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La suspensió del debat i la magnitud de la tragèdia de Llorca
ens obliga també a canviar els continguts del programa.
En aquesta quarta hora del matí de Tarragona Ràdio
ja hem conversat amb un responsable,
amb un expert en qüestions sísmiques,
responsable de l'Observatori de l'Ebre,
situat precisament a Roquetes.
I ara, fa uns minuts,
conversàvem amb el responsable de la Unitat Canina
de Protecció Civil de Tarragona,
que està en alerta per si les autoritats de Llorca
demanen la seva presència en aquesta ciutat murciana.
Recordem que aquesta unitat canina és experta
en poder trobar possibles víctimes
a sota les runes dels edificis enfonsats.
Ara continuem buscant testimonis.
Podem saludar a l'altra banda del fil telefònic
amb una dona nascuda a Tarragona,
però que ja fa 20 anys que viu a Llorca,
en aquesta ciutat murciana.
Saludem a aquesta hora del matí
la señora Soledad Zarza.
Señora Zarza, bon dia, buenos días desde Tarragona.
Buenos días, buenos días desde Llorca.
¿Cómo está?
Pues todavía con los nervios metidos en el cuerpo.
¿Cómo vivió el terremoto?
¿Dónde le cogió a usted
lo que pasó ayer por la tarde en su ciudad?
Sí, pues a mí me cogió,
porque justo vivo en la parte de San Diego,
y entonces me cogió vivo en un cuarto,
en un bloque de pisos,
y el primero me cogió,
que lo noté muy fuerte,
digo, uy, este es de los gordos.
Y entonces, pero aún así,
vi gente que salía ya a las calles
asustada, así comentando y tal,
y luego digo, pues no salgo a la calle,
digo, ya se ha tranquilizado.
Luego hubo una pequeña réplica,
que ahí me volví a pensar si salir o no,
porque en el primero se cayeron cuadros y figuritas,
y estaba recogiendo las figuritas del suelo y tal.
Y entonces luego empezaron a decir
que dicen que va a haber otro más gordo,
que están diciendo que va otro más gordo,
y me estaba pensando en salir,
pero me volvió a pillar en el piso,
que ahí sí que me quedé ya asustada del todo,
porque empezaron a caerse muebles,
el mueble del comedor, cosas,
abrirse los cajones,
abrirse, cerrarse,
abrirse armarios de cocina,
oídos de cristales,
ahí ya salí disparar.
Y me bajé con mi hijo por la escalera,
que la escalera íbamos esquivando las runas,
los escombros que había,
porque del primero se ve que la escalera
empezó a desconcharse,
y ya pues salir a la calle,
pues donde estaba todo el mundo,
porque ya ahí ya era un caos,
caos total de gente corriendo,
chillando,
coches que querían sacarlos del,
porque tenemos abajo un garaje grande
de todos los bloques de piso,
y entonces intentaban sacar los coches,
porque estaban diciendo que el garaje
estaba atorrajado,
pero sobre todo caos,
pasando 112,
luego de pronto también pasó
lo de la iglesia de San Diego,
pues ahí que no sabíamos por dónde tirar,
si para un lado,
para otro,
si ponernos en medio,
en medio no podíamos,
porque estaban todos los coches,
la gente ya nerviosa
se ponía delante de los coches,
pues lo que pasa cuando no sabes
qué hacer ni cómo,
no sabes lo que va a pasar,
si va a volver otro,
todo el mundo decía
que iba a volver otro más gordo,
pues ya la gente está asustada,
entre medias pues las típicas réplicas
más pequeñas,
pero que te asustaban igual,
y...
¿Ha sido lo nunca visto?
¿Eh?
¿Ha sido lo nunca visto?
Yo para mí sí,
yo para mí lo nunca he visto,
porque Lorta,
desde que estoy viviendo,
siempre se ha notado el típico,
ha sido siempre sitio de falla
y de terremotos,
¿no?
Pero nunca,
nunca de esa magnitud,
nunca ha sido tan...
Igual se ha movido así un poco el suelo
y ya lo ha visto como de broma,
digo,
mira,
otro más,
pero es que el taller ya no era de...
Madre mía,
que fuera de las casas,
que va a haber otro,
dice la Guardia Civil,
me están avisando.
¿Ahora mismo?
Ahora mismo.
¿Usted dónde está?
Mira,
no,
pero yo no...
¿Y tú está en la calle?
Estoy en la calle
porque no he podido subir a mi piso.
Miguel,
saliendo que va a haber otro.
No,
si es que no nos dejan subir al piso,
pues si estamos con lo puesto,
pues ahí mi suegra
que tiene una casa en las...
arriba,
pues pero en la calle,
en la calle,
porque no nos dejaban entrar dentro de las casas.
Y en mi piso,
pues cuando vaya,
yo no sé lo que me voy a encontrar,
porque vuelvo a decir que es un cuarto
y yo no sé si al ser más alto,
si es que se movían las paredes.
Yo me chocaba en las paredes
de un lado a otro,
me iba para un lado y para otro
y estaba como pegada en el suelo
como si tuviera un imán en los pies.
Porque usted cuando salió de su piso
bajando ya por las escaleras,
¿ya se le habían caído muebles
en el cuarto donde vive?
Uy,
no,
ya al salir,
ya al salir,
que lo único que cogí fue a mi hijo
y el bolso,
estaban todos los...
el mueble de...
ya digo,
un mueble grande
que tengo en el comedor
estaba todo tirado.
Lo que pasa es que ya no quise mirar atrás.
Digo,
si miro para atrás,
ya lo único que mi pensamiento era
salir,
salir,
salir a la calle
y ponerme ahí donde la gente,
no sé.
Lo primero que piensa es,
no piensa ni que me dejo la puerta abierta,
ni que luego lo pensaba,
digo,
ni la puerta abierta,
ni la puerta cerrada.
¿Dónde han pasado la noche?
Pues en...
a medianoche,
pues en casa de una suegra mía,
que tengo que...
de mi suegra que tiene una casa así en lo alto,
que es una casa bien...
pero estábamos fuera,
¿eh?
Estábamos fuera,
sacamos una silla
y estuvimos fuera,
pero luego ya a medianoche
pudo más el sueño y el frío
y nos metimos dentro.
¿Ha podido dormir?
No.
¿Nada?
Nada,
nada,
nada,
nada,
porque cada cabeza,
me despertaba sobresaltaba,
pues me daba la impresión
de que en cualquier momento
iba...
iba a moverse otra vez el suelo.
¿Ahora está delante de su casa
o muy cerca del edificio?
Ay,
he estado antes,
pero nada,
si están los de...
los que revisan,
todavía no han llegado por nuestro lado,
no sabemos si se puede.
El que quiera entrar al piso
puede entrar bajo su responsabilidad,
pero que primero los técnicos
tenían que mirar,
pero es que son muchos.
donde yo vivo,
ahí en San Diego,
son muchos bloques de pisos rajados
y no sé cuándo podré entrar a mi piso.
Yo dentro de lo que cabe,
pues he tenido...
bueno,
tengo la suerte de que vivo relativamente cerca a mi suegra,
está en una buena zona,
entre comillas,
y no he tenido que pasar ni la noche como esta pobre gente,
la noche aquí en...
casas afueras,
con mantas,
en los coches,
con colchones,
que veías a la gente con los colchones y las mantas,
en los descampados,
y ahora mismo está toda la gente en la calle,
porque no se atreve a estar dentro de casa.
Ha sido realmente una tragedia como no se había visto nunca.
Cuando ha vuelto esta mañana y ha podido ver el edificio,
aunque sea solo desde afuera,
el edificio donde vive,
¿qué impresión le ha dado?
Pues unas ganas de llorar.
Primero,
ganas de llorar,
impotencia,
no sé,
ha sido un cúmulo de emociones,
de emociones,
de ver el piso donde estoy viviendo,
donde ayer por la mañana estaba cocinando,
la noche anterior estaba acostada,
o estaba viendo la tele,
y verlo así,
y verlo con sus rajas.
Que habrán otros peores,
yo pienso que hay otros peores,
pero yo qué sé,
de ver el tuyo,
tu fachada,
que la estás viendo en las rajas,
o rajas que ayer por la tarde,
igual con los nervios no te habías dado cuenta,
y hoy lo ves más en calma,
y te das cuenta de cómo está todo,
de que tienes que esquivar los escombros de la calle,
intentar pasar por el medio,
esquivar los escombros de las calles,
las cintas esas de sitios donde no puede pasar la gente.
Por ejemplo,
vivo también relativamente cerca,
hay un parque de por medio
de donde le cayeron las cornisas
a las tres personas estas de la zapatería,
que por cierto uno es el dueño de la zapatería,
y yo que sé,
es que se te sienten muchas cosas a la misma vez,
pena,
rabia,
yo que sé,
es que son un cúmulo de emociones
y no se puede explicar.
Soledad,
¿ha podido hablar con sus familiares de Tarragona?
Ay, sí,
sí,
ayer,
ayer estaba yo muy apurada,
porque yo quería decirle que estaba bien,
y todo el mundo intentaba llamarme,
y estaban los teléfonos colapsados,
no había líneas,
solo me llegaban mensajes de llamadas perdidas,
y yo no podía llamar a nadie,
no,
pero ya entre anoche,
ya la noche tarde,
y esta mañana he podido hablar con mi madre,
pobrecilla que está ingresada en Juan 23,
he podido hablar con ella,
y que le mando un beso muy grande,
y que ya la he tranquilizado,
porque nosotros estamos bien,
por lo menos de nuestra familia,
estamos bien,
no nos ha pasado nada lo material,
mira,
se vuelve a comprar en un momento dado,
pero nosotros estamos vivos y estamos bien.
Usted lleva 20 años, ¿no?, en Lorca.
Sí, más o menos,
sí,
desde que me casé,
unos 20,
20,
22 años.
¿Y vuelve habitualmente a Tarragona?
Pues,
volví este fin de semana,
desde Semana Santa,
como ingresaron a mi madre,
estaba en Tarragona,
porque estaba mi madre ingresada en Juan 23,
y entonces volví justo,
que bien lo pensaba yo ayer,
volví justo el sábado,
este sábado pasado,
venía en el Talgo,
hacia Lorca,
que lo pensaba yo,
digo,
mira,
me estoy unos días más en Tarragona y no...
Y no le hubiese cogido el terremoto,
¿no?
No,
pero hubiera estado lejos de los míos,
también de mi marido y de mi hijo.
Aún hubiese sido peor,
a lo mejor,
vivirlo desde la distancia,
¿no?
Pues,
claro,
porque yo pienso que la impotencia de mi gente de Tarragona,
de no saber,
porque yo veía todas las llamadas que tenía,
de no saber cómo estaba yo y yo no poder hacer,
no poder contactar con ellos,
eso te crea una impotencia que...
No,
pero ya sí,
ya con todo,
ya le he dicho que estoy bien y que estamos bien,
pero estamos así,
porque ahora mismo,
mira,
vuelven a decir que viene otra réplica,
igual es una pequeña,
pero aquí estamos,
volviendo a salir a la calle,
es como anoche,
todo el rato.
La gente está en la calle.
Sí.
Claro,
nadie se atreve a subir a los pisos,
¿no?
Hoy no,
que va,
que va,
que va,
que va,
ni mucho,
no,
no,
no,
no,
porque la de los pisos ya,
lo vuelvo a comentar,
si todos tuvieron la misma sensación que yo,
porque yo al,
vuelvo a decir que al vivir en un cuarto,
no sé si la altura también influyó,
que,
que como si las cayeres se me,
las paredes se me cayeran encima,
yo pienso que la demás gente tiene eso en la retina,
porque yo no me atrevería ahora mismo,
tal como están las cosas,
a subir al piso,
para que te pille otra vez ahí,
y yo ayer ya lo pensaba,
después del,
del,
del segundo este tan gordo,
digo,
como pase otro,
igual de fuerte,
eh,
los bloques se caen abajo,
porque tendría,
eso es para verlo,
de cómo están rajados,
partidos,
la gente que,
que,
los dueños,
la impotencia de estar en la escasa,
no poder entrar,
de ver que,
todas,
todas sus pertenencias,
que,
es una pena,
es una pena.
No saben ni cuándo podrán entrar en,
en el piso,
¿no?
No les han dicho todavía nada.
No,
no han dicho nada,
están valorando,
pero,
uy,
hasta que llegue,
es que como son tantos,
yo pienso que,
hasta que no llegue a,
a mi zona,
digamos,
no,
no,
hombre,
porque no será echar un vistazo y ya está,
yo pienso que tendrán que entrar dentro,
y,
y ver cómo están,
y,
y si está para,
para vivir o qué.
Y hoy el barrio me imagino,
Soledad,
que,
en fin,
la gente en la calle,
las tiendas,
no habrán abierto,
seguramente.
No,
están,
porque hemos bajado,
y,
y,
y las tiendas están,
están todas cerradas,
los bares,
incluso bares,
los,
los garajes de,
garajes y bares,
yo,
también hay muchos que están,
así que,
si no tanto los,
se ven todos los cristales rotos,
botellas por el suelo,
sobre todo los bajos,
de los centros comerciales,
está aquí,
que veo también cerca de Eroski,
y de un día,
y están cerrados,
están cerrados,
porque no,
no son seguros.
Una curiosidad,
Soledad,
ahí,
¿conoce alguna persona más de Tarragona,
que también viva en Lorca,
como usted?
Porque no es un caso muy habitual,
seguramente,
¿no?
No,
es que,
no,
la verdad es que yo,
por lo menos,
no conozco así nadie de Tarragona,
no,
si no enseguida,
no,
no,
no tengo conocimiento de nadie que,
que viva en Tarragona,
porque,
bueno,
que sea de Tarragona.
Claro,
sí,
sí,
seguro que al revés,
sí que hay más gente de Lorca,
y además nos consta que hay gente de la zona de Murcia,
de Lorca,
que viven aquí en Tarragona,
que vinieron hace años,
en cambio,
su caso,
cuando se fue hace 20 años hacia Lorca,
es poco,
poco habitual.
Sí,
sí,
sí.
Soledad,
le agradezco mucho que hayamos podido hablar por teléfono,
nuestra enhorabuena,
porque a pesar de los daños materiales que seguro que ha sufrido su piso,
lo importante es que hayan podido sobrevivir a esta tragedia,
a este terremoto,
y en fin,
ha sido un placer poder hablar con una mujer como usted,
que nació en Tarragona y que hace 20 años que vive en Lorca,
que precisamente hace unos días estuvo aquí en nuestra ciudad,
pues viendo a su madre,
que como nos decía,
está ingresada en el hospital.
Esperemos que se recupere también pronto,
que todo vaya bien,
y a lo mejor volvemos a contactar a lo largo del día,
en las próximas horas,
porque su testimonio realmente es importante.
Sí, sí,
cuando quieran,
ya vuelvo a decir que enseguida se colapsan los teléfonos,
y espero que no me pase como ayer,
que no podía llamar ni recibir llamadas,
pero que en cuanto llame,
yo la atenderé a la medida que pueda.
Y un saludo desde aquí también a toda su familia,
que seguro que la está escuchando desde aquí en Tarragona.
Sí, sí, seguro.
Un beso para todos,
y por ahí también.
Muchas gracias por preocuparse.
Gracias, Soledad,
y buenos días.
Venga,
buenos días,
hasta luego.
Gracias a Soledad Zarza,
una dona tarragonina nascuda a Tarragona
ja fa molts anys,
ja fa més de dues dècades,
fa 20 anys que viu a l'Horca.
Hem pogut contactar amb ella
i el seu testimoni realment ha estat impressionant
perquè ara mateix se'ns explicava
que s'està alertant de la possibilitat
que hi hagi noves rèpliques
i, per tant,
hi ha molts ciutadans,
milers de persones que no han pogut accedir
als seus habitatges,
que estan als carrers,
en fi,
que milers i milers de persones
han hagut de passar la nit al ras,
en el cas d'ella
ha pogut dormir en casa d'uns familiars,
però realment la tragèdia
que es viu en aquesta ciutat de Múrcia
és d'una magnitud
com feia dècades
que no s'havia vist a la península.
Realment estem parlant
d'un terratrèmol gravíssim,
de 5,2,
gravíssim per les circumstàncies
de la península ibèrica,
un terratrèmol
d'escala 5,2,
de graus 5,2
a l'escala de Richter
és realment
un terratrèmol
d'una intensitat
molt elevada
i això ha provocat,
malauradament,
la mort de vuit persones
a Llorca
i també
que milers de persones
hagin hagut de passar
la nit
al ras
perquè
les seves cases
s'han enfonsat.
el testimoni
d'aquesta dona,
la Soledat Zarza Tarragona
ha estat molt expressiu
del que es viu
en aquests moments
en aquesta localitat
murciana.
És el matí
de Tarragona Ràdio,
passen
3 minuts
de 3 quarts d'11.
en aquest matí
de dijous
especials,
seguim recollint
altres testimonis.
Fa una estona
parlàvem amb
Javier Noriega,
responsable
de la unitat
canina
de protecció
civil
de Tarragona.
Han estat d'alerta
davant de la possibilitat
que els reclamin
els companys
d'Allorca
per anar cap allà,
per anar a ajudar.
Sí que tenim,
per exemple,
el testimoni
d'una altra
unitat canina
que sí que està
a Llorca.
Parlem
de la unitat
canina
d'Àvila
i parlem
amb una
de les seves
responsables,
la Lídia
Alarcón,
que està
allà matéix.
Lídia Alarcón,
bon dia,
buenos días.
Buenos días.
Vosotros estáis
en Lorca,
no?
Sí,
estamos en Lorca
desde ayer
por la tarde.
Y, en fin,
¿qué es lo que
habéis podido ver
y qué es lo que
habéis podido hacer
en estas últimas horas
y en esta pasada
noche y madrugada?
Bien,
te cuento,
anoche,
bueno,
ayer por la tarde
cuando sentimos
la primera réplica,
de modo preventivo
directamente
se activó
la ambulancia
de la agrupación
y la unitat canina.
y justamente,
no sé si fue
o después,
fue cuando vino
el terremoto
el fuerte.
Entonces,
nos activaron,
salimos,
fuimos los primeros
en llegar a la zona,
habían dos edificios
de tres plantas
derrumbadas,
no sé si había víctimas
dentro o no,
lo que decía,
se sabía que había
gente muerta,
que era la gente
que estaba en la calle,
no era nadie de gente
del edificio,
era gente que salió
corriendo del edificio
y les pilló en la calle
el segundo terremoto.
en esos dos edificios
estuvimos trabajando
con los perros,
no hicieron
ningún tipo de marcaje,
ya nos hicieron salir
de la zona
de aquellos edificios
por posibles réplicas
y hasta las doce de la noche
no pudimos volver
a acceder a los edificios,
se metió un perro más
para confirmar
y ya nos retiraron
por el peligro
de los edificios
que conlindan
con aquella zona
que están en peligro
de derrumbamiento también.
¿Habéis podido rescatar
a alguna persona?
De momento,
todas las víctimas
que están encontradas
han sido en calle
y todas muertas.
En el edificio
se hizo un listado,
nos pudimos poner en contacto
con todas las familias
del edificio,
nadie ha estado en falta,
nadie,
están todas localizadas,
y de momento
no falta nadie,
estamos esperando
que nos den listas.
Esta mañana
a las ocho
hemos salido
de la zona de
pues se dice
de la zona
del puesto de mando
y estamos esperando
a ver que lleguen
porque ayer
el problema
es que no había medios
para comunicación,
no había móviles,
no había red,
la mayoría
de las comunicaciones
no funcionaban
y a esta noche
y a esta mañana
nadie ha podido
contactar con nadie,
estamos esperando
a ver si la gente
llama
de la zona
de periferia
de Lorca
para que nos den
zonas de trabajo.
Porque de momento
en el barrio
o en la zona
más afectada
no hace falta trabajar
porque como dices
está todo el mundo
localizado,
de momento
en la zona
de que hay edificios
sí,
hay mucho
lo que es
la avenida entera,
hay mucho
ha habido muchos daños
en el edificio,
en muchas estructuras,
está mucha gente
en la calle,
se ha quedado
muchísima gente
en la calle,
gente que no puede
ir a su casa
porque el edificio
se van a venir
abajo en cualquier momento
y el mayor problema
es la réplica,
la gente tiene miedo,
está la gente en la calle,
gente que no puede
entrar a su casa
porque el edificio
no son seguros
y ese es el miedo
que hay ahora.
¿Es la mayor tragedia
que vosotros habéis vivido
como unidad cadena
de Ávila?
¿De Ávila sí?
Sí,
porque no se había visto
nunca en España
un terremoto,
nunca no,
pero en las últimas décadas
no se había visto
un terremoto así,
¿no?
No,
la verdad es que
ahora mismo
no recuerdo,
yo no sé si habrá
habido alguno,
ahora mismo no recuerdo,
hemos estado siempre
en alguna búsqueda
pero lo que es
en grandes áreas
de gente que se pierde
o gente que desaparece
pero lo que es
en terremoto
ahora mismo no recuerdo.
¿Cuántos perros
tenéis en la unidad?
Tenemos cuatro,
seis perros.
Muy preparados,
claro,
evidentemente,
¿no?
Sí,
sí,
sí,
todos,
todos,
yo soy la encargada
de la formación
de todos los perros
y hacemos pues
lo que nos dicen
y lo que podemos.
¿Hacéis muchos ejercicios
habitualmente,
muchos entrenamientos?
Sí,
además hace poco
estuve en Tarragona
con los compañeros
de la presidencia
civil de Tarragona,
en la jornada
de San Fox
también estuvimos
cuando fue
hace un mes,
mes y medio
creo que fueron,
no me acuerdo exactamente
y siempre entrenamos
todas las semanas
y cuando hay una búsqueda
se sale
y trabajamos
juntamente
con la unidad
canina de rescate
de Andalucía,
con el Cren de Burgos,
siempre estamos moviéndonos.
Después de haber trabajado
pues en estas últimas horas
en lo más urgente,
ahora,
¿qué crees, Lidia,
que podéis hacer
a lo largo de este jueves,
de las próximas horas?
¿Creéis que podréis seguir...?
A lo largo,
nuestra mayor urgencia
es que nos den zonas de trabajo,
que sabemos que hay casas
en la periferia
que se han derrumbado,
no sabemos si hay gente desaparecida,
gente que no,
pero nuestro mayor problema
es que nos den la zona
para descartar
que no hay nadie con vida
y que los bomberos
puedan hacer su trabajo.
Hay muchas otras unidades caninas
u otras zonas
que hayan acudido a Lorca.
Está UME,
la UME.
Sí.
Esa es la unidad
que tenía solamente
la región de Murcia
y creo que ya está,
no vemos nadie más.
¿Y el panorama...?
No, somos muchos
y ahora mismo
esto ahora mismo
es una locura.
Claro,
y me imagino
que el panorama dantesco, ¿no?
Dantesco.
A mí,
lo que me impacta
no son los edificios
que están dañados
ni los que se han venido abajo.
A mí lo que me impacta
fue, por ejemplo,
anoche la gente en la calle
con los puestos,
con mantas,
con niños,
durmiendo en medio de la plaza,
la gente durmiendo
en las calles,
sin tener nada que comer,
sin tener nada que beber,
con miedo,
no saben dónde ir,
no saben dónde le dan una manta,
dónde le dan una silla.
Para mí,
eso es lo más importante.
¿Vosotros durante la noche
habéis trabajado
o habéis podido descansar?
A las dos de la mañana
nos retiramos a descansar.
¿Por qué no nos...?
Porque por miedo a las réplicas,
que ha habido,
creo que son 30 réplicas
esta noche,
suaves,
pero ha habido 30 réplicas,
no nos dejaban entrar
en la zona.
Entonces,
lo dejamos para descansar
nosotros y los perros
y hoy a las ocho
nos hemos juntado
a todas las unidades caninas
en el puesto de mando
y estamos esperando
en órdenes
de...
En cuanto nos digan
ir a esta zona,
nos vamos.
Ahora estamos ayudando,
estamos en un hospital
de campaña,
ayudando
y en cuanto nos digan
ir allí
o a lo que sea,
a echar una mano
en lo que haga falta,
sea que un perro o no,
estamos aquí
para lo que haga falta.
A pesar de la desgracia,
Lidia,
me imagino que
cuando actuáis,
cuando trabajáis
en una catástrofe
como esta,
supongo que estáis orgullosos
como mínimo
del trabajo
que podéis hacer,
¿no?
Sí,
siempre,
siempre,
eso siempre,
eso no lo dudamos
ni un momento.
Además,
la mayor impotencia
que tenemos
es que queremos trabajar
y claro,
no tienen que,
y no podemos.
La mayor impotencia
que tenemos
es que tenemos
los perros,
tenemos los medios
y estamos esperando
que nos den la zona
de trabajo
y esperando
y no podemos
hacer nada más.
Lástima que de momento
no hayáis podido
localizar a nadie
con vida.
No,
no,
no,
en el momento
los edificios
que había
estaban los dos vacíos
y las víctimas
que han habido
han sido todas
a nivel de la calle
con los cascotes
que han caído encima,
la gran mayoría.
Eran vecinos,
¿no?
Que huyían
de su piso.
Exactamente,
cuando notaron
la primera réplica
se le van a la calle
y en esa carrera
de la calle
cuando fue
el segundo terremoto
que fue el fuerte
que fue cuando empezaron
a crecer los edificios
y los cascotes
fue a la gente
que vivieron en la calle.
Lidia Larcón
de la unidad
canina de Ávila,
muchas gracias pues
por atender esta llamada.
Yo solo quiero
un consejo
por lo que vimos ayer.
Normalmente
el problema que tiene
es que ayer
la gente que murió ayer
es que salió corriendo
la gente salía corriendo
pero se refugiaba
pegado a las fachadas
del edificio.
Nunca.
Cuando hay un torremoto
zona más aislada
del edificio que haya.
Una plaza,
un parque.
Siempre el consejo
que doy
porque a las víctimas
que ha habido
se opone eso.
Claro,
lo importante
es refugiarse
en un sitio amplio
en el que no haya
edificios alrededor,
¿no?
Exactamente.
Pues con este consejo
nos quedamos.
Lidia Larcón
de la Unidad Canina de Ávila,
muchas gracias
por atender esta llamada.
El contacto
nos lo ha dado
el responsable
de la Unidad Canina
de Tarragona,
Javier Noriega.
Ya sé que colaboráis
habitualmente
en diversos ejercicios
y entrenamientos
así que desde aquí
también nuestra felicitación
a todos los que estáis
trabajando ahí en Lorca
y a ver si podéis
seguir colaborando
durante las próximas horas
en poder encontrar
más posibles víctimas
o como mínimo
en retirar los escombros
de los edificios.
Pues sí, pues sí,
va lo que haga falta.
Gràcies, Lidia Larcón
i buenos días.
Venga, muchas gracias a vosotros.
Adiós.
Era el testimoni
d'una altra persona
que està in situ
a la localitat
murciana de Lorca
afectada per aquest
terratrèmol
que ha provocat
vuit víctimes mortals.
Són els testimonis,
algunes de les veus
que estem recollint
en aquest programa especial
del matí de Tarragona Ràdio.
Un programa
que estem improvisant
sobre la marxa
al terratrèmol
d'ahir al vespre
d'una magnitud
realment molt greu
per tractar-se
d'un sisme
a la península ibèrica.
Ha trasbalsat la vida
del conjunt del país,
del conjunt de l'estat espanyol.
Ha obligat a suspendre
les actes de campanya.
També, per tant,
ha obligat a suspendre
el debat electoral
que us havíem d'oferir
aquesta hora del matí
aquí a la sintonia
de Tarragona Ràdio
i això també
ens està portant
a fer aquest programa especial
que d'alguna manera
també vol ser
una mostra de solidaritat
amb les víctimes
del terratrèmol.