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Arxiu/ARXIU 2011/ENTREVISTES 2011/


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D'aquí dos minuts serà un quart d'once del matí,
obrim aquesta ja quarta hora del matí a Tarragona Ràdio,
i aquesta setmana, com us havíem dit, hem anat parlant de turisme,
hem parlat amb els hotelers, amb els càmpings,
hem parlat amb el patronat municipal de turisme,
i ens faltava una visió, una visió, home, podríem dir que molt important,
que és la visió dels turistes, de com es veuen aquells que ens visiten,
aquells que venen aquí a casa nostra a Tarragona,
i estan aquí aquests dies amb nosaltres ara a l'estiu.
Avui volem fer-ho, volem acabar de complir aquest objectiu,
però hem convidat un turista molt especial,
és una persona que viatja moltíssim,
i també en bona mesura per les seves feines,
una persona que aquest dia està aquí amb nosaltres,
i que és, no és un convidat normal, ja ho diem ara,
ell és el ministre, conseller de l'Ambaixada de Xile a Guatemala,
i és Renato Valdívia, Renato Valdívia, què tal?
Bon dia, buenos dias.
Bon dia.
Com està?
Molt bé, molt bé, i molt content d'estar aquesta manana amb vostès.
Tarragona, què li ha parecido?
Una ciutat maravillosa,
bien lo decía,
tengo mucho tiempo de venir a visitar,
porque tengo parientes,
y la verdad que si alguien me dice cómo definiría Tarragona,
la definiría como un punto importante en el turismo internacional,
porque reviste una característica esencial y muy humana,
es una de las pocas ciudades que uno se encuentra a mano con todo,
y eso significa que la dimensión de humanidad que tiene esta ciudad con su gente,
la hace cordial, acogedora y hospitalaria.
Desagradaria, por tanto, del trato personal, ¿no?
La gente, la proximidad.
Exactamente, y esto es un factor sumamente importante para el acercamiento de quienes la visitamos como extranjeros,
porque nos sentimos como en casa,
y en el fondo ese es un puente muy importante que te vincula hacia otras cosas,
te vincula a conocer más la ciudad,
a integrarte más,
a aprender algo de catalán,
¿por qué no?
Es la comunicación,
y eso fluye naturalmente.
Esto en un entorno, ¿no?
Es decir, esto sería una parte importante,
pero luego está todo lo que la envuelve, ¿no?
Es decir, restauración, monumentos.
Exactamente.
Restauración, por cierto, entre ellos algún restaurante también chileno,
es decir, en este sentido también supongo que está,
dice que está como en casa, pero vamos, todavía más, ¿no?
Sí, sí, sí, sí.
Mira, sobre esto mismo,
la ética no me permite dar el nombre del restaurante,
pero en fin, es un buen lugar.
Y eso es otro de los puntos que a esta ciudad la hacen acogedora.
Buenos restaurantes, buena cultura,
se junta la montaña,
se junta el verde de los campos,
se junta el mar,
se junta la urbanización
y el proyecto de una ciudad que realmente crece y se expande
y que uno lo ve cada año desde esa perspectiva.
no la da el turista, en mi caso,
sino la da el viajero,
la de aquella persona que va tomando apuntes y notas
sobre las vivencias,
sobre lo que te enseña la ciudad,
la cultura y su gente.
Para una ciudad como Tarragona,
ser patrimonio de la humanidad
ha creado un punto de inflexión, ¿no?
Imagino que en Chile pasa lo mismo, ¿no?
O en Guatemala, por ejemplo,
ser patrimonio de la humanidad significa esto, ¿no?
Un punto y aparte, ¿no?
Exactamente, punto y aparte.
Y aquí hay una cosa muy curiosa.
Estos patrimonios de la humanidad en tres puntos,
Tarragona, Valparaíso y Ciudad Antigua de Guatemala,
son patrimonios que tienen mucho
de lo que nosotros estamos hablando hoy esta mañana.
La identidad que uno encuentra
entre Tarragona y Valparaíso
ya es un punto importante en los puertos.
La navegación, la mirada del ciudadano hacia el mar.
El mar significa tantas cosas.
Es la comunicación, es el símbolo de la cultura,
es la inmigración que trae y lleva,
y que lleva esperanza y lleva sueños.
Y eso va construyendo culturas, culturas universales
e identidades propias que se mantienen
y se conjugan cuando los pueblos las saben llevar.
Ese es el punto que yo diría clave en ambas ciudades
y también en lo que es la Antigua de Guatemala.
La Antigua de Guatemala también es un patrimonio
interesantísimo de conservación donde se dan todo esto
y es el referente esencial aparte de la cultura maya,
el referente esencial de una Guatemala que se desarrolla
y ha conservado una parte importantísima de su patrimonio.
Usted habitualmente está en Guatemala, ¿verdad?
Sí, estoy cumpliendo misión diplomática como ministro consejero
en Ciudad de Guatemala, región a la cual conozco
porque como diplomático me formé en Centroamérica,
luego pasé a Perú, Argentina, México, Italia, Alemania, Moscú,
y ahora me encuentro acá como en casa.
Se lo voy a preguntar a un diplomático,
aparte de tener la diplomacia y aplomo,
¿viaja mucho, no?
Sí, porque es parte de nuestra profesión
y naturalmente es el contacto permanente
que nosotros tenemos con la gente, con las instituciones.
Es una labor, la carrera diplomática, maravillosa
porque tiene siempre esa faceta de estar permanentemente estudiando,
estudiando siempre y al mismo tiempo en contacto con las personas
en la faceta consular y en la faceta diplomática.
Y lo principal, llevar el mensaje de tu país,
los proyectos de tu país a conjugarlos con las realidades de los otros
y se empieza a generar una red de posibilidades de enorme trascendencia.
Hoy por hoy esto es la gestión diplomática
y con muy buenos resultados cuando son cancillerías,
como en el caso nuestro, serias en el sentido
que nosotros tenemos una carrera, una carrera reconocida,
una carrera en la cual hay concursos de oposición
y una formación y una inversión en recursos humanos.
El Estado moderno.
Volviendo a Tarragona y a su estancia en Tarragona,
¿qué le ha sorprendido más o qué le ha gustado más ver de la ciudad
aparte de la luz?
A pesar de que hoy tenemos un día un poco extraño
y estos precedentes también, hemos tenido un poco de diversión de nubes,
pero cuando sale el sol, que ahí está la luminosidad,
¿ha podido ver algún monumento, por ejemplo, de la Tarco Romana?
Sí. Bueno, ese es el punto de referencia.
Es como se dice en la historia de esta ciudad,
es la primera ciudad del imperio, fuera del imperio.
Y la verdad que el testimonio monumental es impresionante.
Y por lo tanto, si alguien me pidiera a mí,
y por qué Tarragona, este punto en el mapa,
yo diría tres cosas.
Primero, por su gente.
Segundo, porque si uno llega a Tarragona va a ser acogido.
Tercero, con la familia uno tiene una expansión amplia,
una oferta muy bonita de playa, de compartir,
y además con alternativa.
Y la otra cosa es gozar el paisaje de esta ciudad
y de la provincia y de la Cataluña en general.
Tienen paisajes maravillosos.
Además, se conjugan los vinos, la variedad de las comidas,
los pescados, todo, todo, todo esto que hace la verdad
de un disfrute entre la sensualidad de los sabores,
el hecho de despertarte la imaginación
y convertirte en una persona que está disfrutando el ocio,
el ocio bien canalizado y las posibilidades enormes
de las buenas librerías.
Pasearse por la rampa, es un placer.
Llegar a toda esta plaza que está al final
y que se abre con una estrella,
casi con la planta renacentista.
El conjugar esta arquitectura con el centro histórico,
con la parte medieval que tiene, con los rincones,
que además las hace tan hermanos
con todas las ciudades mediterráneas.
No en vano en el 716 el obispo se llevó las reliquias
a la Liguria y llegó a San Fructuoso,
un lugar maravilloso de la Liguria italiana,
Rapaloto.
Bueno, es toda esta costa, es el Mediterráneo,
es la cultura del Mediterráneo,
son los sabores, los platos,
y uno va viendo.
Yo lo encuentro fascinante, la verdad que...
Estoy viendo que estoy comprobando,
estoy comprobando, vamos,
que es la forma de viajar suya es esta, ¿no?
Viajar, pero documentarse también,
conocer el sitio donde va, el sitio que pisa.
Exacto, exacto.
Y este para mí siempre es un referente.
Yo siempre tengo a Tarragona,
es mi punto de referencia.
¿Por qué?
Porque me permite además comunicarme
hacia otros lugares y llegar acá.
Y también por el plano afectivo.
Tengo las raíces familiares,
tengo a mi familia de mi mujer,
y que se han radicado acá,
y que han construido también esta parte
con su retorno de esa mano también hispánica,
que un día los atrajo a Chile
y otro día los repuso en este lugar.
Hay muchos lazos entre Chile y Cataluña.
Cuéntenos, por ejemplo,
porque Chile también es un país de contraste,
de mucho contraste,
muy grande, muy extenso.
Exactamente.
Quien se plantea ir a Chile estos días,
¿qué le recomendaría ver, por ejemplo?
Mire, si alguien quiere ir a Chile,
yo diría la contrastación es un factor
que nos favorece.
¿Por qué?
Porque en el invierno de ustedes,
nosotros estamos en pleno verano.
La oferta de Chile es muy amplia,
porque vamos a decir que ya la palabra,
dice, es el Finisterra.
en lengua mapuche significa eso,
el Finisterra,
y en realidad estamos en el fin del mundo.
Pero ese fin del mundo tiene
el desierto hacia el norte,
hacia el sur los hielos australes,
al fondo la cordillera y el mar.
Y además los valles,
que son con un microclima extraordinario
que nos ha permitido generar vinos maravillosos.
Somos de los vinos del...
Con una tradición vitivinícola muy antigua también,
se genera con los primeros asentamientos
de la hispanidad en las tierras del descubrimiento.
Por lo tanto, ya comienza una tradición.
Una cultura sin vino,
digámoslo.
Digámoslo.
Si no hay que preguntárselo a los romanos.
¿Hasta dónde llegaba el imperio?
¿Hasta dónde se podían cultivar las viñas?
De Guatemala,
si fuésemos a Guatemala,
si alguien quiere viajar a Guatemala,
¿qué parte también le recomendaría de Guatemala?
Bueno, ahí hay...
Yo diría que Guatemala presenta tres puntos,
que son la antigua de la ciudad.
La ciudad presenta también un área muy bonita
que es el Caribe,
parte del Caribe
y obviamente Tical
y todo el mundo maya,
lo cual es un patrimonio impresionante.
Impresionante.
Yo he visitado varios lugares
en este planeta Tierra
y cuando uno llega a Tical
realmente uno queda maravillado.
Qué admirado lo que hizo esta gente
en la cultura mesoamericana.
Lo mismo que cuando uno llega en Chile
a Rapa Nui
ve todos estos monumentos en piedra
y dice lo que fueron capaces
y cómo lo construyeron.
Es la admiración.
Son patrimonio mundial también como nosotros.
Igual que las oficinas salitreras, ¿no?
¿Qué son las oficinas salitreras
de Humberstone y Santa Laura?
Esto es una cosa que realmente está dentro de,
Josep, de nuestra historia.
Las salitreras fueron importantes explotaciones
de este mineral en el norte del país.
Ahí las grandes compañías construyeron
estos focos de explotación de esta riqueza
que era sumamente importante
toda vez que el salitre era un abono natural
y curiosamente un elemento también
para hacer la pólvora.
Y esto significó que hasta la Primera Guerra Mundial,
cuando viene el descubrimiento del salitre sintético,
empezó un ocaso de la explotación de esta riqueza.
Hoy por hoy nuevamente empiezan también
a darle una cabida.
¿Y qué se encuentran ya?
Estos pueblos verdaderos, entre comillas,
pueblos fantasmas,
donde se han conservado toda la forma
de la explotación y la vida.
Y esto constituye realmente un testimonio
que es muy interesante.
Además, con la maravilla, Josep, del desierto,
el desierto cambia de colores,
las piedras en la mañana son distintas,
las de la noche, la luz, el contraste del mar,
el silencio.
Y una cosa muy importante,
el desierto chileno no es un desierto de arena.
De tal manera que cuando viene la lluvia
o algún fenómeno que trae agua,
el desierto entero florece.
Es un fenómeno maravilloso que de repente se hace
y por lo tanto se hacen investigaciones
también para ir recogiendo las aguas de las neblinas
y poder hacer regadío.
Ese es un proyecto bastante interesante,
entre paréntesis,
que va uniendo.
Van huyendo las investigaciones,
las universidades,
los países que tienen estos mismos temas,
los vamos abordando.
Quien ha viajado a Chile siempre,
por no saber,
me han hablado de la hospitalidad de los chilenos.
Bueno.
Que te abren las puertas.
Es decir, que te abren literalmente las puertas.
Sí.
Bueno, eso es parte de nuestra...
Y yo tengo una explicación para eso.
Bueno, es muy extraño esa familiaridad que se ve.
¿Por qué?
Porque somos una isla.
Yo personalmente creo que tenemos una mentalidad de isla.
Porque estas condiciones naturales del desierto,
de la barrera de los hielos,
la montaña y el mar,
acunan y la gente que llega.
Y por eso que hemos tenido flujos migratorios muy importantes.
Y se quedan.
Y como, ¿qué hace el isleño?
El isleño siempre va a abrirse porque necesita.
Tiene algo de una soledad, digamos, ecológica.
Por darle un nombre que requiere de esta comunicación.
Y lo cierto que hemos hablado de...
Así como están el priorato y hoy por hoy sus vinos y tantas cosas,
los valles de Chile.
Los valles de Chile, el recorrido cultural a las viejas viñas.
Con hoy por hoy, con hotelería, boutique, digamos.
y probando los vinos nuestros.
Un buen carmener.
Pero ese es sensacional.
Con la luz que nosotros tenemos, con la montaña, con los paisajes.
Yo te digo que yo lo recomiendo.
Así como recomiendo de corazón Tarragona
porque es un punto extraordinario.
Y son esas cosas, son esas ciudades de relojería.
Ustedes tienen un gran acervo, un gran plus en esta ciudad.
La alegría de la gente, por Dios, se ve.
El tomar, el caminar, caminar tranquilo.
El tomar el bus de acercamiento.
La gente que dice buenos días.
El conductor que te saluda.
Los niños que entran.
Y todo te da, te crea una atmósfera.
Mira, si a mí me dijeran cómo te sientes,
me siento tan bien que yo me autodefiniría como un tarraco honorario.
Porque la verdad que es natural.
Esta ciudad tiene una clave en esto.
Que yo diría, te atrapa.
Te atrapa con simpatía, con calidez.
Y yo me voy a convertir en un...
Y siempre digo yo, a un punto que es clave.
Es de un refinamiento, pero extraordinario.
¿A dónde?
A Tarragona.
Ah, a Tarragona.
Y tengo que hablar de Tarragona.
Le vamos a invitar más a menudo.
Ya lo tengo clarísimo.
No me quiero ir sin hablar de la carne de Chile.
Que merece la carne de Chile.
La carne chilena, un buen asado.
Sí.
Esto hay que, vamos, hay que recomendarlo.
Igual que el buen vino, hay que recomendar también la buena carne.
Los buenos vinos y la buena carne.
La cultura del asado.
Mira, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Nosotros tenemos muy buenas carnes,
pero nuestros vecinos argentinos tienen,
y los uruguayos y los paraguayos tienen carnes extraordinarias.
Y los brasileños también andan.
Y eso, como somos una economía abierta,
llegan todas estas carnes.
Pero el asado chileno, que comienza con un buen pisco,
un pisco chileno, naturalmente.
Segundo, con las buenas empanadas,
con tu música y empieza una fiesta en que todos van hablando.
Debe ser lo mismo cuando se hace la paella,
que todos tienen recetas.
Bueno, esto es lo mismo con las carnes.
Las buenas ensaladas,
los tomates con cebolla,
que las buenas ensaladas de leche y los mariscos.
Por supuesto que están siempre los buenos mariscos.
Y las ostras,
esas ostras de Chiloé al fondo de profundidad medianas.
Y entre paréntesis,
un ciento de ostras.
Yo te lo voy a dar, a ver,
en euros serían unos veinte euros,
un ciento de ostras,
con un vino bueno, helado,
un buen chardonnay, frutoso.
En Chiloé, que por cierto,
están las iglesias también patrimonio de humanidad,
de madera, que se pueden visitar.
Eso también es una joya digna de visitar.
Es un país largo.
No se puede, si yo me dicen,
¿y cómo lo hago si tengo una semana?
Primero no lo puedes recorrer todo.
Céntrate.
¿Quieres hacer esquí?
¿Quieres hacer montaña?
¿Quieres hacer mar?
¿Quieres recorrerlo al norte?
No, ándate tranquilo
y anda viendo cuáles son las ofertas que tiene
y dónde te gustaría estar.
Y por supuesto, el comer.
El comer se come estupendamente bien
y por algo somos...
Bueno, el pescado chileno lo tenemos acá todos los días.
Llega la merluza, la merluza chilena, todo.
Renato Valdivia Eliaga,
ministro consejero de la Embajada de Chile en Guatemala.
Ha sido un placer conocerle,
que nos acompaña hoy aquí en Tarragona Radio.
Y como ha dicho, se siente como en casa,
en Tarragona, y en Tarragona Radio también.
A partir de ahora es su casa,
o sea que cuando quiera puede volver.
Y hasta pronto, hasta la próxima.
¿Cuántos días en Tarragona?
¿Se va pronto?
Ya me voy en la próxima semana,
pero ya tengo reservado para el próximo año también.
Perfecto.
Déjenme decir, esto es para mí un ciclo,
un ciclo, afortunadamente.
Afortunadamente tengo mis parientes acá,
gracias a Dios.
Pues hasta la próxima y buen viaje de ida.
Sí, un buen viaje de ida y lo mismo para ustedes.
Lo mejor para esta ciudad, lo mejor para ustedes
y qué buen espacio de comunicación
donde la gente pueda expresar la vivencia
de una sociedad tan bonita como es Tarragona.
Muchas gracias, hasta pronto.
Un abrazo.
Hasta pronto.