This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Eres un ser humano único. Incluso si tuvieras un gemelo idéntico, la expresión de vuestros genes
cambiaría según las circunstancias personales que habéis pasado a lo largo de vuestra vida.
Ciclismo evolutivo, episodio 8.
Hola, bienvenido y bienvenida a un nuevo episodio del podcast de Ciclismo Evolutivo.
El podcast donde unimos conocimiento científico y teórico y práctico,
uniéndolo con el sentido común para contarte no lo que quieres escuchar,
sino las cosas tal como son. Y hoy vamos a hablar de un tema muy complejo que enlaza
perfectamente con programas anteriores y temas que siempre trato y es por qué las mejoras o
las adaptaciones que se dan tras un entrenamiento son diferentes entre las distintas personas,
por qué no hay plan en modelo, por qué un mismo entrenamiento puede ser bueno para alguien y malo
para otra persona y por qué no podemos simplificar tanto el proceso de rendimiento como para
minimizarlo a jugar con los números de los factores de potencia externa,
que es la potencia que otorgamos o la velocidad en el caso de un corredor de a pie. Bueno,
vamos a empezar. Tanto si sois entrenadores como atletas habréis dado cuenta que después de un
periodo de entrenamiento conjunto, por ejemplo las concentraciones de equipo, cuando diferentes
atletas entrenan con la misma intensidad y la misma duración, las adaptaciones que sufren son
muy diferentes. Mientras que algunos atletas mejoran mucho y les sientan bien, a otros les sienta
mal y puede ser el principio del fin o acabar su propia tumba. Esto pasa con las concentraciones
en la actitud también, los días de calor, los días de frío, la nutrición, cortas carbohidratos,
el entrenamiento de ayunas, etcétera. ¿Y por qué? Bueno, específicamente en el campo de
entrenamiento se viene observando desde hace casi más de una década que en estudios analizando una
misma carga de entrenamiento a diferentes deportistas, se veía que había deportistas que
mejoraban mucho, otros que no mejoraban nada y otros que empeoraban. Los científicos llamaron
a estos ciclistas o los que intentaron resificar de dos tipos, ciclistas respondedores, los que
mejoraban con el entrenamiento y ciclistas no respondedores. Se pensaba que estos ciclistas
no respondedores no tenían los mecanismos genéticos suficientes para mejorar el deporte
resistencia, pero estudios posteriores aumentando la carga de entrenamiento específicamente a estos
no respondedores veían que eran igual de capaces de llegar a conseguir unas adaptaciones con más
carga de entrenamiento. Quizás no es que no tuviesen la capacidad de mejorar, sino que
necesitaban una carga específica más potente que otras personas. Igual que si a estas personas
respondedoras les daban demasiada carga de entrenamiento o lo mismo que los no respondedores
sufrían por las fatigas y tenían al final un rendimiento peor. Como pasa siempre cuando
interpretamos los estudios científicos o interpretamos la ciencia, cogemos o usamos las medias y
las queremos extrapolar a todo el mundo. Cuando analizamos las mejoras que sufren los ciclistas
tras un programa de entrenamiento, la conclusión es que han mejorado un 14% la potencia aeróbica
máxima, pero la realidad es que algunos ciclistas habrán mejorado un 60%, otros habrán mejorado ese
16% y otros habrán empeorado. Lo mismo pasa en el campo de la fisioterapia, por ejemplo decís que
el plan más enriquecido aumenta la recuperación un 20%, puede pasar en el campo de la medicina,
que aquí en medicamentos diminuye un 20% la probabilidad de tener Alzheimer. Bueno, a lo mejor
a alguien se la diminuye un 40% y a otro no se la diminuye nada, pero el 20% puede ser la media.
Pues bueno, aquí tenemos o en el campo de entrenamiento tenemos la sensación de que siguiendo el programa
determinado pues la respuesta será la que esperamos, será la respuesta predeterminada,
pero no tenemos en cuenta estas variaciones interindividuales que hacen que al final la
respuesta que resulta sea diferente a la que esperábamos. Uno de los estudios más famosos que
tenemos que demuestran esto es el llamado estudio EDITATE, que significa Health, salud, factores de
riego, ejercicio, entrenamiento y genética, que fue un estudio de familia donde pusieron a las
personas con un programa de entrenamiento de 20 semanas para comprobar la mejora del consumo
máximo de oxígeno. Lo que comprobaron es que el consumo de oxígeno aumentó 384 mililitros en
términos totales, que es una mejora bastante considerable, pero sin embargo cuando veíamos
las adaptaciones individuales, algunos deportistas ganaron cuatro veces más que esta cantidad,
mientras que otros mostraron una reducción del consumo máximo de oxígeno. Bueno, visto que está
claro que la adaptación es que recibe un deportista tras un programa de entrenamiento
determinado. Son muy variables que da la pregunta del millón ¿por qué ocurre esto? Para ello,
la primera pista tenemos que buscarla en las causas fisiológicas. Hay un estudio muy interesante,
creo que es de John Keely, de 2011, que ponía a un grupo de personas, tanto hombres como mujeres,
en cuatro grupos. Un grupo mixto era entrenamiento de fuerza, otro grupo entrenamiento de resistencia.
Otro grupo entrenamiento mixto, o sea, las dos, fuerza y resistencia, y otro grupo control que no
hacía nada. Bueno, por supuesto dentro de contando todos los participantes, hay participantes de los
que hemos considerado no respondedores, que no mejoraron ni la fuerza ni la velocidad. Bueno,
perdón, la velocidad no, la resistencia. Bueno, aquí lo realmente curioso no está en que existan
estos no respondedores, sino que en el grupo que trabajaron fuerza y velocidad, en el grupo mixto,
no hubo ningún no respondedor. Siempre la gente siempre o reaccionó a la fuerza,
al trabajo de fuerza, o mejoró la resistencia, pero en ningún caso hubo nadie que no mejorase
ninguna de las dos, lo cual nos puede dar una pista de que la genética es importante y que
si bien no mejoramos o podemos no tener una genética predeterminada para ser buenos
deportistas de resistencia, sí que podemos serlo para el trabajo de fuerza. También con esto
podríamos teorizar que no existen no respondedores, sino no respondedores para
un diferente estímulo. Bueno, esto lo tenemos muy claro, lo podemos ver claramente en la educación,
cuando intentamos medir a todos los alumnos con la misma vara, por ejemplo, el conocimiento académico
en plan de memorizar o de estrenar los recursos para aseiros o de las examenas de matemáticas,
de lengua, etc., mientras que hay gente que no vale para eso pero tiene otro tipo de inteligencia,
de recursos, por ejemplo el oído, la capacidad de crear a ser un artista o la capacidad deportiva.
Bueno, volviendo a lo anterior, lo que está claro es que fisiológicamente la señal que necesitamos
para inducir las adaptaciones aeróbicas o mitocondriales es diferente a la señal que
necesitamos para mejorar nuestra fuerza y nuestra masa muscular, así que podría ser que los
diferentes sujetos, las diferentes personas, tengamos genes para adaptarnos a un entrenamiento,
pero no para el otro, o sea, podría ser que los genes al final estén detrás de todo esto. Bueno,
para poner un poco de contexto aquí, tenemos que decir que se conocen un montón de variaciones
de los genes, llamados ALELO, que pueden mejorar el rendimiento. En realidad no tenemos ni idea...
¿Te está gustando este episodio? Hazte fan desde el botón apoyar del podcast de Nibos,
elige tu aportación y podrás escuchar este y el resto de sus episodios extra,
además ayudarás a su productor a seguir creando contenido con la misma pasión y dedicación.