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Entrevistes de la Justa

Cada dia, en el Programa La Justa tractem els temes d'actualitat del Municipi en format entrevista. Cada dia, en el Programa La Justa tractem els temes d'actualitat del Municipi en format entrevista.

Transcribed podcasts: 2097
Time transcribed: 32d 9h 28m 52s

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Tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc-tinc.
Olla qué cosa más linda, más cheia de gracia,
é la menina que ve y que pasa.
Doncs bé, a punt de tocar aquest quart d'una.
Falta un minutet per tocar exactament l'hora
i entrem a la tercera hora.
Ho fem també parlant amb Lila Lorenzo,
que la tenim aquí amb nosaltres.
L'havíem presentat al principi del programa.
Ha escrit quatre llibres que els tenim aquí al davant.
Si l'esteu veient a través del YouTube de l'emissora,
veureu també els quatre llibres.
Ella és educadora i dinamitzadora del somriure.
L'heu escoltat moltes vegades pel telèfon,
però avui per fi la tenim aquí amb nosaltres.
Lila, buenos dias.
Hola, buenos dias.
Qué alegría estar aquí en vivo.
Sí, sí.
Somos reales.
Sí, nos hemos conocido en persona,
nos hemos podido saludar y conocer físicamente,
que es importante también, ¿no?
Poner cara a la persona.
Qué bueno, qué bueno.
Me encanta.
Sí.
Gracias por venir hasta aquí, Lila,
y por esperarte unos minutos,
por retrasar un poco la entrevista,
pero bueno, te tenemos aquí en definitiva.
Y estás rodeada de tus cuatro libros,
que de hecho están enfocados perfecto
para que los lea todos estos cuatro libros,
porque haces una presentación de los cuatro.
Total, sí, sí, sí.
Aunque ya están escritos y publicados, ¿no?
No es que ahora se presenten, ¿no?
Qué va, qué va.
Hace mucho tiempo.
Cada uno tiene su historia.
Lo único es que, bueno,
me van llamando de diferentes organismos
y justamente en la Bacus de Bárbara del Vallés
me han solicitado para este sábado presentar los cuatro.
Los cuatro libros.
Y bueno, yo apasionada y entregada
y también pues encantada de poderlos compartir
porque son mis hijos creativos.
Sí.
Y en qué momento, es decir,
en qué momento has ido escribiendo cada uno,
qué trata cada uno,
qué diferencia tienen entre,
a ver, son cuatro libros,
que no cada día se presentan cuatro libros.
Bueno, piensa que he ido escribiendo cada dos años.
Cada dos años.
Desde el 2014, cada dos años.
Pero ¿como objetivo o cómo ha ido saliendo?
Curiosamente, no tengo muchos objetivos, ¿eh?
Vale.
Iban brotando, iban naciendo de una manera muy íntima conmigo misma,
con ese anhelo de compartir y expandir
esa fragancia que llevo
o toda esa experiencia, conocimiento, el impulso de vida.
Y en cada uno de ellos han sido etapas diferentes.
No obstante, cada uno de estos libros son para mí un diamante.
Sí, una perla, una pepita de oro.
Tus hijos, ¿no?
Mis hijos, sí, sí.
Muy diferentes y con el mismo hilo conductor que es el amor.
Vale, ese es el denominador común de todos, ¿no?
Sí, en todos está el amor, ¿no?
El amor a mí misma, evidentemente, y el amor a la vida.
A la vida.
En todas sus orientaciones, ¿verdad?
Entonces, el primer libro que escribí en el 2014
fue el de La Alegría de Vivir, que es este de aquí.
Con colores muy vivos también, ¿no?
Muy vivos.
Amarillo, rojo, rosas.
Y este libro lo que incluye son ocho apartados
que están relacionados entre sí,
que puedes leer cualquiera de ellos como tú quieras,
como tú elijas, según el momento en el que te encuentras.
y en su conjunto forman un curso que yo creé en el 2002
que se llama La Alegría de Vivir, ¿no?
Y le quise poner, pues, esta esencia, ¿no?
El libro en sí, que es sobre la autoestima,
sobre la gestión emocional,
sobre cómo gestionamos nuestra mente,
esa medicina que existe para la mente,
el equilibrio de los centros de energía,
cómo vivo yo la sexualidad,
cómo es para mí,
y también la vida desde la alegría y el humor.
Estos serían los ocho apartados,
que el ocho para mí es el infinito, ¿no?
Ese número.
Sí, bueno, el ocho estirado, el tumbado, ¿no?
Así que es el infinito.
El infinito.
Y, bueno, pues, es un número para mí muy especial, ¿no?
Que siempre llevo como algo mío.
El ocho es mi número.
Y aparte es el primer libro, ¿no?
Que imagino que todos hicieron ilusión,
pero este quizás un poco más por ser la...
¿no?
Por abrirte las puertas, ¿no?
Total, sí, sí.
Bueno, hostia, lleva...
He perdido el número de ediciones ya.
Sí, fue bueno.
Tuvo muchísima tirada y sigue teniéndola,
no es algo que digas.
Sobre todo estos libros viajan conmigo allá donde voy,
todas las formaciones que comparto,
y siempre están ahí expuestos
y la gente se los lleva después de las formaciones
o los talleres o sesiones, ¿sí?
Sí que están en Amazon y en librerías,
pero más bien donde más tienen salida es
después de cada intervención,
después de cada acción, sesión, taller,
formación que comparto, ¿no?
Es más por ahí por donde brota, ¿no?
El lector, ¿no?
Que le llama la atención quizás la experiencia
que haya tenido durante la sesión
y le llama la atención a alguno de ellos,
depende del tema, ¿sí?
Claro, claro.
Depende del tema de la sesión, pero...
Este es el primero, ¿eh?
La alegría de vivir,
que de hecho tu blog lleva el mismo nombre.
Sí, sí, sí, sí.
La alegría de vivir.
No sé si están puestos por orden,
porque yo los veo aquí de derecha a izquierda.
No sé si el siguiente es el
Estás aquí, Viaje al presente, o no.
No.
A ver, ¿cuál es el segundo?
Los he puesto por orden
porque estos están más relacionados
con el autoamor, el bienestar,
el cultivo de uno mismo, el crecimiento,
y estos dos están más dedicados a la educación.
¿Sí?
Vale.
Entonces, este es una novela...
El de Estás aquí, Viaje al presente.
Estás aquí, Viaje al presente.
Es una novela en la que la protagonista,
que tiene 33 años,
recibe una misteriosa llamada por teléfono
y desde ese día se transforma en una rica aventura,
la que explica sus experiencias descubriendo el infinito poder
que tiene ella sobre su mente.
¿Y cómo lo vive?
Atravesando también ocho puertas.
Siempre el ocho, ¿eh?
Siempre el ocho.
Ocho puertas, ¿no?
Que le llevan de alguna manera, pues, a esta meta,
que es el presente.
Estar más en el aquí.
Y, bueno, es muy simbólico.
Es muy...
Tiene sus metáforas, ¿no?
Es un libro también que apoya al lector.
Trae esperanza, ¿no?
Trae impulso para vivir más y más este momento,
tal y como es.
Me encanta este libro.
Sí, es tu preferido, quizás,
o el que más te...
Claro, es que si tuvieras que escoger uno entre cuatro, no sé...
Es como los hijos, ¿no?
Claro, no.
No podrías decir uno más que el otro, claro.
Sí, todos tienen su sabor.
Claro que sí.
Muy diferente.
Y luego hay el otro bloque que decías,
que es más, quizás, educativo, ¿no?
O más de tu rama como educadora, ¿no?
Como con la voluntad de ayudar a los demás a aprender.
Estoy leyendo también este de
No lo leas, que te va a gustar.
Ya el título ya es llamativo, ¿eh?
Sí.
Este fue el último que escribí.
Es del 2019.
Y este va dedicado sobre todo al adolescente, ¿no?
Y esto es lo que le hace, ¿no?
Que le dices que no haga algo
y va directo a hacerlo.
Sí.
Por eso lo he titulado No lo leas, que te va a gustar.
Parece que esperen a que le digas que no para hacerlo, ¿no?
Correcto, correcto.
Esta es una etapa realmente muy desafiante para todos, ¿no?
La etapa adolescente tal.
Todos lo hemos vivido, ¿no?
Lo...
Bueno, nosotras, ¿no?
Hemos sido, hemos sido adolescentes.
Hemos sido adolescentes y mucha gente sigue viviendo como adolescente.
Eso también.
Porque no lo ha vivido total o plenamente.
Este libro se lo dedico especialmente a familias que tienen hijos adolescentes.
Como madre de ahora un hijo que tiene 18 años, pues tengo mis experiencias,
además de, evidentemente, mi conocimiento y estudios sobre el tema.
y es una guía para orientarlos a través de diferentes propuestas, recursos,
que les puedan apoyar y acompañar, ¿sí?
Que les pueda, sobre todo, dar esa luz que a veces necesitamos, ¿no?
En esta etapa tan desafiante.
El libro va dedicado, es decir, va enfocado más a adolescentes,
es decir, a los propios jóvenes, no tanto a los padres, quizás,
o también a los dos, digamos, a las dos generaciones, ¿no?
Sí.
Al adulto y al que está creciendo.
Sí, podría estar más dedicado al educador.
¿Vale?
O persona que está cerca de adolescente.
Puede ser un familiar, ¿no?
A veces no tiene por qué ser el papá o la mamá, a veces son los abuelos o los tíos.
y, sobre todo, al que está ahí, al frente de adolescentes, pues ocho horas, ¿no?
Que es el educador, el facilitador, el profesor, maestro.
Y, claro, aquí yo quiero compartir mis experiencias con ellos en el aula,
porque yo he estado más bien directamente en los institutos, ¿sí?
Dando apoyo al profesor y al adolescente, para que pueda recibir la asignatura con más frescura,
más jugo, que esté más despierto, que se pueda sorprender.
Y digo, guau, me están explicando geografía, ¿y, no?
¿De qué va esto? A través de un juego, una dinámica.
O son más bien recursos pedagógicos también, ¿no?
Que se puedan utilizar para que esté el joven realmente vivo,
porque el joven en el aula muy a menudo se duerme,
entre aquellas en esa etapa que duermen mucho.
También para que esté despierto, que tenga la curiosidad ante ese tema que le expone, ¿no?
Que muy a menudo, qué aburrido, no tengo ganas, están por otros intereses.
Y mi pasión o mi enfoque es que estén prendidos.
Y muy a menudo es el orientador o el profesor, ¿no?
El que tiene que engancharle, ¿no?
Si está explicando matemáticas, tecnología, música, literatura,
que pueda tener sobre todo actividades adecuadas para que esté prendido.
Me gusta mucho esta palabra, que esté realmente el adolescente,
no, a ver qué va a pasar aquí, ¿no?
Esto es como una obra de teatro, ¿no?
Y...
Expectante, ¿no?
Expectante, que diga, guau, hoy tengo mates.
Y esta es un poquito mi misión, ¿no?
De darle juego.
Mira, el juego se va perdiendo a medida que crecemos.
Cuando son pequeños sí que es más fácil.
Pero a medida que crecemos, el arte de jugar se pierde.
Y yo vivo mucho la vida como un juego.
Sí.
Digo, guau, a ver hoy, ¿no?
¿A qué toca jugar?
Hoy toca ir a la radio.
¡Uh!
Pues juguemos.
Hoy toca estar con este grupo de gente que no es tan fácil o es desafiante.
Un juego más.
Es un juego.
Este libro, no sé si también has recibido comentarios de educadores
o de personas que estén en contacto con adolescentes
que te han comentado que les ha servido, que les ha sido útil,
que les ha ayudado a ayudar ellos a los adolescentes.
Es correcto.
Tanto este libro como el de Juegos para Crecer Felizmente,
ambos son para muchos profesores que me escriben su protocolo.
Dicen, Lila, yo, ok, tengo lo que tengo que ofrecer, evidentemente,
mis conocimientos y me inspiro en algunas de tus propuestas.
Incluir, pues, algo para su autoestima, algo para su mente,
algo para que estén más atentos, más concentrados
o que puedan tener también esa creatividad, ¿no?
Que podamos sacarles su jugo a qué habilidades traen
y poderles ofrecer por ahí, ¿no?
Y, claro, el orientador tiene un gran trabajo.
No solo...
Y responsabilidad, ¿no?
Muy responsable.
No solo de dar un ejemplo ante estos jóvenes,
sino crearles esa curiosidad, ¿no?
Crearles que tengan preguntas, despertarles, removerles,
que puedan estar realmente despiertos, frescos, latentes.
Y muy a menudo me doy cuenta que el humor les ayuda, ¿sí?
El orientador que tiene humor los tiene como más despiertos.
Claro, no puede ser todos los orientadores con humor
ni tampoco somos aquí el ludo formador, ¿sí?
Sino más bien, a través de estos dos libros,
sí que ofrezco, sobre todo, dinámicas para el aula.
Dinámicas, sugerencias, que puedan despertarles su curiosidad,
que puedan ser jóvenes con algo diferente.
Que estén vivos, ¿no?
Algo nuevo, sí, algo más nuevo.
Y digan, wow, qué bien, hoy me toca, pues yo qué sé, este profesor, ¿no?
De hecho, quiero mencionar que un sobrino, Víctor Renzo,
ahora pues está encaminado a dar clases a adolescentes
y ya está, ya está empapándose de toda esta información
para poderlo llevar al aula.
Dice, sí, estoy formándome, estoy haciendo el máster
y tengo los dos libros de mi tía.
Vale.
Para poderlos llevar.
Me sirven de base, ¿no?
O sea, que espero, aún no, está ahí estudiando,
pero espero que pueda realmente empaparse de estos recursos
y llevarlos al aula.
Te tiene cerca, es más fácil, ¿no?
Para él quizá también hacerte preguntas o consultarte
y dejarse guiar también por ti.
Claro.
Piensa que yo he estado bastante en el aula
y muchos profesores me dicen, wow, no sé cómo lo haces,
pero los tienes ahí a todos.
Y yo creo que muy a menudo es la mirada,
la presencia, es saberles escuchar,
estar atenta a cualquier movimiento,
cualquier palabra que puedan estar ahí,
para tú, pa, ¿no?
es realmente aportarles algo, algo bueno,
algo de calidad, algo con valor.
Y la sonrisa, la sonrisa, ¿no?
Ah, sí, esto les encanta.
Es básico, ¿no?
Esto es muy importante, ¿no?
Cuando llegan, muy a menudo estoy en la puerta
y los saludo, ¿no?
Buenos días.
Y se quedan como diciendo, uh, ¿esto qué es, no?
Sí.
O sea, les sorprende, les rompe los esquemas.
Claro.
De un adulto que está realmente centrado,
motivado,
con sus conocimientos,
con lo que trae, ¿no?
Si es, pues, lengua o castellana,
tener todo esto aquí bien empapado
y poderlo ofrecer con chispa.
Con chispa.
Con tu naturaleza, evidentemente.
Claro, claro.
No tienes por qué estar ahí sonriendo,
sino con tu propia naturaleza.
Yo tuve una profesora en el instituto
que ella nos dio historia
haciendo teatro.
Wow.
Me acuerdo de toda la historia
de aquella época.
Esto es magnífico.
Sí, nos hacía, venga, tenéis que...
Ojalá me hubiera pasado a mí.
Mira, creo que recordaría
muchas más cosas de clase.
Recordamos a profesoras, no sé, Mireia,
a mí me pasa con muy pocos profesores.
Sí, sí, es cierto.
Me queda la de latín,
que nos hacía también, ¿no?
Como mucho juego.
Y la de historia,
que nos hacía incluso,
venga, buscaros la ropa
de la época de la revolución industrial,
buscaros el guión.
Era que, evidentemente,
a mí se me quedó la historia
de aquella época.
Bueno, la vivías, ¿no?
Os la hacía vivir en clase, ¿no?
Sí.
Claro.
Y creo que ese es el camino,
sobre todo para hoy, ¿no?
Los jóvenes de hoy en día
que están dispersos,
que todo tiene que ser rápido ya,
hacerles ver que hay otras formas
de incorporar la materia
y que puedas ser creativo,
que puedas ser lúdico,
que fuese divertido también, ¿no?
Y tan.
Esto en cuanto a adolescencia, ¿no?
Digamos, es decir,
el bloque de edad que iría,
pues, bueno, adolescentes, ¿no?
Pero luego hacia más abajo, ¿no?
Quizá debajo de los 12, 13.
Sí.
son, pues, infantiles, ¿no?
Sí.
O son más jóvenes,
son más pequeños.
Y también tienes un libro para ellos.
Sí, sí, sí.
O sea, no te olvides de nadie.
De ninguno.
De ninguno.
Claro, es mi experiencia.
Yo he estado en las escuelas 20 años.
20 años,
tanto acompañando a docentes
para darles apoyo,
sobre todo a nivel emocional,
de recursos, de técnicas,
de estar ahí escuchándoles
cuáles eran su necesidad
y ofrecer en el aula,
pues, otro tipo de dinámica.
Y ellos me dicen,
Lila, tus libros son mi protocolo,
mi base, mi apoyo.
Y les sirve, les ayuda, ¿no?
Porque incluyen, por ejemplo,
en este libro de juegos,
incluyo dinámicas que pueden servir
también para la adolescente.
Claro.
Siempre buscando ese lenguaje
apropiado para cada edad.
El tiempo que tienen,
que a veces me dicen,
es que no tengo tiempo,
un minuto de respiración.
¿Sí?
Un minuto de practicar la atención plena.
Un minuto de...
O sea, que si queremos,
sí que tienen el tiempo.
De hecho, como yo voy al aula
y estoy con los adolescentes
o con los niños participando,
pues, ellos ya ven cómo me comunico,
cómo pueden recibir este tipo de juegos
o de dinámicas o de ejercicios
y que los detallo en estas guías
para que lo tengan muy a mano.
Y la mayoría nos ayudan a crecer,
tanto al adulto que acompaña a estos niños,
a estos adolescentes,
como a ellos, ¿no?
Les da ese apoyo
para que tengan el bienestar emocional,
para que conecten con el amor,
conecten con sus sentidos,
conecten con la alegría de vivir.
Bueno, ¿no?
Es como...
Para mí es mi vida, ¿sí?
Hombre, claro, sí, sí.
¿Tienen algún punto autobiográfico?
Total, todos.
Es decir,
¿pero están relatados en primera persona?
Todos, todos.
¿Sí?
Todos.
Todos los cuatro.
O sea, ¿tienen parte de ti todos?
Los cuatro libros.
Todos.
Todos tienen mi esencia
y evidentemente mi experiencia.
No puedo ofrecer algo
que yo no he palpado, sentido, mamado.
Y, claro, son mi vida, ¿no?
Es un...
Si yo me voy de este planeta,
pues, hala, aquí encontraréis
en clave de humor mis libros,
que son, pues, todos mis cursos, ¿no?
Todas mis...
Mis semillas.
Sí, sí, me llamó.
¿Tienes pensado escribir un siguiente?
Porque, claro, cada dos años decías, ¿no?
Si ya van cuatro,
no sé si por tiempo ya toca.
Sí, sí, sí.
Quería dedicarle uno, sobre todo,
al Alzheimer.
Ya que he tenido, pues,
este desafío en familia
y llevo muchos años colaborando
con la asociación,
encantaría escribir uno
dedicado a esta enfermedad,
¿no?
A las demencias en sí.
Ya veremos.
El siguiente que te propones.
Me gustaría este.
Sí.
Sí, sí, sí.
Voy a ver.
Sí, me inspiro.
Piensa que yo me inspiro
por las noches.
Todos estos cuatro libros
han sido escritos por la noche.
y al día siguiente
yo estaba igual de despierta.
Sí.
Sí, sí, era como,
no sé, algo fácil, ¿no?
Fluía.
Con ojos cerrados,
chaca, chaca, chaca,
delante del teclado
y ahí iba yo.
Luego, evidentemente,
tenía mucha faena
de repasar ortografía
y, bueno,
y errores, ¿no?
De grafismo también.
Pero más allá de esto
eran por la noche todos.
Me gusta mucho la noche
para escribir.
El silencio,
mucha tranquilidad.
Cuando hay más calma.
También es cuando toca descansar,
pero, bueno,
si puedes compaginarlo
puedes descansar también un poco.
Sí, claro, descanso.
Es importante el descanso
para tener energía.
Y tan.
Lila, recuerda, ¿no?
Nos presentabas estos cuatro libros
un poco lejos de aquí,
pero, bueno,
podemos ir igual
a la Bacos de Alvaricentro.
Esto es Bárbara del Vallés, decías.
Sí, es en Bárbara del Vallés
este próximo sábado a las 12.
El día 12 a las 12.
El 12 a las 12.
¿Esto ha sido buscado
o ha sido así...?
Buscado, buscado.
¿Sí?
No, ellos me llamaron
que querían que fuera
porque me conocen
y yo les dije el horario.
Bueno, pues ya que es el día 12
podríamos quedar a las 12.
Claro, ya hubiera sido
el día 8 a las 8
habría sido perfecto,
¿no?
Hoy a las 8 podría ser
otra presentación, ¿no?
Y aquel 8 es tu número
un poco, ¿no?
8 capítulos,
las 8 puertas de la novela, ¿no?
Qué bueno, Mireia.
¿Qué explicabas?
Qué viva estás.
Aquí tomando nota, ¿ves?
Libreta y boli.
Me encanta.
Lila, muchísimas gracias
por venir hasta aquí.
Pedirte disculpas
porque antes
ha habido una confusión
y pensaba que no venías hoy
y por eso hemos alargado
la entrevista anterior,
pero hemos sacado tiempo
y hemos podido hablar contigo,
que es el objetivo
que teníamos hoy,
de verte sonreír aquí
en directo también,
que siempre, claro,
al verte por...
Bueno, no verte,
escucharte por teléfono,
claro, era como,
bueno, sí,
yo me imagino que sonríe,
pero quiero verla, ¿no?
Queremos verla.
Pues sí, sí,
muchísimas gracias a vosotros
por pensar en mí
y poder estar aquí,
es un placer.
Y tan.
Nos vemos en breves,
iba a decir hasta pronto, ¿no?
Nos volvemos a ver
o ya sea por teléfono
de alguna forma.
Claro que sí.
Pero podemos seguir
en contacto contigo
y tu sonrisa.
Muy bien,
pues muchas gracias,
sonrisas para todos.
Exacto, un abrazo
y enhorabuena
por los cuatro libros
y los que tengan que venir.
Gracias, gracias.
Un abrazo.
Bendiciones.
Bendiciones.