Ha sido una experiencia que no se ha deixado a nadie,
es decir, lo que hemos vivido aquí y lo que se está viviendo,
porque ¿sabes qué pasa?
Esto es como, por ejemplo, cuando ves las películas de esas de guerras
y después de todo lo que ha pasado,
la reconstrucción de edificios y todo eso,
ahora hay edificios que se están cayendo o están derribando
y, por ejemplo, los edificios que más o menos no estaban mal del todo,
que estaban en amarillo, pues al día siguiente están en rojo.
Es decir, en rojos que no pueden entrar.
¿Por qué?
Porque esos mismos edificios que se tiran
pues hacen que los otros les toquen también, ¿sabes?
Y entonces, al día de hoy, esto es un caos.
Mañana no sabemos si van a tirar otro edificio,
cómo está el otro.
Mi casa, por ejemplo, yo no puedo entrar ahora mismo a vivir.
Está todo, pues bueno, que se va a caer abajo.
El porche también.
Y, bueno, ahora mismo estoy en casa de mis cuñados.
Y gracias a Dios que tenemos familia aquí
y no podemos estar ahí en un campamento, en una campaña.