Per començar aquest exercici,
intenta adoptar una postura cómoda
sobre una silla con la espalda recta
o bien estirado en una colchoneta.
Puedes empezar a cerrar tus ojos
si estás cómoda con ello
o dejarlos abiertos
si te sientes más cómoda.
Puedes realizar un par de inhalaciones
para ayudar a traer a tu mente al momento presente.
Permítete sentir el contacto
con la inhalación y la exhalación.
Y después puedes abrir tus ojos y tomar una pausa.
Toma el objeto, la pasa, el alimento que hayas elegido para usar en este ejercicio.
Puedes tenerlo con cualquiera de tus manos.
Y después, simplemente permitirte observar este objeto.
Intenta hacer una exploración visual
dándote cuenta de todas las diferentes texturas que tiene el objeto.
que tienes que hacer.
Tienes pliegues o formas.
Como si fuera la primera vez que estás viendo este objeto.
Como si fuera un niño que lo ve por primera vez.
No solamente verlo superficialmente, sino notándolo.
Como por ejemplo, el reflejo de la luz sobre el objeto.
Como algunas partes es más oscuro, más claro.
observando las diferentes partes de este alimento, de este objeto.
Y también recordando que es normal que haya algunos otros pensamientos.
De modo que cuando surjan distracciones o aparezcan, simplemente regresa tu atención al objeto.
Muchas gracias.
¡Vamos la
Y ya que lo estás observando, intenta también combinar tu atención ahora, sintiéndolo
con la yema de tus dedos, quizás cerrando por un momento tus ojos.
Puedes pasarte entre los dedos este alimento, este objeto y preguntarte incluso si la forma
visual coincide con tu tacto.
Intenta ver si puedes notar esa rugosidad, esa textura y también puedes describir para
a ti misma esta sensación.
Por ejemplo, en la pasa que yo sostengo ahora mismo, es pegajosa.
Se siente rugosa, pequeña.
Aunque hay algunas otras que son más grandes, sigo tocando esa pasa con mis dedos, notando
cada rugosidad, cada tacto que aparezca en ella.
Puede ser que tu pasa sea diferente, puede ser que sea otro tamaño.
Intenta solamente notar estas características, estas particularidades de este objeto.
Incluso puedes cambiarlo de mano, de una a la otra.
Si eres diestra, puedes intentarlo con la izquierda y viceversa.
Ya que estás haciendo esta exploración con tus manos, tus dedos, puedes ahora explorar
el sentido del oído.
Para ello, vas a llevar este objeto a uno de tus oídos.
Aunque parece no emitir ningún sonido, puedes probar a sacudir este objeto.
Si el sonido no es suficiente, para apreciarlo más puedes probar a apretar este objeto con
la yema de tus dedos, intentando no dar ningún significado a este sonido, sino simplemente
dándote cuenta de que es un sonido, una sensación auditiva que tu mente percibe.
También puedes combinarlo cambiándotelo al otro oído, realizando lo mismo que con el
anterior.
Puedes sacudirla, puedes apretarla y observar si hay alguna diferencia con el otro.
Puede ser que tu voz te esté diciendo que este ejercicio en momentos sea aburrido
o monótono, pero podemos darnos cuenta de que si llevamos todos nuestros sentidos, toda
nuestra atención de forma amable, sin generar expectativas, puede ser interesante notar estas
características o estas cualidades de un pequeño objeto como este alimento.
Y ya sea que deseas continuar con sus ojos abiertos o cerrados, ahora vamos a cambiar
de sentido, para llevar la pasa o el objeto cerca de la nariz, de modo que en la inhalación
puedas percibir el aroma de este alimento.
Intenta notar las diferentes texturas o aromas que notas ahora.
Quizás mientras observas este olor puede ser que aparezca algún recuerdo o algún pensamiento
al oler este aroma, de vez en cuando recuerda traer otra vez la atención al momento presente.
Si nos distraemos con algún pensamiento, con algún recuerdo, vuelves a la atención del
del momento presente.
Aprovechando que está en tu nariz ahora, vas a bajar un poco más este objeto.
llevándolo hacia tus labios.
Ya has explorado el tacto previamente con tus labios.
Ya has explorado el tacto previamente con tus labios.
Aprovechando que está en tu nariz ahora, vas a bajar un poco más este objeto, llevándolo
hacia tus labios.
Ya has explorado el tacto previamente con tus dedos, pero esta vez lo vas a hacer con
tus labios.
Observando las posibles diferencias que surgen al notar las texturas de tu yema de los dedos
a tus labios.
Para ello, vas a recorrer la pasa de un lado a otro por tus labios, notando ahora cómo
es esa textura en esta parte.
Fíjate en las diferentes sensaciones que aparecen.
Puede ser que mientras estás haciendo este recorrido por tus labios notes saliva en
tu boca, notes la boca del estómago.
Simplemente disfruta de esta sensación sin juzgarla, sin intentar que sea diferente.
Es el aquí y el ahora.
Si surgen pensamientos que no necesitas ahora, deja que se vayan, que no se queden.
y mantengo un poco más este ejercicio recorriendo la pasa por mis labios.
Ahora, cuando te sientas preparada, puedes introducir este objeto, esta pasa siendo consciente, en tu boca, sin masticarla todavía.
Simplemente juega con el alimento, con tu lengua, puedes apretarlo contra el paladar, moverlo, fijándote en el gusto que tiene ahora.
Puedes fijarte también en la salivación, en el estómago, incluso en que pueden aparecer ganas de querer masticarlo, pero todavía no lo haces.
Puedes empezar a masticarla de forma lenta.
Puedes empezar a masticarla de forma lenta.
Notando como cada mordisco, cada bocado, deforma un poco este objeto.
Y cómo da paso a un nuevo sabor, a una intensidad diferente.
Cómo va cambiando ese sabor al introducirlo en la boca y masticarlo.
Momento a momento, aunque sea el mismo alimento, quizás puedes percibir que hay alguna diferencia entre el inicio y el final del proceso de ingerir esta pasa.
Nota los movimientos con la lengua, los sabores.
Cómo puede ser que sin tragar todavía tengas diferentes partes de esa pasa en tus dientes, en tu paladar.
Y cuando te sientas preparada, puedes empezar a tragar lentamente este objeto.
Sigue el recorrido de la pasa, entrando desde tu boca hasta tu estómago.
Disfrutando esas sensaciones, sin juzgarlo.
Si viene algún pensamiento que no necesitas ahora, déjalo que se vaya, no te lo quedes.
Y disfruta de esta sensación.
Ahora, una vez que esa pasa, ese objeto ya no está en tu boca, está en tu estómago.
Puedes fijarte en que todavía queda un poco de ese aroma, de ese sabor en tu boca.
Incluso puede ser que haya partes de ella todavía en ella.
Simplemente disfruta de ello.
Para finalizar el ejercicio, vas a llevar ahora tu atención a la respiración.
Notando como entra y sale el aire.
Y poco a poco, vas a empezar a abrir los ojos y los tenias cerrados.
Y conectar con la sala, la habitación en la que estás.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
No.
Gràcies.