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Si vols veure la vida amb esperança, escolta Porta a l'Esperança.
Tots els diumenges a dos quarts de deu del matí a Tarragona Ràdio.
Un programa de l'Església Protestant de Tarragona.
Porta a l'Esperança.
Obre la teva porta a l'Esperança.
Muy buenos días, amigos y amigas que nos escucháis.
Bienvenidos a Porta a l'Esperança.
Bueno, Porta a l'Esperança es un programa de radio que tiene como principal objetivo
hacer llegar a todos la Palabra de Dios, que es la Biblia.
Y con la ayuda del testimonio de nuestra Iglesia Evangélica Bautista de Tarragona,
situada en la calle Monastir de Puglet, número 7.
Y nos encontramos en los estudios de Tarragona Radio con Josué Martínez.
Buen día.
Hola, buen día.
Samuel García.
Hola, buen día, Albert.
A los controles tenemos a Alejandro Martínez.
También nos acompaña Elvira Montagut y un servidor, Albert Marcos.
Hoy queremos hablar sobre las pruebas.
En estos últimos tiempos tan difíciles para todos,
donde la crisis económica nos azota de una o de otra forma
en los problemas cotidianos, en el trabajo o en casa
y otros momentos y situaciones, cada uno diversos,
pero que principalmente en estos días
todo el mundo te habla de pruebas a nivel de crisis económica y falta de trabajo.
Pero hay otras muchas situaciones que nos pueden llevar a pensar y a preguntar
¿para qué sirve tanto sufrimiento, penurias y dolor?
Pero antes de profundizar en este tema, escucharemos la siguiente canción.
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Podríamos empezar diciendo que, de una manera sencilla y rápida,
que la prueba viene a ser una situación, una circunstancia adversa, difícil en la vida,
que nos puede venir en cualquier momento,
pero que en realidad, desde un punto de vista cristiano, sirve, tiene una utilidad,
y es comprobar, verificar la fidelidad que esa persona probada puede llegar a tener con respecto a su Dios.
De ahí que Dios permite muchas veces las pruebas en nuestras vidas para probar nuestra fidelidad y nuestra fe con Él.
Por otra parte, la tentación es un estímulo, un impulso que induce, sobre todo, a algo perjudicial, algo censurable, algo maligno.
Es la seducción del mal o a caer en el mal, a pecar, y evidentemente esto solamente viene de Satanás.
La diferencia que hay entre ambas, bueno, podemos decir que la gran diferencia está en que la tentación
únicamente es causada y provocada por Satanás, llega a ser una maldición,
sobre todo desde un punto de vista moral, para el hombre,
mientras que las pruebas, en manos de Dios, pues llegan a convertirse en una bendición,
llegan a convertirse en un bien, sobre todo después de haber pasado esa prueba, ¿no?
Por lo tanto, mientras la tentación nos aleja de Dios, podemos decir que la prueba lo que hace es acercarnos hacia Dios.
Claro, yo también, tal como estás comentando, Josué, lo que se ve clarísimamente es que esa prueba tiene un propósito, ¿no?
Detrás de la circunstancia difícil que nadie te la quita, ese sufrimiento del cual se estaba comentando antes, ¿no?
Mayor o menor grado, pero te lleva a una angustia, a un sufrimiento, pero en donde puedes sacar lecciones, puedes sacar provecho.
Hay un propósito concreto, ¿no?
Y en ese sentido es lo que diferencia radicalmente con el tema de la tentación, que la Biblia es súper clara cuando habla de esto, ¿no?
Y como muy bien decía Josué, el gran maestro, el gran artista de la tentación es Satanás mismo,
que es el primer interesado en seducirnos para hacer lo contrario que Dios espera que hagamos, ¿no?
Así es.
Y apartarnos, como decía Josué, o sea, que en ese sentido...
Yo lo que también me gusta a veces pensar es que en la prueba, aparte de que es por un propósito,
el propósito principal es hacernos crecer. En Santiago también nos habla de esto, ¿no?
Que la prueba nos lleva a perfeccionarnos, perfeccionarnos como hijos de Dios, como personas.
Y es verdad que siempre, casi siempre, de las cosas difíciles y momentos de prueba se aprenden muchísimas lecciones, ¿no?
Y eso es importante.
Comentaba Santiago, pero Santiago también dice... Habla, por ejemplo, de la paciencia, ¿no?
Que es uno de esos frutos de los cuales se puede sacar ese beneficio, aunque no se entiende en ese momento,
pero la paciencia también es una de las virtudes que uno va trabajando y la prueba sirve precisamente para fortalecer todavía más ese aspecto, ¿no?
Y es interesante en ese sentido.
Bueno, una de las preguntas que también se comentaba era qué tipos de pruebas hay, ¿no?
Yo, a ver, pruebas creo que pueden haber de muy diferentes, pero bueno, creo yo que, a ver, expuestos estamos todos a pasar pruebas.
No por ser cristianos estamos exentos de pasar pruebas, porque si no, pues nuestras iglesias estarían a tope de gente, ¿no?
Porque la verdad es que pruebas estamos todos expuestos a tener en esta vida.
Ahora, yo creo que la diferencia primordial es si las pasamos con Dios o las pasamos sin Dios, no sé.
Y es verdad que hay muchos tipos de pruebas, porque podríamos empezar a hablar, ¿verdad?, de esas pruebas a veces de tipo físico,
como pueden ser a veces las enfermedades o discapacidades, y también las de tipo psíquico, ¿no?, que las hay, ¿no?,
sobre todo en cuanto a veces caracteres, temperamento, identidad, complejos, dificultades de control, en fin.
La verdad es que también se podrían hablar de las pruebas de conflicto, de relaciones, relaciones a veces familiares, relaciones con amigos,
relaciones, en fin, con la misma iglesia o con el entorno en donde vivimos.
También podríamos hablar de las pruebas económicas.
Las laborales.
Y además en estos días que estamos pasando de crisis y todo esto económico, pues se están dando muchas situaciones económicas en familias,
las de tipo también evidentemente laboral, porque el paro va aumentando cada vez más en esta sociedad que tenemos últimamente,
donde se están disparando las cifras, y es toda una prueba para algunas familias.
Y, claro, aquellas que ya son, digamos, podríamos decir, límites, como a veces en esos lugares, en otros países de nuestro planeta,
donde se llegan a dar persecuciones, como en las épocas aquellas del primer siglo del cristianismo,
donde parece mentira, pero en pleno siglo XX, XXI, perdón, tenemos todavía una serie de países
donde están persiguiendo a los cristianos y están incluso cerrando algunas iglesias,
y están metiendo en la cárcel a pastores y cristianos de estas iglesias, incluso llegando a ciertas torturas.
O sea que es algo que está ahí todavía, ¿no?
Hay pruebas.
Claro que son pruebas que, como dices, llevan a situaciones límite según qué personas, ¿no?
También veía yo las noticias esta semana con el tema de los desahucios,
con todo el tema de la gente que vienen y las echan de su casa,
cómo personas se han encontrado en el límite de acabar incluso con su vida.
Y esto es algo dramático, es algo tremendo, de lo cual, como decía Selvira,
no estamos exentos de pasar ese sufrimiento y ese dolor.
Pero, claro, la gran pregunta que quizás están haciendo los oyentes en este momento es
¿y por qué Dios entonces permite la prueba?
No sé qué pensáis al respecto, pero...
Hombre, pues yo la verdad es que veo que, ante todo, cuando el Señor permite la prueba,
evidentemente tiene de fondo un aspecto pedagógico,
una enseñanza importante para nuestras vidas.
No son estériles las pruebas, no son caprichosas,
tampoco son, digamos, como una especie de como si Dios quisiera darnos un garrotazo.
El castigo, ¿no?
Como un castigo, ¿no?
Porque, no, la verdad es que el resultado de aquellas preciosas palabras
que ya encontramos en aquel personaje del Antiguo Testamento, Job, ¿no?
Que, por excelencia, parece ser que es el personaje al que siempre aducimos como hombre
que tuvo que soportar las pruebas más complicadas y difíciles, si vemos en la Escritura, ¿no?
Pero vemos cómo no fueron estériles para él, porque él mismo llegó a hacer una confesión preciosa
tras haber pasado esas situaciones de calamidad y tribulación, dice, refiriéndose a Dios, ¿no?
Dice, de oídas te había oído, dice, pero la verdad es que ahora mis ojos te ven, ¿no?
Entonces, ¿cuál es la conclusión de esta frase?
La conclusión es que, a fin de cuentas, Job pudo experimentar un encuentro personal muy íntimo con el Señor.
Había oído del Señor, dice, pero ahora te conozco.
Es decir, esas pruebas le llevaron a tal intimidad con el Señor
que llegó a experimentar su presencia de una manera vigorosa, ¿no?
Y, claro, además, también es verdad que la Palabra de Dios nos dice que en medio de esas pruebas
también el Señor sabe hasta dónde podemos nosotros llegar.
Por lo tanto, como dice Pablo, ¿no?, a los corintios, dice,
fiel es Dios que no os dejará ser probados más de lo que podáis soportar.
Claro, esto es muy interesante porque quizás hay oyentes que pueden llegar a pensar,
bueno, es que Dios parece que disfruta, entonces, con las problemáticas o con las pruebas del ser humano.
Y es todo lo contrario, o sea, a Dios ni disfruta ni le interesa castigar a nadie ni nada por el estilo.
Es todo lo contrario. Dios quiere nuestro bien.
Yo lo que pienso es que...
Nunca actuará para nuestro mal.
Exactamente. Y de todas maneras, muchas veces, las pruebas que vivimos son consecuencias de la vida en sí misma.
Porque, por ejemplo, yo que puedo hablar de la prueba de la enfermedad por el cáncer,
sí que puedo pensar, es que Dios me estaba castigando por algo, ¿no?
Es la consecuencia que se vive, pues, de la vida que hemos generado el propio hombre, ¿no?
Y es consecuencia.
Ahora, yo voy más aquí de la cuestión de cómo pasamos las pruebas cuando las estamos pasando.
Porque yo para mí, personalmente, para mí, como dice el apóstol Pablo,
dice que en la debilidad es cuando se perfecciona el poder de Dios en nuestras vidas.
Y esto es un hecho real, porque cuando tú estás pasando una prueba límite, tocas fondo.
Llegas a tocar fondo de una manera de decir, Dios mío, ¿y por qué a mí?
¿Y por qué me ha tocado a mí? ¿Y por qué...?
¿Vale? Pero llegas a tocar fondo, pero si tienes fe en el Señor...
Y por eso decía antes, es muy diferente pasar las pruebas con Dios que sin Dios.
Para mí lo importante es haberlo tenido a mi lado, porque sé que Él es el que me ha hecho salir del pozo, de desesperación, ¿no?
De ese momento en que estás pasándolo tan mal que dices, Dios mío, ayúdame, ¿no?
Y por eso digo que el vivir y pasar las pruebas con Dios es totalmente diferente.
Es totalmente diferente.
Además, comentabas el ejemplo del apóstol Pablo, precisamente.
Él tuvo que pasar una gran prueba en su vida durante toda su vida, porque el Señor no se la quiso quitar.
No se la quiso quitar.
Además, todo apunta a que era un problema de visión.
Así que, fijaos, para él, que todo su trabajo dependía de su visión, tuvo que depender de otras personas que le ayudaran, por ejemplo, a escribir las cartas.
Por lo tanto, una gran lección de humildad tuvo que aprender, ¿no?
Entonces, es ese carácter pedagógico del cual estabas hablando, Josué, ¿no?
Que Dios, evidentemente, no quiere nuestro mal, porque iría en contra de su carácter.
Claro, claro.
Sino todo lo contrario. Quieren nuestro bien.
Y nuestro bien, para nuestro bien, si el Señor tiene que pulir cuestiones en nuestra vida, como le pasaba al apóstol Pablo en cuanto a su humildad, y él mismo lo reconoce, pues dice...
Es que has dicho una cosa muy importante, porque yo creo que también la palabra clave es la dependencia.
Cuando tú llegas a aprender que dependes de él y que de esa prueba puedes aprender a que no soy nada, si es que no soy nada, tengo que depender de Dios, que es uno de los males de nuestros días, es el que muchas veces la gente de Dios no quiere saber nada y menos depender de él, ¿no?
Porque cree que con sus propias fuerzas y con sus propios méritos no hace falta depender de nadie, ¿no?
Entonces, yo creo que para mí la gran lección que se puede sacar muchas veces es eso, aprender a depender de Dios, que nuestra vida está en sus manos.
Claro, quizás por eso cuando nuestros oyentes también se pueden estar preguntando, bueno, ¿y cómo poder encontrar la salida a esa prueba? ¿Cómo lo podemos hacer?
Yo creo que, y esa es una buena interrogante, ¿no? Porque ya que todos tenemos que pasar a lo largo de nuestra vida una prueba u otra, o varias, pues la verdad es que tenemos que un poco decir, bueno, ¿y cómo? ¿Cómo pasar eso con Victoria, no?
¿Cómo pasar eso encontrando la salida? Bueno, y yo creo que eso de alguna manera se forja también con un camino, digamos, paciente.
La prueba, yo creo que hay que tomarla con paciencia. Y tomarla con paciencia de alguna manera viene a indicar que debemos de tomarla con aceptación.
Muchas veces nos revelamos y perdemos el control y los nervios y lo tiramos todo a perder.
Pero si sabiendo que hay que pasar esa prueba y que además va a ser útil y necesaria para nuestro crecimiento espiritual, pues tenemos que aceptarla,
tenemos que pasar ese tiempo de aceptación y además en ese trayecto de aceptación yo creo que va a ir viniendo esa maduración también espiritual, ¿no?
Fijaros de alguna manera cuál fue en realidad el secreto que llevó al apóstol Pablo a soportar las pruebas de su vida.
Pues precisamente la plena suficiencia en Cristo Jesús. Él estaba totalmente confiado en Él y ese era el principal estímulo para poder pasar por medio de la tribulación.
Saber que el Señor le iba a dar todo lo que necesitaría en medio de esas circunstancias, ¿no?
Me parece interesante lo que estás diciendo, ¿no? Porque además la palabra también lo dice de una manera muy clara, ¿no?
Que es el Señor mismo el que da la salida. Juntamente con la tentación hay un versículo, 1 Corintios, también lo dice Pablo, ¿no?
Capítulo 10, versículo 13, dice, bueno, es verdad que seremos tentados, como decías, por Satanás, que es el primer interesado, ¿no?
En que tú no quieras saber nada de Dios ni que Dios haga obre en tu vida, ¿no? Ni haga nada en ti, ¿no?
Pero no te preocupes, si tú confías en Dios, Él te va a ayudar a superar no solo esa tentación, sino que te va a dar la salida.
Tú muchas veces no sabes cómo van a ir las cosas, pero Él sí que lo sabe. Entonces ahí está lo de la dependencia que estábamos hablando antes, ¿no?
Sí, porque a veces también no solamente es la… a ver, creemos en pruebas a veces solamente que fueran enfermedades o casos extremos, pero es que es constante en la vida.
Porque nosotros podemos decir a este nivel, otras personas pueden decir a niveles de decisiones importantes que tienen que tomar de sus vidas,
que dependen de lo que vayan a contestar o cómo van a reaccionar, pues irse hacia un camino u otro, ¿no?
Son muchos detalles que yo creo que fue una pasada, es que Pablo el decir que… porque para mí el vivir es Cristo y el morir ganancia, ¿no?
Eso era la dependencia por excelencia, ¿no? De llegar a decir, bueno, dependo de Dios hasta el momento de decir, bueno, si pierdo la vida, para mí es una ganancia, ¿no?
Y además yo creo que deberíamos de entrar en esa situación de pruebas con un cierto espíritu positivo, no negativo.
Y ese espíritu positivo en realidad muchas veces se basa que en medio de esa prueba no nos quedemos con la oscuridad, sino con la luz, que sabemos que vamos a ver al final.
En medio de esa prueba que en realidad hablemos de victoria en Jesús más que de derrota, que a veces somos muy derrotistas, ¿no?
Y que en medio de esa prueba, en vez de vernos paralizados por esa situación, que nos veamos fortalecidos por la gracia de Dios, que es la que nos va a dar también la salida.
Yo recuerdo aquello también que encontramos en el Antiguo Testamento, ¿no?
Que a veces la Escritura nos dice que somos como vasos de barro, somos como vasos de barro, es decir, humanamente débiles, humanamente vulnerables, y en estas situaciones de prueba.
Pero recordemos que esos vasos de barro se pueden convertir en vasijas de oro cuando están en manos del alfarero.
Y nuestro alfarero es Cristo, ¿no? Es el Señor, que es el que tiene el poder para ir perfeccionando en nuestra debilidad su poder, ¿no? Y fortalecernos.
Está claro que en Cristo se adquiere esa perspectiva de la prueba positiva en cuanto al propósito que hablábamos inicialmente al principio, ¿no?
Y realmente hay muchos versículos que nos hablan de esa realidad.
No porque lo diga la palabra, que es evidentemente, ya la creemos porque viene directamente de Dios, sino como en nuestro caso, o tú, Elvira, como hablabas, ¿no?
La has podido también experimentar.
No solo la teoría, lo que conocemos, de lo que Dios ha dicho, sino que la has podido experimentar en tu vida, ¿no?
Y hay un versículo que habla precisamente de eso, que todas las cosas ayudan a bien al final cuando realmente tienes esta perspectiva de tu relación con Dios, ¿no?
Si Dios es lo primero, si confiamos en Él, Él dará esa salida y todo va a ayudar a bien al final, ¿no?
Y recordaba un caso de un joven también que nos cuenta el Antiguo Testamento en Génesis, que es José, que además acabó siendo gobernante de Egipto.
O sea, no estamos hablando de cualquiera, ¿no?
Pero ahí hubo un montón de historias entre las cuales sus hermanos, por envidias, etcétera, etcétera, lo vendieron a unos mercaderes, como se traficaba, bueno, esto del tráfico de personas lamentablemente continuaba vigente en algunos lugares de este planeta todavía.
Pero en aquel entonces también se vio vendido, despreciado por sus hermanos, tuvo que ser encarcelado.
Bueno, pasó un montonazo de historias y al final él mismo, con toda una prueba, no una prueba y pruebas en su vida, puede llegar a expresar ante sus hermanos, aquellos que lo habían vendido, que lo habían despreciado.
Dice, no, no, no, es que Dios ha dirigido todas estas cosas, ¿no?
Ha habido propósito. Vosotros pensasteis mal contra mí. La vida es dura, la vida viene llena de pruebas y muchas cosas.
Muchas de ellas producidas por el propio ser humano, sus hermanos, en este sentido, ¿no? Con José.
Sin embargo, Dios es el que le ha dado la vuelta a la tortilla, la vuelta al calcetín, como solemos dar, ¿no?
Y menos mal que lo hacemos.
Vaya, menos mal.
Exacto.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
Vaya, menos mal.
A ti te promesa
Y si no es así, pues pensarlo
Dedicar un tiempo para pensar
Que es Dios para vosotros en vuestras vidas
Pues bien, hasta aquí el programa de hoy
Muchas gracias por habernos acompañado esta mañana
Deseamos que el programa de hoy
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Nos volveremos a encontrar aquí
El próximo domingo
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Que tiene por objetivo
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La palabra de Dios
Que es la Biblia
Que Dios os bendiga
¿A dónde irá?
¿A dónde irán veloz y fatigados?
¿A dónde irán veloz y fatigados?
La golondrina que de aquí se va
Por si en el viento se hallará extraviada
Está buscando abrigo
Hoy no lo encontrará
Junto a mi lecho
Le pondré su nido
En donde pueda la estación pasar
También yo estoy
También yo estoy
En la región perdida
Oh cielo santo
Oh cielo santo
Y sin poder volar
Dejé también
Mi patria idolatrada
Esa mansión
Que me miró nacer
Mi vida es hoy
Errante y angustiada
Y ya no puedo
A mi mansión volver
Ave querida
Amada peregrina
Mi corazón
Al tuyo acercaré
Voy recordando
Voy recordando
Tierna golondrina
Mi patria
Mi patria
Y lloraré
Mi patria
Y lloraré
Mi patria
Ave querida
Ave querida
Amada peregrina
Mi patria
Y lloraré
Mi patria
Y lloraré
Y lloraré
Y lloraré
Y lloraré
Y lloraré
Y lloraré
Tu y yo acercaré, voy recordando, tierna golondrina,
recordaré mi patria y lloraré.