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Entre Amids, todas las voces del sur aquí.
Donde entendemos la diversidad como riqueza.
Donde entendemos la diversidad como riqueza.
Que cada miércoles abrimos aquí en Tarragona Radio.
Y en el que venimos a hablar, a escuchar y a reflexionar sobre inmigración.
Tengo aquí conmigo como cada semana desde hace varios meses ya.
A Odali Soñate. Odali, muy buenas noches.
Muy buenas noches.
Ya después de haberme tomado un cafecito que por cierto muy bueno aquí, muy fuerte.
Pues con muchos ánimos de hablar un ratico con ustedes.
Muy bien. Hoy estamos solos porque Ricard, que es el otro colaborador habitual del programa,
sus ocupaciones universitarias, profesionales, le han impedido estar aquí con nosotros.
Desde aquí, si nos está oyendo, le enviamos un saludo.
No estoy solo del todo. Está Silvia, como siempre, marcando el ritmo.
Gracias a ella esto es posible.
Si te parece, Odalis, vamos con el tema de hoy, que tiene que ver, como no, adivina, con la crisis.
Hombre, para variar, para variar.
Sí, lástima, pero es un desastre que poco a poco se cierne sobre nosotros.
Poco a poco, poco a poco, pero al final lo acaba ocupando todo.
Sí, señor.
Porque, bueno, en relación con la crisis que nos afecta desde hace como un año y medio, un año aproximadamente,
pues el otro día, en el quinto encuentro sobre remesas, que tuvo lugar en Madrid,
pues se informó, se dio a conocer, que una serie de datos importantes en concreto,
que por primera vez desde 1990, es decir, son datos de 2008, es decir, la primera vez en 18 años,
en casi dos décadas, han disminuido las remesas, el cupo de remesas que los inmigrantes envían
desde España a sus países de origen.
Fíjate que, en concreto, entre 4,5 y 5 millones de personas en el mundo
reciben remesas de sus familiares emigrados enviadas desde España.
Es decir, hay, pues eso, entre 4,5 y 5 millones de personas que dependen del dinero generado aquí.
Supongo que no al 100%, pero bueno.
Pero un alto por ciento, sí.
Estamos hablando que, por ejemplo, entre enero y marzo del año pasado,
el descenso fue de un 2%, y el 4,5% en el segundo trimestre, y el 7% en el tercero.
Todavía están por llegar los datos del último trimestre de 2008,
que seguramente estamos hablando de más todavía.
Piensa que en 2007, el año anterior al de estos datos que estamos hablando,
salieron de España 8.130 millones de euros.
El 70% de los cuales, además, fue para los países latinoamericanos.
8.000 millones de euros que se han reducido en un 7% de momento,
que seguramente será más, ¿no?
Bueno, es una situación complicada para esa gente, ¿no?
Porque, bueno, tú que supongo que también habrás vivido esa experiencia,
o la estar viviendo, la experiencia de tener que enviar dinero periódicamente,
con mayor o menor periodicidad, a tu familia allá.
¿Cómo se puede estar viviendo esto en esos países?
¿Hasta qué grado depende, no solo en tu experiencia personal,
sino por la gente que tú conozcas y demás?
¿Hasta qué punto pueden depender esas personas de tener lo que se envía aquí?
Mira, fundamentalmente, cuando uno habla de los temas migratorios,
hay, por supuesto, diversas causas por las cuales una persona decide salir de su país
y, como se dice, buscar horizontes mejores.
Y uno de los factores, por lo menos, más determinantes es, por supuesto, el factor económico.
Indiscutiblemente que también existen otros.
Pero, bueno, hablando en este caso del factor económico, que para mí es fundamental,
las familias que dejamos del otro lado, pues, por supuesto, dependen en un grado,
pero bastante, en un porciento bien elevado,
de las mensualidades que podemos mandarle nosotros desde aquí con nuestro trabajo.
Y, bueno, desgraciadamente, cuando la crisis nos afecta, pues nos afecta a todos
y también nos afecta mucho, muchísimo más a las personas que somos inmigrantes.
Y esto, por supuesto, repercute no solamente en nuestra economía,
sino en la economía de nuestros familiares.
Porque, como comentábamos anteriormente,
las familias no solamente que tú le envíes un dinero para la subsistencia,
sino que en muchas ocasiones se han construido casas ya en sus lugares de origen,
casas de las mismas personas que han emigrado por un tiempo,
han buscado una mejor vida.
Y, bueno, tienen dentro de sus planes regresar a sus países de origen,
tener una vivienda ya construida, tener un negocio también familiar
con el dinero que han ido mandando, porque no todas las familias emigran.
Hay una parte, a lo mejor, mayoritaria que se quedó también del lado de allá
y han salido uno o dos, dependiendo de la cantidad de hermanos, de primos, de tíos.
Y, mira, hacen empresas familiares, como existen también aquí en España,
las pymes, las medianas empresas.
Y, bueno, con eso no solamente era que tú mandabas dinero para subsistir tu familia,
sino que también generabas empleo y tenías casa también.
O sea, que dabas empleo a las personas que estaban allí, a los albañiles,
al sector de la construcción, con el dinero que tú trabajabas desde aquí
y lo podías enviar.
¿Qué pasa? Que con esto de la crisis, por supuesto que eso merma.
Y merma en algunos casos, pues deja de existir,
porque, claro, si tú no tienes aquí malamente para subsistir,
pues, ¿qué vas a enviar? ¿Qué vas a pensar en poder enviar?
Y te sientes mal, te sientes frustrado,
porque si tenemos en cuenta que una de las causas,
o la principal, por lo menos, ha sido para irte tú de tu país problemas económicos
y ya no puedes dar respuesta a esa necesidad, pues te quedas muy frustrado, ¿no?
Para ti y por lo que tú sabes que representa eso también para tu familia,
desde alimentos básicos, desde cuestiones para la subsistencia
y de, bueno, de seguir retroalimentando también esta economía que te estaba diciendo,
que también generaba, por supuesto, puestos de trabajo en sus países de origen.
Porque antes he dicho el número de personas en el mundo que dependen de las remesas,
o que reciben remesas de aquí de España, que eran entre 4,5 y 5 millones de personas,
pero un dato importante que se me ha olvidado destacar es que la mitad de estas no tienen otros ingresos,
es decir, entre 2,5 millones de personas no tienen otro ingreso aparte de eso.
Es que generalmente, ¿quién se queda del lado de allá?
Pues las personas mayores, tus padres, tus abuelos, o sea, ¿quién sale a conquistar,
vamos a decir, el mundo, el mercado laboral?
Pues las personas más jóvenes, las personas inclusive con buena preparación,
dicen, bueno, yo potencialmente tengo más posibilidades.
Claro, al dejar ese residuo atrás, muchas personas ya mayores o tienen una baja pensión,
o con la pensión que tienen no les alcanza, o no tienen ninguna.
Entonces, claro, dependen directamente, económicamente, de las remesas que tú le puedas enviar.
Claro, porque tú apuntabas un dato importante.
A veces no es tan solo, a veces cuando pensamos en remesas,
pensamos en un dinero que se da para que la familia coma, para la familia, ¿no?
Pero lo que decía, esto es importante, eso también genera poco a poco un tejido económico, industrial,
es decir, eso sí, claro, porque esa gente tiene un dinero, compra comida,
esa comida va al tendero, el tendero puede invertir, aumentar la tienda, traer más,
el que trae el del reparto de los alimentos, en fin, que si el de las lavadoras, el de no sé qué, el albañil.
Claro, eso es muy importante.
Piensa, por ejemplo, que hay países que dependen, bueno, no digo al 100%,
pero un porcentaje muy importante, por ejemplo.
En el caso de Bolivia, supone las remesas, fundamentalmente, bueno, no desde España,
bueno, sobre todo, ¿no?
Pero bueno, el conjunto de las remesas supone el 10% del PIB.
El 10% de lo que produce ese país depende de las remesas.
En el caso de Ecuador y Colombia, que son los países a los que llega más dinero desde España,
no es tan importante, pero hablaríamos de un 5% del PIB.
Eso es mucho cuando, por ejemplo, estamos hablando, siempre hemos oído hablar del 0,7, ¿no?
Que para resolver la pobreza en el mundo y demás, los países ricos deberían destinar un 0,7% de su PIB, ¿no?
Bueno, pues un porcentaje, un 10%, un 5% del PIB de esos países depende de lo que llega de fuera, ¿no?
Claro, estamos hablando de una cosa realmente, y además también se trata de países aquí,
por ejemplo, el gran efecto todavía no se ha producido porque se ha visto amortiguado por la prestación de desempleo,
¿no?
Hay mucha gente que se ha quedado en paro, pero bueno, ha trabajado muchos años y ahora tiene unos meses de paro, ¿no?
La cosa empezará a ponerse seria cuando de aquí a 5, 6, 4, 3 meses, un año, se acabe el paro
y si no se ha vuelto el despegar económico, entonces va a venir el gran problema, ¿no?
Porque en estos países es inmediato.
Estamos hablando de sitios donde no hay cobertura sanitaria, no hay cobertura de ningún tipo,
de la seguridad social ni demás, claro, allí cuando se corta el flujo, se corta, ¿no?
No hay nada.
Es una cosa, supongo, más dramática, ¿no?
Y además aquello que existe, que bueno, ya se ha planteado a aquellas personas que hemos inmigrado,
que se les da la opción de, bueno, si quieres regresar, pues cobras la parte del paro que te corresponde,
un por ciento cuando llegues a tu país, otro por ciento aquí.
O sea, ¿qué haces ahora?
Porque es lo que hablábamos, ¿no?
Tú te vas con un dinero, pero si vas a gastarlo y no puedes invertirlo y no lo pones a producir,
pues prácticamente te vas a ver igual o peor.
Y claro, cuando ya una persona ha vivido, ya ha conocido, ya ha tenido una mejor calidad de vida,
pues por ley natural tú no quieres volver hacia atrás, tú quieres siempre seguir adelante.
Y satisfecho una necesidad, pues tendrás que satisfacer otra y otra, es ley de la vida.
Cuando ya conociste las posibilidades, las oportunidades que tú has tenido que trabajando,
sin delinquir, sin estar en otras esferas y haciendo cosas que no están legalmente constituidas ni aceptadas,
pues mira, con tu trabajo, con tu esfuerzo, has sido capaz de levantar,
tanto para tu familia como para ti, para tus hijos, pues es muy duro, es muy triste.
Entonces ahora tener que abandonar, y no se sabe por cuánto tiempo tampoco,
porque es que no se sabe, ¿entiendes?
Y en Cuba, por ejemplo, en tu país, ¿se nota cuando una familia tiene familiares fuera?
Sí.
En Miami, por ejemplo, en Estados Unidos.
A ver, se nota, yo te digo, cuando uno está dentro de su país y cuando ya uno sale,
la realidad es diferente, ¿no? Es como todo, como se dice en esta vida, siempre hay más de una verdad.
Cuando tú estás dentro de tu país, tú piensas que todo ya el que sale ha resuelto un problema
y como que te puede enviar una cantidad de dinero X, porque se supone que ya tú estás trabajando,
te está entrando un dinero, tampoco es así.
O sea, hay personas que tienen familia, pero no viven como se supondría o como puede pensar,
pero bueno, tú no tienes familia afuera, ¿cómo es que te falta esto?
O cómo es que no, no sé, no puedes acceder a otras cosas que se sobreentiende,
que porque tengas ya una familia, tú puedes acceder.
No, la realidad es otra también cuando ya tú sales de tu país, estés donde estés,
porque sabes que tienes que trabajar cuando encuentras un trabajo,
que tienes que trabajar duro, que son otras necesidades también las que tú tienes que cubrir, ¿ya?
Y entonces, o sea, hay una diferencia, pero también te digo,
hay familias que teniendo personas afuera tampoco pueden vivir de una forma desmesurada,
porque tienen que contar con que ese familiar también pueda, o sea,
tenga las condiciones creadas en el país que ha ido a inmigrar, ¿entiendes?
Se supone, pero es supón, todo es suponer.
Hay personas que sí, hay otras personas que, como digo yo,
se han podido montar quizás su propia empresa,
o han tenido más posibilidad de tener o acceder a un buen contrato,
tienen una buena preparación, han llegado más jóvenes,
o sea, son toda una serie de factores que inciden a la hora de tú llegar como inmigrante,
qué edad tienes, cuál es tu preparación, tus habilidades también,
porque también en la vida hay que tener muchas habilidades de marketing,
de empresario para darte cuenta, mira, la oportunidad está en este momento,
pues por aquí voy a ir yo, y bueno, pues por supuesto la familia,
y siempre que esa persona también tenga conciencia de que su familia,
de que él ha dejado atrás una situación, porque hay personas, por ejemplo,
como se dice en Cuba, que se toman la Coca-Cola del olvido,
bueno, pues ya, qué bien, qué bien le va a fulano, qué bien le va a esta persona,
pero tu familia, pues mira, no te acuerdas, o te acuerdas de vez en cuando,
hay de todo, como se dice en la viña del Señor.
Bueno, en definitiva, un problema complejo, una demostración más de que cuando las cosas se ponen mal,
al final siempre el primero que recibe el impacto es el sector más débil,
en este caso, ya no el de los inmigrantes que están aquí, que también,
sino el de los que dependen de los inmigrantes, que están todavía más por debajo todavía de la pirámide,
por decirlo de alguna manera, porque son los que están indefensos en este sentido.
Si te parece, vamos a aparcar este tema hasta allá, veremos cuándo,
y vamos a escuchar una canción.
Bueno.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Muy bien.
Bueno, pues esta es la canción que normalmente se escucha, bueno, que es la sintonía del programa,
pero la verdad es que nunca se había escuchado completa aquí y hemos aprovechado este programa
un tanto especial para ponerla, para rendirle un poco de homenaje.
¿No?
Gracias.
Es una canción de Hassan Erraji y que se llama Arabeski.
Gracias.
Muy bien.
Muy bien.
Muy bien.
Si me permite eso, Dalis, voy a aprovechar para saludar a Ricard.
Gracias.
Porque Ricard, que antes he dicho que no estaba aquí presente, sigue sin estarlo, pero sí
parece ser que se ha ofendido y está al teléfono.
Ricard, muy buenas noches.
Buenas noches.
No me he ofendido, ¿no, hombre?
No, muy bien.
No, muy bien.
Simplemente que, bueno, quería acompañaros también, aunque fueran unos minutitos.
Muy bien.
Pero viste que nos acordamos de ti.
Hablabais de la crisis.
¿De la crisis?
¿Qué crisis?
Estoy en otras crisis laborales, pero bueno.
La crisis de los 30.
Aunque sea solo para saludaros un ratito, aquí estoy.
Muy bien.
Pues ha llegado justo a tiempo para la hora del diccionario cultural, que hoy vamos a abrir
por la página, bueno, vamos a abrir por la página de la letra i.
Vamos a hablar del término, un término que casi se puede decir que nos define, ¿no?
O afecta lo que sería el objetivo de este programa, que es interculturalidad.
A ver, Odalis, en tres, cuatro minutitos, ¿qué es esto de la interculturalidad?
Bueno, la interculturalidad se refiere a la interacción entre culturas de una forma respetuosa,
horizontal y sinérgica, donde se concibe que ningún grupo cultural está por encima del otro,
favoreciendo en todo momento la integración y convivencia de ambas partes.
En las relaciones interculturales se establece una relación basada en el respeto a la diversidad
y el enriquecimiento mutuo.
Sin embargo, no es un proceso exento de conflictos.
Esto se resuelve mediante el respeto, el diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia.
Su principal característica y diferencia con conceptos como el multiculturalismo y el pluralismo
es su intención directa de promover el diálogo y la relación entre culturas
y no solamente en su reconocimiento y visibilización social.
Como bien menciona en un texto extraído del artículo la comunicación intercultural
de un excelente investigador de la comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona,
Miquel Rodríguez Alsina, una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas.
En la actualidad se apuesta por la interculturalidad que supone una relación respetuosa entre culturas.
No hay culturas mejores ni peores.
Evidentemente cada cultura puede tener formas de pensar, sentir y actuar
en las que determinados grupos se encuentren en una situación de discriminación.
Pero si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético
que considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de respeto.
Esto significa también que la única forma de comprender correctamente a las culturas
es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con sus propios criterios culturales.
Aunque esto no debe suponer eliminar nuestro juicio crítico,
pero sí que supone inicialmente dejarlo en suspenso
hasta que no hayamos entendido la complejidad simbólica de muchas de las prácticas culturales.
Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo
que lleva a interpretar las prácticas culturales ajenas
a partir de los criterios de la cultura de la persona interpretante.
En fin, sí, sí. Una cosa tan sencilla pero tan complicada, ¿no?
Sí.
Muchas veces somos víctimas de eso que comentabas al final.
Claro que analizamos muchas veces otras culturas y otras realidades
con nuestros esquemas, nuestros parámetros y claro, al final sale lo que sale, en fin.
Bueno, Ricardo, supongo que no tienes recomendación.
No tengo recomendación, lo siento, pero...
No te preocupes porque aquí hemos hecho este trabajo
y tengo una recomendación que tiene un poco que ver con la temática de la semana pasada,
que si recordáis hablábamos de las segundas generaciones de emigrantes,
de los hijos de los emigrantes nacidos aquí o que llegaron aquí muy pequeños,
de sus problemas de integración y demás.
Y entonces, en relación con eso, me gustaría recomendar una película.
La película... Es una película francesa del año pasado, del 2008.
Aquí se ha traducido como La clase, aunque el título es Entre los muros,
pero bueno, aquí se ha traducido como La clase.
Una película del director Logan Cantet y que fue premiada con la Palma de Oro del 2008
en el Festival de Cannes.
Es una película, como otras muchas, en la que un profesor se enfrenta a un grupo,
una clase de alumnos conflictivos, de barrio periférico, en este caso francés, hijos de inmigrantes.
Pero va un poco más allá de la típica película en la que el profesor al final
acaba convenciendo a sus alumnos y les descubre a la vida y demás,
como hemos visto muchas.
Sino que precisamente el profesor es un poco víctima de sus propios métodos,
intenta enseñarles lo que es la democracia, lo que es la participación
y al final se lleva alguna sorpresa y entra en crisis al mismo,
al ver cómo el método al que él quiere utilizar, el método pedagógico,
se le vuelve un poco en contra.
Es una película premiada con muy buenas críticas y bueno, desde aquí.
No sé si está en cartalera, lo dudo.
No sé si lo ha llegado a estar o si lo llegará a estar,
pero bueno, los videoclubs están para eso.
No voy a decir las descargas de internet.
Vienen y cierran la emisora, viene aquí el señor Teddy Bautista.
No, me dice Silvia que no.
No va a entrar aquí la SGAE con el hacha y demás, ¿no?
Cerramos el castillo y aquí no entra ni Ramoncín ni nadie.
Bueno, en fin, la recomendación queda hecha.
Justo después de la recomendación es cuando llega la despedida, ¿no?
Hablamos de que, bueno, nos despedimos, damos buenas noches
y emplazamos aquí hasta la semana que viene.
Esta sigue siendo una despedida, pero una despedida un tanto especial, ¿no?
Porque, bueno, aquí las personas que hacemos esto, bueno,
como no son profesionales y esto fue una parte de nuestro ocio,
pues estamos sometidas, como cualquiera, a los dictámenes de la vida laboral,
la vida familiar, en definitiva.
Bueno, pues esas obligaciones familiares laborales
pues hacen que tengamos que poner punto y final a la temporada hoy aquí.
No sé si será, como mínimo a la temporada, no sé quién sabe,
no sé si será un punto...
A lo mejor un punto y seguido.
o si volverá al programa, si volveremos a estar aquí, si será otro, en fin.
En cualquier caso, lo que me gustaría es,
por si resulta que esto es el último programa de Entramix,
me gustaría tener un recuerdo y unas palabras de agradecimiento
para todas las personas que durante, a lo largo de todo este tiempo,
que han sido muchos años de Entramix, han hecho posible este programa, ¿no?
Me acuerdo, por supuesto, de Consuelo, que era la persona que lo dirigió durante mucho tiempo,
de Dirar, de Alexa, de Rocío, por supuesto, que se fue a hacer las Américas a Madrid,
de Salima, por supuesto, de vosotros dos también, agradeceros mucho que habéis estado aquí a ti,
o Dalis, también a ti, Ricard.
Como no, por supuesto, a Silvia, gracias a ella.
Ella sí que ha estado aquí siempre,
y ella es la responsable de todas las cosas buenas,
todo el asesoramiento bueno que ha pasado aquí,
de las malas, ¿no?
No, de las malas no, Silvia, de verdad.
En fin, no soy gran amante de las despedidas.
No, a mí tampoco.
Pero, bueno, en fin, a todas esas personas,
agradecerles todo el esfuerzo que han dedicado, todo el tiempo que han dedicado.
A las personas que nos han ido siguiendo habitualmente, si las hay,
que espero que sí, pues también agradecérselo,
y esperamos que haya servido de algo todo este tiempo,
toda esta manera de acercarse al tema de la inmigración,
que hemos intentado que sea ausente de perjuicios, de victimismos,
y bueno, darle otro enfoque diferente a este tipo de temas.
Y nada más, ¿eh?
Agradeceros a todo el mundo, a vosotros dos, y bueno...
Bueno, yo sí tengo un minuto.
Tienes 20 segundos.
20 segundos, que no veo la rueda, que echaré de menos también.
Nada, pues también lo mismo, agradecer a todos,
especialmente a Luisfer y a toda la gente con la que hemos trabajado estos meses o años,
ya casi, ya no sé cuánto tiempo llevo.
Simplemente decir que ha sido un placer colaborar con vosotros,
que he aprendido mucho, seguramente más de lo que he podido dar,
es lo que he recibido.
Y nada, espero que todos los que nos hayan oído en algún momento o escuchado,
pues hayan disfrutado también como lo hemos hecho nosotros haciendo estos pequeños ratitos de radio.
Y nada, ya que no tenía recomendación, simplemente recomendar a todo el mundo que,
si le ha llegado un poco el mensaje, pues que siga entendiendo la diversidad como algo natural,
como algo que hemos intentado transmitir desde aquí.
Nada más.
Muy bien, pues nada más queda que decir.
Muchas gracias a todos y hasta la próxima.
Bueno, yo digo hasta pronto.
Hasta pronto.
Muy buenas noches.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.