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Doncs ara tot seguit us podem parlar del col·loqui del balanç històric
des del franquisme fins als nostres dies que es fa avui
a la Universitat Rovira i Virgili.
Es farà a l'Aula Magna del Campus Catalunya,
de fet, a aquesta hora del matí, entre les 10 i les 11,
la conferència es farà a les 11 i anirà a càrrec del doctor Alberto Reig,
i és professor de la Facultat de Ciències Jurídiques
de la mateixa Universitat Rovira i Virgili.
Alberto Reig, què tal? Molt bon dia.
Hola, bon dia.
Bé, és un acte que recordem es fa en aquest balanç històric,
però en el marc de la comemoració del ja 75è aniversari
del conviat dels brigadistes internacionals
que van prendre part, no?, de la Guerra Civil al costat de la República.
Sí, exacte, però una pequeña matización.
O sea, en realidad lo que me han pedido en el marco
de este 75 aniversario de la despedida de las brigadas internacionales
es una reflexión del mal llamado revisionismo histórico
en torno al franquismo, a la Guerra Civil en general,
que es en concreto sobre lo que se me ha pedido que hable
y sobre lo que voy a hablar.
¿Y qué es lo que explicará Alberto a partir de las 11 en esta conferencia?
Para empezar, que es un mal llamado revisionismo histórico
y que el revisionismo tiene otra significación
y que aquí no ha habido un revisionismo histórico
como lo ha habido en otros países de Europa.
Aquí no ha habido un Arnault, un Renzo de Felice
o un François Fouret, por poner un ejemplo.
Aquí lo que ha habido es lo que más bien cabría calificar de negacionistas,
que es otra cosa.
Se aplica el término negacionistas a los que niegan el holocausto judío
y aquí por extensión lo podemos aplicar a aquellos que niegan
la realidad histórica y política del franquismo,
presentándolo poco menos a estas alturas del curso,
como suele decirse, pues como una especie de salvador de la patria
que impidió que entráramos en la Segunda Guerra Mundial,
que nos libró, en fin, del comunismo,
que habría sido peor si triunfa la república, etcétera, etcétera.
Por ahí van los tiros, ¿no?, por decirlo así.
Más que una conferencia que además resultaría un poco aburrida
sobre la historiografía, digamos, del franquismo.
Porque hoy en día, después de 30 años de democracia,
hay que decir que la bibliografía contemporaneísta
sobre la república, la guerra civil y el franquismo
goza de muy buena salud.
Se publican cantidad de libros espléndidos
y verdaderamente estos brotes de mal llamado revisionismo
son insólitos y no habría que prestarles la más mínima atención
si no fuera por como...
Aunque yo creo que ya están en decadencia,
como yo les digo a algunos colegas,
es que uno de ellos, con un solo libro,
vende más que toda la historia profesional junta.
Evidentemente no van a desplazar el estado de la cuestión
historiográfico serio y riguroso que hacen los investigadores,
pero a nivel de masas, o sería mejor decir de subcultura de masas,
digamos que tiene una influencia tremenda,
porque dominan los medios de comunicación,
no es necesario citar periódicos, canales digitales,
en fin, emisoras de radio, en que están todo el día machacando,
porque en el fondo no es una cuestión historiográfica
lo que se debate, sino es una cuestión política,
en que la izquierda naturalmente y los nacionalistas,
en fin, contrarios al nacionalismo, en fin, extremo español,
pues son los malos de la película y los causantes de todos los males de la patria,
por citar el famoso libro de Lucas Mayada.
¿Quién hauria de prendre el primer pas?
¿Quién hauria de liderar aquest canvi?
¿En quina taula ha d'estar actualment la pilota?
Yo creo que lo que deben o debemos de hacer los profesionales,
sencillamente, es no abandonar,
lo que pasa es que, claro, no se puede estar en misil repicando.
Con el tiempo que uno de estos, en fin, mal llamados, repito,
no quiero utilizar otros términos,
más descalificatorios o insultantes, revisionistas,
publican algunos como, bueno, este lo voy a citar,
César Vidal es capaz de publicar 26, 25 o 27 libros al año.
Es evidente que no los escribe él
y que tiene un ejército, como se llama en términos técnicos,
de negros, de cost writer, que dicen los anglosajones,
que le escriben los libros.
Él pone el sello y vende el producto,
la gente ve como que se compra una corbata de Hermès,
ah, una corbata de Hermès, pues era buena,
pues ven César Vidal, ah, pues se me garantiza,
en fin, la historia de verdad y no la que me cuentan los rojos.
Y entonces eso es un negocio, digamos, editorial.
En el tiempo, ya digo, él escribe o publica 26 libros al año
de las cosas más, yo qué sé, las fosas de Catín,
las brigadas internacionales, la reina católica, el judaísmo,
en fin, o sea, las cosas más ultrapélicas que uno,
raras que se pueda imaginar, biografías de Lincoln,
o sea, le da para todo, ¿no?
Pues claro, un historiador serio se tira cuatro años, ¿no?,
para publicar un libro serio, porque acude a los archivos,
esto es para empezar, no saben lo que es un archivo,
no lo han visto ni en fotografía.
Escriben, por ejemplo, este caballero fusiló un libro
sobre las brigadas internacionales del año 74, de Castells,
que hasta hace relativamente poco tiempo, pues era libro de referencia,
pues simplemente dándole la vuelta a la tortilla,
diciendo justo lo contrario de lo que él decía,
bueno, claro, con las tesis preconcebidas,
y fusilándole todas las fuentes que Castells ponía en su libro
como si las hubiera usado él.
¿Me explico?
Sí, sí.
Y, por supuesto, sin haber puesto para nada un pie
en los archivos de las brigadas internacionales,
entre otras razones, porque había que ser a Moscú,
conocer un poco de ruso, etc., etc.,
y ese tipo de cosas se los están haciendo muy recientemente, ¿no?
Porque el que escriuen los historiadores seriosos
arribi al gran público, ¿qué creu que es podría hacer, Albert?
Pues deberían, quizás, de no bajarse algunos de la Torre de Marfil
y procurar hacer buena divulgación.
Claro que no todo el mundo tiene buena pluma
y la mayor parte, pues, en fin, está, como he dicho yo,
que sí que he bajado al ruedo y a unos les ha gustado
y a otros, pues, antes de escribir un libro que dediqué dos
a esta gente, pues, incluso hay alguno que dice
que qué pérdida de tiempo, que el tiempo que he dedicado
eso lo podría haber dedicado a cosas más sustanciosas.
Es un punto de vista que yo comprendo
y muchas veces, de hecho, me empujaron
y me forzaron mucho a escribirlo.
No me apetecía demasiado, pues, es bastante aburrido
y, desde luego, pues, no aprende uno nada.
Pero, no sé, más lo hice por conciencia, digamos,
política o social que por necesidad historiográfica, ¿no?
Porque se descalifican a sí mismo
en cuanto uno empieza a leerlos, ¿no?
Yo me acuerdo que un amigo me regaló un libro muy famoso,
Los mitos de la guerra civil.
Mi amigo es un hombre de izquierdas
y me regaló este libro, que es de uno de estos caballeros
muy conocido, aunque intenta engañar a la gente
de que fue un militante de un grupo extremista
en tiempos del franquismo y yo no me lo creo
y le he sugerido que presente los papeles policiales
y judiciales que demuestran que perteneció
a la organización a la que perteneció
y, naturalmente, se cuida muy mucho de mostrarlos
porque tengo el absoluto convencimiento
de que era, pues, un policía infiltrado
en ese tipo de organizaciones políticas,
que es una historia muy vieja que conocemos todos, ¿no?
Y luego, además, que incluso les ayuda a vender sus libros
porque muchos, pues, eso lo consideran, hombre,
si es un hombre que ha pertenecido a un grupo
de extrema izquierda y ahora se ha caído del caballo,
que es lo que ocurre mucho con los conversos, ¿no?
Y no necesitamos poner nombres, son los más duros
y los más radicales y se pasan de un extremo al otro
con lo cual, pues, siguen estando donde estaban, ¿no?
Entonces, lo que habría que hacer es, sencillamente,
pues, tratar de participar más en los medios,
de ir más a la radio, pero yo también lo entiendo,
claro, lo consideran una pérdida de tiempo.
Son gente seria que está dedicada a sus cosas,
a rellenar lagunes en el campo de la historiografía.
Es un problema difícilmente soslayable.
Se da la paradoja, en los últimos momentos de la dictadura,
pues, había revistas como Triunfo, como Cuadernos para el Diálogo
y todas estas fueron cayendo con la instauración de la democracia.
Y ahora mismo, pues, claro, hay que tener dinero
para invertir en emisoras de radio, en canales, digamos, de televisión
y luego, además, porque la gente seria no va a hacer lo mismo
que es responder a su propaganda con otra contra propaganda
de signo distinto, ¿no?
No sé si me estoy explicando.
O sea que es una especie un poco de callejón sin salida.
No van a mover una sola página de la historia seria que se hace de verdad,
pero como lo usan, además, como instrumento de política presentista,
porque el fondo es político,
en el momento que está la izquierda en el poder,
pues, le dicen que, bueno, que ya sabemos quiénes son estos,
que la revolución de octubre del 34,
que si los bolcheviques, que si la Frente Popular,
que si Stalin, oye, ¿de qué me está usted hablando?
Porque el fondo siempre es ese, ¿no?
Que la izquierda o los nacionalistas no españolistas acérrimos,
acérrimos, ¿no?
Son los que siempre montan el tinglado
y hacen que venga la gente de bien y la gente sensata a ponerlo en casa.
Des del punt de vista del rigor histórico, Alberto,
i aprofitant que estem en un mitjà de comunicació,
en una emissora de ràdio,
què podem explicar al gran públic,
o què vol explicar al gran públic
sobre aquests brigadistes internacionals
que van estar al costat de la república?
Bueno, pues, que lean libros serios,
que vayan a una librería y se dejen asesorar,
y se dejen asesorar.
Y, claro, un libro serio es más...
Existe un poquito más de esfuerzo de lectura
que estos libros de divulgación que se hacen para ser digeridos.
Eso es un poco como la comida rápida, ¿no?
Pues, bueno, pues, claro,
no puedes pretender que en un McDonald's o en un Burger King, ¿no?,
pues, te den, en fin, una hamburguesa como Dios manda,
que siempre, pues, te la vas a preparar tú mejor en tu casa
con carne seleccionada y siguiendo los protocolos
y procedimientos habituales.
Lo que pasa es que hay mucha gente que tiene mucha prisa
y, entonces, pues, necesita que le den ya deglutido algo, ¿no?
O sea, la lectura es una interrelación
entre el escritor y el lector,
y el saber, pues, no es ya que ocupe espacio, sino tiempo.
Y como vivimos en una época tan apresurada,
pues, la gente lo que hace muchas veces
es leerse la contraportada de los libros, ¿no?
Yo he escrito más de 800 páginas
desmontando, pues, en fin, en dos libros,
desmontando los planteamientos de este señor
y descubrí ingenuamente por mi parte
que no se tomaba la molestia de leerlos
para, digamos, contraatacarme o desmontar mis argumentos,
sino sencillamente, pues, descalificaciones, insultos
y propaganda, digamos, pues, por los blogs
y por las emisiones de este tipo,
pero no, ninguno de ellos, es claro, se va a encerrar, ¿no?
A tratar de analizar o desmontarte tu propia obra
porque eso, pues, requiere tiempo y lectura
que es lo que ellos no están dispuestos a hacer
porque, repito, es una lucha política,
no es una lucha historiográfica.
Doncs avui hem parlat d'aquesta lluita
el doctor Alberto Recha.
A partir de la Sonsa, recordeu el campus a Catalunya,
concretament a l'Aula Magna, del campus a Catalunya,
Sí, a l'Aula Magna, sí.
Vindran, com dèiem abans, també un parell de brigadistes veterans,
no?, segons el senyor Explica.
Penso que sí, no?,
hi ha algú que encara està viu, sí.
Doncs, Alberto Recha, que vagi molt bé la conferència,
recordem a partir de la Sonsa,
i ha estat un ple, com sempre. Gràcies.
Bé, doncs moltes gràcies a vosaltres.