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Arxiu/ARXIU 2013/JA TARDES 2013/


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Time transcribed: 11d 8h 7m 46s

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Muchas gracias. Buenas noches, jóvenes.
Yo antes hablaba siempre del sexo,
pero lo he dejado porque, la verdad,
a mí el sexo ya me parece que es un tema que está muy sobado.
El mío, sin duda, la verdad.
Yo creo que es verdad, reconozcámoslo, el sexo es lo fácil.
Habiendo dinero...
Además, estoy harto. He dejado hablar de sexo
y, además, he dejado hablar de sexo para siempre,
porque era una manera ya de hablar siempre del sexo
y ya de una manera que te encasillan
y ya parece que solo sabes hablar de eso
y, Dios mío, esta manita me está poniendo.
¡Basta! He dicho que lo he dejado.
Ahora voy a hablar de algo que no tenga nada que ver con el sexo.
Voy a hablar de las situaciones embarazosas.
Por los pelos, la verdad.
Por ejemplo, el teléfono móvil es un aparato cojonudo
para llevarte a una situación embarazosa.
Yo, por ejemplo, cada vez...
Él es Carlos Ramos.
Y el tindrama Ketijaus
ha partido a dos cuarres a Don Radarani, a la sala Highland
y ahora vía telefónica.
Carlos, buenas tardes.
Hola, muy buenas tardes.
Madre mía, lo que estáis poniendo...
Justo, ¿eh?
Ese sonido, madre mía.
Eso tiene más años que la estaba.
¿Cuántos años?
Mira que te lo iba a decir, tío.
¿Cuántos años?
¿Qué recuerdos te debe haber llegado de golpe así en la memoria?
Claro, no.
Además, unos recuerdos que precisamente creía que ya había borrado.
¿Qué dices?
Pero hay cosas que se persiguen.
¿Qué me dices?
Eso, eso...
Pues es del 2003, me parece.
Uy, aquí al lado, aquí al lado, bajando mano derecha.
Lo tengo el 2003, ¿eh?
Sí, pero fíjate que tengo grabados en Paramount Comedy, han emitido ocho monólogos míos
y ese es el que no me gusta.
¿Qué dices?
¡Justo!
Sí, como te lo digo.
¿Por qué?
Sí, no lo volví a hacer.
Lo hice cuatro veces, la cuarta vez que lo hice, lo grabé y ya no lo volví a hacer.
Bueno, también es un experimento también que hice y tal, pero sí.
Claro, claro.
Es el aprender, el aprender encima del escenario.
Eso es.
Ya has visto que has dicho, no me ha gustado y te lo he cortado enseguida, ¿eh?
Sí, sí.
Lo has notado, ¿no?
Sí.
Bueno, yo no sé cuánto tenías pensado poner.
Como lo ponga entero, yo me voy.
Todo, todo.
Todos los 18 minutos estos que hay, porque además está la primera parte, la segunda y
la tercera.
Muy bien.
Bueno, aquí tenemos...
Fíjate, pues ya verás que sí, porque eso seguramente sea de YouTube, que hay un comentario
de un tal Carlos Ramos que dice, por Dios, quitad esto de aquí.
No, pues hay otro, hay otro en el 2008, porque pone subido en el 2008, que esto de aquí
es de juego para no querer hablar de sexo, que pone, monólogo buenísimo de Carlos Ramos.
Sí.
Pero yo creo que igual es el mismo, no lo sé, no lo sé.
Y luego pones el tuyo que pones, esto es lo peor que he hecho.
Ese, pero si es este, es este.
¿Pero por qué?
Pues si no está mal.
Ah, pues mira...
Carlos, es que tú abusas, tú abusas de tu confianza mismo.
Claro.
Pues imagínate cómo serán los demás.
Los demás sí que son buenos.
No, hombre, no.
¿Ves?
Y seguramente que en lo que nos traerá esa tarragona todavía es mejor.
Hombre, por supuesto.
¡Hombre!
¿Dónde vamos a parar?
Claro.
Si algo tiene el hacer mucho y el arriesgar y que te salgan cosas malas es que al final
lo que uno hace ya es lo fino, fino como el coral.
Pues claro, y además vas puliendo, vas puliendo, vas haciendo.
Claro, uno mejora con los años.
Hombre, eso siempre con el vino, con el vino.
Con el vino, sí, con el vino mejor bastante.
Y unos ánimos, unos fiestas.
Con dos copas mejor un montón.
Sobre todo si los tomáis vosotros.
Hombre, aquí ya tienes el éxito asegurado ya, ¿eh?
Sí, señor.
Porque tú sabes que la gente, cuando vamos un poquito más contentos, aparte de decir
verdades, que no sabes de dónde las sacas, pero lo dices, nos da aquella risa floja.
Sí, sí.
¿No?
Bueno, a veces, sabes, lo que pasa es que hay un punto ahí, no te creas que a nosotros
los cómicos de, hombre, que la gente esté a gusto y se toma una cervecita o un vino,
es fantástico.
Está bien, sí.
Un cubata es fantástico.
Pero claro, cuando hay gente que ya a la tercera, cuarta copa ya empieza a contestar
y tal, ya se pone, es como que está a tu nivel y...
Sí, sí, que ya ha cogido confianza, ¿no?
Claro, lo que nosotros llamamos los hecklers, que es un término anglosajón,
que, vamos, que es el gamba de toda la vida y que hay que torear también.
Ahí está, el alcohol está ahí, ahí, ahí.
Y que te debes encontrar, yo espero que poquitos, ¿no?
No, alguno hay, como las meigas.
Son aquellas leyendas urbanas que sabes que existen y que de tanto en tanto te encuentras
una, ¿no?
Uy, te das igual al catalán que al gallego, ¿eh?
Qué fuerte.
Para que veas, ¿eh?
Pum, pum, pum, lo que tú me dices.
Sí, sí.
En Tarragona, precisamente, voy a hablar de Cataluña, porque yo siendo madrileño
y teniendo una mujer catalana que tengo, de Girona, Gironina.
Gironina, muy bien, muy bien.
Claro, claro, algo habrá que hablar de nuestra preciosa relación.
Se te nota, ¿eh?
Carlos, yo no te volía decir, se te nota, ¿eh?
Gracias, gracias.
Sí, gracias.
Hombre, que vence que ya dale, ¿eh?
Sé decir tres cosas en catalán, pernil, suc de toronja y un otro peaje, no fotis.
¿Veus?
¿Veus?
Ahora ya sabes lo mal que lo pasamos aquí en Cataluña, ¿eh?
Hombre.
Te das cuenta, ¿eh?
Te das cuenta.
Cuando voy a ver a los suegros, y cada cien metros otro peaje, pero si he pagado hace
un rato, si yo todavía con la mano al peaje de antes.
Sí.
Y además, y después dicen, no, no, si ahí en Cataluña es que tenéis lo que queréis.
Sí, en peajes todos.
Sí, sí, sí.
Ahí tienes para hacer cachondeo, que no te lo quitarías, bueno, en meses, en meses.
Lo sé, lo sé, lo vivo, lo vivo.
Lo vives intensamente, ¿no?
Lo vives, me imagino, me imagino.
Carlos, ya sabes que tienes clase de aquí a nada, y que no queremos entretenerte mucho
más.
Sí, correcto.
Explícame qué es lo que nos dirás este jueves, de qué nos hablarás.
Aquello, nada, poquito.
Sí, pues ya te digo que habrá algo de nuestras relaciones de madrileños y catalanes.
Bueno, más bien de vosotros, de los catalanes.
Ah, ya estás, ya estás.
Sí, de los catalanes, por ejemplo, hay que hablar.
No voy a hablar de, cuando he estado, voy bastante a Cataluña a trabajar y eso, y por
ejemplo, sé que, o sea, que hay temas que sí se hablan a menudo, ¿no?
Pues que sí los agarrados y tal, pero yo no voy a lo más típico, pero sí los catalanes
me interesan mucho.
¿Sí?
Y sí, sí, sí.
Muy bien.
Y luego, pues, hay una cosa que la gran parte, el 40-50% de mi espectáculo es improvisado,
con lo cual es difícil decirte qué va a salir.
Improvisado, pero no de sacar a gente del público al escenario, a que lo pase mal,
y eso, no.
No.
No.
Pero...
Pero la gente, no sabes lo que acabas de hacer ahora, toda la gente ha dicho, uff.
Ya, ya lo sé.
Pero tú lo sabes, que la gente estamos ahí cohibidísimos.
Ya lo sé.
Porque dirán, uy, este hombre me han dicho que saca a la gente, y somos así como...
Claro, no, por eso lo digo, en cuanto digo, hay improvisación, pero el que improvisa soy
yo, o sea, que no saco...
Y todo es bien, bien.
Claro, y no me gusta reírme de la gente.
Nada, no.
Vamos, el primero que hay que reírse es de mí mismo.
Y si hablo de Cataluña, antes hablaré de mi barrio, que es Carabanchel, que es de
Madrid.
Qué majo.
Que vamos, que es como cualquier barrio marginal de Tarragona, que alguno habrá.
Sí, el mío.
Ah, pues mira, pues entonces ya compartimos algo.
Si quieres un día te hacemos un cambio así, una ruta turística, por aquí por Tarragona,
y a verás, qué majo es también, ¿eh?
Hombre, no, no.
Ya he estado en Tarragona, vamos, flipas.
Vamos, me encanta.
Un poquito de todo, ¿eh?
Un poquito de todo, como la piña del señor.
Claro, pues en Carabanchel no te creas que hay de todo, de todo.
Hay...
Hay lo que hay.
Bueno, de todas nacionalidades sí, pero de todo no.
Vale.
Un poquito no hay mucho.
No entramos en detalles, ¿no?
Eso es.
Muy bien, muy bien.
De todas las armas sí, pero de todo lo demás no te creas que tanto.
Pues casi como el mío.
Perdón, ¿eh?
Perdón, que te estoy interrumpiendo.
No te dejo hablar, ¿eh?
Que de verdad como soy uno de la radio.
Tú tranquila, tú tranquila que ya me tocará a mí en el escenario con el micrófono.
Aprovecharte.
Claro, o sea que no me importa escuchar de vez en cuando esa voz preciosa que tienes.
Qué majo, qué majo.
Ya que eres buena persona, ¿eh?
Sí.
Y eso, ¿para qué te voy a decir de qué más?
Pues eso, de todo.
Del mundo, de vosotros, de los catalanes, de los madrileños, de cómo bailábamos antes
y cómo bailamos ahora.
Es que es un poco de todo.
Y para pasarnos unas risas, que con los tiempos que están cayendo ahora mismo, ¿qué vale la
pena, no?
Sí, señor.
Sí, cantaré, pero improvisado, con lo cual no sabré todavía de qué voy a cantar.
El tema ya saldrá allí.
Sí.
Haremos, en fin, que es muy variado, es muy divertido y soy muy bueno, ¿sabes?
Lo que no sé es venderme.
Pero bueno, bueno, soy muy bueno.
Bueno, bueno.
Yo si quieres llamo a alguien que me diga lo bueno que también eres y ya está, ¿eh?
Eso.
Y hacemos un partener aquí.
Claro.
Ya van a coger que ella sí que me vende bien.
Sí, ¿no?
Después, antes de que cuelgues, me pasas, la llamo en un momento.
Eso.
Y como él tiene que ir a clase o tiene que ir a dar clases, pues ya me lo explicas tú,
ya me lo explica ella.
Vale, vale, ya te lo explica ella.
¿Qué está diciendo?
¿Qué está diciendo?
Por cierto.
Yo ahora voy a impartir clases, ¿sabes?
Lo que voy a hacer es impartir clases de improvisación.
Muy bien.
Sí.
Eso es.
Doy clases de...
Entonces viene la gente a aprender a improvisar, que también es una...
Es un arte, ¿eh?
Es un arte.
Sí, señor.
Porque además es lo que comentábamos antes, un poquito así medio en broma, medio en serio,
de las cosas que encima del escenario te puedes llegar a encontrar.
Claro, claro.
Claro, claro.
Bueno, sí.
¿No?
Y ahí es el momento de poder sacar ese genio o lo que tienes dentro de decir, pues mira,
vamos hacia la derecha porque ese señor me vendrá hacia la izquierda y a partir de
ahí controlar la situación, que al fin y al cabo es también lo que se intenta, ¿no?
Sí.
Yo creo que más que controlarla es adaptarse a ella, fíjate.
Vale.
Sacarle...
Partir de ahí.
Bueno, esto es lo que tengo.
Pues esto voy a aprovechar.
Voy a poner un ladrillo encima, no voy a cargármelo todo.
De acuerdo.
Y así funciona la improvisación.
Y, por cierto, después de la sala Highland que tenemos, recuerdo, este jueves, ¿hacia
dónde vas?
¿Dónde tienes más cosas?
Pues no te digo nada.
El viernes estoy en un pueblo de Benavente, vamos, Zamora.
Vale.
O sea, casi nada.
Buen recorrido turístico, ¿eh?
Eso es.
Pero gracias a Dios como vuelvo en el AVE y me cojo el coche y voy ahí.
Y el sábado estoy en Zamora otra vez.
Estamos todos los lunes en Madrid haciendo un espectáculo de improvisación en La Gran
Vía.
Y, en fin, de momento atareados.
¿Con lo de la televisión esa nueva de La Gran Vía también estáis?
¿Vosotros o qué?
No sé de qué me estás hablando.
No, nosotros estamos en un teatro, en la Chocita del Loro, Senator, que está en La
Gran Vía.
Y ahí estamos todos los lunes.
No sé qué es eso de la televisión nueva de La Gran Vía.
Sí, es que lo vi hace poquito por televisión, nunca mejor dicho, que hacían un reportaje
a los nuevos de televisión Gran Vía, porque Gran Vía como tal, como es tan elocuente,
es un sitio donde vive tanta gente, en el sentido de que hay mucho movimiento, han hecho
una tele que exclusivamente está dedicada a Gran Vía.
Por eso que tú es que estáis por allí y digo, seguro que os habéis encontrado a
la gente.
Pues ni idea.
Y que emiten, si no recuerdo mal, emiten a través de internet, exclusivamente.
¡Ah!
¿A que te suena algo?
No.
¿Ves?
Bueno, ya me dirás.
Que eres cruel y despiadado conmigo, seguro que lo sabes.
Y por no darme la razón...
No, no, no.
No tengo ni idea.
No disimules.
No soy de este país.
No, no, lo siento.
No disimules.
Acabo de llegar de China.
De China.
Has bajado del aceitunero que hay allí por ahí al lado.
Exactamente.
De Carabancher.
Del madroño.
Has bajado del madroño, te ha dejado el oso por ahí.
Exactamente.
Escapa corriendo y no sé dónde estoy.
Sí, sí.
Ahora, te digo una cosa.
No sé cómo acaba la entrevista.
Porque tenía previsto acabar con el monólogo que ese que no te gusta, que te encuentras
horroroso.
Y ahora, ya he encontrado uno que tienes unas chollas, así como unas merenas largas.
Digo, este tampoco le gustará.
Seguro que se está mejor.
Sí.
Sí, sí.
Seguro que lo quieres ese.
Vamos, ya te digo que el otro era lo peor que había, para mi gusto.
O sea, que cualquiera es mejor que eso.
Escúchate, escúchate.
Ay, Dios mío.
Si quieres te puedo dejar entrar por la puerta de atrás.
Sí, sí.
También te puedo dejar entrar por la puerta de adelante, si quieres.
Como si te tiras por la ventana.
¡Pero aleja eso de mi culo!
¿Te suena?
¿Te acuerdas?
Piden permiso porque estuve sin un mono.
Es que aquí tenías unos pelos así como respetables, ¿eh?
Sí, sí.
Te dejaste la merena, ¿eh?
Ese debe ser mi monólogo número cinco, me parece, o algo así.
Puede ser, puede ser.
Después ha habido otros tres.
Y, vamos, que es que además hemos apuntado justo a donde estaba hablando de sexo todo
el rato, que no es que yo hable de sexo todo el rato.
No.
No.
Es casualidad.
Pues sí, pues sí.
Lo he cogido al azar, que lo sepas.
Es verdad que al principio sí, incluso me lo pedían en Paramount.
Yo era el que hablaba de sexo, así que habla de sexo.
Y fui yo el mismo el que dije, mira, no quiero hablar más de sexo porque solo hablo de sexo.
Hombre, que me dirán que soy un poquito así como mirado, hombre.
Es que de verdad, ¿eh?
Ahora, como ya tengo pareja, ya no me obsesiona eso.
Claro.
Antes daba más corte, ¿no?
Ya nada lo mismo.
Ahí ya está.
Carlos, muchas, muchas, muchísimas gracias por atendernos.
Que vaya muy bien la clase.
Muy bien.
Muchas gracias.
Un besote muy gordo.
Y nada, que jueves a las diez y media de la noche te tenemos aquí en Tarragona en
la Sala Highland.
Muy bien.
Pasadlo muy bien y más bien que lo pasaréis el jueves.
Cómo lo sabes.
Gracias.
Hasta luego.
Un beso.
Gracias.
Adiós.
No existe.
Se llama agua.
Este sí.
El de antes es que me había equivocado, ¿no?
El coche sin motor.
Era mosto.
Se llamaba mosto el vino sin alcohol.
Con lo cual ya no tiene mucho sentido decir que el coche sin motor no se llama coche.
Se llama carro, ¿vale?
Y el sexo sin pareja no existe.
Se llama a un 806.
Pero, pero para qué, no entiendo, para qué los alimentos light si hay comida...
Por ejemplo, a mí me encanta la fruta, ¿ves?
Yo por eso, como me gusta tanto la fruta, en mi casa siempre tengo papel higiénico con
olor a melocotón.
No para mí, evidentemente, porque no llego.
Sería absurdo, tendría que estar...
Lo tengo para mis invitadas.
Porque yo siempre que meto la nariz en un culo, quiero que huela melocotón.
Si no...
Si no, ni me pongo.
Es tontería.