logo

Arxiu/ARXIU 2009/ENTREVISTES 2009/


Transcribed podcasts: 1096
Time transcribed: 14d 22h 12m 59s

Unknown channel type

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Només 45 segons seran 3 quarts de 12 del migdia.
Els volem parlar d'una guerra.
Una guerra no cruenta, sembla un contrasentit,
però és que ja fa un quant temps que un grup de dones d'acció catòlica
van declarar la guerra contra la fam.
És un projecte, combatre la fam,
un projecte de tots que parteix de mans unides,
una organització prou veterana i coneguda de tots vostès,
que no només fa la tasca del dia a dia,
que no només fa la tasca als països on té presència,
sinó que també ens dona l'oportunitat de conèixer de primera mà
testimonis de territoris en els que realment la fam
no és una anècdota ni és una imatge de televisió,
és una realitat del dia a dia.
En aquest sentit, avui, a la set de la tarda a la Càmbra de Comerç,
el missioner Serafín Suárez farà una conferència,
una xerrada sobre el seu treball durant 12 anys
com a missioner a Zimbabue.
Saludem Serafín Suárez.
Serafín, buenos días.
Hola, buenos días, Yolanda, y a todos los oyentes.
Bienvenidos a Tur Sosa, delegada de Mans Unidas a Tarragona.
Bon dia, bon dia.
Benvinguda.
Gracias.
¿Estáis de aniversario?
Sí, 50 anys.
Ja ho dijisteis, que este año hi va a haver muchas cosas.
Escolta, ens agradaria l'any que ve vindre i dir que ja no estem a Mans Unidas.
No em diguis pesimista, que saps que no ho soc, però em temo que no.
No, però bueno.
Em temo que no.
Bueno, Serafín, Zimbabue, que qué país más tremendo y que vaya por las referencias
históricas que tenemos, ¿no han tenido un respiro jamás?
Bueno, mira, a mí lo primero es una cosita que has dicho antes y que me parece muy bien
lo que acabas de decir.
Quizás el problema es que estamos tan acostumbrados a cifras, a números, que todo el problema
del hambre, todo el problema de la pobreza, pues ya prácticamente pasa de largo.
Yo tengo aquí cifras y me he negado a darlas.
Ese es el problema.
¿Pero para qué?
Ese es el problema.
Yo creo que lo bueno de todo esto es que a las cifras le pongamos cara, le pongamos
nombre y le pongamos apellidos.
Claro, cuando llevas 12 años trabajando en un país del tercer mundo, donde ves caras,
ves nombres y ves apellidos, la cosa cambia.
Y como tú decías antes, pues mira, Zimbabue es un país un poco contradictorio, porque cuando
yo llegué en el año 1994, pues Zimbabue era un país donde se podía vivir.
Todavía no habían desalojado a los granjeros.
Ni se había desalojado a los granjeros, ni la crisis económica.
Y aquí sí que hablamos de crisis.
Bueno, esta crisis económica nuestra comparado con eso es que da hasta vergüenza nombrarla.
Aquí sí que hablo de crisis.
Como hacían aquello, cada uno le duele lo suyo, pero claro, allí duele mucho más.
Sí, lógicamente, yo esta mañana comentaba de que cuando yo llegué en el año 94, fíjate
para que te hagas una idea y para que todos nuestros oyentes se hagan una idea, la economía
de un país está en relación con el dólar americano.
Según sea tu moneda en comparación con el dólar americano, bueno, pues así es una
economía fuerte.
Cuando yo llego a Zimbabue en el año 1994, cuando tú ibas al banco y presentabas un dólar
americano, te daban cuatro dólares de Zimbabue.
Hoy día, cuando vas al banco con el mismo dólar americano, te dan tres trillones de dólares
de dólares zimbabuano.
Esa cifra ya nos hace una idea de ver lo que comen si comen.
Pues mira, esa cifra nos hace una idea de pensar que primero no hay nada, absolutamente
nada, y por supuesto es un caos total, no funciona absolutamente nada.
Hoy día tú quieres echar una carta para que te llegue a tu familia o llegue a tus amigos
o llegue a cualquier sitio.
Te tienes que ir a Botsuana, que es un país vecino, te tienes que ir a Zambia, que es un
país vecino, te tienes que ir a Sudáfrica, que es un país vecino.
Porque si la carta la pones en Zimbabue, la carta no te va a llegar nunca.
Y el motivo es muy sencillo.
Cualquier funcionario de correos gana 50 millones de dólares al día.
Pero ir a trabajar le cuesta 85 millones por la inflación.
Con lo cual, pues vemos que es un país que no funciona absolutamente nada.
No hay una estructura, no funciona nada, se ha desarraigado toda la gente de las comunidades.
Hablamos, si no lo tengo mal entendido, de un porcentaje elevadísimo de personas afectadas
por el virus del SIDA.
Hablamos de una esperanza de vida de 37 años.
Menos.
¿Menos de 37 años?
Menos.
Es, tú acabas de mencionarlo ahora, es un 12 millones de habitantes, 24-25% de la población
infectada de SIDA.
Quiere decir que son unas 4.000 personas semanales las que están muriendo a consecuencia del SIDA.
Tres meses antes de venirme para acá, vinieron a la escuela secundaria, que está cerca de la
cerca de la misión, cerca, son dos minutos, hacerle una prueba de sangre a los chavales
de 15, 16, 17 años.
Cuando me mandan los resultados, el 35% de los chavales ya estaba infectado del SIDA.
Probablemente ya nacieron con los anticuerpos.
Y con otro problema que en estos momentos estamos teniendo y que está también saliendo ya
a nivel internacional.
Desde octubre hasta hoy llevamos 3.000, 3.500 muertos a consecuencia del cólera.
Del cólera que ya en diciembre hizo estragos, continúa haciéndolo.
Efectivamente, continúa haciéndolo.
Porque es que en diciembre salían las noticias del cólera en Zimbabue.
Entonces, claro, un alma cándida diría, oh, pues si no veo ninguna noticia del cólera
en Zimbabue porque solo veo de Gaza o de otro drama, es que ya no hay cólera.
Sigue habiéndolo.
Sigue habiéndolo.
Sigue habiéndolo.
60.000 afectados.
60.000 afectados.
Es decir, 60.000 personas enfermas y 3.500 muertos.
Y dime una cosa.
Cuando alguien como tú o otros compañeros, ya sea desde misiones o ya sean personas que
trabajan en organizaciones, llegáis allí y dices, bueno, ¿y yo qué hago aquí?
¿Por dónde empiezo?
Ya hay una estructura creada, lógicamente.
Pero la estructura mental y emocional de la persona que se enfrenta ante una situación
como esa.
Nosotros allá tenemos un proverbio, el africano tiene un proverbio, dice, cuando dos elefantes
se pelean, la que termina sufriendo es la hierba.
Y es verdad, ¿no?
Cuando hay problemas y problemas serios, los que siempre terminan más afectados son
los más pobres, los más débiles.
En este caso, niños y mujeres, que es también la gran problemática de Zimbabue y yo creo
que la gran problemática de África en general.
Cuando tú llegas allí, lógicamente, tú llegas a una situación que, de alguna forma,
la conoces a través de la prensa.
Sí, como cualquiera de nosotros.
Como cualquiera, ¿no?
Y empiezas a vivirla.
Es un conocimiento muy sesgado.
A veces no es información, es propaganda y no sabes distinguir muy bien.
Una cosa es llegar allí y estar ya en el terreno y otra cosa es conocerla aquí, ¿no?
Yo creo que una de las cosas que tú nunca puedes tener es la desesperación.
Yo creo que tú tienes que brindar siempre la esperanza, la esperanza a la gente.
Y hacerle caer en la cuenta a la gente de que se puede salir.
Es que África solo se alimenta de esperanza en este momento.
Tiene gobiernos corruptos, tiene una pobreza extraordinaria, una deuda exterior que dices,
pero ¿cómo puede salir adelante estas personas, no?
Bien, en la realidad, ¿no?
Pero yo no voy allí a llevarle más desesperanza, sino voy a mostrarle otra cosa.
Pero en la práctica, tú que dices, a ver, ¿qué hago?
Me voy a buscar agua al río, cojo a este niño y le enseño a leer.
¿Qué haces en la práctica?
Mira, datos, aunque sean cifras, datos.
Si en 11 años que llevo trabajando en Zimbabue has conseguido que,
gracias a organizaciones como Manos Unidas o otras ONGs o amigos o compañeros,
si en 11 años has conseguido que 1.000, 2.000 niños que nunca iban a pisar una escuela,
bien porque la escuela está a 30 kilómetros de sus casas y has podido construir una escuela o bien porque no tenían para pagar esa escuela y con esa ayuda has conseguido que esos niños vayan a la escuela y hoy saben leer y escribir, algo hemos conseguido.
Claro.
Si has conseguido que miles de personas que iban a morir de hambre porque la sequía estaba afectando a la zona donde tú estás viviendo y has conseguido darle comida y hoy siguen viviendo, algo se ha conseguido.
O personas que con una enfermedad iban a morir y consigues llevarla al hospital o consigues proporcionarle medicina y hoy están sanas.
Oye, pues algo has conseguido.
Eso es interesante lo que dices porque a veces caemos en la trampa de decir, oh, es que yo no puedo cambiar al mundo, que nadie te pide que cambies al mundo.
No, no, no, no, no.
Sería un ejercicio de vanidad, ¿quién puede cambiar al mundo?
Pero bueno, hay cosas.
A mí me gustaría, teniendo en cuenta que han estado tanto tiempo, a veces cuando se habla de las personas que viven en estos países en una situación muy precaria,
yo creo que es un tópico, es una opinión personal de decir, sí, sí, sufren mucho pero son felices.
Pues, hombre, qué puñeta, a veces da rabia eso, tendrán otros valores, pero pasar hambre, cosa que nosotros no sabemos lo que es pasar hambre,
porque hambre es realmente no tener que comer hoy, ni mañana, ni pasado y la certeza que no sabes cuándo comerás.
Eso nosotros no lo conocemos.
Sí, es cierto, pero mira, no es tan tópico, Yolanda, no es tan tópico.
Tú miras a la gente, cuando llegas a un país de estos, miras a la gente, miras el rostro de la gente
y de alguna forma a ti te transmiten, te transmiten...
Eso lo dicen todas las personas que han trabajado en estos países.
Es que es así, es que es así, a ti te transmiten serenidad, a ti te transmiten paz, a ti te transmiten de decir, bueno, aquí estamos,
aquí estamos y vamos a seguir luchando por esto, ¿no?
Y te transmiten alegría y te transmiten que aunque ellos no tienen, lo poco que tienen lo comparten.
Igual que nosotros.
Igual.
Igual.
Tú lo has dicho, tú lo has dicho, pero no, de verdad, y son cosas de esas que te impresionan,
que llegas una tarde, una noche ya a quedarte en una de sus chozas y que enfrente tuya tienes un chavalín de cinco o seis años
que le acaban de poner un plato, fíjate tú, su comida esencial, un plato de maíz, un vaso de leche.
¿Pero tú crees que sea actitud la de la pobreza?
Pues yo no lo sé si lo da la pobreza o lo da ya la propia cultura, ¿no? Yo no lo sé, no lo sé.
Yo sí que creo, ¿eh? Yo sí que creo y, bueno, a lo mejor decirlo así es muy fuerte, al pobre solamente le va a sacar de la pobreza al propio pobre.
Porque los que subimos, los que subimos 25 peldaños, bajar cinco nos cuesta mucho trabajo.
Esa es la realidad. Sin embargo, el que está abajo y que está sufriendo, cuando contempla a otro que probablemente esté sufriendo más que él, sí que intentará ayudarle.
Se crea una empatía diferente. Nosotros tenemos tanto miedo a perder lo que tenemos.
Efectivamente.
Seguramente es el miedo lo que nos paraliza la mayoría de veces. Hablabas de una escuela, conocemos bien, afortunadamente, Manos Unidas, y ellos no hacen una labor asistencial, ni mucho menos.
Plantean proyectos a largo plazo y proyectos que den autonomía a las personas. En este sentido, ¿qué proyectos ya materializados ha hecho Manos Unidas en Zimbabue?
Bueno, pues mira, en Zimbabue en concreto, nosotros, escuelas, porque allí una escuela son cada 30-35 kilómetros, hay una escuela secundaria, con lo cual te puedes imaginar la distancia que a veces los chavales tienen que andar para poder ir a una escuela.
Entonces, pues intentar crear escuelas más cercanas a los chavales para que puedan tener acceso a la educación. Y sobre todo y fundamentalmente a las niñas.
Sí, porque ser pobre y mujer en África es más difícil.
Es el gran problema. No vamos a tocar aquí ahora el tema, pero la educación de las mujeres es hoy un tema clave, un tema básico.
¿No? Alguien dijo que educa a una mujer y educarás a una nación.
Pues seguramente. Algunos países africanos, y no es un discurso feminista, que aquí no tiene nada que ver con esto, pero algunos países africanos empiezan a levantar la cabeza gracias a las empresas pequeñitas con los microcréditos que montan las mujeres.
¿Y alguna que otra presidenta que está saliendo por ahí también, eh?
De hecho, hay muchas organizaciones que dicen, oye, los proyectos, dárselos a las mujeres, los van a sacar adelante.
Y además devuelven el dinero a los bancos, ¿no? Dicen que son las únicas que los devuelven.
¿Qué ha sido nada? Como decimos en catalán, un tastet, ¿eh?
Pero esta tarde, a las 7, en la Cámara de Comercio de Tarragona, yo me imagino que hablarás de esto, y muchísimo más.
Y la opción de que los asistentes también puedan establecer algo de coloquio.
Sí, sí, sí, por supuesto, daremos la oportunidad para el diálogo.
Saturno, ens queden dos minuts, només.
Dos minutets. Bueno, doncs dic dos notícies, no?
Que el divendres farem l'eucaristia com cada any, el dia del dejuni voluntari, a las 7 de la tarda a Sant Agustín,
i el dimecres, dia 11, la quincena, marxa de la solidaritat.
És la dels joves, de mil joves.
No plourà.
No plourà. Ai, que bé.
No plourà. Home, què portem? Dos anys que no plou.
Sí.
Els anteriors plovia cada any.
L'any passat una mica, al començament, 4, 8, res.
I dir-vos que, per ser la quincena marxa, el senyor arquivisbe assistirà a primera hora al Camp de Mar,
per donar la sortida als joves.
El senyor alcalde, per motius d'agenda, no estarà al començament, però sí al final de la marxa,
com una cosa una mica més especial.
I també em sembla que els professors han preparat alguna sorpresa per mansolida.
Molt bé, de totes maneres, d'aquesta marxa, com cada any tornarem a parlar.
Si us va bé, us convidarem que vingueu i explicarem perquè, a veure...
I als 50 anys, que algun acte també farem.
Home, que continuarà.
S'atur, moltíssimes gràcies.
A vosaltres.
De veritat que ha sigut un placer.
Serafín Suárez, missionero en Zimbabue, 11 anys, militante, como missionero, podríamos decirlo así.
Ha sigut un placer i no nos perderemos la, jo he de dir, la conferència,
però ja vamos a la conversación esta tarde.
La conversación.
Muchísimas gracias, bona suerte.
Moltes gràcies.
Adiós.
Adiós.