquí ha estado delicado de salud, sí que lo sé.
En urgencias, con máscara de oxígeno.
Ya.
Mira, soy más fuerte que la vinagre.
Pues así, en cuanto estemos recuperados.
Pero cuando plegue, plegaré dando el menos mal posible.
Yo siempre digo, qué bonito sería que me sentara en el sillón que tengo allí en el taller
y mirando el cuadro y diciendo, esto es locam y morirme.
¿Esa sería la mejor manera de acabar?
Una mala.
Ahora soy muy egoísta porque hay gente que le cuesta morir mucho más.
Y yo lo admiro, pero no sé si lo podría resistir, la verdad.
¿Acabar como ese paso fugaz del cuadro que nos comentabas antes?
Esto además es que funciona así.
Mariano Rubio ha ganado muchísimos premios.
No sé cuántos reconocimientos, no sé cuántas exposiciones.
Y yo me quedo con una cosita que he encontrado de cuando le dieron el premio Goya
por parte del gobierno de Aragón en el discurso.
Y yo me quedo con esto que dice maestro por artista, maestro por docente
y maestro por su humanismo y grandeza, de verdad.
Muchísimas gracias.
Gracias.
Gracias.