Bueno, amigos, he salido a romper el hielo.
Ya está, roto.
Bueno, esto es lo que pasa cuando se hace una lobotomía a los 5 años.
Bueno, y mi padre siempre decía, hijo, en esta vida hay dos maneras de ser feliz.
Una es hacerse la idiota y la otra es serlo.
Así que tú puedes ser una persona muy, muy feliz.
Lo cierto es que hoy estoy menos nervioso que otros días.
Todo gracias al consejo de mi amigo Nacho, que me dijo,
mira, tío, yo antes de subir al escenario le echo un polvo a mi novia y listo.
Así que eso lo he hecho. Por cierto, Nacho, recuerdo de parte de tu novia.
Aquesta mateixa nit el tenim aquí a Tarragona a partir de dos quarts d'onze.
Ell es el Flippi.
No tengo problema de lo nervioso.
I anem a saludarlo, que el tenim al telèfon.
Flippi, buenas tardes, ¿cómo estás?
Hola, buenas tardes, ¿cómo estás? Sí, muy bien.
Muy bien.
Tú ahora mismo me comentabas que en el tren, viniendo para Tarragona.
Sí, por eso, porque actuamos esta noche a las diez y media.
Y bueno, ahí las a la Highlander y tal.
Y espero que se anime la gente ahí.
Estaba mirando este y otros monólogos que he encontrado tuyos a través del YouTube.
Ya lo veía, ya lo veía, ya lo veía.
Tiene una edad, ¿eh?
Tiene una edad, sí.
¿Cómo cambiamos, eh? ¿Cómo cambiamos con los años, eh?
Cambiamos un poco, pero yo creo que cambiamos más físicamente que mentalmente.
Sí, hay un poquito de todo, ¿eh?
Hay un poquito de todo, hay un poquito de todo.
Explícame, ¿cómo te metiste un día a monologuista?
¿Cómo fue que encontraste por ahí otro camino para llegar a la gente, al humor?
Algo que yo creo que, por lo que se ve, te encanta.
No, por casualidad, fue porque realmente llamaron a mi hermano a trabajar en Paramount Comedy.
Mi hermano les habló de mí para hacer sketches y tal, porque yo escribía.
Sí.
Les presentamos una serie de sketches, les gustó.
Luego me preguntaron que si quería hacer monólogos, les dije también que sí.
y ya se arranca.
¿Y de esto hace...? ¿De cuánto tiempo estamos hablando?
De esto, del año 99. Hace mucho ya.
No, hombre, no hace tanto, pero te hemos visto por un montón de sitios.
El primer monólogo fue en el año noviembre del 99.
La primera vez que grabé algo para Paramount.
¿Y te acuerdas de qué iba ese primer monólogo? ¿Te acuerdas?
Bueno, la verdad es que fue una ruina. Bueno, sí venía, porque venía un videofanzine
en el Festival de Terror de San Sebastián.
Sí.
Y giraba en torno a eso, al cine de terror y, bueno, y a chorradas que me habían pasado allí.
Y iba de eso. Aparte, recuerdo la actuación perfectamente, porque...
¿Qué pasó?
Era para probar material.
Sí.
Había dos tipos bastante más mayores que yo, ensayando, etcétera.
Hicieron una actuación de 40 minutos cada uno y yo llevaba folio y medio.
Y yo me decía, bueno, me da la ruina a esta gente.
Se va a dar cuenta que yo ni soy profesional de esto ni idea.
Nada. Y bueno, hice la actuación con mucho morro y también muy tímido.
Y se arruyeron. Y bueno, me empezaron a llamar y tal. Y así, poco a poco.
Un poquito de suerte.
Hombre, ¿y con eso te fuiste a Estados Unidos, a Argentina, a Nueva York?
Y luego la verdad que luego he tenido suerte de trabajar en muchos sitios.
Sí.
Y en muchos sitios también siempre he sido una persona muy inquieta de estar probando hacer cosas diferentes y de juntarme con gente.
Y la verdad que sí. La primera vez que fui a Nueva York, pues tuve la suerte.
Es decir, que estaba con un amigo, que también era cómico.
y dijimos, oye, ya que estamos aquí, buscamos un local para actuar y probar material, a ver qué tal nos defendemos.
Y la primera noche, pues, en un restaurante mexicano.
Un restaurante mexicano.
En un restaurante mexicano.
Y luego ya actuamos en otro local, en inglés, pero muy poquito.
Cinco minutos.
Y la verdad que siempre he tenido un poco de suerte, porque luego, fíjate, allí conocí a una chica que era argentina,
que a veces ya trabajaba en una agencia de, bueno, que buscan gente por la calle y tal, que les cuadre por alguna razón.
Y me pillaron y luego hice ahí un anuncio para tarjetas visa, para prensa.
Qué bueno, ¿no?
Y me pagué todo el verano. Ya me he visto todo el verano.
O sea, que fue que...
Siempre, la verdad, he tenido mucha... no sé, o estar en el sitio adecuado o... no lo sé.
Eso quería decir, que te ha venido una cosa detrás de la otra, casi encadenadas, y dices, bueno, pero yo esto no lo busco,
pero es que me viene, tengo que cogerlo como tal, ¿no?
Siempre he tenido un poquito de suerte. También es verdad que procuro estar poco tiempo en casa.
Puede que sea eso.
Claro, como no tienen que venir a buscarte a casa, que ya te encuentran.
¿Y para qué?
Ahí salvo a venderte alguna biblia o alguien de abón, pero un poco más.
Oh, y toda la historia de los teléfonos móviles, gas y compañía.
Bueno, aparte de...
Eso sí que te vienen a buscar, ¿eh?
Eso sí.
¿Y cómo fue que entraste a formar parte de la familia del hormiguero? Porque también te tenemos ahí.
Bueno, mira, eso fue porque he organizado un festival de cine, peñista y comedia.
Sí.
Invité a la gente de No Somos Nadie a un premio, a Mejor Programa de Radio. Allí conocí a Pablo, a Juan, a Damián, a todos estos.
Sí, sí, a la familia del hormiguero, sí.
A la familia del hormiguero, me propusieron participar en el programa de radio y a partir de ahí pues ya salió el programa de televisión y bueno, y ya era parte de la familia.
Pero lo del científico loco, ¿eso lo creaste tú? ¿Fue una cosa...? O Pablo te dijo, búscate algo.
No, el personaje es una evolución de flipi realmente. Y la sección sí que Pablo iba con la idea de hace tiempo de hacer ciencia en la tele. Me lo propuso y yo encontré la forma de llevarla a cabo.
Pero tengo que decirte que me hacía sufrir, ¿eh? Porque algunas veces, claro, cuando sale bien, perfecto. Pero cuando falta aquel revulsivo que dices, bueno, ahora tiene que ir...
Seguro que tú también debes estar ahí pendiente y la de veces que se habrá ensayado, ¿no?
A mí la parte divertida precisamente era esa. Bueno, tenía dos. Una, que todos los días era diferente y todos los días tenías la obligación de crear algo nuevo, de ofrecer algo sorprendente a nivel del show que hacíamos, a nivel del experimento que se llevaba a cabo.
Sí.
Y luego la tensión, ¿no? De hacer ciencia en directo que... porque era de verdad. Y luego creo que hubo un acierto que fue hacer humor del fracaso y mostrarnos cómo somos. Entonces eso me parece el mayor hallazgo.
Esa que yo digo, somos humanos, ¿no? Para lo bueno y para lo malo.
Totalmente, ¿no? Muchas veces la tele se intenta que todo sea perfecto, maravilloso, cuando no es así. Y más en directo, ¿no? Que a mí, desde luego, vamos, es lo que me gusta de la tele, trabajar en directo.
Es aquello de...
Hay una diferencia, bueno, hay una diferencia brutal.
Es aquello que te iba a decir, que no hay trampa ni cartón, ¿no? Que se hace, se ha intentado previamente, se ha visto que funcionaba, en directo puede pasar de todo.
Pero...
Eres tú solo contra todos los que miran en su casa.
O sea, qué miedo, ¿eh? Menos mal que aquí en Tarragona...
No, en Tarragona seremos algo menos. Ojalá seremos muchos, pero seremos unos subestos.
Sí, porque si no tendríamos que hacer obras de ampliación en la Highland.
Claro, pero yo creo que...
Bueno, mira, bienvenido para ellos.
Sí.
La verdad es que, aparte, me parece que siguen teniendo mucho mérito los locales como Highland y muchos otros, que siguen apostando por la comedia, por el espectáculo en directo en estos tiempos.
Así que, ya solamente porque haya un bar en tu localidad que apueste por llevar gente, ya sean músicos, magos, cómicos, en estos tiempos se merece que la gente acuda.
Pues sí. Además, te voy a decir una cosa, estamos de fiesta mayor, con la cual cosa si la ves que la gente está más animada de lo normal, no se lo tengas en cuenta, ¿eh?
No, al revés. Yo voy precisamente por eso, porque me han dicho que estáis en fiestas y que son muy divertidas.
Pues sí. Y además, te encontrarás, ya lo verás cuando llegues, que seguro que tal vez alguna cosa de fiesta se notará que estamos, ¿eh?
Qué bien, me alegro.
Por cierto, ¿y de qué tratará el monólogo de esta noche? ¿De qué nos vas a hablar? ¿Qué nos vas a decir?
Voy a hablar un poco de mi familia, de dónde vengo, para que la gente me conozca un poquito más.
Sí.
Y luego voy a hablar sobre la evolución de, bueno, hablar bien sobre la involución del ser humano, ¿no? Yo creo que más que evolucionar hubo un momento en el que tocamos techo y a partir de ahí empezamos a involucionar de nuevo.
Vale.
Y voy a hablar un poco de eso, ¿no?
Y en qué momento, yo que estoy un poco despistada, ¿en qué momento toquemos techo? ¿Cuándo fue? ¿Cuándo fue según tú?
Yo creo que tocamos techo, pues probablemente a la edad media.
Nos queda un poco lejos, ¿eh?
No, en el renacimiento. Y ya a partir de ahí volvimos a retroceder.
¿Se quedaba hacia los gorilas y los monos, teóricamente, o hacia dónde vamos?
Bueno, estamos un poquito. Yo creo que estamos por seguida otra etapa, ¿no?
Sí.
Pero bueno, en día este, muchas más cosas hablaré esta noche.
Por cierto, ¿eres de los que después el monólogo se queda por ahí para comentar un poco qué les ha parecido?
¿O tienes que irte corriendo porque hay más cosas en tu agenda al día siguiente?
Pues, hombre, hay más cosas en la agenda, pero esta noche, después de la actuación,
me haré un poco hablando con la gente y disfrutando un poco, ¿no?, de las fiestas de Tabagona,
que ya que os habéis tomado la molestia, vamos a disfrutarlas.
Pues sí, pues sí. Pues que seas muy bienvenido.
Recordamos que es esta noche a las diez y media que te tenemos en la Sala Highland,
con Flippy, y sabiendo un poquito más de tu vida, de lo que pasa por el mundo,
y seguramente que si... Yo no sé si la gente del público, tú la dejas que diga también la suya o no.
Yo le dejo a la gente que participe, que diga lo que quiera, sobre todo que venga con ganas de pasarlo bien
y hacer allí una performance y que acabe... Seguro que alguien acaba subido al escenario, eso te lo prometo.
¿Alguna víctima?
Algunas, algunas. Puede que dos, puede que dos.
¿Dos? Uy, madre mía. Ir preparados, ir preparados por si las roscas.
Pues, Flippy, muchísimas, muchísimas gracias. Te esperamos aquí en Tabagona, ya lo sabes,
que acabe de ir bien el viaje y hasta la noche.
Venga, hasta la noche. Muchas gracias.
Un beso, gracias.
Chao, tío.
Un beso, escombro.
Lo mejor de las pelis de J-Bone, aparte de las pibas, claro, son los inventos que saca.
Que sale siempre un fósil que parece que está medio un caca, pero hostia, vaya almendra que tiene.
El tío le inventa ahí un polígrafo con rayos láser en vez del pique ese que se me desplupa a mí siempre.
Y luego, qué carro saca el tío. Y qué limpio lo lleva. Y qué clase.
A mí me dan uno de esos y en una semana tengo hecho una pocilga.
Hasta con un perro de esos que te hipnotizan y a todos te dicen que sí.
¿Qué por qué? Porque no tengo estilo.
Otra cosa que nos diferencia a James y a mí es que él solo bebe martini, en cambio yo bebo de todo.
Como cuando me dejó mi novia la queroseno, que tenía una bombona, recuillado.
Resultó que, bueno, me tuve que soplar un par de botellas de alcohol.
Y después de esos amigos llegué a una conclusión.
El whisky, el ron, el vodka, eso se quita las penas.
Pero el alcohol, ni de coña.