Fernando García Garreta, bona tarda.
Hola, bona tarda, bona tarda.
¿De qué nos va a hablar hoy en esta conferencia sobre el franquismo, sobre la represión
y sobre esta revista satílica, La Codorniz, que muchos conocen?
El título de la confinidad es la censura en el franquismo a través de La Codorniz.
Es que La Codorniz fue una revista muy perseguida por el franquismo,
bueno, por el franquismo por la censura, que en los momentos más generales era religiosa.
Al final no hubo tantos expedientes, en realidad fueron dos los gravísimos
que fue el causante de la pérdida de la autoridad de la Iglesia como director.
Y el resto de los expedientes se solucionaron porque los magistrados
no convulgaban prácticamente con el régimen.
Me contaba Gallego y Gil en una conferencia que estuvimos dando juntos en la Semana de la Risa
que una anécdota sobre los expedientes de La Codorniz, que, por ejemplo,
que una vez a Gallego y Rey, a estos humoristas famosos,
pues hicieron una denuncia a Luis Mateos en la Audiencia Nacional.
Y cuando iban a hacer el juicio, el abogado defensor les dijo
«El magistrado que se toca es muy culé, es muy del Barça, hacerle algo».
Y entonces estos señores les prepararon una viñeta y le dijo al abogado defensor
«Tenemos una viñeta para usted».
Y a la mitad del juicio les dijo «Oiga, ¿dónde está el dibujo?».
Y se lo enseñaron «¡Qué bonito, qué bonito!».
Y le decía todo el mundo «¡Eso es cohecho, eso es cohecho!».
O sea, en realidad, prácticamente, los expedientes se redujeron a dos o tres nada más.
Pero vamos, los sustos que se llevaba la gente, los humoristas eran gordísimos.
Antes Diego Madrigal me contaba que en viaje a Luna de Miel
se encontró con una denuncia en el tribunal de orden público.
a Chumis Chumis lo mismo, esto te pegaba un susto de muerte.
Lo que pasa es que después se quedaba en nada, ¿me entiendes?
Chumis Chumis, Gila, Forge, Rafael Azcona y muchos más, ¿no?
Claro, naturalmente. Chumis era una persona de los más castigados.
Hicieron algunos chistes muy violentillos y, bueno, fue muy castigado.
Pero, en realidad, eran amenazas que iban al tribunal de orden público.
Pero los magistrados eran...
Yo creo que los magistrados, por lo que estudiaban en la historia de la revista,
quise hacer un apartado para contaros lo siguiente.
En la historia de la revista de la Cormis hay que tener la revista.
Solamente hay...
El organismo oficial, solamente la Caixa de Tarragona
es la única que tiene la revista dentro de España.
Y, en particular, somos cinco los que tenemos la revista.
Claro, somos las únicas personas que podemos estudiarlo.
Y, de los cinco, pues, historiadores, a lo mejor, soy yo solo.
Y dio la casualidad de que la historia de la Cormis es muy importante por...
Es una historia del franquismo, prácticamente, ¿me entiendes?
Donde se nota la influencia enorme de la Iglesia.
García Interría, cuando tuvo que defender...
El profesor García Interría, el profesor García Interría,
cuando tuvo que defender la denuncia que le pusió el Consejo de Ministros a la revista Triunfo,
dijo, bueno, ustedes tienen que defender lo que es moral pública
y lo que es moral católica.
Ustedes están aplicando una ley, el artículo segundo de la ley de prensa,
que, prácticamente, es la moral católica.
Y esto no puede ser.
O sea, es ser unas circunstancias muy especiales.
Nosotros vamos a dar una conferencia en el Factor de Médicos,
pero hemos tenido la gran suerte que, al tener la revista,
hemos podido contrastar los expedientes que hay en el archivo general de administración,
en AGA, con los datos que refiere el archivo con la revista.
Y hemos podido sacar fotografías, es propiedad nuestra,
fotografías de la revista y contrastarlo con los expedientes.
Y la verdad es que queda una conferencia muy agradable.
Queríamos hablar un poco también de la historia de la Codorniz,
porque desapareció en el 78, ¿no?, cuando la transición...
Mira, la Codorniz tiene una historia muy curiosa.
Primero, podemos decirlo, pero el legómeno de la Codorniz es 1937-38,
cuando Miguel Miura, que estaba escribiendo en la revista Vértice,
que era la única revista en España que tenía medios para tener papel,
porque en aquellos tiempos el papel estaba escaso,
y lo poco que había lo controlaba el gobierno,
y a los amigos los daba y a los enemigos no,
entonces le llamaron para que se hiciera cargo de la metraledora.
Miguel Miura, a partir del número 2, que era el primer número 1 y 2,
se llamó Trinchera, se hizo cargo de la metraledora,
que se publicó hasta 1938-39 a acabar la guerra.
Cuando acabó la guerra, Miguel Miura se dio cuenta
de que la Codorniz era una cosa importante,
que se podía continuar, pero con ese nombre no,
entonces había que buscar un nombre más pacífico,
y como nombre pacífico, encontraban la Codorniz,
un pájaro que tiene un sentido más pacífico que una metraledora.
Entonces Miura se encontró asombrado,
era una persona bastante culta, pero no se dejaba guiar por nadie,
él quería mandar todo, se encontró que no tenía ayudantes,
se encontró a la iglesia con un mozalbete,
y era muy jovencito, con el tiempo sería el gran director de la Codorniz,
y entonces se echó mano de los grandes productores italianos,
que los conoció a través de la Embajada Italiana de San Sebastián,
y se hizo amigo, nada menos que Giovanni Guaresi, Giovanni Mosca,
Pitigrilli, que son las grandes personalidades del mundo de la literatura,
y entonces se incorporó a la gente del Bertoldo,
del Samaray de Bertoldo, a la Codorniz.
La Codorniz entonces adquirió una fama internacional,
por la cual encontrabas autores como Chesterton,
autores como Giovanni Guaresi, italiano, Chesterton inglés,
y italiano, y después de los famosos americanos,
que dieron el premio Rey,
que dieron una fama internacional a la revista.
Entonces fue, pero la revista hasta el año 44,
en manos de una revista de Villa,
de un Tono, y de un Herreros, y de un Miura,
que eran adictos al régimen,
pues no se criticaba al gobierno,
era una revista más o menos vanguardista,
muy simpática, muy agradable,
pero no criticaba al gobierno.
Cuando echó en manos Álvaro de Iglesia,
creó una sección que se llamaba No,
No criticaba a los tranvías,
criticaba a todos,
a los precios sobre todo,
empezaba a molestar al gobierno,
y el gobierno empezó con la censura.
Y ahí nace la censura de la Codorniz,
una crítica abierta a las autoridades.
Y los mismos autoridades dicen,
crítica a la acción política.
O sea, les molestaba muchísimo
que la Codorniz les criticase la acción política.
Así sucedió con los expedientes.
¿Qué no pasaron nada más?
Es estos dos,
que fueron al Consejo de Ministros,
el famoso de la píldora de Gallo,
Sergio Gallo,
que fue al Consejo de Ministros,
y la carta de Santiago Lorenzo a la universidad.
Esos dos expedientes fueron los culpables
de cara a la iglesia,
y hubiera que renunciar a la dirección de la revista.
Y fue expedientado por el conde de Godó,
porque de lo contrario,
hubiera expedientado el ministerio.
Y Nalcorniz murió después de 41 años.
Es la decana de la revista de humor,
única en Europa, ¿eh?
Y la revista...
Hemos pedido,
estamos en tratos con la Unión Europea,
para ver si conseguimos,
con el apoyo de todo el mundo,
a ver si alguien nos ayuda,
estamos en tratos,
a ver si conseguimos que se cree
el Día Europeo del Humor,
el 8 de junio,
naciendo a Gómez,
porque allí estaban todos los humoristas europeos.
Fernando,
que estamos hablando de la revista
que se autoproclamaba como,
vamos,
la más audaz,
para el lector más inteligente, ¿no?
Sí, señor, sí, señor.
Es una revista que tiene una leyenda enorme,
porque, a ver,
la revista en sí era interesantísima,
tenía cosas muy curiosas.
Yo he encontrado algo impresionante
en la revista.
Herrero,
sea una persona muy inteligente,
todo el mundo dice que si Herrero
ponía cosas verdes
en dibujos chiquitines,
pero nadie,
nadie dice,
tal página y tal día,
¿me comprendes?
Sí, sí.
Entonces,
lo que sí he encontrado en una revista,
un número extracional de la revista,
y lo voy a dar esta tarde
en la conferencia,
que es un número
que se ve una mariposa
con las alas extendidas
y con un alfiler
clavado en el centro.
El cuerpo de la mariposa
es idéntico
a la vagina de una mujer
y el alfiler
es muy parecido
a las flechas
que en el románico decimos
el falo,
el símbolo del falo.
Fernando García Garreta,
doctor,
historiador de l'art,
experto en la publicación.
Que veáis muy bien
la conferencia,
recordemos,
avui a las 8 del Vespre,
a la Vía de l'Imperi,
a la Segunda Col·legi
de Metges
de aquí de Tarragona,
y con todo un expert,
como veíos,
en la materia,
en el codorniz.
Fernando,
un placer,
muchas gracias.
A vosotros,
muy agradecido,
¿eh?
de la Segunda Col·legi