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L'Entrevista

Espai de reflexió, actualitat, difusió, prevenció i sensibilització consistent en una entrevista diària de temàtica diversa. Espai de reflexió, actualitat, difusió, prevenció i sensibilització consistent en una entrevista diària de temàtica diversa.

Transcribed podcasts: 37
Time transcribed: 9h 15m 47s

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L'entrevista. Ara parlem de salut amb la col·laboració del Departament de Salut de l'Ajuntament de Cornellà, el Centre d'Atenció a la Salut Sexual i Reproductiva, ASIR, el Centre d'Higiene Mental de Cornellà, el Servei d'Atenció i Tractament d'Addiccions Cas Font Santa i els Centres d'Atenció Primària de Cornellà.
Molt bona tarda i benvinguts a un nou espai de salut. Avui ben acompanyades de dues psicòlogues del Centre d'Higiene Mental de Cornellà, la Amanda Jacinto i la Janina Pepe. Bona tarda. Bona tarda. Bona tarda, Mireia. Benvingudes a la ràdio.
Ara és el primer espai de la temporada i avui voleu iniciar aquesta temporada radiofònica parlant-nos de la frustració. La frustració, una cosa que ens pot passar en qualsevol moment de la nostra vida, quan nostre deseo i limitacions es veu comprometides. Janina, per què ens proponés parlar d'aquest tema?
Sí, mire, ya creemos que el sentimiento de frustración está muy mencionado en estos últimos tiempos. Por lo menos nosotras con Amanda lo comentamos mucho que en la consulta vienen como una primera demanda. Es que no saben gestionar la frustración. Es que los niños están en un momento. Escuchamos a los coles y nos pasa lo mismo. Entonces nos empezaba a sonar como que la frustración estaba teniendo como mala prensa o mala fama.
Entonces, en este espacio pensábamos, junto con los oyentes, tratar de ver la frustración como un momento estructurante. Proponerles a todos entender la frustración desde un momento en el que nos puede impulsar a un reconocimiento de falta.
Diferenciar lo de la fantasía, transformar nuestro pensamiento desde la creatividad. Algo que se va a acercar a nuestros deseos. Es decir, que nos permita un espacio de tolerancia. Así que les proponemos aceptar que la frustración puede venir, y de hecho viene, y dependerá de cómo la recibimos, cómo la entendemos, que quedará o se transformará en nuestros días. Dependiendo de cómo la vayamos viviendo, es ahí.
Es decir, que la frustración la tenemos que ir gestionando para sacar algo positivo de ella. Vamos a ver, entendamos algunos conceptos que pueden prestar confusión. ¿Hay diferencia entre frustración, privación y prohibición? ¿Con qué tiene que ver cada uno? Son conceptos muy distintos entre sí, que en ocasiones podemos mezclarlos cuando nos sentimos...
Com un sentimiento de enfado, que algo no nos ha salido bien, que no ha salido como nosotros esperábamos, puede aparecer este sentimiento. Nosotros, cuando hablamos de frustración, nos referimos a la imposibilidad de acceder a aquello que deseamos y a un objeto de satisfacción. Por ejemplo, si habíamos puesto las expectativas de conseguir un trabajo, un empleo, no lo conseguimos, ahí puede aparecer la frustración. Pero lo queremos diferenciar de la privación, por ejemplo, que sería algo que es como una carencia duradera, que va a ser estructural, por ejemplo, el crecer, el envejecer...
Bona nit.
Es una cosa que aparece puntualmente, pero también es un límite al que todos nos tenemos que enfrentar. Siempre vamos a sentir una frustración porque es imposible que podamos acceder a todo aquello que queremos. Y justamente los niños y niñas de hoy en día crecen en un entorno en que esa frustración...
Cada vez es menor porque ponemos a su alcance muchísimas cosas que quizá en otras generaciones, nuestros padres, nuestros abuelos no habían tenido acceso. Entonces, ¿cómo surge la frustración?
Algo que mencionaba Mireia y creo que en este espacio lo venimos repitiendo mucho es esta parte de la inmediatez y esto creo que es lo que impulsa también a los niños a querer ese todo ya y si no lo tienen ya, ya sea como decía Amanda, un deseo o satisfacer algo, enseguida ahí aparece la frustración.
Entonces, podemos decir que surge como una respuesta ante una situación o ante un acontecimiento que no ha salido de la forma que esperábamos o que asegurábamos que podría llegar a ser. Muchas veces nos pasa y nos seguirá pasando, que no siempre conseguimos eso que queremos, entonces ahí nos invade este sentimiento de frustración. No recibimos lo que merecemos. Entonces, acá es como que...
Queremos dejarles a los oyentes algo importante, ese sentimiento y ese merecimiento, porque la frustración viene a poner mucho en juego esto. Amanda nos hacía un ejemplo cotidiano, ¿no? Aplicamos a un trabajo, ese trabajo nos lo dan. Pero nosotros después de esa entrevista o de esa primera entrevista o ya cuando estamos pensando en ese puesto de trabajo, enseguida decimos que yo merezco esto, yo tengo que conseguir esto. Entonces ahí ya empezamos...
Como ahí llenándonos de una expectativa y cuando ese trabajo no llega la frustración nos invade. Entonces tratar de pensar un poquito, tratar de esperar, tratar de procesar, tratar de conocernos también, tratar de empezar a ver cuáles son nuestras limitaciones porque no siempre tiene que ver por algo que nosotros hagamos o no hagamos hecho.
Sino ese tiempo de espera que también es lo que le vamos transmitiendo a los niños. Porque si no se va generando un enojo que muchas veces se proyecta o se pone en el otro y es como que es todo lo otro.
La frustración sería cuando no somos suficientes realistas o también cuando echamos la culpa a los demás de cosas que no están bajo ningún control, ni de ellos ni nuestro. Claro, y ahí tenemos que pensar en ese equilibrio, porque si lo ponemos todo fuera es como que el mundo está en contra de uno.
Esa empresa que no me quiere contratar. Son ellos que no están viendo el valor que tengo. Sin embargo, si esa frustración la ponemos en uno mismo, pues podemos caer en una angustia, en un estado de angustia. Porque cuando hablamos como de ese merecimiento que está de fondo, claro, es que yo no lo merecía. Es que yo no soy lo suficiente. Yo no soy capaz. Yo no esto. Entonces es tratar de encontrar ese equilibrio, que es bastante difícil. Quizás los niños lo vemos más fácil. Enseguida hacen como una descarga
Cuando hacen ese enfado, esa rabieta, y somos nosotros que lo ayudamos a ir calmando, a ir procesando y a ir entendiendo por qué aparece esta frustración. Entonces, digamos que puede canalizarse de dos maneras la frustración. O bien pensando que el mundo está contra nosotros, o bien culpándonos de que no tenemos lo suficiente para que aquello suceda, ¿no?
Flaqueando nuestro autoestima. Claro. Muy bien, entonces, ¿cómo lidiamos con esto que nos pasa? ¿Cómo hacemos para evitar la frustración o salirnos de ese lugar? Realmente es difícil porque también se juegan muchas situaciones y muchas cosas quedan en manifiesto, ¿no? Porque también es, por ejemplo, como un poco...
La expectativa que tú has puesto y la expectativa que el otro también ha podido poner en ti, ¿no? Por ejemplo, un niño, ¿no? Si saca un 8 en un examen y le dicen, ay, mira, has sacado un 8, pero podrías haber sacado un 10. Claro, yo creo que ahí, por ejemplo, es muy difícil que esa persona no lleve a que se angustie y que todo viva como que sus logros nunca son suficientes, ¿no? Y sobre todo, si también hay una falta de reconocimiento, a veces eso es fácil que aparezca la frustración porque sientes que todo lo que haces nunca tiene esa recompensa, ¿no?
Yo creo que también es intentar conocernos a nosotros mismos, ver también lo que queremos lograr, es fácil de conseguir, es una cosa a corto plazo, a lo mejor es a medio plazo, y la frustración, aunque aparezca de inmediato, simplemente es darle un poco más de margen a eso. También creo que tenemos que ser conscientes de hasta dónde somos capaces, lo que somos capaces de hacer, y poder también un poco adaptar esas metas a nuestra manera de hacer. Pero también yo creo que es importante, lo hablábamos con Janina antes,
Creo que lo importante es plantearnos que se habla mucho del tema de frustración y de intentar evitar esa frustración, pero es que la frustración lamentablemente va a estar siempre. Siempre va a haber algo que te va a frustrar. Entonces creo que aquí se trata más de saber cómo gestionarla y cómo un poco transitar esa frustración temporal más que evitarla, porque lamentablemente siempre la realidad se va a imponer y a veces vamos a sentirla.
Supongo que con los años vamos aprendiendo a tomar más paciencia, a relativizar nuestros problemas, a ver las cosas desde la otra perspectiva o desde los ojos de la persona que tenemos delante, pero en un mundo donde todo cada vez pasa más de inmediato, donde los chavales ven...
La gratificación inmediata a través de las redes sociales a veces es complicado, ¿no? ¿Cómo hacemos para gestionar o para que estos jóvenes de hoy en día, nuestros adolescentes, aprendan a gestionar la frustración? ¿Cómo lo hacemos? Esto es complicado, ¿no? Sí, Amanda dijo algo que suena muy sencillo y es muy lindo, pero también es complejo y es el conocerse a uno mismo.
A veces lleva mucho tiempo el conocernos a nosotros mismos. Lo vemos en una convivencia, lo vemos con nuestra familia, lo vemos con los hijos en general. Cuesta mucho. Y eso es lo que nos puede ir ayudando a ir tolerando y a dando más esos tiempos de espera.
Tú también comentabas algo, Mireia, y involucrabas o ponías en juego la autoestima. Y creo que toda frustración viene a sacudirnos nuestra autoestima. Por esto que mencionábamos antes, el merecimiento, lo que el otro espera de nosotros o cómo está ese reconocimiento, cómo me ven. Todo eso se pone en juego en el momento de la frustración. Entonces...
Creemos que en los niños quizás se puede ver más fácil, pero todos vivimos un momento de frustración. Todos en diferentes etapas pasamos por momentos de frustración. Entonces decir, bueno, estamos sintiendo esto, nos está pasando esto, porque muchas veces la frustración también puede venir disfrazada.
No, parece como enfado, que eso lo vemos muy claro en los niños, pero quizás en el adulto también lo vemos disfrazado de tristeza o lo vemos en un estado más depresivo. Y ahí se enlaza un poquito, como tú decías, ¿dónde se divide o cómo surge? Ya sea que lo pongamos fuera y todo el mundo está en contra nuestro o ya sea que lo miremos...
Hacia nosotros mismos y somos las peores personas o somos incapaces o nos angustiamos. Y luego otra reflexión más. Una cosa es cómo lo está viviendo la persona que está viviendo esa frustración en ese momento, hablando de los más jóvenes.
Los que estamos alrededor, maestros, monitores de actividades extraescolares, padres, madres, abuelos, tenemos que poner en una balanza si es bueno para ellos esa frustración
o si son demasiado frágiles para sobrellevar ese momento de frustración, porque para ellos es más fácil tirar la toalla muchas veces. No me sale esto, no soy bueno, no soy suficientemente bueno, tiro la toalla. Entonces, ¿cómo se lidia con estos jóvenes que hay que ponerles esos límites, que vean que no todo es...
que se van a frustrar porque no todo lo van a poder conseguir, es imposible conseguir todo lo que te propones, pero al mismo tiempo tienen que aprender a luchar y no tirar la toalla a la primera de cambio. ¿Cómo lo hacemos esto?
Como tú dices, Mireia, es tan importante frustrar, nada es bueno, ningún extremo, ni el exceso de frustración, eso puede provocar que afecte la autoestima, todo, pero si no se ponen límites y no se frustra nunca, tampoco es bueno para el desarrollo del niño y del adolescente, porque tiene que aceptar que la realidad, una vez...
...salga al mundo exterior, el mundo exterior le va a frustrar y van a aparecer estas frustraciones. Yo creo que es poder también manejar el hecho de que puedan expresar esa frustración, puedan expresar lo que les despierta, los sentimientos que les puede despertar, que puedan hablar de los miedos que les da no poder quizá lograr algo que se hayan propuesto y poderles un poco...
contener emocionalmente al hecho de que, bueno, que a veces requiere un poco más de esfuerzo, que hay cosas que a veces se pueden lograr y poderlo normalizar, no como algo que lo vivan como un fracaso, tampoco. Un ejemplo que creo que vemos mucho en la consulta hoy en día es el tema de las pantallas, el uso de las pantallas, videojuegos, redes sociales en general. Como, por ejemplo, a mí me habían llegado muchos padres diciéndome que, claro,
Es que nosotros somos malos padres. Pero claro, yo no quiero que esté jugando videojuegos online, no quiero que esté tantas horas frente a las pantallas. Prefiero que lea un libro, que lea esto, que lea lo otro. Estamos frustrando a ese niño. Y estoy segura que sí.
como me pasó en la consulta, si sigo indagando con estos padres, sigo hablando con ellos, tienen una razón de base. No tiene la edad todavía para estar expuesto a un montón de peligros que todavía ese niño tampoco comprende. Pero a la vez, socialmente, todos sus amiguitos juegan, todos sus amiguitos quedan y él se siente rechazado. Entonces, esa frustración se descarga en casa, se descarga con los padres. Entonces, esto que decía Amanda, ¿cómo encontrar ese equilibrio? ¿Cómo tratar de...
que este niño no eche, por así decirlo, la culpa en los padres o no responsabilice a los padres, pero a la vez entienda que hay una ley en casa o que hay unas normas en casa o que hay unos valores en casa y tiene que respetarlo. Pero eso no tiene que afectar cuando él está socialmente con su grupo y ya no es.
No es parte del grupo por no tener horas de juego o por no tener ese acceso a las pantallas. Ahí tenemos que ayudarlo a lidiar con esa frustración, pero a la vez que no le afecte su autoestima. Él no va a formar parte de ese grupo por jugar a las pantallas. Él va a formar parte de ese grupo por quienes...
Y con unos valores claros o unos valores que tienen en la familia que a él le gusten o no, tiene que poder acatar en ese sentido. Entonces, por eso decíamos antes, creo que en todas las etapas estamos lidiando con la frustración. El mismo día a día nos lleva a nosotros ir...
tolerando esa frustración y sabiendo cuál es ese equilibrio. Por eso decíamos en la introducción, tratar de pensarlo como algo que nos estructure, como algo que nos ayude, como algo que nos impulse a entender. Bueno, este es mi deseo, yo quiero llegar aquí.
Quizás no es el momento ahora. Tengo que seguir trabajando en esto, tengo que seguir haciendo esto, tengo que seguir formándome en esto, tengo que esperar para poder conseguir. No tiene que ser inmediatamente y ya se acabó y como decías tú, tiro la toalla y listo.
Y en el caso de los adultos que decíais que se queda esa frustración escondida detrás de una tristeza o de una depresión o de angustia o de muchos otros síntomas, ¿qué hacemos con la frustración, con grandes problemas que puede tener una persona en su vida, por ejemplo, el trabajo?
Esa sensación de que está atrapado en un trabajo que no le gratifica suficiente pero no hay manera de encontrar ese trabajo soñado. O una pareja, la búsqueda de una pareja o ese deseo de una casa o de un... a conseguir tu primer piso. Esos deseos que lamentablemente muchas veces se quedan en eso, en frustración y que
Necesitamos saber lidiarlo. ¿Qué técnicas podemos utilizar las personas adultas?
Y vamos las dos juntas. No, a ver si coincides, Amanda. Yo creo que vamos a hacer uso de lo que trabajamos nosotras y es de la palabra. Yo creo que tenemos que ponerle palabra a eso que nos pasa. Así como tratamos de que el adulto vaya modelando a los niños a gestionar, a entender, a identificar, creo que nosotros también tenemos que aplicar y hacer ese ejercicio. Y es poner en palabra lo que nos pasa.
Tratar de entender qué es lo que nos está pasando. Y entonces ahí vamos a irlo esclareciendo cuál es ese deseo y cómo poder llegar a él. Porque quizás no hay una única vía. Si no tenemos que, en vez de ir recto, tenemos que ir quizás por la derecha o por la izquierda o esperar un poco más. Entonces ahí yo fomentaría el uso de la palabra, el poder hablar con alguien, el poder expresar.
Y asimismo poder identificar esa frustración, porque yo creo que a veces cuando puedes sentir una frustración por algo, si eso te afecta a nivel emocional, al final se difumina en una frustración hacia todo, y en una tristeza hacia todo, una apatía hacia todo y nada te llena, o sientes que todo está mal, y a veces no, a veces cuando puedes pensar, poner palabras, ves cuál es un poco la fuente de ese sentimiento.
que no tiene que ver con todo lo que te rodea, sino quizá con una cosa, pero que luego si no consigues, si no la puedes pensar, no la puedes poner en palabras, se difumina y acaba como en una posición vital, que obviamente no es que todo lo de tu alrededor esté mal, ¿no? Pero por eso es importante también, como dice Janina, el hablarlo y el pensarlo e identificar qué son las cosas que nos afectan, ¿no?
Pues con esa reflexión final vamos a acabar este espacio radiofónico de hoy donde hemos hablado de la frustración y lo hemos hecho con la ayuda de Amanda Jacinto, la primera vez que está en los estudios de Radio Cornellá, y con Yanina Pepe, psicóloga del Centro de Higiene Mental de Cornellá. Muchísimas gracias a las dos por haber venido a la radio y hasta la próxima. Gracias a ti.