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I avui ens acompanya la Yolanda Espinosa de los Monteros Valle.
Ella és matrona i també és coach,
diplomada en infermeria per la Universitat Autònoma de Madrid
i matrona per la Universitat Complutense de Madrid.
Ha passat aquests dies per Tarragona
per fer una xerrada a les futures mares,
a aquelles persones, a aquelles dones que estan gestant
per saber com han d'afrontar la seva gestació,
el parc i després la criança dels seus nens.
Parlem amb la Yolanda Espinosa.
Yolanda, buenos días.
Hola, buenos días.
Tú te dedicas a esto, a ir por diferentes sitios
dando charlas, un poco haciendo divulgación, ¿no?
Sí, bueno, mi labor fundamental también es asistencial,
trabajo en un hospital, pero sí, parte de mi labor profesional
la estoy dedicando ahora a esto, a dar unas charlas.
Me ha chocado de tu currículum las etiquetas profesionales.
Matrona y coach.
Sí.
Es que hay que, en cierta manera, dais ánimos las matronas,
¿no? Se trata de eso.
Sí, claro, es una faceta interesante.
Llegué a desarrollar esa otra parte más adelante,
pero realmente me viene muy, muy bien como entrenadora o acompañante,
que es lo que puede ser un coach.
Nos viene al dedo la sección, empezar la sección contigo,
porque nos vas a hablar de quizá lo previo, ¿no?,
de lo que tratará la sección, que es tratar a los niños y a las niñas.
Previo, gestación, parto y los primeros meses de crianza.
Y tú decías, bueno, en general que lo que vengo yo diciendo en las charlas
es dando este mensaje de tranquilidad,
porque las madres se alteran un poco, ¿no?
Sí, bueno, cada vez que afrontamos etapas nuevas y procesos nuevos,
pues nos invaden un montón de sensaciones, de miedos, de ansiedades.
Entonces, la idea que queremos transmitir,
y es la idea que van a encontrar en cualquier curso de preparación al parto,
y es la idea central de estas charlas,
es transmitir normalidad, es decir,
hacer saber que todo el proceso,
tanto la gestación, todo el embarazo,
el parto, el puerperio y la crianza,
es un proceso absolutamente fisiológico, normal, natural,
y que debemos afrontarlo como lo que es, ¿no?,
como algo para lo cual las mujeres estamos absolutamente preparadas.
A veces, bueno, yo he oído muchísimo la frase,
de estar embarazada no es estar enferma.
Efectivamente.
Yo creo que hemos tenido también un poco la culpa
desde la profesión, desde la sanidad, ¿no?,
porque desde que se empezaron a atender los partos en el ámbito hospitalario,
se dejaron de hacer en casa,
hemos conseguido unas cotas de salud,
hemos disminuido la morbimortalidad,
tanto materna como fetal, increíblemente.
Pero quizás también a costa de sacrificar un poco toda esa normalidad.
Entonces, yo creo que estamos llegando a un punto ahora mismo
donde se quiere volver a retomar toda la normalidad y la naturalidad,
es decir, hacer compatible el hecho de tener al alcance
la posibilidad de utilizar los medios hospitalarios,
pero dejarlos ahí, solo la posibilidad de utilizarlos, ¿no?,
y volver a lo que era la mayor naturalidad en todo el proceso de gestación y de parto.
Se está dando esta contraposición, ¿no?,
de la medicalización de todo este proceso
que hasta ahora había llegado quizá, como dices tú, a un extremo.
Y después está la otra parte que también tiene sus extremos
y sus talibanes, ¿eh?, en la naturalidad absoluta.
Y quizás lo que pretendéis es llegar al punto medio, ¿no?
Sí, todos los procesos normalmente ocurren así,
es decir, se pasa de un extremo a otro
hasta alcanzar un equilibrio que es lo deseable.
Entonces, estamos intentando llegar a ese punto de equilibrio.
Todavía conviven estos dos extremos.
Por un lado, toda esta, llamémosle, medicalización,
instrumentalización de todo el proceso
y por otro lado, pues la gente que quiere salir de ello
porque ha tenido una mala experiencia o noticias malas
y se va al otro extremo.
Yo creo, muchas veces he mantenido que deberíamos poder parir
en el hospital como si estuviéramos en casa.
Es decir, con todo como lo que se denominaban en algunos sitios
las casas de partos, ¿no?
Es decir, que estén allí donde se pueda tener al alcance de la mano.
Porque sí que es cierto, mira, en Europa,
en algunos países se da luz en casa.
Pero se da luz en casa con unas garantías que son necesarias
porque no puedes, es decir, la medicina hoy en día salva vidas.
Entonces, tenemos que encontrar, como te he dicho, ese equilibrio.
Entonces, poder tener todos los avances médicos al alcance de la mano
y solo utilizarlos cuando sea necesario sería lo ideal.
Pero yo creo que vamos en buen camino.
¿Están preparados los centros hospitalarios
para esta visión más natural del parto?
Lo digo porque hablas con profesionales y te dicen
es que me vienen las madres primerizas con el plan de parto hecho
sin saber exactamente qué.
Y me dicen, no, no, no me monitoreces.
Y yo, como profesional, tengo responsabilidad de aplicar
algunos criterios médicos, algunos protocolos.
¿O hay cosas del plan de parto que no podemos aplicar aquí en este hospital?
Claro, efectivamente.
Yo creo que las mujeres deberían ponerse de acuerdo
con los profesionales que las van a atender.
Es decir, tenemos que tender a colaborar y trabajar todos juntos.
No puede llegar una señora con un plan de parto
que no está acorde ni con los profesionales que la van a atender
ni con el centro que la va a atender.
Entonces, se da un choque de decir, yo quiero esto,
pero aquí no se te puede proporcionar.
Es decir, no puedes pretender parir en el agua
si en tu centro hospitalario no hay bañera o piscina
donde te pueden atender.
No solo eso, sino donde no hay profesionales
que a lo mejor estén formados para poder atender un parto de esa manera.
Se están poniendo las pelas, pero los centros hospitalarios...
Sí, se están abriendo, los nuevos centros hospitalarios
están empezando a equiparse de una manera más adecuada
y los profesionales también estamos evolucionando a ese nivel.
Las cosas no cambian de un día para otro.
Muchos de los que estamos todavía trabajando
venimos de una formación en una escuela
que parte de esos extremos tan medicalizados.
Entonces, hay toda una evolución
y hay todo un aprendizaje por parte de todos.
Pero yo vuelvo a insistir que creo que vamos en buen camino.
Bueno, no hay que demonizar los avances de la técnica.
Hay que utilizarlos, pero bien utilizados.
Y que la mujer entienda que también no se puede sacrificar todo.
Hay que también buscar cierto grado de seguridad.
Ahí estamos.
Hablemos de mitos y miedos que hay
o que te has encontrado tú, Yolanda, en la profesión
o que pueden sentir algunas de nuestras oyentes
que están gestando ahora mismo.
Bueno, hay unos miedos ancestrales
que sentimos casi siempre,
casi todas las mujeres cuando estamos embarazadas,
que la mayoría de las veces ni siquiera se verbalizan.
Miedos muy ancestrales que se sienten siempre.
Y son normales.
Lo que yo intento transmitir a las mujeres es,
vale, no te asustes si sientes miedo al dolor,
miedo a la muerte, miedo a que el niño venga mal.
Eso, toda mujer que está embarazada,
tiene esas fantasías.
Son normales.
No es que tú seas más blanda o más histérica.
Lo lógico es sacarlas fuera, comentarlas,
porque las tenemos todas durante ese proceso.
Tenemos ese tipo de fantasías.
Luego hay, pues eso, muchas veces miedo a mi capacidad
para afrontar la nueva etapa.
Si voy a ser capaz o no de soportar
o cómo voy a llevar el parto.
Y si no me ponen la epidural,
cómo yo voy a ser capaz de.
Y cuando tenga el niño voy a saber hacer esto, lo otro.
Entonces, sí que hay, se da una paradoja.
Y es que estamos en la época de la información
donde hay muchísima, muchísima información
y acudimos muchas veces casi más desinformadas, ¿no?
Porque el exceso muchas veces conlleva ese problema.
Hay que acudir a información bien contrastada
y saber el momento en el cual parar
y acudir al sentido común
y dejar de obtener ya más información.
Sí, a veces es eso, ¿no?
Tú has dicho antes fuera de micro una frase
que yo he oído repetir a muchas matronas,
que es, como mujer, como ser humano y mujer,
estás preparada para, si tu cuerpo lleva adelante el embarazo,
es que estás preparada para hacerlo.
Sí, sí.
Las mujeres, yo digo, venimos de serie para gestar.
Sí, sí, gestar, parir, amamantar, criar.
Es increíble.
El cuerpo humano es increíble.
Y el cuerpo de la mujer durante la gestación es alucinante.
Yo podría empezar a hablar y no parar
de todo lo que sucede dentro de nosotras
de una manera absolutamente maravillosa e increíble.
Pero si es así, estamos preparadas para ello.
Entonces, la idea siempre es transmitir eso, normalidad.
Es un proceso fisiológico
y nuestro cuerpo está preparado para ello.
Has dicho amamantar.
Sí.
Respecto, ¿pasamos ya?
¿O quieres que pasemos por el parto, más o menos?
Ya hemos pasado.
No, bien.
Epidural, epidural.
A ver, aquí hay grandes cuestiones.
Epidural, sí o no.
Bueno, la epidural es un procedimiento médico.
Muchas veces a mí me hace gracia
cuando hay mujeres que pretenden llevar un parto absolutamente normal
pero con epidural.
Quiero decir, la epidural conlleva una serie de técnicas médicas
que requieren cuidados a nivel de vía,
a nivel de tener perfusión intravenosa,
de tener alfeto monitorizado porque a veces baja la tensión.
Entonces, sí que requiere una serie de cuidados
porque es una técnica médica.
La epidural no es necesaria para parir.
La única indicación que tiene la anestesia o analgesia,
mejor dicho, epidural en el parto es el dolor materno.
Entonces, la analgesia epidural se utiliza
en el proceso del parto a demanda de la madre.
Muchas veces, tú que me aconsejas que me la ponga o no,
yo no te puedo aconsejar eso.
Tú, en tu proceso, no vayas con ideas predeterminadas.
En el proceso de parto, según veas cómo va,
puedes partir de la idea de, bueno, voy a ver si sí o si no
y luego ya decido.
Entonces, digamos que la indicación para solicitar
la analgesia epidural durante el parto es el dolor materno
y eso hay que verlo durante el proceso.
Es la madre quien decide.
Efectivamente.
Luego hay, quiero decir, la indicación es esa.
Luego puede haber contraindicaciones que ya están
a cargo del anestesista que crea conveniente,
que no se puede poner por este o tal motivo
y eso es una información que ya le dará al médico,
a la mujer.
Pero de entrada la indicación no va a ser médica,
va a ser personal y es que la mujer lo solicite.
Luego ya, pues sí, la idea es que yo creo que la mujer
se debería preparar por si acaso existe alguna contraindicación
o bien fracasa la epidural, saber ir preparada
para poder llevar el parto con cierto grado de dignidad
y no tirar los pies por alto y poder parir sin ella, ¿no?
Pero vamos, la indicación es el dolor materno.
Yo diría que otro de los grandes temas,
después ya estamos en la crianza, es la lactancia.
Materna, que aquí también hay pros y contras
y sobre todo en lo que son los pros,
yo he detectado una, ¿cómo te diría?,
como una visión muy rosa, muy perfecta, muy fantástica
que después no se ajusta a la realidad.
Vale, mírame, como diría el famoso,
me encanta que me hagas esa pregunta.
Mira, hemos hecho mucho mal con ese tema,
mucho mal, porque ha habido mujeres tremendamente frustradas
que lo han pasado tremendamente mal porque les ha ido mal en la lactancia materna.
Porque es que venimos de una época en que la lactancia materna estaba mal vista
y lo suyo era dar la leche en biberón, ¿no?
Esto pasó en los años 80.
Sí, sí, más o menos.
Y bueno, claro, ahora estamos justo en el extremo contrario.
Vamos a ver, la idea principal es,
siempre que se pueda, yo creo que se debería dar lactancia materna.
Podría hablar y no parar de todos los beneficios,
tanto para la madre como para el recién nacido,
que va a aportar la lactancia natural.
Entonces, ya partiendo de esa base, es recomendable 100%.
Creo que se debe intentar la lactancia materna.
Ahora bien, también hay que avisar a las mamás
que la lactancia materna a veces no va cómoda,
no va sola y requiere durante el primer mes de vida
un plus de dedicación, de tranquilidad, de relajación,
que a veces algunas, porque es que nos han transmitido la idea
de que, no, si eso va solo, si eso es muy cómodo,
si eso es muy fácil, si eso no.
Y claro, a todas las mujeres les va o tienen algún tipo de dificultad
en la mama o en el pezón o les salen grietas
o ahí el niño es muy tragón o muy nervioso.
Es decir, se encuentran con un montón de dificultades
que hacen en muchas de ellas por no encontrar
algún profesional o algún grupo de apoyo
que las ayude durante ese primer mes de vida,
se dan circunstancias de que fracasan en esa lactancia.
Y el problema es más gordo aún porque ellas entran
en un proceso de culpabilidad tremendo, tremendo.
Entonces, hay que fomentar que las mujeres después del parto
sepan que la lactancia a veces es dificultosa.
Dificultosa en el sentido de que cuesta trabajo,
de que las mamás duelen, de que salen grietas
y de que puede que necesiten acudir a algún profesional
que las apoye, que las ayude.
Hay grupos de apoyo de Liga de la Lactancia,
mujeres que te pueden ayudar muchísimo contándote
sus experiencias y apoyándote.
Hay teléfonos que funcionan las 24 horas.
Es decir, toda esa información deberíamos proporcionársela
a las madres porque a la que le va bien y le sale cómodo
es fenomenal, pero la que se encuentra con alguna dificultad,
muchas de ellas acaban retirándose de la lactancia
y, sobre todo, ya no por no poderle dar el pecho al crío,
sino porque ellas se quedan con una sensación de culpa
y de haber fracasado que es tremenda.
Entonces, no hay que venderlo, como tú has dicho,
como algo que vaya fenomenal y en plan rosa.
No hay que decir, vale, y a veces puede ser que necesites ayuda.
Una vez superada esa primera etapa,
15 primeros 20 días, va a ir solo
y te vas a poder, tirando, dando el pecho, seis meses, un año,
lo que necesites.
Pero a veces necesita mucha paciencia y mucha tranquilidad.
Son algunos de los temas que Yolanda Espinosa se dedica
a difundir en todas sus charlas y en su trabajo día a día.
No sé, Yolanda, si nos hemos dejado muchísimas cosas por explicar.
Bueno, lo hemos dejado así un poquito en bandeja
con la lactancia materna para seguir ahondando
en el cuidado de los nenes y de las nenas.
Y hay mil, mil cosas, pero yo preveo que en todos los programas
que van a seguir a partir de ahora vais a tocar temas
tremendamente interesantes.
Yo creo que te cogeremos el teléfono, Yolanda,
y más de una llamada.
Ah, perfecto.
Yo estaré encantada de charlar más veces con vosotros
porque este tema es de empezar y no acabar.
Simplemente para terminar la entrevista,
¿nos recomiendas alguna referencia bibliográfica
a tener en cuenta, así en general,
para las mujeres que nos escuchen que están embarazadas,
primerizas.
Yo tengo constancia, no sé si es así,
de que en el Reino Unido es un poco la referencia actualmente.
Hay muchísimas publicaciones,
más traducciones de publicaciones de fuera que españolas.
No me atrevería a recomendaros ahora ninguna,
así que os diría que, sobre todo para el tema de la lactancia,
entraseis en internet, en la Liga de la Leche,
que ahí recomiendan muchísimos, por zonas geográficas en España,
recomiendan muchísimas asociaciones donde se puede apoyar a las mamás
y hay referencias bibliográficas extensas.
Yolanda Espinosa de los Monteros Valle,
Matrona y Coach, muchísimas gracias.
Gracias a vosotros.