logo

Disco Rayado

Programa de temàtica relacionada directament amb la psicologia i un tema musical lligat a la qüestió abordada a cada programa. Amb Raquel Hidalgo, especialista en Cultura Musical i David Fernández Cejas, psicòleg i col·laborador del magazine La Rambla. Programa de temàtica relacionada directament amb la psicologia i un tema musical lligat a la qüestió abordada a cada programa. Amb Raquel Hidalgo, especialista en Cultura Musical i David Fernández Cejas, psicòleg i col·laborador del magazine La Rambla.

Transcribed podcasts: 27
Time transcribed: 1d 2h 26m 19s

Unknown channel type

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La ràdio de Sant Lluís
No l'ha agradat per tu
Venga
Et penses que a Ràdio d'Esvern et deixem les tardes lliures perquè t'avorreixis?
Doncs no
Escolta de dilluns i divendres de 5 a 7
o el programa de tardes La Rambla
amb entrevistes d'actualitat, tertúlies esbojarrades i seccions variades
Aquí, la gent i les entitats de Sant Just en sou els protagonistes
i recupera tots els podcasts que vulguis a radiodesvern.com
o al perfil arroba la Rambla 981 d'Instagram i Twitter
Sentiu, és la sintonia del benvinguts, benvolguts i bentrobats
Prepareu-vos a escoltar les interessants entrevistes i les curiositats d'aquí i d'arreu
Fem ràdio amable, parlollent tranquil i culturalment curiós
Benvinguts, convidat i amanitat
Benvolguts, viatges, història
Ben trobat, cultura
Tot això ho escoltareu en els benvinguts, benvolguts i bentrobats
Aquí, a Ràdio d'Esvern
Això és un autobús, tu
Això és un autobús
Sí, home
I tant
Això és un blues, tio
Com que un blues?
Sí, per què?
Per què un blues?
Just blues
Ah, just blues
Perfecte
Si t'agrada el blues
Tots els dimarts de 9 a 10
T'he dit que no em venia de gust
Ja, però mira com estic
Ara no em pots demanar que pari
Cari
Qui t'estima et farà plorar
Mira, la nova cap de màrqueting
Ui, ja et diré jo com ha arribat el càrrec aquesta
Deixa'm estar pesat
Ui, ui, ui
Mira que exagerada
Tia, que només t'he fet una broma
Tampoc has d'estar bona
Ni biologia, ni cultura, ni prejudici, ni broma, ni hòsties
Prou violències masclistes
Les violències vers les dones s'amaguen rere actituds quotidianes que semblen inofensives
No ho són
No hi contribueixis
Departament d'Igualtat i Feminismes
Generalitat de Catalunya
Ràdio Tosbert
98.1
Ràdio Tosbert
98.1
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Ràdio Tosbert
Bona nit
Bid Fernández Cejas y por servidora Raquel Hidalgo. Hola David. Hola Raquel. ¿Cómo estás? Pues muy bien, encantado. Ay, qué ilusión. Y en este podcast nuestra misión es hablar sobre emociones a través del hilo conductor musical y por eso está sonando este tema que se llama Heat Waves, que es del grupo Glass Animals.
¿Tú la conocías esta? De oídas y no sabía ni a quién pertenecía ni a quién, pero me sonaba, me sonaba.
Ahora os explico un poquito el bagaje de la canción, un poquito la historia, pero lo que pasa es que esta canción tiene que ver con el tema que hoy vamos a tratar, que se trata de la responsabilidad propia, es decir, el encargarse de uno mismo, el responsabilizarse de uno mismo.
Entonces, a ver, ¿por qué hemos escogido esta canción? Pues porque, bueno, os explico un poco. Heat Waves es el cuarto single de la banda Glass Animals, que es un grupo británico y es de su tercer disco de estudio que se llama Dreamland.
Entonces, la canción presenta, como se puede escuchar, un tono melancólico, pero mantiene un ritmo enérgico y una melodía bastante movida.
Entonces, Diff Bailey, que es el productor, autor, el ingeniero de sonido, la voz principal, quien está cantando, habla en esta canción de ser resiliente en aquellos momentos complicados de la vida, pero también de abrazar tu vulnerabilidad, que esto también se dice mucho.
Y está bastante, bueno, luego hablaremos de estar de moda, no estar de moda, pero bueno, está bastante en auge, digamos, ¿no?
Además, se habla en esta canción de cómo las relaciones pueden cambiarte y anularte como persona si tú dentro de ella, de una relación, no te mantienes fiel a ti mismo, que esto también es un tema importante.
Por eso yo creo que es interesante el responsabilizarse de uno mismo y eso, y el encargarse de uno mismo.
Entonces, así, respecto a cosas técnicas de la canción, y ahora ya vamos a todo, ¿eh? A lo que tenemos que hablar.
Pero el tema presenta, si podéis ver el videoclip, yo os recomiendo que lo hagáis, presenta un videoclip que está dirigido por Colin Reed, que está grabado en Londres, en el barrio de Dave, que es el cantante principal,
y que se estrenó ya hace tiempo, el 29 de junio de 2020.
Entonces, en el videoclip aparecen personas que están grabando al cantante principal con el móvil, ya están, ya en 2020, por ejemplo, hubo un auge del TikTok y todo esto.
Entonces, ya estaba como de moda grabar a, bueno, grabarse, grabar a la gente, publicarlo.
Y lo que pasa es que el cantante en el videoclip va con un carro de la compra y dentro lleva como aparatos y se va paseando por ahí.
Entonces, fue muy genuino, ¿no?, el videoclip, de la forma en la que se grabó y todo eso.
Y más datos.
A nivel reconocimiento, bajo mi punto de vista, creo que es importante destacar que alcanzó el número uno en la lista Billboard Hot 100 en su semana 59 de la clasificación.
y que es una de las canciones más importantes o grandes del 2022, ¿no?, del 20, que fue el año que salió, en el Reino Unido y en Australia.
Y es que es un temardo, te lo juro, es que ahora estamos escuchando la versión instrumental y a mí me encanta.
Y que después de As It Was, de Harry Styles, que también fue una canción que sonó muchísimo,
ha sido la canción más escuchada en Spotify en 2022, que se dice pronto, o sea...
Y tú, bueno, alguna vez la has escuchado en la radio, ¿no?, ¿o no?
Yo tengo que decir que me suena, pero no tenía ni idea de toda esta información.
Podemos contar la verdad, si quieres, David, no pasa nada, que te la enseño hace dos días la canción.
No, pero ahora que la escucho así más ratito, es como que la he escuchado alguna vez,
pero no he parado a pensar en tantas cosas tan importantes y chulas, ¿no?, como sabes tú.
Os cuento datos, porque además que a mí esto obviamente me interesa muchísimo,
porque Genius, que es la fuente de donde he cogido la información, pues nos presta esta información.
Y luego ya, si quieres, hablamos de analizar algún versito de la canción, de lo que tú quieras.
Pero bueno, este es un poco el bagaje de la canción con la que empezamos el podcast de hoy,
el primero de todos.
Y puedo aclarar una cosa, y ya dejo de hablar yo, y te dejo hablar a ti, de nuestro bonito podcast.
Y es que, a ver, para mí es muy importante.
Yo quiero dejar claro que hoy en día me da la impresión, no sé si tú estás de acuerdo,
de que se habla mucho de salud mental, de emociones, de, bueno, sí, de todo esto.
Y me da la impresión de que lo hace gente que a lo mejor no es experta o influencer,
y lo hacen para monetizar eso.
No, es mi punto de vista, ¿eh?
Entonces, yo que soy periodista me gusta o intento objetivizar las cosas al máximo posible,
y por eso te quiero preguntar, te quiero hacer a ti preguntas científicas,
y sobre todo a mí, aunque estamos hablando de este tema en este podcast,
me da como mucha rabia hablar de cosas que están de moda por el mero hecho,
pues de que están de moda, no sé cómo tú lo ves.
Y hoy en día creo que eso está pasando mucho con este tema.
Bueno, yo opino que si está de moda, bienvenida sea esa moda, ¿no?
Nosotros al final lo que queremos es reflexionar,
y tal vez lo hacemos desde un lado no porque esté de moda,
pero si está de moda, pues vamos a aprovechar también que eso es así, ¿no?
Ya, es verdad, tiene su vertiente buena y su lado malo también, ¿no?
Y que hable quien quiera, y que todo el mundo exprese lo que quiera,
que para eso, pues también es libre la expresión, ¿no?
Sí, ahí tienes razón, ¿eh? Ahí es verdad, es verdad.
Yo quería empezar preguntándote, porque ya que el tema de hoy es el responsabilizarse de uno mismo,
¿cuál es la relación entre la autoestima y el responsabilizarse de uno mismo?
Porque muchas veces me da la impresión de que echamos balones fuera cuando la hemos cagado, ¿sabes?
En plan, vale, yo la he liado, pero a lo mejor la culpa era tuya,
en vez de decir, vale, me voy a autoanalizar un poco y voy a ver en qué he fallado yo.
Entonces, el decir y el admitir que tú eres culpable o responsable de algo,
¿es tener autoestima?
Sí, por supuesto.
Lo que pasa que yo creo que lo que es más importante primero es ser consciente,
porque muchas veces las personas pueden echar la culpa a otra persona
porque no son conscientes que ellos están haciendo algo mal.
Entonces, yo creo que al principio has dicho algo como muy interesante
de cómo las personas en la introducción hacen cosas para que realmente puedan,
o sea, no sé cómo lo has dicho concretamente, quiero pensarlo,
pero creo que es muy importante primero darse cuenta de si lo estás haciendo mal
o lo estás haciendo bien. Muchas veces las personas se sienten heridas
y no entienden qué parte en ellos del juego están creando también esa herida.
Entonces, creo que también es muy importante que la responsabilidad que tiene uno de sí mismo
primero sea consciente, ¿no? ¿Cuál es su responsabilidad?
Es que a veces yo creo que...
Sé que el narcisismo, por ejemplo, es una palabra muy fuerte con un significado muy concreto,
pero la autoestima roza un poquito.
Es decir, la autoestima también es saber que tú tienes cosas buenas y cosas malas, ¿no?
Y decir, vale, en esto agua pasada ya está, ¿no?
Pero la he liado.
Entonces, voy a hacer algo al respecto y me voy a encargar de que esta situación mejore.
También por mi paz mental, ¿eh?
Esa es la opción correcta, ¿no?
Sí, pero hay que ir un poco más...
Podemos ir a capas un poquito más profundas.
O sea, muchas veces uno tiene emociones.
No solo somos nosotros que pasan las cosas.
Muchas veces parece que cuando hablamos de las cosas hablamos en una emoción que es neutra.
Pero nos ocurren cosas en diferentes tipos de emociones que nos embargan.
Entonces, si yo, por ejemplo, me ocurre algo y yo tengo una emoción muy subida, como por ejemplo de rabia,
y en ese sentido me expreso mal o me expreso de una manera con un tono incorrecto,
yo siempre voy a poner la responsabilidad en el otro porque el otro me ha hecho que yo tenga rabia.
En vez de decir, yo estoy sintiendo rabia por esto, ¿no?
Yo estoy sintiendo rabia y entonces me expreso así.
Con lo cual, muchas veces, como no queremos sentirnos que somos malas personas,
¡uh, no!
Nosotros siempre somos buenas personas, somos buenísimos.
Pero porque hemos también de ir a favor de nosotros mismos.
Bueno, y porque nos han educado para ser buenas personas y ¡ay, qué bueno es!
¡Qué niño más bueno!
¡Qué lindo el niño que es bueno!
¡Qué niña más buena!
¡Qué linda!
Con lo cual queremos ser buenos.
Entonces, cuando a veces estamos embargados y gritamos y decimos ¡una mierda!
Claro, cuesta mucho decir, oye, lo siento porque he sentido mucha rabia y me he expresado mal.
Y puede que haya sido incluso agresivo en mi expresión.
No, yo he dicho una mierda porque tú me estabas diciendo que yo he dejado las cosas sin ordenar.
Y realmente no es así.
Sí. Entonces, ahí es cuando empezamos a debatir, en lugar de entender qué me hace a mí, primero, sentir tanta rabia y expresarme así,
aunque probablemente lo que esté diciendo la otra persona yo no esté de acuerdo.
Con lo cual, es mucho más complejo que el admitir, porque primero, la interacción con lo demás me genera emoción.
Esa emoción genera una química en mí que hace que yo me exprese de una manera que realmente no sea tan fácil admitir que sí, yo me he equivocado, sí, yo soy vulnerable.
Porque muchas veces viene dado a la interacción que está ocurriendo en mí.
A lo mejor una persona o cualquier factor externo ha tocado una tecla en mí, que si tocas esa tecla, venga de donde venga, pues estallas por X motivo.
Detona, detona, claro.
Es, claro, es como preguntarse de dónde viene, ¿no? Ese... ¡Pum!
Primero, antes de arreglar nada, primero hay que observarse.
Ostras, ¿qué me pasa a mí? Cuando me dice...
Esto díselo a alguien, no, ahora... A ver, una cosa, en este podcast queremos ser realistas, ¿eh?
Y queremos, de verdad, te lo digo en serio, y yo voy a intentar también ser realista.
Tú esto díselo a una persona que, por ejemplo, le ha hecho una injusticia, se me está ocurriendo la injusticia como mayor cosa, eso, injusta que te puede ocurrir.
Ocurrir. Claro, tú dile a una persona que le ha pasado algo injusto, no, relájate, en ese momento.
Claro, acepta tu vulnerabilidad. Y tú dices, vete a la mierda.
Te voy a decir, vete a tomar por culo. Es que es así, es que es verdad.
Claro. Entonces, está genial el amar, está genial, pero primero vamos a observarnos, vamos a saber de qué punto de partida estamos.
Porque entonces, muchas de las cosas que en este caso, y estamos hablando de la responsabilidad de uno mismo y la autoestima, yo no puedo ser o no me puedo responsabilidad si no sé quién soy.
Y no puedo tener una autoestima si yo, por ejemplo, quiero ser bueno y cuando me digan, oye, eres un desorganizado, yo quiero decir gracias por ser tan instructivo para mí.
No, tendré que ver cómo eso me sienta. Y como eso me sienta, puede que entienda que, guau, eso me genera herida.
Y como me genera herida, me pone muy nervioso. Y como me pone muy nervioso, actúo de una manera violenta.
Entonces es, ¿por qué que me digan que soy muy desorganizado? Por ejemplo, como ejemplo, el ejido me pone tan nervioso.
Porque tú no aceptas que eres desorganizado.
Claro, pero para empezar a cambiar algo, tengo que entender cuánto de desorganizado soy o cuánto de organizado soy.
Y realmente, si alguien lo observa, le puedo dar las gracias y luego arreglar en mí, ostras, pues esta desorganización ya me va bien.
O sea, ¿por qué la tengo que cambiar?
Pero a partir de saber quién soy, puedo empezar a hacer pequeñas cosas, si me da la gana, porque igual me va bien súper ser desorganizado, que por algo lo soy, a empezar a cambiar cositas.
Pero no puedo ser otro porque si a mí me hiere y yo en el fondo quiero ser organizado, puedo estar sufriendo toda la vida por eso que creo que tengo que llegar a ser y no soy.
Claro.
Entonces nunca me puedo responsabilizar de mí mismo porque no sé quién soy.
Entonces la clave es primero quién soy y luego una vez que sé quién soy, qué quiero llegar a ser.
Y con mucha calma, porque también tengo que valorar aquello que soy y qué me aporta.
Porque muchas veces la gente desorganizada quiere ser organizada, pero oye...
Pero la gente organizada se quiere dejar llevar más, ¿eh?
Y la gente organizada quiere dejarse llevar.
Y todo el mundo tiene una queja de sí mismo porque realmente no acepta realmente quién es.
Pero porque todo tiene su lado bueno y su lado mal, o sea, es de una forma u otra.
Totalmente.
¿Tú crees que a veces nos cuesta el sentirnos dignos o competentes o merecedores de nuestra felicidad?
De decir...
Tanto antes te he dicho que la cagamos y a veces pues no reconocemos que lo hemos hecho mal.
Pero luego el lado opuesto.
A veces nos cuesta también, ¿no?
El decir, bueno, pues esto me lo merezco.
Soy merecedora de esto y me lo voy a...
Porque es como una culpabilidad, ¿no?
A veces de, ay, voy a quedar como una creída si digo que esto me lo merezco.
Después de haberme lo currado muchísimo, ¿eh?
A mí esto me ha pasado muchas veces con varias cosas.
Y de decir, uff, ¿sabes?
Totalmente.
Estamos en una sociedad muy competitiva donde...
Ah, es por eso. O sea, eso tiene que ver con...
Totalmente. O sea, somos tan competitivos que si tú dices me lo merezco es como...
Ay, qué engreída con todo lo que he hecho yo.
Y ella va y dice que se lo merece.
Y a lo mejor tú en este caso estás evidentemente reconociendo tu esfuerzo.
Ya.
La dignidad...
Tampoco hay que... Ya, la dignidad... Bueno, dime, perdona.
La dignidad es súper importante. Ojalá lo tuviéramos siempre.
Porque hoy en día, sobre todo en la juventud, los jóvenes adolescentes se comparan demasiado.
Si son guapos, no guapos. Si tienen estilo, no tienen estilo.
Pero si se sintieran dignos irían con mucha más fuerza.
Al final todos tenemos la dignidad de tener un respeto, de que nos sean educados y ser educados nosotros.
Y de alguna manera ese respeto tiene que estar solo por ser humanos y ser dignos, ¿no?
De haber nacido, ¿no?
Sí, sí, sí.
Pero muchas veces parece que hay que ser guay, ¿no?
Y como hay que ser guay, hago cosas para ser guay.
Y ahí a veces perdemos incluso la dignidad.
Pero porque hay esta necesidad, entre comillas, de encajar un poco, que yo la entiendo, ¿eh?
O sea, yo, por ejemplo, si veo a... Tengo primos que son preadolescentes ahora mismo.
Es que tú lo ves desde fuera, en plan, que quieren encajar y tú entiendes por qué.
Y dices, bueno, está en esa fase, luego se dará cuenta de si el encajar encaja con su identidad como persona o no.
Pero yo puedo entenderlo, esta cosa.
O esto de, no, es que tú no estás siendo 100% auténtico porque en tal sitio has tenido cierto decoro y en otro lugar no.
Bueno, porque yo no soy igual en mi casa que en otros lugares.
Totalmente.
¿Sabes lo que te quiero decir?
Entonces...
Y porque no tengo la fuerza en cualquier sitio.
Eso.
Ni las ganas, ¿eh?
Ni las ganas.
Y porque quiero ser guay, mola ser guay.
O sea, quiero decir...
Y lo entiendo, es que en parte se entiende, ¿eh?
Se entiende todo.
O sea, quiero decir, como joven, quieres que te aceptan, que te quieran.
Y a veces para hacer que te acepten o te quieran...
Yo he sido adolescente y he tenido que hacer cosas que a veces, pues, realmente trasgredían la educación que me habían dado mis padres.
Pero molaba...
Ya, tus valores, ¿no? Quizás.
Bueno, no sé si era tan profundo en aquel entonces estar adolescentes y si sabía lo que eran valores, ¿sabes?
Igual sabía lo que eran balones, ¿no?
Pero sí que es cierto que...
Pero de alguna manera, bueno, trasgredía...
Oye, que los adolescentes no son tontos.
Bueno, bueno, es verdad, pero...
O sea, que yo he trabajado con adolescentes y puedes aprender mucho de ellos, ¿eh?
Totalmente, sí. Yo he sido adolescente también.
Y empatizar mogollón, ¿eh?
Sí, me...
Bueno, da igual, sigue.
Está claro. Lo que quiero decir es que realmente en esa fase quieres encajar en un grupo y a veces haces cosas, pues, para encajar, ¿no?
Ya.
Voy a hacerte una pregunta un poquito científica, ¿vale?
Porque como que me interesa también este tema de químicos del cerebro y tal.
No sé si lo estoy diciendo bien con propiedad.
Sí, sí, sí, claro.
Que a nivel de neurotransmisores, ¿qué se activa o qué está presente cuando nosotros nos sentimos culpables o nos machacamos?
Porque yo esto lo he notado mucho de... Bueno, lo he notado mucho.
Tú te... Por ejemplo, un día que tú estás como dándole al pensamiento obsesivo, al runrun este, luego te sientes más cansado, más fatigado.
Totalmente. Es que hay algo que hay que saber. El desgaste energético que tiene pensar es tremendo.
Vale. Y por eso cuando tú, por ejemplo, estás todo el rato con este remordimiento, sientes que gastas mucho, ¿no? Y que estás...
Gastas mucho. A mí hay una frase que escucho mucho por parte de los padres y no estoy para nada de acuerdo porque me dicen, es que mi hijo, mi hija es un vago, es una vaga.
Esto me lo contaste... Bueno, cuando yo presenté un programa, esto me lo contaste en la primera sección que hicimos, que hablamos del pensamiento obsesivo, que es verdad que decía, se pasa el día tumbao el niño.
Se pasa el día tumbao y yo siempre le digo, pero cuando juega a los videojuegos tampoco quiere jugar. No, no, a los videojuegos sí. Para eso no es un vago.
Digo, bueno, pues entonces es una persona que elige la motivación que le gusta. Y luego realmente sí que es cierto que cuando veo en terapia que los chicos que están catalogados como vagos son personas que piensan demasiado.
Entonces...
¿Ah, sí? ¿Directamente relacionado eso?
Están relacionadísimos. O sea, quiero decir, de todo ese punto de pensamiento donde realmente acaban agotadísimos. No tienen ganas de hacer nada, pero sí que tienen ganas de hacer aquello que le gustan.
Claro, para los padres hay otra serie de prioridades como es poner la mesa, ordenar el cuarto, estudiar, pero para el niño en su prioridad, en su tabloide de prioridades está el quedar con los amigos, el jugar a videojuegos, es muy diferente.
Y en el puesto número 20 pues arreglar la habitación, ¿no? Con lo cual ahí hay una pequeña disociación de lo que es prioridades para padres y chicos, ¿no?
Chicas.
Y existe un... Esto me lo he inventado, ¿vale? Este término. ¿Existen las hormonas de la recompensa? Es decir, ya que yo me intento responsabilizar de mí misma, imagínate que hago algo que digo, fua, me siento orgullosa de esto.
O me pasa algo que digo, fua, me siento orgullosa o estoy bien a gusto con que me haya pasado esto. ¿Se activa ahí una hormona de la recompensa o me ha inventado el término?
Bueno, cuando hay una recompensa, hay una excitación, hay un placer y se activa lo que es la oxitocina, ¿vale? Y entonces hay una generación de hormona de felicidad.
Entonces, de alguna manera, claro, que haya una recompensa ayuda a que estés un poco más feliz.
Claro, porque si no la hay, por ejemplo, imagínate, alguien que quiera aplicar para un trabajo y se... y dedica mucho, invierte mucho en...
En buscar para este trabajo, en... bueno, eso, dedica mucho esfuerzo en esto. O alguien que quiere correr un... bueno, una carrera y entrena mucho.
Vale, el resultado a lo mejor al final define que te sientas mejor o peor, ¿no? Porque es una prueba de que te has esforzado, ¿no?
Totalmente, claro. Se activa la serotonina, la oxitocina, porque tienes una recompensa de ese trabajo realizado que tiene premio.
Pero eso es erróneo, ¿no? Porque entonces estás, más que haciéndolo por el proceso, estás validándote por el resultado.
Totalmente, pero quiero decir, es humano, y erróneo o no, es humano estar feliz cuando tienes una recompensa.
Pero yo siempre digo que hay un experimento que se hizo en Oxford con los hijos de los profesores,
es un experimento famoso, donde se les puso un caramelo y donde se les dijo, se les metió a los chicos en... chicos, chicas en una sala,
se les puso un caramelo y se les dijo, ahora vengo, el monitor que monitorizaba el experimento,
si eres capaz de esperar que yo venga, tendrás premio. Y si no, pues no lo tendrás.
Hay chicos que no pudieron esperar y se lo comieron, y hay otros que pudieron esperar y recibieron la recompensa de otro caramelo.
Años más tarde se vio que todos aquellos que habían podido esperar tuvieron éxito.
Entendiendo éxito como el éxito profesional, con lo cual el sacrificio, la espera, la paciencia, tiene premio y tiene éxito.
Entonces, aquellos que no tienen resultados rápidos, como en este caso, que puede ser un chute de adrenalina,
de energía, de oxitocina, de serotonina, de placer en el cuerpo, pueden...
Esa es la hormona. A ver, ¿puedes explicar esto de qué es la serotonina y la oxitocina?
Sí, son las hormonas del placer que generan placer en el cerebro y eso hace que te sientas mucho mejor, ¿no?
Pero aquellos que realmente saben esforzarse a pesar de no tener una recompensa rápida y siguen intentándolo,
si tienen habilidades y competencias, pueden acabar siendo personas exitosas.
Y el bienestar se alarga en el tiempo, ¿no?
Y el bienestar se alarga en el tiempo, incluso se genera como una forma de ser, una personalidad,
donde realmente reconozco que el esfuerzo está siempre intentándolo por encima del resultado inmediato que me da ese placer, ¿no?
Eso lo tienen las personas atrayentes, yo creo, con actitud que tú dices...
Sí, pero todos podemos ser atrayentes.
Eso es verdad, eso se trabaja. Eso te lo dijo un día, la felicidad se trabaja y estas cosas se trabajan.
La felicidad...
Que es como, ¡ay! A mí me lo dicen, en plan, siempre estás contenta, tal...
A todos nos pasan cosas y problemas ocurren siempre, es verdad.
Y es como, ¡ay, claro! Es como que parece que lo tienes más fácil porque eres así y ser así es como...
Cuidado con lo que dices.
Yo creo que la felicidad es una lección, aunque, claro...
A veces no es posible, ¿eh?
Salvando las diferencias porque si se acaba de morir un hijo o un padre o se te acaba de venir un huracán y se te ha destrozado,
pues oye, yo no sé si ahí se puede ser feliz por elección, ¿no?
Sí.
Sí, sí, hay circunstancias.
Las cosas como son, ¿no?
Y esto tú hace poco me lo decías, que tampoco está mal como el vivir esto y dejarte, o sea, entenderlo y luego ya estarás bien.
Bueno, yo creo una cosa, las emociones tienen un... o sea, las emociones existen por algo. Esto hay que entenderlo.
Las buenas y las malas.
Bueno, no hay buenas y malas.
Ya, ya.
Las emociones son estados adaptativos del cuerpo para que realmente el ser humano se adapte al medio.
Entonces, te pongo un ejemplo, o sea, cuando nacimos, cuando el hombre estaba en la cueva, tenía una emoción, el miedo.
Si no hubiese tenido esta emoción, el ser humano se hubiese extinguido, porque eso le hacía prudente.
No iba por allí saliendo de la cueva, ¿no? Habían animales, extraños, no se identificaban bien, bien.
Entonces, de alguna manera, ese miedo nos ha protegido como especie y nos protege en el día a día.
No nos hace temerarios.
Oye, yo no voy y cruzo la carretera, miro, miro a un lado, miro a otro.
Si voy a un sitio donde no conozco bien el entorno, estoy como más cauteloso.
Con lo cual, el miedo tiene un sentido.
Claro, si tengo un exceso de miedo, tengo una parálisis, tengo un bloqueo.
Y eso es donde se tiene que trabajar.
Vamos a ver este primitivo.
Cuando salía a la selva, se encontraba con un tigre y en ese momento, uff, tenía miedo.
Eso hacía que realmente se alejara.
Pero imagínate que el tigre intenta cazarlo.
Le generaba una emoción que era la rabia.
Y esa rabia lo que hacía es intentar correr para que no le pillase y subía y trepaba un árbol.
Un árbol de la adrenalina.
Que normalmente no lo puedes subir, pero con la adrenalina sí que tienes ese impulso.
Entonces, una vez que el tigre se ha ido, dices, guau, soy el amo, ¿sabes?
Claro.
Soy la leche y tengo la emoción de la felicidad.
Guau, qué chulo.
Ya.
Pero luego me voy a...
Sigo mi vida y de repente siento una tristeza.
No la entiendo.
Ostras, ¿qué pasa?
Que no me puedo ni levantar.
Y esa es la tristeza que te hace estar quieto, te hace estar clavado.
¿Y para qué te hace estar clavado?
Para que entiendas que no puedes volver a ir a la selva solo.
¿Qué tienes que ir y tienes que hacer?
Pues tendrás que coger una lanza, tendrás que coger un compañero, una red, un cuchillo, lo que sea.
Para que el próximo día no tengas esa sensación o ese peligro.
Con lo cual, todas las emociones tienen un estado para que tú puedas sobrevivir.
La más, para mí, la más inteligente es la rabia.
Ay, es la, perdona, es la tristeza, porque la tristeza te hace evolucionar.
Como te hace estar quieto, te hace pensar qué vas a hacer el próximo día para que no te pase.
Plantearte, sí, sí.
Y muchas personas, cuando tienen tristeza hoy en día, sienten angustia porque no quieren estar ahí.
Empiezan a pelear.
Y pones un parchecito.
Y pones un parchecito y hoy en día se medicaliza mucho la gente para realmente no sentir eso.
Pero qué pasa cuando uno dice, guau, pero lo que no estoy poniendo es límites en mi vida.
Y dejo que esta persona me hable de esta manera y me hace estar triste.
Imagínate que mañana cuando realmente me hable así le voy a decir, no, esto no me parece bien.
Y ahí cambiaría, y eso es lo que te dice la tristeza, pero muchas veces no se le escucha a las emociones.
Y eso es lo interesante, escuchar qué te quiere decir cada emoción, porque te quiere enseñar algo.
Mira, con esto tenía una pregunta preparada, con lo que has dicho, de que, ay, a ver si la encuentro.
Sí, eso, que muchas veces es como cuando tú has tomado una mala decisión, o sea, lo relaciono a medias.
A veces es como que tú dices, vale, he tomado esta mala decisión.
Imagínate, vale, tú te sientes triste porque has tomado una mala decisión porque tu amigo, tu padre, quien sea, te ha dicho que tenías que hacer eso.
Y le has hecho caso.
Tú te sentirás mejor si has seguido los pasos que te han dicho, es decir, si te has dejado influenciar, o si haces lo que tú creías que tenías que hacer.
Te sentirás más triste si has seguido, ¿sabes lo que te quiero decir?
Si has sido fiel a ti mismo.
Estoy entendiendo de que si vas a tomar una decisión y te dicen qué decisión tomar, y en ese sentido, si te sientes más triste si tomas la decisión de otro que no la tuya.
Sí, sí.
Lo que pasa que tiene mucho que ver con, en este caso, con el resultado de la toma de decisión.
Tomar decisiones no son fáciles, con lo cual, cuando no lo tienes claro, puedes pedir opinión, puedes tener la tuya, y si sigues sin tenerlo claro, está claro que mejor equivocarse con la de uno propio que no con la de otro.
Porque al final, por lo menos puedes decir, yo tenía esta inquietud, esta sensación, y me he equivocado, con lo cual es, bueno, asumo el error.
Pero cuando te equivocas, no habiendo tomado la tuya, sino habiendo tomado la de otro, te da incluso rabia, ¿no?
No habiendo seguido el instinto, ¿no?
No habiendo seguido el instinto, ¿no?
Pues esto pasa, ¿eh?
Con lo cual, pero tomar decisiones es algo muy difícil, entonces muchas veces evitamos la responsabilidad de la equivocación, pero siempre creo que mejor equivocarte con tu propia opinión que no con la opinión de los demás.
Aunque nunca se sabe hasta que llega el resultado. Siempre digo, toma decisiones y ya veremos cuál es el resultado. El resultado es para aprender o para ver que tomaste la mejor elección, ¿no? Nunca se sabe, ¿no?
Somos indecisos por miedo al resultado, normalmente.
Claro, queremos siempre acertar. Y entonces...
Es que da mucho miedo equivocarse, ¿eh?
Bueno, da más miedo bloquearse y no hacer ningún tipo de acción, ¿no?
Pero mientras no se toma una decisión, no se falla.
Pero a lo mejor no fallar es no elegir.
Claro, pero sí que es cierto que de alguna manera es cierto que si no fallo, si no elijo, no fallo, pero llega un momento que tienes que elegir porque se pasa la oportunidad.
Entonces dura todo un tiempo, ¿no? Todo tiene... Hay decisiones que se tienen que tomar rapidísimo y hay otras que se pueden posponer, pero no se pueden eternizar en el tiempo.
Ya.
Porque tenemos una vida y la vida pasa, ¿no?
Ya, sí, sí.
La última pregunta sí que tenía pensada, que esta te la comenté también el otro día, es que hay...
O sea, hablando de uno mismo, ¿eh?
¿Qué diferencia hay entre un deseo que tengo realmente en mi interior y algo que creo que yo quiero?
Porque creo que no es lo mismo, ¿no?
¿Te acuerdas que te ponía el ejemplo de, imagínate, tú eres pequeño y quieres ser futbolista y dices, crees que quieres ser futbolista, pero luego te da un palo tremendo ir a los entrenos...
O sea, quizás quieres ser eso por el éxito que eso supuestamente presenta o por otros factores externos.
Claro, yo creo que eso tiene mucho que ver con el autoconocimiento, con lo que hemos hablado antes.
Entonces, uno puede tener un deseo y entender de dónde viene ese deseo.
Yo creo que el deseo viene muchas veces de esa motivación de lo que te gusta realmente.
El que tiene el deseo de ser futbolista, pero no le gusta entrenar, hombre, puede que le guste la fama, puede que le guste la vida de los futbolistas.
Es que esto pasa con mucha gente que se quiere dedicar al mundo, bueno, al mundo, ¿cómo decirlo? De cara al público, ¿vale?
O yo que sea artístico.
Que tú ves que lo hacen por ego, que no es realmente que les guste. Por ejemplo, yo creo, como persona que interpreta y tal, yo creo que es importante que si te gustan las artes, que te guste comunicar emociones, porque el arte es eso, ¿no?
Y hay gente que lo hace por la fotito, por tonterías, por la fama, que creen... Bueno, la fama, yo qué sé, yo no conozco a gente así, pero quiero decir, por lo que creen que es el reconocimiento, que eso no es realmente reconocimiento, ¿sabes?
Sí, pero yo creo que la vida es tan complicada que da igual de dónde vengas o por qué lo quieras hacer. El tema es que al final la vida te va a decir dónde el obstáculo, en qué obstáculo te vas a parar.
Si realmente algo lo amas de verdad, vas a intentarlo, vas a seguir, vas a dedicarte a algo que a lo mejor no es realmente eso, pero que está muy relacionado con eso y te gusta.
Yo creo que al final es, ¿qué obstáculo te va a poner en la tesitura de entender para qué te dedicas a eso?
Ya.
Y entonces está todo bien. Yo siempre digo, todo está bien. Todo está bien relacionado en el que da igual que alguien quiera la foto o alguien ame lo que haga.
En un momento determinado, alguien puede amar tanto la foto que puede superar obstáculos o alguien puede amar tanto la vocación que puede superar los obstáculos.
Generalmente nos dicen, y esto son estadísticas, que quien lo hace con esa vocación llega lejos. Quien al final solo quiere la foto, le cuesta más llegar porque habrá un obstáculo que sea muy difícil de salvar o sea tan tremendo que puede que deje eso que realmente él quería, ¿no?
Es que a mí me da un poquillo de rabia al ver que, no sé, que hay cosas, que hay gente que como que no se plantea el por qué hace las cosas, que a mí me debería de dar igual esto, ¿eh?
Es como, no, pero es como, yo estoy notando tanto, o sea, por ejemplo, yo qué sé, en el mundo de la música, que yo amo, soy súper melómana, me encanta la música, ves artistas que no tienen cultura musical y es como, ¿tú cómo vas a escribir tus canciones si no sabes de dónde viene?
Es como, ¿cómo hablas de, yo qué sé, tú notas, por ejemplo, que hay cosas que están, que les dicen lo que tienen que hacer y es como, ¿por qué te estás dedicando a ello con lo difícil que es?
Porque realmente ha encontrado una oportunidad y no hay que criticarlo. Yo me parece que empecé haciendo P4 y P5 sin que yo supiera por qué hacía P4 y P5 y luego hice primero, DGB, segundo, tercero, sin saber por qué lo hacía.
Y me gradué, ¿tú?
Y me gradué y sin saber. Y un día quise ser psicólogo y fíjate, mira, iba por buen camino, pero hasta entonces creo que todo lo que hacía no sabía el por qué. Entonces, yo creo que...
A lo mejor soy yo que me lo planteo mucho.
No, no, no.
Que me gusta hacer las cosas con un sentido, ¿sabes?
Está bien, pero yo creo que cada persona tiene su forma de hacer, su oportunidad y de todos aprendemos, porque tú a lo mejor ves algo que no te gusta y dices, bueno, pues yo me quiero esforzar para hacerlo y para saber de dónde viene.
Yo a lo mejor ni me doy cuenta de estas cosas, ¿sabes? Y me parece todo bien, ¿sabes?
Ya, ya, yo te estoy diciendo porque... Bueno, da igual, no voy a dar ejemplos, ¿eh? Porque no toca, pero es como, tío, esto te lo han impostado y se nota que tú no estás disfrutando lo que estás haciendo.
Sobre todo es que no tienes luz cuando haces las cosas y tú esto lo notas. Y es como, tío, ¿pero qué haces?
Hoy se sabe de algunos personajes que han escrito un libro como Andrea Gassi que nunca disfrutó de jugar a tenis. Y entonces, pero fue un gran campeón de tenis. Hoy en día probablemente conocemos a Andrea Gassi por el tenis, aunque probablemente se dedica a otra cosa, con lo cual yo no lo juzgo.
Bueno, fue un campeón. Parece que pasó una infancia con mucho esfuerzo, donde su padre le exigía mucho. Bueno, llegó donde llegó y nos sirve para entender un poco más el mundo y a nosotros mismos.
Y tenemos la historia de Michael Jackson, que fue un niño, pues, prodigio, donde realmente se esforzó mucho. Acabó como acabó, pero realmente no sabemos si amaba lo que hacía o realmente...
Yo creo que sí, más o menos. Michael, ¿sabes lo que hacía? Cuando iba al estudio, él no hacía las melodías, como no tocaba instrumentos, las cantaba como él las quería y se las decía al productor en plan, quiero esta música, no sé qué.
Entonces, aunque, quiero decir, aunque no tuviese, digamos, como la técnica en ese sentido, que otra, o sea, es un artista, ¿eh? Increíble. Bueno, se la desapañaba de otra forma.
No, no, sí está bien. A mí me parece bien que cada uno lo intente como quiera, ¿no? Este mundo se trata de intentarlo y ver hasta dónde te sale bien, ¿no?
Sí, es verdad. David, no sé, no tengo más preguntas. ¿Quieres comentar algo más? ¿Crees que hemos hablado bien de responsabilizarse y encargarse de uno mismo?
Bueno, yo empiezo por la base, porque muchas veces escucho el... tienes que quererte a ti mismo, tienes que... y hay gente que dice, pero ¿cómo se quiere uno mismo?
Uno siempre ve cómo se quiere a uno mismo cuando ve a otro, ¿no? Generalmente, cuando ves a tus padres, ves cómo se quisieron ellos a sí mismos y tú intentas quererte a ti mismo con lo que has aprendido.
Luego vas conociendo gente en la vida, amigos, parejas, y entiendes que hay otras maneras de quererse a sí mismo y vas admirando a esas parejas que te aportan algo en ese momento de tu vida y vas aprendiendo.
Pero lo primero es plantearse, ¿no? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? Y luego, tras darte cuenta...
Y aceptarlo, yo creo...
Bueno, aceptarlo o no, por lo menos... sí, por lo menos darte cuenta.
Es que para amarte a ti, yo creo que tienes que aceptar tus cosas buenas y malas.
Sí, pero no siempre son fáciles.
Ya.
Sí, sí.
O sea, quiero decir, imagínate que en un momento determinado tienes un accidente y no tienes brazo.
Sí.
O sea, primero tendrás que resignarte, ¿no?
Y luego, poco a poco, vas viendo quién eres y qué cualidades tienes y qué puedes hacer, la cara buena y la cara mala.
Muchas veces, yo creo que un día hablaremos de los pensamientos repetitivos, pero muchas personas no aceptan lo malo y solo les viene lo malo a la cabeza.
Y lo malo es una parte importante para entender que, sí, que tienes contraprestaciones, ¿no?
Y luego hay otra parte que dices, bueno, pero puedo hacerlo otro.
Valorarlo todo hace que sepas quién eres y a partir de ahí te puedas responsabilizar de ti.
Pero no vendamos el quiero responsabilizarme, porque muchas veces ni sabemos hacerlo.
Y yo siempre empezaría por cómo empiezo a entenderme a mí mismo para un día responsabilizarme de mí.
y en ese sentido, una vez que sé quién soy, puedo responsabilizarme, puedo entender que hay cosas que tengo que mejorar,
habrá cosas que tenga que mejorar, pero tendré que mejorar muy poco a poco, porque si quiero mejorar muy rápido me frustro.
Si yo ahora quisiera tener un pedazo de cuerpo y me voy al gimnasio y me pongo allí, pues me daría cuenta que tengo mi tiempo
y que muchas veces ese tiempo no lo quiero sacrificar en eso, porque no me acaba de gustar y realmente...
Ahí es lo que decíamos de los deseos reales, ¿eh?
Claro, claro.
A lo mejor...
Pero igual yo quiero un buen cuerpo y no quiero pasar por el gimnasio, ¿me entiendes?
Entonces, ahí es donde... ¿cuánta importancia para mí tiene y para qué?
Pues son cosas que tengo que descubrir.
Y eso es, primero, descubrirme a mí mismo, entenderme y a partir de ahí, poco a poco.
Muy bien. Pues con este mensaje nos quedamos.
Ya que estamos escuchando de fondo el tema...
El temazo, el temazo que era...
El temardo.
Bueno, de verdad, no, a ver, yo creo que todo el mundo... Además, escogí esta canción cuando en los otros episodios que vayamos grabando
voy a poner canciones que a lo mejor no se conocen mucho, pero está guay también porque así, no sé...
Tú me las pasas antes y así digo que sí que las conozco, porque si no...
Pero si está suena un montón, yo no lo entiendo.
Bueno, la cosa, que ya que está sonando esta canción, la base de la canción, nada, deciros que volvemos en el próximo episodio,
ya se verá cuándo, cómo, dónde todo, no dónde, ya está ahí.
Y que nada, muchas gracias por hablar conmigo de cosas, por llevarme también la contraria, porque me gusta,
porque así aprendo cosas y veremos qué nos deparan los próximos episodios.
Gracias a ti por este temazo.
Pero si no lo he hecho yo.
Yo te lo traigo.
Esto es Disco Rayado. Esperamos que os vaya todo súper bien.
Gracias.
¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!

¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!
¡Suscríbete al canal!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!

Fins demà!
Fins demà!

Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
Fins demà!
!
!
Fins demà!
!
!
Fins demà!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!
!