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Concha Bebasco, buenos días.
¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Buen día.
Buen día, buen día.
Este viernes en Tarragona, en el Camp de Mar,
Concha, un escenario magnífico en Tarragona,
medio aire libre, medio cubierto,
con un espectáculo que servirá para verte a ti encima del escenario,
a ti, tú sola, a pura Concha Bebasco, ¿eh?
Bueno, pero no estoy sola, ¿eh?
No sola, ¿eh?
Pero casi.
Estoy con una orquesta maravillosa
de cuatro músicos dirigidos por Xavier Mestres,
que son, bueno, te diría yo que si yo soy el corazón del espectáculo,
ellos son el alma.
Y además con un tarraconense, ¿eh?
Sí, por eso, por eso lo digo.
¿Qué veremos encima del escenario con este yogo que quiero es Baibar, Concha?
Bueno, pues es un espectáculo que yo creo que no se ha hecho nunca aquí
y no me gusta presumir a mí de esas cosas.
Pero bueno, los cantantes como Rafael o Julio Iglesias,
por poner un ejemplo,
pues hacen recitales contando su vida a través de sus canciones.
En mi caso, como yo soy actriz,
pues cuento mi vida, pero de una manera divertida
y sin meterme en camisas de once varas,
que no está en mi ánimo, ni muchísimo menos,
pero a través de las obras de teatro que he interpretado,
los personajes y, por supuesto, las canciones,
porque cuando José María Pou empezó a dirigir este espectáculo
y a escribirlo Juan Carlos Rubio,
pues se dieron cuenta de que yo tengo más canciones
que los cantantes profesionales,
porque he hecho mucho musical en cine,
en teatro, en televisión.
He tenido al maestro Algueró, que me quería muchísimo
y que desde el pasodoble famoso de las chicas de la Cruz Roja
no dejó de componer canciones para mí.
Bueno, para todo el mundo, pero para mí más que para nadie.
El famoso mamá quiero ser artista o esa chica yeyé, ¿no?
Inconfundible.
Bueno, de eso va el espectáculo.
Hombre, no sé si es difícil poner encima del escenario
tantos años de carrera, Concha, porque ya son muchos años.
Bueno, sí, sí.
Ha sido muy difícil y ha habido que cortar muchas cosas
cuando ya estábamos a punto de estrenar,
pero José María Pou, que es un hombre de teatro
que sabe muchísimo del ritmo y, sobre todo, de no aburrir,
que yo creo que es, si decimos los diez mandamientos,
uno de los diez mandamientos de la gente de teatro es no aburrir.
Eso no quiere decir que tengamos que hacer jiji, jajaja,
porque sí, ni de una manera ordinaria, por no decir hortera.
No, pero que no se puede aburrir al espectador
ni cuando haces una cosa dramática,
ni cuando haces una cosa divertida,
ni cuando te pones a cantar.
El espectador está para que le emocionemos y le divirtamos.
Y eso Pou lo sabe mejor que nadie
y se tiene que meter la tijera, la mete y se acabó.
Bien que lo siento yo.
Y tenemos, no nada más música,
también puntos de dramaturgia,
también, ¿eh, Concha, en el espectáculo?
Sí, sí, porque, bueno, es un...
A mí me divirtía muchísimo, me sigue divirtiendo,
digo, me divertía porque en los ensayos,
ya hace un año, hace un año que entrenamos,
pues yo me reía una barbaridad
y me regañaba José María porque decía,
no te rías tú, que el que se tiene que reír
es el espectador.
Es como a través de la canción Mamá Quiero Ser Artista,
los 20 primeros minutos,
cuento los comienzos de mi carrera
de una manera tan desenfadada y tan divertida
que a mí misma me hace gracia.
Yo hay veces que me río
y tengo que tragar saliva para respirar
porque lo que cuento es muy sencillo
pero está contado de una manera muy divertida.
Y además no es la primera vez
que trabajáis juntos con José María Pou.
No, hicimos La Vida por Delante,
que fue un éxito enorme.
Estuvisteis, de hecho,
si no me equivoco con Tarragona también.
Y bueno, yo me seguí después de La Vida por Delante,
que parecía que era como una jubilación definitiva
con ese personaje de Madame Rosa,
le dije a Pou, vamos a hacer un paréntesis
y vamos a hacer algo musical
que a mí me divierta
y que me haga estar guapa en el escenario
para después volver a ser otra cosa dramática.
O sea que está todo muy pensado.
No te creas que es una improvisación
ni muchísimo menos.
Y además es eso de un poco una autobiografía,
explicar tú misma tu carrera.
Eso también es interesante, imagino,
estar cerca del público y explicarlo tú misma.
Sí, me cuesta.
Por eso de hablar de ti misma.
Porque yo siempre me refugio en los personajes,
como todos los actores.
Cuando quiero decir cosas importantes
siempre las he dicho a través de los personajes
que he interpretado
o de los autores que he tenido la suerte
de estrenar
y entonces te refugias.
Dices, no, no soy yo,
es el personaje, es el autor.
Pero aquí soy yo.
¿Pero quieres que te confiese una cosa?
Pues tampoco soy yo.
No, tampoco, tampoco.
En ningún momento.
No, tampoco soy yo.
Tampoco.
Me estoy interpretando.
Yo es que verdaderamente
cuando me levanto por las mañanas
digo, ¿cuándo soy yo
y cuándo dejo de serlo?
Claro, porque yo creo que nadie nos conoce del todo,
ni siquiera nosotros mismos.
A mí me parece que la vida es un constante luchar
por conocerte.
A ver si a través del conocimiento
consigues la felicidad, ¿no?
Exacto.
Y supongo que también a través del trabajo,
de mucho esfuerzo,
como ha sido concha tu carrera.
No sé si...
¿Qué es lo que más te satisface
de tu divatada carrera?
Ah, bueno, pues creo que he tenido
una carrera buenísima.
Primero,
que ha permitido que mi familia viva estupendamente.
Esto se lo he copiado yo a Michael Caine.
Yo me leo las entrevistas también
de los demás,
de la gente que me interesa.
Y me encantó la entrevista
que he leído el otro día
de Michael Caine,
que confesaba que había sabido admitir su edad
y ser ahora el criado de Batman
le parecía lo mejor que le podía pasar en la vida.
Y a mí me parece que ser la doña Ángela
de Gran Hotel,
la criada malvada en Gran Hotel,
me parece que es lo mejor
que me ha pasado en la vida.
Y Michael Caine,
cuando le preguntaba al periodista
si había hecho algo de lo que se arrepentía,
decía no,
porque hasta de los trabajos menos importantes
he sacado algo.
La cara de felicidad de mi madre
cuando la compré el piso.
Pues a mí me ha pasado igual.
Lo mismo, ¿eh?
Sí, gracias a esta profesión
he vivido muy bien,
mi familia ha vivido muy bien,
he sido muy feliz
trabajando en ella
y todo lo que tengo en esta vida
se lo debo al teatro,
a los espectadores,
a vosotros.
Con lo cual,
no estoy arrepentida de nada
de lo que he hecho a lo largo de mi carrera.
Y has hecho cine,
has hecho música,
televisión,
vaya,
de todo, ¿eh?
¿Te queda algo por hacer, Concha?
Pues permanecer,
porque...
Sí, ¿no?
Eso es importante.
Claro,
y creo que es otra de las cosas
de las que puedo presumir.
Digo permanecer,
que no sobrevivir,
porque a mí hay tres palabras
cuyo significado me horroriza,
que es sobrevivir,
resignación
y sacrificio.
Eso de decir,
yo es que lo he sacrificado
todo por mis hijos,
me parece una barbaridad.
Los hijos no te piden sacrificio,
te piden cariño,
que no vienen a este mundo así,
porque...
vienen porque les traemos, ¿no?
Pues a mí me horroriza
la palabra sacrificio,
la palabra resignación,
hay que resignarse,
pues no,
no hay que resignarse,
hay que vivir
y hay que luchar
en el momento que nos toca,
¿no?
En cada momento.
Entonces,
lo de permanecer,
pues sí,
permanecer.
Creo que soy una actriz
que ha sabido permanecer
en un oficio
en el que te jubilan
cuando tú no quieres.
Ahora me quiero jubilar,
pero no cuando han querido
los demás.
Ahora,
cuando me toca.
¿Tiene ganas
Concha Bebasco
ya de jubivarse,
de descansar
o aún queda
Concha para rato?
No,
tengo ganas de trabajar menos.
Sí, menos ya.
Eso sí lo digo.
Eso sí.
Yo he pasado
muchas veces
por las casas
que he tenido,
he tenido
varias casas,
de eso hablo en la obra,
que he perdido
y he tenido
que volver a otra.
Entonces,
esta,
en la que estoy ahora,
que me encanta
porque sé
superarme
a mí misma
con alegría,
pues esta
es que tampoco
la he vivido.
y ahora
el sábado pasado
fue el primer
sábado que tuve
desde hace
cuatro años
y no sabes
cómo lo disfruté,
regando las plantas,
viendo a mi nieto,
comiendo con mis hijos
y bueno,
eso es lo que quiero
yo ahora.
Para mí,
el momento
que vivo ahora
es buscar
un poquito más
de tranquilidad.
Y el viernes
te veremos
en Tarragona,
en el Camp de Mar,
como decíamos,
una noche
para Concha Bebasco
en estado puro
encima del escenario.
Oye,
cuéntame
cómo es ese escenario
que yo no lo conozco.
Me dices
que es mitad
aire libre,
mitad...
Hay una gran carpa,
mitad aire libre,
con un escenario
magnífico al fondo
porque son las murallas
de Tarragona
que te harán
de decorado al fondo.
¡Qué maravilla!
Y la verdad
es que es un escenario
precioso.
De hecho,
hoy hemos comentado
de que cuando la gente
se sube al Camp de Mar
hay un punto
de motivación más,
un punto de ser más grande
y seguramente
a ti también te pasará,
Concha.
Oye, sí,
porque he estado
en Mérida
haciendo un espectáculo
también con José María Pou
y Maribel Verdú
y Luis Omar
y fue maravilloso
estar ahí
en ese escenario
con las columnas.
Pero este de Tarragona
me va a emocionar
y al público
nuestro decorado
le va a encantar.
Sí, ¿eh?
Porque además
es un espectáculo
muy curado
con todas las cosas
y las luces bien cuidadas.
Maravilloso.
¿Verdad?
El sonido,
las luces,
las proyecciones,
todo está cuidadísimo.
Llevo un equipo de gente
que le agradezco
a la empresa Focus
que me haya puesto
lo mejor que tenía
en su casa.
Lo mejor de la casa,
de cada casa.
¿Cómo convencemos,
Concha,
que la gente venga
o viernes al Camp de Mar?
Hombre,
yo creo que se lo van
a pasar estupendamente.
Yo,
la experiencia que tengo
de este año
de todos los sitios
donde hemos estado
es que la gente
sale feliz,
que se ponen de pie
y que se lo pasan
fenomenal.
¿Cómo quieres
que les convenza
de más cosas?
Con eso ya hay bastante,
¿no?
Yo creo que sí.
Pues el viernes
en el Camp de Mar
a las 10 de la noche.
Concha Bebasco,
yo lo que quiero es
vaivar.
Concha,
muchísimas gracias
por haber atendido
la llamada de Tarragona Radio.
Pues nada,
gracias a ti por llamarme
y no te lo pierdas,
tú tampoco, ¿eh?
Perfecto,
muchas gracias.
Un beso.
Suerte.
Adeu.