Bueno, muy buenas noches, bienvenidos, estén felios.
O bueno, como se suele decir por aquí, buenas noches, bienvenidos.
¿Este noch? ¿Me gustaría mucho?
No, no, no, Ronnie, així no, eh? No, no, esto no, esto no es, eh?
Ronnie, buenas tardes.
Hola, buenas tardes, Silvia.
No es buena noche, no, no, no, no va por ahí, eh?
No, no, no es así, eh, no.
¿Eso es lo que nos dirás en el Highland? ¿Eso es lo que nos vas a decir en el Highland?
Este miércoles.
Así empezaremos, así empezaremos.
Así empezaremos, ¿no?
Culturizando, ¿no?
Aquí cambiando la historia, aquí cambiando los movimientos.
Bueno, que hablamos con Ronnie, que nos hará un monólogo,
que nos tendrá, partiéndonos de risa y olvidándonos de muchas de las cosas
que nos encontramos el día a día en la Sala Highland este miércoles.
Recuerdo que se encuentran en la Rambla Bella número 9 de Tarragona
a partir de las diez y media.
¿De dónde sale Ronnie?
¿Quién eres tú, Ronnie?
¿Cómo fue que un día, pues, te dio por decir,
es que yo esto de hablar, que me sale, y a más a más la gente se ríe conmigo.
¿Qué ha pasado?
Sí, pues, mira, oye, estábamos acostumbrados
a ser siempre un poco el payasito del grupo, ¿no?
El de los chistes, el de la coña.
Y, bueno, oye, hay un concurso de monólogos en tal sitio,
te apuntas.
Y, mira, vamos a probar de escribirnos algo y tal.
Y, pues, mira, empezamos a escribir textitos, cuatro cosillas.
Y, pues, mira, ya hace cuatro años que andamos por ahí,
andando por todas las salas de España.
Y, bueno, intentando hacer reír cada día a más gente.
Y tú, que eras tímido, porque en el fondo eres tímido.
Dijiste, bueno, pues aquí me arranco y que sea lo que Dios quiera, ¿no?
Sí, hombre, la verdad.
Ya veía, ya veía yo.
La verdad que la energía que te da encima del escenario
no te la da ninguna barra de barra.
Ni ninguna de estas drogas así raras, ¿no?
No, no, no, eso te puede ayudar, ¿o no?
Te puede dar un poco más de movimiento,
para la derecha o para la izquierda,
pero lo que tiene que salir saldrá de adentro, ¿no?
Ahí está, sí, sí, eso va adentro, eso va a la sangre.
Por cierto, la gente que se acerque este miércoles a las diez y media,
¿de qué nos vas a hablar?
Explícame un poco.
Pues, mira, pues esto todo un poquito historias que te pasan,
historias mías, vamos.
Pero, bueno, siempre mirando, enfocarlo desde un punto
donde la gente se pueda sentir un poquito identificada, ¿no?
Vale.
Que haya, que tengan todos un amigo,
como el que solemos tener todos en la peña.
Como que, como que, que me lo explique.
Como que, como que,
y ahora te hago de club de fans aquí.
¡Tírate, Ronnie!
Porque normalmente estos,
algunos gritos de estos los escuchas, ¿no?
Sí, sí, sí, bueno.
Y, y a lo mejor no tan claro.
¡Ah, Ronnie!
Que no sabes lo que ha dicho, pero dices,
¡gracias!
¡Vale!
¡Vale!
No digas gracias o bajo el empleo de los hostias.
Sí, es el que dices, tengo la duda.
Y acabas diciendo,
sí, o tal vez no, pero bueno.
Pues ahora, esténate, esténate, que yo te escucho, yo te escucho.
¿Qué quieres?
¿Qué te haces?
No sé, ¿qué es lo que te preocupa, Ronnie?
¿Qué es lo que te preocupa, Ronnie?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Eh?
¿Qué es lo que te preocupa?
Hombre, pues a mí me preocupa un poco todo.
Sí.
La situación del país.
Es de la.
Bueno, más que la situación del país,
la situación del bolsillo del país.
¡Uf!
Sí, sí, la salud.
El agujerillo ese, el agujerillo ese que tiene el país.
Ahí está, ese agujerillo que tenemos todo,
que no sabemos cómo taparlo.
Bueno, algunos sí han dejo de tu método.
Bueno, pero no es, yo creo que no es ni ético ni rentable a la larga, ¿eh?
No, no, no, yo creo que no.
Porque llega un momento que, mira, que te pillan.
Sí, sí, sí.
O sea, qué tontería.
Pues le pilla, le pilla.
Sí, sí, pero bueno, pero te pillan,
si te has pillado poco, pero se ha pillado mucho,
luego se paga y está arreglado.
Sí, se ha pillado mucho cacho, ¿no?
Claro, claro, sí.
Lo malo es pillar poco.
No es pillar por pillarlo.
Pero míralo es pillar poco.
Si pillas mucho, ahí no hay ningún problema.
Es tu alegría.
Además, además, dices, lo hice coaccionado.
Los billetes me llamaban.
Ahí está.
Y ya está.
Oye, mira el Bioni.
Míralo.
Que él estaba, él era tranquilamente, el pobre hombre,
iba conduciendo por la calle.
Y oía atrás.
Ahí está.
Míralo, cógeme, cógeme.
Sí, sí, sí, con su coche, el tío.
Y además, con lo mal que tiene que ver,
ese era el doblemente peligroso.
Claro.
Con un furgón ahí, con esos ojos, por Dios.
De esa parte, ese tío, dale el dinero,
pero que te trae una furgoneta.
Que se opere.
Por favor.
Dale algo.
Dale un número de un oftalmólogo o algo.
Qué mal lo vamos a pasar contigo, ¿eh?
Sí, yo creo que sí.
¿Cómo vamos a sufrir?
Yo voy a sufrir, yo voy a sufrir.
No, yo me lo imagino, yo me lo imagino.
Digo, Ronnie, en el Highland, a las diez y media,
una hora, aquello buena, porque ya has acabado de cenar,
que ya tienes la pancha llena, que ya lo ves todo de otros colores.
Ahí está, sí, sí.
Muy importante, muy importante que vengan todos cenados.
Claro, claro.
Por lo que pueda surgir luego,
lo mismo se les puede quitar hasta el hambre.
Claro.
Y una noche sin cenar, depende para quién, es un pecado, ¿eh?
Sí, hombre, sí, sí.
Cuidado.
Y con los tiempos que corren, aprovecha y come lo que puedas.
No te lo imites, ¿no?
No te lo imites.
Sí, no, no.
Cena, cena.
No escribe la comida.
Eso, porque esa nevera ahí, medio vacía,
para un huevo que tienes, cómetelo, hombre, para cenar.
Sí, claro, claro, que cuando te des cuenta se te ha caducado.
Exacto.
Ahí está.
Que seguro que se le pone en marcha el chip de la caducidad,
que tú ya sabes que son las leyendas urbanas que corren por las ciudades de Tarragona
y parte del mundo entero.
Ajá.
Y que hay ese chip que hace que la lavadora,
cuando lleva dos años de garantía,
cuando llegan dos años y un día,
se te estropea para que compres otra.
Ahí está, para que no te valga la garantía.
Pues eso es lo mismo que pasa con los huevos.
Yo no quería decirlo, pero también lo tienen el chip.
Lo corroboro, lo corroboro.
El Rony lo sabe, Rony lo sabe.
Sí, sí, sí.
Yo otro día abrí un huevo y estaba el pollo allí.
Y le digo, ¿y el chip?
Yo qué sé, a mí me han dejado aquí.
Joder, qué pollo maleducado.
Es que todavía tuviste suerte que te encontraste el pollo.
Bueno, y tú irás a verme, ¿no, Silvia?
Mira, tengo dos cositas aquí que me están diciendo que no puede ser, ¿eh?
Pero yo, es que cuando uno tiene una familia ya se mira de otra manera las cosas, ¿eh?
Te entiendo, te entiendo bien.
Yo tengo también dos hijos y, bueno, ¿qué te voy a contar?
Que lo sepamos, ¿no?
Edades aproximadas, 17 años tal vez.
No, pues mira, el grande sí, es más de esa edad,
pero chiquitín ya está empezado ahora el cole.
¡Ostras!
O sea, que ahora estás tomándole nota de toda la lengua de trapo que tiene.
Sí, sí, bueno, ahora es una panza de reír.
Ahora, ¿hubo otra cosa con él?
No, pero aburrirte con él, vamos.
Imposible.
Impensable, impensable, ¿no, no?
Además que lo saben todo.
Yo, mira, yo no sé si al final esto de los monólogos me llevará a algún sitio o no.
Pero mi hijo, con la cara que tiene,
ese te digo yo que le dejo el camino preparado, seguro.
Tú le vas allanando, tú le vas allanando que ya llegará, ¿eh?
Que ya llegará.
Por cierto, que este miércoles te tenemos en Tarragona,
en la Sala Highland, que invitamos a todo el mundo que se acerque,
que ya te digo que no dejarás el diferente.
Y a partir de ahí, ¿hacia dónde caminas?
¿Hacia dónde vas?
¿Cómo está la agenda?
Pues mira, pues al día siguiente a Madrid.
¿A Madrid ya?
Al día siguiente, sí, sí.
El día 29 estamos en la Chocita del Loro.
Sí.
En la calle Hermosilla, número 77, aprovechamos, si hay alguno de Madrid que va para allá.
Pues que vaya, que vaya, que se acerque.
Ahí está.
Hombre, tenemos el AVE aquí en Falset.
Ahí, el Falset en Perafort.
Y nada, que son tres horas, como mucho.
Pero que embarcas y salas y embarcas y has llegado a Madrid.
Pues sí, sí, sí.
A ver, media horita, porque total, si vas para un día o dos, ¿sabes?
Tampoco te dan, no puedes llevar mucha ropa.
Una mochilita, media hora, el billete imprimido ya.
Y fuera.
Sí, sí, sí.
Pues nada.
Y después de Madrid, ¿alguna cosilla más?
¿O tenemos ya parada navideña que dices, no, no, para Navidad prefiero estar en casa
y después ya, hombre, si te llaman para ir a la tele, tú no digas que no, ¿eh?
No, no, por supuesto.
Me llaman un fin de año de eso.
Hombre, por eso, por eso.
Hombre, a ver, José Luis, José Luis, que estamos aquí, José Luis.
Ahí está, me sabría muy mal porque, bueno, tengo ya mi papi y la abuelita que están
un poco mayorsetes y tal, y a ver, esas fechas, yo sí, de la familia, totalmente me entrego.
Claro.
Pero bueno, pero todavía nos quedan unos días para aprovechar, todavía tengo que bajar
a Mallorca, hay que hacer más cositas por aquí, por Barcelona, ¿sabes?
Estamos mirando cositas cásteres.
Bueno, mucho, mucho, jaleo, muchos kilómetros y mucho trabajo, que bueno, que a fin y al cabo
es lo que nos interesa.
Y también, Ronnie, seguro que mucho móvil, ¿no?
Sí, sí, sí.
Que estoy muy bien, que ahora estoy llegando a tal sitio.
Sí, sí, no.
Me imagino, me imagino.
Eso es constante.
Has llegado ya, me ha dicho, me llama, no, es cuando tienes que llamar, ¿eh?
Sí, me suena tan familiar.
Sí, sí, sí, sí, o sea, eso tenemos todos, ¿eh?
Esto no es fácil.
Por eso te digo que ahora cuando dices, ostras, que a mí me encantaría, yo me apuntaría
todo a un bombardeo, ya te lo digo ahora, yo soy de concierto, soy de salir, pero claro,
cuando llegas a casa es, ¿cómo es que has llegado tan tarde?
Esta noche no te hemos visto y ya estás.
Yo por no sentirlos digo, mejor me quedo en casa tranquilamente y hacemos otra historia
otro día, ¿no?
La verdad es que sí, y bueno, y luego, pero uno también, ¿eh?
Porque, a ver, un día te vas de marcha, tal, lo que dices, concierto, muy bien.
Pero yo ahora en octubre, que estuve diez días de gira por toda España.
Claro.
Ahí los echas de menos también.
Un montón, sí, sí, sí.
Pero muchísimo, ¿eh?
Claro, claro.
Estás bien porque estás con mucha gente, ¿no?
Conoces mucha gente, trabajas, te divientes, pero te cruzas un niño por la calle y te
digo yo que me falta muy poquito para llorar.
Claro.
Es que, como decía, es que no es lo mismo.
No, no, es que es una pieza, es una pieza ahí del puzzle que tiene que estar.
Sí, sí.
Si no...
Y además, por mucho que te lo expliquen y por mucho que ahora comentamos tú y yo, hasta
que no te encuentras, cuando te encuentras, entonces ya dices, ostras, ahora ya sé de
qué me estabas hablando, ¿eh?
Esto ya se pone ya más serio, ¿eh?
Desde luego, hasta que no está uno metido en el fregado, no sabe bien bien lo que es.
Qué va, qué va.
Además, de verdad.
Pues, Ronnie, que te esperamos, que estemos ya deseando que venga el miércoles, que ya
pase ya este martes y lo que queda de miércoles para tenerte ahí en el Highland.
¿Cuándo vendrás para Tarragona o ya estás por aquí cerquita?
¿Cuándo...?
Bueno, yo mismo lloré de mar.
Ah, pues nada, un golpe de coche y ya te tenemos por aquí.
Sí, nada, iremos ahí en un ratito.
La autopista del Mediterráneo para aquí y en un momento te tenemos, ¿eh?
Sí, sí, sí, sí.
Pues gracias, Ronnie, y un besazo muy gordo y que mañana vaya muy bien en el Highland.
Perfecto, Silvia.
Muchísimas gracias a vosotros por ver este ratito y nada, ahí os espero, ¿vale?
Gracias, un besote.
Gracias, Silvia.
Chao.
Hasta luego.